viernes, 10 de octubre de 2003

Agua en el desierto.

Capítulo 4.

La mañana los encontró durmiendo en el suelo, rodeados de platos y envoltorios de golosinas y cosas parecidas, como papas fritas y maní salado.

Las camas habían quedado intactas, mientras las mochilas se desparramaban como almohadas, dejando sus contenidos por toda la habitación. Las camisetas de Kai se mezclaban con los pantalones de Max y los calcetines de Takao, mientras este dormía apoyado en la pierna de Mizuhara, él a los pies de la cama que le correspondía, y Rei dormía boca abajo, con Kai apoyado en su espalda, también boca abajo.

Poco a poco, el dueño de casa comenzó a abrir los ojos. El sol entrante le mostró que ya era de mañana, y quizás un poco avanzada. Rei sonrió cuando su vista se aclaró y acostumbró a la luz reinante. Hacía meses que no dormía tan bien... El peso en su espalda lo sorprendió un poco, hasta que vio que Hiwatari lanzaba su brazo a través de su cuerpo, en una especie de abrazo, pudiéndolo así identificar. Con cuidado se dio vuelta y dejó a su compañero acunado en su pecho... era una sensación exquisita e indescriptible. Sonriendo vio también a sus otros amigos, pero pronto su atención se volvió al tranquilo y bello durmiente que lo usaba de almohada. Con suavidad, acercó sus dedos a la tersa cara del chico ruso, y acarició a sus anchas, disfrutando de la cálida piel. No podía negar lo que sentía, y sabía que debía estar agradecido de que Kai lo comprendiera, aunque no lo correspondiera.

-Yo se que lo de anoche fue solo una locura Kai... solo efecto del alcohol...

-No sabes cuanto lo siento Rei... nunca quise... nunca quise llevarte a una situación así...

-No te preocupes, pero quiero decirte algo... y no quiero que lo tomes como una presión, sino como una confesión sana... que necesito decir...

-Rei...

-Me gustas Kai... y lo de anoche fue genial, aunque no lo hayas deseado realmente...

Debía admitir que una de sus más locas fantasías, desde que reconoció y aceptó su orientación sexual, fue perder la virginidad con Kai Hiwatari. Un tanto cruel el destino al concederle su deseo sin lograr que el muchacho lo quisiera, pero el solo hecho de haberlo besado, de haber sentido su piel y su pasión era algo que no cambiaba por nada. Era cierto que de tener al serio chico de pareja esa misma experiencia se repetiría con tanta frecuencia como fuera posible, pero se resignaba. Sabía que había sido afortunado. Muchos no logran siquiera la amistad de aquél a quien aman, y él se había acostado con el objeto de su ferviente deseo. Claro que el tiempo se ocupó de transformar ese deseo en gusto, y el gusto en amor, pero no estaba obsesionado con Kai. Sabía que tarde o temprano ocurría una de dos cosas: o lo olvidaba o lo conquistaba.

Aquella 'primera y única vez' había ocurrido hace menos de año y medio. Max había decidido quedarse en casa de Takao, ya que el abuelo de Kinomiya estaba enfermo, y Mizuhara podía estar tranquilo, ya que era inmune a la enfermedad. Por seguridad de salud, prefirieron que Rei se quedara en casa de Kai, ya que al ser extranjero era un gran problema pasar enfermo por el aeropuerto sin desatar una verdadera emergencia sanitaria. Los juegos de cartas comenzaron a pasar, y el póker fue el escogido, junto con un juego nuevo llamado 'Combate'. El juego consistía en dividir el mazo en dos y cada jugador sacaba 4 montones de 6, dejando la última carta boca arriba. De lo que sobraba del mazo hacían dos montones que quedaban a cada lado de los jugadores. Entonces descubrían una carta y tenían que comenzar a colocar la secuencia encima lo más rápido posible, hasta que uno quedara sin cartas. Todo era cosa de rapidez de manos y vista, ya que se podían poner cartas tanto en el montón propio como en el del contrario, aumentando las posibilidades de ganar, pero las cartas de los montones pequeños atrasaban por estar boca abajo... Bueno, entre Poker y Combate el tiempo fue pasando, y para ponerle un poco de 'ánimo' al juego, decidieron apostar. Distintas cosas fueron jugadas, y tanto Rei como Kai fueron perdiendo, hasta que ya no se les ocurrió nada más que hacer.

