LA VIDA SIGUE IGUAL
- Oh, ya ha vuelto...
_ Ya ha vuelto, quién?
- ¡Hola tía Bella! ¡Ya he vuelto!
- Hola mi vida, ¿te lo has pasado bien en el parque?
- Muy reeeeeeeeeequete bien!! ^__^
Sirius miró atentamente al niño que acababa de cruzar el umbral de la cocina.
No debía tener más de siete u ocho años. Su cabello era fino y de un castaño muy claro, casi rubio. Tenía unos preciosos ojos grises que bailaban chispeantes observando todo a su alrededor.
- Hola señor Black! ¿Ya está bien?- le pidió el crío acercándose a e´l con una sonrisa amable.
A Sirius, esa sonrisa extremadamente dulce le recordaba a alguien... a Remus.
- Eh, sí... ¿Quién eres?- le pidió algo confundido.
El niño sonrió de nuevo y alargó una mano cordial hacia Sirius.
- Me llamo Remus Julian Lupin y tengo siete años y medio!- exclamó resaltando el "y medio".
Sirius tan solo abrió mucho sus ojos y miró a Arabella, quien cogiendo de un hombro al pequeño Remus le dijo:
- ¿Qué tal si subes a tu habitación y la ordenas toda? Así luego se la podrás enseñar a Sirius, vale?- le sugirió
- Sí, vale ^O^!
- Buen niño
El pequeño desapareció rápidamente de la cocina. Arabella bajó los ojos y se sentó junto a Sirius, quien seguía en estado de shock.
- ¿Él... Él... es hijo de Remus?- preguntó con algo de temor
- No- Sirius sopló fuertemente aliviado- Sirius, él ES Remus.
- ¿¡QUÉ?!
- Tranquilo, no grites, vuelve a sentarte.
- Pero, ¿qué tonterías dices Arabella? ¡Remus cumple 36 años el mes que viene! Y ese crío apenas tiene siete! ¿Cómo va a ser ÉL Remus?
- Has oído hablar alguna vez del síndrome Cassius Stone?
- Creo que sí...- murmuró algo más tranquilo
Sirius se puso a pensar. ¡¡Claro que recordaba el caso Stone!!
Cassius Stone era un mago padre de familia y comerciante. Una noche asesinaron a su esposa e hijas. Su tristeza fue tal que se encerró en si mismo. No comía, no dormía, no hablaba con nadie... Su negoció quebró y todo fue empeorando en su vida.
Una mañana, su hermana fue a despertarle, y se encontró con un Cassius cuarenta años más joven.
Según los médicos, él había deseado con tanta fuerza el volver a ser un niño, recuperar la inocencia, no volver a sufrir, que su cuerpo y su mente había vuelto a ser los de un pequeño. Nadie supo nunca del todo bien cómo lo había conseguido, y ni siquiera el propio Cassius lo recordaba.
¿Quería eso decir que Remus había estado sufriendo tanto que, finalmente, había vuelto a la niñez?
- Pero... ¿qué hacía tan infeliz a Remus que deseara volver a ser un niño?
- Esperaba que tú pudieras decírmelo, Sirius...
- ... y, ¿desde cuándo está así?
- Unos meses. Cómo hacia un tiempo que no recibía noticias suyas, fui a verle para ver si le había pasado algo. Me llevé un susto muy grande cuando me encontré con el pequeño Remus. Mi primera impresión fue, al igual que la tuya, que era su hijo, pero tras hablar con él... enseguida lo entendí, Remus sufría el síndrome de Cassius Stone.
- ¿¡Por qué no me lo dijiste el día que llegué?!
- Estabas muy cansado. No quería preocuparte.
Sirius la miró con desaprobación resignada.
- Hubiese preferido que me lo dijeras nada más llegar... Remus es muy importante para mí... lo más importante.- Arabella bajó la cabeza con culpa- ¿Te importa si voy a verle?
- Oh, claro que no. Ves. Subiendo las escaleras segunda puerta a la izquierda. Junto a tú habitación.
- Gracias. - dijo levantándose - Eh, ¿Arabella?- preguntó deteniéndose en seco- ¿Él.. me recuerda?
- Me temo que no, Sirius. No recuerda nada de su vida. Y tampoco parece querer recordarlo. Cuando llegué a su casa simplemente se vino conmigo. No hizo preguntas, simplemente vino. Ni siquiera ha preguntado por su padres, ni por su hermano... No sabe lo que es la magia, ni...
