Bueno esteeeeee... antes me olvide de decirlo pero... mmm...
NADA DE ESTO ME PERTERNECE (quizá la trama ^-^)
Y pues ¿qué más? Ahhh si... esto contiene SPOILERS so...
Ahí les va...
********************************
Capítulo II: Presentaciones
Estaba asustado... no podía recordar bien... luces rojas, risas... ¿Por qué estaba allí?
¿Por qué no recordaba?
-Ey!, se está haciendo tarde... no creo que quieras dormir en el páramo, verdad?- La voz femenina lo sacó de sus cavilaciones
-No, no; pero...- no quería dejar ese lugar, algo en lo recóndito de su alma le susurraba que aún había esperanza, que sea lo que sea que había olvidado, merecía la pena intentar volver, intentar encontrarlo, pero... nada... no podía recordarlo
- - Otra vez me deja esperando... ¿es que quizá aún conserva el recuerdo?... no, no lo creo, nadie lo hace. Hay algo en él que me intriga, esos ojos... se parece tanto a... pero no, no es posible... ¡lo siento tanto mi amor! No he debido compararte... ¿es que acaso mi ojos están cansados ya de buscarte?... llamar y no encontrar respuesta... esperar y no ver resultados... pero estoy siendo ingrata, todo esto pasa para mejor, tú me lo dijiste y yo lo creo así...
-¿Ya terminaste de pensarlo? ¡Vamos! No dejaré que duermas en el descampado, no harás que pese en mi conciencia, ¡Vamos, levántate ya!- decía la joven mientras halaba de la muñeca de un sorprendido pero a la vez agradecido hombre, que respiraba ahora tranquilo ante la posibilidad de un albergue para descansar y una mano amiga que quizá lo ayudaría a recordar
...
-¿Falta mucho para llegar?
-¡Vamos! Debe ser ya la octava vez que preguntas; falta poco
-Es la octava vez que lo dices y sigo sin creerte, llevamos ya hora y media de camino y no veo luces de civilización cerca
-¿Qué tan exagerado puedes ser? A lo mucho llevaremos una hora... y si lo hacemos es debido a que ALGUIEN no se decidía a seguirme hasta que se hizo noche, pues bien ahora ¡aguanta! Tenemos que tener más cuidado para no tropezar, recuerda que hoy es luna nueva
-Bueno- decía algo abochornado, la verdad si era conciente del porque de su retraso -...pero apurémonos, no quiero llegar con el amanecer
-¡Pero si es tan hermoso! ¿sabes? No sería una mala idea- el hombre tembló ante este comentario, algo le decía que esa mujer era capaz de cumplir con sus palabras
-¡Estoy bromeando!- decía divertida de la expresión de miedo que había logrado arrancar de su compañero
-Si, ya lo sabía...- Se sentía tonto, pero al mismo tiempo una extraña felicidad lo invadía... podía permitirse ser tonto, quizá... también feliz
El hombre estaba sumido en estos pensamientos, cuando un hermoso paraje lo llevó a contemplar la realidad, una hermosa realidad...
