19- ¿Debió Pasar? II Parte
A veces me pregunto... si todo lo que sucedió... todo lo que pasé... todo lo que sufrí tuvo que pasar... sé que de lo difícil se aprende... pero aunque mi lección fue muy dura y cruel aun así no he aprendido nada... solo sé que la vida es injusta y cruel y lo único que me mantiene en pie es él...
Mi hijito James, ya tiene cinco años y se sigue pareciendo a su padre, la viva imagen de él. Aunque sin duda tiene mi carácter, lo quiero tanto... que daría mi vida por él al igual que la daría por su padre...
***********************
-¡¡DRACO CUIDADO!! –la cola del basilisco volvió a pegarle, su cuerpo dio a caer unos seis metros de donde estaba, quedando inconsciente.
-¡No te muevas, Hermione! –le grito Harry desde el otro extremo- Oirá tus pasos.
-¡No me importa, Draco... ve por él, Harry! –gritaba la chica con desesperación mientras los dos mortífagos intentaban levantarse un poco más delante de la reja en la que se encontraba Hermione.
-¡Esta bien... pero no grites más porque...
-¡¡HARRY!! –Grito Hermione viendo al irritado basilisco mover la cola en señal de desesperación por no poder ver, Harry fue lanzado hacia la pared, impactado fuertemente en él.
-¡Ja! –grito Voldemort limpiándose la sangre que corría por su boca y resbalaba por sus labios- ¡Bien hecho, Nagini! –camino vacilante hacia el reptil mientras cogía de nuevo su varita- tranquila... te daré esos ojos de nuevo.
Giro su varita, conjurando un hechizo que Hermione jamás había oído y de repente tuvo que taparse los ojos para no ver los del basilisco.
-Sigues siendo bella –susurro Voldemort con sorna.
Este camino hacia Harry y levanto su varita.
-¡¡NO!! –grito Hermione horrorizada mientras intentaba romper, en vano, los barrotes de acero- ¡NO LO TOQUES!
-Ya me había olvidado de ti –se fijo Voldemort con sorna-. No te preocupes, también te matare.
-¡Mátame a mí primero! –grito Hermione desesperada.
Voldemort sonrió y se incorporo.
"Harry y Draco no se despertaran en tres minutos, debo hacer algo para distraerlo" Pensó Hermione mientras veía a Tom Ryddle, mayor, acercarse a ella con una sonrisa.
"¡Ya sé!"
-Sabes... siempre me han gustado las cadenas... –susurro sensualmente- ¿a ti no?
Voldemort frunció el cejo y sonrió.
-Sí, en especial para estrangular a brujas como tú –dijo sonriente- ¡abran basuras!
Los mortífagos caminaron torpemente hacia la celda y uno de ellos abrió.
-No lo decía por eso... sino que... –se dejo caer la túnica- me gusta ser... algo salvaje cuando... –se acerco con mucha seguridad hacia él- me ven desnuda...
-¿Te vas a desnudar? –pregunto Voldemort con sorna- ¿prefieres que recojan tu cuerpo así?
-Es que... no quiero morir virgen... –dijo coqueta pero por dentro muriéndose de los nervios.
-¿Eres virgen? No me hagas reír –dijo pasando su varita por la cara de Hermione- no te creo.
-Compruébalo –dijo Hermione intentando morder la varita de una forma sexy.
Voldemort levanto su varita mientras Hermione se sentenciaba muerta.
-Diffindo –susurró él con cuidado.
La ropa de Hermione se vino abajo, toda rota y deshilada, esta solo se empezó a tapara los pechos y la matriz.
-Nada mal, Granger –sonrió Voldemort- hace mucho que no... comparto tiempo con... una mujer.
-Veremos si aun recuerdas algo –dijo Hermione nerviosa, retrocediendo.
A Hermione le hubiera encantado que ella sola se hubiera quitado la ropa lentamente no que él lo hiciera de aquella forma, y no era él el único que veía todo, los mortífagos guardias también la veían con perversión. Fue retrocediendo hasta llegar a la pared y es en donde acorralo a Hermione.
Lentamente deslizo sus largos, delgados y blancos dedos por el hombro moreno de Hermione, haciendo que a esta le diera un escalofrió de terror, lentamente Voldemort acerco su horrible cara a la de Hermione buscando sus labios pero esta se hacia cada vez más para atrás y no puedo retroceder más cuando su cabeza pego a la pared. Lo último que vio fueron los párpados blancos de él y...
-¡Avada Kadavra! –grito una voz a lo lejos.
Un destello verde paso desde aquel sujeto hasta Voldemort que inmóvil e inerte cayo al suelo.
-Harry... –susurro Hermione petrificada y sorprendida.
