quelunes, 22 de septiembre de 2003
Notas antes de empezar: La verdad es que siempre he visto fics en donde Rei enferma, casi muere, se cae, se accidenta, se pierde, se convierte en mujer, tiene cosas tristes en su pasado, llora y lo pasa mal. No reclamo contra ello porque es divertido y porque mis propios fics de BB son así. Ahora... siempre Rei es el "casi muerto" y Kai "el que evita que Rei muera"... ¿qué pasaría si fuera al revés?
Agua en el desierto.
¡Tarde!
¡¿Cómo era posible que no pudiera llegar a nada temprano?!... ¡¡podrían llegar tarde a sus propios funerales si de Takao dependiera morir a la hora!!
¡Tarde y el avión se iba!...¡con el equipaje!
Los pasillos llenos de gente no eran una gran ayuda a la hora de intentar alcanzar el avión que pretendían tomar hace 12 minutos, cuando fue anunciado.
Manga 5... manga 5... ¡Manga 5!
-¡Al fin!
-¡A ver si por fin aprendes!
-¡No fue mi culpa!
-¡¿Cómo que no?!
-Ohhh, Don gruñón ya está molesto....
-¡Dejen de discutir o el avión se irá!
Con los pasajes entregados y sus traseros cómodamente ubicados en los acolchados asientos, Max, Takao y Kai suspiraron tranquilos... Habían estado a minutos de perder el avión a China...
-Esto no es bueno para mi corazón ... –gruñó Hiwatari sintiendo su músculo cardíaco saltar en su pecho con tal fuerza que su camiseta se movía –
-Tu mal humor no es bueno para tu corazón "Miss simpatía"
-No lo molestes Takao, ya va bastante molesto como para que lo animes a lanzarte del avión...
-No es mala idea Max... –dijo el mayor –Solo necesitaría sentarme cerca de la puerta... recuérdenme la próxima vez pedir los asientos más cerca...
-¿Qué?, ¿eso fue una broma?, ¿ahora haces bromas Kai?, ¡eso si es una novedad viejo!, ¿oíste eso Max?, ¡Kai hace bromas....!
Mizuhara se tapó la cara y fingió no ver cuando Hiwatari llegó de un solo salto al asiento de Takao, desatando el nudo de su larga bufanda...
-Disculpen... –la alarmada azafata vio al muchacho moreno atado y amordazado en el asiento que le correspondía –
-No se preocupe –dijo Kai –Sufre esquizofrenia, es lo mejor para él. Créame. Solo estamos asegurando un viaje seguro.
-P...Pero....
-Tuvimos una emergencia familiar en China y fue imperioso viajar de la manera más veloz posible... –continuó el chico ruso con una leve expresión de pena –Agradecería su comprensión guardando esto en secreto....
La joven mujer miró esos ojos rojizos llenos de pena y su corazón se derritió en compasión hacia el apuesto y dolido muchacho.
-Por supuesto... ¿desea tomar algo para su pena?
-...Muy amable...
La azafata se retiró y eso dio tiempo a Max se acercarse a Kai...
-¿Qué fue eso? –le preguntó sin aguantar la sorpresa de lo que había visto-
-Nada. Y recuerda poner cara de pena cada vez que Takao se mueva mucho. Eso le dará la impresión de que sufres por él.
-... Recuérdame no ser tu enemigo.
-Cuando quieras.
El resto del corto viaje se realizó en el más absoluto silencio. Takao pronto se rindió a forcejear con sus ataduras, y se limitó a la contemplación del mar a través de la ventana. Al menos no estaba en el asiento del pasillo. Max lo miraba de tanto en tanto, riendo en silencio para que el otro no se enojara, pero no podía aguantarlo. Siempre había pensado que algún día lograría sacar a Kai se sus casillas, y se preguntaba que sería capaz de hacer el chico serio. Ahora tenía su respuesta. Por su parte, Kai mantenía los ojos cerrados pensando que era la primera vez que iban a China de vacaciones. Casi siempre se habían juntado en Japón, por ser el punto más central para todos. Era ya, casi, una tradición pasar unas semanas en Tokio o reunirse con sus amigos en alguna ciudad de Europa.
No se habían visto hace varios meses... De hecho Kyo no estaría esta vez, ya que estaba enfrascado en una importante investigación junto a Judy, la madre de Max, y su equipo de científicos.
De pronto, sin embargo, a Kai se le hizo molesto el silencio. Llevaba tantos años aguantando los retrasos y burlas de Takao y las mediaciones eternas de Max que le parecía raro que estuvieran los tres juntos y no hubiera ruido. Era... quizás incómodo. Le daba la sensación de que no estaban ahí. Siempre la presencia de sus compañeros se había destacado por algo en especial: Takao por el ruido, Max por su risa clara y graciosa, Kyo por sus palabras eternamente inteligentes, Rei por su suave aroma y él por su silencio. Le parecía raro que a pesar de estar siempre callado, sus amigos sabían si estaba o no en un lugar. Nunca se habían olvidado de él, aunque él solía hacerlo cuando no 'sentía' sus presencias cerca por mucho tiempo. Faltaban cosas en el ambiente, y eso obligó a Kai a abrir los ojos para asegurarse de que los otros estaban ahí. No estaba el teclear de Dizzi, no estaban las bromas de Kinomiya, no estaban las carcajadas de Max, no estaban los deliciosos olores exóticos que Rei solía esparcir sin querer... Sin embargo ahí estaban el rubio simpático y el moreno molesto... o sea... Takao también era simpático y le caía bien, pero no lo admitiría nunca frente a él, era una cosa de orgullo....
