No es historia de amor
Perdonad mi retraso...He estado muy liada¡¡ Qué es Navidad¡¡jeje, besitos y espero que disfrutéis con el capitulo¡¡
Dark bad girl: Jajajaja, no sabes cuánto me reí con tu review, muchas muchas gracias ;) ¿Loka tu? Ya somos dos pues, me acabo de meter en un lío con este fic, jejeje.
Sobre el caso Golden. Todos los detalles no están dados pero...te aseguro que será interesantre, el reportaje y la situación. Draco y Herm perdidos en Nueva Zelanda,mmmm....
¿Qué siente Hermione por Draco? Ella misma lo demostrara.
¿Te gustaron las escenas? No sabes lo que me costó hacerlas..¿Divino? Me sonrojas¡¡¡ Jeje, sí, Draco.....muy promiscuo, Dios que hombre¡ XD La cuidará????Veremos a ver cómo la cuida y qué hace¡ Bueno, gracias por tus ánimos, espero que el capítulo te guste.
Un besazo
Anne M.Riddle: Gracias por tu review :) Pues sí, Ron le hace daño a Hermione con eso. Ella está enamorándose, está enamorada de él y Ron...Sobre Draco, está realmente furioso y pasa lo que pasa...Ey, Pansy por una vez hace algo inteligente¡¡¡ jajajaj Gracias, espero que este capi te guste. 1 besazo¡
Malu Snape Rickman: Hola¡¡Me alegro de que te guste, el título, la pareja y la historia! Corro tanto como puedo, te lo aseguro. ¿Talento? ¿Un gran talento? :# .....Si tu lo dices, gracias. :D Gracias por tu review, espero que el capi te guste. 1 beso¡
Rika Himura Hiwatari: Hola¡Gracias, ¿odias Ron/Herm? Jo, a mí es mi segunda pareja preferida, después de Draco y Herm ;) No sé, yo no elijo la pareja, sino Herm :P Jajajajja, ¿Cabeza de zanahoria? jajjajajaja 1 besazo y gracias por el review¡
Jenny/Jade: Jeje, Nueva Zelanda. Justamente se me ocurrió por lo del señor de los anillos, jejeje ;) A ver, Ron no presenta a Hermione como su novia por un poco de miedo. Él no se ve con la carga de tener novia, así de simple y no quiere que sus compañeros se enteren. Por eso, la reacción de Herm es muy compresible. ¿Zack "Saved by the bell"???? No, no va por ahí. Zak Morris salió de mi imaginación y la de Final Fantasy 7, jejeje. :D Gracias por tus ánimos y tu review¡1 besazo¡
Malfoy-Obsession: hola¡ me alegro de que te guste ;) Bueno, lo explico otra vez, a ver si todas se enteran. ;) Ron tiene miedo de tener un compromiso con alguien. Cree que si él y Herm se hacen novios perderá su "libertad" y estará atado a ello. Además, Zack y él son unos juerguistas y Ron no quiere que su amigo piense que lo "atraparon". jeje, ;) gracias por tu review¡1 beso¡
¡GRACIAS A TODAS! ¡FELIZ NAVIDAD
Y aquí..............
5. La llegada
La observó. Ella tenía cerrados los ojos, Draco creía que estaba dormida aunque tan solo pensaba. Parecía tan tranquila y serena...cómo si nada pudiera turbar su paz.
Siguió mirándola con anhelo. Suspirando él con cada respiración suya. Deseando cada centímetro de su ser con ansia y desespero.
Las palabras de Ron resonaban en su cabeza como un eco perpetuo en la cueva de su mente.
¿Una gran amiga? Sintió una punzada en su corazón. ¿Así la veía? Como una gran amiga. Una amiga de siempre, una amiga para lo bueno y lo malo, a la que él siempre recurría cuando la necesitaba...
¿Y ella qué? ¿Dónde quedaban sus sentimientos? ¿Dónde quedaba su vida? No estaba dispuesta a que pasase así el tiempo. Ella se merecía mucho y él no le ofrecía nada. Pero, sin embargo, al recordarle, su cuerpo se estremecía.
El avión dio un raro bote que sacó a la morena de su ensimismación. Abrió los ojos, algo asustada y miró al lado contrario en el que se encontraba ladeada su cabeza.
