Capítulo – 15: Deseo de Tanabata

Diez meses habían transcurrido desde el nacimiento de Tsen, y el verano había llegado a Funbari, colmando el lugar de vivos colores y sorpresivamente bastantes lluvias refrescantes, impropias de la estación.

- Horo Horo! ¿Ya está listo mi baño?- la voz de Anna resonó en el patio y el aludido asintió con algo de irritación mientras echaba el último madero al calentador. –Mas te vale que el agua no esté muy caliente...- murmuró la itako al tiempo que se volteaba para entrar a la casa.

- Mas te vale que el agua no esté muy caliente...- repitió Horo con voz burlona- Si te preocupa la maldita temperatura, deberías hacer las cosas tú misma por una vez en tu vida y dejarme en paz.- comentó para sí, acomodado en cuclillas delante del escalfador de la bañera. Comenzó a levantarse frotándose la espalda e inesperadamente, antes de que pudiera moverse de su posición, un chorro de agua hirviendo le cayó encima proveniente de la ventanilla del baño. El agredido soltó un aullido de dolor, al tiempo que fue asistido casi inmediatamente por Kororo que ayudó a enfriar a situación.

- Te lo advertí- la voz inexpresiva de Anna se filtró a través de la pared de madera- y ahora que lo mencionas, no tengo necesidad de hacer ciertas tareas, ya que para eso están los parásitos que utilizan las instalaciones y la comida sin pagar un centavo- luego de esta declaración, lo único que pudo escucharse fue el sonido de un cuerpo sumergiéndose en el agua. Como era previsible, nada había cambiado...

- Maldición ¿por qué tiene que ser tan complicado?- lloriqueaba Ryu al tiempo que trataba de coser sin mucho éxito el dobladillo de un kimono. La tarde iba cayendo y él había deshecho y vuelto a hacer la misma parte de la prenda mas o menos unas 50 veces, pues no lograba conformar a doña Anna....

- Nadie te pidió que nos ayudes- lo cortó la itako sin levantar la vista de su tarea.

Ambos se encontraban en el comedor junto con Naomi y Tamao, quien había vuelto de la ciudad un poco mas desenvuelta, al tratar su timidez con los cursos de teatro. En una semana sería el festival de Tanabata o fiesta de las estrellas y todos estaban muy entusiasmados, mas que nada las mujeres, que habían decidido fabricarse ellas mismas los trajes tradicionales que iban a lucir en la celebración. Como Ryu estaba algo aburrido, y había terminado con sus quehaceres, se había ofrecido de buena fe a ayudar en lo que le fuera posible. Para su mala suerte, la que primero aceptó su ayuda fue Anna, quien lo explotó toda la tarde con sus directivas y lo hizo desear arrepentirse de haberse ofrecido. Naomi miró el reloj y advirtió que había pasado la hora de alimentar a Tsen. El pequeño se encontraba sentado en una alfombra y miraba todo con gran curiosidad. Era un niño bastante tranquilo, prácticamente no lloraba y parecía entender todo lo que se le decía. Ya tenía el cabello negro bastante largo, el cual había heredado de Naomi, aunque se podía notar un incipiente remolino sospechosamente parecido a un cuernito que surgía en la parte posterior de su cabeza. Como era normal en los niños de su edad, a la primera oportunidad gateaba hacia donde fuera para explorar nuevos horizontes, dejando algo de desorden en el camino. Por fortuna había roto muy pocas cosas, las cuales obviamente Len había reintegrado a la dueña de casa. Algo gracioso era que él era el único integrante de la pensión que no se amedrentaba ante Anna, es mas, se reía cuando ella lo regañaba, tensando bastante sus nervios. Por lo general, a menos que fuera su madre, miraba con cierta rebeldía a pesar de su corta edad, a cualquiera que osara reprenderlo cuando andaba en sus incursiones.

Naomi lo alzó en brazos y lo llevó hacia el jardín, el clima estaba agradable y además no había concurrencia. Se sentó en un escalón de madera y se dispuso a darle la comidilla que Ryu le había preparado, sin percibir una presencia que observaba desde las sombras.

