No es historia de amor

Afrodita: ¡Guapa! ¿Qué tal? Jeje, como que se casan, así de simple :P Po zi, po zi. ;) Ay, ay, sí, ta' todo mu reliado, lo sé pero...no me echen las culpas, jeje, fueron ellos :P No yo..:) Bueno 1 besazo¡ Pd. No creo que te aclare mucho más los próximos capis...jejeje Es que sino pierde el encanto XD

Floriana-17: Hola¡¡¡¡Jo :( sé que es triste pero yo quería que cambiara el rumbo de la historia. :D Cada vez mejor, dirás cada vez más difícil de escribir :P jeje. Jejeje, la verdad es que mucha gente me amenaza de muerte XD jajaja pues..el tiempo dirá si lo quiere tanto o no..Pues sí, yo no habría aceptado tan deprisa porque han pasado demasiadas cosas.....pero....ella sabe lo que hace (o no?) jejeje Gracias por el review guapísima, muchos besos¡

SpyProngs19: ¡Mi niña qué lindo! Jeje, sí, yo creo que tod@s tenemos un día como el de Hermione en que todas nuestras presiones estallan y pasa lo que pasa, nos da la furia de romperlo todo. :D Jejeje, ¿sospechas? ¿De quién? Ay, gracias preciosa, me sacas los colores :# jeje muchas gracias. Sí...herm no tiene corazón, anda que hacer al pobre Draco de esa manera pero, pensemos por un momento que él también la hizo sufrir a ella. Bueno, muchísimas gracias por los halagos, jeje ;) Un besazo¡

Nicol-Aru: Hola amiga¡¡¡Mmm..una teoría...ya lo verás en el fic. Hermoso, fue muy hermoso. ;) Gracias cielo¡jeje, muchas gracias y miles de besos¡

Shocase/ shiokaze: Hola¡¡¡¡Jejeje, muchas gracias¡Un placer conocerte ;) Jeje, Draco es..todo y más, jajaja, no hay palabras, tú lo has dicho. Hermione, en una palabra: loca. Anda, anda...que esta chica no tiene remedio. jeje, ya se verá..ya se verá. Muchas gracias Un beso¡

Jenny/Jade: Hola amiga¡¡¡jeje, pues sí. Ay, cuánto me alegro¡ :d Jajaja, :P Sí, me temo que sí :( Muchas lágrimas con estos dos. Gracias¡¡¡¡Muchas gracias¡¡¡ ¿Yo mala? ¡si soy un ángel! jeje, un besazo¡

Lonesome-hero:Hola cielo¡ (después de todo este tiempo) ¿Te gustó? Jeje, me alegro. ;) Jajajajajaja, ¡no! Jajaja, no, no creo que Iker me pida un autógrafo de rodillas...a no ser que yo me ponga a soñar...que ahí puede pasar de todo :P Espero verlo algún día :P Enga, muchos besazos¡

SpyProngs19: Hola amiga¡¡¡ ¿qué tal estás? Jeje, al fin llegó el review..:P :# jeje, gracias, muchísimas gracias preciosa¡ :( Pobre Draco, yo iría gustosa a consolarle..jejeje ;) Ojos azules..¿dos? Mm...¿cuántos ojos azules hay? :| jejeje La boda, pues una boda, con confeti, arroz y un cura que los casa :P jijiji Lira lo sabe (O no???:|) Pues sí, pobre. Cuando todo el stress se te acumula, en un día malo, estallas. Y suerte que estuvo Draco allí para apoyarla porque...ay mi Draco¡ (babas..jeje) *Gracias¡Yo siempre intento hacerlo rápido pero, bien ;) :P Jaja, seguro que tendrás tus sorpresillas¡ ;) Un besazo¡¡¡

Chikaturra: Hola¡ Jeje, sí, recuerdo los transportadores, pero Hermione menciona en el texto que deseaba ver Nueva Zelanda y no pasar por un transportador sobrio ;) Enga besos y gracias por el review¡

Dark Raxiel: Hoila¡¡¡¡ Me alegro de que te gustara¡ Me costó escribirlo :P Jeje, una bonita frase. ;) La tendré en cuenta, jeje. ya veo que estás tan estresada como Hermione, ¿cómo va tu vida de pinguino, o era serpiente? XD Pues no sé ni yo misma lo que va a ocurrir, todo va sobre la marcha. :D ¿Te alegré la semana?? Ay, me alegro muchísima¡ Asias guapísima¡¡ Jajajaja, pos sí, más arrugas, más vieja..:D Jajaja, un besito para mi paranoica preferida.

