Capitulo 2
Me senté a desayunar en la única mesa que había rodeada por los pocos profesores que les tocaba estar allí. Era Navidad, muy pocos alumnos en esas fechas se quedaban en Howgarts.
Me serví un café con leche y un croisant de chocolate, así como cada mañana.Sin percartar-me que Albus me estaba observando. Miré hacía él y me dijo:
-Es hoy verdad? Me preguntó casi en un susurró. -Si. Dije. -No tienes porque precuparte, todo saldrá bien, y dentro de poco podrás volver a reunite con nosotros de nuevo. Ya lo verás.
Con un tanto de descaró y con tristeza me diriji hacía él:
-Perdonemé por lo que le voy a decir.
-Pero no es usted quién se va, usted es de familia de magos y yo no. Allí donde vuelvo, no me quieren me harán la vida imposible es más esta vez no se si volveré y si vuelvo me arrebataran la poco esperanza que me queda.
Albus se levantó y se sentó a su lado:
-Pequeña, no me ofendes al decirme esto, al contrario me gusta saber lo que piensan los alumnos. Tienes razón por lo que dices pero piensa que allí no vas estar sola: esta el Benito, la Patri, el Manolo, el Víctor y el Alfred mejor grupo que ese dudó mucho que no lo encuentres.
Yo sonreí. -Ves no es tan malo. Ahora cuando acabes de desayunar, vienes a mí despacho donde te entragare todas tus pertenencias.
Me senté a desayunar en la única mesa que había rodeada por los pocos profesores que les tocaba estar allí. Era Navidad, muy pocos alumnos en esas fechas se quedaban en Howgarts.
Me serví un café con leche y un croisant de chocolate, así como cada mañana.Sin percartar-me que Albus me estaba observando. Miré hacía él y me dijo:
-Es hoy verdad? Me preguntó casi en un susurró. -Si. Dije. -No tienes porque precuparte, todo saldrá bien, y dentro de poco podrás volver a reunite con nosotros de nuevo. Ya lo verás.
Con un tanto de descaró y con tristeza me diriji hacía él:
-Perdonemé por lo que le voy a decir.
-Pero no es usted quién se va, usted es de familia de magos y yo no. Allí donde vuelvo, no me quieren me harán la vida imposible es más esta vez no se si volveré y si vuelvo me arrebataran la poco esperanza que me queda.
Albus se levantó y se sentó a su lado:
-Pequeña, no me ofendes al decirme esto, al contrario me gusta saber lo que piensan los alumnos. Tienes razón por lo que dices pero piensa que allí no vas estar sola: esta el Benito, la Patri, el Manolo, el Víctor y el Alfred mejor grupo que ese dudó mucho que no lo encuentres.
Yo sonreí. -Ves no es tan malo. Ahora cuando acabes de desayunar, vienes a mí despacho donde te entragare todas tus pertenencias.
