Disclaimer: no me pertenecen u_u*
*…punto de vista y pensamiento…
*…narración…
*-…dialogo…-
~. ~. ~. ~. ~ = cambio de POV (Sesshoumaru o Inuyasha)
Aclaración: T.T cuando Sessho-san se dice 'perra' no es insulto ^^u tengan en cuenta que el es un...perro XD entonces la hembra es perra no? Redundancias del caso…
Spoilers: oó el fic se basa en algunos pasajes de la 3ra película aunque trate de evitarlos para no spoilear demasiado…si alguno ya la vio tal vez luzca distinta (mucho respecto a Inutaisho ^^u y el nacimiento de Inuyasha en tiempos y lugares ò.ó) por las mimas razones además la idea la tenia desde mucho antes pero la peli me ayudó a plantear mejor algunos pedazos. En todo caso el spoiler mas interesante ahí seria Izayoi, el nombre de la madre de Inuyasha, ajá, así se llama ^^ aunque Inutaisho sigue sin tener otro nombre así que se llamara de ese modo u_u. Bueno ahora al fic n_nU
Lazos de Sangre
Cap 2: Remembranzas P.1, el como nos herimos.
-Sesshoumaru-llamó la familiar voz de un youkai a mis espaldas-
Volteé a mirarle pero su rostro no aparece claro en mi recuerdo, la distinción que lo hace permanecer como mi padre es ese cabello blanco y largo como el mío, un par de marcas rojizas en sus mejillas lo confirman, él es Inutaisho el señor de las tierras de occidente, el inuyoukai del oeste.
Ese día lo supe, luego de unos meses de extraños cambios de actitud en él, entre los cuales puedo citar ausencias prolongadas y uno que otro aroma ajeno impregnado en su esencia, ese día me lo dijo…… y ese día, ante el tenue sol de invierno, todo cambió.
-tendrás un hermano-soltó pausadamente-
Esperaba alguna reacción mía, iba a articular algo pero añadió lo que temía….al oír sus palabras las suposiciones que se habían armado por meses ataron cabos entre ellas…un hermano solo significaba que aquellas salidas no eran mas que para estar junto a una compañera y no vigilar los territorios que tenia…una compañera luego de que mi madre desapareciera…alguien que ocupaba un lugar en su corazón y mente…alguien que tenia la presencia suficiente para alejarlo del castillo y de mi...Seguía entonces las pregunta….Quien podría haber tenido la suficiente capacidad para tal cosa?...
No era que me importara realmente, pero…de inmediato ya sentía un inusual movimiento en mis entrañas, mis garras crecieron inconscientemente…ya tenia ganas de conocer la perra, porque tenía que ser perra…o al menos una youkai de sangre pura como nosotros…
Pero que ingenuo había sido…En ese momento aun pensaba, mejor dicho, ni siquiera se me hubiera cruzado por la mente que no fuera sino una youkai de sangre completa pero sus palabras resonaron luego como esas campanas que tienen los humanos, tal y como si las hubieran golpeado a unas narices de mis orejas y me hubieran dejado zumbido por unos segundos…pero eso fue mucho peor y duradero. …
- por lo tanto Izayoi vendrá aquí-añadió el lord para luego retirarse-
Cuando recitó esas ultimas palabras tuve un extraño presentimiento…si, esa rara sensación en las entrañas me avisaba de algo…algo que no estaba bien, y ese nombre 'Izayoi' no sonaba a alguna perra youkai conocida, éramos pocos y hoy mas aún…entonces quien era la mujer?...en ese momento la esencia que se mezclaba con la de mi padre por meses llegó a mi nariz…
-padre, señor…-dude en preguntar-…'Que' es ella?-
Lo solté sin pensarlo realmente…pero el no contesto aquel día…no, espero tenerla con ella al amanecer de unos cuantos días humanos, cuando los primeros rayos del sol esparcieron su luz sobre el bosque aledaño cubierto por la inmaculada dama del invierno, soltando el aroma de los árboles, e iluminando la majestuosidad de nuestro castillo…
Ese maldito, despreciable, y todo lo que podía maldecir sobre 'esa' que llevaba 'ese' olor…una… una humana!!
Eso era lo que traía al castillo?…una simple humana era su compañera?! No lo podía creer…pero ese no fue sino tan solo el inicio de esa historia…
~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~
La primera imagen que tengo de él…fue…cuando a penas tenia unos años, no lo recuerdo muy bien solo sé que no resultó como lo hubiera pensado un niño como lo era en aquel entonces…Aún si no termine de entenderlo sino hasta tiempo después...