Afrodita: Hola amiga¡¡¡ Jeje, ¿sí? Ay a mi también...:P Gracias, muchas gracias. ¿Ron? No sé, ¿o sí? jejeje, no sé, no sé..ya se verá. :P Enga guapísima un besazo¡ ^Pd. Y escribe tú también que me tienes con ganas¡¡¡jeje

Anne M. Riddle: Hola¡¡¡ Jeje, me alegro de que ya no estés tan triste :) Jeje, sí, Hermione maneja a Draco como quiere pero..no te creas, Hermione también es humana (lo juro :P) Mm...muy convencida estás de eso. Sabes que soy la maestra en dar sorpresas, ¿cierto? jeje, bueno, muchas muchas gracias, no sabes cuánto me alegra que mis historias y escritos te gusten. Ok, ahora me doy una vuelta por allí, para ver tu fic, ¿ok? Enga, un besazo¡

J@ina:Hola linda!!!! ¿Qué tal? Jejejeje, Draco, Draco, Draco... Y Hermione. El centro de todo, ella. :) Bueno, nuestro adorado rubio se derrite por ella y se ha enamorado de verdad. Menudo juego sexual, tú lo has dicho. Mmm..de verdad que me alegro de que te guste :D Jajaja, pobrecito tu novio, tiene que estar muy enfadado :P jajaja ;) Ay, ay..¿Qué hará Hermione? Sí, parece entenderla muy bien pero date cuenta que ella lleva amando a Ron desde Hogwarts...y Draco hace poco era su mayor enemigo. No sé, ella decide, ¿o alguien más? Bueno, muchos besazos preciosa¡¡¡¡¡¡ Pd. El capi de Reverto Umquan me dejó con ganas, jajaja¡ Bye¡

Floriana-17: Hola¡¡¡ Jeje, qué tal? jeje,me alegro de que te guste y te emocione¡ :) eso me encanta¡ Ay, sí, yo soy ella y vamos, no dejo a Draco por nada pero, si ella dice que quiere a ron. jeje, ¿qué pasará, qué pasará? :P Bueno guapa, me alegro de que tengas ganas¡ Muchos muchos besos¡¡¡

15. Princesa

Abrió los ojos sintiéndolos pesados y doloridos. Estaba en plena oscuridad, arropada con unas cálidas sábanas. Respiró profundamente, rozándose los labios. Se llevo una mano a ellos y sonrió aún hecha un ovillo.

Escuchó unos suaves pasos que se dirigían a ella.

Una figura avanzó hacia la cama lentamente. El cabello rubio se le caía en el rostro dándole un toque sexy y a la vez tierno, ya que sus ojos grises la miraban como un enfermero vigilando a su paciente.

- Despertaste.

Hermione sonrió levemente.

Observó que Draco traía una bandeja con él.

- Esto es para ti. - dijo éste. - Lo he hecho yo.

- ¿Tu? - sonrió sin disimular su sorpresa. - ¿Desde cuando sabes cocinar?

- Pues... - caviló el rubio sentándose a los pies de la cama. - Cuando uno vive solo tiene que...saber. Sino no come.

Ambos rieron sin dejar de mirarse con ternura.

- A ver que lo pruebe.

Se enderezó un poco en la cama. Draco la ayudó colocándole unos cojines en la espalda.

Le puso la bandeja delante. En ella había un tazón humeante de sopa caliente.

- Mmm.... - gimió Hermione. - ¡Qué hambre!

- Sabía que tendrías...

Tomó una cucharada del caldo y cerrando los ojos lo saboreó en su boca, sintiendo el calor del líquido en su garganta.

Draco la observó mientras comía. Se sentía bien y mal. Feliz porque Hermione estuviera con él allí, muy feliz por ello. La veía en su cama, con su ropa, tan bella y tan hermosa, para él la mujer más linda del mundo; y oía a su corazón latiendo desmesurado loco de emoción. Sin embargo, sabía que en la mente de la chica había más de una cosa que él no quería que hubiese. ¿Por qué tenía que amar al idiota de Weasley? ¿Por qué tenía que sufrir de aquella manera sólo por el pelirrojo? Él nunca le haría daño. Prefería morir antes de verla sufrir.

- Riquísimo. - dijo Hermione cuando terminó. - Nunca lo habría pensado de ti, Draco.

- Ni yo. - rió Draco. - ¡Un Malfoy cocinando! Mi familia se estará removiendo en su tumba...

Hermione sonrió dulcemente.

- "Cocinar es para los criados", diría mi padre. "Eres una verguenza".

Draco bajó la cabeza y se sacudió el pelo con la mano.

- Eres un gran cocinero.

- ¿Sí? No creas. Con la varita todo es más fácil.

Hermione rió sonoramente mientras Draco sonreía.

- Ya decía yo. ¿Así que de método muggle...?

- Nada.

La chica volvió a reír y bebió un poco de agua.

- Gracias por todo, Draco.

- Ya sabes que vivo para servirte...

Y lo decía con todo su corazón. Todo lo que ella deseara para él era una orden, un reto que cumplir. Anhelaba que ella fuera feliz y estaba dispuesto a hacerlo todo para ello.

