(Esta es la segunda parte.)
Viernes y verdades ( Parte 2)
En la montaña de las cuatro cavernas Len y Horo Horo avanzaban alumbrados por el brillo de sus armas, un sonido agudo y repetitivo los asustó.
_ Mi celular.
_ ¡¡Pues contesta!!
Len se puso el celular a la oreja.
_ ¡¿Hola?!...Chocolove...¡¿Qué quieres?!...¡¡¿Qué?!!..¡¿Cuándo?!...entiendo...Ahora escúchame...sí, escu...¡¡¡Callate y escucha!!!...quédate tranquilo, yo me encargo de todo...No te preocupes...sí...adiós.
Horo Horo
lo miró confusamente.
_ Yoh se puso como loco y lo retó a un duelo.
_ ¡¿A quién?!
_ A Manta
_ ¡¿Qué?! Eso no es duelo, es asesinato.
Ambos quedaron en silencio.
_ ¿Crees que Manta vaya al duelo?
_ Cómo crees?! A estas alturas ya debe estar escondido en otro país.
_ Pero si Yoh lo encuentra....
_ Estamos hablando de Manta, él es inteligente, no va a dejarse hallar.
Siguieron avanzando.
_ Me olvidé decirte: Dicen que la cadena está embrujada.
De las paredes se empezaron a escuchar susurros que se
convirtieron en voces macabras que lanzaban advertencias tétricas..
_ ¡¡Váyanse!!. ¡¡Váyanse!!.
Largo de aquí. Van a morir.
Len y Horo Horo
se miraron un tanto fastidiados y siguieron.
_ Voces estúpidas- dijo Len.
Las voces callaron un rato.
_ ¡¡¡¡Maldito chino del
demonio!!!...digo...eh....¡¡¡Más adelante está su muerte.!!!
JA JA JA JA.
La caverna se amplió en el primer recinto, el techo se hizo
altísimo y las paredes quedaron lejos.
_ Avancemos.
Y avanzaron, pero sintieron, de repente, que algo les cortaba el paso.
_ ¡¡AHORA CONTEMPLEN!!- dijeron las voces- ¡¡EL EJERCITO DEL TORMENTO!!
Del suelo empezaron a levantarse docenas de esqueletos
dispuestos a atacarlos, la visión horrorosa podría haber espantado a cualquiera
de no ser porque los esqueletos eran la cosa más ridícula que se haya visto,
todos tembleques, apenas podían mantenerse en
pie. Len suspiró irritado, su lanza empezó a brillar con más intensidad
y empezó a abrirse paso entre los esqueletos, por cada golpe que daba diez
esqueletos salían volando despedazados por los aires.
_ Apúrate- dijo Horo Horo-
no tenemos todo el día.
La lanza brilló con más intensidad y Len lanzó un poder sencillo que dejó a todos los esqueletos destruidos.
_ ¡¡¿Esqueletos?!!- dijo Len muy alto para que las voces escucharan-¡¡Qué patético!!
Hubo un momento de silencio, luego una bola de lodo lanzada desde la oscuridad contra su cara. Len se limpió con la mano murmurando groserías en chino.
_ Sigamos.
Y siguieron. Más adelante la caverna volvía a tener el
tamaño normal, Len y Horo Horo
caminaron decididos en medio de las advertencias de las siniestras voces.
_ Váyanse...Largo de aquí...No se atrevan a seguir....¡¡Que se vayan!! ¡¡¿Acaso están sordos?!!... ¡¡¡Qué gente más
desconsiderada!!!
Llegaron al segundo recinto, mucho más alto y espacioso que el primero.
_ ¡¡AHORA SUCUMBAN!!- gritaron las voces- ¡¡ANTE LOS VAMPIROS DEL TORMENTO!!
Miles de chillidos empezaron a escucharse y una cantidad enorme de vampiros empezó a revolotear y a chocarse contra los shamanes
_ ¡¡Qué idiotez!!-dijo Len mientras trataba de espantarlos
con la mano como si fueran moscas.
Horo Horo, que los
espantaba con la tabla, agarró a uno y lo examinó de cerca.
_ ¡Estos ni siquiera son vampiros, son murciélagos!
_ ¡¡¿Cuál es la diferencia?!!
_ Pues que los vampiros chupan la sangre y los murciélagos
comen fruta o insectos.
Len llegó al límite de su paciencia:
_ ¡¡Me importa un comino si son vampiros o perros con alas!! ¡¡¡Deshazte de ellos ahora!!!
_ Está bien...pero qué impaciente!
_ ¡¡AHORA!!
Una brisa fría sopló y dentro del recinto empezó a nevar, los murciélagos quedaron agotados por el peso de la nieve y quedaron regados por el piso.
_ Pobres murcielaguitos.
_ ¡¡¡Esta es la cosa más patética a la que me he enfrentado
en mi vida!!!
Como toda respuesta Len recibió otra bola de lodo lanzada desde la oscuridad
que fue a estrellarse en su cara. Se limpió más enojado que nunca.
_ ¿Estás bien?
_ ¡¡¡¿ACASO CREES QUE VAN A VENCERME CON LODO?!!!
_ Pues...pudo entrarte al ojo.
Len estuvo a punto de estrangular a Horo Horo, pero se contuvo, respiró profundo para
tranquilizarse.
_ Continuemos.
Y continuaron. La caverna volvió a reducirse pero ahora era un poco más amplia y mucho más tenebrosa y las voces siniestras hacían eco en las paredes.
_ Ya...váyanse por favor... en esta cueva no hay nada interesante... Eh vamos ¡¡¿Que no somos amigos?!!
Llegaron al tercer recinto que era el más alto y espacioso
de todos.
_ ¡¡¡AHORA MUERAN BAJOS LAS PIEDRAS DEL TORMENTO!!!- gritaron las voces.
El techo empezó a retumbar y varias piedras enormes
empezaron a caer sobre los shamanes.
