Capítulo VIII: Renuncias
"La imagen de una mujer que sostenía en las manos una bandeja conteniendo lo que sería su cena, lo recibió al final del corredor, ella sonreía, todo asomo de enojo por haber sido ignorada, había desaparecido de su rostro. Tenía tanto que preguntarle... debía decidir..."
Mil imágenes del tiempo de su estadía se abalanzaron a su mente... ¿Cómo había llegado a querer a esta mujer? ¿Cuándo?
Él sabía que era posesivo, así que nunca imagino que los sentimientos que le generaba la mera idea de verla con otro podrían ni remotamente apreciarse como lo que realmente eran... celos
Mientras más se imaginaba y hurgaba en su memoria el momento en que empezó a... amarla, porque sabía que ninguna otra palabra podría definir lo que sentía, más se daba cuenta que nunca había hecho otra cosa... ningún otro sentimiento había aparecido para él... nunca una fingida amistad había amainado su corazón... -¡qué patético!- dijo en algo más que un murmullo, con todo el dolor que significaba la realización de sus más temidas pesadillas
-Así que mis MUY bien labradas artes culinarias, le parecen un intento PATÉTICO al RENOMBRADO señor!!!- Ellesmere obviamente no había podido leer los sentimientos que debían para este momento irradiar del cuerpo del hombre... quizá está perdiendo el toque... Sirius pensó –Pues bien! Si mi cocina no es lo suficientemente buena para ti, desde este momento puedes empezar a preparártela tú!- Los ojos de Ellesmere se llenaron de lágrimas que nunca saldrían, no si ella tenía algo que decir en el asunto! Dicho esto, y con toda la fuerza que pudo, lanzó el contenido de la bandeja, todos los proyectiles dirigidos a un mismo punto... Sirius Black, una vez falta de armamento optó por la huída, ya que la misma bandeja había desaparecido de sus manos
Sirius se quedó estático... no podía entender como era que el universo se esforzaba en hacerle las cosas tan difíciles con esta mujer, su boca aún abierta fue cerrada rápidamente por el dolor que le produjo una manzana lanzada con toda la fuerza de que es posible una mujer en su enojo... rápidamente le siguieron otros antes indefensos alimentos en la búsqueda de dañarlo y ajusticiar a su ama, tuvo que subir sus brazos como único medio de defensa mientras planeaba como aclarar y calmar si era posible la situación, pronto ya no tuvo que defenderse más, cuando bajó los brazos y fijó la mirada pudo ver como la figura desaparecía de su vista dejándolo sólo en el pasillo... sólo con sus pensamientos
-Esta vez la hiciste Sirius Black- se permitió decir en voz alta, si bien no tan clara como hubiera querido –¿Quién me va a cocinar?- trató de que el chiste le hiciera gracia, pero sabía que en el momento lo que menos le importaba era comer... bueno, quizá no tanto...
Bajó a la sala sabiendo que la iba a encontrar, si ella era en algo como él, lo mejor sería arreglarlo ahora y no esperar que su rencor creciera, o aún peor, que lo dejara de lado porque no lo considerara importante... no podría soportar ese panorama... indiferencia...
Bajó las escaleras, preparando todo un discurso que proclamaba su pesar por todo lo que había ocurrido y sus repetidas disculpas y promesas de que nunca jamás mientras le quedara un aliento de vida volvería a pasar, incluso había preparado una que otra sugerencia de algún autocastigo que quizá podría agradar a sus oídos, y quizá la realización de más labores domésticas que las que le hubiera gustado de hecho hacer... todo su pensamiento se detuvo ante la vista de la mujer escondida en su sillón... sollozando
-Ellesmere?... Elle?... Elly?- silencio... bien... se le habían acabado todas las formas de acercamiento –Puedo hablar contigo un momento?- todo su discurso tan bien planeado, había sido olvidado ante la vista de la mujer... tan frágil... tan distinta a la visión presentada momentos antes... tan irreal
Ningún sonido en respuesta... ¿lo estaba ignorando? Bien, eso no lo detendría
-Ehm... –Sirius que elocuente te has puesto, se golpeó internamente –Creo que debemos aclarar algunas cosas... ejem... –Se iba a disculpar? Este definitivamente era un momento para recordar... si ella supiera la labor tan difícil si no imposible que significaba que un Black reconociera un error... pero, pensó él, al fin y al cabo yo no hice nada malo, todo fue un malentendido... –Bueno pues...- empezó –Creo que debo decirte que lo que pasó arriba...- NO FUE MI CULPA!!! su mente no paraba de gritarle; bien, quizá ese no era el modo de aproximarse –si bien pareció ser una total falta de respeto- bien! Al fin estaba tomando camino –no lo fue- ups, quizá no debió decir eso, justo cuando ella parecía prestar atención... torpe torpe torpe –es decir...- momentos de silencio... qué difícil ¿Cómo era que otros pasaban la vida justificándose? Debía darles más crédito... –Lo que quiero decir es que... las cosas fueron tomadas fuera de contexto!- correctas palabras, mala entonación... muy mala –Bien... es decir... yo estaba pensando en otras cosas y pues, cuando tú subiste no te presté atención... no te había visto- buenas palabras... SI QUIERES ENFADARLA MÁS!!! –lo que quiero decir es que... no es que no seas importante o te considere insignificante... No!- muy bien, perfecto! La situación se le iba de las manos –DEMONIOS MUJER YO NO TENGO LA CULPA!!! SI QUIERES CULPARME DE ALGO CÚLPAME POR SER HUMANO!!! QUÉ INFIERNO!!! POR DIOS QUE FASTIDIO!!! BIEN, NO TE VI Y QUÉ? TÚ NI ME NOTAS EN LA CASA! FELIZ?!! SI BUSCAS UNA DISCULPA PUES MIRA EN OTRA DIRECCIÓN... NO, NO AQUÍ SEÑORITA!!! QUÉ! AHORA NO TENGO DERECHO A PENSAR EN VOZ ALTA?!! PUES PERDÓNEME SU MAJESTAD SI NO PUEDO REPRIMIR MIS IMPULSOS... HUMANOS!!! QUÉ INFIERNO!!! DIOS MÍO!!! QUÉ TE HICE PARA QUE ME IMPUSIERAS ESTE CASTIGO?!! YA NO SUFRÍ BASTANTE?!! MÁNDAME DE UNA VEZ A LAS MANOS DE VOLDEMORT Y ACABA CON MI SUPLICIO!!!- estaba tan fuera de sí, que no notó las risas que había logrado arrancar de su acompañante, cuando una pregunta lo sacó de su letanía
-¿Quién es Voldemort?- preguntó Ellesmere, esta vez las lágrimas caían de su rostro, pero era porque ya no podía reír más fuertemente de lo que ya lo hacía
