Capitulo IV: El discípulo
"ÚNETE AL EJERCITO"
"Es ahora cuando podrás defender al SDF-1
y ayudar a los cientos de valientes hombres
y mujeres que enfrentan al enemigo día a día"
(Propaganda de enrolamiento del SDF-1 Macross)
La moneda giró en el aire un par de segundos antes de caer en la mano de Roy, que la miró con gran satisfacción.
¡Gané! – Dijo triunfalmente. Tengo que ver esa moneda – respondió Ivan mientras se la sacaba de la mano – Quiero estar seguro de que no hiciste trampa. No seas tan desconfiado, gané y no hay vuelta que darle. Hoy te toca el primer turno de la evaluación de nuevo. Podes estar muy contento, pero estate seguro que ninguno de los cadetes se va a alegrar de verme de nuevo en el simulador.Ese día más de cincuenta jóvenes habían sido seleccionados para poder unirse a los escuadrones de elite del Macross. Solo los mejores podían ser elegidos y solo diez ganarían el derecho para estar en los escuadrones Skull y Ghost.
Ivan y Roy entraron a la habitación y los cincuenta reclutas hicieron la venia al verlos, tratando de ganar la mejor impresión en sus futuros comandantes.
Que desastre, cada día están peor – murmuró Ivan a Roy, tratando de que ninguno lo escuchara – ¿Podes creerlo? ¡Hay muchos que se cambiaron el color de pelo, esto se parece cada día más a una escuela Punk! Se puso de moda hace poco y nunca tuvimos ninguna regulación, ya no hay vuelta atrás – respondió Roy una vez que se alejaron del grupo. Es un desastre, no sé a donde vamos a terminar. ¿Notaste que muchos de ellos tienen anteojos? No me digas que eso también esta de moda. Nos estamos quedando sin pilotos, más que nada después de Marte. Tenemos que reclutar a cualquiera que se enliste. Aunque no lo aceptemos hay que hacerlo. Es difícil aceptarlo para una persona que se educó en el viejo orden – respondió Ivan molesto - ¿Acaso no presenta un impedimento? ¡Es lo mismo que pongamos a un ciego! Esta bien, yo también me eduqué en el viejo orden y me molesta, quizás un poco menos que a vos, pero creo que hay que darles una oportunidad. Como quieras, si queres una oportunidad se las daré. ¿Ves aquel piloto de allá? Si él pasa la prueba me voy a comer mis palabras, pero te advierto que no le tendré piedad. Adelante, es todo tuyo.Ivan se separó de Roy y caminó hacía el grupo de reclutas observándolos uno por uno, en especial al joven desafortunado que tendría que enfrentarlo en el simulador.
Buenos días cadetes – dijo – Hoy es el día más importante de su entrenamiento, solo los más aptos van a pasar esta prueba y convertirse en la elite del Macross. La evaluación consistirá de tres etapas, en la primera se enfrentaran contra un escuadrón de Pods estando bajo mí comando; en la segunda, deben mantener otro combate con Pods, con la diferencia de que yo no los voy a guiar y deben sobrevivir por diez minutos; y la tercera será la más difícil de todas, deben mantener un combate conmigo y al menos rayar la pintura de mí Valkyrie, el combate será en dos escenarios diferentes, en el espacio o en la Tierra, en esta ultima se combinara el combate aéreo con el combate callejero, similar al de la Ciudad Macross en los primeros días del conflicto.Aquellos que fallen en la primera etapa quedaran fuera, no se les dará otra oportunidad y su futuro va a ser como pilotos de reconocimiento; los que superen la segunda etapa conseguirán la calificación B y serán destinados a los grupos de apoyo; si logran causar algún daño en mí avión se les otorgará la calificación A y serán destinados directamente al grupo de combate y si llegaran a derribarme lograrían la calificación AA, pero les advierto que ningún cadete, jamas, a logrado derribarme y hoy no será la excepción.
