CAPITULO 4: Acontecimientos.

La mañana estaba despejada, los pájaros trinaban una hermosa melodía y en la casa de los Asakura todos estaban vueltos locos, el gran día había llegado.

Se habían levantado desde temprano, la abuela y la señora Keiko para supervisar absolutamente todo, el abuelo y el señor Mikihisha charlaban alegremente con Hao, quien se hallaba sumamente nervioso, sentía un gran agujero en él estomago.

-Pareciera que eres tú la novia- le había reñido la abuela cuando tiro la taza de café sobre la mesa- cálmate, te aseguro que Anna no esta tan nerviosa como lo estas tú, todo saldrá bien, tu estate tranquilo.

La abuela no estaba tan errada en sus comentarios, ya que Anna se levantó de la cama como si aquel día fuera como cualquier otro, con la excepción de que Pilika le llevó un hermoso vestido blanco que ella misma confeccionó y la atavió con el, para después arreglar un hermoso peinado con orquídeas con su rubio cabello. Pilika charlaba alegremente mientras la maquillaba lo más natural posible, en tanto que Anna solo se limitaba a contemplarse en el espejo y sonreír débilmente.

El reloj marco las doce, ella ya estaba completamente arreglada, su amiga la miraba embelesada y no era para menos, el ajustado vestido se ceñía muy bien a su figura esbelta y airada, era de estilo medieval, su cabello delicadamente atorado con las dos orquídeas en un moño, su maquillaje perfecto, parecía la digna reina de las flores.

Se escucho un claxon y ambas mujeres voltearon hacía la ventana, Anna sonrió aún más débilmente y salió de la habitación para dirigirse hacía la puerta entre tanto que Pilika cogía rápidamente el hermoso ramo de rosas rojas.

Subieron al auto, la novia sin emoción alguna, mientras que la amiga parecía que fuera ella la que iba a casarse, llegaron a las puertas de la gran mansión, bajaron cuidadosamente, las recibieron la abuela y la señora Keiko y las conducieron hacía el templo que se encontraba dentro de la mansión, al llegar a la entrada, Pilika le dio el ramo y la arreglo aún más, mientras se colocaba atrás de ella, Anna dio un gran suspiro y entró.

Había mucha gente, todos la miraron y soltaron murmullos de admiración, ella caminó con paso seguro, y en el fondo distinguió a su prometido, Hao llevaba un traje color negro con chaleco gris y corbata del mismo color con brocados en blanco, el largo cabello recogido en una larga cola de caballo y atado con un moño color gris, le sonreía embelesado, en cuanto se acerco y se coloco a su lado todos guardaron absoluto silencio.

No supo como sucedió pero al cabo de un rato ella ya era la señora Asakura y su ahora esposo la besaba con ternura, todos salieron alegremente y a la salida recibió besos, abrazos y felicitaciones por parte de familiares y amigos, ella sonreía y se veía muy feliz.

El banquete paso sin contra tiempos, se bailo y se disfruto enormemente, la hora de lanzar el ramo había llegado y arrojándolo a la tercera vez, la afortunada en quedárselo fue su querida amiga, mientras que derramaba tumultuosas lagrimas y decía:

-Es el destino, lo sabía, lo sabía, yo seré la siguiente.

Anna reía y se veía sumamente contenta, hasta que la hora de partir de los novios llego, se despidieron y Hao la llevó a un lugar apartado de la mansión.

Este se encontraba en los límites del bosque, él le explico que esa había sido la primera casa de su familia, ella solo admiraba el lugar, entraron, ella estaba nerviosa, sabía que era lo que sucedería a continuación, mientras que Hao sonreía orgulloso y seguro, la llevó a la habitación y comenzó a besarla suavemente mientras sus manos acariciaban la delicada figura, ella comenzó a sentir una sensación extraña y desconocida y ella también comenzó a acariciarlo y mientras la recostaba suavemente en el futón, el vestido blanco cayó.

*****

-¿Quisieras dejar de pasearte de un lado a otro?, Me estas crispando los nervios- dijo molesto un chico de cabellos azul marino.

-Lo siento, es que no puedo evitarlo, estoy sumamente nervioso- y continuo paseándose- maldita sea mi suerte, ¿porqué tenía que ser yo el primer participante?