- Bueno, voy a llevar la bandeja. - dijo cogiéndola.

Se dio la vuelta en dirección a la cocina.

- Voy a quedarme a dormir.

Paró su camino y se volvió, mirándola. Hermione tenía clavados sus ojos marrones en su rostro.

- ¿Te parece bien? Si no quieres, me voy.

- Sabes que me encanta la idea.

- Lo sé, era sólo para estar completamente segura...Además... quería oírte decirlo. - dijo sacando la lengua.

Draco sonrió. Era imposible no enamorarse de ella.

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- Cuéntame cosas. - le pidió apoyándose en el muro.

- No sé...¿qué cosas?

- Cosas...de ti.

- Ya lo sabes todo.

- No, - rió. - no lo sé todo.

Draco caviló.

- Es que no sé...

- ¿Te hubiera gustado tener hermanos?

- Mucho, me hubiera encantado. - sonrió tristemente.

- En eso nos parecemos, Mafoy. Ambos somos hijos únicos.

- Pero tus padres te querían. Los mío no.

Hermione calló y le miró escuchando.

- Mis padres sólo me tuvieron para continuar con el apellido. Para que la sangre pura siguiera...creándose. Es curioso, ¿verdad? Mi padre me hubiera deshonrado si hubiera sabido todo esto. Si supiera cuánto te quiero. Aunque ya me odiaba.

- ¿Por qué te odiaba?

- Me odiaba porque...- la miró fijamente. - porque no quise hacerme mortifago. Porque no terminé "la unión". Me negué y, mi padre me dijo que era lo peor que había pasado en la familia.

- Lo siento mucho.

- Estaba acostumbrado. Crecí así. Bajo el duro honor de los Malfoy. Los hombres Malfoy no lloran, no se rinden, los hombres Malfoy son dueños de sí mismo y de los demás...Naces para gobernar y no te importará a quien debas pisotear.

Se había sorprendido muchas veces en su vida pero, en ese momento aún estaba lo más. Nadie habría creído tras haberse intentado matar en Hogwarts que aquel chico, su mayor rival, Draco Malfoy, aquel que la había llamado sangre sucia, aquel que había martirizado sus años escolares, aquel, le contara en ese instante su vida y le abriera su dolor.

Le miraba a los ojos y sentía dentro de ella una fuerte presión, como si quisiera volver a llorar de nuevo, como si quisiera que él la abrazara y la susurrase al oído que la amaba.

Parpadeó un par de veces y se quitó esos extraños pensamientos de su mente como si fuera malo, como si no debiera de pensarlo.

- No sé cómo explicarte, con palabras, lo que sentía. - decía Draco mirándola fijamante. - Me sentía solo, vacío, y a la vez tenía odio en el cuerpo. Odio, mucho odio.

- ¿A tu padre?

- A todo.

Draco cogió aire. Hermione se frotó con las manos los brazos y los cruzó.

- A mi familia, a mis propios amigos, a toda la gente, a todo...- cerró los ojos y los clavó de nuevo en los de Hermione. - A mí mismo.

- ¿Y qué ocurrió que te cambió tanto?

- No lo sé. Quizá fue la muerte de mi padre. - sonrió falsamente con una mueca - Su falsa muerte. Y después mi madre. Ella estaba obsesionada con él. Se lo perdonaba todo. Era su vida, y cuando él...- suspiró. - Ella murió. ¿Sabes? A pesar de todo, a pesar de que ella nunca me quiso, a pesar de que a veces olvidaba quien era..a pesar de éso, yo la quería. Era mi madre.

- Te entiendo.

Se acercó a Draco, que tenía ahora la vista perdida en el suelo y le cogió la mano. El rubio la miró. Hermione nadó en el mar de sus ojos, sonriéndole.

- Todo eso ya ha pasado.

- Pero no lo puedo olvidar, no del todo.

- Haz un esfuerzo. Ahora sólo piensa en... -caviló.

- ¿En ti? - preguntó Draco sonriendo ligeramente.

Hermione pestañeó y pasó su otra mano por el rubio cabello del ex Slytherin. Le sonrió, enredando aún más sus dedos en los mechones de pelo.

- Te he contado cosas que a nadie he contado. - le susurró Draco.

"Hubiera sido mejor no saberlas", pensó Hermione, "Porque ahora me siento especial". Se mordió el labio. "¿Por qué me pasa esto?"

- He hecho locuras contigo que jamás habría soñado hacer.

Hermione sonrió recordando aquella tarde hermosa perdidos en el bosque, en Auckland.

- Te he besado como a nadie.

Sus besos. Esos besos maravillosos que sólo él le sabía dar. Porque Ron la besaba con ternura, él besaba con una pasión desenfrenada, abrazándola con arrojo, haciendola estremecerse, faltándole el aliento.

- Y eres la única persona a la que le he dicho "Te quiero".

