oops... ya me kieren linchar u.u¡¡ eske entiendan, he tenido examenes, ya
hasta trone mate pero pss ni modo pero aki les dejo el siguiente
capitulo... aki todavia no hay encuentro matt/sora con tai/mimi... pero,
bueno, mejor leanlo... ojala les guste!
Al día siguiente:
¡Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin!
"¡Ah! ¡Ah! ¡Ah, ah! ¿Ah?" Mimi despertó de golpe y busco a su alrededor hasta que su virada borrosa llego a su despertador que sonaba fortísimo. Mimi gruñó y golpeo con su puño el botón del despertador. "¡Maldita cosa horrible!"
"Aaaaaaaah..." suspiró y volvió a desparramarse en su cama, abrazando su almohada, su cabello por todos lados encima de su cabeza. Su cuerpo estaba cubierto solo por una sabana blanca de la pelvis hacia abajo, excepto por una pierna que tenía doblada fuera de la sabana, mostrando su pijama de seda azul, que consistía en una pantaleta y una blusa de tirantes.
Mimi estaba recobrando el sueño cuando...
¡Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin!
"¡Aaaaaaaaaaaarg!" Mimi despertó de golpe y vio con odio su despertador, lo agarró con ambas manos y gruñó. "¡Cosa estúpida!" Y después de darle varios golpes pequeños lo aventó a través de su habitación, golpeando con puff de piel negro.
"Ay... que horror..." Suspiró nuevamente y volvió a recostarse y abrazó fuertemente su almohada.
¡Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin!
"¡Grrrrr!" Mimi se sentó en su cama y vio furiosamente a su despertador que estaba a un lado de su puff. "¿Por qué hoy no te callas?" Pero Mimi se dio cuenta de que no era su despertador. Confundida, ella levanto una ceja.
¡Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin!
"¿Eh?" Mimi miró a la mesita que estaba al lado de su cama y vio que era su teléfono el que timbraba. '¡Con razón..! ¡Ay, de todas formas que friega!'
La chica sacó su brazo derecho y agarró con su delgada mano el auricular azul de su teléfono y contestó algo irritada. "¡¿Qué?!"
Oh, perdón, Mimi... creo que hable en mal momento... Se escuchó del otro lado de la línea.
'Kari...' Mimi reaccionó rápidamente y contestó antes de que la chica colgara. "Oh, lo siento Kari... es que me acabo de levantar, además, es muy temprano." Dijo mientras se rascaba un poco la cabeza y se estiraba.
¿Temprano? Pero si son las 9:30, ¿cómo puede ser temprano? Kari levanto una ceja en muestra de extrañeza.
"Je, je, je... perdón, es que estuve hasta las 3 y algo de la mañana platicando con mis amigos por el Messenger, con eso de que tenemos cámaras digitales y micrófonos es casi como si ellos estuvieran aquí." Su voz empezó con un tono alegre y termino con uno de nostalgia.
Oh, entiendo... bueno, hablaba para invitarte a desayunar con una amiga mía, mi mejor amiga, de hecho. ¿Quieres venir?
"Claro, dime cuando y donde." Dijo Mimi acercando su agenda azul eléctrico que estaba encima de su mesita para anotarlo en sus planes del día de hoy, tacho las palabras de 'día de weba' y estuvo dispuesta a cambiarlas.
En las gorditas de la Pestaña, a las 11. Si sabes donde queda, ¿no?
"Sí, ¿pero gorditas?" La chica de cabello largo acabo de escribir pero miro a la nada extrañada.
¡Hey, están deliciosas! Es lo mejor que hay para desayunar, ¿Qué no te gustan las gorditas?
"No, no es eso... al contrario, también me encantan, pero... supongo que estoy acostumbrada a otras cosas." Puso un mechón de cabello detrás de su oreja.
¿Y a qué cosas estas acostumbrada?
"Pues para empezar, en EU siempre que iba a desayunar con mis amigas eran los clásicos pancakes o unos huevos con tocino... íbamos mucho a IHOP... aunque íbamos más a cenar."
