I'll always be waiting for you

Nota: Detective Conan y sus personajes pertenecen a Gosho Aoyama. Este fanfic no está creado con ánimos de lucro.

Cap. 2 – Un día en la playa que cambió todo

Querido diario,

Aquel día jamás lo olvidaré. Los hechos de aquel día se me quedarán grabados como los tesoros que se ocultan tras grandes baúles para siempre. Todo empezó, como dije hace unos días, yendo a la playa con Ran.

Habíamos quedado a las 11 de la mañana en la parada del autobús. Hacía un día maravilloso y yo había llegado demasiado pronto. Al cabo de un cuarto de hora llegaron Ran y Conan y subimos al autobús.

En la playa yo, celosa de que siempre se le acercan los chicos a Ran, le hice una foto de su trasero para dársela a Shinichi. Aunque en realidad sólo era para pincharle.

Entonces, un chico se acercó. Yo, pensando que venía por Ran, le dije que se la podía quedar pero, para mi sorpresa, el chico dijo que venía a por mí y no a por ella.

Me sentí muy feliz en aquel momento. Por primera vez se fijó un chico en mí y no en Ran, pensé.

Estuvimos con él las siguientes horas y nos enteramos de que había un asesino por la zona en la que estábamos que mataba a chicas con el pelo castaño claro. Me entró el pánico pero el chico dijo que me protegería y me sentí aliviada. Allá adonde íbamos veíamos a un chico muy sospechoso con gafas que nos trataba con algo de frialdad.

Cuando fuimos a la posada, Ran, Conan y yo nos íbamos a ir pero comenzó a llover. Entonces el chico de las gafas de antes nos dejó un paraguas sin decir ni una palabra. Entonces Conan me preguntó inocentemente si ese chico no me iría detrás pero yo dije que era muy frío. Sin embargo, Ran seguía insistiendo que lo conocía de haberlo visto en alguna parte pero no recordaba dónde. Me había olvidado el monedero y fui a nuestra habitación de la posada para cogerlo. Todo estaba a oscuras y vi a alguien que hurgaba en mi equipaje. Me asusté mucho y esa persona me cogió y estuvo a punto de matarme, me tapó la boca con la mano para que no pudiera gritar. Yo le mordí en el brazo que, por cierto, tenía bastante peludo. Después se fue por la ventana y vinieron Conan y Ran. Yo les expliqué lo que me había pasado. Entonces llegó Michiwaki, el chico que habíamos conocido en la playa. Iba empapado de arriba abajo. Conan pareció sospechar de él. Muy suspicaz el chico... y le dijo que se quitara la camiseta pero no, no parecía que fuese él mi agresor porque no llevaba ningún mordisco en el brazo. Además, yo no creía que pudiera ser capaz de hacerme eso.

Segundos más tarde llegó el chico de las gafas frío, preguntando el porqué de tanto alboroto. Le explicamos la situación y decidió cambiarnos de habitación para escapar del peligro e invitarnos a comer como disculpa.

Después de este incidente, estuvimos Ran, Conan, Michiwaki y yo comiendo y viendo las fotos que yo había hecho. Evidentemente, todas eran de parejas porque, como muy bien dijo Ran, estaba celosa de ellas. Por supuesto, escondí la foto de Ran.

Al día siguiente fuimos al restaurante del que nos había hablado Michiwaki, uno con fantasmas y cosas por el estilo. Yo prefería quedarme en el coche de Michiwaki durmiendo porque estaba cansada y tenía miedo de lo que me había pasado el día anterior. Estuve durmiendo un rato...recuerdo que soñé que iba de la mano con Michiwaki y aparecía el hombre frío de las gafas que me quería matar...Entonces, desperté de repente. Lo primero que vi al abrir los ojos fue a Ran y un montón de cristales rotos. Entonces deducí lo que acababa de pasar: Ran había ejecutado un golpe de kárate contra la ventana del coche pero...¿por qué? Entonces me di cuenta que el coche se movía y Ran me dijo, preocupada, que le diera la mano y me sacó del coche. Después ambas pudimos ver el destino final del coche: cayó por el acantilado al mar.

Éste parecía haber sido otro intento de asesinarme pero, ¿por qué?

Me entró mucho más miedo, vino la policía y demás.

Optamos por ir andando a la comisaría por miedo a que pasara algo parecido con otro coche. Yo iba con Michiwaki para que no me pasara nada. Entonces nos giramos. Un hombre gordo, que ya habíamos visto en varios sitios, nos seguía.

Nos asustamos y Michiwaki, dándome de la mano se puso a correr y ambos nos adentramos en el bosque.

Llegamos a un lugar del bosque donde parecía que ya no nos seguía aquel hombre. Michiwaki se había hecho daño en el tobillo y le bajé los calcetines para comprobar la herida y preguntarle si le hacía daño. Entonces lo vi. Vi el mordisco que yo le había hecho. No había dado un mordisco al brazo de mi agresor, sino a su pierna. Por tanto, él era mi agresor.

Muy asustada, me eché hacia atrás, apoyándome en un árbol.

Él parecía no saber de qué iba la cosa pero cuando se miró el tobillo y vio lo mismo que había visto yo, reaccionó. Me dijo que por fin me había dado cuenta de que era yo, que mataba a jovencitas con el pelo castaño claro porque su novia lo tenía y la dejó sin ningún motivo.

Entonces sacó un cuchillo y yo estaba tumbada en el suelo...me iba a matar, ¡ME IBA A MATAR! ¿Por qué todos los chicos que se acercan a mí están locos? Pensé en aquel momento y ya a punto de llorar...¿No hay manera de que un chico NORMAL y guapo se fije en mí de verdad?, pensé.