Exsaló un pequeño grito de sorpresa al encontrarse con unos fríos ojos grises mirándola casi sin pestañear. Mantuvo la vista clavada en él, ya que Draco no daba muestras de retirar la mirada.
- ¿Eres muy descarado o es que acaso tengo monos en la cara? - le soltó Hermione.
Draco sonrió con malicia, mostrando sus blancos dientes con una mueca de ironía.
- Sólo me preguntaba cómo una persona puede ser tan horrorosa.
Hermione sonrió de la misma forma que Draco.
- Oh, Malfoy, tranquilo, eso me lo pregunto yo todos los días al verte. - se mordió el labio. - De todas formas, no podía serte muy horrible el paisaje que observabas pues no pestañeabas.
Antes de que Draco pudiera contestar, una azafata se aproximó a ellos.
- ¿Quieren algo los señores? - preguntó, cortésmente.
- Señorita, por favor. - dijo Hermione sin perder la sonrisa. - No, gracias.
- ¿Señor?
Draco gruñó a modo de respuesta. La chica asintió y se marchó. Cuando el reportero iba a responder a la chica, ella se había puesto los cascos para escuchar música y lo ignoraba. El rubio cerró el puño y se dijo a sí mismo que había perdido una batalla, pero la guerra acababa de comenzar.
"Aviso a todos los pasajeros, el vuelo destino al aeropuerto de Auckland aterrizará en menos de una hora. Por favor, le rogamos que no se agolpen en las puertas y vayan saliendo a medida que se lo indiquen las azafatas. Esperamos hayan disfrutado del vuelo."
Draco bufó.
- Un traslador hubiera sido mucho más rápido. - protestó.
Hermione le dio un codazo y miró a los lados.
- Malfoy, sé que eres estúpido pero, por si no lo recuerdas, te recuerdo que viajamos en un avión muggle.
El chico puso cara de asco y dirigió la vista a otro lado.
"No tiene remedio", suspiró Hermione. Enseguida dirigió la mirada a la ventanilla. Desde ahí pudo ver, en lo inmenso del oceáno un trozo pequeño de tierra.
A medida que avanzaban, Hermione se quedaba más atónita en su alucinación.
El amanecer brillante del sol naciente iluminaba el cielo. Auckland comenzaba a despertar. Los árboles enormes y espléndidos se alzaban con sus copas vistosas en la maravillosa naturaleza del paraje. Pudo observar bajo ella a las aves. El agitar de sus alas le recordó el tintineo de las campanas, la suavidad de la seda, la claridad de la mañana. Se sentía libre, presa del paraiso en el que se encontraba, al que se dirigía.
Sonrió al observar los colores majestuosos que Nueva Zelanda poseía. Soñó que surcaba todo aquello montada en una escoba, audaz como el viento.
La marcha del aeroplano aminoró. Volvió el rostro y esta vez, Malfoy miraba aburrido el techo en contraste con su vitalizante energía y felicidad.
Divisó los tejados de las casas como pequeños puntos rojizos. La gente parecía manchas borrosas en el terreno. Se sintió una mota de polvo en el universo.
Maravillada por lo que sus marrones ojos estaban viendo, siguió en aquel estado hasta el momento de bajar del avión.
Los motores se fueron sintiendo tenues, se colaba por las ventanillas el dulce aroma de lo vivo. Cuando las ruedas del avión tocaron tierra, Hermione pegó un pequeño brinco.
Malfoy la miró con desgana y le vio en el rostro aquella excitación que le hizo verla aún más hermosa. Sus ojos brillaban conquistando el interior del vehículo y enteramente a Draco Malfoy.
Le temblaban las piernas, sentía una respiración agitada dentro de su pecho, su corazón palpitando dentro de ella.
Se apresuró a bajar. Malfoy la cogió por el brazo.
- Tranquilidad, Granger, no hay prisa.
Ni siquiera él le podía amarga su felicidad así que esperó con paciencia a que la azafata los dejara pasar por las escalerillas del avión.
Hermione aspiró la brisa ligera de la nueva tierra que pisaba y nada más parpadear supo que Auckland se quedaría eternamente grabado en su mente y en ella como un tatuaje en la piel.
