jueves, 06 de noviembre de 2003 (fecha de inicio del cap)
¡Taràn!, he vuelto... a mi casa por dos días. Pido una disculpa formal por no haber publicado màs la vez pasada, pero aquí estoy, con otro kap de esta cosa tan rara.
Contestemos...
Loiku: Jeje, creo que tardé un poco, pero espero que sigas con vida para leer este cap (que en lo personal me gusta mucho ^^).
Diabolic: Gracias por lo de lindo, ojala que te guste este cap tb.
Neko-Jeanne: Nya Neko-chan, ^^....
Agua en el desierto.
Capítulo 7.
-Estoy nervioso....
-Lo sé.
-Pero...
-También sé eso.
-Mariah...
-Si, eso también ya me lo dijiste.
Li aceptó con las manos temblorosas el té que la muchacha le ofreció. Aquél día, cuando el sol comenzara a bajar, su matrimonio sería un hecho
-Mariah...
-¿Si?
-Estoy nervioso.
-Ya me lo dijiste.
-¡Mariah! ¡voy a morir de los nervios! -gritó intentando tomar correctamente la taza, sin que resbalara de sus manos -¡Ni siquiera puedo comer, moriré, moriré!
La mano de Mariah cruzó el área que llevaba desde su hombro derecho hasta su hombro izquierdo, golpeando de paso la mejilla de Li, quien se inmediato guardó silencio.
-...Gracias.
-Estabas histérico.
-...Estoy nervioso...
-No empieces nuevamente.
***
-¿A caminar?
Rei mantenía el papel en sus manos mientras sus ojos se clavaban en el cielo que se veía a través de las ventanas.
-Pronto lloverá. El mediodía está demasiado lejos como para que regrese seco y entero. Además hoy es el matrimonio de Li... Mejor voy a buscarlo.
Con un ágil movimiento lanzó hacia atrás su cabello para amarrarlo en una coleta. Los flecos libres cayeron sobre sus ojos dorados y el resto permaneció pegado a su espalda. Rápidamente pantalones, camiseta y zapatillas, junto a su bolso con algunas cosas de emergencia que nunca estaban de más a la hora de buscar a alguien.
Eran las 8.15am. Por las huellas en el pórtico de la casa, Rei calculaba que Kai había salido aproximadamente a las 5.50am o las 6.00am. Pensó que el ruso no se atrevería a salir sin sol alto, y aproximó la hora de salida entra las 5.50am y las 6.30am.
-Eso me da dos horas de retraso... pero no importa.
Cuando los primeros pasos fueron dados, algo en el corazón de Rei saltó. Rastrear a Kai... eso era algo que nunca había pensado. Durante el tiempo que llevaba de vuelta en China había aprendido el arte de rastrear y cazar a un animal ya sea para investigación o necesidad. Ahora haría ambas cosas... vería como esa extraña especie, el "Rusus Hiwatarus Kaisus", se comportaba en un ambiente que no le era propio. Sonriendo ante el pensamiento, volvió por su cámara fotográfica, la videocámara y volvió a correr. Al poco tiempo ya pudo determinar una ruta aproximada, y si conocía lo suficientemente bien al Rusus Hiwatarus, sabía dónde estaba.
-Bien, día uno, nueve de la mañana en punto -susurró al transmisor que estaba en su labio, conectado con el audífono y la cámara -El "Rusus Hiwatarus Kaisus", especie híbrida de Japón y Rusia ha sido accidentalmente liberado en tierras chinas. El seguimiento ha sido un éxito: el Rusus ha mantenido sus actos de sigilo, pero no ha podido escapar de mí. Vemos ahora que está en busca de agua. Si mis cálculos no fallan, esta especie es capaz de correr unas tres horas seguidas, pero el terreno de las montañas es diferente, por lo que su capacidad física se ha visto mermada. Ningún predador ha mostrado interés en el Rusus, por lo que podría deducir (un poco anticipadamente) que será un cazador, aunque debería seguir investigando para ver quien sería su presa.
El lente de la cámara enfocaba a Kai junto a un riachuelo. El chico bebía con algo de ansia, como si estuviera cansado o acalorado. Rei sonreía mientas grababa y sacaba fotos. No sabía porqué, pero una extraña satisfacción llenaba su pecho cada vez que apretaba el botón y escuchaba el 'click' mientras veía el lente cerrarse y pensaba en la hermosa imagen que quedaría.