_ ¿Por qué todo tiene que ser del tormento?- preguntó Horo
Horo a la vez que lanzaba rayos que hielos que
congelaban a las rocas con tal frío que se deshacían antes de llegar a ellos.
Len por su parte lanzaba poderes sencillos que destruían las
piedras. Por un momento parecía que todo había acabado pero del techo se
escuchó un ruido atronador, Len y Horo Horo miraron para arriba para ver una piedra del tamaño de
un camión precipitarse sobre ellos. Len lanzó un poder enorme.
_ ¡¡¡Cuchilla dorada!!!
La roca quedó hecha polvo.
_ Qué idiotez- murmuró Len sacudiéndose el polvo.
Un extraño ruido volvió a escucharse del techo El chino y el ainu miraron para arriba nuevamente para ver una masa viscosa caerles encima. Horo Horo sólo tuvo tiempo para cubrirse con su tabla. Pero Len que no tenía nada con que cubrirse tuvo que soportar la enorme cantidad de lodo que le cayó encima.
_ ¡¡¡SUFICIENTE!!!- gritó Len- ¡¡¡MUÉSTRENSE AHORA!!!
Del suelo salieron
docenas de brazos fantasmagóricos con bolas de lodo en las manos y empezaron a
lanzarlas en contra de los shamanes. Horo Horo creó un escudo de
hielo, pero Len, que no tenía esas habilidades, recibió varias bolas de lodo,
especialmente en la cara. Eso fue todo lo soportable.
_ ¡¡¡¡CUCHILLA DORADA!!!!
Len clavó su lanza y del suelo aparecieron miles de cuchillas que deshicieron
los brazos y llenaron el recinto de luz. Al fondo se pudo un par de sombras que saltaron picadas por
las cuchillas.
_ ¡¡¡AHÍ ESTAN!!!
Se lanzó al ataque. En toda la caverna empezó a escucharse los gritos.
_ ¡¡NO!! POR FAVOR...PERDONANOS ¡¡¡SOLO
ERA BROMA!!!
Horo Horo negó con la cabeza y siguió avanzando en dirección al último recinto. La oscuridad volvió a rodearlo y las voces y los ataques de Len quedaron atrás.
_ ¡¡¡Bueno!!!- dijo casi gritando- ¡¡¡Esto se acaba ahora!!!
Sólo el eco de las paredes le respondieron.
_ ¡¡¡¿ Por qué lanzaste los hechizos?!!!
Silencio.
_¡¡¡ No sabes en todos los líos que nos has metido!!!
Más silencio
_ ¡¡¡¿Por qué lo hiciste?!!!
Del final de la caverna una luz verde intensa empezó a brillar y un hechizo fue directo contra Horo Horo. Pero el ainu estaba listo, en su tabla todavía estaba pegado un sello para evitar hechizos que le había regalado Len. El rayo verde golpeó contra la tabla y el sello lo absorbió, deshaciendo el hechizo.
_ ¡¡¿QUÉ ME IBAS A HACER CON ESE HECHIZO?!!- gritó Horo Horo
Siguió avanzando por la caverna.
_ ¡¡¿ IBA TENERLE MIEDO A LA OSCURIDAD?!! ¡¡¿IBA A ENAMORARME DE UN PERRO?!! ¡¡¿QUÉ
ME IBAS A HACER CON ESE HECHIZO?!!
Se detuvo. Frente a él estaba la pared del final de la
caverna. Pero algo andaba mal. Levantó la mano y tocó la pared de piedra, pero
la pared cedió ante sus dedos, supo entonces que esa no era una pared real sino
un espejismo y que era la última línea de defensa. Atravesó el espejismo para
llegar al cuarto y último recinto, el más pequeño de todos, apenas del tamaño
de una habitación común, con antorchas en la pared que alumbraban a la
solitaria persona parada en el centro: y ahí estaba, temblando de miedo,
sintiéndose culpable, más vulnerable que nunca y mirándolo con los ojos más
tristes del mundo.
_ Tamao ¿Qué me ibas a hacer con ese hechizo?
En el templo Hitomi el atardecer
se podía apreciar perfectamente. Este templo en particular se encuentra en una
muy alta y empinada colina a la que se
sube por una escalinata larguísima de escalones de
piedra. Sólo Yoh estaba ahí para apreciar el paisaje.
Al llegar al templo había juntado a algunos fantasmas para ahuyentar a la
gente, cuando el templo quedó vacío también despachó a los fantasmas y sólo quedó
él, solo, esperando que el sol se consuma. En los lados de la escalinata había
puesto unos faroles espirituales, estos faroles eran de papel rojo y se
sostenían en el aire por sí mismos, escritos sobre ellos había una inscripción
que decía "El camino final", estaban puestos en diecisiete filas de a dos, uno
por cada año de su vida. Yoh esperaba. "No vendrá."
pensaba "No sé por qué no lo ataqué cuando pude" . Sí
sabía por qué. En el último momento tuvo un fuerte impulso de salvarlo, por eso
lo retó a un duelo, para darle una oportunidad de escapar. Pero igual lo
esperaba porque era su deber.
"No vendrá, es un cobarde y aún así Anna lo ama...Y
yo lo dejé escapar". Mientras más pasaba el tiempo su rabia se hacía más grande
pensando en que Anna se iba y que Manta era el
culpable. "¡Ven aquí enano miserable!. sólo llegarás a Anna cuando pases
sobre mi cadáver" Un fuerte sonido lo
sacó de sus pensamientos y pudo distinguir en la falda de la colina, muy
distante, una diminuta figura a la entrada del camino final. Era Manta.
Toda su duda se esfumó en un instante pero no se sintió enojado, sino más bien tranquilo. "No te aprovecharás de Anna".
El ruido se escuchó de nuevo, era el sonido de un arma al ser disparada.