-Vo... Voldemort?- dijo Sirius, la cara de confusión que ahora se presentaba en su rostro no tenía precio... aún estaba algo agitado por todos los gritos de los que no sabía que su garganta era capaz de pronunciar... no sabía porqué debía asombrarse más, sí por la ignorancia de su amiga o por la risa que había logrado arrancar de ella, lo que solo hacía cada segundo parado en ese salón más humillante
-Si... que? Te comieron la lengua los ratones? Si, Voldemort... quien es?- logró decir Ellesmere ya algo más serena después del tiempo concedido por Sirius, tiempo en el que no había dejado de mirarla... como si la viera por primera vez, entendiendo realmente lo que era ella... qué fastidio, ya empezaba a incomodarse bajo su mirada –Te pasa algo? Tengo algo en la cara? O...- se detuvo, vio como la cara inicialmente confundida de Sirius pasaba por algún extraño proceso de entendimiento y finalmente se tornaba algo triste –Sirius?- había dejado de leer sus pensamientos hacía mucho tiempo atrás, al principio por querer respetar su privacidad, pero poco a poco se dio cuenta de que ya no podía hacerlo... quizá él era alguien especial después de todo
Sirius estaba parado, allí, sin hacer ningún movimiento aparente, todos los pensamientos que le habían agobiado antes del desagradable malentendido volvieron hacia el como una ráfaga de visiones, una pregunta tras otra de las que se había formulado anteriormente fueron apareciendo, golpeando su entendimiento cada una más dolorosa que la anterior... ¿Qué clase de aldea era esta que no sabía del todopoderoso y amenaza ambulante Señor Tenebroso Lord Voldemort? No quería preguntarle, no lo haría... la realidad, dicha por sus labios habría sonado mil veces peor que como su conciencia se lo pintaba, había decidido... prefería vivir en esta fantasía retorcida que en la asquerosa realidad que lo esperaba... había olvidado por completo su promesa, había olvidado por completo a Harry
-Voldemort?- dijo Sirius en el tono de voz más ligero que pudo traer a sus labios –¡Vaya que en esta aldea no reciben noticias! ¿verdad?- mientras decía esto con el menor espaviento posible y en tono de broma, se fijaba en cada movimiento y en la menor reacción que lograra invocar en su interlocutora, quizá con el deseo inconsciente de descubrir la verdad –Pues que te puedo decir del viejo Voldy?- si alguno de sus coterráneos lo escuchara hablar así... pensó –Es otro de esos muchos magos que desean trepar en la escala social matando a uno que otro por allí para lograrlo- aunque su voz no podía ser más casual, sus ojos denotaban la tristeza de los pensamientos que invadían su memoria
-¿Matar?- dijo Ellesmere, su voz algo quebradiza
-Si bueno... no es algo que le concierna a esta aldea no?- Dijo Sirius, en un tono algo más acusativo de lo que hubiera querido
-Yo... no quise- la voz de Ellesmere ahora sonaba compasiva, si hubiera sabido que eso era lo último que Sirius deseaba encontrar en su voz, se hubiera detenido
-Si, bien... tú no puedes hacer nada al respecto verdad?, es decir... estamos estancados en esta imitación barata de la realidad, no que podamos salir ¿Cierto?
-Lo siento yo... no puedo decirte nada... nada que te sirva- dijo Ellesmere, triste de no poder amainar su furia
-¿No puedes o no quieres?- acusó Sirius sin poder detener su palabras, muy dentro él sabía que esa no era la dirección que quería que tomara la conversación
El silencio cubrió la sala
-Lo siento- dijo finalmente Ellesmere
-No... no tienes que disculparte- le respondió Sirius, ahora ya más conciente de lo que sus acusaciones podían hacer sobre el ánimo de su amiga
Otro momento de un extrañamente cómodo silencio cayó sobre ellos, cubriéndolos...
Momentos después, justo cuando el silencio amenazaba con volverse incómodo y molesto Sirius sintió como una superficie cálida tocaba sus labios... el contacto lo hizo sobresaltar
-Lo siento... tenías el labio sangrado... te herí... ¿me perdonas?- la voz de Ellesmere no podía sonar más dulce aún si ella lo hubiera querido así
-Me... me... ¿me acabas de besar?- Sirius sintió lo estúpido que había sonado al decir algo como eso, nunca en su vida se había comportado como un adolescente estúpido al que no se le ocurre que hacer en una situación como aquella, y por su vida que no iba a empezar ahora!
-Yo... lo siento, debí saber que te iba a molestar- Ellesmere había sonado todo menos convencida de lo que acababa de decir, era gracioso el contraste de ideas que seguramente pasaban por su mente, ya que mientras por un lado el rubor cubría su rostro, por otro su mirada no reflejaba más que la de una niña que ha sido encontrada haciendo algo malo pero que está segura que no será castigada... y si se fijaba bien, podía observar los restos de una sonrisa que había luchado por salir en su expresión
Sirius aún estaba en shock, de todas las cosas que podía haber imaginado que sucederían aquella tarde, esa era la última que él esperaba... –Dios mío- pensó –Así que es así como se sentía mi pobre amigo Prongs...- algo de sarcasmo en su voz –Y yo molestándolo por todo Hogwarts... que ironía- seguía absorto en sus pensamientos
-Bueno tampoco tienes que tomarlo así, no es para t...- Ellesmere hubiera continuado con su sentencia, pero Sirius fue mucho más rápido y al ver que su oportunidad podía estársele escapándole de las manos se lanzó en búsqueda de aquellos labios, que después de aquél primer contacto, sabía que se le volverían una adicción
El beso no fue muy largo, tampoco muy corto, simplemente... duró el tiempo correcto... él intentó transmitirle todo lo que su corazón cargaba desde el momento en que sus miradas se cruzaron por primera vez, ella... ella sólo lo siguió
Cuando al fin se separaron... él supo que no ostentaba posibilidad alguna de arrancar del corazón de Ellesmere a aquél hombre, aquella sombra de su pasado, el verdadero amor de su vida, él supo que toda esa historia era cierta, él supo que Henry existió y que lo había amado...
...y lo odió por ello
Por el rostro de Ellesmere pasaban mil emociones, aún así, no aquella que él hubiera querido... pasaban la culpa, el amor no inspirado, el amor resguardado, el odio ante su traición... el odio a sí misma, el asco y remordimiento, el amor amical, y otra vez la culpa intensificada...
