CAPÍTULO 9: Las misteriosas Stars Lights. ¡Esos son...!
Nota de la autora: Para comprender
bien este capítulo recomiendo leer antes los capítulos 11, 12, 13 y 14 de ¿Quién Dijo
Que No Hay Chicos En Sailor Moon?
Este capítulo empieza al final del capítulo 12 de ¿QDQNHCESM?
- Definitivamente, hoy ha sido uno de
los peores días de mi vida.- gruñó Alex, dejándose caer en el sillón favorito de
Carlos.
Cometa se levantó del sofá justo a
tiempo de evitar que Luis se sentase encima de él. Dani suspiró y se acercó a una
silla.
- ¡Ah, no, ni hablar!- ladró
Carlos.- ¡Primero dúchate y cámbiate de ropa! ¡No estoy dispuesto a que me dejes todo
la silla pegajosa! Puedes coger ropa del armario del pasillo.
- ¿Se puede saber qué ha pasado?- se
extrañó Cometa.
- Veamos.- comenzó Alex.- Primero ha
aparecido la peor de mis pesadillas vivientes, una que es incluso peor que Vicki. Pero
prefiero no hablar de ello: es demasiado terrible. Luego hemos sido atacados por unas
arañas gigantes.
- ¡Que casi me comen!- puntualizó
Dani desde el cuarto de baño.
- Que casi se comen a Dani.- accedió
Alex.
- Pero os habreis defendido bien,
¿no?.- inquirió el animal.
- No fue necesario.- señaló Iván.-
Aparecieron tres sailors vestidas de negro. Decían llamarse Stars Lights
- Bunny y las demás las conocían.-
recordó Luis.- Me comentaron que en alguna ocasión fueron atacadas y las Stars
colaboraron en rescatarlas.
- Que curioso.- murmuró Iván.
- Stars Lights...- murmuró Cometa
ignorando el último comentario.- Si, me suenan... hace dos años las sailors tuvieron que
enfrentarse a una amenaza contra la Tierra y aparecieron esas Stars Ligths de algun sitio
desconocido y ayudaron en la lucha.
- ¿No sabes de dónde?.- se extrañó
Luis.
- Hace dos años yo estaba
tranquilamente dormido ¿sabeis? Tuve que recurrir a los periódicos para recabar una
información general de lo ocurrido en los ultimos diez años y allí no venían gran
cosa. Dado que han pasado dos años y no han vuelto a dar ninguna señal, supuse que,
simplemente, se habian vuelto a su lugar de origen.
- ¿Y por qué no le has preguntado a
la gata de Sailor Moon?.- indicó Dani, mientras salía de la ducha frotándose
furiosamente el pelo con una toalla.
- Bueno... es que no hemos hablado
demasiado... pero le preguntaré en cuanto coincida con ella.
- No, cuando coincidas con ella no.-
gruñó Alex.- Vas a ir ahora mismo a buscarla y a preguntarle. No me dan buen rollo esas
tres, no sé por qué...
- ¿Ahora?.- se lamentó el gato.-
Pero es muy tarde...
- Para ir a buscar ligues eres capaz
de salir a las tres de la mañana, haciendo todo el ruido que puedes, asi que vete ahora
mismo.- amenazó Carlos.
- Pero está lejos...- lloriquéo
Cometa.
- Si me pilla de paso, puedo
acercarte.- señaló Alex.- Incluso puedo acompañarte.
- No cuela, no voy a decirte quien es
Sailor Moon.- replicó Cometa.- Pero si puedes acercarme si vas a tu casa.
Alex suspiró, desalentado.
- ¿Tantas ganas tienes de saber quien
es tu pseudohermana?.- preguntó Luis.
- Más o menos.- reconoció Alex.-
Pero también es que me da pánico ir a casa, por si me está esperando la pesadilla de
Amalia o mi vecino.
- ¿Qué pasa con tu vecino?.- se
extrañó Dani, apartando la toalla de suc abeza, que ahora parecía un nido de pájaros.
- Nada, que tiene unos gustos que no
coinciden con los mios, pero ha decidido que quiere que coincidan.- murmuró Alex,
estremeciendose.
- Yo también me voy a ir.- dijo Iván.- Y los demás deberiais imitarnos: mañana teneis que madrugar para el ensayo.
Alex puso la cadena en la moto con
gesto cansado. Habia dejado a Cometa a sólo unas manzanas de su casa, pero no habia
podido seguir al gato para averiguar algo de su hermana lunar.
No era solo por saber algo de ella.