En la falda de la colina, Manta sostenía una pistola negra
calibre cuarenta y cinco apuntando directamente al farol de la derecha de la
segunda fila. Disparó, el disparo fue certero, el farol reventó y se quemó en
el aire. Apuntó al de la izquierda y disparó de nuevo, y así con las primeras
cuatro filas de faroles sin siquiera moverse de su sitio, no falló un solo tiro
a pesar de los últimos faroles era difícil para cualquier tirador experto.
_¡¡¡Manta!!!- se escuchó el lejano grito de Yoh desde
arriba de la colina- ¡¡¡No traje a Amidamaru!!!
_ Mejor- respondió Manta en voz baja- así me lo harás más fácil.
_ ¡¡Pero tengo todo mi poder espiritual conmigo!! ¡¡Y No te dejaré que te aproveches de Anna, primero muerto!!
_ Tuviste tu oportunidad, ahora es mi turno.
_ ¡¡¡Fuiste mi mejor amigo!!!¡¡¡Pero no pienso arrepentirme!!!
_ Ni yo.
Manta extrajo el cargador de la pistola y repuso las balas que había gastado,
vestía diferente a otras veces, ahora llevaba una gabardina azul oscuro que
parecía haber sido hecha a su medida.
_ ¡¡Ven aquí, enfréntame si te atreves!!
El pequeño estudiante puso la pistola en la funda oculta
bajo la gabardina sin el menor sentimiento en el rostro.
_ Son las decisiones que tomamos-dijo.
Y empezó a subir, sin pausa y sin prisa, uno a uno, los incontables escalones que conducían al templo. El viernes ya estaba pintado de rojo y naranja en las nubes del horizonte, el aire era puro y la brisa suave, el cielo despejado, el atardecer parecía prometer un excelente fin de semana para cualquiera que pudiera sobrevivirlo
_ No fue mi intención- dijo Tamao con los ojos llenos
de lágrimas- fue un accidente.
_ ¡¿Por qué hechizaste a Anna?!
_ El hechizo hace que uno se enamore de la primera persona que uno vea. El
primer hechizo iba dirigido hacia el señor Yoh yo
sólo tenía que concentrarme en él, el hechizo le daría y él se enamoraría de mí
al ver unas fotos mías en las paredes de la calle que Konchi
y Ponchi pusieron.
Horo Horo se acordó
vagamente que las paredes del barrio de Yoh estaban
llenas de lo que parecían afiches (que en realidad eran las fotos de Tamao) que habían sido arrancados debido a que el hechizo
falló.
_ ¿Pero por qué hechizaste a Anna?!
_ Yo sólo tenía que concentrarme en el señor Yoh...pero...pero...en
el último momento me sentí mal por la señorita Anna.
Y el hechizo se desvió hacia ella.
_Y el segundo hechizo?!.
_ Quise hacerlo otra vez ...pero dudé de nuevo.:::En
el último momento me arrepentí y desvié el hechizo.
_ Hacia Jun.
_ Ella siempre está con Li Bruce Long
y ambos están enamorados. No iba a haber diferencia.
_ No. No iba a haber. ¡¡¡EXCEPTO QUE JUN SE ENAMORO DE MI!!!
Tamao cerró los ojos con fuerza
por el miedo.
_ Fue un accidente- dijo en un susurro.
_ ¡¿Y no trataste de arreglar todo este asunto?!
_ ¡Traté! Lancé un hechizo para que la señorita Anna volviera a ser una persona fría y calculadora...pero...
_ ¡¿Pero qué?!
_ Pero el hechizo salió mal y fue contra el joven Manta.
_ ¡¡Qué bien!! ¡¡¡También hechizaste al pobre de Manta!!!
Tamao soltó sus primeras lágrimas.
_ Y eso no es lo peor.
_ Qué quieres decir?!
_ El hechizo azul hace que las mujeres se vuelvan frías y calculadoras pero
siguen conservando sus sentimientos...En cambio si cae en un hombre... Si cae
en un hombre el hombre se convierte en una persona cruel y sin sentimientos.
_ Eso quiere decir que...
Horo Horo
abrió los ojos al máximo y salió corriendo.
_ ¡¡LEN!! ¡¡ TU CELULAR!!
Len todavía estaba castigando a Konchi y Ponchi cuando Horo Horo llegó corriendo .
_ Así que fue ella-dijo Len sin mirarlo.
_ LLAMA A CHOCOLOVE
_ ¿Qué?.
Horo Horo sacó el celular del bolsillo del chino.
_ ¡¡¡¡Manta está hechizado para ser un desalmado!!!! ¡¡¡VA A
IR AL DUELO!!! ¡¡¡DILE A CHOCOLOVE QUE LO DETENGA!!!
Len, tratando de mantener lo mejor posible su frialdad, marcó el número, se
puso el celular a la oreja y esperó, luego miró a Horo
Horo y le pasó el celular.
_ Dile tú, yo tengo otras cosas que hacer.
Horo Horo
se puso el celular a la oreja mientras miraba como Len se dirigía hacía el
recinto donde se hallaba Tamao
_ ¡¿Chocolove?!..
¡¡Escúchame!!.- dijo el ainu
mientras levantaba su posesión de objetos contra Len.
Len sintió la energía de Horo Horo
apuntándole, se dio la vuelta para encararlo y sólo pudo ver el resplandor del
ataque aproximándose, el ataque le dio de lleno y Len quedó atrapado en un
bloque de hielo que le envolvía todo el cuerpo excepto la cabeza.
_Escúchame bien Chocolove...
En el camino que conducía a la montaña de los cuatro
recintos Li Bruce Long
empezaba el combate contra los doce zombies de la
dinastía Tao que aparecieron de entre los arbustos. Pudo vencerlos a todos y
volvió a interceptar a Jun.
_ Jun, detente.
Ella siguió avanzando.
_ ¡Que te detengas!.
La tomó del brazo, ella se soltó.
_ ¡A mí no me das órdenes!
El se aproximó y la abrazó por la espalda.
_ ¡Te amo, maldita sea! ¿Qué no entiendes?
Ella escapó del abrazo y le dio una bofetada.