-¿Estas bien? –pregunto preocupado.
-S... si, creo que sí –tartamudeo insegura.
Harry se agacho y se tapo los ojos.
-Será mejor que te vistas.
-Ah, gracias –dijo Hermione nerviosa poniéndose la túnica.
-Buen plan –dijo Harry riendo.
-No sé me ocurrió nada mejor –puntualizo enojada- ¿y Draco?
-Sigue inconsciente. Se nota que es delicado, me he dado más golpes que él en los últimos 17 años.
-Tu cráneo puede más que el de un dragón y eso lo sabemos perfectamente, señor Potter-dijo Hermione cerrándose la túnica- Por cierto, y los mortífagos que estaban por aquí.
-¿Mortífagos? ¿Cuáles mortífagos? –pregunto Harry cruzándose de brazos.
-¡Había dos, Harry! Hay que tener cuidado.
Hermione se tomo del brazo de Harry y este camino hacia fuera de la celda.
***********************
Aquellos mortífagos jamás aparecieron, pero algo en la profecía aun no encajaba... ya habían peleado por Hermione... y el ganador reinaría junto con Voldemort... pero ¿qué no Harry lo había matado?
***********************
-¿Esta bien, verdad? –pregunto Hermione por enésima vez en aquella sala.
-Si Hermione, Malfoy esta bien –le repitió Harry irritado.
-Es que hay algo que... me preocupa.
-¿Qué cosa? –pregunto Harry leyendo "el Profeta"
-Lo de la profecía... no se cumplió... uno de los dos debió morir y ese era Draco...
-Hermione... Malfoy y yo ya habíamos peleado por ti, entiende, además tú eres de las personas que no creen en las profecías ni predicciones. ¿O me equivoco? –pregunto dejando en la mesa el periódico.
-Si... tienes razón –pensó Hermione nerviosa, pero, aun así, los nervios no se iban.
La pierna cruzada de Hermione no dejaba de ir arriba y abajo, se comía nerviosamente las uñas y miraba varias veces el reloj y el pasillo en donde se encontraba Draco.
-¿Cómo esta Ron? –pregunto inquieta.
-Bien, según el sanador, dejara de escupir bolas de fuego en una semana o menos –dijo volteando la hoja y final y suspirando, se alboroto el cabello y miro a Hermione- ¿no quieres comer algo?
-No tengo hambre –dijo mirando hacia el pasillo- gracias, Harry.
-¿Un café?
-Eso si estaría bien... –dijo mirando hacia Harry.
Harry se puso de pie y le ofreció la mano a Hermione que le tomo la mano impaciente, con un leve gracias tomo su chaqueta y salieron los dos juntos.
-Gracias, Harry, no sé que haría sin ti –dijo Hermione pasándose le mano por el cabello y apoyando ese brazo en la mesa-. Estoy muy angustiada.
-Por Malfoy... ¿no? –pregunto con tristeza.
Hermione levanto la vista y observo como Harry tenía la vista perdida y distante.
-Lo siento... –Hermione poso su mano en la de Harry- es solo que...
-Lo amas ¿no? –pregunto aun con la mirada perdida- ya elegiste a alguien.
-Sí... –dijo Hermione quitándole la mano a Harry- pero aun seremos amigos, nos seguiremos viendo y...
-Seré tu mejor amigo... que feliz me siento... –comentó sarcástico-. No sé... que le ves pero si es tu decisión la acepto, solo por ti, pero si ese infeliz te hace algo yo...
-No me hará nada... –dijo Hermione sonriendo- y si lo hace, sabré que tengo a un amigo en especial que siempre pondrá su hombro ¿no es así?
-No solo el hombro, lo que necesites para estar bien –dijo sonriendo amargamente.
-Gracias, Harry.
Hermione se levanto de la silla y camino hacia Harry, el chico se puso de pie y abrió los brazos que recibieron a su mejor amiga, de por vida, la abrazo con todas sus fuerzas, deseando que jamás acabase nada de eso, el dulce aroma de Hermione le inundo los pulmones y respiro de nuevo.
-Gracias a ti, Hermione –dijo con cariño.
Se separaron y Harry vio los ojos de Hermione, temblorosos y cristalinos, Harry paso su dedo quitándole algunas de las lagrimas que caían de aquella suave mejilla.
-Eres el mejor, Harry –dijo Hermione sonriente- ¡simplemente el mejor!
-Y tú eres perfecta –dijo con un autocontrol increíble, la quería besar pero... ya no, ya no podía nunca más...
***********************
Harry y Hermione volvieron de la cafetería y un poco más sonrientes se sentaron en el sofá.