Len no podía apartar los ojos de la escena. Yoh lo había invitado a cenar esa noche y había decidido ir un poco mas temprano para ver a Naomi y a su hijo. En los diez meses que habían pasado, se había comportado según el acuerdo y en ningún momento hizo alusión al tema de ellos como pareja, ella había pedido el tiempo, ella lo terminaba. También debía agregarse el factor de que nunca estaban a solas, y eso lo incomodaba pues no podía evitar serle algo indiferente y eso no era lo ideal si quería recuperarla. Si bien iba de visita día por medio, igual que antes de que el niño naciera, ahora estaba mucho mas pendiente de su mujer y por lo general la seguía en todas sus salidas, obviamente sin que ella lo notase, para asegurarse de que nada le sucediera. Tenía que admitir que se sentía un idiota. El, el gran Len Tao, no era capaz de apartar a su esposa del grupo por unos momentos y decirle de una vez por todas que la quería a su lado. No era bueno para esas cosas, y lo que lo detenía además, era el hecho de que cuando por fin se había animado, ella le había pedido prudencia... Estaba pensando en eso cuando ella se levantó y entró de nuevo a la pensión. Esperó un momento prudencial para no levantar sospechas, y luego tocó la puerta. Luego de un rato, Anna lo recibió.

- Pero miren quien viene a la hora de la comida...- comentó mordaz, al tiempo que lo dejaba pasar. Haciendo caso omiso de la provocación de Anna, recorrió la habitación con la vista pero no vio a Naomi en el comedor ni en la cocina. – Está por bañar a Tsen- le dijo Itako sin que él le preguntara- ve con ella y no estorbes.

Luego de pensarlo un momento se dirigió al baño grande, donde supuso que se encontraría ella y no se equivocó. Naomi estaba de espaldas a él, con Tsen dentro de un fuentón de madera rebosante de burbujas. Aprovechando el ruido del agua, se acercó sigilosamente por detrás, pero cuando el niño lo vio, comenzó a reír al tiempo que alargaba los bracitos en su dirección. Esta actitud hizo que Naomi volteara para ver que era lo que miraba su hijo, y al hacerlo se encontró cara a cara con su marido.

- Hola Len!- saludó animada- no pensé que vinieras ¿Cómo estás?- preguntó con rapidez, al tiempo que trataba de mantener a su hijo quieto en el agua para que no la salpicara mas de lo que estaba.

- Cansado, estuve entrenando desde la mañana. Yoh me llamó para venir a cenar, insistió tanto que terminé por venir... – comentó como al pasar, para no parecer desesperado.

- Comprendo... espero que no te haya molestado,- replicó ella- yo le dije a Yoh que te invitara, luego de hacerlo recordé que era miércoles, y es cuando mas entrenas. Si estás cansado no tienes que quedarte-

- Ya estoy aquí ¿no?- comentó con su sonrisa de superación. En realidad estaba pasmado. Ella le había pedido a Yoh que lo invitara, tal vez... sus cavilaciones se interrumpieron cuando un enorme salpicón de agua le dio de lleno en el rostro. -¿Qué demonios...?- se interrumpió al ver la cara de Tsen que lo miraba con atención, esperando que lo regañara.

- ¿Mmm... quieres ayudar?- Preguntó Naomi, rodeando el fuentón para dejarle un lugar. Si bien al principio no le convenció la idea, la expectativa de compartir un momento a solas con su familia inclinó la balanza a favor de salir chorreando jabón y pescar un resfriado. Al principio le costó un poco, pues el niño era muy inquieto, y no sabía como manipularlo pues temía lastimarlo. Luego de un momento, repartiéndose las tareas, lograron solucionar el asunto y tuvieron una conversación "decente" después de tanto tiempo, claro que la mayoría de la charla era giró en torno a Tsen. Terminando ya con el niño, Len levantó la cabeza para hacer un comentario y no pudo evitar mirar el pecho de Naomi, quien vestía una camisa blanca, obviamente empapada... y reveladora. Tragó saliva y trató de hacer de cuenta que no lo había notado, pero sus ojos no podían desviarse de la escena, y como era evidente, su cuerpo reaccionó instantáneamente ante el estímulo. Al instante, Naomi se sonrojó y trató de taparse disimuladamente con el brazo. Len lo advirtió y no le importó, pues pudo ver los sentimientos encontrados en los ojos de la joven, y supo que si en ese momento avanzaba... ella no se resistiría. Si no podía expresarse con palabras, bueno, dejaría que su cuerpo se encargara de pedirle perdón. Con sinceridad, estaba a punto de echar al cuerno ese estúpido acuerdo del tiempo y hacer suya a su esposa en el medio del baño cuando Tsen le arrojó un juguete en la cabeza y le hizo recordar su presencia. Volviendo a tierra, maldijo en silencio su rápida reacción ante un poco de piel femenina y apartó el rostro algo inquieto.

