CAPITULO DOS: Hermano mayor

Éomer caminaba lentamente por los corredores del palacio de oro, estaba sumamente aburrido, ya había terminado el entrenamiento y no tenía nada interesante que hacer. Se detuvo en la puerta del palacio y suspiró desalentado, su tío estaba demasiado ocupado para practicar la espada con él y no se le permitía practicar de otra forma, de pronto su rostro se iluminó "Theodred" él sin duda ya debía haber terminado sus deberes y podrían salir a dar una vuelta.

Éomer se dirigió de prisa  a la habitación de su primo y abrió la puerta de golpe. La felicidad en su rostro se apagó y dio paso a la sorpresa al encontrarse a su primo sentado con Eowyn y nada menos que jugando muñecas.

"Theodred!!!! que haces con la engendro?"- dijo Éomer molesto

"no me digas engendro!!!"- reclamó Eowyn mostrándole la lengua a su hermano

"no me interrumpas enana"- contestó Éomer

"ya déjala en paz Éomer"- intervino Theodred intentando ayudar a Eowyn

"ya vamonos a practicar con la espada Theodred"- dijo Éomer

"yo quiero ir!!!"- dijo emocionada Eowyn a quien le encantaban las cosas de hombres

"vamonos de una vez, se hace tarde"- volvió a decir Éomer ignorando a su hermana

"esta bien, vamonos"- Theodred salió de la habitación seguido de Éomer y de Eowyn

"tu no puedes ir enana"- dijo Éomer deteniéndose e impidiéndole el paso a su hermana

"pero yo quiero ir"- dijo Eowyn poniendo puchero

"es cosa de hombres"- contestó Éomer mientras volvía a empezar a caminar dejando a una desconsolada Eowyn atrás.

"no deberías ser tan malo con ella"- intervino Theodred en favor de su prima.

"y tú no deberías ser tan condescendiente con ella"- repuso Éomer molesto por el tiempo perdido

Éomer y Theodred continuaron caminando en silencio. Éomer ya se sentía culpable por haber dejado a Eowyn en esas condiciones, él adoraba a su hermana pero había ocasiones que lo sacaba de quicio, ella era demasiado voluntariosa y él también por lo que las cosas podían volverse explosivas. Éomer sonrío al recordar el accidente de la semana pasada. Él y Eowyn habían estado discutiendo para variar y él se había dado la media vuelta dejando a Eowyn gritando pero no se esperaba que ella le fuera a aventar un jarrón en la cabeza. Tuvieron que darle 5 puntadas en la herida mientras su hermanita lloraba desconsolada.

Éomer salió de sus pensamientos cuando se encontraron a las puertas de Edoras, salieron y fueron a unas ruinas a jugar. Su tío les había dicho en innumerables ocasiones que no debían ir allí porque era peligroso, pero eso a ellos no les importaba, después de todo solo eran unos niños buscando diversión. Lo que Éomer no sabía es que Eowyn los había estado siguiendo, una vez en las ruinas empezaron a jugar. Theodred y Éomer subieron a lo que alguna vez debió ser un balcón, practicaban con sus espadas de madera, después de un rato de estar acuclillada, Eowyn decidió que era tiempo de salir, pero piso una roca que estaba mal colocada y cayo pesadamente al piso. Éomer volteo deprisa al reconocer la voz de su hermana, y la sangre se le helo en las venas, al ver a Eowyn caer unos tres metros hasta el piso. Theodred bajo de prisa a socorrer a su prima pero esta yacía en el suelo inconsciente con una herida en la cabeza que le sangraba, Theodred intento cargarla pero él era demasiado pequeño para cargarla. Éomer reacciono al ver  la situación y  bajo hasta donde se encontraba su primo, tomo a Eowyn en sus brazos y salió corriendo hacia la ciudad, con su primo siguiéndole, Éomer corrió tan rápido que dejo a su primo atrás. Una vez en la entrada principal lo recibieron los guardias. Uno de ellos tomo a la niña en brazos y corrió al palacio con Éomer atrás en todo momento. No lograrían que se separara de su hermana, mientras que otro guardia Corría a avisarle al curandero.

Veinte minutos después, ya habían vendado la herida de Eowyn, no había sido muy grande pero aún así debían dejarla descansar. Theoden llamó a Éomer a la habitación donde descansaba Eowyn, él entro con la mirada baja esperando el regaño de su tío.

"no tienes de que preocuparte. Eowyn estará bien, pero espero que esto te sirva de lección y no vuelvas a desobedecerme"- Theoden hablaba seriamente pero en el fondo compadecía a su sobrino, ya que imaginaba el susto que se había llevado al ver sus ojitos arrasados por las lagrimas.

"lo sé tío...me dejas quedarme con ella? Deseo que sea a mi al primero que vea cuando despierte"- suplicó Éomer a su tío.

"esta bien...quédate con ella"- dijo su tío saliendo de la estancia.

Éomer se sentó a lado de Eowyn, mirándola descansar. Temió tanto perderla como a sus padres, se juro a si mismo nunca volver a dejarla atrás. Nunca dejaría que algo malo le volviera a pasar. Éomer salió de sus pensamientos porque Eowyn estaba abriendo los ojos, lo miro con una sonrisa y le tendió los brazos. Éomer la abrazo y las lagrimas volvían a escurrir de sus ojos.

"no llores hermanito"- dijo Eowyn- "ya estoy aquí y te voy a cuidar"- finalizo la niña con una hermosa sonrisa, por lo que Éomer solo pudo sonreír en respuesta.