Bajaron de la escalera y, alzando la vista observaron a un hombre cerca de la barra de salida con una cartulina grande azul, escritas con grandes letras blancas: Hermione, El profeta.
La chica caminó rápida hasta donde se encontraba el hombre.
- ¿Señorita Hermione? - preguntó con voz extrañamente forzada.
- La misma. - dijo ella sonriendo, sin poder evitar mirar a su alrededor.
Malfoy se acercó mirando el cartel con rabia.
- ¿Por qué aparece sólo Granger en el cartel?
Al hombre se le iluminó el rostro con una sonrisa en la que, en las comisuras laterales de la boca, se abrieron dos pequeños hoyos.
- ¿Draco Malfoy? - preguntó a Hermione. La chica asintió con gesto de desespero. - ¡Lo sabía! Soy Jonatham Grinm aunque todos me dicen Johny.
Johny era un hombre de complexión fuerte, muy alto, a Hermione le recordó a Hagrid aunque, claro está, más bajo. Su sonrisa fácil y sincera, agradaba a cualquiera pues su franqueza era clara. Su cabello era rojo intenso, mucho más fuerte que el de los Weasley. Hermione sintió una punzada al recordar a Ron pero la desvió con rapidez.
Su barba roja era corta aunque espesa. Tenía unos pequeños ojillos oscuros pero tiernos.
Era fácil encariñarse de Johny Grinm pues era casi como un oso de peluche en grande.
- Grinm, en..... - farfulló Malfoy con gesto de pocos amigos.
Hermione le sonrió a Johny.
- Y bien, Johny, ¿a dónde nos llevas? - preguntó con emoción.
- El hotel está a unos 30 kilómetros de aquí. - cabiló el pelirrojo.
- ¡30 kilómetros! - masculló Malfoy con gestos de desespero.
Johny arqueó sus pobladas cejas rojas y miró a Hermione con el semblante calmado.
- Pero, señorita Hermione, tenemos un traslador. - susurró.
Hermione se desilusionó con la idea de llegar al hotel sin disfrutar del paisaje pero Malfoy, al contrario, dijo algo bueno en toda la mañana.
- ¡Bien! ¡Algo bien hecho!
Salieron del aeropuerto. Johny conversaba amigablemente con Hermione mientras Malfoy gruñía.
- Auckland es una gran ciudad, señorita Hermione. La ciudad de los veleros. - sonrió.
- ¿La ciudad de los veleros?
- Así es. Viene mucha gente de todo tipo de lugares para ver las competiciones o montar en un velero por aquí.
- Pero nosotros no hemos venido a divertirnos, Grinm, sino a trabajar. - protestó Malfoy.
El fortachón se giró hacia él.
- Pero, señor Malfoy, pueden compartir ambas cosas, ocio y trabajo.
Siguió contandole a Hermione las curiosidades de Auckland, aquella ciudad maravillosa de Nueva Zelanda. Le informó de que no tendría problemas con el idioma pues se hablaba inglés en todos lados. A Hermione le emocionó la idea de visitar el Museo de Auckland del que Johny le habló. Eran tantas cosas nuevas que bloqueaba su mente hasta tal punto que olvidaba todo y sólo había cávida para ellas.
De repente, Johny se metió por un estrecho callejón y les indicó que lo siguieran. Malfoy frunció el ceño.
El pelirrojo se paró en unas cajas de cartón que había apiladas en el final del callejón y, de entre ellas sacó un viejo y desgreñado paragüas violeta. Era su traslador.
^^^^^^^*****^^^^^^****^^^^^^^^*****^^^^^^****^^^^^^******
Sus marrones iris daban vueltas y vueltas alrededor del edificio. Miró a Draco, a su lado, pérdido en sus pensamientos, mirando al cielo.
- Johny.... -murmuró Hermione.
- Esto no es el hotel New Zeland, Grinm. - dijo Malfoy.
Johny negó con la cabeza.
- No, señorita Hermione, señor Malfoy, esto es la casa que se reservó para ustedes.
Los dos reporteros se miraron.
- ¿La casa? - preguntaron al mismo tiempo.
- Así es. Yo y Mayra nos hospedaremos con ustedes.
Antes de que pudieran preguntar nada más, Johny se adelantó unos pasos por la senda blanca que había entre el jardín de la casa. Tocó la puerta. Draco y Hermione lo siguieron.