- Lo siento- mintió- igual no vi nada.- agregó al tiempo que envolvía a su hijo en una toalla.

- ¿Hm? Ah, esto- señaló la zona de conflicto- no importa- trató de minimizar la situación- no es nada que no hayas visto antes ¿No?- remató, soltando una risita nerviosa. Lamentablemente, su intento de pormenorizar el episodio, le hizo recordar a Len las veces en que la había visto desnuda, y eso lo encendió mas. Intentando hacer uso de su fuerte autocontrol, dictaminó casi con aspereza.

- Ve a cambiar a Tsen, va a enfermarse- A Naomi no le pasó por alto el cambio de actitud, y no pudo evitar pensar que quizá lo había molestado con el comentario. Hacía ya un año y medio que no convivían y no era adecuado hablar de eso, mas cuando no estaba segura de cómo estaban las cosas. Pretendió no haber percibido el cambio de actitud.

- Tranquilo Len, es verano, es imposible que...-

- Maldición, ¡déjame solo! ¿no lo entiendes?- la cortó, antes de que pudiera medir sus palabras. Ella lo miró por un momento y luego asintió en silencio, saliendo con rapidez del cuarto de baño. Sintió ganas de golpearse a si mismo cuando divisó fugazmente unas lágrimas silenciosas en el rostro de su esposa cuando abandonaba la habitación. Perfecto, primero quería violarla, ahora la había hecho llorar. Reprimió el impulso de ir tras ella y se mojó la cara con agua helada, luego de lo cual abandonó la pensión sin que nadie lo notara.

- ¡Hermanito!- la voz inconfundible de Jun y la repentina claridad que le dio en el rostro, producto de una cortina plenamente abierta lo despertó sobresaltado.

- ¿Qué haces aquí?- preguntó medio dormido

- Esperé a que fueras a recogerme a la pista de aterrizaje, pero me aburrí.-

- Lo olvidé. Lo siento- se disculpó.

- Te ves terrible ¿dormiste poco?- al no obtener respuesta, cambió de tema - ¿Y Naomi? Hace tanto que no la veo... ¿está en la cocina?- preguntó con entusiasmo.

-... Vive en casa de Yoh- Jun abrió los ojos con sorpresa.

- ¿Por qué? Pense que se habían arreglado, no quisimos molestarlos en este tiempo pues con madre pensamos que estarían disfrutando de su... bien, reconciliación-

- No es algo que te importe, Jun. Ahora déjame dormir- contestó con voz cansada. Ignorando el mal humor de su hermano, al cual estaba acostumbrada, se sentó en la cama y lo destapó de golpe.

- Claro que me importa, Len. Mi sobrino está de por medio, me muero por conocerlo y la familia también... ¿se volvieron a pelear?- Sabiendo que su hermana no cesaría de hacerle preguntas, decidió contestar rápidamente su cuestionario para que lo dejara en paz. Por otro lado, tuvo que admitir a regañadientes que quizá Jun pudiera ayudarlo resolver su dilema.

- No discutimos... ella me pidió un tiempo cuando Tsen nació y yo se lo di. No puedo obligar a alguien a que me quiera si siente lo contrario.-

- Está bien, hermanito pero... ¿diez meses? ¿no es un poco...extendido?- Len se sonrojó.

- Nunca tengo oportunidad de hablar con ella, eso es todo. Y... no estoy tan seguro de que quiera volver a intentarlo- comentó mas para sí que para su hermana.

- Si no hablas con ella nunca lo vas a saber. Es increíble que seas tan cobarde... puedes perder a la persona que amas por ser tan tosco. Ahora levántate y ve a hablar con ella- dictaminó la joven con determinación.- ¿Y ahora que te pasa?- preguntó al ver la cara de consternación de su hermano. El calló un momento, pero luego procedió a contarle lo sucedido en casa de Yoh, cinco días atrás.

- ¿Y no le dijiste nada desde entonces? Ay Len, tuviste los mejores tutores y serás muy buen peleador, pero decididamente el factor mujeres no es uno de tus fuertes.- comentó apesadumbrada. Sabía que su hermano quería a Naomi, y estaba segura de que ella sentía lo mismo por él, pero si alguien no intervenía, la relación podía enfriarse del todo y ya nada se podría hacer. Pensó un momento la situación y la manera de revertirla. Al final, una idea le vino a la mente- ¡Escucha! Mañana es Tanabata, aprovecha esta fecha para decirle todo... ¡que romántico! Será perfecto... y yo me ocuparé de mi sobrinito para que ustedes puedan... bien, desenvolverse sin contratiempos- decidió emocionada. Len volvió a sonrojarse.

