Paso la noche en mi antigua cama, los compañeros se extrañan pero no dicen
nada. Solo Ron se acerca al comprobar que los demás duermen.
- ¿Estas bien?
- Si- digo y me incorporo para hablar mejor- es que... ¿cómo puede pensar que he tenido algo con ese crío?
Mi amigo levanta ambas cejas sin entender. Le cuento lo ocurrido con el Ravenclaw y lo dicho por mi marido.
- Entiendo- dice al finalizar la explicación.
- Yo lo quiero, nunca podría hacerle esto y menos cuando espera un hijo de ambos.
- Pero tiene miedo de perderte- ahora soy yo quien no entiende, suspira- Harry, eres famoso, muy famoso, decenas de personas te desean... no me mires así, es cierto. Cientos de magos y brujas darían todas sus pertenencias para estar con Harry Potter
- ¿Qué tiene que ver eso con lo de Severus?
- ¡Ay Harry! A veces eres lento- entrecierro los ojos- Snape nunca ha tenido a nadie que lo ame y ahora, que te tiene a ti, piensa que puede perderte por otra persona más... joven, atractiva, que te dé más cosas que él, no quiere alejarse de ti pero su carácter aún es frío y no sabe como demostrarte esto, por ello recurre a las acusaciones.
- Pero no me perderá- afirmo.
- Pues habla con él mañana y aclárale este punto- bosteza- bueno yo me voy a dormir que mañana hay examen con Trelawny y tengo que tener el ojo interior bien despejado- reimos- buenas noches Harry.
- Buenas noches Ron.
**** (Severus)
He estado esperando a mi león hasta las dos de la madrugada pero no ha venido.
Al acostarme me he dado cuenta de lo extraño que es no sentir su calor junto al mío, no abrazar su cuerpo y tener su cabeza reposando en mi pecho. Todo eso se ha hecho imprescindible para mí. Lo necesito como el aire que respiro.
Pasa una mano sobre mi tripa ligeramente abultada y de soy cuenta que lo dicho a Harry era una demostración de lo mucho que lo quiero.
Se que no ha sido la mejor de las maneras pero aún me queda mucho por cambiar y aprender. ¿Qué haría yo sin él?
- Duerme tranquilo pequeñín, mañana Harry volverá aquí- susurro al pequeño de mi interior deseoso de que sea así.
Y como puedo me duermo esperando que amanezca pronto para hablar con el chico.
Ya por la mañana me dirijo al Comedor como un bólido, peor aún no ha llegado. Me siento y sirviéndome el desayuno lo espero.
- ¿Y Harry?- me pregunta el director al ver que no ha venido conmigo como cada día.
- Es que no ha dormido en nuestros aposentos.
- ¿Cómo?- me mira con el ceño fruncido- ¿qué le has hecho al chico Severus?
- Nada- me defiendo, no me apetece contarle lo de ayer.
A la media hora, cuando mis nervios están a flor de piel lo veo aparecer con sus dos amigos, lo miro y voy a levantarme pero un chico de poca estatura se le acerca sonriendo, le dice no se que y mi moreno asiente.
Maldito Jakers, pienso, como odio a ése Ravenclaw.
Y por eso no voy a hablar con Harry, lo observo durante todo el desayuno. Me dedica alguna ojeada y al tocar el timbre se marcha a su primera clase. Resignado me voy a las mazmorras.
Un sentimiento de malestar me acompaña durante el día, no pruebo bocado pero es peor a la tarde. Unos pinchazos muy molestos me sorprenden en medio de una clase. Me siento a ver si apaciguan pero no. Echo a los alumnos pero uno de ellos se acerca.
- Señor, ¿se encuentra bien?
- Si señorita Weasley- le digo a la menor de la familia.
Me mira por última vez y se marcha. Respiro hondo, esos no es normal así que, con un puñado de polvos, voy a la enfermería.
**** (Harry)
Estoy apuntando lo que explica McGonagall sobre las transformaciones de objetos a seres cuando tocan a la puerta. Ginny entra y se dirige a la profesora. Ron levanta la vista a su hermana. La profesora asiente y se dirige a mí.
- Potter salga un momento con la señorita Weasley.
