CAPITULO SEIS:  Sacrificio por Lotlorién

Haldir se levantó temprano ese día, aún faltaban un par de horas para el amanecer. Galadriel aún dormía en la gran cama de sabanas de seda, él no quería despertarla ya que sabía lo que pasaría, de lo que tendrían que hablar. El caballero Celeborn había enviado un mensajero instando a Galadriel a volver ese mismo día, partirían al despuntar el alba.

Haldir salió al balcón de la habitación cuidándose de que nadie lo viera, no era conveniente que el último día que estarían ahí comenzaran los rumores sobre el guardián que había pasado la noche con la señora de los Galadrim. Respiró el aire frío de la madrugada, las estrellas aún alumbraban el cielo nocturno. Escuchó a Galadriel despertando, sabía que ella pronto estaría a su lado y tendrían esa charla que él por todos los medios deseaba evitar.

"buenos días, mi amor"- Galadriel sonrió mientras se abrazaba a la espalda de Haldir

"buenos días, mi reina"- respondió él fríamente

"que te ocurre?"- preguntó ella separándose de él

"lo siento, es solo que se lo que la mañana traerá y estoy un poco triste"- Haldir abrazó a Galadriel intentando disculparse por su actitud anterior.

Galadriel se acercó mas al balcón viendo las estrellas brillantes, sabía a lo que Haldir se refería y el porque de su actitud. Era necesario y en cuanto mas pronto lo hiciera, mas pronto podría estar entre sus brazos.

"debemos hablar..."- dijo ella tristemente

"lo sé"- respondió él bajando la mirada

"ven a mi lado....nadie nos verá"- dijo Galadriel volteando a ver al ser que mas había amado en su inmortal vida.  Haldir se acercó hasta estar a su lado, el viento mecía sus cabellos como intentando infundirles valor a los desafortunados amantes – "pronto partiremos a Lorién...ahí me espera mi...."

"tu esposo"- Haldir finalizó la oración en lugar de Galadriel con tristeza

"Haldir....sabes que te amo y moriría por ti cada día por el resto de la eternidad pero mi gente me necesita....como podría inspirarles valor y confianza si he traicionado el lazo mas sagrado que hay para nosotros"- prosiguió ella con las lágrimas empezando a brotar de su ser

"el lazo mas importante para nosotros es el amor....estar conmigo honraría ese amor....o es que acaso no me amas?"- indagó él buscando la forma de permanecer juntos

"te amo con cada fibra de mi ser....cada segundo de mi eternidad será el infierno sin ti....y sin embargo ese es el destino que he de elegir.....yo fundé Lorién hace muchos años ya, tú viniste al mundo en la época de su esplendor...creciste entre la seguridad de los árboles de oro. No tengo derecho a quitarles esa oportunidad a los que aún han de venir...lo sabes, no es así? "- dijo ella suavemente intentando calmar el dolor en el corazón de su amante.

"lo sé y se que es lo correcto.....no podría ser feliz si eso significara el fin de mi pueblo"- susurró él

"pero tú siempre estarás conmigo....cada día durante el resto de la eternidad.....contarás con mi amistad incondicional.....te veré amar a alguien mas mientras mi vida se apaga lentamente al no poder tenerte, mi hermoso guerrero..."- Galadriel sintió un peso en el pecho al pensar en esa posibilidad....que su amor pudiera pertenecer a alguien que no fuera ella.

"yo....nunca dejaré de amarte....no importa que los siglos pasen y todo en la Tierra Media cambie, yo te amare hasta el fin de los siglos.....pero no puedo irme contigo....estar cerca de ti sería una tortura, aunque estar lejos de ti también lo será pero lo prefiero a verte a su lado"- Haldir no pudo obligarse a verla a la cara después de decirle lo que su mente había estado maquinando estos últimos días.

"no...no puedes irte!!! Como podré obligarme a vivir si tu no estas ahí aunque sea para verte de lejos"- gritó Galadriel con la desesperación reflejada en su voz

"si no lo hago estaría siempre el riesgo de que no pudiera soportar tratarte solo como mi reina....nunca podría verte solo como eso, no después de haber sido mi mujer, debes entenderlo"- dijo él acariciando el rostro de Galadriel quien lo veía desolada.

"que así sea......grande es el pecado que he de haber cometido si los Valar me castigan de esta forma pero todo sea por el bienestar de Lorién"- susurró ella mas para si que para Haldir.

"ya viene el amanecer..."- fue todo lo que Haldir pudo decir antes de que los labios de Galadriel aprisionaran los suyos exigiéndole sus demostraciones de amor–"entonces disfrutemos de nuestro presente, ya que no habrá felicidad en nuestro futuro"- le susurró Galadriel al oído.

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Galadriel montó a su corcel blanco como la nieve, el mensajero que había llegado hacía unas horas partiría con ella rumbo a Lorién. La reina había expresado sus deseos de que Haldir permaneciera en imladris con su hija y su yerno Elrond. Decía que Haldir deseaba recorrer la Tierra Media antes de volver al servicio de los señores Galadrim. Nadie creyó esta excusa pero al no conocer otro motivo aceptaron enseguida.

La reina miró al balcón de la que había sido su habitación, estaba vacía. Él no se veía por ningún lado, recordó los últimos instantes que pasó junto a su elfo guerrero entre esas sabanas blancas. Aún debían oler a él....ella salió de sus pensamientos al hablarle el elfo que la acompañaba, comenzaron a cabalgar lenta pero firmemente.

Un elfo rubio observaba a la reina partir sin que esta pudiera verlo. Sus ojos azules siguieron a la elfa de cabellos dorados hasta que se perdió en la lejanía, cerró los ojos inundados en lágrimas. Ella había partido....el ser que mas amaba en el mundo volvía a lado de su señor. Haldir cayo de rodillas en la hierba sollozando, un solo gritó de dolor inundó Imladris, un solo grito en reclamo a Erú por que ella ya no estaba.....un solo grito en señal de luto por el amor que nunca podría ser....