Allí, a orillas del río, muy adentrado en el bosque, se encontraba esta hermosa visión, algo tan simple, pero al mismo tiempo cautivador... era la imagen de lo que él siempre pensó que llamaría... hogar
Iluminada en un claro, como si se encontrara bajo la misma luz de una estrella destinada nada más que a su protección se hallaba una construcción, de tan solo dos pisos, que contaba con un ático que no alcanzaría los dos metros de altura al techo que caía graciosamente en dos aguas y del cual salía una pequeña chimenea que asomaba tímidamente aún algún desecho de lo que en algún momento habría sido una orgullosa e inquietante hilera de humo... Sus paredes teñidas del color del atardecer en mezcla con el alba parecían haber visto tanto, pero se conservaban con la elegancia propia de la antigüedad, las separaciones de los pisos hechas con una madera más bien rústica, le recordaban a ciertas construcciones suecas en decidida confrontación con la arquitectura normanda de la época en que esta pertenecía a su país, y que debido a sus diversos viajes había logrado contemplar pero que a consecuencia de la necesidad de esconderse, no había podido apreciar con el detenimiento con el que le hubiera gustado... pequeñas ventanas en arco que invitaban a observar el interior, exaltando la imaginación del transeúnte... tan misteriosas... tan bellas; daba a la puerta un pequeño camino de carácter bipersonal, que terminaba por unirse a un pequeño puerto de maderos unidos que a su parecer, no ofrecían mucha seguridad, pero que resueltamente era usado, ya que en el extremo de este veía flotar a una hermosa góndola de color marfil algo gastado, pero gloriosa aún y que en su opinión se hallaba en perfectas condiciones... flotando como una ensoñación... pero lo que en definitiva le era más atractivo, era lo que oculto entre los bosques y la parte trasera de aquel lugar se hallaba, se le antojaba como un camino... un camino casi invisible... indefinible, pero que a la vista quizá de un hábil sabueso, no pasaría desapercibido... pero, también podía ser tan solo su imaginación, su falta de confianza, su necesidad de encontrar y hallar caminos que probablemente no existían, o no se mostrarían... divagaba...
-¿Te gustó?- murmuró la mujer a su oído, sacándolo rápidamente de sus pensamientos y otorgándole un suave tono de rubor en sus mejillas
Cuán grande era la capacidad de esta mujer para interrumpir sus pensamientos... y otra vez la duda... ¿Cómo es que puede?... trataba de convencerse... crear una realidad en donde le creía... en donde confiaba, porque no había de qué desconfiar
-No tienes porque temerme... no intento hacerte daño- mostraba una mirada sincera pero...
Duda, desconfianza, miedo...
-Nunca me respondiste...- silencio incómodo rodeando el ambiente, tono serio en su voz -¿Cómo es que sabes...? ¿Cómo...? ¿Cómo sabes lo que estoy pensando?
-No sé si saber es la palabra, creo que lo más adecuado sería decir que lo siento... creí que lo entendías...
-¿A qué te refieres con sentir?- Ya su rostro no ocultaba la duda
-Soy... bueno, soy lo que se conoce como... ¿Cuál es la palabra?- acercaba un dedo a su boca con aire dubitativo
- - nubla su pensamiento, espera ansioso la respuesta
Larga pausa, mirada escudriñadora, una voz suave rompe el silencio
-Empatía- ojos triunfales, alegres, la mujer creía haber resuelto sus dudas... pero...
-¿Empatía?- recordaba haber oído la palabra, pero nunca antes mencionada más que en un salón de clases
La reacción del hombre hizo caer sus esperanzas... creía que lo había explicado todo con esa simple palabra, ...
El rostro de extrema desilusión de la joven lo hizo reaccionar. Algo enfadado al entender qué cruzaba por su mente
-Sé de lo que se trata la empatía- dijo algo enojado -Pero lo que no entiendo es porque la llamas así... no había escuchado esas palabras más que de la profesora Alland en Defensa Contra las Artes Oscuras cuando cursaba la escuela... y lo hizo para señalar el nombre con el que se conocía a la oclumencia en tiempos pasados...
-¡¿ME ESTÁS LLAMANDO VIEJA?!!!- distintas tonalidades de rojo amenazaban con subir a su rostro -¡pues bien!! ¡¡mire usted SEÑOR!! ¡NADIE le ha dado el derecho de hablarme en ese tono! ¡Y pues si no mal recuerdo yo no le he concedido esas confianzas!!!-
Se volteó indignada en dirección a la casa, caminando mientras cruzaba los brazos en actitud infantil... Una sonora risa le hizo retroceder
Al principio anonadado, claramente había tocado una fibra sensible de su persona, no sabía que hacer, en el fondo pensaba si pasaría la noche en la intemperie después de todo... recordó su rostro, no pudo evitarlo, antes que pudiera darse cuenta y sin poder siquiera controlarlo, una carcajada salió de sus labios... una risa sincera, si bien llevaba algo de burla en ella... una risa contagiosa, que sonaba sin querer muy familiar, una risa peculiar, contenida... que luchaba por salir... una risa de la cual ya había olvidado el sonido... una risa que pronto se vio acompañada...