Oh, IHOP... me acuerdo de eso... cuando fui a EU con mi familia hace mas de 7 años, recuerdo que un día desayunamos ahí... y no esta tan mal, eh.
"No... y menos cuando estas con tus amigos."
Mimi.
Mimi trajo su atención completamente a Kari. "Mhmm?"
Prometo que haré sientas como en casa... pero tienes que volver a vivir...
La chica de cabello castaño comprendió lo que la chica menor le quiso decir, ella sonrió. "Lo haré... gracias, Kari."
Hey, no hay problema. Bueno pues, te veo a las 11 en la Pestaña. Te dejo de una vez por que me tengo que arreglar.
"Igual yo. Nos vemos."
¡Bye!
Mimi se dirigió al baño y se dio una ducha. Cuando salió, traía una toalla azul enroscada en la cabeza y una bata blanca. Camino nuevamente hasta su armario y abrió de par en par las puertas, buscó entre su ropa hasta que se decidió por unos pantalones capris con rayas verticales en tonos distintos de azul con blanco y una blusa muy simple, blanca de Armani Exchange.
Agarró sus sandalias de pata de gallo azules que le daban una semejanza a una pequeña red en sus pies y se fue a su mesa donde tenía todo para peinarse y pintarse.
Mimi se acabó de secar su cabello con la toalla, se puso una crema especial en él y se pasó la secadora hasta que no quedo ni rastro de humedad en su cabello, dejándolo ondulado, cayendo unos 15 cm debajo de sus hombros. Rápidamente, se aplico un poco de maquillaje líquido, rubor y un gloss color durazno, y en sus párpados un suave toque de azul cielo.
La chica miró su reloj. '10:45... creo que será mejor que me valla.' Salió de su cuarto, metió su celular a la bolsita negra y agarró sus llaves, dispuesta a salir de su casa. "Papá... me voy a desayunar..." Gritó Mimi.
No hubo respuesta.
Ella giró sus ojos de repente. "Ug, olvide que papá sí esta trabajando estos días..." Suspiró y salió de su casa, entró a su Honda y se dirigió a las gorditas.
20 minutos después...
Mimi llego corriendo a la Pestaña, cuando entró inmediatamente vio a Kari, que estaba con una chica con lentes, y se dirigió hacia ella.
"Lo siento..." dijo la americana mientras se acercaba a las otras dos chicas, "salí un poco tarde... además, temo que me perdí un poco."
Kari rió un poco mientras la otra chica se le quedo viendo extrañada, Kari inmediatamente explicó. "Ella es americana... se acaba de mudar aquí hace unos días." La chica de cabello cortó miró a Mimi y continuó. "Mimi, ella es Yolei Inoue, una de mis mejores amigas. Yolei, ella es Mimi, ¡es una chava genial!"
Mimi le gesticuló un "No lo soy" sonriendo a Yolei, quién le devolvió la sonrisa.
"Mucho gusto," dijo Yolei. Ella tenía cabello morado (pintado, claro) a la altura de sus hombros y ojos miel, su piel blanca hacía que su cabello brillara aún más. Traía puesto unos jeans morados deslavados con un top halter morado intenso, unas sandalias moradas con plataforma completaban su atuendo.
'Supongo que le gusta el morado...' pensó Mimi. "Igualmente," ella hizo una breve pausa mientras tomaba asiento junto a Kari, quedando de frente a Yolei, y comentó, "me gusta mucho tu cabello. Una vez yo me lo pinte en tonos de rosa, lo malo es que me decían 'señorita cometa'"
Yolei sonrió y agarró un mechón de su cabello que descansaba sobre su hombro izquierdo. "Gracias... me lo acabo de hacer hace unos días... aunque no a todos les gusto..." dijo viendo a Kari.
"Yo no dije que no me había gustado, solo dije que te veías extraña, eso es todo." Se defendió Kari.