Paró de acariciarle el cabello y bajó la mirada a la lumbre de la chimenea. Draco respiraba tranquilamente.

Ahora para él era muy fácil decirle que la amaba. Las palabras le salían solas estando con ellas, como si un deseo ferviente de que sólo ella fuera la dueña de todo aquello, de todos sus sentimientos y emociones. Decir "Te quiero", con Hermione, era tan fácil que hubiera podido estar repitiéndolo una y otra vez sin cesar, sólo cuando ella lo pidiese.

Y era verdad, la amaba. Y no era suya. Y quizá nunca lo fuera. Y no podía hacer nada, porque ella no sentía lo mismo.

- Tengo ganas de hacerte el amor. - murmuró haciendo que Hermione se sobresaltara, pues estaba sumida en sus pensamientos.

Miró sus dos ojos marrones y sonrió tristemente, dándose cuenta de su grave error.

- Pero no puedo.

Cogió aire y se sintió de repente muy triste, con una pena enorme embargándole. La derrota de nuevo caía sobre él, era consistente, erraba una y otra vez en el mismo punto, en ella.

- Porque estás pensando en él.

Hermione le susurró su nombre al tiempo que le desviaba la mirada.

- Daría mi vida por escucharte sólo una vez decir...

La chica colocó un dedo sobre los labios del Slytherin y negó con la cabeza.

Draco seguía apoyado en la columna, al lado de la chimenea, Hermione se sentó a horcajadas sobre sus piernas aún sin quitar el dedo de su boca.

- Bésame. - le susurró mordiéndole el lóbulo de la oreja.

Draco la besó sintiéndola cerca en el beso, sintiéndola parte de él en esa pequeña unión. Hermione se retiró leves milímetros, pocos para no rozar sus labios mientras volvía a susurrar:

- Ahora estoy pensando en ti. - dijo sonriendo al tiempo que Draco volvía a besarla.

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Estaban desayunando alegremente en el salón. Parecían dos niños pequeños peleándose tontamente. Sus risas inundaban la estancia, y tenues rayos de sol comenzaban a verse tras de una nube grisácea que surcaba el cielo.

- Parece que no lloverá, ¿verdad? - preguntó Hermione mordiendo su tostada.

- No, lloverá, te lo puedo asegurar. - apuntó Draco. - Es el clima londinense, una trampa, diría yo. Sale el sol y luego viene la lluvia.

- Tonterías. No lloverá.

- Si no me vas a hacer caso, ¿para qué me preguntas? - preguntó Draco arqueando una ceja.

- Para confirmar la teoría de que siempre llevo razón. - le dijo sacando la lengua y riendo.

Estuvieron unos minutos en silencio mientras seguían desayunando.

- ¿Y qué más da el tiempo hoy? - preguntó Draco bebiendo su zumo.

- Voy a salir.

- ¿Dónde?

Hermione se aclaró la garganta.

- Voy a...a...a comprar...Voy a comprar el vestido de novia.

Draco paró de beber y tosió sonoramente. Hermione agachó la cabeza y se levantó, recogiendo las cosas y llevándolas a la cocina.

El rubio, cuando acabó de toser, cogió su varita y con un hechizo recogió la mesa, dirigiéndose a la cocina. La miró:

- A por el vestido.

No le respondió y comenzó a enjugar los platos.

- ¿Con quién vas?

- Con Ginny.

- Ah...

Colocó una mano en el poyete y se echó en él esperando a que Hermione terminara y se volviera.

Estaba perdiendo los nervios.

- ¡Finite lavernum! - exclamó Draco.

Los platos de repente se aclararon y se colocaron en el mueble.

Hermione se secó las manos con un trapo y se dio la vuelta, intentando salir de la cocina.

- Vas con Ginny a comprar el vestido que usarás en tu boda.

- Sí, a eso voy. - le respondió con frialdad.

- Tienes mucha prisa por comprarlo, veo.

- Sólo faltan dos semanas para que me caso, te recuerdo, Draco.

- Lo tengo muy presente.

Hermione salió de la cocina dirigiéndose a la habitación de Draco.

Comenzó a quitarse la ropa de Draco que llevaba puesta y se vistió con la suya.

El rubio llegó al cuarto y se quedó en la puerta.

- Dos semanas, uf, estarás emocionada.

- No sabes cuanto. - dijo Hermione mientras se sacaba el pelo que estaba en su camisa.

- ¿Y Weasley? ¿No va a estar presente en la elección?

- Da mala suerte, ¿no lo sabes? El novio no puede ver el traje antes de la ceremonia.

- Ui, que pena. - dijo con sarcasmo.

Hermione se intentó abrochar la blusa pero sus dedos resbalaban en los botones. Se abrochó los zapatos.

- ¿Y qué modelo escogeras? ¿Coqueto, sensual o hábito de monja?

- Supongo que existirá también el modelo normal.