-¿Señor Malfoy? –pregunto una sanadora con lentes ovalados- ¿es usted?
-No –dijo Harry inquieto- soy amigo... del enfermo.
-¿No vino su familia? –pregunto sin preocupación.
-Yo... soy su novia –dijo Hermione poniéndose de pie- ¿qué ocurre?
-El señor Malfoy ha despertado, nombra a una mujer.
-¿Puedo pasar a verlo? –pregunto feliz.
-Si, por supuesto, pasillo...
No fue necesario que la sanadora le dijera la dirección, Hermione llevaba dos días viendo aquella habitación esperándolo.
-Draco... –sonrió Hermione con lagrimas en los ojos- ¡Por fin despiertas!
-Hermione... –susurro Draco con tranquilidad.
Hermione corrió hacia la cama y le abrazo con fuerza, se alarmó cuando oyó un quejido de dolor de parte de él y con miles de disculpas consiguió que Malfoy le robara un beso para callarla.
-No era... necesario –dijo Hermione sin aliento, separándose.
-Para mí sí, y además, quería uno –dijo caprichoso- ¿te la has pasado llorando, Granger? Te he dicho que eso no te va.
-Lo he hecho por ti... no sabes lo preocupada que he estado –dijo inquieta.
Draco le paso los dedos por la oreja, acomodando los mechones crespos a la chica.
-Sabes que no me pasa nada –dijo confiado- no me podía ir de aquí sin casarme contigo ¿o sí?
-Creo que te pegaron muy fuerte –dijo Hermione riendo
-¿Lo crees? Yo pienso que sigo igual de cuerdo y normal.
Hermione empezó a reír, se fue callando cuando vio la mirada hechizante de Malfoy y, sonrojada, se acerco para besarlo. Este correspondió ansioso, tomándola fuertemente de la cara y comiéndosela a besos.
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-¡Ya llegue! –anunció un rubio dejando caer un maletín y aflojándose la corbata.
-¡Papi! –grito el pequeño James corriendo hacia su padre.
-¿Cómo esta el mago más travieso? –pregunto Malfoy cargándolo y haciéndole cosquillas.
-¡No, papá jajaja no, déjame! –gritaba el niño intentando soltarse.
-¿Y a mí no me saludas? –pregunto Hermione cruzada de brazos sonriendo.
-Uy... ya pusiste celosa a mamá –comentó el niño intentando bajarse.
-Ayúdame a encontentarla –le susurro al niño.
-Claro –susurro bajando y corriendo hacia su madre, a la cual empezó a empujar hacia su padre.
-¡James, James, no hagas eso! –gritaba Hermione mirando al chiquillo empujarla.
Hermione cayo en los brazos de Draco y riendo le dio un beso.
-¡Ya te ayude, papá! –grito el niño- ¿ahora si iremos a casa de los gemelos, sí mamá, si?
-¿Ahora que le metieron los Weasley en la cabeza? –pregunto Draco algo disgustado.
-No tengo la menor idea –dijo Hermione separándose de su esposo- Ron me dijo que le tenía una sorpresa al niño.
-Tengo una idea... –comento Draco al oído de su esposo mientras veía al niño igual de rubio que él, solo que el cabello con corte hongo y una expresión severa pero se le veía feliz (tipo Hermione) y los ojos cafés de su madre- porque no... dejamos al niño con los Weasley y tú y yo... vamos a... otro lado –pregunto abrazándole la cintura.
-Muy buena idea, señor Malfoy, pero hay un pequeño inconveniente –dijo Hermione intentando separarse.
-Dímelo...
-Harry y yo ya habíamos acordado que le ayudaría con los preparativos de su boda y llevamos meses con este plan, ya te lo había dicho –dijo apuntándole con el dedo.
-Pero... ¡no! –dijo disgustado- a Potter...
-Harry, se llama Harry... –lo corrigió Hermione.
-Harry, pues, le has dedicado más tiempo a él que a mí.
-Harry me ayudo mucho con nuestra boda, le quiero devolver el favor –dijo tomando los platos- ahora siéntate que ya voy a servir.
-Entonces la reservación al restaurant "Mil Hechizos" fueron en vano –suspiro.
-¡QUE HICISTE QUE! –pregunto Hermione dejando caer un plato.
-Cuidado con los platos, Hermione –dijo Malfoy riendo- ¡Reparo!
El plato parecía intacto después de aquel hechizo, riendo aun, tomo los platos de las manos de Hermione y él mismo empezó a servir.
-Sí... le pedí a Dione que me reservara una mesa, pero tendré que cancelar.
-¿No lo puedes cambiar? –pregunto Hermione tomando la sartén y empezando a poner la comida.
