Holas¡En cuanto lo escribí lo publiqué para darle más morbo al asunto¡¡Dejenme comentarios de este y el otro¡¡Por fa¡¡¡Ya saben que solo escribo por ustedes¡¡

Los quiero...y aquí este capítulo...

2. El caso



No podía ser verdad. Hermione Granger estaba entrando con un vestido rojo pegado al cuerpo,que le marcaban todos los encantos.

Sintió como la baba se le caía y como se excitaba. Era imposible controlarse con esa mujer.

- Van a tener que prohibir... - murmuró.

Al instante la chica se volvió, mirándo sus profundos ojos grises con una fulminante mirada.

- ¿Decías algo, Malfoy? - preguntó al mismo tiempo que arqueaba una ceja.

- No, Granger, no decía nada. - dijo, frío, aunque por dentro se estaba muriendo.

- Ah, creía haber oído algo.

Se volvió de nuevo dándole la espalda al Slitheryn que se levantó también y corrió al baño.

Hermione marcó un número de teléfono.

- ¿Hola? ¿Margaret? ¿Está Ginny?

- Sí, señorita Hermione, un momento.

Se revolvió el cabello.

- ¿Sí? - una voz serena le respondió a través del auricular.

- ¿Gin? Soy yo, ¿cómo estás?

- ¡Herm! ¡Qué alegría me da escucharte! Pues bien, tirando...

- ¿Qué tal con Kevin?

- Mal, rompimos.

- Lo siento mucho.

- No lo sientas, ya no había nada entre nosotros, ni siquiera buen sexo.

- ¡Gin! - rió Hermione.



Draco salió, poniéndose de nuevo bien la chaqueta y ajustándose la corbata. Exquisito y elegante, dos palabras que lo definían a la perfección. De repente oyó la risueña voz de Hermione Granger riendo.

Asomó la cabeza por el muro y la vió. Jugaba con el cable del teléfono. Tenía las piernas cruzadas y reía sin parar. Si hubiera podido le habría hecho el amor allí mismo, delante de la gente, le daba igual. El deseo que le inspiraba era tan grande que volvió corriendo al baño, de nuevo.



- ¿Y con mi hermano, qué tal?

- Mal, Ginny, mal.

- Ayer no fue a la cena.

- No podía. - suspiró.

- Hermione, ya sabes que tiene mucho trabajo.

- Siempre tiene trabajo, Gin.

- Pero él te quiere...

- Ya pero, ¿y yo? Necesito más..Ginny...más.

- Herm, no sé que más decirte....



Salió por fin del baño.

- Bueno Gin, guapísima, te dejo que tengo trabajo y eso, ¿vale?

- Un beso, Herm, a ver si nos vemos.

- Ok, un beso.

- Ciao.

- Bye.

Colgó el auricular y se puso de pie.

Draco no pudo dejar de fijarse en como le marcaba los muslos aquel vestido. Y aquellos pechos redonditos, le alteraban la respiración. Con aquellos labios carnosos y sensuales. Le enloquecía pensar como besaría. Y aquel trasero tan perfecto... Sus curvas lo mataban.

En el cruce entre las mesas se chocaron, rozándose ambos cuerpos. Hermione levantó los ojos y fulminó a Draco.

- Ten cuidado, Malfoy, en una de estas acabas en el suelo.

Si hubiera podido la habría cogido y allí mismo le habría besado, hecho el amor, lo que ella le hubiera ordenado.

- Draco.

Richard Smith, con su larga barba marrón y su espeso cabello negro, aquellas gafas redondas y su corbata roja que dejaba ver el gran barrigón que tenía lo llamó.

Canbió de dirección y entró en el despacho.

- Cierra la puerta, por favor. - le pidió el hombre.

Draco cerró la puerta, no sin antes fijarse en Hermione que sonreía mientras hablaba con Stella, su secretaria.

- Bien, bien...Malfoy, llevas dos años aquí.

- Sí, señor.

- Y en estos dos años siempre has tenido reportajes, como decirlo.... sencillos. O mejor dicho, una mierda de reportajes.

Draco rió con ganas.

- Bueno, ahora voy a darte un reportaje de verdad.

Al rubio se le iluminó el rostro.

- ¿Sobre qué?

- Sobre...-Smith sonrió con malicia. - sobre el caso Golden.

Draco se sujetó a la silla.

- E..l...caso...¿Golden?

- Exacto.

- Dios mío, ¡Smith eres el mejor! - dijo levantándose con alegría.

- Ey, espera un segundo.

- ¿Qué?

- Que no lo podrás hacer solo.

Draco arqueó una ceja.

- Ah, entonces, ¿alguien trabajará conmigo?

- Así es.

- ¿Quién?

- Hermione Granger.

Se quedó petrificado.

- Granger....

- Sí, ¿algún problema?

Draco miró hacia atrás de nuevo, Hermione estaba frente a la pantalla del ordenador con el gesto pensante. En un segundo, su mirada gris se cruzó con la oscuridad de los ojos marrones de la chica.

- Ninguno, Smith, ninguno.

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Ey¡¡¡¡¡¡Qué opinan? Ya les contaré más sobre el caso Golden, que se las trae. Así que Drakito y Herm tendrán que estar juntos....ejem, ejem....:D se pone interesante? No saben lo que les espera¡¡

Jeje, qué gracia lo de Ginny y Herm.... Bueno, 1 besiko para tod@s¡¡¡

Lira Garbo