miércoles, 29 de octubre de 2003
Agua en el desierto.
Capítulo 6.
Los platos estaban servidos, la mesa puesta y los comensales sentados.
-No saben como me alegra que estén todos aquí hoy.
Los invitados sonrieron ante las dulces y suaves palabras de Su-mei. La muchacha, un poco menor que Kevin, tenía el cabello largo y de un color azulado hermoso. Sobre sus ojos plateados caían algunos mechones dóciles y volátiles, que contrastaban con su blanca piel y acompañaban sus finos labios unas manos delicadas y una delgada figura de cristal.
-La alegría es nuestra al conocerte Su-mei –dijo Max, haciendo uso de su diplomacia –
-¡Si! –apoyó Takao –No sabíamos que la novia de Kevin fuera tan bonita...
-¡Takao! –reclamó Kevin levantándose. Gary lo tomó del cuello de su camiseta mientras Mizuhara pedía disculpas y volvía a hacer las de mediador. –
-Agradezco tus palabras –dijo ella –Amor, no seas tan celoso. El solo lo dice para agradar.
-Pues yo no quiero que te agrade –regañó mordiendo el pescado. Las risas generales duraron varios minutos, e incluso la recatada Su-mei se dio el lujo de reírse de su novio un poco.
-Por favor, coman, espero que les guste.
Y, obviamente, esa era la orden que todos esperaban.
***
A esas alturas los pies pesaban y lo único que deseaba era su pomposa y cómoda cama. Más de media hora de carrera se traducían en varios kilómetros de recorrido, y siendo bien sinceros, Rei todavía no se acostumbraba al ritmo del Doctor Aki. Si bien su estado físico era estupendo para alguien de su edad, no bastaba para seguir al hiperquinético zoólogo.
-Llegué... –supuestamente su palabra era un grito, pero solo le salió en un suspiro agotado. Aquél día se había cansado más de lo normal, y eso que habían caminado menos. Esto lo extrañó... quizás había hecho algún esfuerzo extra, y terminó por concluir que había desayunado poco gracias a la peligrosa aparición de Mariah.-¿Y esto?
"Salimos a la casa de la novia de Kevin. Takao y Max"
-Takao y Max... deben haber ido con Mariah, Gary, Li y Kevin... pero... eso deja fuera a Kai... que extraño... ¿Kai? –preguntó alzando la voz -¿estás aquí?
Entonces recordó que había dejado a su compañero a merced de su amiga en la mañana.
-¿Estará vivo? –se preguntó preocupado -¿podrá caminar al menos?, ¿podrá ir al matrimonio de Kevin?
Con pasos rápidos llegó hasta la habitación de huéspedes, para suspirar aliviado. Kai dormía como un verdadero muerto, con las colchas en los pies, completamente destapado. Kon se acercó y reacomodó las desordenadas almohadas y fue hacia atrás a buscar las tapas de la cama. Entonces notó que Kai comenzaba a respirar de manera extraña. En vez de las inspiraciones y expiraciones acompasadas y rítmicas, el muchacho aspiraba largamente, para luego retener el aire y soltarlo lentamente.
-..Rei...
Nuevamente su nombre en aquellos labios... Una mueca de pena volvió a apoderarse de los rasgos de Rei. Con reacciones como esas cada vez era más difícil mantener sus sentimientos bajo control.
-Rei...
Kai volteó sobre su hombro y se acomodó en el regazo del otro. Sin querer se había acercado a ese delicioso aroma que siempre reconocía, aunque fuera en sueños.
-K-kai... despierta... –fue lo único que atinó a decir-
-¿Mm?
-Kai... debes... debes cubrirte...
Lentamente los ojos de Hiwatari comenzaron a abrirse. Sus perlas rojo-oscuro no se adecuaron al principio al lugar, pero pronto lo reconoció, aunque fue gracias a su nariz, y no a sus ojos. Rei sabía que Kai estaba despierto, y este sabía que Rei esperaba que se alejara, pero se quedó quieto, disfrutando de aquél aroma...
-¿Te molesta que esté aquí?
-...No... ¿cómo crees? –se le escapó –
-Reconocí tu aroma mientras dormía –dijo luego de unos incómodos minutos de silencio –
-¿Mi... aroma?, ¿y cómo sabes cuál es?
-Lo conozco muy bien... quedó grabado en mi mente luego de ese día... ¿lo recuerdas?
¡Cómo olvidarlo!
-Siento haberte despertado.
-No importa. Volveré a dormir de todas maneras...
Rei se sorprendió cuando vio que Kai se acomodaba tranquilamente contra su cuerpo, arrastrándolo con él en su posición de dormir.
-Quiero disculparme Rei –dijo Hiwatari cuando lo abrazó por la espalda. –No quiero hacerte daño... pero esto es algo que he deseado hacer desde que... desde que saliste de mi casa esa mañana...
