CAPÍTULO 23-
-Harry.
-¿Si?- dice mientras esta apoyado en mi pecho en la cama.
-En clase he oído hablar a Jakers de un asunto- levanta la vista hacía mí- estaba comentando que la otra noche quedó contigo.
-¿Conmigo?- frunce el ceño pensativo- yo solo lo he visto cuando me encontró en el lago, no he quedado con él para nada.
-Comentaba que tu lo buscabas para...consolarte.
Su rostro se endurece.
-Ese chiquillo empieza a darme mala espina- dice- ¿no le habrás creído?
-No- vuelvo a recordar como se había abrasado "accidentalmente"
-Me alegro- bosteza- buenas noches cariño.
-Buenas noches mi ángel.
**** (Harry)
Estoy rebosante de alegría al estar de nuevo con Severus aunque Anthony me ha sorprendido con lo dicho, además, me he fijado esta mañana que procura saludarme o sonreírme cuando mi marido mira.
Tal vez el Harry de antes debería regresar, pero necesito a un ayudante para que me respalde y se quien es el idóneo.
-Draco ¿podemos hablar?- le pregunto mientras paseamos unos bichejos de Hagrid.
-Si.
Nos alejamos un poco de los demás,
-Necesito que me ayudes a engañar a una persona para que cuente la verdad.
-¿Tal vez ese Ravenclaw?
-¿Cómo lo sabes?
-Recuerda que Severus es mi guardián y me cuenta cosas, además, estos días ha estado algo triste y uno se interesa por todo.
-Vale, que eres algo cotilla- sonrío ante su cara.
-¿Qué quieres que haga?- dice al fin.
-Te dejo elegir. Como Slytherin sabrás bien como hacerlo.
-Por supuesto- pone cara de malvado- sabes, echaba de menos al Harry vengativo.
Reímos juntos como buenos compañeros de juergas (¬¬')
Y poco a poco Draco va preparando la broma sin querer decirme nada. Serás una sorpresa, me responde cada vez que le pregunto.
Esa misma tarde recibo una carta suya donde me cita enfrente de la sala de los profesores. Dice que lleve la capa invisible.
Extrañado voy para allá.
-Hola Draco, ¿por qué me has citado aquí?
-Ya lo sabrás, ¿has traído la capa?- asiento sacándola de debajo de la capa- perfecto, ven entra.
Entramos en la desierta sala o eso creía hasta que, de la nada, sale Severus y el director.
-Pero ¿qué pasa aquí?
-Harry, no hay tiempo de explicaciones- dice el rubio- los profesores ya saben el asunto así que, tal como les he dicho a ellos, métete bajo la capa y observa en silencio.
No entiendo nada pero así lo hago yéndome a la misma esquina que los dos adultos.
Desde la invisibilidad veo como el rubio saca una botellita y moja sus labios con el líquido pero sin beber, se apunta con la varita y, con un hechizo, me veo a mi mismo. Draco es muy bueno en eso de transformarse.
-La fiesta comienza- nos dice y sale afuera.
Esperamos unos cinco minutos hasta que se oye su voz, bueno "la mía", hablar con otra persona.
-¿Por qué me has citado aquí Harry?
-Tengo que confesarte algo pero no aquí sino dentro, ven, no hay nadie.
La puerta se abre dejando pasar a Draco-yo y, ente mi sorpresa, a Anthony. Cierran y se colocan uno enfrente del otro.
-Tu dirás Harry.
-Yo... Anthony... es que me he dado cuenta que te has metido en mi vida- el chico se sorprende- te quiero Anthony.
Mi boca cae un par de centímetros al oír eso, ¿de qué va Draco?
-¿Cómo dices?
-Que te quiero- y sin más lo besa.
¿Y éste me iba a ayudar?
Al separarse el más joven se queda parado, muy quieto y con la mirada fija en algún punto.
-Ay Anthony, no sabes donde te has metido- dice el rubio volviendo a su forma real
Severus y el anciano se quitan al capa y yo me desprendo de la mía. El más joven no reacciona, sigue igual.
-¿Qué le has hecho?- pregunto a Draco.
-Pues...-saca del bolsillo la botellita de antes y la agita.
-Veritaserum- digo al reconocerlo.
-Exacto, la poción de la verdad- dice el director- empecemos- se dirige al chico- ¿cómo te encuentras Anthony?
-Bien. Responde sin emoción en la voz.
-¿Nos responderás a unas preguntas?
-Si.