Volteó y lo observaba, no era su intención voltear, aún estaba furiosa... una risa... hace mucho no escuchaba una más que en su imaginación... pero no era cualquier risa, no era como las recordaba... ¿Era un ladrido a lo que se asemejaba? No, no era posible... era algo alegre, casi de niño, notó que a pesar de saber el motivo de la misma, no podía evitar acompañarla... así que no lo intentó...
Si alguien hubiera estado observando aquella escena, habría tildado a sus protagonistas de locos... reír sin razón aparente, uno alejado del otro, risas compenetradas y sin embargo distintas, risas que no pertenecían a aquél lugar... no, no a aquél lugar
Una vez pasado el primer momento, se dieron cuenta de lo que ocurría... callaron algo avergonzados... un silencio ligeramente incómodo cubría ahora, lo que hasta hace solo unos momentos había sido una expresión sincera de felicidad
-Disculpa... no quise ofenderte- ocultaba lo que pensaba... no quería volver sus pensamientos a lo ridículo de la situación anterior... no quería volver a enfadarla
-No te preocupes... fue una tontería- admitió, agradecía que no se lo echara en cara -¿Pasamos? Está haciendo algo de frío
-Oh... sí, claro...
Otra vez parados... en la espera de un movimiento...
-¿Y bien?- finalmente soltó la muchacha- no esperarás que te abra la puerta verdad?
Y ahí venía de nuevo, esa sensación de calor subiendo a su rostro... lo había olvidado
Se adelantó rápidamente y abrió la puerta, dejando pasar a la mujer, que le envió una mirada de reprensión que cambió rápidamente por una que era mezcla de compasión y comprensión como aquellas enviadas a los niños que no saben que han obrado mal
-Te invito un té, debes estar entumecido de la caminata- no supo si había aceptado o no, porque antes que pudiera mencionar palabra había desaparecido por la puerta de lo que suponía sería la cocina
No pudo examinar mucho la habitación en la que se encontraba, más que la conciencia de verse en una pequeña salita que hacía las veces de recibidor, ya que ni bien posó sus ojos sobre los finos almohadones extrañamente contrastantes con la sencillez del sofá en el que se hallaba descansando, tuvo que desviar la mirada ante la presencia de la dueña del lugar, que llegaba con una sola taza, humeante, de aroma provocador
-¿No me acompañarás?- dijo al ver en sus manos la invitadora taza
-Pues... yo ya tomé una mientras esperaba que la tuya estuviera lista- un tono abochornado adornaba sus palabras, al parecer no había contado con invitados en mucho tiempo... -Además, tengo que ir a preparar tu cama ¿no te parece? Se hace tarde y tenemos que descansar, mañana te mostraré la aldea... no está muy alejada pero será mejor que recuperes tus fuerzas... bueno, ya regreso
Y sin más salió de la habitación dejando a un perplejo y algo desilusionado personaje, que a partir de ese momento no se concentró más que en su bebida
No había pasado mucho cuando la oyó retornar... no había de ser un muy buen arreglo si había demorado tan poco... pensó para sus adentros. Así lo encontró ella... con un brillo burlón en los ojos algo divertido con la idea que aún cruzaba por su mente
-Bueno... creo que ya está- decía al parecer orgullosa de su trabajo -no es la gran cosa, pero creo que no te será molesto- al no encontrar reacción alguna en el hombre, decidió halarlo como ya había hecho una vez... -¡Vamos!- decía con una sonrisa de niña
La siguió por los corredores, no observó bien el camino, no era tampoco que pudiera hacerlo... venía siendo arrastrado por la joven, que obviamente necesitaba algún tipo de instrucción en cuanto a cómo tratar a las visitas... ya se encontraban al final del corredor del segundo piso y fue allí donde se encontró con unas escaleras... si a aquello se le podía dar ese nombre... era más bien una construcción de estilo ridículamente rústico que podía asemejarse a sus congéneres, pero que a pesar de lo que él pensara, cumplían con su misión... Una vez atravesadas, vio que se encontraba en el ático... aquél que había contemplado embelesado al momento de su llegada... realmente era como había supuesto, tuvo que agacharse para poder pasar, nada exagerado, pero incómodo igual
Y al fin, junto a una ventana que por encontrarse en la parte trasera no había notado se hallaba... ¿su cama?