Por supuesto, sentía mucha curiosidad por saber quién era y cómo vivía. Después de
todo, aunque ene sa vida no lo fuesen, en el pasado habian sido hermanos, y comprartían
un poder muy importante. Pero no podía menos que admitir que no era esa la principal
razón para intentar averiguar más: era por Sailor Júpiter. Si averiguaba quien era
Sailor Moon, sería mucho más sencillo saber quién era Sailor Júpiter.
Sabia que no podía acercarse a ella.
Eso era lo que le habian dicho, pero... si al menos supiese por qué no podían estar
juntos, le resultaría más sencillo obedecer (pese a que la disciplina nunca habia sido
precisamente su fuerte).
Apretó el botón de subir en el
ascensor, meintras se apoyaba en la pared con cansancio. Cada vez que la miraba, todo lo
demás parecía perder sentido, sólo importaba ella. Pero... también estaba Patricia...
- Maldita sea...- gruñó.- Soy un
desgraciado...
¿Cómo podía hacerle eso a ellas?
Las dos eran estupendas, deseaba casarse con ambas pero... eso era totalmente imposible...
tenia que elegir entre ellas, debía quedarse con una de las dos, no podía hacerles eso,
no se lo merecían, pero... era tan dificil...
La puerta del ascensor se abrió y se
disponía a salir cuando oyó una voz que le resultaba familiar.
- ¡Pero es muy tarde, o sea, le puede
haber pasado cualquier cosa!.- se oyó decir a Amalia.
- Ultimamente siempre llega tarde.-
trató de tranquilarla alguien.- Y siempre llega bien.
- ¡Pero no me basta!.- insistió la
joven.
Alex salió disimuladamente del
ascensor y se metió en el hueco de la escalera. Luego, con mucho cuidaddo para no ser
descubierto, se asomó para observar el pasillo.
Al fondo, frente a la puerta de su
casa, estaba Amalia. Por el estado de su ropa, parecía que había estado allí sentada
durante varias horas. Movia los brazos de forma frenética y los ojos, ya de por si
enormes, parecía que le ocupasen toda la cara de abiertos que estaban.
- ¡¿Y si le han atracado y esta
herido y pasandolo supermal?!.- sollozó.
Frente a ella, estaba una persona de
largos cabellos negros, con una amable sonrisa y armado con la más grande de las
paciencias.
- Querida, si eso fuese asi, para
cuando la policia lo encontrase ya sería tarde.- indicó.- Y no deberías preocuparte
tanto: Alex sabe cuidarse muy bien solo. Ademas, seguro que estaba con sus amigos. Nunca
va solo a ningun lado.
- ¿Tu crees?.- murmuró Amalia, aun
no muy convencida.- Hoy nos han atacado unas arañas supergrandes, ¿Sabes? Y yo me perdí
entre tanto follón y cuando volví con la policia, ya se habian ido, las arañas y Alex,
y claro, me tomaron por loca, porque no quedaba absolutamente nada ¿sabes? ¡Y me tomaron
por loca!
- No te preocupes, esas cosas pasan
con frecuencia.
Alex no estaba seguro de si se referia
a lo de las arañas o a lo de que la tomasen por loca.
- ¿Entonces me llamaras en cuanto
llegue?.
- Por supuesto.
- ¿De verdad?
- Claro.
- ¿Me lo juras?.- inquirió Amalia,
muy seria.
- Por la cobertura de mi movil.-
contestó el otro, muy serio.
- Bueno, en ese caso vale.- aceptó
Amalia, mientras se agachaba a recoger su bolso.- Te lo agradezco mogollón. ¿Sabes una
cosa, Jorge? La verdad es que sólo lo acepto porque eres un chico, si fueses una chica me
quedaría aquí hasta que llegase él, porque ya sabes la de lagartas que hay que me
quieren quitar a mi hombre. En cuanto te despistas ¡chas! Montones de lagartas
acosandolo, llamando a su puerta, dandole regalos y pasteles... y si encima son vecinas,
¡ni te cuento! Me alegro de que su vecino sea un chico tan guapo y amable como tu, para
que no me lo quites.
- Es dificil de pillar ese chico.-
aceptó Jorge, esbozando una sonrisa.
- ¿Seguro que te darás cuenta de si
llega?
- Claro que si.- le aseguró Jorge.-
Vivo justo abajo, le oiré en cuanto llegue.
- Vale, pues muchas gracias,
guapetón.- se despidió Amalia, mientras se acercaba al ascensor. Alex se apresuró a
meterse más todavía en el hueco de la escalera. Oyó abrise las puertas.- ¡Chaooo!
- Adios.- se despidió Jorge
amablemente. Las puertas se cerraron y pasaron unos segundos.- Ya puedes salir de la
escalera, Alex: se ha ido.
