domingo, 12 de octubre de 2003
Agua en el desierto.
Capítulo 5.
-¿Seguro que tienes tiempo?
-Claro. El camino hasta la colina dos es corto.
-¿Y qué tendrás que hacer ahí?
-La verdad no lo se... es un terreno que el Doctor Aki conoce bastante bien... No se me ocurre para qué me necesita.
-Ya veo...
Rei y Kai disfrutaban de un delicioso café, esperando que los otros despertaran.
-Lamento haberme portado así frente a tus amigos..
-No te preocupes. Shinji-san se molestó un poco, pero ya se le pasará, y en cuanto a Kotomi-san... ella no le da importancia a esas cosas... Está de una edad muy... 'divertida'.
-¿Mm?
-Tú sabes... –dijo con un leve tinte en las mejillas –todas las mujeres pasan por eso...
-¿Por qué cosa?
Mientras Kon intentaba encontrar las palabras que menos lo avergonzaran, Kai se preguntaba de qué demonios hablaba su amigo. Lo que Rei había olvidado, era que Kai no tenía hermanas, y no había tenido una madre que fuera un referente de mujer. Mucho menos amigas que le mostraran las manías de las muchachas jóvenes.
-Ya sabes...
-No sé.
-¿Cómo no sabes?, el tiempo en que para ellas todo, pero TODO tiene un lado gay... en cuanto fuiste al baño molestó a su hermano cuando el le reclamó que era muy coqueta, ¡y después me preguntó si éramos algo...!... Ahora me molestará hasta la navidad siguiente con esto...
-Oh... ya veo... –tartamudeó sonrojado –realmente las mujeres son un problema...
-Tú lo has dicho...
-¿En serio?
Kai y Rei miran hacia la puerta, en donde una furiosa Mariah los observa.
-¿Así que un problema eh?
-.... Kai lo dijo... yo no...
-¡Rei!
-¡Yo debo irme...! –se excusó Kon tomando su chaqueta, su cámara fotográfica y sus botas –Te dejo a cargo de la casa Kai... y despierta a los chicos después...
-¡No me dejes solo!... ¡está furiosa!
-¡Chao!
El chico salió corriendo y Hiwatari se quedó mirando la estela de polvo que quedó tras él.
-¡Cobarde! –gritó –
-No te preocupes Kai... él ya recibirá lo que merece...
El chico tragó saliva y puso una seria mirada y esas poses de 'cuidado-chico-peligroso' que lo caracterizaban cuando era menor.
-A mi no me engañas Hiwatari Kai. –dijo ella –Esa postura ya no te queda. Vamos.
-¿Adónde?
-Me ayudarás con algunas cosas para el matrimonio de Lee.
-Pero...
-Les dejarás una nota a los otros diciendo 'chicos, fui amablemente a ayudar a Mariah, el desayuno está listo'.
-¡Pero no he desayunado!
-Eso no importa... Vamos.
-Espera...
-¡Vamos!
Sorprendiéndose a sí mismo, Kai se vio tomando una miserable manzana de la mesa, y siguiendo a la muchacha mientras miraba el paisaje.
-¿Qué tendremos que hacer? –preguntó cuando la fruta se acabó –
-Ir a buscar algunas provisiones para la cena y cosas para adornar. No será mucho.
-Ohhh...
-¿Y dónde fue Rei? –preguntó ella caminando al lado de Kai –
-Vinieron unos muchachos y le dijeron que su jefe lo estaba buscando.
-¿Los hermanos Aki?
-Si, creo que si. Una chica y un tipo serio.
-Shinji y Kotomi... ¿Qué te parecieron?
-...Pues no lo se... no estuve mucho con ellos.
-Oh.
-¿Oh?
-Si, oh. ¿Porqué?
-Porque sonó como un 'Oh, qué lástima, buscaba alguien que los detestara conmigo'
-Divagas.
-Oh.
-¿Oh?
-Si oh, ¿porqué?
-Porque sonó como un 'Oh, no te creo ninguna palabra'
-...Pues...
-¿Qué?, ¿vas a decir que divago?
-No... de hecho era justamente lo que pensaba.