-Inuyasha-llamó la voz de mi madre-
-Izayoi tráelo aquí-esa voz también la conocía era Inutaisho mi padre-
Mi madre me alzó suavemente, deje caer mi pelota en el jardín, me gustaba mucho estar en sus brazos, era cálido y reconfortante…
Entramos a una habitación que tenia vista al gigantesco patio del castillo, mi padre…de quien no recuerdo mucho ahora… se hallaba sentado cerca al ojal de las puertas corredizas viendo hacia la plaza, parecía estar pensando en algo que lo contrariaba pero como niño que era no preste mucho atención a ello.
-mi señor Inutaisho-murmuró suavemente mi madre sentándose frente a él y depositándome a su lado-
-regresa hoy…-comentó él sin desviar su vista del patio-
Pasaron unos segundos, yo ya quería seguir jugando o atrapar mariposas entre mis garras, un hábito que desarrollé por largos años pero sentía algo raro en mi madre, me tomó de la mano para mantenerme quieto pero le puso más fuerza que de costumbre…
-déjalo Izayoi.-pidió mi padre y ella accedi- Inuyasha ven aquí-esta vez me dirigió la palabra, me sorprendí un poco pero accedí gustoso-
Que me pidiera estar a su lado no era del todo costumbre pero curiosamente mi instinto me previno que algo pasaba, o al menos algo estaba por ocurrir, mi corazón se emocionó, cuando al cabo de unos minutos en los brazos de mi padre, él hablo nuevamente, soltando una noticia con suavidad en mis orejas.
-hoy conocerás a tu…-tuvo una ligera vacilación-hermano, Sesshoumaru-
El oír la palabra 'hermano' me hizo sentir por primera vez en mi corta existencia una mezcla de sensaciones y sentimientos…hermano…era alguien que seria…como yo...un cachorro...Eso imaginaba…alguien que podría convertirse en un solo instante en mi compañero de juego, alguien con quien compartir mis días…y eso abría un abanico de posibilidades que no podía realizar por mi mismo…ahora la pregunta era, como era él? cuando llegaría exactamente?...dijo que hoy...Pero ya quería verlo, la emoción me carcomía el alma, ya mis colmillos se perfilaban con la sonrisa de alegría que se abría en mi rostro.
Y entonces…él llegó.
Como era muy cachorro no lo pude oler en la distancia, así que solo pude verlo cuando llegó surcando los cielos sobre el lomo de su dragón, recuerdo que...lo primero que reconocí y tome como señal de hermandad era su pelo, inmaculado como el mío que brillaban bajo los rayos del sol…se veía grandioso….eso pens
Aterrizó tras la puerta de nuestro castillo, la cual era todo un monumento por si sola, hasta ese momento yo no sabia que había detrás de esos portones, mi madre me decía que era un mundo hermoso y lleno de vida pero últimamente la oscuridad llenaba el corazón de sus habitantes y no perfilaban buenos augurios por eso éramos afortunados de vivir junto a mi padre...y cuanta razón tenia…si tan solo hubiera sabido en ese momento que ella...pero ya estaba hecho y el destino así lo mandaba…
Regresando con Sesshoumaru, los gigantescos portones…a decir verdad solo recuerdo que fueran gigantescos…bueno no importa, la cosa que se abrieron y entonces lo vi…mejor dicho lo vimos todos, mi padre inconscientemente apretó su garras en mi cuerpo, y mi madre solo miraba sin decir palabra…yo aun no lo sabia…
Toda mi atención se volcaba a él…a esa figura con kimono inmaculado, larga cabellera plateada…que caminaba con una suavidad increíble…y le miraba maravillado…él…él era mi hermano…y se veía fantástico!...pero yo no sabia…
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Regrese luego de unos cuantos años humanos...era lo más lógico desde el 'incidente' con la famosa humana esa que trajo mi padre…
Feh! A la muy astuta perra, cuando llego no la mire, mi padre lo supo, el venia muy satisfecho de si mismo, tanto que hasta pensé que no fuera el sino algún usurpador y casi me convenzo de ello, sobre todo por todo el alboroto que se armó en ese castillo donde vivía ella…pero era él…él y la mujer esa…la humana que estaba por dar a luz a una abominación…un engendro…un mitad bestia…que seria mi hermano.