La televisión apareció como el eterno salvavidas. Y la película escogida por el azar fue, nada más y nada menos que Juegos Sexuales [Cruel Intention].

-¿tú crees que las chicas hagan eso?

-¿Qué cosa?

-Eso de practicar con las amigas para aprender...

-...Dicen que todas las mujeres tienen su lado lésbico...

-¿Y los hombres tendremos nuestro lado gay?

-Quizás...

Recordaba bien que, al principio, el cometario los hizo reír durante varios minutos. Cuando el aire acabó y la película siguió su curso, volvieron a calmarse.

-¿Original no?

-El típico sujeto que se cree muy macho y que termina siendo gay.

-¿Porqué no aceptarlo y ya?

-No todos lo aceptan. Pero de todas maneras...

-¿Qué cosa?

-... ¿Cómo será el sexo gay?

El olor a cerveza a esas alturas ya era bastante insoportable, y ninguno pensaba con claridad. De hecho, hay muchas cosas que no están en las memorias ni de Rei ni de Kai, pero a veces es mejor no recordar.

-¿Has besado antes Rei?

-Claro. Igual que tú.

-Claro. ¿Y qué te dices después de hacerlo?

-Nada. Tienen la mala costumbre de lanzar esos pequeño quejidos sexys que terminan excitándote y luego se dan la vuelta, te sonríen y te dicen 'Eres muy lindo'

-Eso es cierto... las mujeres juegan con nosotros...

-Calientan el agua y no se toman el té...

-¡No como los hombres!

-¡A tomarse todo lo que se ponga al frente!

-Jajajajajajaja

-jajajajajajaja...

-Y dime, ¿eres virgen?

-...Si, lo soy. ¿Y tú?

-No, yo no. ¿Y con qué tipo de chica te gustaría hacerlo por primera vez?

-...No lo se... ¡así como son las mujeres quizás prefiera un hombre!

Estaban ebrios... definitivamente estaban ebrios... ¿O no?

-¿Hablas en serio?

-¿Por?

-Porque si es así, podrías salir desflorado de esta casa amigo mío...

Y así había sido. Un pequeño descuido que su memoria desechó y de pronto se vio en la cama, atrapado por el abrazo de Kai, seducido por su pasión y dominado por sus besos.

Pero después, habían hablado. Estaban obligados a hacerlo. Y Rei se sentía en la obligación de confesarle a Kai sus sentimientos. Afortunadamente habían acordado seguir de amigos, y ahí estaban ahora, en el suelo de la habitación de invitados de su casa en China, con Max y Takao a un lado... durmiendo 'juntos' pero vestidos... Todo era muy divertido... aunque también un poco doloroso.

-...Rei...

El leve susurró en sueños de Hiwatari le quitó el aire por algunos momentos. ¿Kai lo nombraba en sueños?... El brazo que estaba sobre su cuerpo siguió la línea de la cintura, abrazándolo. Rei estaba helado, sin saber que hacer... ¿acaso él...?...

TOC TOC TOC

¡La puerta!, ¡excelente momento para que alguien venga a molestar!...

Refunfuñando, Kon apartó a Kai de su pecho y caminó hacia la entrada pensando que por fin había tenido al chico en sus brazos después de año y medio, ¡y los interrumpían!

TOC TOC TOC

-¡Ya voy!

La puerta se abrió rápidamente, y una muchacha de delgado cuerpo y cabello corto y azul, junto a un chico delgado como ella, pero más alto y de cabello rubio aparecieron del otro lado.

-¿Kotomi-san?, ¿Shinji-san?

-¡Que bueno que te encontramos Rei-kun! –dijo la chica, Kotomi –Mi abuelo está buscándote, dice que necesita que... –súbitamente, Shinji tapa con sus manos la boca de ella y sonríe –

-¿Podemos pasar Rei?

-Claro.

Los chicos, que eran hermanos, entraron y se acomodaron en los sillones.

-¿Te despertamos? –preguntó él –

-Anoche llegaron unos amigos de Japón y nos quedamos hasta muy tarde conversando.

-Oh, lo sentimos mucho.

-No te preocupes Kotomi-san. ¿Y qué más decía el Doctor Aki?