-No creo, últimamente ha estado agotado, a duras penas pudo disponer de un lugar –dijo sonriente.
-Pues no puedo –dijo enojada.
Draco se enojo también, este tuvo que llevar a James con los Weasley y quedarse ahí un rato. Por mientras, Hermione y Harry caminaban por el centro comercial.
-Ya sabes que si quieres te puedo hacer yo el pastel, Harry –repitió Hermione viendo los deliciosos pasteles de turrón blanco.
-Ya demasiadas molestias te he causado –observo a su amiga con pena- no, Hermione, ya has hecho mucho.
-Todo vale la pena, es tu boda y mereces la mejor de todas. Tú me ayudaste antes, ahora déjame hacerlo yo –imploro sonriendo.
-Esta bien, solo eso ¿eh? –puntualizo Harry severamente.
-Si, señor Potter –sonrió Hermione con aire importante.
Siguieron caminando y por fin habían elegido el color de las rosas para el evento.
-Dos tazas de café –pidió Harry al mesero.
-Claro, señor.
-No he visto a Alexia últimamente, ¿ha estado muy ocupada? –pregunto quitándose la chaqueta.
-Si, el Ministerio no ha dejado de llamarla desde su teoría del fuego, ahora cada vez que hay un caso en el que se involucra el fuego, la llaman a ella. Le he dicho miles de veces que los ignore pero para ella es muy importante y... –hundió su cara entre sus brazos- te seré sincera... ya no... me quiero casar con ella.
-¡QUE!
-Shhh... te lo quería decir hoy, sé que tú me puedes ayudar, gracias –dijo tomando su taza.
-¡Harry, llevas más de 4 meses organizando esto, por Dios, no puedes hacer esto.
-Lo sé, pero ya no la amo como antes... es más... ya que la veo, no sé ni porque estoy con ella.
-Harry me asustas –dijo tomando un sorbo-. Estoy segura que ha de ser por los nervios, Harry...
Harry llevaba ya más de diez minutos de esquivarle la mirada a Hermione, acomodándose en la silla o alborotándose el cabello.
-Te seré sincero –dijo viendo a los ojos.
-Eso quiero que seas –dijo Hermione impaciente.
-No te puedo olvidar –dijo sonrojándose notablemente- cuando la beso a ella, te imagino a ti, cuando la abrazo, imagino que eres tú, cuando hacemos el amor, deseo que seas tú... sé que no decirte esto, porque tú ya tienes tu vida y yo debería tener la mía, pero no puedo hacerla sin ti.
Hermione se quedo muda durante un rato, desvió la mirada y vio su café, movió la taza revolviéndolo.
-Claro que puedes hacerla sin mí, Harry –dijo Hermione- yo soy feliz con Draco y mi hijo y sabes que en tu honor le puse tu nombre. Porque eres mi mejor amigo, el que siempre ha estado ahí.
-¡Quiero ser más que eso! –Harry le dio un golpe fuerte y seco a la mesa.
-Pero yo no quiero que seas más que eso –dijo aun moviendo se taza circularmente- sabes que puedes ser feliz con Alexia, pero no quieres, ese es tu problema y si es necesario dejar de vernos, lo haré.
-No quiero dejar de verte –dijo Harry impaciente.
-Pues no me obligues a ello –dijo poniéndose de pie-. Quiero que lo pienses un poco, -se acomodo la bolsa y tomo su chaqueta- te enviare una lechuza pronto y quiero una respuesta positiva ¿de acuerdo? Cuídate mucho.
***********************
Después de eso, Harry no volvió a dirigirme la palabra. Jamás le conté a Malfoy ni a nadie lo que yo y Harry habíamos hablado pero sé que hice lo correcto. Pero... ¿por qué el tiempo siempre nos deja inconformes con esto? ¿Para que tanto sufrimiento si al final todos acabamos mal? Peleados o disgustados. Todavía en las noches cundo veo a mi hijo me pregunto si debió pasar todo esto para que al final quedase todo igual o peor... si valió la pena tantos malentendidos y todo eso, todavía en mi cabeza se formula esa pregunta: ¿Debió Pasar?
FIN
NOTAS DE LA AUTORA: Siempre quise terminarlo así, espero que les haya gustado, ya sé, ya sé, un final algo ilógico pero así lo tenía pensado... no... miento, en general, Harry iba a morir pero me dije que no, porque pues... Harry no, ¿entienden? Al final, la pareja más sexy siempre gana ¿verdad Malfoy? Pero bueno, espero muchos reviews y una buena aceptación a este final, mil gracias por leerlo y esperen otro fic que espero que pronto actualice, solo que no será un HP sino un SCC o CCS, no sé si entienden, pero bueno, gracias por todo y AiOs!