-Yo... yo... no debí... lo siento... Henry...- Ellesmere trataba de articular las palabras lo más claramente que su pobre alma atormentada le permitía
Al verla allí, tan indefensa, con todo el sufrimiento que pesaba sobre su ser... Por Dios!!! Lo había esperado por ya casi un milenio!!! Que clase de hombre era él que intentaba arrebatarle ese amor... y sin embargo
-Él no va a regresar- sus palabras aún a pesar suyo, salieron con la mayor frialdad de la que podía haber sido capaz
-MIENTES!!! CÁLLATE!!!- los ojos de la mujer una vez más se llenaron de lágrimas –Tú que puedes saber- había tomado la posición de una fiera amenazada... herida
Sin saber aún muy bien porqué, o cómo, Sirius se abalanzó hacia ella y la aprisionó en un abrazo, al principio encontró resistencia pero poco a poco ella fue dejando de luchar y se acurrucó contra su pecho, dejando que su corazón se desahogara... fue en ese momento que Sirius supo que su destino estaba sellado, ya no había marcha atrás, nunca podría abandonar el camino que había decidido seguir... había rendido toda su voluntad a esta mujer que yacía indefensa en sus brazos... ya no existía más un Sirius como individuo, como ser aparte y lejano de aquella realidad... ya sólo era el ser que vivía de lo restos de un amor no correspondido... de las sobras que esa mujer se decidiera a darle, era la sombra de su pasado, y se aborrecía por ello... pero por más que el desprecio por su persona crecía, era conciente que poco o nada le importaba cuan bajo su orgullo cayera si con esto lograba algo de su aprecio, había decidido, y su decisión era irrevocable... viviría de las miserias que en su gracia le fueran otorgadas
-No tienes que hacer esto- dijo Ellesmere, por primera vez en ya un buen tiempo había podido leer los pensamientos de su huésped, y tenía la impresión de que era porque así lo había querido él –Yo... yo no sería capaz... no podría hacerte esto... no sabes lo que ofreces- su voz se quebraba más a cada momento ante la idea del inmenso sacrificio que Sirius parecía querer hacer tan dócilmente
-No... tú no entiendes... a este punto no estoy en condición de ofrecer nada- Sirius parecía haber perdido ese vacío en sus ojos, sólo para ser reemplazado por un extraño brillo, que de no haber sabido su procedencia, había podido jurar que era fanático –Yo Sirius Black... estoy renunciando a mi nombre, a mi pasado a todo lo que alguna vez fui o pude haber sido, renuncio a mis ideas, sentimientos si alguna vez tuve alguno, porque nada nunca fue como lo que ahora veo, así que casi puedo decir con burla que renuncio a algo que nunca existió, renuncio a todo lo que me impida pertenecer a este lugar, a este momento... renuncio a todo lo que me pidas renunciar... así que, como verás, no puedo ofrecerte nada porque nada tengo... yo... tomaré el nombre que desees darme... tomaré las ideas que desees darme, tomaré el pasado que desees darme, como puedes ver, no te ofrezco un futuro, sino más bien te ruego que me des uno...- al fin había dicho todo lo que su corazón deseaba expresar... al fin había cerrado el pacto que lo ataba a esta mujer... para siempre, sin arrepentimientos... ahora solo podía esperar que su razón no fuera rechazada, alienada... y con ella... su corazón
Ellesmere no podía creer todo lo que había escuchado... se parecía tanto a Henry, de formas tan extrañas y extravagantes, hubiera aceptado su propuesta sólo para no verlo lastimado, pero él no sabía todo lo que estaba pidiendo de ella... sabía que si dejaba que Sirius entrara a su corazón, podía adueñarse de él, y eso era lo último que ella deseaba... un corazón que no contuviera a Henry, era un corazón que merecía ser desechado... y sin embargo, de un modo muy extraño, ella ya amaba a su interlocutor... un amor que jamás, si ella podía evitarlo, sobrepasaría al verdadero... fueron la confianza en la entereza y fuerza de su amor y el sentimiento de soledad que creía que ya no podría acallar por mucho más tiempo, los que la llevaron a tomar una decisión... Sirius quería ser Henry... y ella se lo permitiría
Como si pudiera haber leído sus pensamientos, una sombra cruzó por el rostro de Sirius, haciéndolo ver de alguna forma... terrible, pero al mismo tiempo digno de compasión... él nunca sería completamente feliz siendo el reemplazo de un fantasma, pero no sería feliz en absoluto si no se le permitía serlo... estaba condenado
-Sólo una cosa te pido- la voz de Sirius empezaba a sonar como en el futuro nunca dejaría de hacerlo... llena de dolor pero con la alegría impresa... nunca triste... nunca feliz –Llámame Sirius... déjame esa ilusión-
-¡¿Qué te he hecho?!- dijo Ellesmere llevándose las manos a la boca, su voz llenándose de culpabilidad, algo de terror impreso en su tono
-Feliz- respondió Sirius –Lo más humanamente feliz que jamás podré ser- y con esta sentencia se acercó al objeto de su más reciente dolor y dicha y con un beso triste... de despedida... dijo adiós a su orgullo y a su pasado
...