"Lo extraño es pariente de lo feo." Comentó Yolei.
"¿Sabes?, en eso te equivocas." Intervino Mimi, ambas chicas dejaron de discutir y voltearon a verla. "Lo extraño no siempre tiene que ser feo, lo extraño es algo que no es muy común."
Las otras dos se quedaron calladas un poco. "Ya vez..." empezó Kari, "te dije que era genial."
"Te creo..." dijo Yolei con una sonrisa, "tienes una personalidad distinta a los demás."
"La verdad yo creo que todos son distintos."
"En eso tienes razón," Yolei se volteó con Kari, "ahora entiendo por qué tu hermano está como está con Mimi."
Mimi frunció su ceño y miró algo confundida a Kari. "¿Cómo está tu hermano conmigo, Kari?"
"Pues," Kari alargó mucho la palabra, "como que anda muy emocionado por verte otra vez. De hecho, él quería venir, pero solo le di el avionazo y lo abandonamos justo cuando se metió a bañar."
Mimi levantó ambas cejas, Kari continuó. "Con decirte que iba a faltar a su entrenamiento de fut... y para él, el fútbol es sagrado..."
"No me digas..." Mimi giró sus ojos, claro que todo eso era mentira... ¿por qué Tai anda emocionado por verla? No hay explicación lógica... apenas se conocen. "¿Ya pidieron?"
Después de un rato...
"Entonces me dijo que si quería andar con él, pero yo lo batee... y ayer me llevo pollo junto con todos sus amigos y me dio una rosa. Se me volvió a tirar y lo volví a batear, ¿por qué a los hombres les gusta ser humillados?" Yolei se limpió su boca delicadamente con la servilleta.
"Así son los hombres..." empezó Mimi, "entre más los humilles y batees, más te desean y te siguen. En mi opinión, son unos masoquistas."
"Estoy de acuerdo contigo," coincidió Kari, "hay este chico que me persigue desde que tenía once años. Los hombres son unos estúpidos."
"Ah... no creo que seamos tan malos como creen." Una voz detrás de ellas dijo.
Las chicas voltearon y vieron a... "¡Tai!"
Mimi vio confundida a Tai. "Tai, ¿que haces aquí?"
Kari bajo ambas cejas y miró a su hermano. "¡Sí, ¿qué demonios haces aquí?!"
"Oye, calmada hermanita... además, si alguien debería de estar enojado aquí ese sería yo. Que sangronas, ¿por qué no me esperaron?"
"¿Tal vez porque no te queríamos aquí?" Dijo Yolei, Tai pareció enojarse un poco. "Lo siento Tai... entiende que esto es algo entre chicas."
"¿Venir a desayunar? No seas payasa..." Tai jaló la silla que estaba al lado de Mimi y se sentó. "¿Cómo estas?" Él le dedicó una sonrisa a Mimi.
Mimi le devolvió la sonrisa y se sonrojó un poco. "Bien, bien, ¿y tu?"
"También... aunque enojado con mi hermanita..." Tai dijo lo último con voz ronca, mirando a Kari con los ojos entrecerrados mostrando su enojo.
"Ay, Tai... ya supéralo. Además, ya acabamos de desayunar, ni modo..." Contestó sin verlo. De pronto, miró hacia el frente. "¿Qué hora es?"
"Las 12:15..." Respondió Mimi viendo su reloj plateado.
"¡Chin! Se me olvido... hoy entro a trabajar a la 1:00." Continuó mientras se terminaba su refresco.
"¿Trabajas?" Preguntó Mimi.
Kari movió de arriba abajo su cabeza, "Sí... pero solo por las tardes, y a veces en las mañanas cuando estoy de vacaciones. Es para ganar dinero extra... el verano que entra me gustaría irme sola de vacaciones, bueno, con mis amigas, a algún lugar divertido. Trabajo en una tienda de ropa, en Zara."
"¿Zara? ¡Me encanta esa marca!" Gritó Mimi emocionada.
