DISCLAIMER: NADA de esto me pertenece... salvo quizá la trama...y ni eso...pues algo...T-T

Capítulo IV: Desesperanza:

Abrió los ojos... no había podido dormir en toda la noche a pesar de lo agotador que había resultado aquel día... Sentía la obligación de ayudar a la conservación de la casa de la cual era ahora habitante... habían pasado ¿días? ¿Cuántos? La verdad no lo recordaba con exactitud... no tener el control de su tiempo lo tenía algo preocupado, sabía que no debió de haber sido mucho, pero realmente detestaba no poder recordarlo, no tener la certeza... la seguridad

Por fin había conocido Vesala... vaya nombre, parecía de ensueño... algo le decía que buscara en su memoria, que investigara más aquél lugar, que de alguna forma no le era desconocido...

Pensaba en lo que había ocurrido en su visita días antes... la esperanza que había surgido ante la posibilidad de encontrar a sus amigos... la desilusión al darse cuenta de que era imposible, pero por sobre todo, la imagen de aquél hombre fijando su vista en la suya... estaba decidido, debía encontrarlo, sabía que él lo entendía, que le daría respuestas, quizá era el ansia de buscarlo lo que le impedía la visita del sueño, habían pasado demasiadas cosas para asimilarlas así... tan fácilmente...

Aún era de madrugada, observaba por la ventana aquél paisaje tan apacible...

Desde el punto en que se encontraba podía ver ese camino que cuando llegara le llamó tanto la atención... porque ahora sí podía distinguirlo, era un camino, no había dudas...

Su vista se hallaba fija en ese punto, era de alguna forma... misterioso...

De pronto logró divisar una sombra que se movía rápidamente adentrándose hacia el bosque, esta visión lo había sacado de sus pensamientos... ¿debía seguirla? ¿quién más que Elly habitaba ese lugar, quién más que ellos dos...

No, no podría ya alcanzar aquella sombra... pero debía avisarle a Ellesmere, quizá ella sabría de qué se trataba...

Logró vestirse de la manera más rápida y mejor que pudo, debía avisarle, podía ser peligroso... bajó al segundo piso, siendo conciente por primera vez del poco conocimiento que tenía de este, a pesar de todo el tiempo que ya llevaba allí no recordaba haber entrado a ninguna de esas habitaciones... las cuales se le hacían extrañamente atractivas ahora que se encontraba solo

Se acercó a la puerta que intuía era la de su cuarto... emanaba un extraño pero agradable aroma... aroma a ella

Se detuvo... no sabía si tocar o entrar intempestivamente... la situación no daba para formalidades pensó así que el movimiento lógico sería... Abrió la puerta, su mirada se desvió de inmediato a la que sería su cama... pero nada, no había nadie allí... se extrañó, así como había entrado salió del lugar, gritó su nombre, no halló respuesta; estuvo vagando un rato por la casa, pensó que lo más seguro y lógico si lo reflexionaba... era que esa sombra sería Ellesmere... no sabía bien que era lo que ella podía hacer a esas horas en ese camino, o hacia donde era que este conducía, pero llevaba allí el tiempo suficiente para saber que sería casi imposible sacar una respuesta de aquella mujer... así que no lo intentaría, para eso tenía a ese hombre, debía encontrarlo, lograr respuestas... pero esto era ya redundante, había trazado su plan... y no tenía intenciones de cambiarlo...

Aún no amanecía... Sirius se hallaba ya algo aburrido, no se había dado cuenta de lo pesado y desagradable que podía ser ese lugar hasta ese momento, y es que... nunca se había quedado solo... en su espera... lo que realmente le fastidiaba era el hecho de no encontrarse a su lado... preguntarse donde estaría ella y si acaso se hallaba acompañada... con quién

Decidió hurgar en las habitaciones... la curiosidad no era un hábito que el tiempo había logrado quitarle; y después de todo... no era tan malo ¿verdad?

Subió al segundo piso, cansado ya de esperar en el recibidor... ¿qué revisaría primero?