Semanas habían pasado desde aquél día, Sirius ya podía saber cuanto tiempo era el que pasaba... podía contar las horas... siempre en guardia, siempre temiendo... Había mudado su residencia al cuarto de Ellesmere, la había hecho suya, lo más humanamente suya que podía ser la mujer de otro; la amó con cada fibra de su ser, implorando que ella lo amara también, ella le respondió con toda la pasión escondida tras años de espera... y nunca menguó, pero no era a él a quien amaba, era a Henry... y era a él a quién iba a buscar cada madrugada, cada día; todos los días en su incesante peregrinar al páramo... todos los días esperando encontrarlo, sólo para volver decepcionada, descargando su furia y frustración en apasionadas sesiones de amor con Sirius... él ya se había acostumbrado, condenado como estaba a esperar cada día que ella volviera, conteniendo la respiración ante la posibilidad remota de un encuentro entre ellos, ante la posibilidad de que él volviera... se encontraran, y ella no lo necesitara más, sólo para poder respirar de nuevo cuando ella volvía sola... a él... y que juntos se amaran, si bien por distintas razones ambos; una vez llegado el sol, temer nuevamente la espera del día siguiente... era una vida maldita la suya
Trató de odiarla por lo que le estaba haciendo, intentó decirle mil veces que la aborrecía, que lo había condenado, pero las palabras se quedaban formando un nudo en su garganta... detestó a todos aquellos que alguna vez en su vida le habían hablado de lo maravilloso que era el amor, ese amor puro que él jamás conocería, llegó a odiar a su entrañable amigo James, por el simple hecho de haber tenido a Lily y que ella le correspondiera... odió todo lo que pudo odiar, todo para no manchar su amor por Ellesmere, todo para no odiarla... pero sobre todo se odió a sí mismo por haberse convertido en lo que era ahora, y se odió aún más por no ser capaz de infundir amor en el corazón de la única persona que le importaba... la que hacía su mundo... la que le había condenado a una vida de miseria
Un gran actor... pensó en su letargo, se hallaba yaciendo en el lecho de su amada, aún a la espera de su vuelta... se sentía satisfecho de que al menos ella nunca se enterara de todo el sufrimiento que le causaba, si bien no podía ocultarlo todo, moriría antes de hacerle saber que todos los días dejaba de ser él, se perdía, moría un poco y ella era la causante... no, antes prefería alejarse que causarle sufrimiento... y alejarse para él, representaba un castigo peor que la muerte, la muerte era un alivio, lejos de presentársele, no que él la deseara... Ya había demorado... ¿sería posible acaso? No, él lo sabía, sabía que los muertos no regresan y mucho menos se levantan de sus tumbas... pero aún así, su mente se complacía en hacerlo sufrir, ante la remota posibilidad aún latente del regreso de Henry... de la pérdida de Ellesmere. En un momento de lucidez su mente le gritó y suplicó que se alejara, que huyera de esa terrible maldición, su corazón cansado de pelear no había presentado objeción y su cuerpo hubiera seguido la trayectoria de sus pensamientos, pero Ellesmere regresó y todo intento de huída se perdió en el olvido ante el fuego abrasador de su contacto
Los días pasaban como si no existiera otra persona en el mundo que no fueran ellos, lo días ayudaban a Sirius a sobrellevar la tortura que significaban los momentos de espera... en el día ellos fingían, ella fingía que era a él a quien quería y él fingía que no sabía que era mentira
Una noche de particular desenfreno Sirius no quiso dormir, tratando de grabar en cada rincón de su memoria los hechos acontecidos, se negaba a dar paso al sueño y que este le quite la sensación de amor que lo cubría, pero el cansancio pudo más y se vio obligado a cerrar los ojos, sin saber que sus culpas vendrían a cobrar las deudas que él trataba de ignorar...
Sirius estaba flotando en el vacío, se preguntaba si esta sería otra de esas pesadillas en la que veía regresar a Henry arrebatándole todo por lo que en el momento existía... por más que estos sueños se presentaran cada noche, no llegaba a acostumbrarse a la perturbadora escena; pero esa noche no fue así... otra imagen se aparecía... un niño... y supo de inmediato de quien se trataba... Harry... maldita sea su conciencia que se obstinaba en traer a la memoria sus emociones para con el muchacho... no era la primera vez que tenía esa visión, por más que tratara de obviarla sabía que nunca podría, y en el fondo, no quería hacerlo... otra vez... maldita conciencia... poco a poco lo había hecho recuperar las imágenes que pensó perdidas, las imágenes que lo ligaban con el hijo de James, pero aún más que ese título... con Harry; una de las razones porque quería mantener cerrada esa ventana de su subconsciente era porque sabía que si había alguien con quien Ellesmere podía compartir el puesto en su corazón, era ese muchacho, y eso le aterrorizaba... lo quería no como al hijo de su amigo, lo quería como si fuera suyo... su propio hijo... en una extraña y retorcida ilusión se había encontrado alguna vez pensando que quizá podrían conformar una familia, esto claro, en sus más locos desvaríos... pero el muchacho no se encontraba con ellos, y él jamás podría condenarlo a la vida eterna que le esperaba del otro lado del velo, una sin sus seres queridos... él aún no tomaba conciencia de que Harry lo tenía en su lista de prioridades, pensó que como Ellesmere, el muchacho sólo podría darle un afecto fingido... uno resultado de la obligación... y simplemente no podía soportar más rechazo... su mente era milagrosamente estable de por sí como para darle más sufrimiento
Pero esta vez el muchacho no solo estaba sentado en un rincón, como solía hacerlo en otras apariciones, esta vez el muchacho lo miraba, lo miraba fijamente a los ojos y tenía algo de acusativo en su vista... lo acusaba de traición, de abandono... no, eso era más de lo que él podía soportar, quizá un amor fingido o incluso un odio abierto hubiera sido mejor que enfrentarse a esos ojos llenos de decepción... llenos de tristeza...
De pronto y sacándolo de sus pensamientos, el muchacho levantó en alto su brazo, que dirigía hacía Sirius un dedo acusador y las palabras más hirientes que Sirius jamás había creído escuchar de la boca del muchacho salieron para darse a conocer
-Traidor-
Traidor... el dolor que sentía Sirius ante esta declaración, no parecía compararse con el dolor de quien las pronunciaba... ¿tanto daño le había hecho con su ausencia? ¿Cómo no se había dado cuenta antes? Y él aquí quejándose de un amor no correspondido cuando él mismo había arrancado la seguridad y el amor de las manos del muchacho... realmente era un traidor después de todo... y con ese conocimiento se despertó
-¡¡Harry!!!- el hombre se despertó, sudoroso, temblando... aún podía ver el rostro del muchacho señalándolo, llamándolo traidor...
-¿Pasa algo amor?- dijo Ellesmere algo adormecida mientras abrazaba al hombre que yacía a su lado, no encontró respuesta... –Sirius... cariño ¿estás bien?
-Si no es nada... no te preocupes, vuelve a dormir- dijo Sirius con una dulce sonrisa, agradecía que aún fuera de noche, así ella no podría ver sus lágrimas, lentamente fue volteando para quedar dándole la espalda, sumido en sus pensamientos no notó cuando ella volvió a quedar dormida, él por lo menos no volvería a pegar los ojos durante toda la noche...
Volvía a ser traidor... tendría que hacerle frente a sus decisiones...
***************************** Sorry por haberme demorado tanto en el anterior capítulo, pero tenía muchas cosas que hacer y no pude presentarlo. Ahora presento este capítulo(NO ME PEGUEN!!!) y quizá no está muy bien hecho, pero no tuve corazón para revisarlo(si lo leía de nuevo me daba penita y ponía un mejor final y no puedo permitirme ese tipo de flexibilidades je je je)
Qué pasaría si pongo FIN después de este capítulo? Muajajajaja... mentira, todavía falta mucho que explicar y mucho, pero mucho sufrimiento...
Gracias por el review y pues ya no ruego por más... snif snif(pero si quieren...)
Lean "Asuntos Inconclusos" estará interesante...