- Ni lo que es un licántropo, cierto?- la anciana asintió- Bien...- y dicho esto comenzó a subir las escaleras.
Se detuvo frente a la puerta de la habitación y tocó suavemente.
- ¿Remus? ¿Puedo pasar?
- Sí, claro!- respondió una voz jovial desde dentro
Sirius empujó la puerta y ent´ro en la habitación.
Era un cuarto sencillo. Una cama, un armario, algunos dibujos colgados en la pared, una mesa y una silla.
Sentado con las piernas columpiándose hacia delante y hacia atrás, frente al pupitre, se encontraba Remus en su versión reducida.
Parecía estar muy ocupado.
- ¿Qué haces?
El niño se puso a reír travieso.
- Ahhh... es una sorpresa!! Un secreto! No puedes mirar!- exclamó cubriendo la hoja de papel con sus pequeñas manos.
- Está bien.. ¿Pero puedo esperar aquí hasta que termines?- preguntó sentándose sobre la cama del niño.
- Sí! ¿¡Pero no mires, eh?!
- Sí, sí, vale, te lo prometo.
El pequeño Remus le sonrió y volvió a su trabajo.
Desde la cama, Sirius podía ver el perfil del niño trabajando. Indudablemente, era Remus.
Pero sus ojos... el Remus que él había conocido en Hogwarts tenía los ojos dorados como el sol. Pero este Remus tenía los ojos grises y pálidos, como la Luna llena.
Y su pelo... desde que Sirius le conocía, su pelo siempre había estado adornado con algunas mechas plateadas que, a medida que pasaban los años, iban aumentando en cantidad. En cambio, el Remus que estaba frente a sí no tenía ni una sola cana, y su sonrisa era sincera y llena de vida. Al Remus que tenía delante... no le había mordido ningún lobo...
El niño se dio la vuelta un momento para sonreír pícaramente y volver de nuevo a su hoja de papel.
Sirius sonrió también y paseó su mirada por los dibujos colgados de las paredes.
Uno era, claramente, una anciana, Bella. Otro era un castillo, Hogwarts, pensó Sirius. Y el siguiente...
- Remus, ¿qué es este dibujo?- pidió señalándolo.
El niño se levantó para mirar el dibujo. Su pequeño ceño se frunció y volvió a sentarse en su sillita.
- Es un lobo... es malo- contestó en un tono de voz muy bajo.
- ¿Entonces por qué lo tienes colgado?
- No lo sé...- respondió el niño- Es como si fuera parte de mí... no puedo tirarlo a la basura como los otros dibujos que no me gustan... Él no me deja.
- ¿Él?
- El lobo... a veces me habla.- Remus sollozó suavemente- Me dice que no puedo huir de él... Que por muy niño que sea, la Luna seguirá llenándose y él seguirá conmigo... siempre... -el pequeño se echó a llorar.
Sirius se levantó muy deprisa y lo abrazó fuertemente. Tan solo había visto llorar a Remus dos veces en su vida. Y las dos veces se había sentido igual de culpable.
Esta tercera, aunque era diferente, se sentía igualmente morir por dentro.
- Shht...- dijo acariciándole el cabello con cariño- No te preocupes... tranquilo, Moony...
Remus se apretó fuertemente a Sirius hundiendo su cabeza en su estómago mientras cogía entres sus manitas la tela de la camisa de Sirius.
- Mira, Remie, -le dijo suavemente- ¿sabes qué vamos a hacer?- el niño lo miró con curiosidad- Dame una hoja
Remus alargó un brazo hasta uno de los cajones de su mesa, sin soltar a Sirius, lo abrió y sacó una hoja de papel en blanco.
Sirius cargó al crío y se lo sentó en el regazo. Remus se secó las lágrimas con las mangas de su jerseicito rojo de cuello alto y observó los movimientos de Sirius.
El hombre cogió los lapices de colores y tras dos minutos de cambiar colores y dibujar sonrió sadisfecho.
- ¿Un perrito?- preguntó el pequeño tímidamente.
- Sí, -le contestó Sirius- pero no uno cualquiera. Este perrito está aquí para protegerte- dijo con una sonrisa sincera.
El niño ensanchó los ojos ante la perspectiva.
- Se llama Padfoot!- continuó Sirius señalando al gran perro negro del dibujo.
- ¿Padfoot? Es bonito...-dijo acariciando el dibujo- Me gusta ^__^!