De repente, la puerta se abrió.
- ¡Mayra! - sonrió Johny. - Estos son Hermione Granger y Draco Malfoy, los reporteros del profeta.
La chica sonrió.
- Bienvenidos a Auckland. - dijo con un carasterístico acento.
Mayra tenía el cabello largo, largísimo. Su melena negra se enredaba por su espalda, cayéndole hasta las caderas, en suaves ondas. Su pelo era espeso a la vez que fuerte y brillante. En su moreno rostro resplandecían como dos gotas de lluvía sus finos ojos turquesas. Tenía pecas por toda la cara y unas mejillas sonrosadas y rechonchas. Tenía la serenidad de alguien maduro y sensato pero, tan sólo tenía dieciocho años.
- Por favor, pasen. - dijo con un gesto.
Sus modales atentos le indicaron a Hermione cuál debía ser su trabajo, doncella.
Vestía con un raro atuendo a sus ojos, a ojos de ingleses pero, muy normales en Nueva Zelanda. Llevaba una camisa blanca que se inflaba pues tenía dos grandes aperturas en los lados laterales donde colgaba otra tela celeste que caía como un delantal. En su cintura llevaba una falda larga, marrón clara. Y, en los pies tenía unas raras sandalias atadas a los tobillos con cuerdas.
A Hermione, Mayra le cayó bien desde el primer momento.
Malfoy pasó arrogante primero que nadie. Se paró en el rellano y observó la gran habitación que se abría ante él.
Las paredes estaban decoradas con cuadros muggles que representaban tranquilos paisajes con mares y océanos, pequeñas islas y palmeras. Los sofás bordeaban una pequeña mesa de cristal que en el centro tenía un jarrón con flores. Una gran escalera de caracol se hacia eco en uno de los laterales. Las losas y paredes eran blancas y todo parecía que relucía como el oro.
- Sentémonos. - dijo Johny, yendo ya hacia el sofá.
- ¿Quieren una taza de té? - les ofreció Mayra.
Malfoy ni se inmutó y rechazó el ofrecimiento con un gesto brusco.
- Mayra, - dijo Hermione, suavizando la voz y sonriendo. - me encantaría un té de Auckland caliente y humeante.
Los ojos de la doncella brillaron echando chispas y asintió.
- En un segundo lo tendrá. - dijo aventurándose a la cocina.
- ¿A cuánto está la casa del señor Golden? - preguntó Malfoy a Johny.
- Pues, a unos cuarenta minutos de aquí. En realidad, él vive en Waiheke, una isla cercana.
- ¿Cuándo lo visitaremos?
- Pues me temo que no podrá ser ni hoy ni mañana, pues el señor Golden recibió la visita de su hijo hace unos días y no le hará ninguna gracia que le interrumpan su estancia. Así que, quizá pasado mañana...o quizá la semana que viene.
Mientras Malfoy protestaba, Hermione sonreía de pura satisfacción. Se asomó a la ventana que había en la sala principal y vio la calle, la gente paseaba, algunos con atuendos muggles y otros con vestidos parecidos a los de Mayra. No se divisaba ni un gesto de magia por ninguna parte. Suspiró aliviada.
********************************************************************
¿Corto? Bueno, así tendrán de qué habar y dejarme review...jejejej Espero que les haya gustado.
Preguntaas.....
¿Qué les pareció Mayra? ¿Les gustó? Mayra está inspirada en una amiga que estoy conociendo mucho este año y me parecen idénticas, no tanto en aspecto fisico sino en carácter y forma de ser. :D ¿Y Johny?
¿No ven a Draco muy borde? Mmm...por qué será? No le agrada la idea de estar con Hermione solo en Auckland?
Bueno, quiero que sepan que toda la información sobre Nueva Zelanda, Auckland, Waiheke y demás es totalmente CIERTA¡ Que me lo he currado bien para que todo sea verdadero aunque...claro, mi perversa mente también tiende a imaginar cosas...ejejjeje ;) bueno, que sepan que las quiero mucho y que solo escribo por ustedes¡así que dejenme un review que me hacen feliz¡¡ Jejeje
Intentaré escribir pronto el 6 capítulo....todavía sin nombre, jejeje ;) Sólo les adelanto un presente movido para Draco y Herm...