- ¿Qué dices? ¿Cómo diablos quieres que...-

- No te preocupes ^_^ - lo cortó- voy a encargarme de todo, no puedes fallar. Lo primero que debes hacer es buscar un atuendo elegante para la ocasión, y luego pasaremos a ver cómo vas a abordarla....- así, en un abrir y cerrar de ojos Len pasó de la apatía a la determinación, a medida que Jun trazaba los pasos a seguir para la noche que decidiría el futuro de su matrimonio.

Naomi se encontraba ayudando a Tamao a arreglar la mesa para el almuerzo, cuando tocaron a la puerta. Como Horo Horo estaba siendo castigado por Anna, por haber manchado su kimono festivo con chocolate, y a Ryu no se lo veía por ningún lado, dejó lo que estaba haciendo y se dispuso a atender. No pudo evitar la sorpresa al ver a su sonriente cuñada parada en la puerta de calle.

- Hola hermanita- la saludó Jun con calidez- Tenía muchos deseos de verte-

- Yo también Jun... pasa. ¿Cómo has estado?- preguntó Naomi al tiempo que la conducía a su habitación para poder conversar a solas.

- Bien igual que siempre, como las cosas estaban algo tensas en china decidí venir a Japón para visitar a Len. La verdad, en casa no sabíamos nada de ustedes, ni siquiera de que estabas embarazada, me enteré que tenía un sobrino la semana pasada... cuando Bazon apareció fugazmente en la casa y me pidió que viniera... aprovechando el mal humor de mamá porque la nueva decoración de la casa no era lo que esperaba, me embarqué en un avión en cuanto pude...- hizo una pausa para recobrar el aliento- Pero eso no tiene importancia ahora, me gustaría ver a mi sobrinito- aventuró. Naomi asintió y entraron a la habitación, donde se encontraba Tsen que recién despertaba. Al verlo los ojos de Jun se abrieron de par en par.

- ¡Pero si es igual a mi hermanito cuando era pequeño!- exclamó entusiasmada- había imaginado que habría algún parecido, pero esto es increíble- declaró al tiempo que lo alzaba para verlo mejor y saludarlo.- Por cierto... no me esperaba que ustedes vivieran separados, sobre todo ahora que tienen un bebé... ¿riñeron? ¿estás saliendo con alguien mas?- comentó de improvisto, con la intención de turbarla con la sorpresa y obtener información.

-¿Eh? No...- fue lo que pudo decir ante el embate verbal de su cuñada- es solo que... bien, yo no estaba segura de que hacer luego de aclarar lo sucedido cuando Len apareció en mi casa- comentó algo turbada.

- Es normal... ¿Y?- la apuró Jun

- Solo eso- declaró, al tiempo que tomaba a su hijo, que deseaba moverse de los opresores brazos de su tía para respirar un poco de oxigeno.- Yo le pedí un tiempo para acostumbrarme a la situación, y luego de ese día en que nos reencontramos, las cosas han estado así.- Jun revoleó los ojos.

- ¿Y luego de diez meses del nacimiento de su hijo todavía no hablaron al respecto?- preguntó. Quería dejar de lado lo que le había dicho su hermano y escuchar las dos versiones, para estar segura de cómo intervenir. Ella sabía que por mas que no lo demostrara demasiado, Len todavía amaba a su esposa, pero no estaba segura de que había sucedido con Naomi luego de tanto tiempo.

- No... supongo que Len ya tomó una determinación al respecto y yo no quiero entrar en conflicto. Supongo que su idea es hacerse cargo de Tsen, pero las cosas seguirán como están entre nosotros. Jun casi se cae sentada al escuchar el comentario ¿en qué pensaban su hermano y ella?. Decididamente los dos creían saber que pensaba el otro sin cruzar palabra, obviamente con resultados adversos y se negaban a dar el primer paso por ¿miedo? ¿orgullo? No lo podía imaginar.

- ¿Qué te hace pensar que Len quiere eso?- preguntó cautamente. Al formular su cuñada esa pregunta, Naomi procedió a contarle lo sucedido en el baño, la única vez que habían tenido un momento de intimidad.

- ... Por un momento creí que... bien, que él sentía lo mismo de antes, y no se por que me dio algo de vergüenza, supongo que porque hace mucho que nosotros no... bien ya sabes...- Jun asintió- para aliviar la tensión hice un comentario acerca de nuestra relación y de repente se puso tenso, y me pidió que lo dejara solo- explicó mirando hacia otro lado- luego de ese día no volvió a la pensión.

