En el principio...
Por Edeiël Snape-Black de Malfoy y Lupin
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Capítulo 7: Lily, soy un estúpido, cásate conmigo
- ¿¡Snivellus un mortífago!? ¡Y yo soy el dueño de Gringotts!
Sí, dije eso. Lo reconozco, no me esperaba que Snape fuera tan estúpido como para jugar con los mortífagos. De Malfoy no me sorprende, ¡pero Snape!
Mi comentario estuvo fuera de lugar. Sobre todo lo de Snivellus. Un mocoso no se habría metido en semejante berenjenal
- ¡James! - Lily me dio un codazo en las costillas que me hizo callar de inmediato (más por la falta de aire que por arrepentimiento) - Es algo muy serio, no deberías decir eso.
Dumbledore me dirigió una mirada reprobadora y Snape... bueno, digamos que ya estoy acostumbrado a sus miradas asesinas...
Me acomodé en la silla mientras Snape hablaba sobre sus asesinatos (qué me impidió levantarme y avisar al Ministerio para que lo encerrasen en la celda más oscura de Azkaban, no lo sé a ciencia cierta, pero creo que la amenazadora mano de Lily cerrada cual garra de gavilán en mi brazo hizo mucho...) y lo miré en silencio. No hacía ni seis meses que habían terminado las clases y Snivellus... perdón, Snape, ya estaba metido en líos...
Eso te pasa por correr a besar los bajos de las faldas ajenas.
Cuando Snape acabó su monólogo (porque sólo habló él... Dumbledore debe de tener un grave complejo de psicólogo...), Dumbledore dio su veredicto y lo aceptó en la Orden, como espía en las filas mortífagas, cosa que a mí no me hizo demasiada gracia, le verdad sea dicha.
Cuando salimos del despacho de Dumbledore, Snape pasó junto a nosotros como alma que lleva el diablo y desapareció en las escaleras.
- ¿A alguien se le ha ocurrido pensar en las consecuencias de la traición de Snivellus? - pregunté.
- Se llama Severus, James, y supongo que Dumbledore ha pensado en ello - dijo Lily, cogiéndose de mi brazo. Ya llevábamos más de un año saliendo juntos - Si no, no le habría dejado quedarse en nuestro lado.
- ¿Y si Voldemort lo interroga? ¡¿Y si él se va de la lengua?! ¡Puede ponernos en peligro a todos! - miré a Sirius y Remus en busca de apoyo, pero ellos se limitaron a cogerse de la mano y mirar al suelo.
- Ya sabíamos que correríamos peligro cuando entramos en la Orden, James - murmuró Neville - No pienses en los problemas que podemos tener, sino en los problemas que podremos evitar. Piensa en la ayuda que nos brindará Snape, podrá informarnos de los movimientos de Vol...
- ¡Podrá meternos en una emboscada si quiere! ¡Estaremos a su merced!
- James, cálmate - me dijo Lily a la vez que me acariciaba el cabello. Siempre ha sabido cómo serenarme - Todo irá bien, confía en Severus, si Dumbledore lo hace, nosotros no tenemos porqué dudar de su criterio - me miró con esos hermosos ojos verdes que tiene y sonreí.
- De acuerdo, confiaré en Dumbledore, él sabrá lo que hace.
Y claro que lo sabía. En un mes conseguimos detener a más mortífagos que en los seis anteriores y todo gracias a Snape.
El mocoso tenía talento.
- ¡No le llames mocoso! - me gritó Lily una tarde cuando habábamos de él, sentados en la terraza de Florean Fortescue, mientras devorábamos un inmenso helado.
- ¿Cómo quieres que le llame? - suspiré, dejando la cucharilla en mi copa de helado.
- ¡Severus! - susurró - O Snape - dijo, aún más bajo, procurando que no lo oyera nadie más que yo y casi consiguiendo que ni yo lo oyera - Deja de insultarle, así no conseguirás nada.
- Me desahogo... - me encogí de hombros - Y además, si hablamos del mocoso nadie sabrá de quién hablamos... - bufó, derrotada y cogí su mano - Te quiero, Lily.
- Oh, sí, arréglalo... Sabes que Snape me cae bien, no vuelvas a insultarle delante de mí - me llevé su mano a los labios y la besé repetidas veces - ¡Y no me hagas la pelota! ¡Conmigo no funciona! - touché, justo en el clavo. Cuando Lily dice que algo no funciona con ella es que SÍ funciona - Maldito seas, James Potter - gruñó, cuando se dio cuenta de la trampa en la que había caído. Me reí y volví a besar su mano - Eres malo.
- Pero te encanta... Te quiero - la miré a los ojos.