"Señores pasajeros, les informamos que estamos sobrevolando por la frontera este de China, rumbo al aeropuerto de Hong Kong. Llegaremos aproximadamente en 6 minutos, por favor, sírvanse mantener sus pertenencias juntas y sus cinturones abrochados."
¿Ya habían llegado?
-'Vaya, cada vez los viajes se me hacen más cortos' –pensó Kai –Eh Max...
-¿Qué pasa?
-Desata al desadaptado ese o la gente lo verá.
-Claro.
Takao bajó antes que todos, aguantando todas las cosas que quería decirle a Kai, mientras Max reía a carcajadas y Hiwatari agradecía con su cara de pena a la amable azafata que se derretía por él.
-Kai es un gran actor. ¡Nunca lo hubiera imaginado!
-...
-¿Estás molesto Takao?
-...
-Pero debes admitir que siempre lo molestas, y que te ha aguantado durante mucho tiempo.
-...
-Bien, supongo que cuando te de hambre y dependamos de la enorme billetera de "Don gruñón" como le dices, para saciar tu hambre, el mal humor se te irá.
-¿Del lado de quien estás Max?...
-Ahí viene Kai, mejor vamos a buscar nuestras maletas.
Kinomiya se quedó de pie mirando de manera desafiante a Hiwatari. Este caminaba, como siempre, con las manos en los bolsillos y su andar era confiado y acompasado. Su bufanda se movía de un lado a otro como un péndulo, y el cabello desordenado con el flequillo más bajo le daban un aire de madurez y sensualidad que lograba que todas las chicas voltearan a verlo. Sus ojos marrones estaban más rasgados que antes, y ahora era más alto y más delgado que antes... Realmente para tener 19 años era un chico muy atractivo.
-¿Más tranquilo Takao? –preguntó con una sonrisa burlona –
-Me las pagarás Kai.
Max los esperaba un poco más lejos. Le llamaba la atención el gusto de Hiwatari por su bufanda, llegando a combinarla con casi todas las tenidas con las que era posible. A su lado y contrastando 100%, estaba Takao, con esa larga cola de caballo negro-azulada y esa manera sport de vestir que lo hacían ver como todo un deportista moderno. Kinomiya seguía siendo más bajo que su ex-líder, y no tan estilizado como este, pero no cabía duda que los años habían sido generosos con él en cuanto a desarrollo de belleza. Mizuhara rió y se miró en uno de los tantos espejo-murallas que había en la zona de las maletas. Seguía con el cabello desordenado, y un poco más largo, ahora vestido con ese pantalón de jeans azul y la chaqueta verde con la estrella en el pecho. Sus ojos seguían siendo grandes y hermosos, pero él no apreciaba a cabalidad la nueva belleza que se extendía por su cuerpo. Sonrió de nuevo pensando que todos habían cambiado...
-¿Cómo estará Rei?.... hace más de un año que no lo veo...
En medio de reclamos, burlas, amenazas y risas, los tres jóvenes caminaron para ir a la segunda parte del viaje: El tren que los llevaría hasta el punto más cercano que la tecnología permitía hacia la pequeña aldea.
-Podrías haber arrendado un helicóptero Kai –reclamó Kinomiya mirando el campestre paisaje –
-¿Y perderme todo esto?, estás loco.
-En realidad a mi tampoco me hubiera gustado ir volando. El paisaje es muy hermoso como para no verlo.
-Cosas como estas no se ven siempre. Aprovéchalas Desadaptado.
Takao miró el techo del tren con una sonrisa enorme en su cara mientras decía que Kai era un tonto malhumorado. Max tomaba fotos desde las ventanas del otro lado y Kai se apoyó en el borde de la ventana observando el paisaje mientras una leve sonrisa de tranquilidad le llenaba la cara.
Casi tres horas de viaje pasaron cuando llegaron a la pequeña estación de trenes, la última de toda la línea. A pesar de ser una estación rural era moderna y bien cuidada, a la altura de los TGV (trenes de alta velocidad) que llegaban hasta esos escondidos rincones del enorme país.
-¿Y ahora hacia donde? –preguntó Max –
-Pues... no estoy muy seguro...
-¿No?, ¿El señor Sabelotodo no está seguro del camino a seguir?
-Vinimos hace mucho tiempo y no me dediqué a vagar como tú Takao.
-No estaba vagando. Estaba buscando a Rei. Síganme, recuerdo el camino.
Kinomiya caminó con paso seguro, contento de haber superado a su amigo en algo.
-¿Será seguro seguirlo? –preguntó Mizuhara al otro disimuladamente -¿no sería mejor intentar ubicar a Rei?
-... No creo que sea tan malo al lugar adonde nos lleve ¿verdad?, ¿qué tan mala memoria puede tener?
Imaginando lo peor subieron a un bus que iba hacia las montañas. Solo esperaban llegar antes de tener que volver...
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