Las quiere
Lira Garbo
Perdonad mi retraso...He estado muy liada¡¡ Qué es Navidad¡¡jeje, besitos y espero que disfrutéis con el capitulo¡¡
Dark bad girl: Jajajaja, no sabes cuánto me reí con tu review, muchas muchas gracias ;) ¿Loka tu? Ya somos dos pues, me acabo de meter en un lío con este fic, jejeje.
Sobre el caso Golden. Todos los detalles no están dados pero...te aseguro que será interesantre, el reportaje y la situación. Draco y Herm perdidos en Nueva Zelanda,mmmm....
¿Qué siente Hermione por Draco? Ella misma lo demostrara.
¿Te gustaron las escenas? No sabes lo que me costó hacerlas..¿Divino? Me sonrojas¡¡¡ Jeje, sí, Draco.....muy promiscuo, Dios que hombre¡ XD La cuidará????Veremos a ver cómo la cuida y qué hace¡ Bueno, gracias por tus ánimos, espero que el capítulo te guste.
Un besazo
Anne M.Riddle: Gracias por tu review :) Pues sí, Ron le hace daño a Hermione con eso. Ella está enamorándose, está enamorada de él y Ron...Sobre Draco, está realmente furioso y pasa lo que pasa...Ey, Pansy por una vez hace algo inteligente¡¡¡ jajajaj Gracias, espero que este capi te guste. 1 besazo¡
Malu Snape Rickman: Hola¡¡Me alegro de que te guste, el título, la pareja y la historia! Corro tanto como puedo, te lo aseguro. ¿Talento? ¿Un gran talento? :# .....Si tu lo dices, gracias. :D Gracias por tu review, espero que el capi te guste. 1 beso¡
Rika Himura Hiwatari: Hola¡Gracias, ¿odias Ron/Herm? Jo, a mí es mi segunda pareja preferida, después de Draco y Herm ;) No sé, yo no elijo la pareja, sino Herm :P Jajajajja, ¿Cabeza de zanahoria? jajjajajaja 1 besazo y gracias por el review¡
Jenny/Jade: Jeje, Nueva Zelanda. Justamente se me ocurrió por lo del señor de los anillos, jejeje ;) A ver, Ron no presenta a Hermione como su novia por un poco de miedo. Él no se ve con la carga de tener novia, así de simple y no quiere que sus compañeros se enteren. Por eso, la reacción de Herm es muy compresible. ¿Zack "Saved by the bell"???? No, no va por ahí. Zak Morris salió de mi imaginación y la de Final Fantasy 7, jejeje. :D Gracias por tus ánimos y tu review¡1 besazo¡
Malfoy-Obsession: hola¡ me alegro de que te guste ;) Bueno, lo explico otra vez, a ver si todas se enteran. ;) Ron tiene miedo de tener un compromiso con alguien. Cree que si él y Herm se hacen novios perderá su "libertad" y estará atado a ello. Además, Zack y él son unos juerguistas y Ron no quiere que su amigo piense que lo "atraparon". jeje, ;) gracias por tu review¡1 beso¡
¡GRACIAS A TODAS! ¡FELIZ NAVIDAD
Y aquí..............
5. La llegada
La observó. Ella tenía cerrados los ojos, Draco creía que estaba dormida aunque tan solo pensaba. Parecía tan tranquila y serena...cómo si nada pudiera turbar su paz.
Siguió mirándola con anhelo. Suspirando él con cada respiración suya. Deseando cada centímetro de su ser con ansia y desespero.
Las palabras de Ron resonaban en su cabeza como un eco perpetuo en la cueva de su mente.
¿Una gran amiga? Sintió una punzada en su corazón. ¿Así la veía? Como una gran amiga. Una amiga de siempre, una amiga para lo bueno y lo malo, a la que él siempre recurría cuando la necesitaba...
¿Y ella qué? ¿Dónde quedaban sus sentimientos? ¿Dónde quedaba su vida? No estaba dispuesta a que pasase así el tiempo. Ella se merecía mucho y él no le ofrecía nada. Pero, sin embargo, al recordarle, su cuerpo se estremecía.
El avión dio un raro bote que sacó a la morena de su ensimismación. Abrió los ojos, algo asustada y miró al lado contrario en el que se encontraba ladeada su cabeza.