"La imagen de una mujer que sostenía en las manos una bandeja conteniendo lo que sería su cena, lo recibió al final del corredor, ella sonreía, todo asomo de enojo por haber sido ignorada, había desaparecido de su rostro. Tenía tanto que preguntarle... debía decidir..."
Mil imágenes del tiempo de su estadía se abalanzaron a su mente... ¿Cómo había llegado a querer a esta mujer? ¿Cuándo?
Él sabía que era posesivo, así que nunca imagino que los sentimientos que le generaba la mera idea de verla con otro podrían ni remotamente apreciarse como lo que realmente eran... celos
Mientras más se imaginaba y hurgaba en su memoria el momento en que empezó a... amarla, porque sabía que ninguna otra palabra podría definir lo que sentía, más se daba cuenta que nunca había hecho otra cosa... ningún otro sentimiento había aparecido para él... nunca una fingida amistad había amainado su corazón... -¡qué patético!- dijo en algo más que un murmullo, con todo el dolor que significaba la realización de sus más temidas pesadillas
-Así que mis MUY bien labradas artes culinarias, le parecen un intento PATÉTICO al RENOMBRADO señor!!!- Ellesmere obviamente no había podido leer los sentimientos que debían para este momento irradiar del cuerpo del hombre... quizá está perdiendo el toque... Sirius pensó –Pues bien! Si mi cocina no es lo suficientemente buena para ti, desde este momento puedes empezar a preparártela tú!- Los ojos de Ellesmere se llenaron de lágrimas que nunca saldrían, no si ella tenía algo que decir en el asunto! Dicho esto, y con toda la fuerza que pudo, lanzó el contenido de la bandeja, todos los proyectiles dirigidos a un mismo punto... Sirius Black, una vez falta de armamento optó por la huída, ya que la misma bandeja había desaparecido de sus manos
Sirius se quedó estático... no podía entender como era que el universo se esforzaba en hacerle las cosas tan difíciles con esta mujer, su boca aún abierta fue cerrada rápidamente por el dolor que le produjo una manzana lanzada con toda la fuerza de que es posible una mujer en su enojo... rápidamente le siguieron otros antes indefensos alimentos en la búsqueda de dañarlo y ajusticiar a su ama, tuvo que subir sus brazos como único medio de defensa mientras planeaba como aclarar y calmar si era posible la situación, pronto ya no tuvo que defenderse más, cuando bajó los brazos y fijó la mirada pudo ver como la figura desaparecía de su vista dejándolo sólo en el pasillo... sólo con sus pensamientos
-Esta vez la hiciste Sirius Black- se permitió decir en voz alta, si bien no tan clara como hubiera querido –¿Quién me va a cocinar?- trató de que el chiste le hiciera gracia, pero sabía que en el momento lo que menos le importaba era comer... bueno, quizá no tanto...
Bajó a la sala sabiendo que la iba a encontrar, si ella era en algo como él, lo mejor sería arreglarlo ahora y no esperar que su rencor creciera, o aún peor, que lo dejara de lado porque no lo considerara importante... no podría soportar ese panorama... indiferencia...
Bajó las escaleras, preparando todo un discurso que proclamaba su pesar por todo lo que había ocurrido y sus repetidas disculpas y promesas de que nunca jamás mientras le quedara un aliento de vida volvería a pasar, incluso había preparado una que otra sugerencia de algún autocastigo que quizá podría agradar a sus oídos, y quizá la realización de más labores domésticas que las que le hubiera gustado de hecho hacer... todo su pensamiento se detuvo ante la vista de la mujer escondida en su sillón... sollozando
-Ellesmere?... Elle?... Elly?- silencio... bien... se le habían acabado todas las formas de acercamiento –Puedo hablar contigo un momento?- todo su discurso tan bien planeado, había sido olvidado ante la vista de la mujer... tan frágil... tan distinta a la visión presentada momentos antes... tan irreal
Ningún sonido en respuesta... ¿lo estaba ignorando? Bien, eso no lo detendría
-Ehm... –Sirius que elocuente te has puesto, se golpeó internamente –Creo que debemos aclarar algunas cosas... ejem... –Se iba a disculpar? Este definitivamente era un momento para recordar... si ella supiera la labor tan difícil si no imposible que significaba que un Black reconociera un error... pero, pensó él, al fin y al cabo yo no hice nada malo, todo fue un malentendido... –Bueno pues...- empezó –Creo que debo decirte que lo que pasó arriba...- NO FUE MI CULPA!!! su mente no paraba de gritarle; bien, quizá ese no era el modo de aproximarse –si bien pareció ser una total falta de respeto- bien! Al fin estaba tomando camino –no lo fue- ups, quizá no debió decir eso, justo cuando ella parecía prestar atención... torpe torpe torpe –es decir...- momentos de silencio... qué difícil ¿Cómo era que otros pasaban la vida justificándose? Debía darles más crédito... –Lo que quiero decir es que... las cosas fueron tomadas fuera de contexto!- correctas palabras, mala entonación... muy mala –Bien... es decir... yo estaba pensando en otras cosas y pues, cuando tú subiste no te presté atención... no te había visto- buenas palabras... SI QUIERES ENFADARLA MÁS!!! –lo que quiero decir es que... no es que no seas importante o te considere insignificante... No!- muy bien, perfecto! La situación se le iba de las manos –DEMONIOS MUJER YO NO TENGO LA CULPA!!! SI QUIERES CULPARME DE ALGO CÚLPAME POR SER HUMANO!!! QUÉ INFIERNO!!! POR DIOS QUE FASTIDIO!!! BIEN, NO TE VI Y QUÉ? TÚ NI ME NOTAS EN LA CASA! FELIZ?!! SI BUSCAS UNA DISCULPA PUES MIRA EN OTRA DIRECCIÓN... NO, NO AQUÍ SEÑORITA!!! QUÉ! AHORA NO TENGO DERECHO A PENSAR EN VOZ ALTA?!! PUES PERDÓNEME SU MAJESTAD SI NO PUEDO REPRIMIR MIS IMPULSOS... HUMANOS!!! QUÉ INFIERNO!!! DIOS MÍO!!! QUÉ TE HICE PARA QUE ME IMPUSIERAS ESTE CASTIGO?!! YA NO SUFRÍ BASTANTE?!! MÁNDAME DE UNA VEZ A LAS MANOS DE VOLDEMORT Y ACABA CON MI SUPLICIO!!!- estaba tan fuera de sí, que no notó las risas que había logrado arrancar de su acompañante, cuando una pregunta lo sacó de su letanía
-¿Quién es Voldemort?- preguntó Ellesmere, esta vez las lágrimas caían de su rostro, pero era porque ya no podía reír más fuertemente de lo que ya lo hacía