Alex salió, algo incómodo por haber
sido descubierto.
- ¿Cuánto rato se ha tirado delante
de la puerta?.- le preguntó.
- Yo he calculado unas tres o cuatro
horas, quizás más.- respondio Jorge.- Cuando he subido a enseñarte el nuevo catalogo de
ropa interior para hombre de Calvin Klein ella ya estaba aquí y me ha dado pena. Ademas,
por cómo se portaba y demás, me dio la impresión de que huias de ella como de la quema.
- Algo así.- aceptó Alex, metiendo
la llave en la cerradura.
- Ya veo que no soy el unico que te
quiere conquistar.- señaló el vecino, con sonrisa coqueta.
- No, alguien debe odiarme allí
arriba y me mandan acosadores por todos lados.- suspiró Alex.- Y antes de que me
preguntes, no, no voy a ver ese catálogo contigo.
- No queria que lo vieses conmigo:
queria que me hicieses un desfile, para que yo pueda apreciarlos mejor y me decida por
alguna cosita nuevaY.
- ... menos todavía.- replicó.-
Ehmm... no irás a avisarla de que he vuelto, ¿verdad?
- No sé como.- respondió Jorge.- No
me ha dado su teléfono.
- ... no sé ni por qué me sorprendo.
¿No te confundió con una chica?
- Claro que si, estaba amenazando con
sacarme los ojos y destrozarme ciertas partes del cuerpo femenino que yo, obviamente, no
tengo, como me acercase demasaido a ti cuando le aclaré que era un hombre. Con eso se dio
por satisfecha.
- Bueno, es que es algo inocente...
- Yo también.- reconoció Jorge,
acercandose un poco a Alex.- Pero me encantaria perder esa inocencia contigoY.
-... buenas noches, Jorge.
- A mi ya me da igual.- gimoteó
Seiya, arrastrando los pies.- Eso de dejarme solo frente al pelirrojo ha sido un golpe
bajo.
Yaten y Taiki sonrieron abiertamente.
- Es que no se separaba de nosotros y
alguien tenía que investigar.- se disculpó Yaten.- Pero seguro que lo entiendes,
¿verdad, Seiya-sama?
Una mirada asesina por parte de Seiya le hizo callar de inmediato, mientras las demás
esbozaban una sonrisa. Yaten y Taiki se las habían arreglado para que Dani se centrase en
Seiya y de ese modo poder investigar por los alrededores. Dani había estado tremendamente
servicial con Seiya de tal manera que ya casi se había acostumbrado al
.
- ¿No crees que has exagerado un
poco, Dani? Creo que has agobiado un poco a Seiya con eso de .-
aventuró Luis, mientras Dani, todavía con lucecitas en los ojos, miraba embelesado al
aire.- Después de todo, los Three Lights no dejan de ser personas como nosotros y...
- ¡No digas semejante herejia, pobre
incauto!.- saltó el eplirrojo.- ¡Los Three Lights son seres casi divinos, no puedens er
de este plantea! Son perfectos. Cómo modulan las voces, el ritmo de sus canciones, los
mensajes que transmiten. Son tan maravillosos...
- Me recuerdas a mi vecino Jorge
cuando canta mis alabanzas al resto de los vecinos...- mururó Alex.- Y no es divertido.
- Si no te conociese, me preocuparia
esa obsesion que tienes con esos tres tios.- indicó Carlos.- ¿Os habeis fijado cómo
miraba ese Seiya a Bunny?
- No mucho.- tuvo que admitir Alex.-
Estaba ocupado...
- Si, mirando a Patricia.- se burló
Luis.
- ¿Sabes? No te pega gastar esas
bromas.- refunfuñó Alex, ruborizandose.
- Deberias acostumbrarte: algun día
no tendré que contener mi carácter y podré decirlas todo el tiempo. Ahora tengo que
aguantarte.
- Si, con lo que te gustaria a ti
tratar de ligarte a Vicki.- intervino Carlos, dando un codazo a su amigo.
- No lo negaré.
- ¿Y que pasa con Sailor Neptuno?.-
preguntó Dani, saliendo de su ensimismamiento.
- Se quedara con la que caiga
primero.- se encogió de hombros Carlos.- Os complicais mucho la vida con esas cosas. La
que caiga, es la que gana. Tu deberias hacer lo mismo, Alex, en vez de comerte tanto la
cabeza entre Patricia y Sailor Júpiter.
- No deberias hablar tanto.- intervino
Ivan, con tranquilidad.- Incluso tú estas equivocado.
- ¿Qué quieres decir?