Estaba furioso, tan furioso que podría haber tenido un ataque de ira, podría haber torturado a alguien allí mismo. Dentro de él la rabia se extendía a una velocidad trepidante.

Y ella le respondía con evasivas, con indiferencia. ¿Cómo podía ser así?

Se colocó frente a ella agarrándola por el brazo.

- ¿Cómo eres tan hipócrita?

Hermione le miró, clavándole sus pupilas y haciendo un mohín con los labios.

- No soy hipócrita, Draco.

- Estas en mi casa, te acabas de acostar conmigo y vas a comprar el vestido para casarte con otro, ¿te parece normal? - gritó.

- ¿Sabes cuál es la solución, no? No vendré más y así no tendré problemas de hipocresía o cargos de conciencia. - dijo soltándose con violencia.

- ¿Cómo eres así? ¿Cómo eres tan cruel?

Hermione suspiró terminándose de arreglar.

- No sé lo que entiendes por crueldad. Tú eras cruel.

- Te quiero, - dijo volviendo a ponerse frente a ella. - te amo, ¿no te das cuenta? Los celos van a matarme.

- ¿Y qué quieres que haga yo? ¿Qué quieres que haga?

- Quiero...

- No puedo hacer nada.

Se quedaron en silencio, mirándose.

- Ven después. - le pidió Draco.

- Yo...

- Ven.

Hermione asintió despacio.

- Perdóname. - dijo el rubio cogiéndole las manos.

Ella volvió a asentir con la cabeza.

- Es que...A veces no me controlo por más que lo intente.

- Ya.

Draco la besó suavemente.

- Tengo que irme. - dijo Hermione rápidamente. - No quiero que Ginny sospeche nada.

- Está bien.

Hermione fue hasta la sala donde yacían sus cosas y las recogió. Draco estaba apoyado en el marco de la puerta. Abrió la puerta.

La castaña atravesó el umbral cargada con las cosas y miró a Draco arqueando una ceja. Con una mano le acarició la mejilla y le dio un fugaz beso en los labios.

- Adiós. - murmuró caminando hacia delante con la cabeza gacha.

- Adiós. - dijo Draco cerrando la puerta y volviendo a quedarse solo, lidiando con su soledad.

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La pelirroja le tiró de la mano y señaló un lugar frente la calle.

- ¡Mira Herm! ¡Ahí está! ¡Es "Dress' love"! - sonrió eufórica.

Los ojos marrones de la castaña brillaron mirando el escaparate que tenía a solo unos metros de distancia.

- ¡Vamos! - dijo Ginny arrastrándola hacia allí.

Hermione fijó la mirada en el cristal. Destellos blancos se reflejaban en él, muchos maniquíes llevaban largos y hermosos trajes de novia.

De repente, una gota resbaló por su nariz y cayó en sus labios. La chica miró al cielo.

- Va a llover. - susurró pensando en las palabras de cierto rubio.

Cogió aire. La gran puerta automática de la tienda se abrió al notar la presencia de ambas mujeres. Sonrió tristemente:

- Es el clima londinense.

Un calor sofocante les dio la bienvenida a un enorme piso de baldosas grisáceas relucientes. A su alrededor la gente se dispersaba por todos lados.

Hermione distinguió a numerosas mujeres vestidas con un vestido en color beige con una plaquita plateada con su nombre.

Una mujer se les acercó muy sonriente. Llevaba un moño con el que sujetaba su ligero cabello rubio, sin ninguna duda, teñido; y sus dientes estaban perfectamente alineados y blancos.

- Bienvenidos a Dress' love. Si alguna de ustedes va a casarse, están en el lugar indicado.

Hermione y Ginny se miraron.

- Ella va a casarse con mi hermano. - le aclaró Ginny.

- ¡OOOH! ¡Estupendo!

La castaña se fijó en la plaquita de la mujer. "Rosamunde Fletch", decía.

- ¿Rosamunde? - preguntó notando lo mal que sonaba el nombre.

- ¡Sí! - sonrió ésta. - Pero puedes llamarme "Rosy".

La reportera del profeta suspiró y miró a su alrededor.

- Queremos un vestido.

- ¡Un vestido! - exclamó Rosy como si fuera la primera vez que se lo pidieran.

- Eso es.

- Mmm...

Rosy frunció el ceño, sus ojillos negros llenos de rimel se aplastaron en una mueca. Examinó a Hermione dando vueltas en torno a ella y suspiró con vehemencia.

- ¿Qué? - preguntó Ginny al ver a la mujer.

- Accio metro! - chilló Rosy sacando una varita de su vestido.

Acto seguido, en su mano derecha tenía una cinta métrica en color rosa fuccia con números amarillos.

- Noventa...sesenta y..sesenta y... - hizo una pausa. - ¡Medidas casi perfectas!

Hermione se sonrojó levemente.

- ¡No tendremos ningún problema contigo! Vamos, te enseñaré modelos.