Se encontró con un pasillo que contenía cuatro puertas; se dirigió a la más cercana, colocó su mano en el picaporte y... nada, una habitación vacía, vacía por completo, cuatro paredes, dos hermosos ventanales que darían a la parte lateral de la casa y otros dos pequeños que se hacían a la parte delantera, todo pudo formar un bonito conjunto... quizá si algún mueble o cuadro adornara sus paredes desnudas, ¡qué desilusión!, no esperaba ver una habitación con exuberantes adornos, ni que esculturas o tesoros perdidos llenaran el espacio, pero al menos deseaba encontrarse con... algo, no creía muy exigente este requerimiento, bueno, en fin...

Segunda puerta, otro chasco, no era más que un simple baño... bueno... debía habérselo esperado, él contaba con el suyo propio allí arriba en el ático, como si hubiera sido construido a propósito, a modo de departamento, muy personal... como si quisieran separarlo del resto de la casa... y aunque el que ahora contemplaba contaba con una exquisita bañera y algún que otro adorno que en algo le recordaba la antigüedad, no llamó más su atención...

Bien, momento de abrir la tercera puerta, y su contenido es... ¿un depósito? Sillas viejas, almohadones mal colocados, un par de alfombras enrolladas, nada más que valiera la pena mencionar, excepto claro por aquella sensación de encontrarse en un espacio más reducido, como si algo se hallara oculto entre esas cuatro paredes... y por supuesto, para alguien más observador que aquél viejo merodeador... una gran gama de artefactos que no parecían tener tiempo, es decir... que daban la impresión de hallarse en la casa de un coleccionista. Y finalmente... la cuarta puerta, tras la cual, sabía que se hallaban sus aposentos; otra vez su mano en el picaporte, no se decidía a abrir... después de todo, él era un caballero y nadie le había dado autorización para atribuirse ese derecho

-Mira que curioso te has vuelto- decía para sus adentros -No le conocía esa faceta señor Black- se imaginaba siendo recriminado por la mujer... -¡A quién engaño!!- dijo ya más seguro de si y empujó la puerta para encontrarse de nuevo con aquél aroma tan peculiar...

Había estado seguro que el ingresar a ese cuarto no debía serle extraño, sin embargo, se sorprendió al hallarse a sí mismo algo sonrojado por aquella situación... después de todo... y aunque se negaba a creerlo... algo de vergüenza tenía; miró la habitación más detenidamente de lo que lo habría hecho en la ocasión anterior... no había mucho de qué sorprenderse... era una habitación de mujer, una hermosa cama, muy hábilmente tallada en roble, no había visto una así hacía tanto, ya no eran construidas de ese modo, de hecho no recordaba cuando habían sido hechas de esa forma... sábanas blancas cubriendo el colchón de plumas, "cientos" de almohadas en la parte superior, una que otra muñeca de trapo... a no mucha distancia una mesita labrada, no presentaba una belleza exagerada, pero algo le llamó la atención en su simpleza...

Cortinas blancas sobre una alfombra del mismo color... al fin había encontrado un tema en la habitación, tan llena de contrastes... Recién ahora lo notaba... cuantos pequeños objetos, regados por toda la habitación, pero representando un extraño orden en su discordancia... si lo observaba cuidadosamente, parecía el trabajo elaborado de un diestro coleccionista; la gran mayoría... sino todas, eran miniaturas u objetos de bolsillo... y ninguna parecía pertenecer a la misma época... sería interesante sentarse a observar, investigar... en sus ojos había aparecido un brillo que hacía mucho no se asomaba... un brillo pícaro, divertido... sentía que volvía a su época de Hogwarts... de merodeador...

Un objeto le llamó la atención, aún se encontraba en el umbral de la puerta, y al girarse hacia la derecha observó algo inquieto un hermoso e imponente perchero... No era ningún conocedor y lo último que haría sería llamarse experto en el arte de la decoración de interiores, pero un conocimiento básico tenía, y si éste no le fallaba, lo correcto sería ver aquél madero en el recibidor... En cualquier caso, lo que en un primer momento llamó su atención antes de perderse en su ya recurrente hábito de divagar, había sido, que logró reconocer una de sus prendas colgando de aquella escultura en caoba...

¿Cómo había sido que su túnica había llegado hasta allí? No recordaba habérsela entregado en ningún momento... fue allí cuando el entendimiento cubrió su rostro y el rubor subió a sus mejillas... Arriba en lo que él ya consideraba su fortaleza privada, el ático... Había ido desparramando todo aquello que le había servido de vestiduras en los días pasados... el desorden, SU desorden, había sido descubierto...