El anciano y Severus se miran y es mi marido quien habla.
-Jackers, ¿conoce a Harry Potter?
-Si
-¿Cuánto lo conoce?
-Es mi amigo, mi héroe y el chico al que quiero- hoy es el día de las sorpresas.
-Así que, ¿es su pareja?- pregunta Severus con asco.
-No, por mala suerte Harry esta con otra persona pero yo haré que venga a mí.
-¿Cómo?
-Mentiré, lo alejaré del otro y vendrá a mí- sonríe.
-¿Y si no lo consigues?
-Pues lo cogeré con mi otra personalidad.
-¿Otra personalidad?- dice Dumbledore.
-Si- y una sonrisa nada amigable se le forma en el rostro- si no lo consigo como Anthony lo conseguiré como Alfred Johson
**** (Severus)
Los cuatro nos quedamos sorprendidos por la confesión pero el más impresionado es Harry que, instintivamente, retrocede un paso atrás.
-Johson- susurra Draco pero lo oímos- ¿cómo no me di cuenta de ello?- nos mira- mi padre me dijo cuando aún el Lord vivía, que había un infiltrado en el castillo, de fiar y cercano a Harry, pero nunca llegué a juntar la obsesión del chico con la realidad.
-Nadie lo hicimos- dice Albus que se gira al joven- si eres tan amable Anthony, ¿nos podrías explicar todo desde el comienzo.
-Por supuesto.
Y sin dejar nada nos habla de cuando se fijó en el ojiverde, de cuando se enamoró de él, de su fama y su poder, del rechazo que le hizo, de las ansias de conseguirlo, de cómo, a través de sueños, el Señor Oscuro le habló de una alianza, de un pacto. Él le daba el poder de Harry y el chico era suyo. De cómo aceptó por "amor", de cómo robó ingredientes para hacer la poción multijugos y ser el mortífago que amenazó y secuestró a mi marido, de la rabia que sintió al no obtenerlo y verlo de nuevo junto a mí y nuestra hija, de su segundo intento...todo, absolutamente todo.
-Creí que Harry al fin sería mío, he hecho creer a Snape que nos hemos estado viendo...por unos días he vuelto a mi deseo pero de nuevo se ha esfumado, aún habiendo amenazado a su hija, todo a sido inútil.
-Nos has estado vigilando de cerca ¿cierto?
-Todos los pasos y de muy cerca- sonríe- sabe donde estáis u que hacéis en cada momento.
-Muere en el infierno Anthony- habla Harry tras casi dos horas de confesión.
El chico queda de nuevo estático y Albus le echa un desmaius dejándolo en una silla. Miro a mi joven apreja y me acerco.
-Debí creerte desde un principio- le digo arrepentido de mi desconfianza- no me dijiste toda la verdad pero debí creerte cuando dijiste que yo era el único- he bajado la voz- lo siento Harry, espero que puedas perdonarme.
-Por supuesto- me abraza- perdóname tu también.
Y sin importar que este el director y Draco nos besamos con algo de pasión.
-Ejem, ejem- se aclara la voz el anciano- creo que iré a avisar al ministerio.
-Y yo...pues a estudiar- dice el rubio.
Los dos nos miran y se van a marchar pero Harry le habla al rubio.
-Draco gracias por todo, sin tu ayuda no se como se hubiera solucionado esto.
-No ha sido nada pero me debes una cerveza de mantequilla porque el tener que besarlo lo merece- con asco se pasa la manga de la túnica por los labios.
Sonreímos y vamos a buscar a la pequeña que esta con Minerva.
Los meses pasan volando y nos encontramos a final de curso. El último para Harry y sus compañeros, entre los que no se encuentra el Ravenclaw Jackers.
Desde la noche que fue descubierto su "doble rostro" fue condenado por el Ministerio a ir a Azkaban pero, en el último momento, mi marido convenció al ministro para que lo mandara, hasta su mayoría de edad, a un orfanato para acabar sus estudios ya que la cárcel mágica no es lugar para un adulto ni mucho menos para un crío. Después ya se verá si solo serán unos años entre rejas.
Las notas y matrículas se han entregado esta mañana.
Harry me ha sorprendido, sabía que serían buenas pero no esperaba tanto, siempre ha sido algo holgazán para los estudios pero todo ha sido sobresalientes. ¡Los EXTASIS una maravilla!
Tiene un título en Defensa, Transformaciones, Encantamientos, Pociones y Astronomía.
El señor Weasley no es tan espectacular pero puede ir a estudiar para casi cualquier cargo de dentro del Ministerio.