A veces me pregunto... si todo lo que sucedió... todo lo que pasé... todo lo que sufrí tuvo que pasar... sé que de lo difícil se aprende... pero aunque mi lección fue muy dura y cruel aun así no he aprendido nada... solo sé que la vida es injusta y cruel y lo único que me mantiene en pie es él...
Mi hijito James, ya tiene cinco años y se sigue pareciendo a su padre, la viva imagen de él. Aunque sin duda tiene mi carácter, lo quiero tanto... que daría mi vida por él al igual que la daría por su padre...
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-¡¡DRACO CUIDADO!! –la cola del basilisco volvió a pegarle, su cuerpo dio a caer unos seis metros de donde estaba, quedando inconsciente.
-¡No te muevas, Hermione! –le grito Harry desde el otro extremo- Oirá tus pasos.
-¡No me importa, Draco... ve por él, Harry! –gritaba la chica con desesperación mientras los dos mortífagos intentaban levantarse un poco más delante de la reja en la que se encontraba Hermione.
-¡Esta bien... pero no grites más porque...
-¡¡HARRY!! –Grito Hermione viendo al irritado basilisco mover la cola en señal de desesperación por no poder ver, Harry fue lanzado hacia la pared, impactado fuertemente en él.
-¡Ja! –grito Voldemort limpiándose la sangre que corría por su boca y resbalaba por sus labios- ¡Bien hecho, Nagini! –camino vacilante hacia el reptil mientras cogía de nuevo su varita- tranquila... te daré esos ojos de nuevo.
Giro su varita, conjurando un hechizo que Hermione jamás había oído y de repente tuvo que taparse los ojos para no ver los del basilisco.
-Sigues siendo bella –susurro Voldemort con sorna.
Este camino hacia Harry y levanto su varita.
-¡¡NO!! –grito Hermione horrorizada mientras intentaba romper, en vano, los barrotes de acero- ¡NO LO TOQUES!
-Ya me había olvidado de ti –se fijo Voldemort con sorna-. No te preocupes, también te matare.
-¡Mátame a mí primero! –grito Hermione desesperada.
Voldemort sonrió y se incorporo.
"Harry y Draco no se despertaran en tres minutos, debo hacer algo para distraerlo" Pensó Hermione mientras veía a Tom Ryddle, mayor, acercarse a ella con una sonrisa.
"¡Ya sé!"
-Sabes... siempre me han gustado las cadenas... –susurro sensualmente- ¿a ti no?
Voldemort frunció el cejo y sonrió.
-Sí, en especial para estrangular a brujas como tú –dijo sonriente- ¡abran basuras!
Los mortífagos caminaron torpemente hacia la celda y uno de ellos abrió.
-No lo decía por eso... sino que... –se dejo caer la túnica- me gusta ser... algo salvaje cuando... –se acerco con mucha seguridad hacia él- me ven desnuda...
-¿Te vas a desnudar? –pregunto Voldemort con sorna- ¿prefieres que recojan tu cuerpo así?
-Es que... no quiero morir virgen... –dijo coqueta pero por dentro muriéndose de los nervios.
-¿Eres virgen? No me hagas reír –dijo pasando su varita por la cara de Hermione- no te creo.
-Compruébalo –dijo Hermione intentando morder la varita de una forma sexy.
Voldemort levanto su varita mientras Hermione se sentenciaba muerta.
-Diffindo –susurró él con cuidado.
La ropa de Hermione se vino abajo, toda rota y deshilada, esta solo se empezó a tapara los pechos y la matriz.
-Nada mal, Granger –sonrió Voldemort- hace mucho que no... comparto tiempo con... una mujer.
-Veremos si aun recuerdas algo –dijo Hermione nerviosa, retrocediendo.
A Hermione le hubiera encantado que ella sola se hubiera quitado la ropa lentamente no que él lo hiciera de aquella forma, y no era él el único que veía todo, los mortífagos guardias también la veían con perversión. Fue retrocediendo hasta llegar a la pared y es en donde acorralo a Hermione.
Lentamente deslizo sus largos, delgados y blancos dedos por el hombro moreno de Hermione, haciendo que a esta le diera un escalofrió de terror, lentamente Voldemort acerco su horrible cara a la de Hermione buscando sus labios pero esta se hacia cada vez más para atrás y no puedo retroceder más cuando su cabeza pego a la pared. Lo último que vio fueron los párpados blancos de él y...
-¡Avada Kadavra! –grito una voz a lo lejos.
Un destello verde paso desde aquel sujeto hasta Voldemort que inmóvil e inerte cayo al suelo.
-Harry... –susurro Hermione petrificada y sorprendida.