¿Alguna pregunta? – Nadie respondió – Bien, entonces comencemos con el combate. Los llamaré por su número de piloto.
Ivan repasó la lista con rapidez y se decepcionó al ver que el muchacho al que le daría la paliza estaba casi en el ultimo lugar.
El primero será el piloto número 1256. Kakizaki, Hayao – dijo en voz alta. ¡Señor! – Se adelantó un joven robusto de entre el resto – listo para empezar. Muy bien, al simulador, cadete.El simulador era una gran esfera de casi tres metros de ancho y representaba a la perfección la cabina de una Valkyrie hasta en el último detalle, inclusive la fuerza G. El Simulador Esférico, tal era su nombre, era uno de los mayores adelantos técnicos conseguidos en cuanto a lo que entrenamiento se refería. La esfera tenía la capacidad de imitar movimientos exactos del avión, inclusive estaba preparado para la transformación. La parte gráfica era la más avanzada que se había inventado y estaba soportada por una super computadora CryIII.
Para acceder a la esfera había que entrar por una pequeña apertura en la parte superior, por donde el joven piloto entró sin problemas. Ivan ingresó a un simulador idéntico que se ubicaba a pocos metros de distancia y se comunicaba con el otro a través de cientos de conexiones por cables.
En el interior se dispuso a repetir la aburrida rutina a la que se había enfrentado los últimos tres días gracias a la endemoniada suerte de Roy.
Hayao se había enlistado casi un mes antes y nunca creyó que tuviese el talento como para ser elegido entre los cientos de candidatos para la prueba que estaba por hacer. Realmente se había sentido afortunado hasta el momento en el que se enteró que la prueba estaría a cargo del Comandante Karpov, no había novato en el Macross que no temiera enfrentársele en el simulador, incluso había escuchado rumores de que una vez solo tres pilotos habían pasado la prueba.
La simulación comenzó y Hayao trató de no perder la calma, aun sabiendo a lo que se tendría que enfrentar al final. El primer combate no fue muy diferente de un video juego y no le resultó ningún problema superarlo, incluso lo disfrutó.
La segunda parte de la prueba fue un poco más dura, ya que tenía que enfrentarse solo a los ataques de los Pods, pero aun así logró superarlo sin mayores dificultades.
Muy bien Kakizaki, lograste hace las cosas bien. Solo te falta la prueba final, la que la vamos a realizar en un escenario terrestre – dijo Ivan por el intercomunicador. Gracias señor, estoy listo para la prueba final, señor. Eso es lo que quería escuchar, cambio y fuera.Después de unos segundos de obscuridad la cabina se vio iluminada por la luz del sol y de un cielo azul como Hayao no había visto en casi cinco meses, pero no tardó en perder el interés en el cielo para volver a sus instrumentos. Estaba a seis mil metros de altura, todos los sistemas funcionaban normalmente y no lograba encontrar por ninguna parte al Comandante.
De pronto y de la nada cuatro misiles aparecieron en la pantalla de su radar, todos viniendo desde cuatro direcciones diferentes, cerrándose a su alrededor. Hayao sabía que tenía que escapar de ese lugar y que si no pensaba rápido no lograría más que trabajar en la reserva.
Por una fracción de segundo logró ver una pequeña abertura en el cerco de misiles y supo que esa era su salvación.
Aceleró al máximo denjando el peligro bien atrás, pero cuando creyó estar a salvo pudo ver un destello metálico a través de las nubes y una ráfaga de ametralladora lo acosó con tal violencia que apenas tuvo tiempo para esquivar la lluvia de balas y cambiar a modalidad de Battroid para responder el fuego.
Ambos contrincantes se escondían el uno del otro entre las nubes, cada cual tratando de conseguir un golpe decisivo en el avión del otro. Aun así era obvio que Hayao estaba en una terrible desventaja frente a su oponente y este no tuvo más remedio que intentar una última jugada en la que apostaba todo.