- Yo también te quiero, James - se acercó a mí y me besó dulcemente, como sólo ella sabe hacer - Aunque a veces ses un idiota y me entren ganas de convertirte en geranio - reímos.
- Bueno... es un consuelo... - carraspeé y metí la mano en el bolsillo - Admito que soy un imbécil y tú admites que te gusta... ¿Quieres casarte conmigo? - le puse una cajita cubierta con terciopelo rojo en la mano y me miró interrogante - ¿Vas a abrirla? - se apresuró a abrir la caja. De haber conocido de antemano su reacción habría esperado a llegar a casa.
- ¡¡¡James!!! - todos los cliente de la heladería nos miraron - ¡¡¡Es maravilloso!!! ¡¡Oh, James!! - incluso se acercó un guardia para ver qué sucedía... - ¡Claro que quiero casarme! - se paseó por la terraza enseñando el anillo de compromiso y saltando de alegría. Cuando pareció calmarse, se acercó a mí y me abrazó - Quiero casarme contigo, James - nos besamos y le puse el anillo.
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Hola a todas!! ¿Qué tal? Espero que muy bien ^^ Bueno, capítulo siete, ya queda poco para acabarlo (no quiero hacerlo tan largo como Elecciones... que ya voy por el capítulo 20 y escribiendo el 21... sí, los capítulos son cortitos, pero aún así, tan largo acaba cansando... sobre todo a mí, que tengo un límite) espero que os haya gustado ^^
Una preguntita... ¿Alguna de vosotras me ha agregado al messenger? Es que la última vez que me conecté (o sea, la semana pasada, la primera vez que pasaba por la web desde que me quedé sin ADSL hace tres meses) me encontré con que un montón de gente me había agregado y no sé quién ha podido ser, porque como tampoco me dejan un mensaje avisando... **suspiro** Pero no penséis que me lo tomo a mal, no, que me encanta encontrarme con tanta gente en el mess ^^ Que me agregue quien quiera, pero por favor, dejándome un mensajillo donde pueda leerlo (si el correo está saturado, dejadme un review, que siempre los leo)
Bueno, muchas gracias por vuestro apoyo, de verdad, me anima muchísimo leer vuestros comentarios (y cuando estás depre se agradecen)
Muchos besitos y achuchones. Os quiero a todas.
Edeiël Snape-Black de Malfoy y Lupin
martes, 10 de marzo de 2004
Por Edeiël Snape-Black de Malfoy y Lupin
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Capítulo 7: Lily, soy un estúpido, cásate conmigo
- ¿¡Snivellus un mortífago!? ¡Y yo soy el dueño de Gringotts!
Sí, dije eso. Lo reconozco, no me esperaba que Snape fuera tan estúpido como para jugar con los mortífagos. De Malfoy no me sorprende, ¡pero Snape!
Mi comentario estuvo fuera de lugar. Sobre todo lo de Snivellus. Un mocoso no se habría metido en semejante berenjenal
- ¡James! - Lily me dio un codazo en las costillas que me hizo callar de inmediato (más por la falta de aire que por arrepentimiento) - Es algo muy serio, no deberías decir eso.
Dumbledore me dirigió una mirada reprobadora y Snape... bueno, digamos que ya estoy acostumbrado a sus miradas asesinas...
Me acomodé en la silla mientras Snape hablaba sobre sus asesinatos (qué me impidió levantarme y avisar al Ministerio para que lo encerrasen en la celda más oscura de Azkaban, no lo sé a ciencia cierta, pero creo que la amenazadora mano de Lily cerrada cual garra de gavilán en mi brazo hizo mucho...) y lo miré en silencio. No hacía ni seis meses que habían terminado las clases y Snivellus... perdón, Snape, ya estaba metido en líos...
Eso te pasa por correr a besar los bajos de las faldas ajenas.
Cuando Snape acabó su monólogo (porque sólo habló él... Dumbledore debe de tener un grave complejo de psicólogo...), Dumbledore dio su veredicto y lo aceptó en la Orden, como espía en las filas mortífagas, cosa que a mí no me hizo demasiada gracia, le verdad sea dicha.
Cuando salimos del despacho de Dumbledore, Snape pasó junto a nosotros como alma que lleva el diablo y desapareció en las escaleras.
- ¿A alguien se le ha ocurrido pensar en las consecuencias de la traición de Snivellus? - pregunté.
- Se llama Severus, James, y supongo que Dumbledore ha pensado en ello - dijo Lily, cogiéndose de mi brazo. Ya llevábamos más de un año saliendo juntos - Si no, no le habría dejado quedarse en nuestro lado.