La mirada furiosa de Mariah le arrancó una sonrisa traviesa. La joven quedó sorprendida por el gesto, que nunca había visto en esa cara pálida y eternamente seria.
-Casi no te reconozco. Has cambiado mucho Kai.
-El tiempo pasa, y no lo hace en vano. –ambos se sonrieron y continuaron caminando. La casa estaba a pocos pasos y según Mariah, el lugar a donde debían ir quedaba cerca.-
-Mariah reclutó a Kai –dijo Gary –Pobre...
-Debe haberlo traído a la fuerza –comentó Kevin –Si supiera en lo que se está metiendo...
-Deberíamos haberlos prevenido. Rei debe haber huido.
-Siempre se sale con la suya.
-¿Qué tal si vamos a saludar a Max y a Takao?
-Me parece.
-Vamos.
***
El sol comenzó a ocultarse a eso de las 8. Kinomiya y Mizuhara reían a carcajadas junto a Kevin, Li y Gary, al tiempo que disfrutaban de algo de comida y bebidas.
-Es extraño que Kai no regrese...
-No te preocupes Max. Kai está con Mariah.
-¿Con....? –preguntó Takao. -¿Y qué están haciendo? –preguntó pícaramente –
-De todo menos lo que piensas. –cortó Li –Pero creo que sería bueno que fueran a buscar a Kai. Dudo que esté en condiciones de volver.
-¿En....?
En eso la puerta se abre y Mariah entra sonriente y feliz.
-Buenas noches chicos.
-Hola.
-¿Y Kai?
-Oh, creo que está descansando ahí afuera... –comentó con un dejo de despreocupación –Parece que mis encargos lo cansaron un poco...
Max y Takao se levantaron de inmediato, un tanto preocupados, mientras Li y los demás reclamaban a su compañera que hubiera hecho trabajar a Kai cuando venía de vacaciones.
-¡Oh vamos!, cargar unos cuantos quintales de comida y caminar unos kilómetros con ellos en la espalda no debería afectar a alguien como Kai.
-...¬.¬...
Y afuera...
-¿Quién lo diría eh Max?
-Después de todo Kai también es humano y tiene un límite.
-Llevémoslo adentro. No es bueno que enferme antes del matrimonio.
-Vamos.
Frente a ellos, apoyado entre la escalera y los pilares de madera, Kai dormía profundamente.
-Ayúdame Max.
Entre los dos tomaron a Hiwatari, que se revolvió un poco entre sueños, para luego sumirse nuevamente en las nubes de la vigilia. Una vez adentro, Gary los ayudó a cargarlo hasta el dormitorio, en donde lo acomodaron en uno de los futones. Para sorpresa de todos, el ruso no abrió un ojo en ningún momento, aunque era famoso por su sueño liviano.
-¿Han sabido algo de Rei?
-Nada. –suspiró Li –Cada vez que lo llaman suele tardar unas 15 horas en volver-
-¡¿15 horas?!, eso es mucho tiempo.
-Si... pero está fascinado con la investigación del Doctor Aki. Nada lo convence de llegar temprano.
-Em, Yo debo irme chicos –dijo Kevin en ese momento, poniéndose de pie –
-¿Vas a ver a Su-mei? –le preguntó Mariah con una sonrisa pícara –
-Eh... yo... –tartamudeó sonrojado - ...Si...
-¿Porqué no vamos todos? –preguntó de inmediato Takao – ¡Muero de ganas de conocer a la novia!
-Es una buena idea –dijo Gary –Su-mei es muy simpática. Le agradará conocer a los muchachos.
-Yo apoyo –dijo Li –Además hoy es jueves y suele cocinar pescado los jueves, ¡y lo hace delicioso!
-¡Comida!
-¡Comida!
-No nos hará daño ver a Su-mei –comentó divertido Mariah –Yo también iré a verla.
Gary, Takao, Li, Max y Mariah salieron de la pequeña casa de Rei conversando. Kevin se quedó unos pasos más atrás, arrojando ríos de lágrimas de sus felinos ojos.
-¡Yo tenía una cita con ella hoy!
-Pero si tienen citas todos los días...
-...Yo quería estar solo con ella...