_ ¡¡TE ODIO!!- le gritó al zombie a la vez que
levantaba varios sellos espirituales.
Él no dijo nada..
En el tercer recinto de la caverna, Horo Horo apretaba el botón del celular debajo del signo "terminar" de la pantalla. Se acercó a Len, que seguía congelado (excepto por la cabeza) y lo miraba fijamente con sus ojos amarillos con una mirada llena de rabia, apenas comparable con la mirada llena de pasión de Jun. El ainu pudo ver lo mucho que los hermanos Tao se parecían. Bazon, en cambio, lucía espantado.
_ ¡¡Joven Horo Horo!!
¡¡¿¿Por qué...??!
Bazón calló. Horo Horo había puesto su mano en alto mostrando una pequeña
mariposita de papel y la lanzó contra el espíritu guerrero. Fue algo tan
sorpresivo que el espíritu no pudo esquivar el sello. Cayó inconsciente.
Horo Horo
bajó la cabeza y se dirigió al cuarto recinto evitando la mirada llena de rabia
e indignación de Len.
_ Kororo.
El pequeño espíritu de la naturaleza apareció en el acto y
lo miraba lleno de angustia.
_ Mantenlo frío.
Siguió su camino, atravesó el espejismo nuevamente y entró,
una sombra cubría su mirada y la luz de las antorchas proyectaban siluetas
oscuras que temblaban en toda el recinto.
_ Vas a deshacer los hechizos. Empieza con Jun, luego seguirás con Manta.
Tamao movió los labios levemente
pero de su boca no salió ningún sonido, fue una palabra que no fue dicha por
miedo. Horo Horo apretó los
puños levemente.
_ ¡¡¿Sabes todo lo que he tenido que pasar para llegar
aquí?!! ¡¡¿Todo lo que he tenido que hacer?!!
¡Rechazar a Jun no es fácil! ¡¡¿Qué me dices de atacar
a mi mejor amigo por la espalda?!! ¡¡Sólo para venir aquí y pedirte que
deshagas los hechizos!! ¡¡¡¿Y ahora me vas a salir con
que no quieres?!!!!
Avanzó y se colocó a dos pasos de ella. Tamao
sólo bajó la mirada.
_ ¡Sé lo que estás pensando!. Estás pensando que has
llegado muy lejos para arrepentirte, que ya has hecho demasiado como para
echarte para atrás...Pero Tamao ¡¿no
te das cuenta que tu plan nunca iba a funcionar? ¡
Horo Horo levantó la mirada, su rostro era inexpresivo.
_ Aún si hubieras hechizado a Yoh,
aún si hubieras podido escaparte con él, tu plan nunca iba a funcionar. No
puedes forzar el amor y aún si pudieras no sería algo sincero, estarías
viviendo una mentira y cometiendo una crueldad ... Y
tú sabías todo esto.
Hubo un momento de un silencio tranquilo, como si afuera del recinto un
hubiera, problemas ,peleas, traiciones ni duelos.
_ Por eso fallaste los hechizos, te sentiste culpable, y no pudiste hacerlo,
porque estaba mal y lo sabías, porque tú no eres así. Y si hubieras hechizado a
Yoh tú misma le habrías quitado el hechizo, tarde o
temprano, porque no te hubieras permitido seguir haciéndolo, hubieras terminado
arrepintiéndote...Y lo sabes.
_ ¿Cómo está tan seguro?- susurró Tamao.
_ Es lo que quiero creer.
Dio un paso más adelante.
_ Por eso te digo, vas a deshacer los hechizos.
Ella no respondió.
_¡No vas a continuar con esto!
Horo Horo
sintió como ella tenía un último segundo de duda. Sonrió, levantó la mano, tomó
la barbilla de Tamao y suavemente hizo que ella
levantara la mirada, la miró intensamente a los ojos y sin ninguna pizca de
rencor sino más bien con una infinita ternura le dijo:
_ Yo no te lo voy a permitir.
En el templo Hitomi, en las
escalinatas que llevaban a la cima de la colina, Manta Oyamada
se detuvo antes de llegar al final, tres metros más adelante estaba Yoh seguro de sí mismo sosteniendo su kantana.
Lo contemplaba desde lo alto con la seriedad que nunca tuvo y con la misma
seriedad que Manta reflejaba en su rostro. Seriedad solamente, sin duda ni
angustia.
_ Al fin llegas. Esa cabezota tuya no te ayudará esta vez. Yo todavía tengo
todo mi poder.
_ Lo que tú tengas no me importa ya Yoh. Esto no se trata del pasado, sino del futuro.
Desenfundó la pistola, apuntó, su pulso firme y la mira bien puesta sobre el blanco y jaló el gatillo. Medio segundo antes del disparo Yoh saltó hacia un lado, Manta corrió cuesta arriba , en el último escalón Yoh apareció del lado izquierdo y le lanzó un golpe casi al nivel del suelo, Manta saltó sobre la katana y dio un voltereta en el suelo, Yoh dio un revés con su mano y golpeo con la empuñadura de la katana la nuca de Manta, ambos se voltearon, Manta apuntó, Yoh lanzó otro golpe pero Manta interpuso su pistola, ambas armas chocaron, hubo un ligero forcejeo, katana contra pistola, Manta disparó un par de veces, una bala pasó silbando junto a la oreja de Yoh, la otra pasó entre sus cabellos, Yoh empujó con su cuerpo, Manta dio un salto hacia atrás, Yoh lanzó un golpe otra vez a ras del suelo, pero esta vez lanzando un ataque de energía espiritual, el ataque dio contra la rodilla derecha de Manta, Manta se tambaleó hacia atrás, pero no cayó, se paró firme y levantó la pistola, Yoh lanzó un golpe de izquierda a derecha, la katana logró desviar la pistola pero Manta volvió a apuntar inmediatamente, Yoh lanzó otro golpe, de derecha a izquierda, pero esta vez concentrando toda su energía espiritual, la katana golpeó la pistola y Manta sintió un dolor agudo recorrerle el brazo, con tanta fuerza que soltó la pistola, pero para Yoh fue demasiado tarde, al momento del golpe la pistola fue disparada y la bala siguió su trayecto recto e inevitable hacia el brazo izquierdo de Yoh. La bala no impactó contra él, pero pasó, quemante e hiriente, rozando su brazo, produciendo un desgarre en su piel y una herida profunda como el corte de una navaja y un dolor tan intenso que también hizo que suelte su katana.