-Diez y quince de la mañana. El Rusus Hiwatarus no ha mostrado indicios se querer volver a la madriguera, ni de buscar el camino de regreso. Aún no ha sentido mi presencia, y eso me ha permitido ver que sus hábitos no han cambiado casi en nada. Continúa siendo una especie sigilosa, del tipo cazadora, aunque se le ve concentrado en el nuevo hábitat que lo rodea. Con frecuencia se sienta en las salientes para observar el lugar, antes de seguir caminando. Creo que por hoy es suficiente. Li me espera para su matrimonio y el Rusus Hiwatarus es uno de los invitados de honor, junto al "Tragolus Kinomiyas Takao" y a "Americanus Mizuharas Maxus". Kon Rei, aprendiz de zoólogo cierra su investigación por hoy.
Rei guardó los aparatos en su bolso y saltó de los arbustos en donde estaba escondido, cayendo silenciosamente tras Kai. Riendo para sí, subió las manos y las cerró fuertemente sobre las costillas de Kai, generando una sensación 'eléctrica' que recorrió la fisonomía del otro, logrando que diera un salto y un grito.
-¡Rei! -reclamó en el suelo, completamente blanco -
-Jajajajaja... -la risa acabó abruptamente cuando una plateada gota cayó en la punta de la nariz del muchacho -Ops, justo a tiempo.
-¿Justo.... a tiempo?
-Vamos de una vez.
Casi sin esperar respuesta, Rei comenzó a correr por el sendero que había. Hiwatari lo siguió a trote lento, viendo como el cielo se oscurecía de peligrosa manera.
-Creo que escogí un mal día para caminar -dijo -
-Muy malo Kai, muy malo.
Usando su, ya, genético conocimiento del lugar, Rei comenzó a correr cada vez más rápido, esquivando fácilmente los obstáculos que la naturaleza les colocaba. Kai lo seguía muy de cerca, mostrando su agilidad y versatilidad a la hora de saltar, esquivar o mover.
-Eres muy ágil -celebró el chino -
-Ya lo sabía -respondió con una sonrisa burlona -
-Entonces Señor Agilidad... tomemos el camino corto.
***
¡Malas ideas!, ¡definitivamente malas ideas!, eso era todo lo que se había ocurrido desde que sus amigos habían dicho que no sabían donde juntarse la siguiente vez.
El cielo seguía vaciando sus estanques con pasmosa furia, mientras las cortinas de agua no dejaban ver ni avanzar mas de un metro por cada varios minutos... Maldita lluvia, maldito viento, malditas esas montañas que Kai no conocía, maldita su sugerencia del camino corto y maldita la rodilla de Hiwatari por salir de su lugar al caer de la plataforma, ubicada a 6 metros sobre el suelo. ¡Ah!, y maldita la plataforma también...
Por fin la casa se veía a través de la borrascosa lluvia. Rei tropezó por enésima vez, pero logró mantener penosamente el equilibrio, intentando que Kai no cayera de su espalda.
-Vamos, solo unos pasos más, solo... un poco más...
Y el agua escurría por su cuerpo entero, y sus zapatos eran solo una esponja, su ropa un harapo y su mente un revoltijo. Quizás su bolso con la cámara y la grabadora estuvieran más secos... después de todo, el Doctor Aki había dicho que su contenido podía estar seco aún sumergido en un río correntoso. Pero en ese momento el bolso y las fotos no importaban. Kai iba en su espalda empapado, medio inconsciente, con la cabeza rota, una rodilla fuera de lugar y quizás que otra cosa. Él mismo iba con un hombro dislocado, un corte en la mejilla y una muñeca hinchada, pero no notaba nada de eso. Su preocupación era Kai y solamente Kai.
-Solo... un poco más....
La puerta se abrió de una sola patada que arrancó violentamente la cerradura. Abrigado entre el techo de la terraza y el interior de la casa, Rei se dejó caer pesadamente, con Kai en su espalda, mientras intentaba dolorosamente recuperar el aliento.
-Kai...
