Luego de varios días de haberse alejado, Harry se sintió más idiota que nunca. Dejaba de lado a sus amigos por tonterías, una mala jugada que su mente le había dado. En la siguiente semana el trío volvía a estar unido, Harry gritaba mucho menos, lo cual alegraba a Ron, pues era difícil mantenerse a raya y de haber podido le hubiera dado un par de puñetazos para calmarlo; claro, Hermione estaba ahí para impedirlo, argumentando que sólo estaba confundido y que necesitaba tiempo.

Todo parecía marchar bien, las clases, el entrenamiento... pero, repentinamente volvieron las pesadillas. La cicatriz le dolía horriblemente, se despertó sobresaltado.

Voldemort había matado a dos personas, mortífagos. Seguro habrían hecho algo mal, pues estaba muy disgustado. El dolor era insoportable, se fijó en el reloj. Era más de medianoche.

Trataba de dormir, pero ya no pudo, los ronquidos de Neville no le dejaban. Aburrido, bajó a la sala común, para estar un momento solo. Todo hubiese estado bien, de no ser por que ya había alguien ahí. Se escuchaban ruidos detrás del sillón.

Harry se acercó un poco más para escuchar mejor, las voces le eran muy familiares. Reconoció la voz del chico, era Colin. Y después escuchó la de Ginny... ¿Ginny?

-No creo que entre, es muy grande...

-Cállate y sigue empujándolo

-Tienes que abrirlo más...

-Ya no puedo!

-Pues no entra!

Una extraña sensación recorrió su cuerpo, ¿de qué demonios estaban hablando? Se apresuró hacia el sillón y al acercarse vio, efectivamente, a Colin y a Ginny... tratando de meter un telescopio en una mochila.

-Harry -se apresuró a decir ella- es para un trabajo de astronomía, por favor no le digas a mi hermano que me encontraste aquí a estas horas!

-N-no... no te preocupes -le contestó algo confuso, sintiéndose el ser más estúpido de la tierra.

-Gracias Harry -le dijo Colin, aún tratando de hacer entrar el telescopio- Es muy grande Ginny, no va a entrar.

-Entonces consigamos una mochila más grande.

-Pues aquí estoy yo, preciosa, no te preocupes más por esa cosa, yo me encargo- se escuchó otra voz, que venía de las escaleras

-Gracias, Kevin; y te he dicho mil veces que no me llames 'preciosa'

-¡Pero es que lo eres! - Ginny sólo lo miró y giró los ojos.

Harry no sabía que sentir, en un primer momento se sentía idiota; ahora algo raro le invadía el estómago desde que escuchó decir 'preciosa' a ese chico alto, ojiazul de cabello castaño claro, con una sonrisa que le hacía recordar a Gilderoy Lockhart.

-¿Listos chicos? - dijo otra voz por detrás de Harry, él se volteó.

-¡Oh! ¿Harry Potter también vendrá?- preguntó una morena, alta y simpática con los ojos brillantes

-Tarde como siempre, Ivonne y no. Harry no vendrá ¿Dónde está Nathie?

-Em... no podrá venir, creo que lo que bebió(la poción que hicimos) no le cayó tan bien; le dije que no le echara muchos ojos me murciélago. - respondió algo decepcionada, pero mirando a Harry.

-Mejor si ya vamos, o se hará más tarde... después de ti preciosa - dijo Kevin, cediendo el paso a Ginny.

Ella lo cogió por el cuello de la túnica y de un tirón lo puso a su altura.

-No vuelvas a llamarme 'preciosa' - le dijo entre dientes, luego se volteó hacia Harry - Buenas noches Harry, descansa bien...

-Y salvaje... ¡como me gustan! - los cuatro salían por el retrato - ¿Y que tal si te llamo cariño?

Harry pudo escuchar un 'ouch' antes que las voces desaparecieran. 'Descansa bien', cómo sabía ella que él necesitaba descansar, lo cierto es que esas palabras produjeron en él cierto efecto. Hizo que sonriera.

Pero esa sonrisa significaba muchas cosas, el hecho que ella se preocupara por él, y también el hecho que no haga el menor caso a ese incordio. Además que ella no parecía prestarle mayor atención a un chico que no sea él, Harry. Sino, ¿Por qué las semanas pasadas estaba haciéndole la vida imposible? ¿Significaba algo eso?

Luego se dio media vuelta y regresó al cuarto de los chicos, los ronquidos seguía escuchándose, pero no importaba, se acostó. Y sin darse cuenta de cuando o cómo, se quedó dormido.