Agua en el Desierto.
Capítulo 9.
El silencio inundaba la casa cuando Mao entró en ella haciendo uso de la llave que 'su hermanito' le había dado para cuidar su hogar cuando él se encontraba fuera, lo que ocurría la mayor parte del tiempo.
Antes que cualquier cosa, la muchacha vio la ropa tendida junto a la cocina prendida y al calefactor. A pesar de las horas, muchas prendas seguían mojadas. Las ventanas y cortinas estaban cerradas y el aire estaba un poco enrarecido y pesado. Entonces lo supo: Rei no estaba. Y vio la nota que él le había dejado:
"Mao, por favor, lleva a Kai con los muchachos. Tuvimos un accidente en la montaña con la lluvia. Él no está grave, pero tiene un tobillo dislocado y una rodilla afuera (creo). Asegúrate de sus vendas y que coma algo caliente, porque estaba con fiebre. ..."
--¿Accidente en la montaña?, ¡¿cómo salen con esa lluvia?!
"No queríamos salir Mao, sabes que no me gusta caminar con lluvia, pero Kai salió antes que yo pudiera evitarlo..."
--Siempre tan tonto Hiwatari...
"...Y no pienses nada contra él, no conoce este clima..."
--Siempre excusándolo...
"...y no es una simple excusa Mao, no seas intransigente."
-- ¬¬, ¿entonces dónde diablos estás?, ¿no se te ocurrió escribirlo?. Si el muñeco ruso está herido ¿porqué sales?, ¿acaso el Doctor Aki te llamó?
"Sé que te preguntarás donde estoy, y sé también que ya debes estar concluyendo mi paradero y el porqué dejé a Kai solo si está herido... "
--Obvio, serías capaz de dejar el matrimonio de Li si el viejo ese o sus nietos te llaman...
"¡Y no se te ocurra seguir pensando que no voy a ir al matrimonio o que me iré a la mitad de la ceremonia!. Solo que algo pasó en la investigación y el Doctor me pidió urgente que fuera. Avísame cualquier cosa que pase, o deja una nota en la casa. De todas maneras, cuando vuelva, pasaré directo a la casa de Su-Mei, así que tenme una muda de ropa, por favor Mao. "
--De acuerdo, de acuerdo... siempre te sales con la tuya.
"...Gracias Mao ^.^, ya me conoces. Rei."
--No me dijiste como estabas tú...
"pd: ¡cierto!, estoy bien. Chao."
--Para haber dejado al ruso este solo... debe haber pasado algo importante con el Doctor Aki. Espero que vuelva pronto... y que esté tan bien como dice.
Dejando la nota en su lugar, la muchacha encaminó sus pasos hasta la habitación que usaba Rei. Era obvio que Kai estaría ahí.
***
--Lamento haberte llamado Rei pero... ¿Rei?, ¡¿qué te ocurrió?!
Rápidamente Natsumi apareció desde el pasillo, alertada por el tono de voz de su marido.
--¡Rei!
Ambos hicieron pasar al muchacho al tiempo que lo bombardeaban de preguntas sobre su estado.
--¿Qué te pasó?
--Tuve un accidente en la montaña.
--¿Qué hacías en las laderas con esa lluvia Rei? –pregunto Natsumi con un paño húmedo en las manos, mientras repasaba las heridas de Kon.
--Nada importante.
--Amor, no puedes hacer trabajar a Rei en estas condiciones. No lo permito.
--Lo siento Natsu-chan, no sabía que estaba...
--¡Nada de excusas!, ¡ve inmediatamente a preparar un baño caliente para él!
--C-claro...
Setsuna Aki, o Doctor Aki, salió corriendo bajo la orden de su esposa.
--Em... Natsumi-san... Yo… yo estoy bien, en serio… Llevo varias horas descansando y…
--Nada. Te darás un baño, limpiaremos tus heridas, comerás algo caliente y luego dormirás todo lo necesario...
--Natsumi-san...
--Vamos, el baño debe estar listo.
La mujer caminó decidida arrastrando a Rei por su brazo sano. Kon intentaba de una y mil maneras explicarle que nada de eso era necesario... pero era obvio de donde había salido la tozudez de los hermanos Aki.
Ya en el baño, Setsuna arreglaba las toallas y demases que usaría su esposa en el cuidado de su aprendiz.
--Ya está listo.
--Gracias amor, ve y asegúrate que los chicos no vengan a interrumpir. Ya sabes como se pondría Kotomi-chan al enterarse de esto.
--Cierto.
El marido salió, y Rei aceptó lo que venía. Le sería imposible salir de esa casa sin hacer antes lo que Natsumi-san había dicho. Sin embargo, había dejado solo a Kai y...
--¿Qué esperas Rei?, el agua se enfría...
--Eh... Natsumi-san...
--Vamos niño, quítate eso –dijo poniendo sus manos en la camiseta de Rei –No veré nada que no haya visto antes.
--¡¿Q-qué?!
--Vamos, apresúrate. ¿no querrás que te desvista verdad?
***
--¿Qué pasó Kai? –preguntó Max con sus enormes ojos azules llenos de preocupación.
--Nada grave Max, estoy bien.
--Apuesto a que intentaste ser amable y tus circuitos se echaron a perder –rió Takao. Kai lo miró furioso. Si algo le molestaba realmente de Kinomiya era su nueva afición a molestarlo aludiendo que era como una máquina.