- ¿Y si Voldemort lo interroga? ¡¿Y si él se va de la lengua?! ¡Puede ponernos en peligro a todos! - miré a Sirius y Remus en busca de apoyo, pero ellos se limitaron a cogerse de la mano y mirar al suelo.
- Ya sabíamos que correríamos peligro cuando entramos en la Orden, James - murmuró Neville - No pienses en los problemas que podemos tener, sino en los problemas que podremos evitar. Piensa en la ayuda que nos brindará Snape, podrá informarnos de los movimientos de Vol...
- ¡Podrá meternos en una emboscada si quiere! ¡Estaremos a su merced!
- James, cálmate - me dijo Lily a la vez que me acariciaba el cabello. Siempre ha sabido cómo serenarme - Todo irá bien, confía en Severus, si Dumbledore lo hace, nosotros no tenemos porqué dudar de su criterio - me miró con esos hermosos ojos verdes que tiene y sonreí.
- De acuerdo, confiaré en Dumbledore, él sabrá lo que hace.
Y claro que lo sabía. En un mes conseguimos detener a más mortífagos que en los seis anteriores y todo gracias a Snape.
El mocoso tenía talento.
- ¡No le llames mocoso! - me gritó Lily una tarde cuando habábamos de él, sentados en la terraza de Florean Fortescue, mientras devorábamos un inmenso helado.
- ¿Cómo quieres que le llame? - suspiré, dejando la cucharilla en mi copa de helado.
- ¡Severus! - susurró - O Snape - dijo, aún más bajo, procurando que no lo oyera nadie más que yo y casi consiguiendo que ni yo lo oyera - Deja de insultarle, así no conseguirás nada.
- Me desahogo... - me encogí de hombros - Y además, si hablamos del mocoso nadie sabrá de quién hablamos... - bufó, derrotada y cogí su mano - Te quiero, Lily.
- Oh, sí, arréglalo... Sabes que Snape me cae bien, no vuelvas a insultarle delante de mí - me llevé su mano a los labios y la besé repetidas veces - ¡Y no me hagas la pelota! ¡Conmigo no funciona! - touché, justo en el clavo. Cuando Lily dice que algo no funciona con ella es que SÍ funciona - Maldito seas, James Potter - gruñó, cuando se dio cuenta de la trampa en la que había caído. Me reí y volví a besar su mano - Eres malo.
- Pero te encanta... Te quiero - la miré a los ojos.
- Yo también te quiero, James - se acercó a mí y me besó dulcemente, como sólo ella sabe hacer - Aunque a veces ses un idiota y me entren ganas de convertirte en geranio - reímos.
- Bueno... es un consuelo... - carraspeé y metí la mano en el bolsillo - Admito que soy un imbécil y tú admites que te gusta... ¿Quieres casarte conmigo? - le puse una cajita cubierta con terciopelo rojo en la mano y me miró interrogante - ¿Vas a abrirla? - se apresuró a abrir la caja. De haber conocido de antemano su reacción habría esperado a llegar a casa.
- ¡¡¡James!!! - todos los cliente de la heladería nos miraron - ¡¡¡Es maravilloso!!! ¡¡Oh, James!! - incluso se acercó un guardia para ver qué sucedía... - ¡Claro que quiero casarme! - se paseó por la terraza enseñando el anillo de compromiso y saltando de alegría. Cuando pareció calmarse, se acercó a mí y me abrazó - Quiero casarme contigo, James - nos besamos y le puse el anillo.
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Hola a todas!! ¿Qué tal? Espero que muy bien ^^ Bueno, capítulo siete, ya queda poco para acabarlo (no quiero hacerlo tan largo como Elecciones... que ya voy por el capítulo 20 y escribiendo el 21... sí, los capítulos son cortitos, pero aún así, tan largo acaba cansando... sobre todo a mí, que tengo un límite) espero que os haya gustado ^^
Una preguntita... ¿Alguna de vosotras me ha agregado al messenger? Es que la última vez que me conecté (o sea, la semana pasada, la primera vez que pasaba por la web desde que me quedé sin ADSL hace tres meses) me encontré con que un montón de gente me había agregado y no sé quién ha podido ser, porque como tampoco me dejan un mensaje avisando... **suspiro** Pero no penséis que me lo tomo a mal, no, que me encanta encontrarme con tanta gente en el mess ^^ Que me agregue quien quiera, pero por favor, dejándome un mensajillo donde pueda leerlo (si el correo está saturado, dejadme un review, que siempre los leo)
Bueno, muchas gracias por vuestro apoyo, de verdad, me anima muchísimo leer vuestros comentarios (y cuando estás depre se agradecen)
Muchos besitos y achuchones. Os quiero a todas.
Edeiël Snape-Black de Malfoy y Lupin
martes, 10 de marzo de 2004