"A mi también, ¿por qué crees que me metí a trabajar ahí? Lo siento, Mimi... me tengo que ir, te hablo cuando salga de trabajar, ¿ok? Si llevas tu celular, ¿no?"
"Si..."
"Kari, ¿me puedes dar ride? Prometí ayudarle a mi papá en la tienda después de desayunar." Dijo Yolei.
"Claro, pero vámonos ya, tengo que ir por unas cosas a casa de Cody..."
"Lo siento Mimi, yo también me tengo que ir... me dio justo conocerte, eres una chava súper buena onda... ¿Qué tal si salimos en la noche?" Dijo Yolei.
"¡Sí! Genial idea, Yolei... yo te hablo para ver a donde vamos, ¿ok?"
"Seguro..." Mimi sonrió.
"Bueno, ¡bye, Mimi!" Gritó la chica de cabello morado.
"¡Bye!"
"Nos vemos," dijo la chica de cabello ondulado y miró al moreno que estaba a su lado. "¿Tu no tienes que irte?"
"¿Quieres que me valla?" Respondió Tai con una pregunta.
"No he dicho eso."
"¿Pero quieres que me valla?" Volvió a preguntar.
"No..." Dijo muy bajito.
"Bien..." Tai sonrió, "vámonos..."
Mimi levantó una ceja, "¿A donde?"
"No sé... por ahí, a pasear... ¿ya conoces la cuidad?"
"No, todavía no... solo conozco algunos lugares..." Contestó la chica.
"Bien, entonces yo seré tu guía... te enseñaré todos mis lugares favoritos." Con eso, Tai se levantó de la mesa y tomó la mano de la chica. "Vámonos..."
Mimi se sonrojó pero sonrió al mismo tiempo. '¡Sí! ¡Voy a estar con un chico simplemente genial! Este será un día muy interesante.'
'Que bien... tengo a Mimi sólo para mí todo este día, este será un día muy interesante...'
ojala les haya gustado, pues a mí me gusto... ojala termine la siguiente parte pronto... weno, me voy... byeeee!
pd. hey, no se fueron sin pagar, sino que pagas cuando pides, k???
no olviden poner un review!!!!
Al día siguiente:
¡Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin!
"¡Ah! ¡Ah! ¡Ah, ah! ¿Ah?" Mimi despertó de golpe y busco a su alrededor hasta que su virada borrosa llego a su despertador que sonaba fortísimo. Mimi gruñó y golpeo con su puño el botón del despertador. "¡Maldita cosa horrible!"
"Aaaaaaaah..." suspiró y volvió a desparramarse en su cama, abrazando su almohada, su cabello por todos lados encima de su cabeza. Su cuerpo estaba cubierto solo por una sabana blanca de la pelvis hacia abajo, excepto por una pierna que tenía doblada fuera de la sabana, mostrando su pijama de seda azul, que consistía en una pantaleta y una blusa de tirantes.
Mimi estaba recobrando el sueño cuando...
¡Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin!
"¡Aaaaaaaaaaaarg!" Mimi despertó de golpe y vio con odio su despertador, lo agarró con ambas manos y gruñó. "¡Cosa estúpida!" Y después de darle varios golpes pequeños lo aventó a través de su habitación, golpeando con puff de piel negro.
"Ay... que horror..." Suspiró nuevamente y volvió a recostarse y abrazó fuertemente su almohada.
¡Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin!
"¡Grrrrr!" Mimi se sentó en su cama y vio furiosamente a su despertador que estaba a un lado de su puff. "¿Por qué hoy no te callas?" Pero Mimi se dio cuenta de que no era su despertador. Confundida, ella levanto una ceja.
¡Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin!
"¿Eh?" Mimi miró a la mesita que estaba al lado de su cama y vio que era su teléfono el que timbraba. '¡Con razón..! ¡Ay, de todas formas que friega!'
La chica sacó su brazo derecho y agarró con su delgada mano el auricular azul de su teléfono y contestó algo irritada. "¡¿Qué?!"