-¿Estas bien? –pregunto preocupado.
-S... si, creo que sí –tartamudeo insegura.
Harry se agacho y se tapo los ojos.
-Será mejor que te vistas.
-Ah, gracias –dijo Hermione nerviosa poniéndose la túnica.
-Buen plan –dijo Harry riendo.
-No sé me ocurrió nada mejor –puntualizo enojada- ¿y Draco?
-Sigue inconsciente. Se nota que es delicado, me he dado más golpes que él en los últimos 17 años.
-Tu cráneo puede más que el de un dragón y eso lo sabemos perfectamente, señor Potter-dijo Hermione cerrándose la túnica- Por cierto, y los mortífagos que estaban por aquí.
-¿Mortífagos? ¿Cuáles mortífagos? –pregunto Harry cruzándose de brazos.
-¡Había dos, Harry! Hay que tener cuidado.
Hermione se tomo del brazo de Harry y este camino hacia fuera de la celda.
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Aquellos mortífagos jamás aparecieron, pero algo en la profecía aun no encajaba... ya habían peleado por Hermione... y el ganador reinaría junto con Voldemort... pero ¿qué no Harry lo había matado?
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-¿Esta bien, verdad? –pregunto Hermione por enésima vez en aquella sala.
-Si Hermione, Malfoy esta bien –le repitió Harry irritado.
-Es que hay algo que... me preocupa.
-¿Qué cosa? –pregunto Harry leyendo "el Profeta"
-Lo de la profecía... no se cumplió... uno de los dos debió morir y ese era Draco...
-Hermione... Malfoy y yo ya habíamos peleado por ti, entiende, además tú eres de las personas que no creen en las profecías ni predicciones. ¿O me equivoco? –pregunto dejando en la mesa el periódico.
-Si... tienes razón –pensó Hermione nerviosa, pero, aun así, los nervios no se iban.
La pierna cruzada de Hermione no dejaba de ir arriba y abajo, se comía nerviosamente las uñas y miraba varias veces el reloj y el pasillo en donde se encontraba Draco.
-¿Cómo esta Ron? –pregunto inquieta.
-Bien, según el sanador, dejara de escupir bolas de fuego en una semana o menos –dijo volteando la hoja y final y suspirando, se alboroto el cabello y miro a Hermione- ¿no quieres comer algo?
-No tengo hambre –dijo mirando hacia el pasillo- gracias, Harry.
-¿Un café?
-Eso si estaría bien... –dijo mirando hacia Harry.
Harry se puso de pie y le ofreció la mano a Hermione que le tomo la mano impaciente, con un leve gracias tomo su chaqueta y salieron los dos juntos.
-Gracias, Harry, no sé que haría sin ti –dijo Hermione pasándose le mano por el cabello y apoyando ese brazo en la mesa-. Estoy muy angustiada.
-Por Malfoy... ¿no? –pregunto con tristeza.
Hermione levanto la vista y observo como Harry tenía la vista perdida y distante.
-Lo siento... –Hermione poso su mano en la de Harry- es solo que...
-Lo amas ¿no? –pregunto aun con la mirada perdida- ya elegiste a alguien.
-Sí... –dijo Hermione quitándole la mano a Harry- pero aun seremos amigos, nos seguiremos viendo y...
-Seré tu mejor amigo... que feliz me siento... –comentó sarcástico-. No sé... que le ves pero si es tu decisión la acepto, solo por ti, pero si ese infeliz te hace algo yo...
-No me hará nada... –dijo Hermione sonriendo- y si lo hace, sabré que tengo a un amigo en especial que siempre pondrá su hombro ¿no es así?
-No solo el hombro, lo que necesites para estar bien –dijo sonriendo amargamente.
-Gracias, Harry.
Hermione se levanto de la silla y camino hacia Harry, el chico se puso de pie y abrió los brazos que recibieron a su mejor amiga, de por vida, la abrazo con todas sus fuerzas, deseando que jamás acabase nada de eso, el dulce aroma de Hermione le inundo los pulmones y respiro de nuevo.
-Gracias a ti, Hermione –dijo con cariño.
Se separaron y Harry vio los ojos de Hermione, temblorosos y cristalinos, Harry paso su dedo quitándole algunas de las lagrimas que caían de aquella suave mejilla.
-Eres el mejor, Harry –dijo Hermione sonriente- ¡simplemente el mejor!
-Y tú eres perfecta –dijo con un autocontrol increíble, la quería besar pero... ya no, ya no podía nunca más...
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Harry y Hermione volvieron de la cafetería y un poco más sonrientes se sentaron en el sofá.
-¿Señor Malfoy? –pregunto una sanadora con lentes ovalados- ¿es usted?