- Creo que vamos a divertirnos mucho. - sonrió Ginny siguiendo a Rosy.

Hermione se encogió de hombros. A ella no le parecía tan divertido.

*_*_*_*

Rápido y blanco. Metidas entre telas y maniquíes, con fotografías por todos lados, que se movían y les murmuraban. Hermione estaba atacada de los nervios. Todos los trajes le parecían iguales, todos muy blancos, todos hermosos, sí, pero ninguno le acababa de gustar.

Se recorrieron todo Dress' love en busca del traje de novia y casi habían acabado cuando Ginny comenzó a tirarle de la manga a Hermione, gritándole emocionada:

- ¡Herm! ¡Herm! ¡Mira! - saltó señalándole un maniquí.

Sus ojos marrones divisaron un vestido realmente hermoso.

- ¡Es precioso! - chilló la Weasley.

- ¿Le gusta? - preguntó Rosy sonriendo, como siempre.

Hermione dudó. Volvió a mirarlo. Se imaginó en un altar caminando lentamente, con él puesto...

- Sí, ése es.

*_*_*_*

Rosy condujo a Ginny y a Hermione, a través de una puerta dorada, a una amplia sala vacía.

En ella había una plataforma redonda un poco más alta a distancia del suelo.

Justo enfrente había varios sillones rojos y una mesita con muchos cajones..

- Sientése. - le ofreció Rosy a Ginny.

La pelirroja se sentó en el sillón, acomodádose.

- ¿Quiere algo de beber, señorita Weasley? - le preguntó Rosy.

- Mmm...pues..un café, por favor. - pidió Ginny.

- Enseguida.

La rubia se acercó a la mesilla de los cajones.

Hermione observaba la habitación coloreada en azul pastel.

Iba a probarse su vestido de novia. El vestido con el que se casaría con él, con Ron.

- Señorita Granger, váyase desnudando. - dijo Rosy mientras abría un cajón y sacaba de él una cafetera plateada y una taza con su correspondiente plato.

Hermione se quitó despacio la ropa.

- ¡Gracias! - dijo Ginny.

- Si quiere lectura, solo tiene que abrir un cajón.

La dependienta guardó de nuevo la cafetera en la mesita y se dirigió a Hermione.

- Súbase, por favor.- le pidió.

Adelantó y pie, cogió aire y subió a la plataforma. Desde ella se observaban por unos cristales, el cielo nuboso del que caían finas gotas de lluvia. Se sentía muy sola allá arriba, a escasos centímetros de la tierra firme.

La pelirroja bebía su café y ahora se interesaba por una revista. Rosy estiraba mágicamente la tela en el aire y se disponía a envolverla en ella.

Su mente no estaba allí, en Dress' love, no, su mente volaba lejos, por el universo de pensamientos de su razón.

Su alma estaba triste, y aún no comprendía el por qué. Quizá fuera Ron. Él debería estar allí, con ella, apoyándola, ayudándola con todo, sin embargo, no era así. La única persona que la ayudaba diariamente era Ginny. Su amiga estaba en todo. Si había que comprar papel para las invitaciones, Ginny se encargaba. Si había que reservar un restaurante para el banquete, Ginny se recorría medio Londres en busca de opciones.

Su trabajo era cada vez más estresante. Siempre la necesitaban allí, incluso para tonterías mínimas, Hermione era necesaria. Su firma debía constar en todos los documentos como aprobación. A veces ni siquiera los leía, simplemente firmaba y se los entregaba a Stella.

"Relájate". Cerró los ojos, sintió como una suave seda envolvía su pecho y le hacía cosquillas al rozar su piel.

Inspiró profundamente y soltó el aire tranquilamente. Se sentía flotando. Incluso podía oír una lejana y pacífica música de piano. El sonido de las teclas sonando inundaba sus sentidos. Podía volar dejando la mente en blanco. No sentía nada, solo el piano, su dulce melodía...El piano, la paz...

Comenzó a inmiscuirse en su sueño de repente. Fue algo inesperado que nunca podía pensar que ocurriría. Entre las notas se mezcló un color negro. El negro llenaba ahora su vista, y, como llegado de la nada, algo centelleante en el fondo de la negrura le producía un escalofrío por todo su cuerpo.

¿Qué era aquella luz? ¿Qué podía brillar tanto? Parecía como si la cámara se fuera acercando lentamente. El rayo de luz relucía aún más y más, más cerca, más reluciente.

Y, de repente, el corazón comenzó a latirle muy rápido, y la música se hizo más fuerte, como si golpearan el teclado con fuerza, como si las cuerdas sonaran en su oído, como si el sonido se traspasara por su boca y se produciera un sollozo.

Brillaba y gritaba, y dolía mucho. Y cada vez más cerca y cada vez más borroso.

Era él. Sólo él hacía que se sintiera en el cielo y en el mismo infierno. Y el rayo se difundió poco a poco. El color ahora era intenso pero triste, eran unos ojos. Unos ojos inmensos e inmensamente grises.