Oh, perdón, Mimi... creo que hable en mal momento... Se escuchó del otro lado de la línea.
'Kari...' Mimi reaccionó rápidamente y contestó antes de que la chica colgara. "Oh, lo siento Kari... es que me acabo de levantar, además, es muy temprano." Dijo mientras se rascaba un poco la cabeza y se estiraba.
¿Temprano? Pero si son las 9:30, ¿cómo puede ser temprano? Kari levanto una ceja en muestra de extrañeza.
"Je, je, je... perdón, es que estuve hasta las 3 y algo de la mañana platicando con mis amigos por el Messenger, con eso de que tenemos cámaras digitales y micrófonos es casi como si ellos estuvieran aquí." Su voz empezó con un tono alegre y termino con uno de nostalgia.
Oh, entiendo... bueno, hablaba para invitarte a desayunar con una amiga mía, mi mejor amiga, de hecho. ¿Quieres venir?
"Claro, dime cuando y donde." Dijo Mimi acercando su agenda azul eléctrico que estaba encima de su mesita para anotarlo en sus planes del día de hoy, tacho las palabras de 'día de weba' y estuvo dispuesta a cambiarlas.
En las gorditas de la Pestaña, a las 11. Si sabes donde queda, ¿no?
"Sí, ¿pero gorditas?" La chica de cabello largo acabo de escribir pero miro a la nada extrañada.
¡Hey, están deliciosas! Es lo mejor que hay para desayunar, ¿Qué no te gustan las gorditas?
"No, no es eso... al contrario, también me encantan, pero... supongo que estoy acostumbrada a otras cosas." Puso un mechón de cabello detrás de su oreja.
¿Y a qué cosas estas acostumbrada?
"Pues para empezar, en EU siempre que iba a desayunar con mis amigas eran los clásicos pancakes o unos huevos con tocino... íbamos mucho a IHOP... aunque íbamos más a cenar."
Oh, IHOP... me acuerdo de eso... cuando fui a EU con mi familia hace mas de 7 años, recuerdo que un día desayunamos ahí... y no esta tan mal, eh.
"No... y menos cuando estas con tus amigos."
Mimi.
Mimi trajo su atención completamente a Kari. "Mhmm?"
Prometo que haré sientas como en casa... pero tienes que volver a vivir...
La chica de cabello castaño comprendió lo que la chica menor le quiso decir, ella sonrió. "Lo haré... gracias, Kari."
Hey, no hay problema. Bueno pues, te veo a las 11 en la Pestaña. Te dejo de una vez por que me tengo que arreglar.
"Igual yo. Nos vemos."
¡Bye!
Mimi se dirigió al baño y se dio una ducha. Cuando salió, traía una toalla azul enroscada en la cabeza y una bata blanca. Camino nuevamente hasta su armario y abrió de par en par las puertas, buscó entre su ropa hasta que se decidió por unos pantalones capris con rayas verticales en tonos distintos de azul con blanco y una blusa muy simple, blanca de Armani Exchange.
Agarró sus sandalias de pata de gallo azules que le daban una semejanza a una pequeña red en sus pies y se fue a su mesa donde tenía todo para peinarse y pintarse.
Mimi se acabó de secar su cabello con la toalla, se puso una crema especial en él y se pasó la secadora hasta que no quedo ni rastro de humedad en su cabello, dejándolo ondulado, cayendo unos 15 cm debajo de sus hombros. Rápidamente, se aplico un poco de maquillaje líquido, rubor y un gloss color durazno, y en sus párpados un suave toque de azul cielo.
La chica miró su reloj. '10:45... creo que será mejor que me valla.' Salió de su cuarto, metió su celular a la bolsita negra y agarró sus llaves, dispuesta a salir de su casa. "Papá... me voy a desayunar..." Gritó Mimi.
No hubo respuesta.
Ella giró sus ojos de repente. "Ug, olvide que papá sí esta trabajando estos días..." Suspiró y salió de su casa, entró a su Honda y se dirigió a las gorditas.