La señorita Granger ha sido la mejor del curso, como se esperaba. Para algo le ha servido sus horas de estudio aunque sus intereses están en el campo de Experta en lenguas antiguas.
-Venga Dafne vamos a cenar que el abuelo Albus te espera- llamo a la niña.
Y por el pasillo se la ve corretear con algo de torpeza hacía mí con sus nueve meses.
-Ya voy...papi- dice con su vocecita.
Admiro sus nuevos descubrimientos, su capacidad de habla y de caminar, es una muñequita de cabellos negros, tez blanca con sonrojadas mejillas y ojos oscuros como los míos pero al fijarte se ven reflejos verdes al lado del iris, son preciosos, únicos.
Al estar a mi lado extiende sus bracitos la cojo en brazos.
-¿onde ta papá?- pregunta refiriéndose a Harry, sonrío.
-Llámalo Daf, llama a papá- un sonrisa aparece en su rostro.
-Pa-pá...pa-pá- lo llama.
Un precioso fénix aparece ante nosotros. La niña da saltitos en mis brazos al ver que el ave que entona una melodía, se posa al suelo transformándose en mi ángel.
-Hola Harry.
-Papá pajarito- dice la niña.
-Si, pajarito- dice el moreno que sabe como le gusta a Daf verlo en su forma de animago, siempre aparece así.
-Vamos- digo y entramos en el Comedor donde nos dirigimos a nuestras correspondientes mesas.
Cenamos en abundancia mientras la pequeña esta sobre las rodillas de Albus comiendo un puré de patatas.
Tras los postres el anciano me la da para poder hablar con los alumnos.
-Otro año se va, el último para muchos de vosotros- los mira- fantásticos magos y brujas nos dejan para seguir con su vida, la vida adulta. Les debemos mucho, sobre todo a un joven que, definitivamente, nos ha traído la luz a nuestro mundo dándonos la libertad.
Veo como la mayoría mira a Harry que se sonroja bajando la vista.
-Solo deseo que todos sigáis el buen camino y seáis gente de provecho y que, vuestros sueños se hagan realidad, hasta pronto a unos y adiós a otros.
Aplaudimos y algunos, incluso, se levantan de su asiento.
Casi a media noche todos vuelven a sus dormitorios y Harry se va a su sala común para verla por última vez.
**** (Harry)
Contemplo la sala de Gryffindor por última vez, a lo mejor volveré en alguna ocasión pero no como alumno, eso se acaba mañana a primera hora.
Me despido de mi habitación y de todos los rincones donde me han visto crecer año a año. Echaré de menos mis siete años en este castillo que ha sido mi verdadero hogar y me ha dado tanto.
Vuelvo a las mazmorras donde Severus me espera con la niña dormida a su lado.
-No podía dormir- susurra señalándola.
Me pongo el pijama y entro en la cama con mi familia y, con un suspiro, me duermo.
Ya a la mañana me despido de mis compañeros con pena, esperando volver a verlos en el futuro.
-Harry quedaremos ¿verdad?, y nos escribiremos ¿cierto?
-Herm, eres la madrina de mi hija y mi mejor amiga, por supuesto que nos veremos y nos escribiremos- le doy un abrazo.
-Y no te olvides de su padrino favorito- dice Ron dándome otro abrazo.
-Hasta pronto chicos- les digo.
-Hasta pronto.
Los dos dirigen una última mirada al castillo y uno al lado del otro se van.
Vuelvo al castillo y, quedando para una semana antes del primero de septiembre, me marcho con mi marido y la niña a la casa de la playa.
La pequeña se queda fascinada al ver el mar y sonríe al ser depositada en la arena.
Disfrutamos de un día maravilloso y, como la primera vez que estuve allí, mi marido y yo vemos como el sol se esconde dejando un hermoso color rojo anaranjado sobre el agua. Al anochecer dejamos a Dafne ya dormida en su camita.
-Severus.
-¿Si?- dice tras mía ya que me tiene abrazado así.
¿Eres feliz con esta vida?- le pregunto.
-Por supuesto, no podría pedir nada más
-¿Ni siquiera otro hijo?
Me gira hasta quedar frente a frente y una dulce sonrisa esta dibujada en su rostro.
-Deseo tener otro hijo contigo mi ángel.
-La poción ya la tengo así que... solo falta una cosa- y tirando de su mano lo llevo a la casa para ser amado por ese hombre que me ha dado más de lo que creía tener nunca.