Acompaño a la pelirroja afuera donde me fijo que esta algo preocupada.
- ¿Qué ocurre Gin?
- Harry, no se si es lo que creo, pero el profesor Snape nos ha echado de clase antes de hora, me parece que no se encontraba bien.
No espero a que me diga nada más, solo salgo corriendo hacía la enfermería donde supongo que estará el hombre y rezando para que este bien.
Corro como aquella vez al querer escapar del colegio. Nunca me ha parecido tan largo el camino pero llego y de un portazo abro la puerta.
- ¿Severus?
El nombrado y le enfermera se giran al verme entrar tan alterado.
- Cariño, Sev, ¿qué te ocurre?- digo casi sin aliento.
Los dos adultos me miran, se miran y vuelven a mirarme.
- Harry- me dice Severus- no es nada, solo... el chiquitín esta creciendo.
Ante eso me quedo sin palabras, ¿a qué se refiere?
- Ven Harry- me dice la enfermera haciéndome una seña, me acerco a los dos- mira esto- y con un hechizo apunta la tripa de mi marido.
De allí empieza a salir una débil luz como verdosa y blanca y mi boca se va abriendo a medida que reconozco la imagen.
- Nuestro hijo- susurro acercándome más.
Aún no tiene mucha forma pero se ve algo hermoso por si solo. Un órgano palpitante centra mi atención.
- Es su pequeño corazón- me explica el hombre.
La imagen desaparece. Parpadeo un par de veces por la impresión. Conozco el hechizo pero aún no lo habíamos probado.
- Se ve que, como no crece mucho la barriga, los cambios mágicos de dentro se manifiestan con unos pequeños dolores- me dice Severus- pero Poppy, como siempre, me tiene un remedio preparado.
No digo nada, solo lo miro. Me muerdo el labio inferior como suelo hacer cuando estoy preocupado o nervioso y sin más me echo a sus brazos.
- Creí que te había pasado algo malo, Ginny me vino a avisar.
- No es para tanto- pero al ver mi preocupación palmea con afecto mi espalda- venga ya esta, no ha sido nada.
- Severus- me aparta un poco para mirarme fijamente- no peleemos nunca más, por favor, no sabes lo mucho que me has hecho falta.
- Y tu a mí- nos besamos y Pomfrey hace como si buscara algo en una estantería.
Le administra las pociones y nos vamos, ya no iré a las siguientes clases, me quedaré con Severus para cuidarlo.
Vamos por el pasillo que da a la escalinata de la Entrada cuando me doy cuenta que Severus parece inquieto y mira por todo. Esa escena me resulta familiar.
- Sev, ¿te ocurre algo?
- No.
- Sev...
- Bueno si- mira por todo- es que... vuelvo a tener un antojo- me susurra.
- ¿Y qué te apetece bombón?- le sonrío.
- Pues- lo piensa un poco- un sándwich de anchoas con manteca de cacao.
Pongo cara de asco pero veo como, al mencionar aquello, se lame ligeramente los labios.
- Ahora vengo, voy a buscar tu "encantador" sándwich.
- Oh gracias cariño- y contento se va a las mazmorras.
Tras hacerle cosquillas a la pera entro a las cocinas donde tres elfos se acercan a mí corriendo.
- ¿Qué desea el señor Harry Potter?
- ¿Me podríais hacer un sándwich de anchoas y manteca de cacao?
- Por supuesto- dicen con la cortesía de los elfos aunque me miran un poco sorprendidos por la extraña mezcla.
A los cinco minutos me traen envuelto un gran sándwich, un par de pastelillos y una jarra de plástico con zumo de calabaza, lo agradezco y, alegando que no deseo nada más, me marcho.
Con la comida reducida en mi bolsillo me dirijo a las mazmorras de mi hombre pero a los pocos segundos oigo unos pasos acercarse por mi espalda, pienso que debe ser algún alumno así que no le doy importancia hasta que se hacen más veloces y una fría mano me agarra de un brazo.
No me da tiempo a girarme o hacer ningún movimiento ya que esa persona me tapa la boca y me garra las manos con una suya. Es muy fuerte y más alto que yo por lo tanto debe ser un adulto.