- Me alegro. Entonces, ¿qué te parece si ponemos a Padfoot aquí? Junto al lobo. -dijo cogiendo a Remus en brazos y acercándose a la pared.
- ¡No!- rogó el niño cogiéndole el dibujo de las manos- ¡No! ¿Y si el lobo le hace daño? ¡Yo no quiero que él le haga daño a Padfoot!
Sirius sonrió tranquilizador y le volvió a coger el dibujo.
- No te preocupes. El lobo no le hará daño a Padfoot. ¿Sabes por qué?- el pequeño negó- Pues porque Padfoot y el lobo son amigos, y se quieren mucho.
- ¿Ah, sí?... Pero el lobo no puede tener amigos...- Sirius le miró extrañado- Porque todos los amigos que tiene acaban dejándole sólo...-dijo tristemente.
- Pero... ¡este amigo no le volverá a dejar sólo nunca más! ¡Te lo prometo! A partir de ahora, -dijo colocando el dibujo junto al del lobo con algunas chinchetas.- Padfoot y Moony no volverán a separarse.
- ¿Palabra de honor?- le pidió el niño ofreciéndole el dedo más pequeño de su mano.
- Palabra de honor.
Sirius atrapó el dedo del pequeño entre el suyo y lo sujetó firmemente.
Una sacudida eléctrica recorrió su cuerpo en ese instante.
Al niño lo envolvió una luz blanco-azulada y, segundos más tarde, Sirius ya no sostenía al pequeño Remus entre sus brazos, sino a un inconsciente y adulto, Remus Julian Lupin.
**CONTINUARÁ**
Holaaaaa^^!!! ¿Os ha gustado el capítulo? ^___^ Espero que sí!!! Ah, antes de que se me olvide, yo no sé lo que significa la "J" en el nombre de Remus, así que le puse Julian ^^! Luego se me ocurrió que quizá quería decir Junior... pero... en fin! A mí me gusta más Julian XDDD
GRACIAS A TODAS POR LOS REVIEWS!
En el próximo capitulo los contesto!! (es que ahora no tengo tiempo! sorry ^^U)
Y GRACIAS A TODOS POR LEER MIS FANFICS!!!!!
CIAAAO!
*Nóel Moon*
aoshi_seishi@hotmail.com
- Oh, ya ha vuelto...
_ Ya ha vuelto, quién?
- ¡Hola tía Bella! ¡Ya he vuelto!
- Hola mi vida, ¿te lo has pasado bien en el parque?
- Muy reeeeeeeeeequete bien!! ^__^
Sirius miró atentamente al niño que acababa de cruzar el umbral de la cocina.
No debía tener más de siete u ocho años. Su cabello era fino y de un castaño muy claro, casi rubio. Tenía unos preciosos ojos grises que bailaban chispeantes observando todo a su alrededor.
- Hola señor Black! ¿Ya está bien?- le pidió el crío acercándose a e´l con una sonrisa amable.
A Sirius, esa sonrisa extremadamente dulce le recordaba a alguien... a Remus.
- Eh, sí... ¿Quién eres?- le pidió algo confundido.
El niño sonrió de nuevo y alargó una mano cordial hacia Sirius.
- Me llamo Remus Julian Lupin y tengo siete años y medio!- exclamó resaltando el "y medio".
Sirius tan solo abrió mucho sus ojos y miró a Arabella, quien cogiendo de un hombro al pequeño Remus le dijo:
- ¿Qué tal si subes a tu habitación y la ordenas toda? Así luego se la podrás enseñar a Sirius, vale?- le sugirió
- Sí, vale ^O^!
- Buen niño
El pequeño desapareció rápidamente de la cocina. Arabella bajó los ojos y se sentó junto a Sirius, quien seguía en estado de shock.
- ¿Él... Él... es hijo de Remus?- preguntó con algo de temor
- No- Sirius sopló fuertemente aliviado- Sirius, él ES Remus.
- ¿¡QUÉ?!
- Tranquilo, no grites, vuelve a sentarte.
- Pero, ¿qué tonterías dices Arabella? ¡Remus cumple 36 años el mes que viene! Y ese crío apenas tiene siete! ¿Cómo va a ser ÉL Remus?
- Has oído hablar alguna vez del síndrome Cassius Stone?
- Creo que sí...- murmuró algo más tranquilo
Sirius se puso a pensar. ¡¡Claro que recordaba el caso Stone!!