- - Y bien, supongo que algún día se tenía que enterar, y si veo el lado positivo... quizá esto me sirva de justificación para desvaríos futuros...- Una sonrisa cruzó fugazmente por aquél rostro que cada día parecía algo menos cansado que cuando llegara, cada día más feliz...

Encontrabase dando la vuelta a la túnica cuando vio la caída de un objeto que salía de esta, el reflejo instantáneo y un rápido movimiento salvó al objeto de ser destrozado

Era un espejo de madera, de forma cuadrada, no muy grande, algo sucio y aparentemente antiguo... Lo reconocería en cualquier lado... Como no hacerlo... fue alguna vez uno de los objetos más importantes en su posesión, era su nexo con el mejor amigo que jamás volvería a hallar... Sólo verlo traía imágenes a su cabeza... encerrados, apartados pero siempre juntos, Cómo iban a saber ellos que mientras trataban de inculcarles la disciplina, hacerlos recapacitar de su conducta tan impropia como solían decirle, ellos se burlaban y conversaban alegremente, planeando la próxima travesura...

Ese tiempo ya había pasado... Una lágrima silenciosa fue bajando lentamente por sus mejillas... sólo una... y fue a perderse tan quedamente como había emanado, se permitió soltar tan sólo una lágrima más... En el fondo creía que ya no podría derramar más de las que ya había derramado, que el duelo por su pérdida ya no era una opción... sus amigos, su vida truncada...

Nunca habría sacado él ningún objeto que le recordara aquella época, ahora no tenía tiempo de insulsas melancolías... pero entonces ¿Cómo era que había llegado hasta allí? ¿Quién tenía su contraparte? Porque estaba seguro de no poder prestar una prenda tan preciada, nunca lo haría... solo a James, pero él ya no existía y por lo tanto se había borrado de la faz de la tierra la posibilidad de contar con algún posible portador de tan valioso tesoro

¿Cómo era que tenía el espejo? Volvía a la pregunta inicial, todo objeto que le recordara tiempos pasados, había sido desterrado al húmedo ático de su vivienda en Grimmauld Place, no quería nada que le recordara su antigua vida, esa vida ya no existía y no había posibilidad de traerla de vuelta así que no valía la pena pensar en ella, en lo que pudo ser, pero que jamás sería...

Ya no importaba, decidió dejarse de dilaciones y tomar el espejo, ya más tarde vería que hacer con él... Pero un sentimiento de culpa lo invadió, sabía que era tonto sentirse de esa forma, después de todo, el objeto que extraía era de su propiedad, pero aún así no podía evitar aquella sensación de incomodidad... finalmente, lo tomó

Subió a lo que ya se había acostumbrado a llamar su habitación, anduvo mirando aún un buen tiempo por la ventana, quizá ella aparecería, pero fue abrazado por el sueño y poco a poco fue cerrando los ojos, manteniendo aún entre sus manos aquél espejo que tantos recuerdos había logrado llevar a su memoria

...

No podía ser demasiado tarde, el sol aún estaba levantándose, ¿Cuánto había dormido? No importaba... ahora bajaría las gradas y la encontraría en la cocina o quizá jugando en el jardín...

Se vistió lentamente, aún divertido con la idea de haber sido descubierto en su desorden... Bajó las escaleras, se dirigió a la cocina... estaba vacía, como al parecer lo estaba la casa y recostada sobre la mesa se hallaba una nota dirigida a él, no tardó en tomarla y observar su contenido...

"Sirius:

Salí temprano, no quise despertarte, ¡te veías tan pacífico!! Quién
sabe cuando se repita una escena así!! El desayuno está donde siempre,
tú ya sabes donde... A propósito ¿Quién es Harry? Lo mencionaste
mientras dormías... No me esperes, fui a recoger los frutos... alguien
tiene que trabajar en la casa!! ^.^ no volveré hasta entrada la tarde,
pero confío en que puedas prepararte algo de almorzar... pero si
tienes cualquier problema(y no digo que lo vayas a tener...) puedes ir
a la aldea, allí donde James, sólo dile que yo te mande!!