Y la katana caía. Y la pistola
caía. Y ambos podían verlas girar en el aire como si el tiempo se hubiera
retardado un instante. Y las armas chocaron contra el suelo y se deslizaron en
el lado equivocado del destino.
Manta apoyó su rodilla lastimada contra el suelo y agarró la katana por la empuñadora.
Yoh puso un pie sobre la pistola.
Ambos se miraron. Manta no tenía la fuerza ni la habilidad para usar una katana. Yoh no sabía nada de armas. Sus miradas fueron fijas y penetrantes y ambos pudieron entender su situación y sintieron todo el peso del viernes sobre sus hombres, porque comprendieron que el siguiente movimiento iba a ser el último para uno de los dos. Quedaron quietos con todos sus pensamientos puestos sobre el adversario, nada de miedo, nada de duda. El sol moría en el horizonte, las estrellas aparecían en el cielo, la brisa sopló sobre ellos susurrando promesas de amor y muerte.
_Te queda una oportunidad.
_Y es la misma que a ti.
Manta empujó la katana en el mismo y exacto momento que Yoh daba una ligera patada con el pie que tenía sobre la pistola. Ambas armas se deslizaron sobre el cemento para volver al lugar correcto del destino. Manta agarró la pistola. Yoh agarró la katana. Ambos se levantaron al mismo tiempo, tan rápido como pudieron. Manta apuntó directo al corazón de Yoh con el dedo en el gatillo. Yoh ya movía la katana en un magistral golpe de derecha a izquierda que iba directo al cuerpo de Manta para terminar de una vez por todas con su pesar en medio del grandísimo y malnacido viernes que los vio matarse.
El disparó nunca llegó.
La Katana no golpeó nada.
Sólo pudieron ver una luz cegadora y sentir una fuerza enorme levantarlos por
los aires.
Fue el ataque más desesperado y oportuno que haya hecho Chocolove
en su vida. Se aproximó sobre su espíritu jaguar gigante y levantó a Manta.
_ ¡Suéltame!- dijo Manta.
_ ¡¡Suéltalo!!- gritó Yoh.
_ ¡Yoh! ¡Anna ya escogió a
Manta! ¡lo mejor que puedes hacer es apartarte y dejar
que sean felices! ¡Ellos deben estar juntos!
_ ¡¡¡Nunca la dejaré en manos de ese enano degenerado!!!
_ Puej yo lo llevaré con ella y tú no podrás impedirlo.
El enorme jaguar dio la vuelta y empezó a correr.
En el camino que conduce a la caverna de los cuatro
recintos, Li Bruce Long
caía al suelo con varios sellos espirituales pegados al cuerpo. Jun había
mostrado más habilidades de las que él creía que tenía.
_ Yo te amé. Pero me has traicionado y por eso tendrás que pagar.
Jun se acercó decidida con un sello diferente en la mano.
_ Este sello te volverá otra vez un zombie sin
pensamiento ni voluntad.
_ Hazlo por favor- dijo Li Bruce Long
con su último aliento de fuerza- Es mejor eso a saber que me odias.
Ella alzó la mano y el cielo se iluminó, un gran rayo blanco dio una extraña curva en el aire y se precipitó contra Jun.
Y la señorita Tao cayó al suelo inconsciente.
En las calles de Funbari Chocolove
corría con todo lo que daban sus piernas. Su plan era bastante sencillo,
provocar a Yoh y huir, sabía de antemano que Yoh iría corriendo a la pensión en cambio él escaparía
cargando a Manta en el sentido opuesto.
Mientras huía cargando a Manta sobre el hombro, con la otra
mano marcaba el número de Len en su celular.
_ ¡¡Vamos contesta, contesta!!
En el cuarto recinto de la caverna el celular de Len sonó, Horo
Horo apretó el botón debajo del signo de "contestar" y se puso el celular a la oreja.
_ ¡¿Chocolove?! ¡¡¿¿Hola??!! ¡¿Chocolove, eres tú? ¡¡¿Qué pasa?!!
Al momento de contestar Chocolove había recibido un fuerte golpe en la nuca por parte de Manta, quien todavía tenía la pistola en la mano, el shaman comediante cayó al suelo, trató de levantarse pero lo detuvo el frío metal de la pistola contra su nariz de pelota.
_ Este es el trato- dijo Manta - Me cuentas un chiste que me
haga reír y no te mato.
Chocolove tragó saliva y empezó a sudar.
_ ¿Cuál es el animal que es dos veces animales?... Pues es el gato.
_ Por qué?!
_ Porque es gato...y araña.
Manta puso el dedo en el gatillo.
_ Tú pierdes.
Chcolove abrió los ojos al máximo,
no por la crueldad de su amigo sino por el rayo blanco que venía bajando del
cielo. El rayo lo golpeó certeramente y Manta cayó al suelo Chocolove
tomó el celular.
_ ¡¡Horo Horo!!
Manta se levantó pesadamente confundido, su cabeza era un revoltijo de
recuerdos confusos.
_ ¡¿Qué pasó?!...¿Y que hace esa pistola ahí?!
Chocolove apartó el celular por un
momento.
_ Ibas a matar a Yoh con ella.
Los recuerdos empezaron a ordenarse.
_ ¡Dios mío! ¡¡Qué iba a hacer!!
En la caverna de los cuatro recintos.
_ Bien...bien...Un momento.
Horo Horo apartó el celular
por un momento .
_ Vamos Tamao, un hechizo más.
Las piernas de Tamao temblaron y estuvo a punto de
caer de no ser por Horo Horo
que la sostuvo.