-Harry.
-¿Si?- dice mientras esta apoyado en mi pecho en la cama.
-En clase he oído hablar a Jakers de un asunto- levanta la vista hacía mí- estaba comentando que la otra noche quedó contigo.
-¿Conmigo?- frunce el ceño pensativo- yo solo lo he visto cuando me encontró en el lago, no he quedado con él para nada.
-Comentaba que tu lo buscabas para...consolarte.
Su rostro se endurece.
-Ese chiquillo empieza a darme mala espina- dice- ¿no le habrás creído?
-No- vuelvo a recordar como se había abrasado "accidentalmente"
-Me alegro- bosteza- buenas noches cariño.
-Buenas noches mi ángel.
**** (Harry)
Estoy rebosante de alegría al estar de nuevo con Severus aunque Anthony me ha sorprendido con lo dicho, además, me he fijado esta mañana que procura saludarme o sonreírme cuando mi marido mira.
Tal vez el Harry de antes debería regresar, pero necesito a un ayudante para que me respalde y se quien es el idóneo.
-Draco ¿podemos hablar?- le pregunto mientras paseamos unos bichejos de Hagrid.
-Si.
Nos alejamos un poco de los demás,
-Necesito que me ayudes a engañar a una persona para que cuente la verdad.
-¿Tal vez ese Ravenclaw?
-¿Cómo lo sabes?
-Recuerda que Severus es mi guardián y me cuenta cosas, además, estos días ha estado algo triste y uno se interesa por todo.
-Vale, que eres algo cotilla- sonrío ante su cara.
-¿Qué quieres que haga?- dice al fin.
-Te dejo elegir. Como Slytherin sabrás bien como hacerlo.
-Por supuesto- pone cara de malvado- sabes, echaba de menos al Harry vengativo.
Reímos juntos como buenos compañeros de juergas (¬¬')
Y poco a poco Draco va preparando la broma sin querer decirme nada. Serás una sorpresa, me responde cada vez que le pregunto.
Esa misma tarde recibo una carta suya donde me cita enfrente de la sala de los profesores. Dice que lleve la capa invisible.
Extrañado voy para allá.
-Hola Draco, ¿por qué me has citado aquí?
-Ya lo sabrás, ¿has traído la capa?- asiento sacándola de debajo de la capa- perfecto, ven entra.
Entramos en la desierta sala o eso creía hasta que, de la nada, sale Severus y el director.
-Pero ¿qué pasa aquí?
-Harry, no hay tiempo de explicaciones- dice el rubio- los profesores ya saben el asunto así que, tal como les he dicho a ellos, métete bajo la capa y observa en silencio.
No entiendo nada pero así lo hago yéndome a la misma esquina que los dos adultos.
Desde la invisibilidad veo como el rubio saca una botellita y moja sus labios con el líquido pero sin beber, se apunta con la varita y, con un hechizo, me veo a mi mismo. Draco es muy bueno en eso de transformarse.
-La fiesta comienza- nos dice y sale afuera.
Esperamos unos cinco minutos hasta que se oye su voz, bueno "la mía", hablar con otra persona.
-¿Por qué me has citado aquí Harry?
-Tengo que confesarte algo pero no aquí sino dentro, ven, no hay nadie.
La puerta se abre dejando pasar a Draco-yo y, ente mi sorpresa, a Anthony. Cierran y se colocan uno enfrente del otro.
-Tu dirás Harry.
-Yo... Anthony... es que me he dado cuenta que te has metido en mi vida- el chico se sorprende- te quiero Anthony.
Mi boca cae un par de centímetros al oír eso, ¿de qué va Draco?
-¿Cómo dices?
-Que te quiero- y sin más lo besa.
¿Y éste me iba a ayudar?
Al separarse el más joven se queda parado, muy quieto y con la mirada fija en algún punto.
-Ay Anthony, no sabes donde te has metido- dice el rubio volviendo a su forma real
Severus y el anciano se quitan al capa y yo me desprendo de la mía. El más joven no reacciona, sigue igual.
-¿Qué le has hecho?- pregunto a Draco.
-Pues...-saca del bolsillo la botellita de antes y la agita.
-Veritaserum- digo al reconocerlo.
-Exacto, la poción de la verdad- dice el director- empecemos- se dirige al chico- ¿cómo te encuentras Anthony?
-Bien. Responde sin emoción en la voz.
-¿Nos responderás a unas preguntas?
-Si.
El anciano y Severus se miran y es mi marido quien habla.