Cassius Stone era un mago padre de familia y comerciante. Una noche asesinaron a su esposa e hijas. Su tristeza fue tal que se encerró en si mismo. No comía, no dormía, no hablaba con nadie... Su negoció quebró y todo fue empeorando en su vida.
Una mañana, su hermana fue a despertarle, y se encontró con un Cassius cuarenta años más joven.
Según los médicos, él había deseado con tanta fuerza el volver a ser un niño, recuperar la inocencia, no volver a sufrir, que su cuerpo y su mente había vuelto a ser los de un pequeño. Nadie supo nunca del todo bien cómo lo había conseguido, y ni siquiera el propio Cassius lo recordaba.
¿Quería eso decir que Remus había estado sufriendo tanto que, finalmente, había vuelto a la niñez?
- Pero... ¿qué hacía tan infeliz a Remus que deseara volver a ser un niño?
- Esperaba que tú pudieras decírmelo, Sirius...
- ... y, ¿desde cuándo está así?
- Unos meses. Cómo hacia un tiempo que no recibía noticias suyas, fui a verle para ver si le había pasado algo. Me llevé un susto muy grande cuando me encontré con el pequeño Remus. Mi primera impresión fue, al igual que la tuya, que era su hijo, pero tras hablar con él... enseguida lo entendí, Remus sufría el síndrome de Cassius Stone.
- ¿¡Por qué no me lo dijiste el día que llegué?!
- Estabas muy cansado. No quería preocuparte.
Sirius la miró con desaprobación resignada.
- Hubiese preferido que me lo dijeras nada más llegar... Remus es muy importante para mí... lo más importante.- Arabella bajó la cabeza con culpa- ¿Te importa si voy a verle?
- Oh, claro que no. Ves. Subiendo las escaleras segunda puerta a la izquierda. Junto a tú habitación.
- Gracias. - dijo levantándose - Eh, ¿Arabella?- preguntó deteniéndose en seco- ¿Él.. me recuerda?
- Me temo que no, Sirius. No recuerda nada de su vida. Y tampoco parece querer recordarlo. Cuando llegué a su casa simplemente se vino conmigo. No hizo preguntas, simplemente vino. Ni siquiera ha preguntado por su padres, ni por su hermano... No sabe lo que es la magia, ni...
- Ni lo que es un licántropo, cierto?- la anciana asintió- Bien...- y dicho esto comenzó a subir las escaleras.
Se detuvo frente a la puerta de la habitación y tocó suavemente.
- ¿Remus? ¿Puedo pasar?
- Sí, claro!- respondió una voz jovial desde dentro
Sirius empujó la puerta y ent´ro en la habitación.
Era un cuarto sencillo. Una cama, un armario, algunos dibujos colgados en la pared, una mesa y una silla.
Sentado con las piernas columpiándose hacia delante y hacia atrás, frente al pupitre, se encontraba Remus en su versión reducida.
Parecía estar muy ocupado.
- ¿Qué haces?
El niño se puso a reír travieso.
- Ahhh... es una sorpresa!! Un secreto! No puedes mirar!- exclamó cubriendo la hoja de papel con sus pequeñas manos.
- Está bien.. ¿Pero puedo esperar aquí hasta que termines?- preguntó sentándose sobre la cama del niño.
- Sí! ¿¡Pero no mires, eh?!
- Sí, sí, vale, te lo prometo.
El pequeño Remus le sonrió y volvió a su trabajo.
Desde la cama, Sirius podía ver el perfil del niño trabajando. Indudablemente, era Remus.
Pero sus ojos... el Remus que él había conocido en Hogwarts tenía los ojos dorados como el sol. Pero este Remus tenía los ojos grises y pálidos, como la Luna llena.
Y su pelo... desde que Sirius le conocía, su pelo siempre había estado adornado con algunas mechas plateadas que, a medida que pasaban los años, iban aumentando en cantidad. En cambio, el Remus que estaba frente a sí no tenía ni una sola cana, y su sonrisa era sincera y llena de vida. Al Remus que tenía delante... no le había mordido ningún lobo...
El niño se dio la vuelta un momento para sonreír pícaramente y volver de nuevo a su hoja de papel.
Sirius sonrió también y paseó su mirada por los dibujos colgados de las paredes.
Uno era, claramente, una anciana, Bella. Otro era un castillo, Hogwarts, pensó Sirius. Y el siguiente...
- Remus, ¿qué es este dibujo?- pidió señalándolo.