Exsaló un pequeño grito de sorpresa al encontrarse con unos fríos ojos grises mirándola casi sin pestañear. Mantuvo la vista clavada en él, ya que Draco no daba muestras de retirar la mirada.
- ¿Eres muy descarado o es que acaso tengo monos en la cara? - le soltó Hermione.
Draco sonrió con malicia, mostrando sus blancos dientes con una mueca de ironía.
- Sólo me preguntaba cómo una persona puede ser tan horrorosa.
Hermione sonrió de la misma forma que Draco.
- Oh, Malfoy, tranquilo, eso me lo pregunto yo todos los días al verte. - se mordió el labio. - De todas formas, no podía serte muy horrible el paisaje que observabas pues no pestañeabas.
Antes de que Draco pudiera contestar, una azafata se aproximó a ellos.
- ¿Quieren algo los señores? - preguntó, cortésmente.
- Señorita, por favor. - dijo Hermione sin perder la sonrisa. - No, gracias.
- ¿Señor?
Draco gruñó a modo de respuesta. La chica asintió y se marchó. Cuando el reportero iba a responder a la chica, ella se había puesto los cascos para escuchar música y lo ignoraba. El rubio cerró el puño y se dijo a sí mismo que había perdido una batalla, pero la guerra acababa de comenzar.
"Aviso a todos los pasajeros, el vuelo destino al aeropuerto de Auckland aterrizará en menos de una hora. Por favor, le rogamos que no se agolpen en las puertas y vayan saliendo a medida que se lo indiquen las azafatas. Esperamos hayan disfrutado del vuelo."
Draco bufó.
- Un traslador hubiera sido mucho más rápido. - protestó.
Hermione le dio un codazo y miró a los lados.
- Malfoy, sé que eres estúpido pero, por si no lo recuerdas, te recuerdo que viajamos en un avión muggle.
El chico puso cara de asco y dirigió la vista a otro lado.
"No tiene remedio", suspiró Hermione. Enseguida dirigió la mirada a la ventanilla. Desde ahí pudo ver, en lo inmenso del oceáno un trozo pequeño de tierra.
A medida que avanzaban, Hermione se quedaba más atónita en su alucinación.
El amanecer brillante del sol naciente iluminaba el cielo. Auckland comenzaba a despertar. Los árboles enormes y espléndidos se alzaban con sus copas vistosas en la maravillosa naturaleza del paraje. Pudo observar bajo ella a las aves. El agitar de sus alas le recordó el tintineo de las campanas, la suavidad de la seda, la claridad de la mañana. Se sentía libre, presa del paraiso en el que se encontraba, al que se dirigía.
Sonrió al observar los colores majestuosos que Nueva Zelanda poseía. Soñó que surcaba todo aquello montada en una escoba, audaz como el viento.
La marcha del aeroplano aminoró. Volvió el rostro y esta vez, Malfoy miraba aburrido el techo en contraste con su vitalizante energía y felicidad.
Divisó los tejados de las casas como pequeños puntos rojizos. La gente parecía manchas borrosas en el terreno. Se sintió una mota de polvo en el universo.
Maravillada por lo que sus marrones ojos estaban viendo, siguió en aquel estado hasta el momento de bajar del avión.
Los motores se fueron sintiendo tenues, se colaba por las ventanillas el dulce aroma de lo vivo. Cuando las ruedas del avión tocaron tierra, Hermione pegó un pequeño brinco.
Malfoy la miró con desgana y le vio en el rostro aquella excitación que le hizo verla aún más hermosa. Sus ojos brillaban conquistando el interior del vehículo y enteramente a Draco Malfoy.
Le temblaban las piernas, sentía una respiración agitada dentro de su pecho, su corazón palpitando dentro de ella.
Se apresuró a bajar. Malfoy la cogió por el brazo.
- Tranquilidad, Granger, no hay prisa.
Ni siquiera él le podía amarga su felicidad así que esperó con paciencia a que la azafata los dejara pasar por las escalerillas del avión.
Hermione aspiró la brisa ligera de la nueva tierra que pisaba y nada más parpadear supo que Auckland se quedaría eternamente grabado en su mente y en ella como un tatuaje en la piel.