_ Un esfuerzo más.
_ Puedo hacerlo...Pero no tengo energía para que rastree la esencia de la
señorita Anna. Tendré que guiarlo yo.
_ ¿Qué quieres decir?
_ Que la señorita Anna tiene que quedarse quieta..
Horo Horo
quedó callado un momento y luego volvió al celular.
_ Chocolove...Pásame con Manta.
Yoh llegó a la pensión corriendo con la esperanza de
encontrarse con Anna. La encontró en el patio
acompañada de dos enormes demonios, uno rojo y otro azul.
_ Yoh Asakura, vas a pagar
por lo que hiciste..:¡Zenki!
¡Goki! ¡Acábenlo!
La batalla empezó, en realidad no era batalla, los demonios atacaban e Yoh trataba de permanecer vivo. Por encima de la barda Manta saltaba y entraba en la pensión, en la calle Chocolove y empezó a atacar a los demonios:
_ ¡¡¿Chocolove?!!
Yoh estaba más confundido que nunca.
_ ¡¡Anna está hechizada. Le
van a mandar otro hechizo!!
No pudo seguir, un golpe de Zenki
lo tomó desprevenido y lo dejó inconsciente.
Manta entró en la pensión y buscó por todos lados a Amidamaru, lo encontró en su versión compacta con un sello
en la cabeza, con todas sus fuerzas trató de arrancarlo pero era imposible.
_ Yoh me explicó una vez...tengo que concentrarme,
concentrar mi energía espiritual. Yo puedo, claro que puedo
Cerró los ojos, se concentró todo lo que pudo en arrancar el sello y jaló: El
sello se desprendió y Amidamaru volvió a su versión
normal.
_ ¡¡¡Tienes que ayudar a Yoh!!!
Amidamaru salió a toda velocidad y la verdadera pelea empezó, los ruidos de la batalla hacían estremecer la tierra.
En el patio de la pensión la sacerdotisa observaba un tanto extrañada.
_ ¿Cómo pudo liberarse?
_ Anna.
La voz de Manta le sacudió el mundo.
_ ¡Manta! Pensé que Yoh te
había...
_ Ven aquí Anna.
Ella se aproximó, se arrodilló para estar cara a cara con él.
_ Manta, yo...
Manta la cayó tocándole suavemente los labios.
_ No digas nada. Yo ya lo sé.
Empezó a acariciarle el cabello.
:_ Pronto Anna, volverás a ser la misma de antes, volverás
a estar enamorada de Yoh y volverás a tratarme como a
tu sirviente...aunque eso no lo añoro mucho.
_ No entiendo lo que me quieres decir.
_ Entenderás, tú sólo quédate aquí, conmigo.
Para Anna el mundo dejó de existir por un momento, sólo quería estar ahí, con Manta. No le importó la noche que ya había caído, ni la pelea a muerte que Yoh sostenía en la calle, ni la extraña luz blanca que iluminaba todo el patio que venía del rayo que descendía hacia ella. Manta saltó hacia un lado.
Yoh había llegado al portal de la pensión cuando vio
el rayo blanco caer sobre Anna.
_ ¡¡ANNA!!
Trató de avanzar pero los demonios volvieron a interponerse.
_ ¡¡¡FUERA DE MI CAMINO!!!
Lanzó un poder espectacular que dejó fuera de combate a ambos
demonios, soltó la espada y cayó de rodillas junto a su prometida, la tomó en
sus brazos.
_ Anna....-suplicó con lágrimas en los ojos- Annita....dime algo...por favor.
Anna estaba confundida, su cabeza
era un mar de recuerdos, imágenes y pensamientos enredados, y en medio de toda
la confusión estaba la presencia de Yoh, su voz, su
calor, el resguardo que sólo él podía darle. Abrió los ojos lentamente.
_ Y...Yoh
Extendió sus manos y rodeo el cuello de su prometido, y suavemente lo atrajo hacia ella. Yoh se dejó guiar por la sacerdotisa. El la levantó un poco del suelo, ella lo atrajo un poco más con su abrazo.
Y se besaron.
Fue un beso intenso, sincero y algo que ellos habían deseado
hace mucho. Fue entonces que la sacerdotisa se le fue toda la confusión y se
dio cuenta que este beso no era un sueño, sino que en realidad estaba besando a
Yoh.
Yoh sólo sintió como un empujón lo lanzaba al suelo. Anna se levantó totalmente sonrojada.
_ ¡¡¡Yoh Asakura!!! ¡¡¡¿Quién te crees que eres para tomarte esas libertades
conmigo?!!! ¡¡¡Mañana correrás tanto que desearás no haber nacido con
piernas!!!
Yoh quedó en el suelo, llorando
pequeñas cascaditas, pero totalmente feliz.
_ Annita. Eres tú de nuevo.
Alejado un poco de la escena estaba Manta, también echado en el suelo mirando al cielo, escuchando como su oportunidad de tener una rubia espectacular a su entera disposición se esfumaba.
_ En fin. ¡Qué vida ésta!
_ Sí...Entiendo...adios- Horo Horo apagó el celular- Chocolove despertó y al parecer todo volvió a la normalidad.
El ainu sabía que a sus espaldas
estaba Len todavía con su mirada llena de rabia. Se volteó para confrontarlo,
era inevitable. Kororo escondido entre los cabellos
de Horo Horo y Bazón estaba despierto y posesionado en la lanza de Len.
_ Ya todo volvió a la normalidad.
Len quedó en silencio por un momento.
_ ¡¿Por qué?!
_ Len... Tamao iba a deshacer los
hechizos, si tú hubieras entrado aquí todo enfurecido algo hubiera podido
salido mal.
_ Puede ser que me estés diciendo la verdad, así que te creeré. Pero ya todo
está hecho así que ahora no hay excusas.
_ Len...
_ Sólo serán un par de bofetadas, lo juro.
El chino avanzó hacia Tamao, pero Horo Horo se interpuso.