-Jackers, ¿conoce a Harry Potter?
-Si
-¿Cuánto lo conoce?
-Es mi amigo, mi héroe y el chico al que quiero- hoy es el día de las sorpresas.
-Así que, ¿es su pareja?- pregunta Severus con asco.
-No, por mala suerte Harry esta con otra persona pero yo haré que venga a mí.
-¿Cómo?
-Mentiré, lo alejaré del otro y vendrá a mí- sonríe.
-¿Y si no lo consigues?
-Pues lo cogeré con mi otra personalidad.
-¿Otra personalidad?- dice Dumbledore.
-Si- y una sonrisa nada amigable se le forma en el rostro- si no lo consigo como Anthony lo conseguiré como Alfred Johson
**** (Severus)
Los cuatro nos quedamos sorprendidos por la confesión pero el más impresionado es Harry que, instintivamente, retrocede un paso atrás.
-Johson- susurra Draco pero lo oímos- ¿cómo no me di cuenta de ello?- nos mira- mi padre me dijo cuando aún el Lord vivía, que había un infiltrado en el castillo, de fiar y cercano a Harry, pero nunca llegué a juntar la obsesión del chico con la realidad.
-Nadie lo hicimos- dice Albus que se gira al joven- si eres tan amable Anthony, ¿nos podrías explicar todo desde el comienzo.
-Por supuesto.
Y sin dejar nada nos habla de cuando se fijó en el ojiverde, de cuando se enamoró de él, de su fama y su poder, del rechazo que le hizo, de las ansias de conseguirlo, de cómo, a través de sueños, el Señor Oscuro le habló de una alianza, de un pacto. Él le daba el poder de Harry y el chico era suyo. De cómo aceptó por "amor", de cómo robó ingredientes para hacer la poción multijugos y ser el mortífago que amenazó y secuestró a mi marido, de la rabia que sintió al no obtenerlo y verlo de nuevo junto a mí y nuestra hija, de su segundo intento...todo, absolutamente todo.
-Creí que Harry al fin sería mío, he hecho creer a Snape que nos hemos estado viendo...por unos días he vuelto a mi deseo pero de nuevo se ha esfumado, aún habiendo amenazado a su hija, todo a sido inútil.
-Nos has estado vigilando de cerca ¿cierto?
-Todos los pasos y de muy cerca- sonríe- sabe donde estáis u que hacéis en cada momento.
-Muere en el infierno Anthony- habla Harry tras casi dos horas de confesión.
El chico queda de nuevo estático y Albus le echa un desmaius dejándolo en una silla. Miro a mi joven apreja y me acerco.
-Debí creerte desde un principio- le digo arrepentido de mi desconfianza- no me dijiste toda la verdad pero debí creerte cuando dijiste que yo era el único- he bajado la voz- lo siento Harry, espero que puedas perdonarme.
-Por supuesto- me abraza- perdóname tu también.
Y sin importar que este el director y Draco nos besamos con algo de pasión.
-Ejem, ejem- se aclara la voz el anciano- creo que iré a avisar al ministerio.
-Y yo...pues a estudiar- dice el rubio.
Los dos nos miran y se van a marchar pero Harry le habla al rubio.
-Draco gracias por todo, sin tu ayuda no se como se hubiera solucionado esto.
-No ha sido nada pero me debes una cerveza de mantequilla porque el tener que besarlo lo merece- con asco se pasa la manga de la túnica por los labios.
Sonreímos y vamos a buscar a la pequeña que esta con Minerva.
Los meses pasan volando y nos encontramos a final de curso. El último para Harry y sus compañeros, entre los que no se encuentra el Ravenclaw Jackers.
Desde la noche que fue descubierto su "doble rostro" fue condenado por el Ministerio a ir a Azkaban pero, en el último momento, mi marido convenció al ministro para que lo mandara, hasta su mayoría de edad, a un orfanato para acabar sus estudios ya que la cárcel mágica no es lugar para un adulto ni mucho menos para un crío. Después ya se verá si solo serán unos años entre rejas.
Las notas y matrículas se han entregado esta mañana.
Harry me ha sorprendido, sabía que serían buenas pero no esperaba tanto, siempre ha sido algo holgazán para los estudios pero todo ha sido sobresalientes. ¡Los EXTASIS una maravilla!
Tiene un título en Defensa, Transformaciones, Encantamientos, Pociones y Astronomía.
El señor Weasley no es tan espectacular pero puede ir a estudiar para casi cualquier cargo de dentro del Ministerio.