Besos Elly"

-¡¡¿Pero quién se piensa esa mujer que soy?!!- su tono de voz variaba entre indignado y divertido -Soy perfectamente capaz de realizar cualquier labor en esta casa... que nervios los suyos... -Mmm... ¿dónde estará la sal?

Aún no había terminado de tomar sus alimentos cuando decidió leer más detenidamente la nota... no le había tomado mucha atención ya que en ese momento su prioridad era otra, ante el hambre, su estómago parecía dominar cualquier otro impulso...

De la nota podía sacar muchas deducciones, la más importante... tendría todo el día, podía ahora ir a la aldea, buscarlo... eso era de manera definitiva lo que lo tenía más entusiasmado... al fin podría contar con alguna respuesta...

Pero otro de los tópicos que podía extraer de aquella simple nota era algo que le empezaba a inquietar en demasía... ¿Quién era ese tal Harry? ¿Sería acaso alguien de la época de Hogwarts? Cómo lamentaba ahora haber pasado tan en alto por sus compañeros... y es que, con los amigos con que contaba ¿Por qué necesitaría de otros? Dudaba que el mencionado fuera de algún momento después de su salida de la institución y es que... en la época de Azkaban su vida no había sido precisamente un remolino de emociones ni había contado con una agitada vida social, es decir que tenía que ser antes, ya que la mayoría del tiempo invertido después de su "salida" no había sido exactamente de interacción con la sociedad...

¿Quién podía ser Harry? Por más que lo intentaba no podía atraer a su memoria ningún rostro que le pareciera un Harry y, es que, no era precisamente un nombre con el que le gustaría relacionarse... no era muy de su agrado; pero de todas formas, lograba intuir que ahora que sabía de su existencia no debía olvidarlo... Quizá ese hombre tendría algo que ver con todo aquello que había olvidado, es decir, era obvio que había olvidado a este personaje así que su mente no le mintió cuando lo llamó a buscar esas respuestas... Ahora más que nunca debía encontrar al hombre de la taberna, sabía que como su primer instinto, este era acertado, aquél hombre le daría respuestas, ahora estaba seguro...

Se hallaba ya a medio camino -o quizá algo más cercano a la aldea -Trataba de darse fuerzas, se encontraba realmente agotado; le preocupaba el hecho de encontrarse en tan mala forma... últimamente se estaba cansando demasiado pronto con tareas que en otro momento habría realizado con relativa facilidad...

-¡¡Pero cómo no lo había pensado!!!, Sirius Black me sorprende su falta de lógica!- antes de terminar la frase ya se hallaba convertido en el animal que le lograría el sobrenombre de Padfoot entre sus amigos... Un enorme perro, con un increíble parecido al grim ya se hallaba corriendo con dirección a la montaña que le ocultaba Vesala

Se detuvo... ya se encontraba en los lindes de la ciudad

Su vista se nubló bruscamente, la cabeza latía con gran fuerza, cayó al suelo sin poder contener el peso por más tiempo sobre sus rodillas... un grave escalofrío recorrió todo su ser... ya no se encontraba allí la imagen de aquel sabueso sino la de un hombre, temblando aún por el esfuerzo...

Cuando logró recuperarse observó como no lo había hecho antes, la belleza del lugar en el que ahora posaba sus pies... Realmente podía acostumbrarse a un lugar así... después de todo, allí a nadie le importaba su existencia o al menos no parecían inmutarse ante su presencia... eso le bastaba

Pasó toda la mañana buscando al hombre que por un azar divino parecía haber sido tragado por la tierra, ya había recorrido según él por lo menos la mitad de la mal llamada "pequeña" aldea y nada... no había conseguido ningún resultado... Un sonido lo sacó de sus cavilaciones... al parecer su organismo había asimilado demasiado rápido el ligero desayuno que tomara más temprano y en este momento había creído oportuno... exigirle más

Buscó la taberna que días antes había contenido sus esperanzas... La encontró, no parecía muy difícil dar con ella... al entrar se vio envuelto en los fuertes brazos y grandes carcajadas del buen James...

-¿Deseas algo?- la sonrisa bonachona no se borraba de sus labios -Te ves hambriento... Aún es hora del almuerzo si tu quieres puedo traerte algo- -¿Qué te traigo?