20 minutos después...
Mimi llego corriendo a la Pestaña, cuando entró inmediatamente vio a Kari, que estaba con una chica con lentes, y se dirigió hacia ella.
"Lo siento..." dijo la americana mientras se acercaba a las otras dos chicas, "salí un poco tarde... además, temo que me perdí un poco."
Kari rió un poco mientras la otra chica se le quedo viendo extrañada, Kari inmediatamente explicó. "Ella es americana... se acaba de mudar aquí hace unos días." La chica de cabello cortó miró a Mimi y continuó. "Mimi, ella es Yolei Inoue, una de mis mejores amigas. Yolei, ella es Mimi, ¡es una chava genial!"
Mimi le gesticuló un "No lo soy" sonriendo a Yolei, quién le devolvió la sonrisa.
"Mucho gusto," dijo Yolei. Ella tenía cabello morado (pintado, claro) a la altura de sus hombros y ojos miel, su piel blanca hacía que su cabello brillara aún más. Traía puesto unos jeans morados deslavados con un top halter morado intenso, unas sandalias moradas con plataforma completaban su atuendo.
'Supongo que le gusta el morado...' pensó Mimi. "Igualmente," ella hizo una breve pausa mientras tomaba asiento junto a Kari, quedando de frente a Yolei, y comentó, "me gusta mucho tu cabello. Una vez yo me lo pinte en tonos de rosa, lo malo es que me decían 'señorita cometa'"
Yolei sonrió y agarró un mechón de su cabello que descansaba sobre su hombro izquierdo. "Gracias... me lo acabo de hacer hace unos días... aunque no a todos les gusto..." dijo viendo a Kari.
"Yo no dije que no me había gustado, solo dije que te veías extraña, eso es todo." Se defendió Kari.
"Lo extraño es pariente de lo feo." Comentó Yolei.
"¿Sabes?, en eso te equivocas." Intervino Mimi, ambas chicas dejaron de discutir y voltearon a verla. "Lo extraño no siempre tiene que ser feo, lo extraño es algo que no es muy común."
Las otras dos se quedaron calladas un poco. "Ya vez..." empezó Kari, "te dije que era genial."
"Te creo..." dijo Yolei con una sonrisa, "tienes una personalidad distinta a los demás."
"La verdad yo creo que todos son distintos."
"En eso tienes razón," Yolei se volteó con Kari, "ahora entiendo por qué tu hermano está como está con Mimi."
Mimi frunció su ceño y miró algo confundida a Kari. "¿Cómo está tu hermano conmigo, Kari?"
"Pues," Kari alargó mucho la palabra, "como que anda muy emocionado por verte otra vez. De hecho, él quería venir, pero solo le di el avionazo y lo abandonamos justo cuando se metió a bañar."
Mimi levantó ambas cejas, Kari continuó. "Con decirte que iba a faltar a su entrenamiento de fut... y para él, el fútbol es sagrado..."
"No me digas..." Mimi giró sus ojos, claro que todo eso era mentira... ¿por qué Tai anda emocionado por verla? No hay explicación lógica... apenas se conocen. "¿Ya pidieron?"
Después de un rato...
"Entonces me dijo que si quería andar con él, pero yo lo batee... y ayer me llevo pollo junto con todos sus amigos y me dio una rosa. Se me volvió a tirar y lo volví a batear, ¿por qué a los hombres les gusta ser humillados?" Yolei se limpió su boca delicadamente con la servilleta.
"Así son los hombres..." empezó Mimi, "entre más los humilles y batees, más te desean y te siguen. En mi opinión, son unos masoquistas."
"Estoy de acuerdo contigo," coincidió Kari, "hay este chico que me persigue desde que tenía once años. Los hombres son unos estúpidos."
"Ah... no creo que seamos tan malos como creen." Una voz detrás de ellas dijo.
Las chicas voltearon y vieron a... "¡Tai!"