Sacando fuerzas de la flaqueza, gateó un par de metros más, hasta llegar al sillón más cercano. Ahí depositó a Hiwatari al tiempo que se deshacía rápidamente de su ropa, y corría (con la poca fuerza que le quedaba) a su dormitorio, en busca de toallas y ropa seca para su compañero. En tiempo récord la tetera tenía agua caliente, la estufa estaba encendida y la ropa lejos del perímetro del 'Rusus Hiwatarus Kaisus', que seguía inconsciente luego de la fatídica travesía. Rei por su parte, aún llevaba puesta la camiseta mojada y los pantalones negros, llenos de barro y pasto. Sus manos se movían enérgicamente quitando el agua del cuerpo del ruso, notando el apresurado subir y bajar de su pecho, y la hinchazón creciente de su rodilla.
-Hielo... necesito hielo...
Menos mal que quedaba un poco. El frío le quemó las manos debido a la baja temperatura de su propio cuerpo, pero no atendió eso en ese momento. Kai estaba casi seco, y debía cambiarle de ropa rápidamente.
La fisonomía de Kai se ajustó perfectamente a sus brazos cuando lo tomó. Quizás en otro momento hubiera disfrutado más de la sensación de su amor junto a su cuerpo, pero no era el instante adecuado.
La cama recibió a un Kai semidesnudo mientras Rei volvía en busca de la ropa seca. Hiwatari seguía inconsciente... y tendría que vestirlo.... Movió enérgicamente su cabeza intentando alejar 'esos' pensamientos que lo inundaban.
-No es el momento Rei... -se dijo mientras bajaba los bóxers de Kai -No es el momento....
Tarea rápida y complicada... Por fin Kai estaba seco, vestido, atendido, tapado, acostado, vendado y curado.
-Excelente.... -sonriendo, volteó para atenderse a sí mismo, pero casi sin darse cuenta, cayó mareado y con un fuerte dolor de cuerpo -Auch...
Pero no había nadie que lo ayudara. Era obvio que con esa lluvia Mariah y los demás no dejarían que sus amigos volvieran a la casa. Y conociendo los rituales propios del matrimonio, la fiesta se aplazaría hasta que la lluvia parase.
Apoyándose en las manos intentó levantarse, pero de dolorosa manera recordó su muñeca inflamada. Su hombro dislocado (el izquierdo) hizo juego fatídicamente con su mano derecha, que era justamente la que tenía herida.
--¿Demonios será la palabra más adecuada? -mordiendo su lengua se levantó rápidamente. Sabía que sus golpes sanarían rápidamente, ya tenía costumbre de irse colina abajo una o dos veces por mes.
Con cierta dificultad logró cambiarse de ropa, vendar fuertemente su muñeca y luego acomodar su brazo y hombro con un cabestrillo. Agua caliente para un buen baño y más agua caliente para las infusiones que tendría que tomar para no morir de neumonía. Después dormiría un buen rato y llamaría al Doctor Aki para...
--¿Para qué voy a llamar al Doctor Aki?
Y rió. Estaba tan acostumbrado a tener accidentes en sus salidas con el científico, que solía llamarlo después para convencer al adulto que seguía vivo. Sin embargo un quejido lo sacó de su linda fantasía de golpes, montes y animales...
--¡Kai!
Lo había olvidado por completo.
Rápidamente corrió hacia la habitación y notó que el hielo de las heridas de Hiwatari se derretía velozmente.
--'Fiebre', genial. Serás un Príncipe-corazón-de-hielo pero tienes un pésimo sistema inmunológico. -regañó mientras colocaba sus manos en la cintura, y luego lanzar una queja por su muñeca.
Afortunadamente, tenía la perfecta solución a la fiebre. Empapando una sábana en agua fría (muy fría) y tomando una amplia toalla, volvió con Kai. Lo sentó con gran esfuerzo y puso bajo él la toalla doblaba de tal forma que pudiera envolverlo. Sobre esta puso la sábana mojada y luego colocó a Kai sobre el helado trapo. El cuerpo del ruso se tensó de inmediato y buscó escapar de la chocante sensación que le quemaba la espalda, pero Rei lo sostuvo y pasó la sábana y la toalla por su abdomen, rodeándolo.
--Bien, en unas horas estarás bien Rusus.
Y viendo que ya no podía hacer más ni por él ni por sí mismo, se tendió junto a su especie exótica de animal favorito, y cerró los ojos.
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