Capitulo IX: Matar o Morir
Si bien jamas había habido un juicio militar en el Macross, la noticia no tomó mucha importancia por dos motivos fundamentales. El casamiento de Max Jenius con la piloto Zentradi y la fuerte censura que los militares habían ejercido, particularmente con este caso.
Aun cuando la MBS (Macross Brodcasting System) era muy fácil de manejar, la noticia no sé podría ocultar para siempre y tarde o temprano alguien la encontraría y publicaría.
Ese día Katy estaba revisando los archivos en busca de algunas fotografías de Max y por casualidad se encontró con el expediente, bien oculto entre los demás, del caso Karpov.
Le llamó la atención encontrar el nombre de su marido en algo relacionado al periodismo y su gran curiosidad la impulsó a abrirlo y leerlo.
No tuvo que leer más que las primeras líneas para quedar horrorizada con la noticia, de como Ivan había pedido la pena máxima para su propio hijo y no había vacilado ni un segundo. Trató de encontrar una explicación o incluso mentirse a si misma, pero había un extenso anexo con fotos en las que se lo veía claramente a él y a su hijo, esposado y custodiado por la policía militar.
Katy no vaciló y guardó el archivo en su cartera antes de salir del edificio lo más rápido y discretamente posible. Su casa estaba a una gran distancia y maldijo no haberse comprado un auto. Buscó algún taxi, pero sé había declarado al día como feriado y solo trabajarían en una alerta de combate.
Finalmente se dio cuenta que era una perdida de tiempo buscar algún medio de transporte y empezó a caminar, dándole tiempo para pensar y reflexionar sobre el tema.
Cuando abrió la puerta encontró a Ivan sentado en el sillón viendo el casamiento por la televisión, su rostro no mostraba emoción alguna, pero sus ojos dejaban escapar odio, un odio terrible.
Katy se sorprendió de verlo en la casa, esperaba que estuviera en la boda, disfrutando de los momentos de paz y calma que sé vivían, pero pareciera como si estuviera en una interminable batalla contra un enemigo que quizás nunca llegaría a conocer.
No esperó mucho para que él se percatara de su presencia y para anunciarse Katy echó el archivo a los pies de Ivan, quien lo miró con curiosidad.
¿Me podes explicar que es esto? – Preguntó Katy tratando de adivinar que contestaría.Ivan agarró el archivo y lo abrió. Se tomó su tiempo para pasar de página en página y revisar todas las fotos, ignorando totalmente la presencia de su esposa. Finalmente habló.
Es justicia – fue la respuesta, tajan y hostil. Es tú hijo – contestó sin comprender como podía hablar de esa manera sobre un asunto tan importante. Era. Era un asesino, intento matarme y con ese acto traicionó a la UN, a sus compañeros, a sus superiores y a su padre, no iba a permitir que alguien como él viviera un día más. No puedo creer que digas eso, no sos el hombre del que me enamoré, estas actuando como una máquina fría y calculadora. Todo esto esta pasando desde que murió Roy. ¿Qué pasó, por qué este cambio? No sólo fue la muerte de Roy, es algo peor. Un evento en mí pasado que preferiría olvidar, pero que recuerdo cada una de las noches de mí vida. Es algo que no entenderías jamas. Ese no es motivo para que arruines tú vida...Ivan no la dejó terminar de hablar. Se levantó del sillón y con todo su odio pateó la pequeña mesa que estaba frente a él.
¡¿Qué no es motivo?! ¡¿Te das alguna idea de lo que significo haber visto como nueve hombres que debía proteger eran asesinados justo frente a mis ojos?! – Rugió Ivan llenó de furia - ¡Volvió a suceder, deje que murieran Roy y los demás y no pude hacer nada, por eso deben pagar el precio! Pero té estas destruyendo, intenta recapacitar – Katy trató de abrazarlo, pero él se negó y caminó hacía la puerta. No tengo otra elección. Si sales por esa puerta – le advirtió – no quiero volverte a ver nunca más. Quizás sea mejor así – Ivan abrió la puerta y se alejó en su jeep militar, dejando atrás a Katy, totalmente sorprendida.Los días que siguieron Ivan se mantuvo alejado de Katy y el ejército. El reciente armisticio con el enemigo no le había caído muy bien, y por elección personal decidió mantenerse alejado, lo último que quería era que la historia lo recordara como el que arruinó la paz.
Había estado paseando por la ciudad tratando de olvidar todo, cuando las sirenas de alerta comenzaron a sonar frenéticamente. Los altavoces dejaban oír todas las indicaciones que cada civil debía seguir en un caso como ese. Pronto las calles se llenaron de personas que corría frenéticamente hacía los refugios.
Ya estaban llegando, la flota principal de los Zentradi había llegado y sé tendrían que enfrentar en la batalla más grande de la historia humana. Ivan estaba a punto de acelerar a fondo para ir al Prometheus, pero se detuvo. Estacionó el jeep a un lado de la vereda y se acercó a la mujer más hermosa que hubiese visto en su vida. Su cara no mostraba simpatía, pero sus ojos le mostraban el más profundo amor.