El rostro ilusionado de su compañera lo había sacado de su asombro... no es que esperara ver algo remotamente parecido a la gran cama en su intimidante habitación, pero esto... esto lo hacía dudar de las buenas intenciones de la mujer... No era muy exigente, de verdad no lo era... había dormido en lugares mucho peores y a la sombra de miles de espectros, pero aquello se distaba mucho de ser lo que había esperado... al menos en el lugar en el que se encontraba... realmente no tenía muchas expectativas... quizá se había acostumbrado demasiado pronto a las comodidades de su antiguo "hogar"
Una mirada ansiosa lo distrae... -¿Y bien? ¿Qué piensas? ¿Quedó muy lindo no crees?
Segundos expectantes...
-¡Me encanta!- una mentira blanca no hacía mal a nadie
-¿De verdad? Creo que voy mejorando... para serte sincera, no soy muy buena en esto... y pues... hace mucho que no tengo visitas con quienes practicar la hospitalidad...- mirada indecisa -Bueno... creo que es hasta mañana... -Se daba la vuelta para partir
-Espera...- ¡Cómo no había caído en cuenta de ello antes! -No sé tu nombre
-mmm... pareces de confianza- un brillo juguetón vibraba en sus ojos -Es Ellesmere... Ellesmere Angerbeth mucho gusto
-¿Ellesmere? ¿sabes? Me recuerda a una antigua historia... que me solían relatar cuando era niño
El brillo de sus ojos desapareció... -¿Sí? Entonces quizá de ahí provenga... siempre me lo pregunté- trató de asomar una sonrisa a su rostro, sin conseguir mayor resultado -Pero ahora que recuerdo, las presentaciones no se hacen con solo una persona- Otra vez se encontraba allí esa mirada, dulce y ligeramente burlona
-Lo siento, creo que me distraje, mi nombre es Sirius...- recuerdos agolpándose en su mente, un dolor implícito a la mención -Sirius Black
-Pues bien señor Sirius Black es hora de dormir y usted está cansado, déjeme decirle que no lo oculta muy bien- Y sin decir más dio media vuelta en dirección a las escaleras... pero antes que pudiera perderse por completo de vista, una palabra le hizo voltear la mirada, donde ya no encontró al hombre que las pronunciara
-Gracias...
**********************************
¿Qué les pareció? Si quedaban dudas acerca de quién era el dichoso personaje pues... como que ya están resueltas ¿no?
Lamento haber dejado el primer capítulo de una forma tan ¿extraña? Lo que pasó es que originalmente este y el anterior eran uno solo, pero me dije... Si ven muchas páginas no vendrán(voz profética) y pues así... corte donde me pareció el punto medio y ya ven el resultado ^-^
Otra cosa... lamento mucho la péeeeeeeeeeeesima puntuación pero pues... mmm... lo importante es el contenido ¿no?
And last but not least... Gracias a nuestro primer review: Zoooooooooooooooooe
Pues sí, se siente bien que a uno le escriban(y mejor si es para alagar ()
Ya mandaré el tercer capítulo que se trata de... pues... tendré que pensarlo...
Chausito...