¿Cómo no había reparado en su falta de fluidez? El dinero nunca había representado un problema antes... siempre había contado con su presencia; aún cuando se encontraba en situación de prófugo de la justicia había podido acceder a su cuenta en el banco de los duendes... Gringotts; No que hubiera podido utilizar ese fondo de todos modos... Se había encontrado en situaciones realmente extremas, incluso llegó a verse en la penosa necesidad de hurgar en los desechos de los demás con el fin de encontrar algo de alimento... no era como que hubiera podido presentarse ante la comunidad mágica y dudaba que ellos esperaran su presencia con los brazos abiertos y es que si por algún extraño designio deseaban verlo, sería detrás de las rejas de Azkaban y en el mejor de los casos, con el gracioso adorno de un Dementor en la cabeza...

Sumido en sus pensamientos como se hallaba, no había reparado en la mirada escudriñadora que le brindaba abiertamente el dueño del lugar...

-¿Y bien?... ¿Deseas algo?- parecía algo impaciente

-Vengo de parte de Elly...- no alcanzó a decir más que esa frase, pero pronto se sintió feliz de haberla soltado, ya que ni bien terminó de decirla el hombre alargo sus brazos y sonrió contento, dejándole entender que pronto sería atendido...

-Debo dar mis felicitaciones a Lady Romyel... este almuerzo está realmente delicioso... claro que si se toma las circunstancias de esta declaración... puedo afirmar que si dejaba pasar un tiempo más, el cartón me hubiera sabido a ambrosía...- ¡pero que ingrato! Se regañó... ¡Vaya Sirius que falta de educación!! Se veía siendo retado por una impaciente Ellesmere

Estaba tan ocupado realizando ese soliloquio que no había notado cuanto tiempo se hallaría esa sombra en el umbral del local... era él, al fin lo había encontrado... bueno más bien era él quien había dado con Sirius, pero eso ya no importaba, lo que sí era relevante era que por fin vería la concreción de sus anhelos... una respuesta a la interrogante... una de tantas... Siguió con la vista a la figura, que se dirigió a un lugar más apartado del ojo público

-Que no te moleste... Icnar está algo loco, aquí ya nos hemos acostumbrado a sus excentricidades, tú ocúpate en disfrutar de tu plato, está bueno ¿no?- Y diciendo esto James se dirigió hacia la cocina, seguramente buscando algún bocado de lo que estaba sirviendo a sus clientes

-¿Loco?- quizá era mejor sacar sus propias conclusiones

Terminó lo que quedaba de su alimento y se dirigió con paso firme a la mesa en donde se encontraba el hasta hace poco posible salvador y ahora innegable misterio

-Te estaba esperando...- antes que de su boca pudieran salir palabras de presentación el hombre conocido como Icnar le había hablado -Te vi con ella hace seis noches, lo vi en tus ojos, sé que me entiendes

Algo en él lo ponía incómodo, quizá era su tendencia a no dejarlo hablar... ¿ya habían pasado seis noches?

-Apuesto a que no recuerdas cuánto tiempo llevas aquí... ¿lo sabes?- hizo una pausa para observar la reacción de su interlocutor...

Silencio, obviamente Sirius no diría palabra, esperaba tan sólo que continuara hablando

-Déjame contarte una historia...-

*********************************************** Fe de erratas: UPS!!! En los anteriores capítulos se menciona la oclumencia como el arte de leer la mente ajena... pero no, es más bien todo lo contrario(cerrar la mente a una posible intrusión); el verdadero nombre es Legilimency, pero dado que me gusta más oclumencia seguiré usando ese término ^-^

Justificación: me negué a leer el quinto libro con fines de consulta pues porque aún estaba en etapa de negación(¬¬) y no quería verme envuelta en la trama de nuevo, ya saben por ese "pequeño" detalle de la muerte de Sirius T- T snif snif snif

Otra cosa... se me borró todo el capítulo de la computadora así que si ven este un poquitín apresurado pues... ya entienden porque es... casi desisto ante la frustración, o lo hacía rápido o se quedaban sin saber como termina esta historia ^o^

Si me dejaran reviews me harían feliz... pero supongo que eso es demasiado pedir ¿no? Entiendo... el destino de esta autora es sufrir... sufrir T-T

Soooooooooooooooo..... bye!!!! See ya all