¿Iras a la batalla? Es mí deber y debo cumplirlo. Creí que no querías verme más. Hay veces que me gustaría poder hacerlo, pero te amo demasiado, solamente me gustaría que dejaras de lado todos tus rencores y me dedicaras un poco de tiempo. A mí también, pero no puedo, es más fuerte que yo. Pero te prometo algo, si regreso seré diferente, lo dejare todo en el campo de batalla y volveré como una persona nueva. ¿Y si no vuelves? – Preguntó con ternura y temor. Quizás sea mejor si me pierdes, si no cambio da por sentado que será mejor.Ivan aferró su mano y sintió una calidez que casi había olvidado en tantos años. Supo en ese momento que tendría que volver para hacerla feliz y que tendría que dejar su odio atrás.
Te amo – dijo Ivan – Y aunque no vuelva siempre té seguiré amando. Yo también te amo – respondió Katy – y por favor, vuelve y no me dejes sola. Lo intentare.Una multitud atravesó la calle y Katy quedó atrapada en la marea humana, separando su mano de la de Ivan. Solo pudo llorar mientras era separada de su amado, quien tenía un futuro incierto.
Ivan la vio alejarse y supo que todo estaba hecho, si no volvía sería mejor. No se molesto en subir a su jeep, solo caminó tratando de prepararse mentalmente para la titánica batalla que se estaba orquestando en el vacío del espacio.
Como el guerrero que marcha a una muerte segura Ivan puso su mente en blanco, dejando sepultado todo recuerdo de seres queridos para hacer de su batalla algo más fácil de soportar.
El Prometheus estaba casi vacío y solo la sombra de su negro avión rompía las líneas de las paredes y puertas. Ningún ingeniero estaba presente en ese momento, habían preparado los aviones y se lo evacuó lo más rápido posible del lugar, solamente David estaba presente para verlo partir.
Buena suerte, señor Fuiste un buen soldado y un gran amigo, nunca lo olvidaré – Los dos soldados estrecharon sus manos e Ivan trepó a la cabina. Puso a punto todos los sistemas de navegación y en poco tiempo fue subido a la cubierta del portaaviones.Nada podía prepararlo para lo que vería. Había escuchado la cantidad de naves que tenía el enemigo, pero verlo era otra cosa totalmente distinto. En ese momento supo que todo estaría perdido, pero alejó todo pensamiento negativo recordando las pocas palabras que su padre le había dicho tiempo antes de que desapareciera y que había llevado con él por el resto de su vida, pero que entendía por primera vez ese día frente a una muerte casi segura: "Cuando la batalla se muestre adversa y tengas todo en tú contra, nunca pienses que estas perdido. Solo sal ahí fuera y pelea con todo lo que tengas".
Nunca te des por vencido – susurró.El avión tomó velocidad y pronto estaba en el espacio reuniéndose con su escuadrón, que lo había estado esperando desde hacía un rato.
En algún otro momento alguien hubiese hecho un chiste sobre el retraso, pero no ahora. Unas señales de luces, un pulgar levantado, fueron todos los saludos que hubo.
No pasó mucho tiempo para que la voz del Capitán Gloval se hiciera escuchar en todas las naves aliadas, desde el más pequeño de los aviones hasta el más grande de los cruceros Zentradi, que ahora pertenecían a su bando.
Ivan no prestó atención al discurso, solamente mantenía la vista fija en un pequeño Pod que se mantenía a una prudente distancia del él, posiblemente debido a que su reputación había corrido en todas las naves de la flota. Pero esta vez trataría de no matar ninguna nave amiga, aunque no podía asegurar nada.
La canción de Minmay sonó en todas las Valkyries y esa fue la señal para el comienzo de la batalla. El escuadrón Ghost aceleró al máximo y se sumergió de lleno contra la flota enemiga. Sus ordenes, como las de todo piloto, eran simples: destruir cualquier nave que se interponga entre el Macross y la Nave Principal Zentradi.
La batalla pronto se tornó en varias acciones desesperadas para cada bando. En pocos minutos cada uno de los canales de comunicación estaban totalmente congestionado y las maniobras de ataque solo se regían por código Morse o por un plan ya estructurado por los miembros de cada escuadrón, haciendo de la coordinación algo totalmente imposible.
Ivan mandaba a sus pilotos contra una pequeña formación de naves de combate, que podían presentar un cierto riesgo para el Macross, pero que nada podían hacer contra las casi quince personas que formaban el escuadrón Ghost. Pero los eventos cambiaran drásticamente. Para sorpresa de los pilotos y el mismísimo Ivan la canción de Minmay se desvaneció súbitamente. En pocos minutos las fuerzas Zentradi que los rodeaban salieron de su "trance" y comenzaron a atacar con más ferocidad que nunca, causando varias bajas.
Sin pensarlo dos veces Ivan rompió el silencio de radio y trató de comunicarse con el Macross pero sin ningún tipo de respuesta. Después lo intentó con su segundo.