Bajaron de la escalera y, alzando la vista observaron a un hombre cerca de la barra de salida con una cartulina grande azul, escritas con grandes letras blancas: Hermione, El profeta.
La chica caminó rápida hasta donde se encontraba el hombre.
- ¿Señorita Hermione? - preguntó con voz extrañamente forzada.
- La misma. - dijo ella sonriendo, sin poder evitar mirar a su alrededor.
Malfoy se acercó mirando el cartel con rabia.
- ¿Por qué aparece sólo Granger en el cartel?
Al hombre se le iluminó el rostro con una sonrisa en la que, en las comisuras laterales de la boca, se abrieron dos pequeños hoyos.
- ¿Draco Malfoy? - preguntó a Hermione. La chica asintió con gesto de desespero. - ¡Lo sabía! Soy Jonatham Grinm aunque todos me dicen Johny.
Johny era un hombre de complexión fuerte, muy alto, a Hermione le recordó a Hagrid aunque, claro está, más bajo. Su sonrisa fácil y sincera, agradaba a cualquiera pues su franqueza era clara. Su cabello era rojo intenso, mucho más fuerte que el de los Weasley. Hermione sintió una punzada al recordar a Ron pero la desvió con rapidez.
Su barba roja era corta aunque espesa. Tenía unos pequeños ojillos oscuros pero tiernos.
Era fácil encariñarse de Johny Grinm pues era casi como un oso de peluche en grande.
- Grinm, en..... - farfulló Malfoy con gesto de pocos amigos.
Hermione le sonrió a Johny.
- Y bien, Johny, ¿a dónde nos llevas? - preguntó con emoción.
- El hotel está a unos 30 kilómetros de aquí. - cabiló el pelirrojo.
- ¡30 kilómetros! - masculló Malfoy con gestos de desespero.
Johny arqueó sus pobladas cejas rojas y miró a Hermione con el semblante calmado.
- Pero, señorita Hermione, tenemos un traslador. - susurró.
Hermione se desilusionó con la idea de llegar al hotel sin disfrutar del paisaje pero Malfoy, al contrario, dijo algo bueno en toda la mañana.
- ¡Bien! ¡Algo bien hecho!
Salieron del aeropuerto. Johny conversaba amigablemente con Hermione mientras Malfoy gruñía.
- Auckland es una gran ciudad, señorita Hermione. La ciudad de los veleros. - sonrió.
- ¿La ciudad de los veleros?
- Así es. Viene mucha gente de todo tipo de lugares para ver las competiciones o montar en un velero por aquí.
- Pero nosotros no hemos venido a divertirnos, Grinm, sino a trabajar. - protestó Malfoy.
El fortachón se giró hacia él.
- Pero, señor Malfoy, pueden compartir ambas cosas, ocio y trabajo.
Siguió contandole a Hermione las curiosidades de Auckland, aquella ciudad maravillosa de Nueva Zelanda. Le informó de que no tendría problemas con el idioma pues se hablaba inglés en todos lados. A Hermione le emocionó la idea de visitar el Museo de Auckland del que Johny le habló. Eran tantas cosas nuevas que bloqueaba su mente hasta tal punto que olvidaba todo y sólo había cávida para ellas.
De repente, Johny se metió por un estrecho callejón y les indicó que lo siguieran. Malfoy frunció el ceño.
El pelirrojo se paró en unas cajas de cartón que había apiladas en el final del callejón y, de entre ellas sacó un viejo y desgreñado paragüas violeta. Era su traslador.
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Sus marrones iris daban vueltas y vueltas alrededor del edificio. Miró a Draco, a su lado, pérdido en sus pensamientos, mirando al cielo.
- Johny.... -murmuró Hermione.
- Esto no es el hotel New Zeland, Grinm. - dijo Malfoy.
Johny negó con la cabeza.
- No, señorita Hermione, señor Malfoy, esto es la casa que se reservó para ustedes.
Los dos reporteros se miraron.
- ¿La casa? - preguntaron al mismo tiempo.
- Así es. Yo y Mayra nos hospedaremos con ustedes.
Antes de que pudieran preguntar nada más, Johny se adelantó unos pasos por la senda blanca que había entre el jardín de la casa. Tocó la puerta. Draco y Hermione lo siguieron.