Pd: Escriban reviews... ES UNA ORDEN!!! P p p please (
NADA DE ESTO ME PERTERNECE (quizá la trama ^-^)
Y pues ¿qué más? Ahhh si... esto contiene SPOILERS so...
Ahí les va...
********************************
Capítulo II: Presentaciones
Estaba asustado... no podía recordar bien... luces rojas, risas... ¿Por qué estaba allí?
¿Por qué no recordaba?
-Ey!, se está haciendo tarde... no creo que quieras dormir en el páramo, verdad?- La voz femenina lo sacó de sus cavilaciones
-No, no; pero...- no quería dejar ese lugar, algo en lo recóndito de su alma le susurraba que aún había esperanza, que sea lo que sea que había olvidado, merecía la pena intentar volver, intentar encontrarlo, pero... nada... no podía recordarlo
- - Otra vez me deja esperando... ¿es que quizá aún conserva el recuerdo?... no, no lo creo, nadie lo hace. Hay algo en él que me intriga, esos ojos... se parece tanto a... pero no, no es posible... ¡lo siento tanto mi amor! No he debido compararte... ¿es que acaso mi ojos están cansados ya de buscarte?... llamar y no encontrar respuesta... esperar y no ver resultados... pero estoy siendo ingrata, todo esto pasa para mejor, tú me lo dijiste y yo lo creo así...
-¿Ya terminaste de pensarlo? ¡Vamos! No dejaré que duermas en el descampado, no harás que pese en mi conciencia, ¡Vamos, levántate ya!- decía la joven mientras halaba de la muñeca de un sorprendido pero a la vez agradecido hombre, que respiraba ahora tranquilo ante la posibilidad de un albergue para descansar y una mano amiga que quizá lo ayudaría a recordar
...
-¿Falta mucho para llegar?
-¡Vamos! Debe ser ya la octava vez que preguntas; falta poco
-Es la octava vez que lo dices y sigo sin creerte, llevamos ya hora y media de camino y no veo luces de civilización cerca
-¿Qué tan exagerado puedes ser? A lo mucho llevaremos una hora... y si lo hacemos es debido a que ALGUIEN no se decidía a seguirme hasta que se hizo noche, pues bien ahora ¡aguanta! Tenemos que tener más cuidado para no tropezar, recuerda que hoy es luna nueva
-Bueno- decía algo abochornado, la verdad si era conciente del porque de su retraso -...pero apurémonos, no quiero llegar con el amanecer
-¡Pero si es tan hermoso! ¿sabes? No sería una mala idea- el hombre tembló ante este comentario, algo le decía que esa mujer era capaz de cumplir con sus palabras
-¡Estoy bromeando!- decía divertida de la expresión de miedo que había logrado arrancar de su compañero
-Si, ya lo sabía...- Se sentía tonto, pero al mismo tiempo una extraña felicidad lo invadía... podía permitirse ser tonto, quizá... también feliz
El hombre estaba sumido en estos pensamientos, cuando un hermoso paraje lo llevó a contemplar la realidad, una hermosa realidad...