--Porqué no mejor empiezas a pensar como pagar toda la comida que te comiste Pozo-sin-Fondo? . Debes haber dejado esta despensa vacía.
Todos rieron mientras la discusión entre Fuego y Viento continuaba. Su-Mei, mientras, miraba sin entender nada de nada.
--Su –le llamó Mao –Ese chico con aspecto de 'No se me acerquen que muerdo' es Kai Hiwatari, el otro amigo de Rei. No te preocupes que no es lo que aparenta. A veces puede ser sociable e incluso hablar.
De pronto Mao notó que todo estaba en silencio... hasta que Takao estalló en carcajadas. Kai miraba a la chica con cara de '¿Porqué dices eso?'.
--¿Qué?, ¿acaso no es verdad?
--¡No!
--Parece que Rei es el único que cree eso...
De un momento a otro, todos estuvieron riéndose de Kai, algo jamás pensado en otros tiempos. Hiwatari los miró a todos, como buscando un apoyo, y luego infló sus mejillas de manera infantil, dando un giro elegante y marchando hacia la cocina.
--Piensen lo que quieran. No me importa.
--Si, si claro Kai. –rió el moreno –'Pienses lo que quieran, pero si me necesitan estaré llorando en la cocina'
Con un poderoso portazo, Kai Hiwatari se encerró en la cocina de una casa ajena. Se sentía tan miserable y avergonzado como.... como... ¡demonios nunca se había sentido tan miserable y avergonzado!
--No soy antisocial... No muerdo... y hablo más de lo que creen...
Casi sin darse cuenta, tomó una bandeja de pastelitos que había en el centro de la mesa. Cada uno tenía el tamaño de un mini-disc y estaban espolvoreados con azúcar. Rápidamente desapareció el primero en su boca... –como se atreven a reírse de mí- y le siguió un segundo –Ni siquiera me conocen... –y un tercero...
Y mientras en la sala.
--Hace mucho que no aparece –dijo Max
--Déjenlo tranquilo. –calmó Takao –Es Hiwatari Kai, ya verán que en cualquier momento aparecerá y me dirá alguna pesadez culpándome de todo... como siempre.
--Pienso que debemos ofrecerle una disculpa –dijo con su vocecilla tímida Su Mei. –No es correcto reirse de nadie.
--Oigan, salió el sol, ya es hora de casarme –dijo Li.
--Deja eso ya Li –reclamó Takao- Ni siquiera te hemos una hecho una despedida de soltero, y no te casarás sin una despedida de soltero.
--¡¿Q-qué?!
--Iré con el Joven Hiwatari –anunció Su Mei –Creo que es correcto hablar con él.
--No vayas Su-chan –dijo Takao.
--¡¿Cómo te atreves a llamarla de esa forma?! –saltó Li. -¡Es mi novia!
--Ya lo sé –respondió con naturalidad.
--Em... muchachos... –comenzó Max –No creo que sea hora de discutir...
Mao y los restantes White Tigers salieron con suspiros de la sala, encaminándose por fin hacia su casa. Sabían que la discusión entre Li y Takao podría durar horas.
--Nos vemos en la tarde Su.
--Mao... ¿qué hago con el Joven Hiwatari?
--...Pues... no sé. Conversa con él.
Ellos salieron, y los otros siguieron discutiendo. Su Mei estaba nerviosa e incómoda. Nunca le había agradado que uno de sus invitados no estuviera a gusto en su casa. Muchas cosas había oído del tal Hiwatari Kai, pero era su deber como futura esposa mantener agradados a los invitados. Suavemente y con pasos delicados, se encaminó a la cocina sin una sola palabra de disculpa en la mente.
--¿Em... Joven Hiwatari?
--¿Mm?
La muchacha entró y cerró la puerta tras su espalda. Kai estaba apoyado en sus brazos con la cesta de los panecillos vacía frente a él. Realmente parecía triste.
--¿Está bien?
--Si, estoy bien.
--Yo... lamento mucho las palabras de los demás. –Hiwatari levantó los ojos sin entender.
--¿Porqué te disculpas tú? –pregunt
--Porque... porque es mi deber... como la mujer de la casa.
Kai desvió la mirada y se sintió un poco mal por su arrebato. Aún no conocía las costumbres chinas, y no estaba acostumbrado a que una chica tan adorable estuviera tan nerviosa y apenada frente a él.
--Disculpa... Su Mei...
--¿Si?
--... –con una sonrisa la miró y tendió la cesta -¿Tienes más panecillos?, estaban deliciosos.
Ella respondió su sonrisa y fue presurosa a un cajón que había cerca de la puerta. De él sacó una cesta igual a que tenía Kai en las manos, y la puso frente a él.
--Esto los hice antes que sus amigos llegaran. Son de ayer, pero aún están tibios.
--¡Muchas gracias!
Su Mei se sentó frente a Kai y lo observó comer. Ambos sonreían de manera amplia, mostrando lo agradados que estaban. Mientras, Max reía, Li lloraba y Takao aprovechaba para lanzar malintencionadas bromas con respecto a la cancelación de cierta boda que debería haberse celebrado el día anterior.
Continuará....
Notas: ^^ nada que decir. Nos vemos en la próxima.