El niño se levantó para mirar el dibujo. Su pequeño ceño se frunció y volvió a sentarse en su sillita.
- Es un lobo... es malo- contestó en un tono de voz muy bajo.
- ¿Entonces por qué lo tienes colgado?
- No lo sé...- respondió el niño- Es como si fuera parte de mí... no puedo tirarlo a la basura como los otros dibujos que no me gustan... Él no me deja.
- ¿Él?
- El lobo... a veces me habla.- Remus sollozó suavemente- Me dice que no puedo huir de él... Que por muy niño que sea, la Luna seguirá llenándose y él seguirá conmigo... siempre... -el pequeño se echó a llorar.
Sirius se levantó muy deprisa y lo abrazó fuertemente. Tan solo había visto llorar a Remus dos veces en su vida. Y las dos veces se había sentido igual de culpable.
Esta tercera, aunque era diferente, se sentía igualmente morir por dentro.
- Shht...- dijo acariciándole el cabello con cariño- No te preocupes... tranquilo, Moony...
Remus se apretó fuertemente a Sirius hundiendo su cabeza en su estómago mientras cogía entres sus manitas la tela de la camisa de Sirius.
- Mira, Remie, -le dijo suavemente- ¿sabes qué vamos a hacer?- el niño lo miró con curiosidad- Dame una hoja
Remus alargó un brazo hasta uno de los cajones de su mesa, sin soltar a Sirius, lo abrió y sacó una hoja de papel en blanco.
Sirius cargó al crío y se lo sentó en el regazo. Remus se secó las lágrimas con las mangas de su jerseicito rojo de cuello alto y observó los movimientos de Sirius.
El hombre cogió los lapices de colores y tras dos minutos de cambiar colores y dibujar sonrió sadisfecho.
- ¿Un perrito?- preguntó el pequeño tímidamente.
- Sí, -le contestó Sirius- pero no uno cualquiera. Este perrito está aquí para protegerte- dijo con una sonrisa sincera.
El niño ensanchó los ojos ante la perspectiva.
- Se llama Padfoot!- continuó Sirius señalando al gran perro negro del dibujo.
- ¿Padfoot? Es bonito...-dijo acariciando el dibujo- Me gusta ^__^!
- Me alegro. Entonces, ¿qué te parece si ponemos a Padfoot aquí? Junto al lobo. -dijo cogiendo a Remus en brazos y acercándose a la pared.
- ¡No!- rogó el niño cogiéndole el dibujo de las manos- ¡No! ¿Y si el lobo le hace daño? ¡Yo no quiero que él le haga daño a Padfoot!
Sirius sonrió tranquilizador y le volvió a coger el dibujo.
- No te preocupes. El lobo no le hará daño a Padfoot. ¿Sabes por qué?- el pequeño negó- Pues porque Padfoot y el lobo son amigos, y se quieren mucho.
- ¿Ah, sí?... Pero el lobo no puede tener amigos...- Sirius le miró extrañado- Porque todos los amigos que tiene acaban dejándole sólo...-dijo tristemente.
- Pero... ¡este amigo no le volverá a dejar sólo nunca más! ¡Te lo prometo! A partir de ahora, -dijo colocando el dibujo junto al del lobo con algunas chinchetas.- Padfoot y Moony no volverán a separarse.
- ¿Palabra de honor?- le pidió el niño ofreciéndole el dedo más pequeño de su mano.
- Palabra de honor.
Sirius atrapó el dedo del pequeño entre el suyo y lo sujetó firmemente.
Una sacudida eléctrica recorrió su cuerpo en ese instante.
Al niño lo envolvió una luz blanco-azulada y, segundos más tarde, Sirius ya no sostenía al pequeño Remus entre sus brazos, sino a un inconsciente y adulto, Remus Julian Lupin.
**CONTINUARÁ**
Holaaaaa^^!!! ¿Os ha gustado el capítulo? ^___^ Espero que sí!!! Ah, antes de que se me olvide, yo no sé lo que significa la "J" en el nombre de Remus, así que le puse Julian ^^! Luego se me ocurrió que quizá quería decir Junior... pero... en fin! A mí me gusta más Julian XDDD
GRACIAS A TODAS POR LOS REVIEWS!
En el próximo capitulo los contesto!! (es que ahora no tengo tiempo! sorry ^^U)
Y GRACIAS A TODOS POR LEER MIS FANFICS!!!!!
CIAAAO!
*Nóel Moon*
aoshi_seishi@hotmail.com