Allí, a orillas del río, muy adentrado en el bosque, se encontraba esta hermosa visión, algo tan simple, pero al mismo tiempo cautivador... era la imagen de lo que él siempre pensó que llamaría... hogar
Iluminada en un claro, como si se encontrara bajo la misma luz de una estrella destinada nada más que a su protección se hallaba una construcción, de tan solo dos pisos, que contaba con un ático que no alcanzaría los dos metros de altura al techo que caía graciosamente en dos aguas y del cual salía una pequeña chimenea que asomaba tímidamente aún algún desecho de lo que en algún momento habría sido una orgullosa e inquietante hilera de humo... Sus paredes teñidas del color del atardecer en mezcla con el alba parecían haber visto tanto, pero se conservaban con la elegancia propia de la antigüedad, las separaciones de los pisos hechas con una madera más bien rústica, le recordaban a ciertas construcciones suecas en decidida confrontación con la arquitectura normanda de la época en que esta pertenecía a su país, y que debido a sus diversos viajes había logrado contemplar pero que a consecuencia de la necesidad de esconderse, no había podido apreciar con el detenimiento con el que le hubiera gustado... pequeñas ventanas en arco que invitaban a observar el interior, exaltando la imaginación del transeúnte... tan misteriosas... tan bellas; daba a la puerta un pequeño camino de carácter bipersonal, que terminaba por unirse a un pequeño puerto de maderos unidos que a su parecer, no ofrecían mucha seguridad, pero que resueltamente era usado, ya que en el extremo de este veía flotar a una hermosa góndola de color marfil algo gastado, pero gloriosa aún y que en su opinión se hallaba en perfectas condiciones... flotando como una ensoñación... pero lo que en definitiva le era más atractivo, era lo que oculto entre los bosques y la parte trasera de aquel lugar se hallaba, se le antojaba como un camino... un camino casi invisible... indefinible, pero que a la vista quizá de un hábil sabueso, no pasaría desapercibido... pero, también podía ser tan solo su imaginación, su falta de confianza, su necesidad de encontrar y hallar caminos que probablemente no existían, o no se mostrarían... divagaba...
-¿Te gustó?- murmuró la mujer a su oído, sacándolo rápidamente de sus pensamientos y otorgándole un suave tono de rubor en sus mejillas
Cuán grande era la capacidad de esta mujer para interrumpir sus pensamientos... y otra vez la duda... ¿Cómo es que puede?... trataba de convencerse... crear una realidad en donde le creía... en donde confiaba, porque no había de qué desconfiar
-No tienes porque temerme... no intento hacerte daño- mostraba una mirada sincera pero...
Duda, desconfianza, miedo...
-Nunca me respondiste...- silencio incómodo rodeando el ambiente, tono serio en su voz -¿Cómo es que sabes...? ¿Cómo...? ¿Cómo sabes lo que estoy pensando?
-No sé si saber es la palabra, creo que lo más adecuado sería decir que lo siento... creí que lo entendías...
-¿A qué te refieres con sentir?- Ya su rostro no ocultaba la duda
-Soy... bueno, soy lo que se conoce como... ¿Cuál es la palabra?- acercaba un dedo a su boca con aire dubitativo
- - nubla su pensamiento, espera ansioso la respuesta
Larga pausa, mirada escudriñadora, una voz suave rompe el silencio
-Empatía- ojos triunfales, alegres, la mujer creía haber resuelto sus dudas... pero...
-¿Empatía?- recordaba haber oído la palabra, pero nunca antes mencionada más que en un salón de clases
La reacción del hombre hizo caer sus esperanzas... creía que lo había explicado todo con esa simple palabra, ...
El rostro de extrema desilusión de la joven lo hizo reaccionar. Algo enfadado al entender qué cruzaba por su mente
-Sé de lo que se trata la empatía- dijo algo enojado -Pero lo que no entiendo es porque la llamas así... no había escuchado esas palabras más que de la profesora Alland en Defensa Contra las Artes Oscuras cuando cursaba la escuela... y lo hizo para señalar el nombre con el que se conocía a la oclumencia en tiempos pasados...
-¡¿ME ESTÁS LLAMANDO VIEJA?!!!- distintas tonalidades de rojo amenazaban con subir a su rostro -¡pues bien!! ¡¡mire usted SEÑOR!! ¡NADIE le ha dado el derecho de hablarme en ese tono! ¡Y pues si no mal recuerdo yo no le he concedido esas confianzas!!!-
Se volteó indignada en dirección a la casa, caminando mientras cruzaba los brazos en actitud infantil... Una sonora risa le hizo retroceder
Al principio anonadado, claramente había tocado una fibra sensible de su persona, no sabía que hacer, en el fondo pensaba si pasaría la noche en la intemperie después de todo... recordó su rostro, no pudo evitarlo, antes que pudiera darse cuenta y sin poder siquiera controlarlo, una carcajada salió de sus labios... una risa sincera, si bien llevaba algo de burla en ella... una risa contagiosa, que sonaba sin querer muy familiar, una risa peculiar, contenida... que luchaba por salir... una risa de la cual ya había olvidado el sonido... una risa que pronto se vio acompañada...