-Sesshoumaru, ella es Izayoi-la presentó mi padre cuando fue a buscarla hasta su carruaje-
No respondí, ella hizo una reverencia ceremonial hacia mi…atine a responderla burdamente, después de todo no iba a perder mi honor por una mortal…aunque no odiara reconocerlo abiertamente se comportó como una señora de castillo, al hacer esa reverencia aún en su estado...que por cierto no solo era gestante, pero eso no venia al caso, aún con esas circunstancias no la mire…el solo olerla me era suficiente…y luego de eso me retire como si no existiera.
Mi enternecido padre que dejo de lado sus heridas…me pregunto aun hoy como pudo dejar pasar por alto esto, y eso puedo atestiguarlo…guardaba su mirada seria conmigo, sabia que buscaba un momento para hablarme sobre mi actitud hacia su 'compañera' pero estaba demasiado ocupado atendiéndola…ni que fuera tan difícil parir un cachorro...
Bueno por ser una débil y mortal humana debía de serlo después de todo…sus gemidos y gritos resonaron por mis orejas por largas horas…El mitad bestia ese debía de nacer en esos momentos…
Luego de engendrar la mortal quedó instalada en el castillo con todos los privilegios de compañera oficial de mi padre...eso me 'estresaba' demasiado. Por ocasiones al sentir su aroma una furia rabiosa se amparaba de mi, dándome el impulso suficiente como para ir a buscarla y atravesarla instantáneamente con mis garras venenosas…otra muerte más para su existencia mortal sonaba a suficiente castigo…pero…también sentía mi padre, Inutaisho, andaba cerca rondando, a la expectativa de cualquier cambio en el estado de la mujer o del cachorro…por ello…decidí irme…
Oh si…irme y tal vez no volverlos a ver hasta que transcurre un tiempo humano suficiente como para cerciorarme de que tanto ella como su cría hubieran pasado por la existencia que kami otorga…pero algo me detenía, como es que yo, Sesshoumaru, el primogénito y guardián de nuestra sangre me iba dejar desplazar por una humana y su baka cría tan indefensa como un conejo en un territorio de lobos?!...eso de por si era inconcebible, pero también lo era tratar de matar ese mitad bestia con mi padre cerca…entonces, él tuvo que tomar la decisión.
Como me lo dijo en aquel sitio cubierto de nieve cuando se alistaba a traer su querida humana…
…Palabras que no tome en cuenta por mucho tiempo…
El tuvo que proteger lo que mas quería en esos momentos…Y la prioridad fue la humana y su bastardo…el vástago que engendraron…por eso me mando a vigilar otras tierras…otra manera de exiliar a alguien sin perder su honor, el ya presentía lo que pudiera pasar si me quedaba…su instinto de perro le decía, le advertía…y me marche…
Pero volvería…y volví.
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Nuestro primer encuentro aun lo recuerdo como si fue ayer…un tormento, una pesadilla para un niño ilusionado como lo fuera en ese entonces…algo que nunca me hubiera imaginado en esos tiempos…pero lo supe…
Sesshoumaru, su nombre resonaba en mi mente asociándolo con la silueta del joven que caminaba pausadamente por el patio, mi padre aun me tenia en sus brazos, pero yo, Inuyasha tenia que saciar mi impaciencia…pelee con el por unos segundos, mi madre ahogo un grito pero no hice caso, las garras de mi padre trataron de agarrar mi kimono pero solo me rozaron, y corrí…corrí hasta el patio…con mis colmillos en boca de alegría…que ingenuo e inocente…
En cierto momento aún con la vista fija en mi recién proclamado hermano vi que su ojos dorados como los míos se posaron en mi, me detuve en seco…
-no te acerques hanyou-soltó gélidamente-
-hanyou?-pregunté…pero pensé que no sabia mi nombre por eso me llamaba así- Inu…yasha…Inuyasha, hermano, Sesshoumaru-articule presentándome-
-hermano?...-repitió pensándolo unos segundos, inocentemente aproveche la ocasión para acercarme mas a él-
Sus ojos aun me enfocaban eran fríos…fríos…y me traspasaron el alma, entonces una sonrisa se deslizo en su labios…no debía ser mas que una buena señal, eso pens
…un escalofrío que nunca sentí hasta ese momento recorrió mi espina…y repentinamente sin tener control sobre mi propia sangre y cuerpo mis ojos se cubrieron de un telón carmín…esa fuerza ajena a mi trataba de agredirlo…trate de impedirlo pero no podía…no sabia que me pasaba…simplemente no lo sabia…
El siguiente instante que recuerdo fueron sus ojos tan cercanos a mi como un segundo antes lo estaban de lejos…y sus garras formaron algo…una luz brilló desde ellas…un fuerte dolor, una quemadura…un grito…mío…y otro grito ahogado por lágrimas repentinas… mi madre.