Debatiéndome por soltarme me arrastra (literalmente dicho) a un aula en desuso apoyándome contra la puerta de cara quedando siempre de a mis espaldas. Siento su respiración cerca de mi nuca.
- Hola Harry, tenía ganas de encontrarte solo en un pasillo- se calla y siento como sonríe- no intentes averiguar quien soy, no me conoces así que, quietecito y escucha- aprieta más mis manos- hoy es tu día de suerte, no te haré nada, por desgracia. No tengo órdenes. Pero volveré, puedes estar seguro, y, al hacerlo, te haré mío a la fuerza, quiero descubrir al Potter que nadie conoce, solo el estúpido de tu marido- se acerca más pegando su cuerpo con el mío- no sabes como deseo ese día joven mago, tu poder no te ayudará- y un escalofrío de asco me llena al notar la punta de su lengua húmeda recorrer mi oreja hasta el cuello- sabes a gloria- tantea mi trasero con su entrepierna ligeramente endurecida- a lo mejor si me da tiempo a probar un poco de ti- va ha hacer algo cuando se oyen voces del otro lado de la puerta. Es McGonagall que habla con Sprout.
El hombre se pone lívido aún sabiendo que no puedo moverme para pedir ayuda- volveré pequeño- y aspirando mi aroma por última vez me deja libre y, al girarme, ya no hay nada ni nadie.
Con el pulso acelerado me apoyo en la pared analizando lo ocurrido y con una maga limpio la zona lamida.
¿Cómo a podido entrar un mortífago en el castillo?
Porque es eso, un motífago. Son los únicos que llevan a cabo este tipo de "órdenes".
Es entonces que noto el bulto de la comida en el bolsillo de la túnica y me acuerdo de Severus. Salgo al pasillo y, al asegurarme que no hay nadie, me voy a los aposentos casi corriendo.
Entro con la respiración algo entrecortada y le doy el "caprichito" a mi marido.
- Gracias- dice contento pero me ve la cara- ¿te pasa algo?, pareces alterado y estas un poco pálido.
- No es nada- le digo mintiendo.
Al día siguiente acompaño a Severus al Comedor como cada mañana aunque mi cabeza gira de un lado a otro temeroso de volver a toparme con el hombre de ayer.
**** (Severus)
Me fijo en la reacción del ojiverde al ir por los pasillos. Sus ojos no paran quietos, parece como si buscara algo o alguien.
- ¿Qué buscas?
- Nada.
- Entonces, ¿por qué estas nervioso?
- No es nada- y sigue caminando.
Como es de esperar no lo creo, conozco demasiado bien sus gestos.
Durante el resto del día me fijo en su manera de actuar, juraría que no quiere encontrarse con alguien así que antes de la cena, al ducharse tras su entrenamiento de quidditch lo llamo.
- ¿Si?
- Harry siéntate- el chico lo hace a mi lado- no quiero que lo niegues porue lo he notado, sabes que no puedes ocultarme nada.
- ¿De qué hablas?
- ¿De quién te escondes?
Se queda callado y su tono se emblanquece. Lo sabía.
- De na-nadie Sev.
- Mientes.
- No.
- Si.
- No.
- Harry- pongo la mirada que le ofrecía años atrás, fría y odiosa, noto como se estremece.
- Yo...yo- traga saliva- anoche alguien me encerró en un aula y me advirtió que volvería a por mí, creo que era un mortífago.
Me quedo asombrado y me lo cuenta todo de cabo a rabo.
- Por Dios, ¿CÓMO NO ME LO HABÍAS DICHO ANTES?- bramo levantándome y paseando por delante suya.
- No creí que fuera necesario.
- A no, solo un hombre casi abusa de ti pero nada más.
- Severus- se levanta- no quiero preocuparte, además, ya no soy un crío, se cuidarme perfectamente.
- Por lo que me has dicho, ayer no pudiste- le suelto.
- Mira, si he podido enfrentar y ganar a Voldemort en más de una ocasión podré con él.
- Pero Harry- lo miro- no quiero que te ocurra nada si yo puedo impedirlo.
- Pero no puedo estar toda la vida dependiendo de los demás.
- Mientras puedas, hazlo, porque yo lo hubiera echo si alguien se hubiera interesado por mí al menos un poco.