- ¡Hermione!

Sintió que perdía el equilibrio. Que su cabeza no estaba en sí misma, que caía al vacío y nada la sujetaba.

- ¡Ey! ¡Qué te duermes!

Abrió los ojos. Dos pequeñas almendras negras la miraban alegres.

- Date la vuelta, por favor.

Se dio la vuelta. Su amiga la miraba con una sonrisa en el rostro.

- Dios mío, Herm, estás preciosa.

Rosy dio unos últimos retoques para que el vestido quedara perfecto.

La cola caía desordenada en el suelo y hacía alta y hermosa a Hermione.

- A ver ese pelo. - dijo Rosy alzando su varita y murmurando un hechizo.

Sus rizos castaños cayeron sobre sus hombros desnudos enredándose unos con otros.

- ¡Oh! ¡Magnífico! - chilló la rubia.

- De veras que te quedó bordado, Rosy.

Hermione estaba de espaldas a ellas y se volvió lentamente.

Ginny se había levantado y caminaba hacia Rosy. Ambas la observaban con el gesto embelesado.

- ¡Oh! - suspiraron las dos al unísono.

Rieron ante la cara confusa de Hermione.

- Bueno, la que se va a casar soy yo... - se quejó.

- ¡Claro!

Rosy alzó su varita y la dirigió a la pared desierta.

- ¡Parecies Miresj!

La bola mágica se estrelló en el azul pastel de la pared.

Un destello dorado se hizo alto en el aire y se desprendió lentamente el muro dejando paso a un enorme espejo.

Hermione abrió la boca muy sorprendida de su reflejo.

- ¡Nos lo llevamos! - gritó Ginny.

- Muy bien. - apuntó Rosy.

Las dos chicas comenzaron a hablar sobre el vestido mientras Hermione bajaba de la plataforma y se acercaba al espejo, viendo su rostro y su cuerpo dentro del vestido blanco.

Un fugaz destello de ella paseando con el vestido se hizo eco en su mente y sonrió levemente, sin saber muy bien por qué, emocionada y a la vez triste.

**********************************************************************

- ¿Te vas?

- Sí.

- Quédate a comer, luego vendrá Ron.

- No, no, es que...tengo trabajo y además,... llueve.

La pelirroja hizo una mueca y se encogió de hombros.

- En fin, como quieras.

Besó a su amiga en la mejilla.

- Ten cuidado, Herm, ¿vale?

- Sí, lo tendré.

Abrió la puerta del coche.

- Llevas el vestido de tu boda. - sacó la lengua. - Que no te olvide.

Hermione sonrió.

- No, te aseguro que no.

Cuando Ginny se fue, cogió la carretera que estaba totalmente vacía, la contraria a su casa.

Como siempre, había sitios delante del refinado edificio. "Cuida tu vestido", recordó las palabras de su amiga y no se atrevió a dejarlo en el coche, así que lo llevó con ella al piso.

Subió hasta el piso que ya conocía muy bien. Antes de poder hacer nada, la puerta se abrió sola.

- Hola. - saludó.

Un rostro pálido con dos hermosos y tristes ojos la observaban.

- Pasa.

- Gracias.

El calor de la casa de Draco, tan delicioso como siempre, la embriagó. El olor de madera de los muebles, el olor a cuero del chico, el perfume de hierba mojada y de fuego ardiendo. Todo era una mezcla única.

Se había quedado parada en la entrada, frotándose las manos.

- ¿Qué es eso?

- ¿El qué?

El rubio miraba con interés el plástico grande que llevaba en sus manos.

- Ah...esto... Nada.

Caminó hacia dentro, dejando a Draco aún frente a la puerta.

- Es el vestido, ¿verdad?

- Qué más da.

Siguió andando por el pasillo.

- Póntelo.

- ¿Qué?

Se volvió y le miró fijamente sin poder creerse lo que le pedía.

- Quiero verte con él.

Hermione tragó saliva y negó con la cabeza.

- ¿Por qué no?

- Porque... - ¿Por qué? - Porque es muy difícil después de quitar... - mintió.

- Luego te ayudo.

- Además, ¿y si se rompe?

- Existen hechizos.

- No..no..

- Póntelo. - Draco avanzó unos pasos rodeando a Hermione que lo miraba extrañada. - Te esperaré en el salón.

El ex Slytherin se adentró entre la negrura del pasillo y se perdió como una sombra.

Hermione suspiró. El corazón latía dentro de su pecho como una caja loca y le empezaban a doler las sienes. Ahora sentía un calor sofocante. Como si se ahogara, como si se quemara en las llamas del infierno, allí donde su diablo era Draco Malfoy y tenía los ojos grises, fríos como el hielo.

Sacó la suave tela sedosa, que se escurría entre sus dedos, del plástico que la envolvía.