-Vo... Voldemort?- dijo Sirius, la cara de confusión que ahora se presentaba en su rostro no tenía precio... aún estaba algo agitado por todos los gritos de los que no sabía que su garganta era capaz de pronunciar... no sabía porqué debía asombrarse más, sí por la ignorancia de su amiga o por la risa que había logrado arrancar de ella, lo que solo hacía cada segundo parado en ese salón más humillante
-Si... que? Te comieron la lengua los ratones? Si, Voldemort... quien es?- logró decir Ellesmere ya algo más serena después del tiempo concedido por Sirius, tiempo en el que no había dejado de mirarla... como si la viera por primera vez, entendiendo realmente lo que era ella... qué fastidio, ya empezaba a incomodarse bajo su mirada –Te pasa algo? Tengo algo en la cara? O...- se detuvo, vio como la cara inicialmente confundida de Sirius pasaba por algún extraño proceso de entendimiento y finalmente se tornaba algo triste –Sirius?- había dejado de leer sus pensamientos hacía mucho tiempo atrás, al principio por querer respetar su privacidad, pero poco a poco se dio cuenta de que ya no podía hacerlo... quizá él era alguien especial después de todo
Sirius estaba parado, allí, sin hacer ningún movimiento aparente, todos los pensamientos que le habían agobiado antes del desagradable malentendido volvieron hacia el como una ráfaga de visiones, una pregunta tras otra de las que se había formulado anteriormente fueron apareciendo, golpeando su entendimiento cada una más dolorosa que la anterior... ¿Qué clase de aldea era esta que no sabía del todopoderoso y amenaza ambulante Señor Tenebroso Lord Voldemort? No quería preguntarle, no lo haría... la realidad, dicha por sus labios habría sonado mil veces peor que como su conciencia se lo pintaba, había decidido... prefería vivir en esta fantasía retorcida que en la asquerosa realidad que lo esperaba... había olvidado por completo su promesa, había olvidado por completo a Harry
-Voldemort?- dijo Sirius en el tono de voz más ligero que pudo traer a sus labios –¡Vaya que en esta aldea no reciben noticias! ¿verdad?- mientras decía esto con el menor espaviento posible y en tono de broma, se fijaba en cada movimiento y en la menor reacción que lograra invocar en su interlocutora, quizá con el deseo inconsciente de descubrir la verdad –Pues que te puedo decir del viejo Voldy?- si alguno de sus coterráneos lo escuchara hablar así... pensó –Es otro de esos muchos magos que desean trepar en la escala social matando a uno que otro por allí para lograrlo- aunque su voz no podía ser más casual, sus ojos denotaban la tristeza de los pensamientos que invadían su memoria
-¿Matar?- dijo Ellesmere, su voz algo quebradiza
-Si bueno... no es algo que le concierna a esta aldea no?- Dijo Sirius, en un tono algo más acusativo de lo que hubiera querido
-Yo... no quise- la voz de Ellesmere ahora sonaba compasiva, si hubiera sabido que eso era lo último que Sirius deseaba encontrar en su voz, se hubiera detenido
-Si, bien... tú no puedes hacer nada al respecto verdad?, es decir... estamos estancados en esta imitación barata de la realidad, no que podamos salir ¿Cierto?
-Lo siento yo... no puedo decirte nada... nada que te sirva- dijo Ellesmere, triste de no poder amainar su furia
-¿No puedes o no quieres?- acusó Sirius sin poder detener su palabras, muy dentro él sabía que esa no era la dirección que quería que tomara la conversación
El silencio cubrió la sala
-Lo siento- dijo finalmente Ellesmere
-No... no tienes que disculparte- le respondió Sirius, ahora ya más conciente de lo que sus acusaciones podían hacer sobre el ánimo de su amiga
Otro momento de un extrañamente cómodo silencio cayó sobre ellos, cubriéndolos...
Momentos después, justo cuando el silencio amenazaba con volverse incómodo y molesto Sirius sintió como una superficie cálida tocaba sus labios... el contacto lo hizo sobresaltar
-Lo siento... tenías el labio sangrado... te herí... ¿me perdonas?- la voz de Ellesmere no podía sonar más dulce aún si ella lo hubiera querido así
-Me... me... ¿me acabas de besar?- Sirius sintió lo estúpido que había sonado al decir algo como eso, nunca en su vida se había comportado como un adolescente estúpido al que no se le ocurre que hacer en una situación como aquella, y por su vida que no iba a empezar ahora!
-Yo... lo siento, debí saber que te iba a molestar- Ellesmere había sonado todo menos convencida de lo que acababa de decir, era gracioso el contraste de ideas que seguramente pasaban por su mente, ya que mientras por un lado el rubor cubría su rostro, por otro su mirada no reflejaba más que la de una niña que ha sido encontrada haciendo algo malo pero que está segura que no será castigada... y si se fijaba bien, podía observar los restos de una sonrisa que había luchado por salir en su expresión
Sirius aún estaba en shock, de todas las cosas que podía haber imaginado que sucederían aquella tarde, esa era la última que él esperaba... –Dios mío- pensó –Así que es así como se sentía mi pobre amigo Prongs...- algo de sarcasmo en su voz –Y yo molestándolo por todo Hogwarts... que ironía- seguía absorto en sus pensamientos
-Bueno tampoco tienes que tomarlo así, no es para t...- Ellesmere hubiera continuado con su sentencia, pero Sirius fue mucho más rápido y al ver que su oportunidad podía estársele escapándole de las manos se lanzó en búsqueda de aquellos labios, que después de aquél primer contacto, sabía que se le volverían una adicción
El beso no fue muy largo, tampoco muy corto, simplemente... duró el tiempo correcto... él intentó transmitirle todo lo que su corazón cargaba desde el momento en que sus miradas se cruzaron por primera vez, ella... ella sólo lo siguió
Cuando al fin se separaron... él supo que no ostentaba posibilidad alguna de arrancar del corazón de Ellesmere a aquél hombre, aquella sombra de su pasado, el verdadero amor de su vida, él supo que toda esa historia era cierta, él supo que Henry existió y que lo había amado...
...y lo odió por ello
Por el rostro de Ellesmere pasaban mil emociones, aún así, no aquella que él hubiera querido... pasaban la culpa, el amor no inspirado, el amor resguardado, el odio ante su traición... el odio a sí misma, el asco y remordimiento, el amor amical, y otra vez la culpa intensificada...
