CUARTA PARTE: Confidencias
Galadriel corría por el palacio llorando, era increíble como el engaño de Haldir pudiera doler tanto....engaño?....no hubo tal....después de todo ella estaba casada y él era libre, no la había engañado en ninguna forma y sin embargo, le dolía...le dolía el hecho de que otra mujer pudiera tocarlo, lo amaba tanto mas que por su belleza física...ella amaba cada centímetro de su cuerpo, amaba su arrogancia en el combate, su olor, su lealtad y sobretodo esa hermosa sonrisa...que estaba segura que hasta los mismos Valar podrían envidiar. Lo amo desde el día en que nació...
Galadriel se detuvo al notar la mirada de los elfos curiosos, lo que menos deseaba era despertar sospechas, mas sin embargo necesitaba desahogarse...pero con quien? Quien podría ser tan comprensivo para aconsejarla a pesar de su infidelidad hacia su señor?....se detuvo un momento dudosa, no sabía a quien acudir. Su mirada se iluminó instantes después, si había alguien que la apoyaría, después de todo habían sido amigos desde hacia muchos siglos....si, él la apoyaría. Caminó lentamente por los pasillos hasta la estancia que buscaba, se detuvo frente a la puerta reuniendo valor para tocar, por fin toco lentamente la puerta y entró sigilosamente al escuchar una voz masculina desde adentro decir "adelante"
"aiya...Glorfindel"- dijo suavemente al ver al elfo rubio sentado en un sillón leyendo.
"aiya Galadriel"- respondió él poniéndose de pie.
"no te pongas de pie....solo..."- Galadriel se detuvo bajando su mirada al suelo. Glorfindel lo notó y se extraño, ella no había actuado así desde hacia mucho tiempo, algo debía estar mal.
"¿te sientes bien?"- preguntó él preocupado
"no...yo..."- Galadriel no pudo terminar la frase porque cayo de rodillas en el suelo envuelta en llanto. Glorfindel corrió a levantarla y la llevo al sillón donde minutos antes él había estado sentado.
"dime que te ocurre...Galadriel por favor, dime acaso algo ha pasado?"- preguntó él impotente de no poder ayudar a su amiga
"yo....te necesito Glorfindel....pero júrame que no le dirás a nadie ni me juzgarás, ya bastante tengo conmigo misma para que tú también lo hagas" – dijo mientras lo miraba suplicante.
"te lo juro"- respondió él solemnemente. Galadriel levanto la mirada, aun húmeda por las lágrimas pensando por donde iniciar su relato, decidió que entre mas rápido lo dijera, mejor se sentiría.
"yo...engañe a Celeborn"- dijo simplemente. Glorfindel se sorprendió por lo que su amiga acaba de decir, pero decidió que esperaría a saber toda la historia antes de decir algo.
"Como y con quien ha sido?"- dijo intentando alentarla a seguir con su relato.
"fue durante el viaje hacia aquí"- respondió ella mirándolo, esperando a que Glorfindel adivinara el resto.
"eso quiere decir...que es con Haldir, cierto?"- preguntó él, aunque sabía cual sería la respuesta.
"así fue....pero no lo planeamos, al menos sé que él no lo planeo. Llegamos aquí y seguimos viéndonos...pero hoy...lo encontré en la cama con una elfa que ha conocido aqui"- dijo ella reanudando el llanto.
"eso te duele?"- indago Glorfindel
"mas de lo que desearía aceptar...lo amo tanto, Glorfindel...y no se que hacer, yo no puedo reclamarle nada, pues yo estoy atada a alguien mas y él no."- finalizó esperando que su amigo valorara la situación.
"él te ama?"- preguntó Glorfindel por fin
"si....lo sé por la forma en que me mira, nadie podría mirar de esa forma sin sentir amor"- respondió Galadriel convencida.
"que piensas hacer?"- preguntó él
"no lo sé, sé que debo alejarme de él...pero no me atrevo, sin su presencia moriría de tristeza y sé que no puedo dejar a Celeborn, no puedo sacrificar a Lorién por mi felicidad, por mucho que lo desee"- susurró Galadriel, sin intentar esconder el dolor que el hecho le producía
"Galadriel, el verdadero amor es una joya muy rara....estas segura que lo que sientes es verdadero amor o solo te sientes atraída por su belleza?"- preguntó Glorfindel suavemente intentando no sonar ofensivo.
"he vivido demasiado como para confundir amor con placer....y te digo...esto es amor"- finalizó ella son la sinceridad reflejada en su voz
"si es así, solo puedo aconsejarte una cosa....habla con él, disfruten estos días que estarán juntos porque como ya has dicho Lorién es primero, Erú sabrá recompensar tu sacrificio"- dijo él con una sonrisa triste mientras acariciaba el largo cabello de oro de su amiga, él sabía por lo que ella atravesaba. Conocer el amor y perderlo era incluso mas cruel que no haberlo conocido nunca, pero preferible.
"eso haré, amigo. Sin importar lo mucho que viva nunca sabría como agradecerte lo que has hecho y aún haces por mi"- respondió ella acariciando el rostro de Glorfindel con dulzura –"solo puedo decirte gracias, aunque una simple palabra sea insuficiente"- agregó dándole un beso a su amigo en la mejilla.
Los ojos de Glorfindel se llenaron de lágrimas. Entre los de su raza, no era común esta clase de muestras de afecto y aún menos entre elfas y elfos. Por eso valoraba tanto ese gesto de amistad. Él adoraba a Galadriel, ella era el último lazo que aún quedaba en esta tierra de la época en que él fue feliz. Él no podía estar con los suyos...ni con su amada hasta el día en que el mal fuera por fin derrotado definitivamente. Galadriel sabía los pensamientos que nublaban la mente y alma de su querido amigo, por lo que en un intento de darle esperanza profetizó.
"el día en que has de navegar por las aguas que te separan de tus seres queridos, esta cerca. Aún habrán muchos días oscuros, mas que cualquiera que hayamos conocido en nuestras largas vidas, pero la luz surgirá con mayor esplendor. No desesperes, amigo mío"- finalizó ella con una sonrisa.
"que así sea"- secundó él devolviéndole la sonrisa.
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Haldir aún se encontraba de pie, con una mano en su rostro justo en el lugar donde la mano de Galadriel lo había golpeado. El dolor que sentía era mas emocional que físico ya que Galadriel no era lo suficiente fuerte para dañarlo seriamente. Sus ojos azules amenazaban con dejar escapar un par de lágrimas intentando así controlar las emociones que luchaban por desbordarse de su ser.
Eryn se puso de pie con su cuerpo aún desnudo, a pesar que lo había conocido hacía muy poco tiempo, ella lo amaba. Él era un elfo tan fácil de amar y se odiaba así misma por ser la causante de su dolor. Se acercó a él y lo abrazo intentando confortarlo. Él se dio la vuelta y le respondió el abrazo dejando su orgullo a un lado y comenzando a llorar. Ambos se arrodillaron, el rostro de Haldir oculto en el pecho de Eryn intento sacar todo esa pena que inundaba su alma y ella simplemente intentando no llorar por el daño que le había hecho al ser que mas amaba en este mundo.
"la amo tanto"- susurró él entre lágrimas
"lo sé"- dijo ella comenzando a llorar.
Ambos se quedaron así durante momentos que a ambos le parecieron eternos, un par de almas atormentadas por el dolor y el amor. Una lloraba por haber perdido su oportunidad de ser feliz y la otra por nunca haberla tenido...