-Deja ya de quejarte, en lo personal creo que ha sido lo mejor- y con tono sarcástico añadió- no soportaría él tener que tranquilizarte cuando pasaran más concursantes y escucharas como la multitud los ovaciona enloquecida.

-Gracias por el apoyo Len, no cabe duda de que eres sumamente optimista- le dijo el otro con una triste sonrisa.

-Vamos Horo Horo, no seas dramático, yo solo digo la verdad, aquí se han convocado a las diez más grandes promesas del piano, y tú estas entre ellos, has practicado duro, eres sumamente bueno, yo no sé que es lo que te preocupa.

-Pues por si no lo sabías el gran maestro esta dentro del jurado, su voto será decisivo en este concurso, y no es para menos sí el tipo es un gran pianista y compositor, todos los países Europeos se disputan su presencia, y le pagan millones por un solo concierto.

-¿Y?, Yo no dudo que el tipo sea bueno, pero no trates de convencer al "GRAN MAESTRO", convéncete a ti mismo y al publico, solo toca con el alma, como siempre lo has hecho- y dirigió una mirada a su reloj- ya casi es hora, será mejor que me vaya a mi asiento como el resto del público-se levantó de su lugar y se dirigió hacia a la puerta, en cuanto llegó a ella se volvió solo para decir-¡suerte!, Horo Horo conmuévenos, haznos llorar- y salió.

Horo Horo suspiró y alcanzo a escuchar la voz del animador y la multitud que aplaudía con violencia, ya era la hora de la verdad, se miró en el espejo y se acomodó el moño, se sonrió a sí mismo y trato de parecer seguro.

ES MOMENTO DE PRINCIPIAR NUESTRO CONCURSO, NUESTRO PRIMER CONCURSANTE ES UNA DE LAS GRANDES PROMESAS DE JAPÓN, DE LA REGIÓN DE HOKAYDO, DÉMOSLE UNA CALUROSA BIENVENIDA A HORO HORO.

La voz del presentador resonó en su cabeza provocando que su corazón latiera violentamente, trago saliva y salió del pequeño camerino.

Se sorprendió al ver la cantidad de gente que se hallaba concurrida en el gran conservatorio, tembló levemente y lanzó un suspiro profundo, hizo la reverencia acostumbrada y se sentó frente al gran piano negro, tronó suavemente sus dedos y comenzó a tocar el concierto para piano y orquesta en la menor, opus 16 del compositor noruego Edvard Grieg, no fue conciente de lo que sucedió, en cuanto comenzó a tocar, la música fluyo en él instintivamente y lo envolvió en una atmósfera de éxtasis total.

En cuanto terminó, se sintió satisfecho, se levantó y agradeció, una oleada de aplausos y ovaciones lo acogieron, miro estupefacto a todo el auditorio y paso su mirada por el jurado, estos también aplaudían, pero no tanto como un joven, que calculó sería de su edad y que se encontraba sentado en el lugar que era del Gran Maestro y no pudo evitar sorprenderse al notar que el joven en cuestión lo miraba y le sonreía sinceramente.

En cuanto llegó a su camerino se sintió sumamente tranquilo, lo había hecho más que bien, se miró en el espejo y sonrió satisfecho, solo una interrogante pasaba por su cabeza, ¿qué hacía ese muchacho en el asiento del su venerado Yoh Asakura?, Estaba tratando de responderse cuando un fuerte ruido lo hizo volverse hacía la puerta y lo sacó por completo de sus pensamientos.

-Horo Horo, no sabía que tocaras tan bien-le dijo un sonriente Ryu mientras lo amarraba en un fuerte abrazo.

-Vaya que lo has hecho bien, hasta me sorprendiste, pero esta no la tienes todavía ganada, aún faltan otros ocho concursantes y te he decir que el que tu predecesor tocaba maravillosamente.

-Bueno, ya, hice lo mejor que pude y solo me queda más que esperar, pero mientras espero, alguien ¿podría decirme quien es esta hermosa muchacha?- y dirigió su mirada a una sonrojada Tamao que se hallaba rezagada en un rincón de la diminuta habitación.

-¡Oh!, claro, Horo Horo, te presentó a Tamao Tamamura, ella es mi compañera de clase, es una excelente cocinera y una gran estudiante.