¿Que pasa? ¿Dónde esta la canción de Minmay? Señor, creo que hay una distorsión magnética en esta zona, no podemos recibir transmisiones de largo alcance. Maldición. Aquí Líder Ghost, formación de batalla, protejan con sus vidas si es necesario a las Valkyries que tengan los RMS. Es nuestra única esperanza.Ivan rompió la formación y aceleró al máximo, enfrentando a uno de los grandes cruceros de batalla. Retardó unos cuantos segundos el tiempo de los detonadores, soltó un RMS, que impactó en el casco y gracias a la inercia lo penetró con mucha facilidad. Seis segundos después el crucero desaparecía en un destello de luz.
Hagan esto con todas las naves que encuentren, busquen a las más grandes y después no las arreglamos con las mas chicas – ordenó al escuadrón – Martin, ¿Cual es la extensión del campo de interferencia? Casi 200 kilómetros cuadrados, señor. ¿Que nos queda más cerca, el Macross o la Tierra? El Macross esta a casi 1500 kilómetros y la Tierra 2500, pero la Tierra esta menos cubierta por las naves Zentradi. ¿Alguna de estas naves representa un riesgo real para la flota aliada? Ninguna. Muy bien, a todos los pilotos, aquí Líder Ghost. Hay que abrirnos camino hasta la Tierra a toda costa. Fijaremos como punto de reunión la ubicación de la ciudad de Chicago. Entendido – respondieron todos los pilotos.La batalla fue encarnizada y terriblemente difícil, en medio de un grupo de elite del enemigo un pequeño escuadrón ponía todo lo que tenía para abrir aunque sea una pequeña brecha para escapar a su desbastado planeta.
Les tomo casi hora y media el abrirse paso a través del enemigo y perdieron mas de la mitad del escuadrón, pero finalmente el último misil RMS fue disparado y con él desapareció el último obstáculo para regresar.
Pero los cruceros de combate no eran las únicas presencias hostiles, los misiles de los Pods Zentradi los atacaban sin pausa incluso mientras trataban de entrar en la atmósfera.
Señores – dijo Ivan por el intercomunicador – es hora de escapar y regresar a la Tierra. Adopten posición de reingreso y recen para que no les dé un misil, líder fuera.Apenas cinco cazas habían sobrevivido al desafortunado encuentro en la distorsión y poco o nada podían hacer. La decisión de Ivan aunque desesperada parecía ser la más correcta posible.
Después de acelerar y dejar atrás a los Zentradi el escuadrón Ghost entró en la etapa más critica de la reentrada, ya no tenían que preocuparse de los Pods, pero había algo peor que los ponía en un riesgo aun más grande, misiles.
Varios cientos aparecieron en los radares de los pilotos, pero ninguno estaba en condiciones de maniobrar adecuadamente. Al igual que ellos los misiles habían perdido toda capacidad de dirección, pero aun conservaban sus cargas mortales, capaces de deshacer en pedazos hasta el más robusto de las Super Valkyries.
Uno de estos misiles explotó a unos pocos metros del avión de la Teniente Martin y este comenzó a mecerse peligrosamente. A pesar de todos sus intentos de estabilizarlo, varios de los vernier se habían quemado en el combate.
Ivan maniobró peligrosamente y cambió a modalidad GERWALK, tratando de frenar la entrada con los impulsores principales. Dio un pequeño giro y se acercó al avión de Martin. Con el brazo de su Valkyrie empujo la cabina y la estabilizó hasta que llegó a una posición aceptable para la reentrada.
Inmediatamente cambió a caza y abrió los escudos protectores para ver lo que había quedado de su planeta. Ninguna imagen de guerra sé asemejaba a lo que vio, las bombas de Hiroshima y Nagasaki parecían fuegos artificiales comparados a la devastación que presenciaban como espectadores de una gran película, pero, lamentablemente, todo era real.
Apenas sé podían ver algunas construcciones aun en llamas, pero parecía como si el Apocalipsis hubiese llegado por fin a la Tierra y ellos fueran los únicos sobrevivientes.
Dejando de lado su asombro Ivan retomó el liderazgo del grupo y los dirigió al punto de encuentro. Lo que alguna vez hubiese sido una gran metrópolis ahora solo era un gigantesco cráter de varios kilómetros de ancho y profundidad.
La Valkyrie de Martin fue la primera en tocar tierra y sin pensarlo dos veces saltó de la cabina para ver mejor el estado del lugar. Fue seguida de Ivan y el resto del escuadrón.
Lo destruyeron todo – dijo Ivan mientras bajaba de su avión. Mis padres vivían en esta ciudad – respondió Martin tratando de contener el llanto – Les había pedido, implorado para que me acompañaran a la Isla Macross, pero no querían dejar su ciudad natal. Sé lo que es perder a un ser querido, lo siento. No se preocupe, señor. Voy a estar bien. Por cierto, gracias por salvarme la vida allá arriba. No es nada.Esperaron por tres horas a que algún sobreviviente del escuadrón apareciera, pero nada pasó. Finalmente Ivan ordenó que todos subieran a sus Valkyries y se largaran lo más rápido posible de ese lugar.
Señores, es hora de reconocer el área y buscar el Macross. Nos queda mucho terreno por recorrer así que muévanse.