Hola, ya estoy de nuevo aquí!!!
Bueno como dicen hierba mala nunca muere. ¬¬ (creo que esa no viene al
caso), bueno en fin. El fic va dedicado a quienes me pidieron una
continuación de 'Reducio'.. y también a quienes lo lean ^^ estaré muy
agradecida si me dejan reviews.
Sólo me pertenecen las travesuras escritas, lo demás ya tiene dueño.
Hechos
Hermione salió corriendo de los dormitorios hacia la sala común.
-Espera! Ginny! Gin...! -gritaba en dirección al hueco del retrato, pero en vez de encontrar a la pelirroja, encontró a un pelirrojo.
-¿Buscabas a mi hermana? Acaba de ir a la biblioteca...
-Eh... no... -respondió sonrojándose
-¿Te pasa algo? - le preguntó y se acercó, tratando de tocarle la frente, pero ella retrocedió un paso.
-No, nada. Sólo que olvidó su varita en mi cuarto.
Se dio media vuelta y se disponía a volver al cuarto de las chicas, pero Ron la sujetó por un brazo.
-Segura? Te noto extraña... y creía que el único con problemas por aquí era Harry, si lo hubieras visto esta tarde! Creo que quería ahogarse cuando estábamos en los baños de prefectos. Aunque no me convence su historia.
-¿Qué te dijo?
-Que alguien había soltado bombas fétidas en los vestuarios, y que su escoba estaba toda cubierta de, ya sabes... bueno está bien que sea una saeta de fuego, pero no creo que...- Hermione soltó unas risitas- ¿Qué pasa contigo? ¿Acaso sabes lo que en verdad pasó? Ya sabía que me estaba mintiendo!
-No, Ron. No sé lo que pasó ni tampoco sé si te mentía o no, sólo que me parece muy gracioso... Iré a descansar. Encárgate de la sala.
-Claro, la señorita va a descansar y me deja el trabajo pesado! - varios chicos de primero lo miraron.
-Créeme, no querrás que me quede un minuto más... Hasta mañana.
Ron la miró desconcertado mientras ella subía las escaleras.
***
En los días siguientes, Ron trató inútilmente de enterarse lo que pasó en los vestuarios. Harry insistía con las bombas fétidas, Hermione con que no sabía nada y Ginny aún peor, ni idea si había pasado algo o no.
Por último preguntó a las demás cazadoras, pero ellas tampoco le dieron explicación alguna; al igual que los bateadores, quienes sólo se limitaron a reír como un par de idiotas.
Se rindió, pero aún sin darle crédito a Harry.
-¿Crees que soy idiota?
-Te he dicho mil veces que fueron las malditas bombas fétidas!
-Ya paren, no? ¡Toda la semana han estado con eso! -se impuso la voz mandona de Hermione.
-Dile a Ron- le respondió Harry un poco irritado.
Luego, al voltear la esquina se tropezaron con Neville, quien tenía la cara pálida.
-Un duelo!... un duelo! Justin contra un chico de Slytherin!
Apresuraron el paso, y efectivamente había dos chicos con las varitas levantadas. Hermione se tensó, pero Ron puso cara de relajo y les dijo que él se encargaría.
-¿Acaso estás loco? ¿Crees que te dejaré con ellos conociéndote? Sabiendo que eres capaz de meterte en el lío en vez de solucionarlo, de ninguna manera!
-¿Puedes dejármelo a mí?, ya estoy harto de llevar esta insignia de adorno!
Con la discusión de ellos dos, los otros chicos dejaron de apuntarse con la varita y empezaron a observarlos.
-¿Y quien me dice que no perderás la cordura y empezarás a echar maldiciones tú también?
-¿Acaso me crees un niño irresponsable?- ante eso hubo silencio- ¡esta bien no me la contestes! Pero déjame por esta vez...
-Haz lo que quieras- Hermione se dio media vuelta y siguió caminando.
Los dos chicos, al ver que ya se habían decidido, se apuntaron otra vez con las varitas. Harry quitó la cara de aburrido y también siguió caminando. Neville no quiso quedarse y apresuró el paso también.
****
-¿A dónde vas?- preguntó Ron al ver que Harry se disponía a salir por el retrato.
-A la biblioteca
-¿¿Tú?? ... ¿biblioteca? Pero... está bien, anda, aquí te esperamos- le contestó Ron al sentir que el pie de Hermione chocaba contra su pantorrilla por debajo de la mesa.
Cuando Harry hubo salido, algo malhumorado, Ron empezó a sobarse la pierna y preguntó molesto
-¿Por qué hiciste eso?
-¿Hacer qué?... Oops, lo siento, no sabía que era tu pierna- le contestó inocentemente, volviendo a hacer sus deberes. Ron la miró con recelo- Está bien, fue a propósito. Déjalo respirar, no?... Está algo... confuso...
-Exactamente por eso me preocupo por él... ¿viste cómo estuvo el año pasado? Parece ahora un poco más complicado... aunque grita menos, eso es un alivio. Si supiera por qué está así...
'Si supieras por quién está así' susurró levísimamente Hermione
-¿Dijiste algo?
-No, nada... continuemos...
Ambos bajaron sus cabezas a sus pergaminos, pero sólo Hermione siguió redactando. Ron empezó a leer y releer lo que había escrito, se sonrojó y arrugó su pergamino, luego lo echó al fuego de la chimenea.
-Por qué hiciste eso! Si estabas redactándolo bien...
-L-lo leíste? -le preguntó palideciendo
-No... pero lo escribías con tanto ahínco, que me pareció que lo hacías bien
Ron soltó el aire que tenía, y pareció relajarse
-Bueno, no estaba tan mal... pero estoy seguro que puedo hacerlo mucho mejor sin escribirlo...