_ Quítate.
Horo Horo
sonrió.
_ ¿Acaso no te dije...que esta iba a ser la pelea de nuestras vidas?
_ Len se enfureció.
_ ¡¡Quítate!!
_ Vamos amigo. Aprende a perdonar.
_ ¡¡¿Cómo me puedes pedir eso?!! ¡¡Yoh
pude haber matado a Manta!! ¡¡Yo pude haberte matado a ti!!
_ Pero eso no pasó.
_ ¡¡¡Ese no es el punto!!!
_ Ryu golpeó a Manta cuando lo conoció, Fausto trató de matarlo una vez. Y él los perdonó. Y tú...trataste de matar a Yoh dos veces.
_ ¡Fueron tres! ¡Y éramos enemigos en ese entonces!
_ ¿A ti te perdonó el odio de un enemigo y tú no puedes perdonar el error de un enemigo?
_ Las traiciones no son errores.
_ Esto fue un error también.
_ No es lo mismo.
_ Bien. Haz lo que quieras- dijo Horo Horo apartándose- Será muy triste decirle a mi hermana que su primer beso fue con un desalmado.
Len avanzó hacia Tamao pero se
detuvo, apretó los puños y agachó la cabeza. En instante fugaz pudo ver en Tamao la misma mirada triste y asustada que vio en Pilika antes de cumplir la más descabellada y bella apuesta
de su vida.
_ No es justo- murmuró Len- estás usando armas prohibidas.
Horo Horo sonrió y le puso
una mano sobre su hombro.
_ Vamos Len por favor. Yo sé que eres una persona de buen corazón aunque no lo
demuestres.
_ ¡¡Cállate gusano debilucho!!
Len apuntó con su espada hacia Tamao.
_ ¡Y tú! ¡Más vale que te dejes de estupideces!
Puso su lanza al hombro y salió del recinto.
_ Joven Horo Horo....Gracias-murmuró
Tamao.
_ Cuídate- respondió Horo Horo con una sonrisa.
Y también salió del recinto. Alcanzó a Len y caminaron juntos en silencio por
la caverna.
_ Dejemos esto en secreto.
_ Como quieras.
_ A veces... sé que estoy haciendo o sintiendo algo tonto por alguien ...pero por
alguna razón no quiero dejar de hacerlo… ¿entiendes Len? ¿puedes
entender?.
Salieron de la cueva. Len miró las estrellas, la luna en el cielo, y pensó en Pilika.
_ Entiendo.
El sábado fue un día de entrenamiento extremo para Yoh y de trabajo forzado para Manta, a pesar de que uno
seguía con el brazo herido y el otro con la pierna lastimada. A la hora del
almuerzo llegaron Len y Horo Horo.
La historia que contaron (y que habrían de contar en cuanta reunión tuvieran en
el futuro) fue la más alejada de la realidad,
el culpable de los hechizos fue un vengativo hombre de Hao que usaba un extraño talismán, Horo
Horo se habría encargado del sujeto y destruido el
talismán, pero para eso Len tuvo que vencer primero a dos demonios enormes, tan
monstruosos que abrían surcos con sus pisadas y su respiración hacía temblar la
tierra. Todos aceptaron la historia como verdadera, en especial Yoh, Manta y Anna; lo hicieron
más que todo para que la curiosidad sobre lo que pasó en esas tres semanas no
se vuelque sobre ellos.
Nunca le contaron la verdad a nadie, excepto a Manta, mucho tiempo después, a
condición que guardara el secreto, después de ellos tres nunca nadie más lo
supo.
El mismo sábado que ellos llegaron, se fueron. No tenían ganas de quedarse a recibir ordenes de Anna. Len se fue a buscar a su hermana (que seguía con Li Bruce Long), Horo Horo se fue al bosque a descansar y pensar en su situación con las mujeres, Chocolove se fue a descansar a un balneario lo más lejos posible.
Por la tarde Anna veía el televisor sin interés, ya había planeado educar a todos sus amigos sobre qué hacer en caso de hechizos. Pero había algo que la inquietaba y era porque los recuerdos de todo lo sucedido se mostraron claros y ordenados, pero no era eso precisamente, sino que ella sabía que todo lo que ella había hecho y le había dicho a Manta era todo lo que ella quería hacer o decirle a Yoh. "¿Sería capaz de dejar mi orgullo por Yoh? ¿de decirle que lo amo? ¿e decirle que sin él no puedo vivir? ¿de... cantarle?...sí...sí sería capaz."
Anna se volteó a mirar al techo y se cubrió la cara con una almohada. "Sí, porque lo amo. Pero él no puede saberlo...no todavía...quizás algún día"
_ Algún día-suspiró Anna.
_ ¿Qué pasara algún día, señorita Anna?
Anna se quitó la almohada de la cara y se encontró con la versión compacta de Bazón con un sello en la cabeza y que miraba confundido la extraña actitud de la sacerdotisa. Anna le quitó el sello, lo llevó al patio, lo puso en el suelo, tomó impulso y le dio una tremenda patada que mandó al espíritu a volar por los aires.
_ ¡¡Dile a Yoh que si se atrasa el entrenamiento será el doble mañana!!!
_ Sí, señorita Annaaaaa- alcanzó a gritar el espíritu.
Por la noche Yoh volvió
arrastrándose por el cansancio. Sentado en el corredor que da al patio estaba
Manta, que ya había terminado de arreglar el techo. Yoh
entró en la casa y se encontró con Anna.
_ Tres minutos tarde.- dijo Anna desde la cocina.
Yoh no dijo nada.
_ Pero está bien...Te has vuelto muy fuerte, me di cuenta porque derrotaste a Zenki y a Gouki con un solo golpe, y por la barrera espiritual que hiciste para detenerme.
Anna siguió preparando la cena hasta que sintió los brazos de Yoh rodearla por la espalda.
_ Perdóname.
_ Sólo si tu me perdonas a mí.
_ Entonces trato hecho. Ji ji
ji ji.