Me observa con pena, se acerca y me abraza. Beso su pelo.
- Venga vamos a cenar y... aunque no lo quieras te vigilaré, al menos un poco más de lo que lo hago- asiente al saber que no tiene más remedio.
Y tal y como he dicho lo vigilo al día siguiente, aún no viéndome he tenido en todo momento un ojo encima suyo. Para algo debe servir la oclumancia ¿no?
A la tarde se vuelve a ir con Jakers para continuar la entrevista. Esta vez me lo dice.
- Si lo deseas puedes entrar en mi mente- me dice para tranquilizarme.
- Confío en ti- le digo.
- Vale- me besa y se va al lago.
Cuando supongo que ya esta allí pues... entro en su mente. Lo sé, esta mal por mi parte, yo confío plenamente en Harry pero no puedo decir lo mismo de ese Ravenclaw. Bueno solo escucharé un poco sin que se de cuenta y luego los dejaré solos. Es para asegurarme.
Me concentro y al instante veo en mi mente la imagen de ellos dos sentados delante del lago y el sonido sube.
- A ver...¿qué te gustaría ser después de acabar Hogwarts?
- Auror- dice Harry- o incluso profesor.
- ¿Profesor?, ¿de qué materia?
- Pues de Duelo me gustaría, enseñar las técnicas de un combate.
- Son buenos trabajos, ¿en algún momento creíste que tu vida podría cambiar tanto como para verte casado con un mago?
- Pues no, la verdad- dice mi chico- siempre he creído lo que me enseñaron en el mundo muggle, que conocería a una chica, nos enamoraríamos, nos casaríamos y tendríamos hijos.
- Entonces, ¿te arrepientes de tu vida actual?
- Nunca podría hacerlo- sonríe- el profesor Snape es lo mejor que me ha pasado, lo he llegado a necesitar tanto como a mi vida misma, lo amo y él a mí. No cambiaría esto por nada.
- Tengo entendido que esperáis un hijo.
- Si- dice medio orgulloso, medio cortado ya que se suponía que era algo que no debía saber mucha gente pero aquí las noticias corren como la pólvora- un pequeño con parte de los dos, lo más bello de este mundo.
- Supongo que te gustaría que tus padres estuvieran aquí para ver lo feliz que eres- la vuelapluma escribe todo.
- Me gustaría- se entristece un poco- verlos a mi lado, que estuvieran contentos con su nietecito o nietecita en brazos... es un sueño para mí pero se que es imposible, además, allá donde estén se que me vigilan y se alegran por mí.
Dejo de "husmear" en su mente. Confío en él así que mejor dejar intimidad en sus respuestas.
---------------------------------------------------------------------------- ---------------------------------------------------------------------------- ---------------------------------------------------------------------------- ----------------------------
Ntas- bueno se q hace unos días q no actualizo pero es q he estado mala. Los catarros m persiguen así que... pero bueno, ya lo he subido.
MIEMBRO DE LA ORDEN SEVERUSIANA
May Potter- intentaré seguirlo más rápido , besos.
Snivelly- tal vez si este enamorado, y si jode mucho. Voldemort tiene estómago? Buena pregunta.
Amaly Malfoy- puede q Anthony sea un poco Slytherin, (no se si m entiendes?) voldie no les hará nada ni a sev ni al bebé.
RAC- gracias por decir q sigue buena.
Txiri- bueno si es celosillo pero es porq lo quiere mucho. Un beso.
Moryn- si, procuro poner a harry algo madurito, y los celos sn muchos al estar embarazado.
Bunny1986- si severus es monísimo, s q es cruel las interrupciones pero... una q es mala juajauajaumataló si quieres ^-^
Luzy Snape- gracias, espero q siga así d bueno. No pasa nada si no puedes enviar un review d tanto en cuanto.
BlazeVein- ni idea, mi cabecita es la leche, lo d mortífago pues...... no s q decir ¬¬ pero sev es todo un mago y controla las ganas d matar, los antojos sn realmente variados.
Sakura Snape- no pasa nada, mientras sigas leyendo mi fic ya estaré contenta. Gracias, es q algo d caña en el matrimonio no va mal y sev pues... lo quiere demasiado y los celos l ganan., un beso y no pasa nada.