Súbitamente otra persona se hallo frente a mí, interponiéndose a ese ser de ojos dorados y mirada fría, mi padre según logre reconocer su esencia…una espada que sale de su vaina…un estallido seguido de la voz casi irreconocible de mi padre.
-Como osaste!?..Sesshoumaru!! Como osaste!!?-vociferaba con furia, por lo que mis orejas percibían su corazón latía con todas sus fuerza y sus garras apretaban su espada-
-la próxima vez mantén tu cachorro en su sitio…padre-sonó la gélida voz de Sesshoumaru…esa era la primera vez que la oía…-
-retirate enseguida, Sesshoumaru-esta vez contesto mi padre, aún con rabia-
A continuación solo escuche los pasos lentos y pausados de mi hermano, mis ojos se mantenían cerrados por el dolor, entonces los brazos cálidos de mi madre me recogieron y…
-madre…lo siento…yo…algo se apodero de mi…-murmure a duras penas, pero ella no respondió solo apretó mas su calido abrazo y la luz a mi alrededor menguo hasta que quede en la oscuridad-
Ese fue mi primer encuentro con mi hermano…
Sin embargo…yo no sabia que el me odiaba…esa extraña sensación de algo que se posesionaba de mi, nublando mis ojos de rojo…pensaba que esa había sido la razón de mi castigo…así lo seguí creyendo pues mi madre no hablo nunca de ello, mi padre…él tampoco hablo al respecto, tampoco tocaron el tema de esa palabra 'hanyou'…y seguí sin saber…
Lo que ocurrió aquel día fue que mi instinto prevaleció…mi lado youkai presintió la mortal intención de Sesshoumaru…y aun siendo niño no lo sabia…como tampoco entendía el odio o el rencor en el corazón de mi 'hermano'…pero mi instinto me protegi
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-hijo…Sesshoumaru-entonó más fuerte cuando no le correspondía con la mirada-
-padre-atiné finalmente devolviéndole la mirada que reclamaba-
-por que lo hiciste? sabes que es tu hermano de sangre, lo sabes-parecía querer convencerme de ello, que acaso se había vuelto ciego?-
-un miserable hanyou no podrá considerarse hermano de Sesshoumaru, no con esa sangre de mortal-le respondí prepotente pero guardando mi acostumbrado tono indiferente-
-deja de llamarlo hanyou tiene un nombre y es Inuyasha-trató de corregirme sin recibir fruto alguno-
-que nombre mas apropiado-solté descaradamente con sarcasmo, realmente tenía que escuchar todo sobre ese vástago?...pero luego una ligera sonrisa curvo mis labios…Si, Inuyasha era un nombre perfecto para esa bestia después de todo-
-que sucede?-inquirió él cuando se percató de ese cambio en mi rostro-
Me retomé pero entonces un sirviente irrumpió estrepitosamente en la habitación, jadeante y queriendo decir algo que su boca no lograba articular.
Rápidamente mi padre se levantó y ambos fueron hacia un lugar más apartado, por el apuro no se cercioro en cerrar correctamente la puerta aunque de igual modo no impedía que oyera lo que hablaran.
-mi señor Inutaisho...recibimos noticias del oriente...el...el espíritu...el Espíritu Dragón esta causando estragos, mi señor, sus súbditos piden una intervención del lord de estas tierras, mi señor Inutaisho!-exclamaba entrecortadamente el youkai-
Luego de su reporte algo accidentado…vaya que había algunos que se asustaban…en fin, mi padre no soltó palabra.
Sus pasos regresara hacia donde yo me hallaba contemplando el bosque que se esparcía casi infinitamente en las puertas del castillo.
-debo partir hacia las montañas, Sesshoumaru te quedaras a cargo del castillo-
Al oír esa orden…porque había sido una orden…voltee cruzando mis frías pupilas con las suyas del mismo dorado que las mías, algo cambió en su rostro, era como si de repente se acordara de algo…cuando en realidad presentía algo…esa seria un relato mas exacto de aquella expresión…se quedó ahí unos segundos sin soltar su mirada, entonces desvió a su cintura...Ahí llevaba sus espadas.