_ Ahora sal de aquí hasta que termine la cena.
Yoh salió de la pensión y se sentó en el corredor que da al patio. Hubo silencio por mucho tiempo.
_ Yoh...por lo de el duelo y lo de...
_ No te disculpes- le interrumpió Yoh-
estabas bajo un hechizo, yo en cambio no tengo perdón.
_ No digas eso.
_ Es la verdad, te insulté. Te dije enano degenerado
_ Estabas enojado y...
_ Y también te dije enano cabezón.
_ Bueno, sí pero...
_ Y duende malnacido.
_ Entiendo, pero...
_ Y también te dije....
_ ¡¡Ya entendí!!
Volvió el silencio.
_ No estoy enojado contigo, estabas celoso.
_ Esa no es razón para hacer todo lo que hice.
_ Quizás no. Pero yo te iba a quitar lo que tú más quieres
en el mundo, tuviste miedo…¡Vamos! Tú sabes que yo ya
te he perdonado.
Más silencio.
_ Algún día vas a tener que decirle lo que sientes.
_ Lo sé. No puedo seguir viviendo con esta duda.
_ ¿Y qué pasó con lo del beso?
Yoh se puso rojo como un tomate.
_ No fue un beso. Le dije que fue respiración de boca a boca.
_ ¿Y ella se lo creyó?!
_ Sí.
_ ¡¿Y tú crees que ella se lo creyó?!
_ Qué quieres decir?
_ Ella sabe que fue un beso!
_ Pero yo le dije...
_ Yoh! Ella sólo finge que te cree para no admitir
que te besó también!
Hubo un largo silencio después de eso.
_ Tú crees?
_ No lo creo. Estoy totalmente seguro.
_ Pero entonces ella...
Yoh no terminó de decir la frase, ambos quedaron en silencio por un momento y luego empezaron a reírse despacito.
_ ¿Te queda una oportunidad? ¿De dónde sacaste eso?
_ Tú no te hagas el bueno.
_ Yoh!
Anna apareció de la nada en el
momento menos esperado.
_ Ve a preparar la mesa.
_ Sí.
Yoh obedeció feliz de la vida. Quedaron
en el corredor, solos, Anna y Manta, evitaron mirarse
a la cara.
_Hoy...no podré quedarme a cenar.
Anna tomó la iniciativa, se acercó
a Manta, lo agarró por los hombros, lo alzó a la altura de la cara y empezó a
sacudirlo con fuerza.
_ ¡¡¡Si le cuentas a alguien que fui llevarte serenata juro que no te alcanzará
la vida para arrepentirte!!! ¡¡¡Y pobre de ti si dices una sola palabra de lo
que pasó en mi habitación!!! ¡¡¡¿ Me entendiste,
enano?!!!
Dejó de sacudirlo para que responda.
_ Sí- dijo Manta medio mareado.
Anna lo soltó, iba a volver adentro pero se detuvo,
suspiró y se sentó junto a él.
_ Manta...algún día una chica verá la maravillosa persona que eres y se
enamorará de ti, y será parte de tu destino.
:_ Y yo no dejaré pasar mi oportunidad. Por eso Anna.
quiero que me prometas que el día que te enamores de
alguien no guardarás tus sentimientos para ti sola.
La sacerdotisa sonrió levemente.
_ Sí. Manta te lo prometo.
El silencio volvió, pero esta vez no era algo incomodo.
_Y bien ¿Qué estás esperando?
_ ¿Qué estoy esperando para qué?
Manta señaló el interior de la pensión con el pulgar.
_ Pues para ir a decirle.
Anna se puso roja al recordar el
beso con Yoh. Volvió a agarrar a Manta y lo sacudió
nuevamente.
_ ¡¡¡Enano cabezón!!! ¡¡¡No te quieras pasar de listo conmigo!!!
Lo soltó.
_ Mañana vendrás a pintar la cocina, no te olvides de la pintura.
El pequeño estudiante se levantó y se puso la mochila al
hombro.
_ Estoy molido. Dile a Yoh que nos vemos mañana.
Se dirigió hacia la salida.
_ ¡Y, Manta!
Se detuvo en la salida de la calle y volteó para ver a la
sacerdotisa.
_ Gracias por todo- dijo Anna dándole la espalda- ...¡Y que la pintura sea blanca!
Manta sonrió y siguió su camino.
_ Sí, Anna.
(Terminado el 23 de marzo de 2004)
Las notas superimportantes.
1 y lo más importante.- La pelea de Manta e Yoh es sacada de la serie de anime COWBOY BEEBOP. Es un
anime genial. La pelea del capítulo
final entre el protagonista (Spike) y su enemigo (Vicious) es la mejor pelea de todas que he visto. Por eso
la copié para este fic (aunque en la pelea original
ambos mueren al final). ¡¡¡Un saludo a los fan de la serie Cowboy Beebop!!!!
2 Y muy importante también: No tengo nada en contra de Tamao.
Es uno de mis personajes favoritos pero sé que hay gente que odia a la
muchacha. Mi fic nunca tuvo la intensión de poner a Tamao como la "mala" y no lo hice para que sea la razón número
mil para que la odies. Incluso estuve a punto de cambiarlo, y poner que fue Opacho o Lyzerg o quién sabe,
pero lo seguí como estaba planeado y desde un principio ya había decidido que Tamao iba a salir sin recibir castigo. Tenés
todo el derecho de poner en tu review : "Tamao es una tal por cual, y
me hubiera gustado que le pase tal cosa". Es tu review y podés poner tu opinión cualquiera que fuera, siempre que no
sea insultarme (º _ º). Pero antes que quede bien claro: Yo no tengo nada en
contra de Tamao. Ella es uno de mis personajes
favoritos.
Gracias por todo.
Dejame tus reviews por favor.
ALGUN DIA HARE UN FIC HORO HORO Y ANNA.
¿Eso es promesa o amenaza?
Se despide de ustedes Loconexion. Loco y conectado.