-Pues, que quería que fueras a la Colina dos antes de las 2 de la tarde.

-De acuerdo, ahí estaré.

-¡Es cierto!, se acerca mi cumpleaños Rei-kun, y quiero que vengas a mi fiesta.

-¿Y cuando sería?

-Tres días después del matrimonio de Lee-san. Pueden traer a tus amigos si quieres –Kon sonrió tiernamente y agradeció la invitación –

-Les diré cuando despierten.

-¡Genial!

-Guarda silencio Kotomi –reclamó el hermano mayor –Rei tiene invitados durmiendo.

-Ops... gomen.

-No se preocupen. No los despierta ni un tren pasando por su lado.

En eso, la puerta de la habitación de invitados se abre, dejando salir a un Kai bastante decompuesto por la noche en el suelo, mientras bostezaba e intentaba ordenar su bicolor cabello.

-¿Dónde me dijiste que estaba el baño Rei? –preguntó sin darse cuenta de las visitas –

-La puerta anterior a la pieza que están usando.

-Gracias...

-¿Necesitas una aspirina? –preguntó mientras se marchaba –

-Una masajista me haría mejor...

Kotomi rió y Shinji se mostró un poco molesto ante la indiferencia mostrada.

-Discúlpenlo por favor –excusó Kon –viene recién despertando y ayer llegaron muy tarde desde Japón, por lo que vienen muy cansados.

-¿Es uno de tus amigos verdad? –preguntó la niña –

-Si, cuando salga del baño se los presentaré. Saldrá más repuesto y verán como es realmente.

Los hermanos comenzaron a conversar entre ellos y Rei se dedicó a preparar el desayuno. No era tan tarde como había imaginado, ya que los relojes marcaban recién las 9.45am.

-Hace mucho que no hacía desayuno para todos...

La puerta del baño se abrió unos 15 minutos después, y Kai salió de ella, junto con una enorme nube de vapor. El muchacho llevaba unos pantalones negros, muy parecidos a los que usaba de niño y una toalla en su cabello, olvidando la camiseta por el momento.

-Buenos días Rei –dijo sonriente –

-Buenos días Kai. ¿Cómo dormiste?

-...Pues he dormido mejor, y he dormido peor. Pero descansé. Tu piso es bastante duro, pero las almohadas son deliciosas...

El comentario hizo que Rei se sonrojara mientras dejaba el pan tostando.

-D-déjame presentarte a unas personas Kai –Hiwatari dio la vuelta, y se encontró con la pareja de hermanos, sintiéndose avergonzado de inmediato por su manera de vestir, su poca educación y por los hermosos ojos de los muchachos –Ellos son Aki Kotomi y Aki Shinji. Son los hijos del doctor con el que trabajo.

-Un placer, soy Kotomi –dijo ella amablemente –

-Un... gusto, Hiwatari Kai.

-Rei nos había dicho que habían llegado sus amigos –comentó Shinji –pero no imaginábamos que uno de ellos fuera el famoso líder de los Blade Brakers.

-De hecho, el resto del equipo está en la habitación durmiendo como si estuvieran muertos.

-Em yo... voy a vestirme...

Kai dio la vuelta rápidamente y se perdió por el pequeño pasillo. Kotomi volvió a reír de manera coqueta y Shinji la reprendió por mostrarse tan seductora.

-Es un chico mayor Kotomi. Solo tienes 15 años.

-¿Acaso lo quieres para ti hermano? –preguntó maliciosa -¿O acaso es algo tuyo Rei-kun?

Ambos muchachos se sonrojaron y desviaron las miradas. Rei prefirió concentrarse en los hot-cakes que Takao agradecería, mientras Shinji maldecía esa odiosa edad de las mujeres, en que todo para ellas tiene un 'lado gay'.

-Deberías madurar Kotomi-chan.

-¡Estás rojo hermano!

A los minutos, y antes que Hiwatari volviera, los hermanos decidieron despedirse y volver a su casa. Rei los dejó en la puerta y se despidió con la típica sonrisa que solía lucir en su rostro. Luego volvió, y sin querer, comenzó a preparar café. A Kai le gustaba tomar una taza de café antes de desayunar...

***ediciones_ryochan@hotmail.com***

notas: me pasé con este cap. Me salió algo larguito.