Trató de acercarse lo más posible al Comandante sin que este se diera cuenta de su presencia y aunque no logró acercarse mucho sin ser detectado, consiguió el elemento sorpresa. Hayao creó una lluvia de balas similar a la que pocos minutos atrás había tenido que enfrentar, pero Ivan fue lo suficientemente rápido como para responder el fuego.
Hayao sintió un terrible golpe y luego vino la perdida absoluta del control sobre la aeronave y aunque trató de estabilizarla solo logró estrellarse en el mar.
La simulación terminó y una de las pantallas de la cabina mostró un cartel parpadenate que decía, CHEQUENDO DAÑOS. Tuvo que esperar los minutos más largos de su vida para saber el resultado del combate. Finalmente el Comandante Karpov apareció por el intercomunicador.
Felicidades, lograste causarme algunos daños. No muchos pero los suficientes para pasar la prueba. Tienes el resto del día libre, preséntate mañana a las 1200 horas con el Comandante Fokker para recibir ordenes. Entendido, señor.Ivan abrió la pequeña puerta del simulador y asomó su cabeza mientras leí en voz alta la lista de pilotos.
El próximo piloto es el 1359. Belushi, John. Entendido, señor – respondió el joven recluta.Ivan entró en el simulador una vez más y se preparó para una larga noche.
Esa fue una de las secciones de entrenamiento más dura que Ivan había tenido, la cantidad de cadetes que se habían unido al ejercito habían superado todas las expectativas causando una gran falta de maestros. Ese fue el motivo principal por el que Ivan y Roy terminaron dado clases durante sus muy cortas vacaciones.
Hacía ya casi cinco horas que Roy se había ocupado de los jóvenes pilotos e Ivan aprovechaba para descansar en una habitación contigua al simulador. Casi no se percató cuando Roy entró por la puerta.
Hey, despertate. Ya terminé con mi turno y tenes que terminar con la última tanda de pilotos. ¡Mierda! ¿Ya tengo que ir de nuevo? – Dijo Ivan entre bostezos. No trates de escaparte de tú turno. Tampoco te olvides que te espera el condenado. Voy a probar que las personas con anteojos no son aptas para pilotear, no le voy a dar ni un segundo.Antes de que Roy pudiese contestar algo Ivan salió de la habitación como un rayo a buscar la planilla con los nombres. Tardó menos de un segundo para encontra el nombre.
Piloto 4557 es el siguiente. Genius, Maximilian. ¡Sí, señor! Pasa al simulador – ordenó Ivan en un tono hostil. Sí, señor. Preparate – dijo mientras entraba en el simulador.Ivan se preparó para las primeras misiones de rutina, deseado que no derribaran a su oponente desde un principio, de ninguna manera soportaría perderse la diversión.
Algo que le molestaba era no haber leído el expediente del joven, pero realmente no era algo para tener en cuenta o preocuparse en ese momento.
Las primeras misiones pasaron sin ninguna dificultad para Max, pero aun así Ivan no se dejó impresionar por la facilidad con la que se había enfrentado a la computadora, sería algo muy diferente cuando él fuera su enemigo.
Lograste pasar bien, ahora es el final.Antes de que Max pudiese responder Ivan ya había cortado la comunicación y tenía el nuevo campo de combate listo para ser usado. Como era de esperar Max se deslumbró con la belleza del cielo azul y las blancas nubes que lo rodeaban, pero Ivan no le dejaría ni un segundo de ventaja. Cayó sobre él como un rayo, disparando su GU-11 con una terrible brutalidad y violencia. No tardó mucho antes de que Max respondiera el fuego mientras esquivaba con una increíble agilidad todas y cada una de las ráfagas de su enemigo; ni siquiera los misiles podían detenerlo.