Mimi vio confundida a Tai. "Tai, ¿que haces aquí?"
Kari bajo ambas cejas y miró a su hermano. "¡Sí, ¿qué demonios haces aquí?!"
"Oye, calmada hermanita... además, si alguien debería de estar enojado aquí ese sería yo. Que sangronas, ¿por qué no me esperaron?"
"¿Tal vez porque no te queríamos aquí?" Dijo Yolei, Tai pareció enojarse un poco. "Lo siento Tai... entiende que esto es algo entre chicas."
"¿Venir a desayunar? No seas payasa..." Tai jaló la silla que estaba al lado de Mimi y se sentó. "¿Cómo estas?" Él le dedicó una sonrisa a Mimi.
Mimi le devolvió la sonrisa y se sonrojó un poco. "Bien, bien, ¿y tu?"
"También... aunque enojado con mi hermanita..." Tai dijo lo último con voz ronca, mirando a Kari con los ojos entrecerrados mostrando su enojo.
"Ay, Tai... ya supéralo. Además, ya acabamos de desayunar, ni modo..." Contestó sin verlo. De pronto, miró hacia el frente. "¿Qué hora es?"
"Las 12:15..." Respondió Mimi viendo su reloj plateado.
"¡Chin! Se me olvido... hoy entro a trabajar a la 1:00." Continuó mientras se terminaba su refresco.
"¿Trabajas?" Preguntó Mimi.
Kari movió de arriba abajo su cabeza, "Sí... pero solo por las tardes, y a veces en las mañanas cuando estoy de vacaciones. Es para ganar dinero extra... el verano que entra me gustaría irme sola de vacaciones, bueno, con mis amigas, a algún lugar divertido. Trabajo en una tienda de ropa, en Zara."
"¿Zara? ¡Me encanta esa marca!" Gritó Mimi emocionada.
"A mi también, ¿por qué crees que me metí a trabajar ahí? Lo siento, Mimi... me tengo que ir, te hablo cuando salga de trabajar, ¿ok? Si llevas tu celular, ¿no?"
"Si..."
"Kari, ¿me puedes dar ride? Prometí ayudarle a mi papá en la tienda después de desayunar." Dijo Yolei.
"Claro, pero vámonos ya, tengo que ir por unas cosas a casa de Cody..."
"Lo siento Mimi, yo también me tengo que ir... me dio justo conocerte, eres una chava súper buena onda... ¿Qué tal si salimos en la noche?" Dijo Yolei.
"¡Sí! Genial idea, Yolei... yo te hablo para ver a donde vamos, ¿ok?"
"Seguro..." Mimi sonrió.
"Bueno, ¡bye, Mimi!" Gritó la chica de cabello morado.
"¡Bye!"
"Nos vemos," dijo la chica de cabello ondulado y miró al moreno que estaba a su lado. "¿Tu no tienes que irte?"
"¿Quieres que me valla?" Respondió Tai con una pregunta.
"No he dicho eso."
"¿Pero quieres que me valla?" Volvió a preguntar.
"No..." Dijo muy bajito.
"Bien..." Tai sonrió, "vámonos..."
Mimi levantó una ceja, "¿A donde?"
"No sé... por ahí, a pasear... ¿ya conoces la cuidad?"
"No, todavía no... solo conozco algunos lugares..." Contestó la chica.
"Bien, entonces yo seré tu guía... te enseñaré todos mis lugares favoritos." Con eso, Tai se levantó de la mesa y tomó la mano de la chica. "Vámonos..."
Mimi se sonrojó pero sonrió al mismo tiempo. '¡Sí! ¡Voy a estar con un chico simplemente genial! Este será un día muy interesante.'
'Que bien... tengo a Mimi sólo para mí todo este día, este será un día muy interesante...'
ojala les haya gustado, pues a mí me gusto... ojala termine la siguiente parte pronto... weno, me voy... byeeee!
pd. hey, no se fueron sin pagar, sino que pagas cuando pides, k???
no olviden poner un review!!!!