De repente, la puerta se abrió.
- ¡Mayra! - sonrió Johny. - Estos son Hermione Granger y Draco Malfoy, los reporteros del profeta.
La chica sonrió.
- Bienvenidos a Auckland. - dijo con un carasterístico acento.
Mayra tenía el cabello largo, largísimo. Su melena negra se enredaba por su espalda, cayéndole hasta las caderas, en suaves ondas. Su pelo era espeso a la vez que fuerte y brillante. En su moreno rostro resplandecían como dos gotas de lluvía sus finos ojos turquesas. Tenía pecas por toda la cara y unas mejillas sonrosadas y rechonchas. Tenía la serenidad de alguien maduro y sensato pero, tan sólo tenía dieciocho años.
- Por favor, pasen. - dijo con un gesto.
Sus modales atentos le indicaron a Hermione cuál debía ser su trabajo, doncella.
Vestía con un raro atuendo a sus ojos, a ojos de ingleses pero, muy normales en Nueva Zelanda. Llevaba una camisa blanca que se inflaba pues tenía dos grandes aperturas en los lados laterales donde colgaba otra tela celeste que caía como un delantal. En su cintura llevaba una falda larga, marrón clara. Y, en los pies tenía unas raras sandalias atadas a los tobillos con cuerdas.
A Hermione, Mayra le cayó bien desde el primer momento.
Malfoy pasó arrogante primero que nadie. Se paró en el rellano y observó la gran habitación que se abría ante él.
Las paredes estaban decoradas con cuadros muggles que representaban tranquilos paisajes con mares y océanos, pequeñas islas y palmeras. Los sofás bordeaban una pequeña mesa de cristal que en el centro tenía un jarrón con flores. Una gran escalera de caracol se hacia eco en uno de los laterales. Las losas y paredes eran blancas y todo parecía que relucía como el oro.
- Sentémonos. - dijo Johny, yendo ya hacia el sofá.
- ¿Quieren una taza de té? - les ofreció Mayra.
Malfoy ni se inmutó y rechazó el ofrecimiento con un gesto brusco.
- Mayra, - dijo Hermione, suavizando la voz y sonriendo. - me encantaría un té de Auckland caliente y humeante.
Los ojos de la doncella brillaron echando chispas y asintió.
- En un segundo lo tendrá. - dijo aventurándose a la cocina.
- ¿A cuánto está la casa del señor Golden? - preguntó Malfoy a Johny.
- Pues, a unos cuarenta minutos de aquí. En realidad, él vive en Waiheke, una isla cercana.
- ¿Cuándo lo visitaremos?
- Pues me temo que no podrá ser ni hoy ni mañana, pues el señor Golden recibió la visita de su hijo hace unos días y no le hará ninguna gracia que le interrumpan su estancia. Así que, quizá pasado mañana...o quizá la semana que viene.
Mientras Malfoy protestaba, Hermione sonreía de pura satisfacción. Se asomó a la ventana que había en la sala principal y vio la calle, la gente paseaba, algunos con atuendos muggles y otros con vestidos parecidos a los de Mayra. No se divisaba ni un gesto de magia por ninguna parte. Suspiró aliviada.
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¿Corto? Bueno, así tendrán de qué habar y dejarme review...jejejej Espero que les haya gustado.
Preguntaas.....
¿Qué les pareció Mayra? ¿Les gustó? Mayra está inspirada en una amiga que estoy conociendo mucho este año y me parecen idénticas, no tanto en aspecto fisico sino en carácter y forma de ser. :D ¿Y Johny?
¿No ven a Draco muy borde? Mmm...por qué será? No le agrada la idea de estar con Hermione solo en Auckland?
Bueno, quiero que sepan que toda la información sobre Nueva Zelanda, Auckland, Waiheke y demás es totalmente CIERTA¡ Que me lo he currado bien para que todo sea verdadero aunque...claro, mi perversa mente también tiende a imaginar cosas...ejejjeje ;) bueno, que sepan que las quiero mucho y que solo escribo por ustedes¡así que dejenme un review que me hacen feliz¡¡ Jejeje
Intentaré escribir pronto el 6 capítulo....todavía sin nombre, jejeje ;) Sólo les adelanto un presente movido para Draco y Herm...
Las quiere
Lira Garbo