Se maldijo por no haber tenido temple, pues ahora se veía obligada a vestirse de nuevo, con él...

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En sus ojos se veían las mismas llamas de la chimenea. Oía la lluvia cayendo desde fuera, caía con violencia. No había parado de llover en casi dos semanas. El profeta decía que pronto el tiempo cambiaría, que para principios de Mayo comenzaría a mejorar....

Contuvo la respiración, algo interrumpió en parte su visión proyectándole una mucho mayor, más hermosa, la cosa más hermosa que había visto nunca.

Parecía la misma luna bajada del cielo.

Parecía un ángel bajado del cielo.

Parecía el mismo cielo azul sólo para él.

- Estás...

Las palabras se le trababan en la lengua. Su pulso fluía velozmente y sus ojos volaban ávidos entre la tela blanca y su piel clara, sumergiéndose en sus ojos, deseando sus labios, amándola tanto que creía morir.

- Hermosa.

Hermione estaba casi estática, caminando al lado del fuego.

Las sombras se caían en el suelo sin poder atravesar el blanco puro de su vestido.

- Pareces una princesa.

La chica sonrió y sintió como se sonrojaba levemente.

Sintió una agradable sensación en la piel desnuda de sus hombros. Y la tela se adaptaba a la perfección a su cuerpo, torneando cada trozo de piel haciendo una figura casi celestial.

Se redondeaba en su cintura y caía en sus caderas, acariciando sus piernas y cayendo en una suave cola al suelo. Y todo blanco. En el centro de su pecho se abría una hermosa flor de tela blanca. Los pétalos se derramaban en el vestido y, en su cintura, un lazo unía la parte trasera subiéndola levemente y dándole un aspecto ilustre y con un toque mágico.

¿Por qué la miraba de esa manera? ¿Por qué solo él podía mirar así? Se sentía especial, nunca nadie la había mirado de esa manera. Como si fuera el único ser viviente en la tierra, con tanto...amor.

- Tengo que irme. - dijo Hermione rápidamente. - Ron...viene después...

Draco no pudo ni protestar. Nuevamente la tristeza se hacia eco en él.

Ese vestido, con el que ella parecía una princesa, ese vestido lo disfrutaría otro, no él. Él nuna disfrutaría de un vestido así, de verla llegar al altar, sonriéndole, de besarla y decirle, "Sí", de oír un "Te quiero" de sus labios...

Un nudo se le agolpó en la garganta pero, no hizo nada, ni siquiera lloró, tampoco hizo nada por detenerla.

"Ella no es tuya, Draco", se dijo.

- Adiós. - dijo Hermione al tiempo que volvía a la puerta de salida.

Se iba y siempre sería así. Era duro aceptarlo pero era la cruda realidad. Siempre vendría y se iría, así. Y nunca se quedaría porque no pertenecía allí.

Miró el cristal empapado de agua de lluvia y agachó la cabeza.

De repente, tocaron a la puerta. Se levantó súbitamente.

¿Sería ella? Corrió hacia allí y abrió con una sonrisa histérica. ¿Volvía a él?

Pero, chocó contra un duro bloque de hierro, rompiendo sus falsas ilusiones. No, no era ella.

Unos ojos azules brillaban llenos de una extraña luz malévola.

Draco tragó saliva y se estremeció.

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Hola¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Bueno, este ha salido más corto que los demás. Pero, es que estoy un poco liada con todo y no quería haceros esperar y...sino, os desvelaba esos ojos azules..

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Capítulo 16......

Uno más seis son siete :P (Fran Perea pasa por mi mente XD) Bueno, hablando en serio. Siete, ya os dije que era mi número preferido pero me temo mucho que el próximo capítulo va a ser muy muy muy muy muy triste. Os aseguro que será muy triste para todos y todo. No digo más sólo que....no toméis represalias :P

1. ¿Os gustó la escena del vestido? ¡No me copié de "Novia a la fuga"! No tiene nada que ver :P Qué conste. Lo que pasa es que era algo importante que Draco la viera vestida de novia. :D Y algo bonito, también.

2. Mmm...el título llevará Ojos azules por algún lado, jeje, pues esos ojos azules van ha... van a...Ahí queda.

3. Cada vez queda menos para que termine el fic y tengo nada más y nada menos que tres opciones para un nuevo fic¡¡¡ ME gustaría contar con vuestra opinión así que si tenéis interés mandadme un e-mail o agregadme al messenger (logarbo@hotmail.com) Y me ayudais a decidir ;)

4. Estoy abierta a sugerencias...como siempre ;)

5. ¡Gracias a tod@s por vuestros reviews e e-mails!

Os quiere muchísimo¡¡¡¡¡¡

Lira Garbo (Que ya mismo cumple años)

"Si amaste y no te amaron... Si fingieron quererte y te engañaron... No culpes al amor que así lo quiso.. Y piensa lo feliz que al mentir te hizo.."