Volteó y lo observaba, no era su intención voltear, aún estaba furiosa... una risa... hace mucho no escuchaba una más que en su imaginación... pero no era cualquier risa, no era como las recordaba... ¿Era un ladrido a lo que se asemejaba? No, no era posible... era algo alegre, casi de niño, notó que a pesar de saber el motivo de la misma, no podía evitar acompañarla... así que no lo intentó...
Si alguien hubiera estado observando aquella escena, habría tildado a sus protagonistas de locos... reír sin razón aparente, uno alejado del otro, risas compenetradas y sin embargo distintas, risas que no pertenecían a aquél lugar... no, no a aquél lugar
Una vez pasado el primer momento, se dieron cuenta de lo que ocurría... callaron algo avergonzados... un silencio ligeramente incómodo cubría ahora, lo que hasta hace solo unos momentos había sido una expresión sincera de felicidad
-Disculpa... no quise ofenderte- ocultaba lo que pensaba... no quería volver sus pensamientos a lo ridículo de la situación anterior... no quería volver a enfadarla
-No te preocupes... fue una tontería- admitió, agradecía que no se lo echara en cara -¿Pasamos? Está haciendo algo de frío
-Oh... sí, claro...
Otra vez parados... en la espera de un movimiento...
-¿Y bien?- finalmente soltó la muchacha- no esperarás que te abra la puerta verdad?
Y ahí venía de nuevo, esa sensación de calor subiendo a su rostro... lo había olvidado
Se adelantó rápidamente y abrió la puerta, dejando pasar a la mujer, que le envió una mirada de reprensión que cambió rápidamente por una que era mezcla de compasión y comprensión como aquellas enviadas a los niños que no saben que han obrado mal
-Te invito un té, debes estar entumecido de la caminata- no supo si había aceptado o no, porque antes que pudiera mencionar palabra había desaparecido por la puerta de lo que suponía sería la cocina
No pudo examinar mucho la habitación en la que se encontraba, más que la conciencia de verse en una pequeña salita que hacía las veces de recibidor, ya que ni bien posó sus ojos sobre los finos almohadones extrañamente contrastantes con la sencillez del sofá en el que se hallaba descansando, tuvo que desviar la mirada ante la presencia de la dueña del lugar, que llegaba con una sola taza, humeante, de aroma provocador
-¿No me acompañarás?- dijo al ver en sus manos la invitadora taza
-Pues... yo ya tomé una mientras esperaba que la tuya estuviera lista- un tono abochornado adornaba sus palabras, al parecer no había contado con invitados en mucho tiempo... -Además, tengo que ir a preparar tu cama ¿no te parece? Se hace tarde y tenemos que descansar, mañana te mostraré la aldea... no está muy alejada pero será mejor que recuperes tus fuerzas... bueno, ya regreso
Y sin más salió de la habitación dejando a un perplejo y algo desilusionado personaje, que a partir de ese momento no se concentró más que en su bebida
No había pasado mucho cuando la oyó retornar... no había de ser un muy buen arreglo si había demorado tan poco... pensó para sus adentros. Así lo encontró ella... con un brillo burlón en los ojos algo divertido con la idea que aún cruzaba por su mente
-Bueno... creo que ya está- decía al parecer orgullosa de su trabajo -no es la gran cosa, pero creo que no te será molesto- al no encontrar reacción alguna en el hombre, decidió halarlo como ya había hecho una vez... -¡Vamos!- decía con una sonrisa de niña
La siguió por los corredores, no observó bien el camino, no era tampoco que pudiera hacerlo... venía siendo arrastrado por la joven, que obviamente necesitaba algún tipo de instrucción en cuanto a cómo tratar a las visitas... ya se encontraban al final del corredor del segundo piso y fue allí donde se encontró con unas escaleras... si a aquello se le podía dar ese nombre... era más bien una construcción de estilo ridículamente rústico que podía asemejarse a sus congéneres, pero que a pesar de lo que él pensara, cumplían con su misión... Una vez atravesadas, vio que se encontraba en el ático... aquél que había contemplado embelesado al momento de su llegada... realmente era como había supuesto, tuvo que agacharse para poder pasar, nada exagerado, pero incómodo igual
Y al fin, junto a una ventana que por encontrarse en la parte trasera no había notado se hallaba... ¿su cama?