Ivan no pudo contestar porque en ese
momento entró Cometa en la habitación. Llevaba toda la cara llena de arañazos y le
faltaba pelo el algunos sitios. Pese a que cojeaba ligeramente y tenia el rabo torcido,
trataba de mostrar la mayor dignidad posible.
- Bueno, chicos, traigo noticias.-
dijo, subiendose de un salto a la moto de Carlos, para desesperacion de este.- He ido a
hablar con la guardiana de Sailor Moon.
- Aunque no lo hubieses dicho, nos
habriamos dado cuenta.- murmuró Carlos.
- ¿Nunca te cansas de que te de
calabazas y encima te zurre a base de bien?.- preguntó Dani.
- Un gato debe hacer lo que debe
hacer.- replicó Cometa, algo incómodo.
- Si, pero eso no creo que incluya el
acosar a una gata con más mala uva que el decano de la facultad.- señaló Luis.
- Me alegro de que no fuese ella quien
nos entrenase...- murmuró Alex.- Creo que no habriamos sobrevivido.
- Cuando os canseis de hacer
chistecillos, podremos hablar.- les interruumpió Cometa, irritado.- Le pregunté acerca
de las Stars Lights.
- ¿Y qué te dijo?.- preguntó Dani.
- Que no pertenecen a este planeta y
que...
En ese momento sintieron una fuerza.
- ¡El enemigo!.- saltó Carlos.-
¡Vamos, tenemos que darnos prisa! ¡Esta aqui cerca!
- ¡Pero todavia no os he dicho nada
sobre esas Stars!.- se lamentó Cometa.- ¡He sufrido mucho para conseguir esa
informacion!
- ¡Ya les preguntaremos a ellas!.- le
gritó Alex, mientras se alejaba.- ¡Y la habrias conseguido sin sufrir si hubieses tenido
las zarpas lejos de esa gata!
En pocos minutos llegaron al lugar del
que procedía la energía. Allí, sobrevolando la zona, habia una abeja gigante, que
atacaba a las sailors.
- Espero que nadie tenga alergia a las
abejas...- murmuró Dani.- Claro, que un picotazo de esos más que preocuparte por el
veneno, deberia preocuparte por la perforacion...
- Ya han llegado las Stars.- murmuró
Carlos, frunciendo el ceño.- Estan con las sailors.
- ¿Este no es el primer lugar que
atacaron?.- señaló Luis.
- Creo que en vez de dedicarnos a
hablar, deberiamos transformarnos e intervenir.- indicó Iván.
- Estoy de acuerdo.- asintió Alex,
sin quitar los ojos de encima a Sailor Júpiter.
En pocos segundos, estuvieron
transformados.
- ¿Qué podemos hacer?.- oyeron decir
a una de las Stars.- Todos nuestros ataques son repelidos. Mientras tenga las alas en
movimiento no podremos hacer nada. Tenemos que hacer algo...
- ¿Qué tal si llamáis a los
expertos en miel?.- interrumpió Guerrero Sol.
Las sailors y las Stars levantaron la
mirada y les vieron
- ¿Ese es el tipo del que nos habéis
hablado?.- oyeron decir a otra de las Stars.- No es muy impresionante.
Una vena se hinchó en la frente de Guerrero Sol. Intrusas, en su planeta, y encima con aires de grandeza.
- Qué rapido te has despedido hoy.-
se sorprendió Luis. Una vez deshicieron la transformación.- Ni siquiera hemos tenido que
ponernos en medio para que no te acercaras a ella.
- Bueno, no queria tener de
expectadores a unas aliens con prepotencia.
- Cuando dices aliens me las imagino
con tentáculos y dientes babosos...- se estremeció Dani.
- Tal vez ese sea su aspecto real.
- Pues asi no estan mal.
Todos se quedaron en silencio mirando
a Dani.
- ¡Obviamente no pueden hacer sombra
a mi diosa del Amor, pero admitamos que no son feas!.- se defendio este, ruborizado.
- Sea como sea, no me gustan.- gruñó
Carlos.
- A mi tampoco.- coincidió Alex.
- Hubiese sido buena idea que viniese
con nosotros Guerrero Pluton.- intervino Luis, tratando de cambiar de tema.- Me gustaria
saber quien es y tener una charla con él. Debe saber mucho más sobre el universo que
todos nosotros juntos.
- Ya vendrá cuando lo considere
adecuado.- le restó importancia Alex.- Ahora vamos a sacar a Cometa toda la informacion
que obtuvo de esa gata negra, a ver si alguna cosa nos sirve para darles la patada a esas
tres.
- ¿No crees que no nos iria mal un
poco de ayuda?
- No.
