CAPITULO TRES:  Acosos

Éomer estaba acostado en su cama, no tenía humor para levantarse...su tío había salido de campamento por varios días y se había negado a llevarlo objetando que tenía que cuidar de Eowyn, eso le enfurecía a pesar de que él ya tenía 19 años seguían tratándolo como un niño chiquito. Éomer suspiro desalentado, era suficiente fastidio tener que quedarse encerrado cuando Theodred si había podido ir, pero tener que cuidar de una adolescente precoz como Eowyn y sus amigas en una pijamada era demasiado.

Unas risas de jóvenes retumbaron en la habitación, esas locas se acercaban. Éomer se tapó la cara con la almohada. De pronto la puerta se abrió de golpe y 5 adolescentes irrumpieron en la habitación.

"que demonios quieren?"- preguntó Éomer fastidiado

"es que......escuchamos un ruido en el cuarto de Eowyn y nos asustamos"- respondió una amiga de Eowyn con temor fingido. Éomer levantó la cabeza y vio a las chicas sonreír lo mas inocentemente que podían, sonrío también maliciosamente...había encontrado su entretenimiento.

"pueden dormir aquí, pero no quiero nada de escándalo"- dijo levantándose –"me daré un baño, no toquen nada"- agregó tomando algo de ropa y entrando al baño

Éomer podía escuchar a las mocosas brincar en su cama, lo que lo molestó de sobre manera pero ya se vengaría de la enana por pasarse de lista. Nada molestaba mas a Eowyn que el hecho de que Éomer coqueteará con las bobas de sus amigas.

Éomer salió unos minutos después del baño, había dos chicas acostadas en su cama pero dejando el espacio que él había estado ocupado, las demás estaban acostadas en el suelo. Éomer caminó como pudo entre el montón de almohadas y mantas desparramadas en el suelo y tomó su lugar en la cama, estaba en medio de ambas chicas y comenzó a sentirse incomodo.

"deberías dormir en el suelo y nosotras en la cama"- dijo Eowyn fastidiada de la cara de tontas que tenían sus amigas

"es mi habitación, así que si quieres estar aquí manten la boca cerrada, enana"- dijo Éomer portándose igual de infantil que su hermana

"yo no quería venir, fueron...."- Eowyn no pudo continuar porque una de sus amigas le dio un almohadazo para que se callara.

"Éomer tengo frío"- dijo la niña que tenía a su derecha- "me abrazas?"- indagó

Él la vio extrañado y estuvo a punto de gritarle que era una mocosa precoz pero cuando vio el rostro de Eowyn a punto de la histeria lo pensó dos veces – "claro, pobrecita"- dijo él tomando a la chica entre sus brazos y dejándola apoyar su rostro en su pecho.

Éomer estaba tan interesado en fastidiar a su hermana que no vio que la mocosa estaba con cara de estar en las nubes. Eowyn se paró dispuesta a lanzarse sobre su hermano y la tarada de su amiga pero se detuvó, sabía que había una mejor forma de hacerlo sufrir.

"sabes Aria, si yo fuera tú tendría cuidado"- dijo Eowyn con una sonrisa maliciosa

"que? De que hablas?"- preguntó Aria

"Pues es que mi hermano babea y ronca cuando duerme"- dijo con el tono mas inocente que pudo

"ESO NO ES CIERTO"- gritó Éomer furioso

"oh vamos hermanito, no tienes porque avergonzarte"- dijo ella sonriente

"ESTAN LOCAS, ME LARGO DE AQUÍ"- gritó el poniéndose de pie y dejando caer la cabeza de Aria en la cama sin contemplaciones.

Éomer salió de la habitación hecho una furia, caminó por el palacio y se dio cuenta que no tenía ni idea a donde ir. Por fin se sentó en las escaleras que daban a la villa y se puso a ver las estrellas.

Un guardia se acercó al príncipe preocupado – "mi señor Eomer, hace mucho frío aquí afuera"

"solo estaré un rato"- respondió Éomer tajante aún molesto por culpa de su hermana.

"señor esta usted bien?"- preguntó el guardia preocupado por su señor

"no es nada....es solo que....esa mocosa me saca de quicio"- confesó Éomer obteniendo una sonrisa del guardia cuando entendió a quien se refería.

"los hermanos pelean, es natural. Yo lo hacía con mi hermano pero ahora siempre recuerdo lo que mi madre decía y me lamento no haberle hecho caso"- dijo el guardia tomando asiento a lado de Éomer

"que es eso?"- preguntó él interesado

"que nunca me vaya a la cama con una palabra amarga contra mi hermano, ya que nunca sabré si he despertar para pedirle perdón"- dijo el guardia – "ahora lo lamento cuando he perdido a mi hermano y recuerdo todas las veces que pude decirle lo mucho que significaba para mí, usted esta a tiempo. No cometa el mismo error que yo"- dijo el guardia poniéndose de nuevo de pie y dirigiéndose a su guardia.

Éomer permaneció unos momentos pensativo, ahora que lo pensaba no era tan malo lo que había pasado y Eowyn no había tenido del todo la culpa. Éomer se puso de pie y se encamino hacia el palacio.

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Eowyn y sus amigas aún estaban en la habitación de Éomer, ella se sentía culpable de haber dicho tal cosa sobre su hermano y haberle ofendido pero él había iniciado a molestarla.

Un golpe en la puerta la saco de sus pensamientos, se sorprendió de ver a Éomer entrar a la habitación con una gran cantidad de pasteles de diferentes sabores en una bandeja.

"hacemos las paces?"- preguntó él con una sonrisa

"claro"- respondió Eowyn con su rostro iluminado de felicidad

"a comer entonces!!"- dijo él sentándose junto a su hermana en el suelo quien lo recibió con un gran abrazo.