- ¿Estas bien?
- Si- digo y me incorporo para hablar mejor- es que... ¿cómo puede pensar que he tenido algo con ese crío?
Mi amigo levanta ambas cejas sin entender. Le cuento lo ocurrido con el Ravenclaw y lo dicho por mi marido.
- Entiendo- dice al finalizar la explicación.
- Yo lo quiero, nunca podría hacerle esto y menos cuando espera un hijo de ambos.
- Pero tiene miedo de perderte- ahora soy yo quien no entiende, suspira- Harry, eres famoso, muy famoso, decenas de personas te desean... no me mires así, es cierto. Cientos de magos y brujas darían todas sus pertenencias para estar con Harry Potter
- ¿Qué tiene que ver eso con lo de Severus?
- ¡Ay Harry! A veces eres lento- entrecierro los ojos- Snape nunca ha tenido a nadie que lo ame y ahora, que te tiene a ti, piensa que puede perderte por otra persona más... joven, atractiva, que te dé más cosas que él, no quiere alejarse de ti pero su carácter aún es frío y no sabe como demostrarte esto, por ello recurre a las acusaciones.
- Pero no me perderá- afirmo.
- Pues habla con él mañana y aclárale este punto- bosteza- bueno yo me voy a dormir que mañana hay examen con Trelawny y tengo que tener el ojo interior bien despejado- reimos- buenas noches Harry.
- Buenas noches Ron.
**** (Severus)
He estado esperando a mi león hasta las dos de la madrugada pero no ha venido.
Al acostarme me he dado cuenta de lo extraño que es no sentir su calor junto al mío, no abrazar su cuerpo y tener su cabeza reposando en mi pecho. Todo eso se ha hecho imprescindible para mí. Lo necesito como el aire que respiro.
Pasa una mano sobre mi tripa ligeramente abultada y de soy cuenta que lo dicho a Harry era una demostración de lo mucho que lo quiero.
Se que no ha sido la mejor de las maneras pero aún me queda mucho por cambiar y aprender. ¿Qué haría yo sin él?
- Duerme tranquilo pequeñín, mañana Harry volverá aquí- susurro al pequeño de mi interior deseoso de que sea así.
Y como puedo me duermo esperando que amanezca pronto para hablar con el chico.
Ya por la mañana me dirijo al Comedor como un bólido, peor aún no ha llegado. Me siento y sirviéndome el desayuno lo espero.
- ¿Y Harry?- me pregunta el director al ver que no ha venido conmigo como cada día.
- Es que no ha dormido en nuestros aposentos.
- ¿Cómo?- me mira con el ceño fruncido- ¿qué le has hecho al chico Severus?
- Nada- me defiendo, no me apetece contarle lo de ayer.
A la media hora, cuando mis nervios están a flor de piel lo veo aparecer con sus dos amigos, lo miro y voy a levantarme pero un chico de poca estatura se le acerca sonriendo, le dice no se que y mi moreno asiente.
Maldito Jakers, pienso, como odio a ése Ravenclaw.
Y por eso no voy a hablar con Harry, lo observo durante todo el desayuno. Me dedica alguna ojeada y al tocar el timbre se marcha a su primera clase. Resignado me voy a las mazmorras.
Un sentimiento de malestar me acompaña durante el día, no pruebo bocado pero es peor a la tarde. Unos pinchazos muy molestos me sorprenden en medio de una clase. Me siento a ver si apaciguan pero no. Echo a los alumnos pero uno de ellos se acerca.
- Señor, ¿se encuentra bien?
- Si señorita Weasley- le digo a la menor de la familia.
Me mira por última vez y se marcha. Respiro hondo, esos no es normal así que, con un puñado de polvos, voy a la enfermería.
**** (Harry)
Estoy apuntando lo que explica McGonagall sobre las transformaciones de objetos a seres cuando tocan a la puerta. Ginny entra y se dirige a la profesora. Ron levanta la vista a su hermana. La profesora asiente y se dirige a mí.
- Potter salga un momento con la señorita Weasley.
Acompaño a la pelirroja afuera donde me fijo que esta algo preocupada.