-Ya tendrás tiempo para eso después del matrimonio....
-....¡Mariah!...
Y mientras ellos se alejaban riendo y hablando, una nota se mecía al viento en la mesa de la cocina de la casa de Rei.
"Salimos a la casa de la novia de Kevin.
Takao y Max"
***
Rei bostezó y miró el reloj por enésima vez en el último cuarto de hora.
-Te ves apurado Rei.
-Eh... yo... Lo siento Doctor... es que tengo invitados en mi casa.
Aki Kaworu sonrió a su joven ayudante. –Los muchachos me lo habían comentado. Debiste decírmelo antes, así hubiera postergado estas salidas.
-No se preocupe... Después de todo solo quedan tres salidas.
-El día del matrimonio de Li lo tendrás libre, al igual que el día del cumpleaños de Kotomi.
-Muchas gracias...
Rei miró a su Jefe tomar unas fotos y meterlas en una gruesa carpeta. Aki era un hombre alto y fornido, de cabello rubio como su hijo, dueño de los hermosos ojos verdes que los chicos poseían. Su piel estaba tostada por el sol y por el tiempo que llevaba haciendo investigaciones en terreno.
-Puedes volver a tu casa si eso es lo que te preocupa...
-¡No! Yo solo.... –pero cortó la frase a la mitad, un poco avergonzado –lo siento...
-No te preocupes Rei. Hoy avanzamos mucho, después de todo trabajamos todo el día y encontramos las especies que buscábamos.
-Si... eso si...
-¿Quieres que te lleve a tu casa?, el sol ya bajó.
-No es necesario, iré a pie.
-¿Seguro?
-Claro...
Rei se despidió de Kotomi, Shinji y Natsumi-san, la madre de ambos. Kaworu dijo que lo acompañaría un tramo, para que su conciencia por dejarlo ir tan tarde y sin cenar no lo molestara mucho.
-Kotomi me contó que uno de tus amigos es Hiwatari Kai...
-Si, así es.
-¿Es el nieto del dueño de BioVolt verdad?, la empresa que creaba bestias bit.
-P-pues.... si... ¿cómo lo sabe?
-Los mejores zoólogos del mundo fueron convocados a participar en el proyecto Millenium.
-¿Proyecto Millenium?
-Así lo llamaron en un principio. Como zoólogo y biólogo me llamaron a mí también. Obviamente me negué a participar, el fin era demasiado obvio.
-Ya veo...
-Kotomi me dijo también que Shinji se había molestado por algo... espero que no haya molestado a tu amigo.
-No –dijo riendo –Kai estaba cansado y no vio a Kotomi-san ni a Shinji-san... salió desordenado y a medio vestir del dormitorio y de la ducha. Shinji-san se molestó más que nada por las bromas que vinieron después de parte de Kotomi-san.
-¡Esa niña! –exclamó con una gran carcajada –Ha estado todo el día comentando la linda pareja que haces con ese muchacho.
-¿Li...linda pareja?
-Bien, creo que si quiero llegar a la cena a tiempo deberé dejarte aquí Rei. –dijo Aki cuando llegaron al cruce entre el camino que subía las montañas y el que volvía al pueblo, siendo una pequeña desviación el sendero que llevaba a la residencia del científico. -¿No te molesta verdad?
-Claro que no Doctor. Mejor vaya a cenar o Natsumi-san se molestará conmigo.
-Ella no se enojaría contigo aunque dijeras que su cena sabe a barro tibio. ¡Nos vemos Rei!
-Hasta luego Doctor.
El hombre comenzó a correr alegremente mientras tarareaba una canción. Kon lo escuchó y vio irse hasta que la oscuridad lo cubrió completamente.
-Es hora que corra yo también.
La mochila bien fija en la espalda y con zapatillas, Rei comenzó a recorrer los caminos rocosos de la falda de la montaña. Tardaría aproximadamente una media hora en llegar.
-...Linda pareja...
El recuerdo del delicioso despertar con Kai en su espalda volvió a su mente y lo hizo sonreír. Entonces se sonrojó... otro recuerdo había llegado...
Tu piso es un poco duro... pero tus almohadas son deliciosas...
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