-No –dijo Harry inquieto- soy amigo... del enfermo.
-¿No vino su familia? –pregunto sin preocupación.
-Yo... soy su novia –dijo Hermione poniéndose de pie- ¿qué ocurre?
-El señor Malfoy ha despertado, nombra a una mujer.
-¿Puedo pasar a verlo? –pregunto feliz.
-Si, por supuesto, pasillo...
No fue necesario que la sanadora le dijera la dirección, Hermione llevaba dos días viendo aquella habitación esperándolo.
-Draco... –sonrió Hermione con lagrimas en los ojos- ¡Por fin despiertas!
-Hermione... –susurro Draco con tranquilidad.
Hermione corrió hacia la cama y le abrazo con fuerza, se alarmó cuando oyó un quejido de dolor de parte de él y con miles de disculpas consiguió que Malfoy le robara un beso para callarla.
-No era... necesario –dijo Hermione sin aliento, separándose.
-Para mí sí, y además, quería uno –dijo caprichoso- ¿te la has pasado llorando, Granger? Te he dicho que eso no te va.
-Lo he hecho por ti... no sabes lo preocupada que he estado –dijo inquieta.
Draco le paso los dedos por la oreja, acomodando los mechones crespos a la chica.
-Sabes que no me pasa nada –dijo confiado- no me podía ir de aquí sin casarme contigo ¿o sí?
-Creo que te pegaron muy fuerte –dijo Hermione riendo
-¿Lo crees? Yo pienso que sigo igual de cuerdo y normal.
Hermione empezó a reír, se fue callando cuando vio la mirada hechizante de Malfoy y, sonrojada, se acerco para besarlo. Este correspondió ansioso, tomándola fuertemente de la cara y comiéndosela a besos.
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-¡Ya llegue! –anunció un rubio dejando caer un maletín y aflojándose la corbata.
-¡Papi! –grito el pequeño James corriendo hacia su padre.
-¿Cómo esta el mago más travieso? –pregunto Malfoy cargándolo y haciéndole cosquillas.
-¡No, papá jajaja no, déjame! –gritaba el niño intentando soltarse.
-¿Y a mí no me saludas? –pregunto Hermione cruzada de brazos sonriendo.
-Uy... ya pusiste celosa a mamá –comentó el niño intentando bajarse.
-Ayúdame a encontentarla –le susurro al niño.
-Claro –susurro bajando y corriendo hacia su madre, a la cual empezó a empujar hacia su padre.
-¡James, James, no hagas eso! –gritaba Hermione mirando al chiquillo empujarla.
Hermione cayo en los brazos de Draco y riendo le dio un beso.
-¡Ya te ayude, papá! –grito el niño- ¿ahora si iremos a casa de los gemelos, sí mamá, si?
-¿Ahora que le metieron los Weasley en la cabeza? –pregunto Draco algo disgustado.
-No tengo la menor idea –dijo Hermione separándose de su esposo- Ron me dijo que le tenía una sorpresa al niño.
-Tengo una idea... –comento Draco al oído de su esposo mientras veía al niño igual de rubio que él, solo que el cabello con corte hongo y una expresión severa pero se le veía feliz (tipo Hermione) y los ojos cafés de su madre- porque no... dejamos al niño con los Weasley y tú y yo... vamos a... otro lado –pregunto abrazándole la cintura.
-Muy buena idea, señor Malfoy, pero hay un pequeño inconveniente –dijo Hermione intentando separarse.
-Dímelo...
-Harry y yo ya habíamos acordado que le ayudaría con los preparativos de su boda y llevamos meses con este plan, ya te lo había dicho –dijo apuntándole con el dedo.
-Pero... ¡no! –dijo disgustado- a Potter...
-Harry, se llama Harry... –lo corrigió Hermione.
-Harry, pues, le has dedicado más tiempo a él que a mí.
-Harry me ayudo mucho con nuestra boda, le quiero devolver el favor –dijo tomando los platos- ahora siéntate que ya voy a servir.
-Entonces la reservación al restaurant "Mil Hechizos" fueron en vano –suspiro.
-¡QUE HICISTE QUE! –pregunto Hermione dejando caer un plato.
-Cuidado con los platos, Hermione –dijo Malfoy riendo- ¡Reparo!
El plato parecía intacto después de aquel hechizo, riendo aun, tomo los platos de las manos de Hermione y él mismo empezó a servir.
-Sí... le pedí a Dione que me reservara una mesa, pero tendré que cancelar.
-¿No lo puedes cambiar? –pregunto Hermione tomando la sartén y empezando a poner la comida.