Entonces, en el momento en el que el cuchillo iba a atravesar mi cuerpo, un chico se puso entre mi agresor y yo. Era el chico frío de las gafas de la posada y del restaurante. Me había salvado la vida y el cuchillo se le había clavado en su brazo. ¡Qué valiente!

Entonces, sus gafas se hicieron añicos y dejaron al descubierto sus ojos. Mirándolo bien, no estaba mal, no era feo.

Después de dejar K.O. a Michiwaki, me dijo que no se me podía dejar sola y que, por suerte, siempre tenía cerca de algún tonto como él. Entonces yo, todavía con lágrimas en los ojos, le pregunté si me había estado siguiendo. Él dijo que sí, desde que habíamos llegado y que había visto a Michiwaki con varias chicas antes que yo y que se había preocupado cuando nos vieron juntos. Y yo le pregunté que por qué le había preocupado si no nos conocíamos...Entonces me explicó que me había visto en un torneo de kárate animando a Ran. Después el chico me dijo que no debería llevar ropa tan provocativa si no quería tener a todos babeando a mi alrededor y también añadió que me lo tomara como un consejo de uno de mis muchos admiradores. Me debí poner roja como un tomate porque sentí arder mis mejillas con fuerza mientras pensaba en las últimas palabras que me había dicho ese chico que, ahora que observaba más detenidamente, ¡estaba muy bueno! ¡Qué feliz me sentí! Un chico me quiere, me protege y me salva la vida. Simplemente genial.

Poco después llegaron Ran y Conan y volvimos a la posada todos. La policía se llevó a Michiwaki y nosotros dimos testimonio de todo. Por fin no habría más muertes de jóvenes de cabellos cortos castaño claro indiscriminados.

En la posada comimos tranquilamente mientras Ran y Makoto charlaban animadamente de kárate y de los últimos torneos. Después Ran y Conan se fueron (no recuerdo a dónde) y yo me quedé a solas con Makoto.

-Gracias por haberme salvado antes...-dije un poco ruborizada.

-No fue nada, el individuo ese se lo tenía bien merecido. – dijo indiferente Makoto.

-En cuanto a lo que me has dicho antes...ya sabes...lo de admiradores...bueno...¿salimos juntos? – solté finalmente ruborizada mirándole a los ojos. Por cierto, son muy bonitos sus ojos ^___^

-¿Ehh?...ehh...bueno...-Makoto parecía sorprendido y se había sonrojado un poco. ¡Qué mono es rojito!, pensé y sonreí para mis adentros – vale...pero debo advertirte que yo viajo mucho...

-Me da igual, te esperaré lo que haga falta. – dije sin pensar muy feliz.

-Ahh...bueno...entonces...sí. Por cierto, mañana me tengo que ir al extranjero a estudiar...y no sé cuándo volveré pero...te visitaré de vez en cuando...

-¡Vale! Dame tu número de móvil. Así te podré llamar de vez en cuando...

-Ok.

Después de darme el número de su móvil, yo le cogí de la mano y recuerdo que él se sobresaltó. Le miré y estaba rojito xD. Yo también lo estaba, lo sentía. Pero un sentimiento de felicidad me invadía y hubiera deseado estar con ese chico siempre aquel momento. Pero no pudo ser.

Más tarde volvimos con Ran y Conan a la posada y él se tuvo que ir al extranjero y yo con Ran y Conan a casa.

Ya en Tokio, Ran me preguntó que qué pasó con Makoto y yo sólo le dije que se iba al extranjero pero que le esperaría eternamente.

Al cabo de unos días, me emocioné al saber que conocería a un chico muy guapo y Ran me recordó que yo tenía a Makoto pero yo contesté, sin pensar mucho, "la vida es corta y hay que vivirla".

Ahora pienso que fue muy mala cuando dije eso y siento remordimientos. Él me salvó la vida y me gusta cómo es pero...¿por qué soy así? ¿Es que no puedo ser mujer de un solo hombre, como Ran? Lo voy a intentar, lo prometo.

Makoto, te esperaré eternamente...


Sonoko

Cerré la tapa del diario con felicidad después de varios días de querer desahogarme. Ahora sí que no olvidaré ningún detalle. Bueno, hoy me compré un móvil nuevo solo para utilizarlo para hablar con Makoto. A ver si mañana le llamo para darle el número y para preguntarle cómo le va. Ahora, cada vez que pienso en el sueño que tuvo en el coche de Michiwaki me arrepiento y veo que todo fue al revés: Makoto y yo de la mano y Michiwaki el asesino.

Suena el teléfono...salgo corriendo en dirección al que hay en el comedor. ¿Quién será?

Fin del segundo capítulo.


Notas de la autora: Sí, sí, ya sé que me mataréis por este capítulo que sólo son recuerdos. Es que, como ya dije, quería hacer un fanfic de tres capítulos: antes de conocer a Makoto, el momento y después. Ahora me planteo la posibilidad de hacer cuatro...bueno, ya veremos. Aunque esto de recordar el día de la playa es un poco aburrido espero que os haya servido de algo, para los que no lo vieron o para los que ya no se acordaban. Prometo que el próximo será mejor, probablemente pase algo que no os imagináis. Bueno, os dejo con la intriga y espero que os vaya gustando el fanfic y que me enviéis algún email con comentarios, sugerencias, etc. Gracias por todo y hasta el tercer capítulo.