El cuerpo del chico chino se estremeció de anticipación ante las palabras. Kai lo notó y apretó un poco más el abrazo.
-Aquella noche... cuando dormiste en mi pecho... fue la mejor noche de mi vida...
-Tú no me quieres Kai –cortó el otro antes que las emociones lo traicionaran –Una cosa es necesidad... o gusto... Otra muy distinta el amor...
Sin embargo las palabras de Kai habían sido malentendidas.
-No quiero sexo contigo Rei... –dijo sin soltarlo –Solo quiero dormir contigo...
-Sexo...
-Permíteme ese gusto por favor... Después yo haré lo que me pidas, lo prometo... solo deja que me apoye en ti esta noche... Cuando digo que no quiero hacerte daño, me refiero a no ilusionarte... no al daño que te provoqué ese día... cuando yo...
-Lo siento Kai, pero no puedo hacer lo que me pides... Aunque intentes no hacerme daño, ya sea físico o emocional... con estas cosas si me lo haces... y con gran fuerza...
Haciendo a un lado las colchas, Rei se dispuso a levantarse, pero Kai rápidamente lo llevó a piso, atrapando su cuerpo contra el propio.
-¡Kai! –pero por respuesta solo tuvo los labios de Hiwatari sobre los suyos, con esa lengua vivaz entrando y explorando aquél lugar –
-No te vayas... –dijo con voz suplicante contra su boca –Juro que haré lo que me pidas... lo que quieras, si lo deseas me iré mañana mismo, no apareceré más, lo que quieras....
Algo en el corazón de Rei saltó. ¿Acaso Kai lo querría como él lo quería?. Pero si era así, ¿porqué no simplemente se lo decía?, ¿porqué causarle ese dolor?. Sin embargo, el cuerpo no se movió, desobedeciendo las órdenes de la mente. Kai necesitaba su presencia esa noche, y aunque no estuviera dispuesto a dársela, sus sentimientos ya habían tomado otra decisión.
-¿Porqué me haces esto? –preguntó. Kai no se atrevió a mirarlo a los ojos, y se limitó a apoyar su mejilla contra el pecho de Kon, y el resto de su cuerpo sobre la fisonomía del muchacho.
-Buenas noches Rei...
-....Buenas noches...
Pronto la respiración de Hiwatari se hizo pausada y suave, mostrando que dormía. Rei se mantuvo unos minutos contemplando el techo, y sin querer, lloró en silencio durante algunos momentos. Aunque estuviera consciente de todo (sus sentimientos y los de Kai), no podía evitar querer complacer a su compañero de cualquier manera. No podía negar que su contacto le agradaba, y esa súbita necesidad lo llenó fugazmente de esperanza. Pero la verdad era otra, y lo sabía. Y eso solo hacía todo más doloroso.
Quizás la invitación que le hizo a sus amigos no era tan buena idea como parecía.
***
Riendo aún e intentando no hacer ruido, Max y Takao entraron en la sala de la casa. Casi no se veía nada, y no querían prender luces para no despertar a nadie. En medio de la oscuridad pudiera distinguir el bolso de Rei y supieron que su amigo ya estaba en casa.
-Muero de sueño, vamos a dormir.
-Si, vamos...
Siguiendo el curso del pasillo, los muchachos llegaron hasta la puerta, y la abrieron lentamente.
-Shh, no hagas ruido...
-Voy a prender la luz, no veo nada...
-No lo hagas Takao...
-¡Me caeré si no lo hago!
-¡No levantes la voz!
El switch fue accionado y la luz se encendió. Max y Takao miraron hacia los futones, esperando ver a Kai profundamente dormido... y aunque eso fue justamente lo que vieron, el resto no dejó de ser impactante...
-¿Rei?
Ambos se quedaron de piedra en el umbral. Rei y Kai, durmiendo juntos, Hiwatari aferrado al cuerpo de Kon. El chino estaba casi vestido, pero no podían decir lo mismo de su compañero ruso, que solo lucía camiseta y boxers.
-¿Qué demonios....?
-Mejor dejémoslos solos. –dijo Max, retomando el control de sus emociones –No es momento de despertarlos.
-Pero...
-Salgamos Takao. No tenemos nada que hacer aquí...
Ninguno de los dos estaba enfadado, pero era una escena demasiado inimaginable para ellos. La sorpresa no dejaba sus mentes, y los hacía cuestionarse muchas cosas.
-¿Crees que mañana...?
-Eso depende de si ellos quieren decirnos algo o no.
Ambos se sentaron sin saber que hacer. La escena vista podía no significar nada, o significar mucho.
-Quizás... –dijo Takao luego de un rato de silencio –debamos esperar hasta que pase el matrimonio de Li.