La señorita Granger ha sido la mejor del curso, como se esperaba. Para algo le ha servido sus horas de estudio aunque sus intereses están en el campo de Experta en lenguas antiguas.
-Venga Dafne vamos a cenar que el abuelo Albus te espera- llamo a la niña.
Y por el pasillo se la ve corretear con algo de torpeza hacía mí con sus nueve meses.
-Ya voy...papi- dice con su vocecita.
Admiro sus nuevos descubrimientos, su capacidad de habla y de caminar, es una muñequita de cabellos negros, tez blanca con sonrojadas mejillas y ojos oscuros como los míos pero al fijarte se ven reflejos verdes al lado del iris, son preciosos, únicos.
Al estar a mi lado extiende sus bracitos la cojo en brazos.
-¿onde ta papá?- pregunta refiriéndose a Harry, sonrío.
-Llámalo Daf, llama a papá- un sonrisa aparece en su rostro.
-Pa-pá...pa-pá- lo llama.
Un precioso fénix aparece ante nosotros. La niña da saltitos en mis brazos al ver que el ave que entona una melodía, se posa al suelo transformándose en mi ángel.
-Hola Harry.
-Papá pajarito- dice la niña.
-Si, pajarito- dice el moreno que sabe como le gusta a Daf verlo en su forma de animago, siempre aparece así.
-Vamos- digo y entramos en el Comedor donde nos dirigimos a nuestras correspondientes mesas.
Cenamos en abundancia mientras la pequeña esta sobre las rodillas de Albus comiendo un puré de patatas.
Tras los postres el anciano me la da para poder hablar con los alumnos.
-Otro año se va, el último para muchos de vosotros- los mira- fantásticos magos y brujas nos dejan para seguir con su vida, la vida adulta. Les debemos mucho, sobre todo a un joven que, definitivamente, nos ha traído la luz a nuestro mundo dándonos la libertad.
Veo como la mayoría mira a Harry que se sonroja bajando la vista.
-Solo deseo que todos sigáis el buen camino y seáis gente de provecho y que, vuestros sueños se hagan realidad, hasta pronto a unos y adiós a otros.
Aplaudimos y algunos, incluso, se levantan de su asiento.
Casi a media noche todos vuelven a sus dormitorios y Harry se va a su sala común para verla por última vez.
**** (Harry)
Contemplo la sala de Gryffindor por última vez, a lo mejor volveré en alguna ocasión pero no como alumno, eso se acaba mañana a primera hora.
Me despido de mi habitación y de todos los rincones donde me han visto crecer año a año. Echaré de menos mis siete años en este castillo que ha sido mi verdadero hogar y me ha dado tanto.
Vuelvo a las mazmorras donde Severus me espera con la niña dormida a su lado.
-No podía dormir- susurra señalándola.
Me pongo el pijama y entro en la cama con mi familia y, con un suspiro, me duermo.
Ya a la mañana me despido de mis compañeros con pena, esperando volver a verlos en el futuro.
-Harry quedaremos ¿verdad?, y nos escribiremos ¿cierto?
-Herm, eres la madrina de mi hija y mi mejor amiga, por supuesto que nos veremos y nos escribiremos- le doy un abrazo.
-Y no te olvides de su padrino favorito- dice Ron dándome otro abrazo.
-Hasta pronto chicos- les digo.
-Hasta pronto.
Los dos dirigen una última mirada al castillo y uno al lado del otro se van.
Vuelvo al castillo y, quedando para una semana antes del primero de septiembre, me marcho con mi marido y la niña a la casa de la playa.
La pequeña se queda fascinada al ver el mar y sonríe al ser depositada en la arena.
Disfrutamos de un día maravilloso y, como la primera vez que estuve allí, mi marido y yo vemos como el sol se esconde dejando un hermoso color rojo anaranjado sobre el agua. Al anochecer dejamos a Dafne ya dormida en su camita.
-Severus.
-¿Si?- dice tras mía ya que me tiene abrazado así.
¿Eres feliz con esta vida?- le pregunto.
-Por supuesto, no podría pedir nada más
-¿Ni siquiera otro hijo?
Me gira hasta quedar frente a frente y una dulce sonrisa esta dibujada en su rostro.
-Deseo tener otro hijo contigo mi ángel.
-La poción ya la tengo así que... solo falta una cosa- y tirando de su mano lo llevo a la casa para ser amado por ese hombre que me ha dado más de lo que creía tener nunca.