-No creo, últimamente ha estado agotado, a duras penas pudo disponer de un lugar –dijo sonriente.
-Pues no puedo –dijo enojada.
Draco se enojo también, este tuvo que llevar a James con los Weasley y quedarse ahí un rato. Por mientras, Hermione y Harry caminaban por el centro comercial.
-Ya sabes que si quieres te puedo hacer yo el pastel, Harry –repitió Hermione viendo los deliciosos pasteles de turrón blanco.
-Ya demasiadas molestias te he causado –observo a su amiga con pena- no, Hermione, ya has hecho mucho.
-Todo vale la pena, es tu boda y mereces la mejor de todas. Tú me ayudaste antes, ahora déjame hacerlo yo –imploro sonriendo.
-Esta bien, solo eso ¿eh? –puntualizo Harry severamente.
-Si, señor Potter –sonrió Hermione con aire importante.
Siguieron caminando y por fin habían elegido el color de las rosas para el evento.
-Dos tazas de café –pidió Harry al mesero.
-Claro, señor.
-No he visto a Alexia últimamente, ¿ha estado muy ocupada? –pregunto quitándose la chaqueta.
-Si, el Ministerio no ha dejado de llamarla desde su teoría del fuego, ahora cada vez que hay un caso en el que se involucra el fuego, la llaman a ella. Le he dicho miles de veces que los ignore pero para ella es muy importante y... –hundió su cara entre sus brazos- te seré sincera... ya no... me quiero casar con ella.
-¡QUE!
-Shhh... te lo quería decir hoy, sé que tú me puedes ayudar, gracias –dijo tomando su taza.
-¡Harry, llevas más de 4 meses organizando esto, por Dios, no puedes hacer esto.
-Lo sé, pero ya no la amo como antes... es más... ya que la veo, no sé ni porque estoy con ella.
-Harry me asustas –dijo tomando un sorbo-. Estoy segura que ha de ser por los nervios, Harry...
Harry llevaba ya más de diez minutos de esquivarle la mirada a Hermione, acomodándose en la silla o alborotándose el cabello.
-Te seré sincero –dijo viendo a los ojos.
-Eso quiero que seas –dijo Hermione impaciente.
-No te puedo olvidar –dijo sonrojándose notablemente- cuando la beso a ella, te imagino a ti, cuando la abrazo, imagino que eres tú, cuando hacemos el amor, deseo que seas tú... sé que no decirte esto, porque tú ya tienes tu vida y yo debería tener la mía, pero no puedo hacerla sin ti.
Hermione se quedo muda durante un rato, desvió la mirada y vio su café, movió la taza revolviéndolo.
-Claro que puedes hacerla sin mí, Harry –dijo Hermione- yo soy feliz con Draco y mi hijo y sabes que en tu honor le puse tu nombre. Porque eres mi mejor amigo, el que siempre ha estado ahí.
-¡Quiero ser más que eso! –Harry le dio un golpe fuerte y seco a la mesa.
-Pero yo no quiero que seas más que eso –dijo aun moviendo se taza circularmente- sabes que puedes ser feliz con Alexia, pero no quieres, ese es tu problema y si es necesario dejar de vernos, lo haré.
-No quiero dejar de verte –dijo Harry impaciente.
-Pues no me obligues a ello –dijo poniéndose de pie-. Quiero que lo pienses un poco, -se acomodo la bolsa y tomo su chaqueta- te enviare una lechuza pronto y quiero una respuesta positiva ¿de acuerdo? Cuídate mucho.
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Después de eso, Harry no volvió a dirigirme la palabra. Jamás le conté a Malfoy ni a nadie lo que yo y Harry habíamos hablado pero sé que hice lo correcto. Pero... ¿por qué el tiempo siempre nos deja inconformes con esto? ¿Para que tanto sufrimiento si al final todos acabamos mal? Peleados o disgustados. Todavía en las noches cundo veo a mi hijo me pregunto si debió pasar todo esto para que al final quedase todo igual o peor... si valió la pena tantos malentendidos y todo eso, todavía en mi cabeza se formula esa pregunta: ¿Debió Pasar?
FIN
NOTAS DE LA AUTORA: Siempre quise terminarlo así, espero que les haya gustado, ya sé, ya sé, un final algo ilógico pero así lo tenía pensado... no... miento, en general, Harry iba a morir pero me dije que no, porque pues... Harry no, ¿entienden? Al final, la pareja más sexy siempre gana ¿verdad Malfoy? Pero bueno, espero muchos reviews y una buena aceptación a este final, mil gracias por leerlo y esperen otro fic que espero que pronto actualice, solo que no será un HP sino un SCC o CCS, no sé si entienden, pero bueno, gracias por todo y AiOs!