El rostro ilusionado de su compañera lo había sacado de su asombro... no es que esperara ver algo remotamente parecido a la gran cama en su intimidante habitación, pero esto... esto lo hacía dudar de las buenas intenciones de la mujer... No era muy exigente, de verdad no lo era... había dormido en lugares mucho peores y a la sombra de miles de espectros, pero aquello se distaba mucho de ser lo que había esperado... al menos en el lugar en el que se encontraba... realmente no tenía muchas expectativas... quizá se había acostumbrado demasiado pronto a las comodidades de su antiguo "hogar"
Una mirada ansiosa lo distrae... -¿Y bien? ¿Qué piensas? ¿Quedó muy lindo no crees?
Segundos expectantes...
-¡Me encanta!- una mentira blanca no hacía mal a nadie
-¿De verdad? Creo que voy mejorando... para serte sincera, no soy muy buena en esto... y pues... hace mucho que no tengo visitas con quienes practicar la hospitalidad...- mirada indecisa -Bueno... creo que es hasta mañana... -Se daba la vuelta para partir
-Espera...- ¡Cómo no había caído en cuenta de ello antes! -No sé tu nombre
-mmm... pareces de confianza- un brillo juguetón vibraba en sus ojos -Es Ellesmere... Ellesmere Angerbeth mucho gusto
-¿Ellesmere? ¿sabes? Me recuerda a una antigua historia... que me solían relatar cuando era niño
El brillo de sus ojos desapareció... -¿Sí? Entonces quizá de ahí provenga... siempre me lo pregunté- trató de asomar una sonrisa a su rostro, sin conseguir mayor resultado -Pero ahora que recuerdo, las presentaciones no se hacen con solo una persona- Otra vez se encontraba allí esa mirada, dulce y ligeramente burlona
-Lo siento, creo que me distraje, mi nombre es Sirius...- recuerdos agolpándose en su mente, un dolor implícito a la mención -Sirius Black
-Pues bien señor Sirius Black es hora de dormir y usted está cansado, déjeme decirle que no lo oculta muy bien- Y sin decir más dio media vuelta en dirección a las escaleras... pero antes que pudiera perderse por completo de vista, una palabra le hizo voltear la mirada, donde ya no encontró al hombre que las pronunciara
-Gracias...
**********************************
¿Qué les pareció? Si quedaban dudas acerca de quién era el dichoso personaje pues... como que ya están resueltas ¿no?
Lamento haber dejado el primer capítulo de una forma tan ¿extraña? Lo que pasó es que originalmente este y el anterior eran uno solo, pero me dije... Si ven muchas páginas no vendrán(voz profética) y pues así... corte donde me pareció el punto medio y ya ven el resultado ^-^
Otra cosa... lamento mucho la péeeeeeeeeeeesima puntuación pero pues... mmm... lo importante es el contenido ¿no?
And last but not least... Gracias a nuestro primer review: Zoooooooooooooooooe
Pues sí, se siente bien que a uno le escriban(y mejor si es para alagar ()
Ya mandaré el tercer capítulo que se trata de... pues... tendré que pensarlo...
Chausito...
Pd: Escriban reviews... ES UNA ORDEN!!! P p p please (