-Yo... yo... no debí... lo siento... Henry...- Ellesmere trataba de articular las palabras lo más claramente que su pobre alma atormentada le permitía
Al verla allí, tan indefensa, con todo el sufrimiento que pesaba sobre su ser... Por Dios!!! Lo había esperado por ya casi un milenio!!! Que clase de hombre era él que intentaba arrebatarle ese amor... y sin embargo
-Él no va a regresar- sus palabras aún a pesar suyo, salieron con la mayor frialdad de la que podía haber sido capaz
-MIENTES!!! CÁLLATE!!!- los ojos de la mujer una vez más se llenaron de lágrimas –Tú que puedes saber- había tomado la posición de una fiera amenazada... herida
Sin saber aún muy bien porqué, o cómo, Sirius se abalanzó hacia ella y la aprisionó en un abrazo, al principio encontró resistencia pero poco a poco ella fue dejando de luchar y se acurrucó contra su pecho, dejando que su corazón se desahogara... fue en ese momento que Sirius supo que su destino estaba sellado, ya no había marcha atrás, nunca podría abandonar el camino que había decidido seguir... había rendido toda su voluntad a esta mujer que yacía indefensa en sus brazos... ya no existía más un Sirius como individuo, como ser aparte y lejano de aquella realidad... ya sólo era el ser que vivía de lo restos de un amor no correspondido... de las sobras que esa mujer se decidiera a darle, era la sombra de su pasado, y se aborrecía por ello... pero por más que el desprecio por su persona crecía, era conciente que poco o nada le importaba cuan bajo su orgullo cayera si con esto lograba algo de su aprecio, había decidido, y su decisión era irrevocable... viviría de las miserias que en su gracia le fueran otorgadas
-No tienes que hacer esto- dijo Ellesmere, por primera vez en ya un buen tiempo había podido leer los pensamientos de su huésped, y tenía la impresión de que era porque así lo había querido él –Yo... yo no sería capaz... no podría hacerte esto... no sabes lo que ofreces- su voz se quebraba más a cada momento ante la idea del inmenso sacrificio que Sirius parecía querer hacer tan dócilmente
-No... tú no entiendes... a este punto no estoy en condición de ofrecer nada- Sirius parecía haber perdido ese vacío en sus ojos, sólo para ser reemplazado por un extraño brillo, que de no haber sabido su procedencia, había podido jurar que era fanático –Yo Sirius Black... estoy renunciando a mi nombre, a mi pasado a todo lo que alguna vez fui o pude haber sido, renuncio a mis ideas, sentimientos si alguna vez tuve alguno, porque nada nunca fue como lo que ahora veo, así que casi puedo decir con burla que renuncio a algo que nunca existió, renuncio a todo lo que me impida pertenecer a este lugar, a este momento... renuncio a todo lo que me pidas renunciar... así que, como verás, no puedo ofrecerte nada porque nada tengo... yo... tomaré el nombre que desees darme... tomaré las ideas que desees darme, tomaré el pasado que desees darme, como puedes ver, no te ofrezco un futuro, sino más bien te ruego que me des uno...- al fin había dicho todo lo que su corazón deseaba expresar... al fin había cerrado el pacto que lo ataba a esta mujer... para siempre, sin arrepentimientos... ahora solo podía esperar que su razón no fuera rechazada, alienada... y con ella... su corazón
Ellesmere no podía creer todo lo que había escuchado... se parecía tanto a Henry, de formas tan extrañas y extravagantes, hubiera aceptado su propuesta sólo para no verlo lastimado, pero él no sabía todo lo que estaba pidiendo de ella... sabía que si dejaba que Sirius entrara a su corazón, podía adueñarse de él, y eso era lo último que ella deseaba... un corazón que no contuviera a Henry, era un corazón que merecía ser desechado... y sin embargo, de un modo muy extraño, ella ya amaba a su interlocutor... un amor que jamás, si ella podía evitarlo, sobrepasaría al verdadero... fueron la confianza en la entereza y fuerza de su amor y el sentimiento de soledad que creía que ya no podría acallar por mucho más tiempo, los que la llevaron a tomar una decisión... Sirius quería ser Henry... y ella se lo permitiría
Como si pudiera haber leído sus pensamientos, una sombra cruzó por el rostro de Sirius, haciéndolo ver de alguna forma... terrible, pero al mismo tiempo digno de compasión... él nunca sería completamente feliz siendo el reemplazo de un fantasma, pero no sería feliz en absoluto si no se le permitía serlo... estaba condenado
-Sólo una cosa te pido- la voz de Sirius empezaba a sonar como en el futuro nunca dejaría de hacerlo... llena de dolor pero con la alegría impresa... nunca triste... nunca feliz –Llámame Sirius... déjame esa ilusión-
-¡¿Qué te he hecho?!- dijo Ellesmere llevándose las manos a la boca, su voz llenándose de culpabilidad, algo de terror impreso en su tono
-Feliz- respondió Sirius –Lo más humanamente feliz que jamás podré ser- y con esta sentencia se acercó al objeto de su más reciente dolor y dicha y con un beso triste... de despedida... dijo adiós a su orgullo y a su pasado
...