-Creo que Ryu exagera, no soy tan maravillosa como dice, sin embargo usted si que es un gran maestro en el piano, es un placer conocerlo-y le tendió su delicada mano.

-No me hables de usted, llámame simplemente Horo Horo, ¿Vale?- y besó delicadamente su mano.

-Tu nombre, ¿sabes?, Me resulta muy familiar, dime ¿no nos habíamos conocido antes?- le preguntó Tamao

-No, no lo creo, yo jamás olvidaría un hermoso rostro como el tuyo- le contesto galantemente provocando un terrible sonrojo en las mejillas de la chica.

-Ya, ya, basta de coqueterías, será mejor que regresemos a nuestros lugares, están a punto de mencionar a los semifinalistas- dijo un tanto molesto Len, le fastidiaba de sobremanera que su cuñado coqueteara de esa manera con las chicas, en especial porque su novia le había pedido que cuidara a su hermano de "mujeres de cascos ligeros" y su querido cuñado no hacía otra cosa que flirtear con este tipo de mujeres, aunque dudaba que la tímida Tamao fuera una de esas.

Salieron del camerino y se sentaron a esperar, no tardo mucho en anunciar el presentador a todos los participantes, que salieron y se colocaron en una sola línea dando la cara al publico y al jurado, un señor de edad avanzada le entrego un sobre sellado al presentador quien lo abrió lentamente y aclarándose la garganta dijo:

-El jurado ha dado ya su veredicto, cabe mencionar que la decisión fue sumamente difícil ya que todos estos muchachos han demostrado su gran capacidad como ejecutantes. Bueno no hagamos esto más difícil, nuestro primer semifinalista es: DE ITALIA, la srita Franca Giannini (aplausos), DE ESPAÑA, el Sr. Manuel González (aplausos), DE ISLANDIA, el Sr. Belmont Sturluson (aplausos.)

Horo Horo comenzaba a temblar, ya habían mencionado a tres de los cinco, solo quedaban dos lugares, cruzo los dedos con fuerza y rogó a los cielos que el siguiente fuera él.

-DE FRANCIA, la srita Hedwige Moivre(aplausos) y por último- Horo Horo estaba a punto de estallar "que sea yo, por favor, que sea yo", se decía, mientras esperaba como un inocente condenado a muerte- DE JAPÓN, el Sr. Horo Horo.

El aludido comenzó a dar saltos por todo el escenario, estaba a punto de llorar, a lo lejos percibió las figuras de Tamao y Ryu abrazándose de felicidad y la inexpresiva figura de Len con los brazos cruzados y esbozando una débil, pero sincera sonrisa.

El presentador anuncio que había una sorpresa, bajo del escenario a todos los participantes, quienes se sentaron a un lado del jurado, Horo Horo notó que el asiento del Gran Maestro estaba vacío, y también advirtió que el joven que le había sonreído tampoco estaba, no le dio importancia debido a que el presentador logro acaparar la atención de la murmurante multitud.

-Nuestra sorpresa de esta noche, es sumamente especial y nos llena de orgullo y felicidad, presentar en este humilde escenario, presentando tan solo una pieza, al gran maestro: YOH ASAKURA.

Horo no lo podía creer, aquel joven que le había sonreído estaba de pie y agradecía a la enloquecida multitud, se sentó en el piano y comenzó a tocar La Gavota en sol menor de Bach, de tal manera que hizo que sintiera como la emoción lo embargaba haciéndolo casi perder la razón.

Cuando Yoh terminó volvió a agradecer y desapareció por una de las laterales, Horo aplaudía de pie, ese joven era su tan reverenciado Maestro, tenía que conocerlo, tenía que hablar con él. Y si tan solo hubiera dejado su emoción a un lado y hubiera volteado a ver a sus amigos, habría notado en ellos una gran confusión y estupor, Ryu estaba al borde de la locura emocional, Tamao musitaba conmocionada "Asakura, Asakura", tratando de recordar donde había escuchado ese nombre y Len tenía los ojos sumamente abiertos y estaba completamente sorprendido, pero no lo suficiente, ya que musito solo para él: Vaya con lo que me encontré, al hermano gemelo de Hao, y esbozo una gran sonrisa llena de sarcasmo.

CONTINUARA...