-Si... es cierto. No me gustaría que algo se arruinara siendo una fecha tan importante. Pero, así entre nosotros... ¿Qué pensarías si ellos...?, tú sabes... ¿si fueran una pareja? –los colores no dejaron de subir a sus pálidas mejillas, al igual que en las de Kinomiya –
-No lo sé... nunca pensé algo así... Me parecería raro... supongo que por ser amigos debería respetarlos, pero no dejaría de parecerme raro... ¿Y tú?
-Pues... no le veo el problema... mientras las cosas con nosotros no cambien...
-Si... -otra vez ese molesto silencio.- Mejor vamos a dormir...
-¿Y dónde?. No podría dormir a su lado... no lo tomes a mal, pero... no lo sé...
-Acomodemos la alcoba de Rei...
-Me parece...
En silencio cambiaron la habitación de su anfitrión y se acostaron. Durante horas dieron vueltas en la cama pensando en lo que habían visto. Si bien Kai y Rei eran medianamente 'íntimos', nunca se habían imaginado algo así...
-¿Piensas que esto va de antes? –preguntó Takao de pronto –
-No lo sé... –respondió Max –Kai nunca se mostró muy apegado a ninguno, al menos no en el aspecto sentimental. En tal caso...
-¿Qué cosa? –preguntó al darse cuenta que el otro no continuaba-
-...En tal caso me lo hubiera imaginado más contigo...
-¡¿Conmigo?!
-Shhhhhhhhhhhhhh, ¡no alces la voz! –murmuró fuerte –Además.... siempre fuiste el detonante en las acciones de Kai... su ira, su impaciencia, su molestia... Con Rei más parecía un asunto de lucha de liderazgo.
-Pero recuerdo bien que en la batalla contra Bryan, Kai estuvo muy preocupado... y cuando nos separamos se veía triste...
-...No lo sé Takao... –suspiró –Pero supongo que mientras no se hagan daño, no habría problema...
-Si... Rei es de carácter diferente a Kai... es más calmado y paciente, sobre todo paciente... Aunque si lo ves así, son una buena pareja.
-Mejor esperemos otro día más apto para preguntar...
-Si...
Sonriendo, y pensando que habían sacado las conclusiones correctas, volvieron a voltear para dormir. No pasaron muchos minutos antes que los ronquidos de Kinomiya llenaran la habitación, aunque no afectaban a su compañero, que dormía tanto que un muerto tenía más posibilidades de despertar que él. Sin embargo, alguien no dormía, y ese alguien era justamente Kai. Hacía poco había despertado con el ruido de las risas de Takao, y también había sentido a Rei moverse, aunque se las había arreglado para que el muchacho no despertara. En su mente revoloteaban las palabras de sus compañeros. Se sentía mal por habar obligado a su compañero a quedarse con él esa noche, pero teniéndolo tan cerca le fue imposible dejar de pedirlo.
'...Son una buena pareja...'
¿Pareja?. Pero una pareja tenía amor entre ellos... ¿tenía él amor por Rei?. Hiwatari suspiró molesto ante la pregunta. Él no conocía el amor, no sabía como identificarlo. Sabía cuando estaba molesto, o feliz, tranquilo o furioso, pero no sabía como saber si estaba enamorado. Ese pensamiento lo puso de mal humor. Se molestó más aún al darse cuenta de lo fácil que era saber cuando se enojaba y no tener la más mínima idea del amor hacia otros. Rodando sobre su hombro se alejó del cuerpo de Kon, enojado con el muchacho, consigo mismo y con su ignorancia sobre los sentimientos.
-A pesar de los años lejos de BioVolt no dejo de ser un ignorante....
En el silencio de la noche dando paso al amanecer, escuchó a Rei voltearse para dormir sobre su costado. Recordando la noche que habían pasado juntos en su cama, intentó rememorar las emociones que lo habían llenado en aquél momento. Suponía que si algo se parecía a los sentimientos de un enamorado, esos eran los de una pareja haciendo el amor, pero su mente no trajo nada. Sabía que se había sentido en el cielo, pero si había algo en lo que sí sabía como se sentía, era en la cama con otra persona. Aunque todas sus experiencias eran con mujeres, todas lo habían hecho sentir bien. No sabía exactamente si ese 'bien' era el cielo que Kon le entregó, pero no tenía manera de comprobarlo.
-Vaya problema...
El sol alzaba el primero de sus rayos tímidamente por las montañas, empujando la noche negra que reía mientras se alejaba. El sueño se había esfumado con la jornada nocturna, y Kai seguía sobre su costado pensando si estaba o no enamorado.
-¡Demonios!
Ya cansado y con el brazo dormido, se levantó para caminar. Eran casi las 5.00am, y estaba seguro que habría algo afuera que lo distraería de su dilema existencial.
Desperté temprano y salí a caminar. Vuelvo al mediodía. Kai.
Pantalones negros, camiseta roja ajustada, su larga bufanda y zapatillas. El día de verano auguraba un sol esplendoroso y nubes altas. Nada de lluvia o frío.... supuestamente.
***ediciones_ryochan@hotmail.com***