Las famosas y poderosas espadas Colmillo…forjadas con los mismos de mi padre, y cada una con un poder distinto…intempestivamente sacó una, la que conocía como Colmillo Sagrado, Tenseiga.
En ese momento no lograba entender a que venia eso, la tomó entre sus manos mirándola de un lado a otro, dio unos pasos hacia mí, deteniéndose a unas narices.
-Sesshoumaru, de pie-dijo con un aire casi ceremonial…era muy raro…demasiado a mi gusto sin embargo accedí aún era mi padre y por sobre todo mi señor-
-esta espada Tenseiga forjada de mi propio colmillo es tuya, Sesshoumaru algún día entenderás aquellas palabras que te dije alguna vez, 'entregarte y proteger lo que mas importa a tu ojos', hasta ese día esta espada te lo recordara-y con ese breve parlamento que me negué a entender me entrego su colmillo-
Luego de entregarme la espada, se marcho rápidamente para alistar una tropa y marchar a las montañas, el Espíritu Dragón era reconocido en toda la comunidad youkai como un ser de increíble poder, su fuerza de seguro se comparaba a la de Inutaisho el señor del Oeste.
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Días después de conocer a Sesshoumaru, mi madre me llevó en presencia de mi padre, sus sirvientes le ayudaban a acomodar su armadura…parecía divertido en ese momento verla, los relucientes cueros y adornos metálicos que la formaban, y la espada que se erguía a su lado, atrayéndome como una polilla por una llama en la noche.
- Izayoi, no te aproximes demasiado-recomendó a mi madre mientras me alejaba de sus brazos tomándome en los suyos-
-Inuyasha cierra los ojos-me ordeno calmadamente, obedecí como mi madre siempre me lo había dicho-
Entonces sentí súbitamente una poderosa ventisca que inundó la habitación, con una fuerza increíble jalaba todo a su alrededor incluso a mi que estaba en brazos de mi padre, abrí los ojos levemente buscando efusivamente mi madre, la encontré de inmediato estaba sentada contra la pared y trataba de mantenerse lejos de la corriente…corriente, pensé…y gire en dirección al aire succionado…
La mancha de remolinos negros que se había formado ante mi padre desapareció en cuanto deposito mi mirada intrigada en ella, un pequeño resplandor sin embargo seguía ante nosotros.
La mano libre de mi padre atrapó el resplandor, luego entre dos garras pude entrever una perla…era negra, pero resplandecía…acercó sus garras a mi rostro…un punzante dolor me trapazó el ojo derecho…me picaba peor que mil partículas de polvo en la pupila, empecé a lagrimear…el ardor ceso…cerré los ojos repetidas veces…para enfocar nuevamente la vista.
Hasta que todo volvió a la normalidad…bueno eso pensé…no era mas que un niño con muchas preguntas sin respuestas…los adultos nunca daban respuestas…
-la perla de la derecha es donde conservaras mi tesoro que te estará destinado, Inuyasha-me dijo solenmente, aun con el escozor en los ojos asentí simplemente para regresar en brazos de mi madre-
Ella me recibió gustosa con ojos velados de agua salada…no era la primera vez que veía aquello en sus ojos…agua salada, lágrimas…no quería verle directamente cuando entendí que eso eran…pensé que tal vez le dolía algo, como cuando recibí ese latigazo de Sesshoumaru…así que voltee mis dorados ojos hacia la armadura, ya casi todo estaba colocado, solo faltaban la espada que debía llevar en la cintura…pero…
…la espada…se había ido, no estaba…como había sucedido esto?....giré la vista nuevamente a mi padre, ya había terminado de colocarse todo su atuendo pero las espadas no aparecían…y nunca mas las vería en sus manos…
Como nunca mas lo vería a él…pero yo no lo sabia…mi vida aún era perfecta y totalmente inocente de todo mal o penuria…
No me imaginaba que mi destino daría un vuelco total luego de aquella tarde…las últimas palabras de mi padre fueron a mi madre…
Sin embargo recuerdo algo…en sus ojos…y me sopló algo al oído cuando se marchó….si supiera que….si lo recordara…
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Notas: o.ó yep por los que vieron la 3ra peli...lo se!!! El numero de espadas vario ^^ pero no os preocupéis no quiero spoilear en la medida de lo posible, gracias n_n