- ¿Qué ocurre Gin?
- Harry, no se si es lo que creo, pero el profesor Snape nos ha echado de clase antes de hora, me parece que no se encontraba bien.
No espero a que me diga nada más, solo salgo corriendo hacía la enfermería donde supongo que estará el hombre y rezando para que este bien.
Corro como aquella vez al querer escapar del colegio. Nunca me ha parecido tan largo el camino pero llego y de un portazo abro la puerta.
- ¿Severus?
El nombrado y le enfermera se giran al verme entrar tan alterado.
- Cariño, Sev, ¿qué te ocurre?- digo casi sin aliento.
Los dos adultos me miran, se miran y vuelven a mirarme.
- Harry- me dice Severus- no es nada, solo... el chiquitín esta creciendo.
Ante eso me quedo sin palabras, ¿a qué se refiere?
- Ven Harry- me dice la enfermera haciéndome una seña, me acerco a los dos- mira esto- y con un hechizo apunta la tripa de mi marido.
De allí empieza a salir una débil luz como verdosa y blanca y mi boca se va abriendo a medida que reconozco la imagen.
- Nuestro hijo- susurro acercándome más.
Aún no tiene mucha forma pero se ve algo hermoso por si solo. Un órgano palpitante centra mi atención.
- Es su pequeño corazón- me explica el hombre.
La imagen desaparece. Parpadeo un par de veces por la impresión. Conozco el hechizo pero aún no lo habíamos probado.
- Se ve que, como no crece mucho la barriga, los cambios mágicos de dentro se manifiestan con unos pequeños dolores- me dice Severus- pero Poppy, como siempre, me tiene un remedio preparado.
No digo nada, solo lo miro. Me muerdo el labio inferior como suelo hacer cuando estoy preocupado o nervioso y sin más me echo a sus brazos.
- Creí que te había pasado algo malo, Ginny me vino a avisar.
- No es para tanto- pero al ver mi preocupación palmea con afecto mi espalda- venga ya esta, no ha sido nada.
- Severus- me aparta un poco para mirarme fijamente- no peleemos nunca más, por favor, no sabes lo mucho que me has hecho falta.
- Y tu a mí- nos besamos y Pomfrey hace como si buscara algo en una estantería.
Le administra las pociones y nos vamos, ya no iré a las siguientes clases, me quedaré con Severus para cuidarlo.
Vamos por el pasillo que da a la escalinata de la Entrada cuando me doy cuenta que Severus parece inquieto y mira por todo. Esa escena me resulta familiar.
- Sev, ¿te ocurre algo?
- No.
- Sev...
- Bueno si- mira por todo- es que... vuelvo a tener un antojo- me susurra.
- ¿Y qué te apetece bombón?- le sonrío.
- Pues- lo piensa un poco- un sándwich de anchoas con manteca de cacao.
Pongo cara de asco pero veo como, al mencionar aquello, se lame ligeramente los labios.
- Ahora vengo, voy a buscar tu "encantador" sándwich.
- Oh gracias cariño- y contento se va a las mazmorras.
Tras hacerle cosquillas a la pera entro a las cocinas donde tres elfos se acercan a mí corriendo.
- ¿Qué desea el señor Harry Potter?
- ¿Me podríais hacer un sándwich de anchoas y manteca de cacao?
- Por supuesto- dicen con la cortesía de los elfos aunque me miran un poco sorprendidos por la extraña mezcla.
A los cinco minutos me traen envuelto un gran sándwich, un par de pastelillos y una jarra de plástico con zumo de calabaza, lo agradezco y, alegando que no deseo nada más, me marcho.
Con la comida reducida en mi bolsillo me dirijo a las mazmorras de mi hombre pero a los pocos segundos oigo unos pasos acercarse por mi espalda, pienso que debe ser algún alumno así que no le doy importancia hasta que se hacen más veloces y una fría mano me agarra de un brazo.
No me da tiempo a girarme o hacer ningún movimiento ya que esa persona me tapa la boca y me garra las manos con una suya. Es muy fuerte y más alto que yo por lo tanto debe ser un adulto.
Debatiéndome por soltarme me arrastra (literalmente dicho) a un aula en desuso apoyándome contra la puerta de cara quedando siempre de a mis espaldas. Siento su respiración cerca de mi nuca.