-Ron, es para mañana
-Ah, claro, la tarea....... ¡¡¡la tarea!!!
Ron agarró su pluma y tintero y empezó a hacer apuntes como loco. Hermione sonrió.
Hechos
Hermione salió corriendo de los dormitorios hacia la sala común.
-Espera! Ginny! Gin...! -gritaba en dirección al hueco del retrato, pero en vez de encontrar a la pelirroja, encontró a un pelirrojo.
-¿Buscabas a mi hermana? Acaba de ir a la biblioteca...
-Eh... no... -respondió sonrojándose
-¿Te pasa algo? - le preguntó y se acercó, tratando de tocarle la frente, pero ella retrocedió un paso.
-No, nada. Sólo que olvidó su varita en mi cuarto.
Se dio media vuelta y se disponía a volver al cuarto de las chicas, pero Ron la sujetó por un brazo.
-Segura? Te noto extraña... y creía que el único con problemas por aquí era Harry, si lo hubieras visto esta tarde! Creo que quería ahogarse cuando estábamos en los baños de prefectos. Aunque no me convence su historia.
-¿Qué te dijo?
-Que alguien había soltado bombas fétidas en los vestuarios, y que su escoba estaba toda cubierta de, ya sabes... bueno está bien que sea una saeta de fuego, pero no creo que...- Hermione soltó unas risitas- ¿Qué pasa contigo? ¿Acaso sabes lo que en verdad pasó? Ya sabía que me estaba mintiendo!
-No, Ron. No sé lo que pasó ni tampoco sé si te mentía o no, sólo que me parece muy gracioso... Iré a descansar. Encárgate de la sala.
-Claro, la señorita va a descansar y me deja el trabajo pesado! - varios chicos de primero lo miraron.
-Créeme, no querrás que me quede un minuto más... Hasta mañana.
Ron la miró desconcertado mientras ella subía las escaleras.
***
En los días siguientes, Ron trató inútilmente de enterarse lo que pasó en los vestuarios. Harry insistía con las bombas fétidas, Hermione con que no sabía nada y Ginny aún peor, ni idea si había pasado algo o no.
Por último preguntó a las demás cazadoras, pero ellas tampoco le dieron explicación alguna; al igual que los bateadores, quienes sólo se limitaron a reír como un par de idiotas.
Se rindió, pero aún sin darle crédito a Harry.
-¿Crees que soy idiota?
-Te he dicho mil veces que fueron las malditas bombas fétidas!
-Ya paren, no? ¡Toda la semana han estado con eso! -se impuso la voz mandona de Hermione.
-Dile a Ron- le respondió Harry un poco irritado.
Luego, al voltear la esquina se tropezaron con Neville, quien tenía la cara pálida.
-Un duelo!... un duelo! Justin contra un chico de Slytherin!
Apresuraron el paso, y efectivamente había dos chicos con las varitas levantadas. Hermione se tensó, pero Ron puso cara de relajo y les dijo que él se encargaría.
-¿Acaso estás loco? ¿Crees que te dejaré con ellos conociéndote? Sabiendo que eres capaz de meterte en el lío en vez de solucionarlo, de ninguna manera!
-¿Puedes dejármelo a mí?, ya estoy harto de llevar esta insignia de adorno!
Con la discusión de ellos dos, los otros chicos dejaron de apuntarse con la varita y empezaron a observarlos.
-¿Y quien me dice que no perderás la cordura y empezarás a echar maldiciones tú también?
-¿Acaso me crees un niño irresponsable?- ante eso hubo silencio- ¡esta bien no me la contestes! Pero déjame por esta vez...
-Haz lo que quieras- Hermione se dio media vuelta y siguió caminando.
Los dos chicos, al ver que ya se habían decidido, se apuntaron otra vez con las varitas. Harry quitó la cara de aburrido y también siguió caminando. Neville no quiso quedarse y apresuró el paso también.
****
-¿A dónde vas?- preguntó Ron al ver que Harry se disponía a salir por el retrato.
-A la biblioteca
-¿¿Tú?? ... ¿biblioteca? Pero... está bien, anda, aquí te esperamos- le contestó Ron al sentir que el pie de Hermione chocaba contra su pantorrilla por debajo de la mesa.
Cuando Harry hubo salido, algo malhumorado, Ron empezó a sobarse la pierna y preguntó molesto
-¿Por qué hiciste eso?
-¿Hacer qué?... Oops, lo siento, no sabía que era tu pierna- le contestó inocentemente, volviendo a hacer sus deberes. Ron la miró con recelo- Está bien, fue a propósito. Déjalo respirar, no?... Está algo... confuso...
-Exactamente por eso me preocupo por él... ¿viste cómo estuvo el año pasado? Parece ahora un poco más complicado... aunque grita menos, eso es un alivio. Si supiera por qué está así...
'Si supieras por quién está así' susurró levísimamente Hermione
-¿Dijiste algo?
-No, nada... continuemos...
Ambos bajaron sus cabezas a sus pergaminos, pero sólo Hermione siguió redactando. Ron empezó a leer y releer lo que había escrito, se sonrojó y arrugó su pergamino, luego lo echó al fuego de la chimenea.
-Por qué hiciste eso! Si estabas redactándolo bien...
-L-lo leíste? -le preguntó palideciendo
-No... pero lo escribías con tanto ahínco, que me pareció que lo hacías bien
Ron soltó el aire que tenía, y pareció relajarse
-Bueno, no estaba tan mal... pero estoy seguro que puedo hacerlo mucho mejor sin escribirlo...
-Ron, es para mañana
-Ah, claro, la tarea....... ¡¡¡la tarea!!!
Ron agarró su pluma y tintero y empezó a hacer apuntes como loco. Hermione sonrió.