Ninguno de los dos pilotos podía ganar terreno sobre el otro, ambos anticipaban cada uno de los movimientos de su enemigo y respondían el fuego cada vez con más violencia. Ivan comprendió que no estaba pelando contra el inútil que esperaba y que tenía que hacer algo para deshacerse del joven antes de que lo derribara y lo dejara en ridículo delante del resto de los comandantes.
Comenzó a perder altura rápidamente para finalmente llegar a la gran ciudad que estaba debajo. Estaba seguro que nunca podría vencerlo en la ciudad, él ya tenía experiencia en ese tipo de combates y Max solo conocía la teoría, un truco sucio pero así era la guerra.
Sobrevoló una avenida y apagó las turbinas mientras transformaba a su avión en un Battroid, el cual cayó pesadamente sobre la calle destrozando el pavimento y un gran número de ventanas circundantes.
Apenas si tuvo tiempo de esconderse detrás de un edificio antes de que Max lo bañara en una lluvia de balas.
A pesar de haber fallado en su primer ataque no se dejó impresionar por la desventaja que tenía y aterrizó en la ciudad listo para enfrentarse a un enemigo peligroso.
Llevó su Battroid a través de las calles, siempre atento a cualquier movimiento. Caminó unas cuantas cuadras antes de que Ivan lanzara un contraataque que casi lo toma desprevenido. Max giró ciento ochenta grados y disparó mientras prendía sus turbinas y se deslizaba sobre la calle, destruyendo infinidad de ventanas y automóviles.
Uno tras otro los contendientes atacaban y contraatacaban, sin poder superarse el uno al otro, si no hubiese sido por la munición limitada podrían haberse quedado una eternidad. Pero finalmente pasó lo que tenía que pasar. Justo cuando Max había acorralado a Ivan las balas dejaron de brotar de su ametralladora. Max maldijo su suerte y arrojó la GU-11 antes de transformar su Valkyrie en un avión y escapar de la ciudad. Ivan aprovechó la oportunidad y comenzó a seguirlo solamente con un misil debajo de su ala, era ahora o nunca.
Ni bien vio la oportunidad, disparó su último misil, pero a pesar de todas las expectativas Max todavía tenía un as debajo de la manga. Soltó un par de señuelos anti-misiles. Ivan quedó horrorizado y decidió hacer algo de lo que, quizás, sé arrepentiría más tarde. Con un ágil movimiento de mano abrió un pequeño compartimento al costado de su cabina y un tablero numérico emergió de él. Sin perder tiempo tipeó un par de códigos y el misil cruzó sin problemas los señuelos, consiguiendo un impacto directo en el avión de Max, el cual estalló en mil pedazos.
Finalmente Ivan pudo relajarse, pero notó que algo andaba mal. A pesar de que había derribado a Max la simulación aun no se había terminado; sé dio cuenta demasiado tarde del porque. Un misil se estaba dirigiendo hacía él justo por el flanco y apenas si le dio tiempo para darse cuenta de que Max lo había lanzado segundos antes de ser alcanzado.
El misil impactó en la aeronave y el simulador dio por terminada la batalla. Ivan abrió la pequeña compuerta y salió, listo para enfrentar la humillación, pero en cambio se encontró con Max que lo esperaba a pocos pasos de distancia.
Usted me ha derrotado, señor.Ivan no creía lo que escuchaba, estaba seguro de que él sabía que había hecho trampa, pero aun así aceptaba su derrota.
Estas equivocado muchacho, te juzgué mal y pagué por ello. Voy a ser justo, ganaste el combate como todo un hombre. Usted me derribó primero señor, se merece la victoria. Si no hubiese manipulado los códigos del simulador, el misil jamas te hubiese impactado, sin embargo te las ingeniaste para lanzar un último misil sin que me diera cuenta. También debo disculparme por haberte prejuzgado simplemente por el hecho de usar esos anteojos, aunque sigo pensando que no te queda bien el pelo de ese color. ¿Solo por ese motivo estaba tan determinado a derribarme, señor? Que tontos que podemos ser algunas veces ¿No? Ven, yo invito la cena.