- El muy tonto...- murmuró Jun. – Bien, había decidido no inmiscuirme en relaciones ajenas... pero esto me supera.- declaró convencida- Mi hermano no estaba precisamente enojado cuando te gritó esa tarde. El... no se como decirlo... digamos que descubrió ciertos anhelos que tenía para contigo, los cuales quería satisfacer en ese momento. Como era evidente, el estaba (y está) en la misma creencia que tú, de que la otra persona no quiere volver a intentarlo, y sumado a que en ese momento estaba el niño, bueno se dio cuenta de que no era el momento. Quiso que te fueras para que no notaras su reacción, nunca fue otra su intención- para esta altura, Naomi estaba roja como un tomate- Le pregunté al muy tonto por que no había aclarado la situación contigo, y la respuesta fue la de siempre- comentó Jun exasperada.

- ¿Cuál?- pregunto la joven.

- Que dejara de molestarlo. Pero conociéndolo, yo se que no lo ha hecho porque le causa incomodidad hablar al respecto, tu sabes como es, prefiere la acción a las palabras- acotó guiñándole un ojo a su cuñada- y supongo que no sabe como abordarte. Bien, ahora que te dije esto, quiero que seas sincera conmigo. ¿Todavía amas a mi hermano? Y me refiero a algo mas que un amigo o el padre de tu hijo.- preguntó, con el semblante ahora serio.

- Yo... si, claro que lo amo. Se que fui una estúpida en dudarlo, pero necesitaba un tiempo para pensar y....-

- ¡Excelente!- interrumpió Jun entusiasmada- era lo que esperaba escuchar. Y ya que él no se ha puesto en campaña pare decírtelo, y tu necesitas escucharlo, sus sentimientos hacia ti no han cambiado, es mas, se han acentuado.- declaró en tono confidencial- Bien! Ya aclarado el asunto, quiero ver que vas a ponerte en Tanabata.-

- ¿Qué?- preguntó Naomi ante el repentino cambio de tema.

- Tanabata, Naomi. Es mañana ¿recuerdas? Estoy segura de que Len y tu van a poder hablar, ya que no habrá interrupciones pues todos estarán festejando- antes de que Naomi pudiese contestar, Jun agregó- Y en cuanto a Tsen... bien, va a acompañarme durante el festival para que se familiarice conmigo y tú tengas las manos desocupadas- Naomi se sonrojó por tercera vez. Luego de recibir toda esa información, debía admitir que se sentía algo nerviosa. Antes de Len nunca había tenido otra pareja, y todo lo que sabía lo había aprendido a su lado... Ahora, luego de bastante tiempo, iban a reencontrarse con un único propósito y todo iba a ser como la primera vez, y se sentía como una niña nerviosa cuando lo que quería era actuar como una mujer. Fue sacada de su ensimismamiento cuando Jun repitió por tercera vez su nombre y la obligó a mostrarle el kimono que había estado confeccionando para esa noche tan especial.

Continuara... (no me maten....)

Hola a todos, después de tanto tiempo. La verdad es que estoy HIPER ocupada con la universidad y no tengo tiempo para nada... casualmente ayer rendí un final y ya tengo que empezar a preparar otro para la semana que viene. Si bien quería terminar la historia en este capitulo, la verdad es que los tiempos no me dan así que publiqué la primera mitad que tengo hecha (la hacía en los minutos de descanso) y en unos días, después de terminar de rendir, voy a publicar la parte del festival, con lo que terminaria todo. Decidí hacer esto porque me ha escrito bastante gente preguntando que pasa, y para no hacerlos esperar mas, partí el ultimo capitulo por la mitad. El no haberlo terminado no significa mala predisposición ni bloqueo de autor, sino que también tengo una vida, ademas de escribir, y si no me preocupo por mis estudios o mi futuro nadie mas lo va a hacer. (ya sone como una vieja resentida... pero la cosa es así).

Agradecimientos a : Yom Kippur, Korishiteru, Kanna Sagara, Hikaru Asakura, Xlt, Aome, Nadilius Weasley de Diethel, Brenda-chan. Freya, Mely-chan, Ady, Karin Hitomi Kitzune, Kajime, Niky Asakura, Mimi de Yagami Asakura Tao, Loconexion y MangaBaka por los reviews, no estaremos viendo en un tiempito

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