- Hola Harry, tenía ganas de encontrarte solo en un pasillo- se calla y siento como sonríe- no intentes averiguar quien soy, no me conoces así que, quietecito y escucha- aprieta más mis manos- hoy es tu día de suerte, no te haré nada, por desgracia. No tengo órdenes. Pero volveré, puedes estar seguro, y, al hacerlo, te haré mío a la fuerza, quiero descubrir al Potter que nadie conoce, solo el estúpido de tu marido- se acerca más pegando su cuerpo con el mío- no sabes como deseo ese día joven mago, tu poder no te ayudará- y un escalofrío de asco me llena al notar la punta de su lengua húmeda recorrer mi oreja hasta el cuello- sabes a gloria- tantea mi trasero con su entrepierna ligeramente endurecida- a lo mejor si me da tiempo a probar un poco de ti- va ha hacer algo cuando se oyen voces del otro lado de la puerta. Es McGonagall que habla con Sprout.
El hombre se pone lívido aún sabiendo que no puedo moverme para pedir ayuda- volveré pequeño- y aspirando mi aroma por última vez me deja libre y, al girarme, ya no hay nada ni nadie.
Con el pulso acelerado me apoyo en la pared analizando lo ocurrido y con una maga limpio la zona lamida.
¿Cómo a podido entrar un mortífago en el castillo?
Porque es eso, un motífago. Son los únicos que llevan a cabo este tipo de "órdenes".
Es entonces que noto el bulto de la comida en el bolsillo de la túnica y me acuerdo de Severus. Salgo al pasillo y, al asegurarme que no hay nadie, me voy a los aposentos casi corriendo.
Entro con la respiración algo entrecortada y le doy el "caprichito" a mi marido.
- Gracias- dice contento pero me ve la cara- ¿te pasa algo?, pareces alterado y estas un poco pálido.
- No es nada- le digo mintiendo.
Al día siguiente acompaño a Severus al Comedor como cada mañana aunque mi cabeza gira de un lado a otro temeroso de volver a toparme con el hombre de ayer.
**** (Severus)
Me fijo en la reacción del ojiverde al ir por los pasillos. Sus ojos no paran quietos, parece como si buscara algo o alguien.
- ¿Qué buscas?
- Nada.
- Entonces, ¿por qué estas nervioso?
- No es nada- y sigue caminando.
Como es de esperar no lo creo, conozco demasiado bien sus gestos.
Durante el resto del día me fijo en su manera de actuar, juraría que no quiere encontrarse con alguien así que antes de la cena, al ducharse tras su entrenamiento de quidditch lo llamo.
- ¿Si?
- Harry siéntate- el chico lo hace a mi lado- no quiero que lo niegues porue lo he notado, sabes que no puedes ocultarme nada.
- ¿De qué hablas?
- ¿De quién te escondes?
Se queda callado y su tono se emblanquece. Lo sabía.
- De na-nadie Sev.
- Mientes.
- No.
- Si.
- No.
- Harry- pongo la mirada que le ofrecía años atrás, fría y odiosa, noto como se estremece.
- Yo...yo- traga saliva- anoche alguien me encerró en un aula y me advirtió que volvería a por mí, creo que era un mortífago.
Me quedo asombrado y me lo cuenta todo de cabo a rabo.
- Por Dios, ¿CÓMO NO ME LO HABÍAS DICHO ANTES?- bramo levantándome y paseando por delante suya.
- No creí que fuera necesario.
- A no, solo un hombre casi abusa de ti pero nada más.
- Severus- se levanta- no quiero preocuparte, además, ya no soy un crío, se cuidarme perfectamente.
- Por lo que me has dicho, ayer no pudiste- le suelto.
- Mira, si he podido enfrentar y ganar a Voldemort en más de una ocasión podré con él.
- Pero Harry- lo miro- no quiero que te ocurra nada si yo puedo impedirlo.
- Pero no puedo estar toda la vida dependiendo de los demás.
- Mientras puedas, hazlo, porque yo lo hubiera echo si alguien se hubiera interesado por mí al menos un poco.
Me observa con pena, se acerca y me abraza. Beso su pelo.