Semanas habían pasado desde aquél día, Sirius ya podía saber cuanto tiempo era el que pasaba... podía contar las horas... siempre en guardia, siempre temiendo... Había mudado su residencia al cuarto de Ellesmere, la había hecho suya, lo más humanamente suya que podía ser la mujer de otro; la amó con cada fibra de su ser, implorando que ella lo amara también, ella le respondió con toda la pasión escondida tras años de espera... y nunca menguó, pero no era a él a quien amaba, era a Henry... y era a él a quién iba a buscar cada madrugada, cada día; todos los días en su incesante peregrinar al páramo... todos los días esperando encontrarlo, sólo para volver decepcionada, descargando su furia y frustración en apasionadas sesiones de amor con Sirius... él ya se había acostumbrado, condenado como estaba a esperar cada día que ella volviera, conteniendo la respiración ante la posibilidad remota de un encuentro entre ellos, ante la posibilidad de que él volviera... se encontraran, y ella no lo necesitara más, sólo para poder respirar de nuevo cuando ella volvía sola... a él... y que juntos se amaran, si bien por distintas razones ambos; una vez llegado el sol, temer nuevamente la espera del día siguiente... era una vida maldita la suya
Trató de odiarla por lo que le estaba haciendo, intentó decirle mil veces que la aborrecía, que lo había condenado, pero las palabras se quedaban formando un nudo en su garganta... detestó a todos aquellos que alguna vez en su vida le habían hablado de lo maravilloso que era el amor, ese amor puro que él jamás conocería, llegó a odiar a su entrañable amigo James, por el simple hecho de haber tenido a Lily y que ella le correspondiera... odió todo lo que pudo odiar, todo para no manchar su amor por Ellesmere, todo para no odiarla... pero sobre todo se odió a sí mismo por haberse convertido en lo que era ahora, y se odió aún más por no ser capaz de infundir amor en el corazón de la única persona que le importaba... la que hacía su mundo... la que le había condenado a una vida de miseria
Un gran actor... pensó en su letargo, se hallaba yaciendo en el lecho de su amada, aún a la espera de su vuelta... se sentía satisfecho de que al menos ella nunca se enterara de todo el sufrimiento que le causaba, si bien no podía ocultarlo todo, moriría antes de hacerle saber que todos los días dejaba de ser él, se perdía, moría un poco y ella era la causante... no, antes prefería alejarse que causarle sufrimiento... y alejarse para él, representaba un castigo peor que la muerte, la muerte era un alivio, lejos de presentársele, no que él la deseara... Ya había demorado... ¿sería posible acaso? No, él lo sabía, sabía que los muertos no regresan y mucho menos se levantan de sus tumbas... pero aún así, su mente se complacía en hacerlo sufrir, ante la remota posibilidad aún latente del regreso de Henry... de la pérdida de Ellesmere. En un momento de lucidez su mente le gritó y suplicó que se alejara, que huyera de esa terrible maldición, su corazón cansado de pelear no había presentado objeción y su cuerpo hubiera seguido la trayectoria de sus pensamientos, pero Ellesmere regresó y todo intento de huída se perdió en el olvido ante el fuego abrasador de su contacto
Los días pasaban como si no existiera otra persona en el mundo que no fueran ellos, lo días ayudaban a Sirius a sobrellevar la tortura que significaban los momentos de espera... en el día ellos fingían, ella fingía que era a él a quien quería y él fingía que no sabía que era mentira
Una noche de particular desenfreno Sirius no quiso dormir, tratando de grabar en cada rincón de su memoria los hechos acontecidos, se negaba a dar paso al sueño y que este le quite la sensación de amor que lo cubría, pero el cansancio pudo más y se vio obligado a cerrar los ojos, sin saber que sus culpas vendrían a cobrar las deudas que él trataba de ignorar...
Sirius estaba flotando en el vacío, se preguntaba si esta sería otra de esas pesadillas en la que veía regresar a Henry arrebatándole todo por lo que en el momento existía... por más que estos sueños se presentaran cada noche, no llegaba a acostumbrarse a la perturbadora escena; pero esa noche no fue así... otra imagen se aparecía... un niño... y supo de inmediato de quien se trataba... Harry... maldita sea su conciencia que se obstinaba en traer a la memoria sus emociones para con el muchacho... no era la primera vez que tenía esa visión, por más que tratara de obviarla sabía que nunca podría, y en el fondo, no quería hacerlo... otra vez... maldita conciencia... poco a poco lo había hecho recuperar las imágenes que pensó perdidas, las imágenes que lo ligaban con el hijo de James, pero aún más que ese título... con Harry; una de las razones porque quería mantener cerrada esa ventana de su subconsciente era porque sabía que si había alguien con quien Ellesmere podía compartir el puesto en su corazón, era ese muchacho, y eso le aterrorizaba... lo quería no como al hijo de su amigo, lo quería como si fuera suyo... su propio hijo... en una extraña y retorcida ilusión se había encontrado alguna vez pensando que quizá podrían conformar una familia, esto claro, en sus más locos desvaríos... pero el muchacho no se encontraba con ellos, y él jamás podría condenarlo a la vida eterna que le esperaba del otro lado del velo, una sin sus seres queridos... él aún no tomaba conciencia de que Harry lo tenía en su lista de prioridades, pensó que como Ellesmere, el muchacho sólo podría darle un afecto fingido... uno resultado de la obligación... y simplemente no podía soportar más rechazo... su mente era milagrosamente estable de por sí como para darle más sufrimiento
Pero esta vez el muchacho no solo estaba sentado en un rincón, como solía hacerlo en otras apariciones, esta vez el muchacho lo miraba, lo miraba fijamente a los ojos y tenía algo de acusativo en su vista... lo acusaba de traición, de abandono... no, eso era más de lo que él podía soportar, quizá un amor fingido o incluso un odio abierto hubiera sido mejor que enfrentarse a esos ojos llenos de decepción... llenos de tristeza...
De pronto y sacándolo de sus pensamientos, el muchacho levantó en alto su brazo, que dirigía hacía Sirius un dedo acusador y las palabras más hirientes que Sirius jamás había creído escuchar de la boca del muchacho salieron para darse a conocer
-Traidor-
Traidor... el dolor que sentía Sirius ante esta declaración, no parecía compararse con el dolor de quien las pronunciaba... ¿tanto daño le había hecho con su ausencia? ¿Cómo no se había dado cuenta antes? Y él aquí quejándose de un amor no correspondido cuando él mismo había arrancado la seguridad y el amor de las manos del muchacho... realmente era un traidor después de todo... y con ese conocimiento se despertó
-¡¡Harry!!!- el hombre se despertó, sudoroso, temblando... aún podía ver el rostro del muchacho señalándolo, llamándolo traidor...
-¿Pasa algo amor?- dijo Ellesmere algo adormecida mientras abrazaba al hombre que yacía a su lado, no encontró respuesta... –Sirius... cariño ¿estás bien?
-Si no es nada... no te preocupes, vuelve a dormir- dijo Sirius con una dulce sonrisa, agradecía que aún fuera de noche, así ella no podría ver sus lágrimas, lentamente fue volteando para quedar dándole la espalda, sumido en sus pensamientos no notó cuando ella volvió a quedar dormida, él por lo menos no volvería a pegar los ojos durante toda la noche...
Volvía a ser traidor... tendría que hacerle frente a sus decisiones...
***************************** Sorry por haberme demorado tanto en el anterior capítulo, pero tenía muchas cosas que hacer y no pude presentarlo. Ahora presento este capítulo(NO ME PEGUEN!!!) y quizá no está muy bien hecho, pero no tuve corazón para revisarlo(si lo leía de nuevo me daba penita y ponía un mejor final y no puedo permitirme ese tipo de flexibilidades je je je)
Qué pasaría si pongo FIN después de este capítulo? Muajajajaja... mentira, todavía falta mucho que explicar y mucho, pero mucho sufrimiento...
Gracias por el review y pues ya no ruego por más... snif snif(pero si quieren...)
Lean "Asuntos Inconclusos" estará interesante...