- Venga vamos a cenar y... aunque no lo quieras te vigilaré, al menos un poco más de lo que lo hago- asiente al saber que no tiene más remedio.
Y tal y como he dicho lo vigilo al día siguiente, aún no viéndome he tenido en todo momento un ojo encima suyo. Para algo debe servir la oclumancia ¿no?
A la tarde se vuelve a ir con Jakers para continuar la entrevista. Esta vez me lo dice.
- Si lo deseas puedes entrar en mi mente- me dice para tranquilizarme.
- Confío en ti- le digo.
- Vale- me besa y se va al lago.
Cuando supongo que ya esta allí pues... entro en su mente. Lo sé, esta mal por mi parte, yo confío plenamente en Harry pero no puedo decir lo mismo de ese Ravenclaw. Bueno solo escucharé un poco sin que se de cuenta y luego los dejaré solos. Es para asegurarme.
Me concentro y al instante veo en mi mente la imagen de ellos dos sentados delante del lago y el sonido sube.
- A ver...¿qué te gustaría ser después de acabar Hogwarts?
- Auror- dice Harry- o incluso profesor.
- ¿Profesor?, ¿de qué materia?
- Pues de Duelo me gustaría, enseñar las técnicas de un combate.
- Son buenos trabajos, ¿en algún momento creíste que tu vida podría cambiar tanto como para verte casado con un mago?
- Pues no, la verdad- dice mi chico- siempre he creído lo que me enseñaron en el mundo muggle, que conocería a una chica, nos enamoraríamos, nos casaríamos y tendríamos hijos.
- Entonces, ¿te arrepientes de tu vida actual?
- Nunca podría hacerlo- sonríe- el profesor Snape es lo mejor que me ha pasado, lo he llegado a necesitar tanto como a mi vida misma, lo amo y él a mí. No cambiaría esto por nada.
- Tengo entendido que esperáis un hijo.
- Si- dice medio orgulloso, medio cortado ya que se suponía que era algo que no debía saber mucha gente pero aquí las noticias corren como la pólvora- un pequeño con parte de los dos, lo más bello de este mundo.
- Supongo que te gustaría que tus padres estuvieran aquí para ver lo feliz que eres- la vuelapluma escribe todo.
- Me gustaría- se entristece un poco- verlos a mi lado, que estuvieran contentos con su nietecito o nietecita en brazos... es un sueño para mí pero se que es imposible, además, allá donde estén se que me vigilan y se alegran por mí.
Dejo de "husmear" en su mente. Confío en él así que mejor dejar intimidad en sus respuestas.
---------------------------------------------------------------------------- ---------------------------------------------------------------------------- ---------------------------------------------------------------------------- ----------------------------
Ntas- bueno se q hace unos días q no actualizo pero es q he estado mala. Los catarros m persiguen así que... pero bueno, ya lo he subido.
MIEMBRO DE LA ORDEN SEVERUSIANA
May Potter- intentaré seguirlo más rápido , besos.
Snivelly- tal vez si este enamorado, y si jode mucho. Voldemort tiene estómago? Buena pregunta.
Amaly Malfoy- puede q Anthony sea un poco Slytherin, (no se si m entiendes?) voldie no les hará nada ni a sev ni al bebé.
RAC- gracias por decir q sigue buena.
Txiri- bueno si es celosillo pero es porq lo quiere mucho. Un beso.
Moryn- si, procuro poner a harry algo madurito, y los celos sn muchos al estar embarazado.
Bunny1986- si severus es monísimo, s q es cruel las interrupciones pero... una q es mala juajauajaumataló si quieres ^-^
Luzy Snape- gracias, espero q siga así d bueno. No pasa nada si no puedes enviar un review d tanto en cuanto.
BlazeVein- ni idea, mi cabecita es la leche, lo d mortífago pues...... no s q decir ¬¬ pero sev es todo un mago y controla las ganas d matar, los antojos sn realmente variados.
Sakura Snape- no pasa nada, mientras sigas leyendo mi fic ya estaré contenta. Gracias, es q algo d caña en el matrimonio no va mal y sev pues... lo quiere demasiado y los celos l ganan., un beso y no pasa nada.
