Cruces del destino
Capítulo 8: "Una Navidad agitada"
Abrió los ojos lentamente, la luz entraba filtrando las cortinas del ventanal que tenía a su derecha... lentamente se sentó sobre la cama y se estiró.
-Bien, hora de prepararse- se dijo a sí mismo. Se destapó y bajó de la cama... apenas el primer paso tropezó y calló golpeándose bastante fuerte...- ¡¡Auch!!- exclamó, miró a su alrededor al levantarse y frotándose la parte adolorida, con sus ojos verdes vio el desorden de su habitación...- creo que es hora que ordenar este lugar...- suspiró- mamá no deja que las sirvientas lo hagan porque debo aprender yo...- mientras pensaba- mamá me contó que cuando ella era pequeña ella limpiada toda la casa... ¡Wow!- entonces se dio ánimo a sí mismo- bueno ¡Yo haré lo mismo, pero en mi habitación!- luego reflexionó- mejor me doy antes una ducha y me visto- sonrió y se marchó llevándose un par de prendas de su closed hecho un caos...
*************
Terminó de desayunar, se levantó y dejó los platos en la cocina, ya luego los lavaría, en la tarde tal ves o cuando vuelva. Se fue a la entrada, tomó su chaqueta y se marchó.
-Tengo que hablar con la reencarnación de mi otra mitad...- susurró para sí misma mientras cerraba la puerta con llave.
Bajó las escaleras y ya abajo en la calle caminó hacia donde sus pasos la guiaran para encontrar a esa persona tan importante que algo debía recordar...
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Aino se levantó con dolor de cabeza, había tenido un sueño extraño... soñaba que:
-¿Qué es este lugar? No lo conozco- se dijo.
-Dame tu caos, dámelo, dámelo, dámelo, dámelo...- y así repetían esa frase sin cesar en su alrededor.
-¡¿Quién?! ¡¿Qué caos?! ¡¿De qué hablas?!- la voz la estaba desesperando- ¡¿Por qué estoy aquí?! No lo conozco.
Atrás de ella se veía la majestuosa luna plateada, estaba parada sobre un lugar desconocido para ella. De pronto vio unos ojos iguales a las de ella, miró al frente suyo con detenimiento ¡¡Pero si era ella!! No, no, no era ella, ese no es ella, porque tenía el cabello corto aunque de su mismo color, llevaba un traje chino tradicional azul ¿Shaolong? ¡Sí era él! Pero su mirada era diferente, como si desafiara algo... Aino miró a su alrededor, no había nadie ¿Pero qué es lo que Shaolong quería desafiar? Observó mejor, al lado de Shaolong había varias siluetas más... Una pareja abrazada, la silueta de lo que parecía ser un ángel y un tigre o león con alas, un poco más allá estaba la silueta de lo que seguramente sería un hombre, junto a él había dos extrañas siluetas más, una mujer con alas de mariposa y un felino con las mismas alas...
-¿Qué rayos es esto?- de pronto aparecieron 4 figuras al lado de ella.
-Danos tu caos ¡¡Dánoslo, dánoslo, dánoslo!!- gritó la primera silueta más cerca de ella, que había alzado su mano y se aproximaba a su rostro...
Unas risas infantiles se escuchaban en el fondo.
-¡¡¡¡¡¡NNOOOOOOOOO!!!!!!- gritó haciéndola despertar.
Se tomó la cabeza, mejor sería darse una ducha y a ver que podía hacer fuera de la casa.
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Shaolong regresó con el cabello algo húmedo por haber salido recién de la ducha, se había vestido con una camisa de color negra y un chaleco azul afuera, mientras abajo llevaba unos pantalones negros.
-Bien, a ordenar- aunque al principio le dio flojera, pero tenía que hacerlo.
Empezó por la cama, la dejó bien ordenada después de unos minutos, luego se dirigió a su closed, allí miró con una gota en su cabeza, vaya que sí estaba desordenada...
**Media hora después**
-¡Por fin!- acababa de terminar de ordenar su ropa en el closed, se sorprendió al ver los bien que quedaba de esa manera, sonrió satisfecho.
Se dirigió a su escritorio y colocó los libros que aun no terminaba de estudiarlos en su estante, otros que ya no los necesitaba los apiló a un lado del mesón para luego devolverlos a la biblioteca, los pergaminos igual, otras cosas de la escuela los dejó en el cajón de la mesa. Además de lápices y demás.
De pronto se abrió la puerta y se asomó un dulce rostro de ojos verdes.
-¡Vaya! ¡Qué sorpresa hijo mío!- sonrió la señora Li al ver lo ordenado que había quedado todo.
-¡Mamá! ¿Te gusta?- preguntó contento- Vaya ¡No sabía que mi habitación era tan espaciosa y grande!- exclamó con sorpresa después de verla con detenimiento.
-Claro, si siempre lo tenías todo desecho y las cosas volaban por doquier... claro que se ve grande ahora.
-Jejeje...- rió nervioso
-¿Piensas devolver los libros? Te puedo ayudar- se ofreció Sakura.
-¡Claro!- dijo este como respuesta.
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Keroberos bostezó, ya en un rato más podría ir a desayunar, que hambre tenía. Yue en cambio estaba serio parado con los brazos cruzados y los ojos cerrados al lado de una enorme ventana.
La puerta doble de la biblioteca se abrió despacio, Keroberos miró a quienes entraban:
-¡Buenos días!- saludaron las dos personas.
-Ya era hora de que devolvieras esos libros Shaolong- dijo Keroberos mientras el pequeño Li avanzaba por las distintas secciones para dejar los libros en su lugar adecuado.
-Kero, ya déjalo, lo importante es que al menos los devolvió- Sakura hacía lo mismo.
-Listo- susurró Shaolong dejando el último libro. Cuando se percató de algo al otro lado del estante, se dio la vuelta y fue a ver, sí efectivamente en aquella sección faltaba un libro. ¿Pero porqué se extrañaba de eso? Era normal que en una biblioteca faltaran libros porque alguien los había tomado, pero esto era diferente, esa sección es especial, contiene libros demasiados antiguos, que ahora ya nadie veía, el espacio parecía bastante empolvado ya que esa sección ya no se tocaba, pero el espacio sin libro tenía tanto polvo como los libros que estaban allí, eso significaba que desde hace mucho que el libro que debía estar allí no ha sido devuelto...-¡Mamá!- llamó el niño, Sakura vino de inmediato- ¿Sabes que libro iba aquí o nunca fue uno y siempre hubo este espacio?
-No estoy segura- Sakura observó bien el lugar, posó su mano sobre el espacio vacío y... se asustó al sentirlo, retiró rápidamente la mano- ¡Kero! ¿Sabes quién tomó el libro de aquí?
-No estoy seguro- contestó el guardián del Sol de las Sakura Cards- hace tiempo que no reviso esta sección, como sabes que aquí ya nadie toma estos libros...
-Kero, esto me preocupa, será mejor avisarle a Shaoran...
-Sí, eso creo- opinó Yue que también había venido.
-Mamá ¿Qué sentiste?- preguntó el hijo.
-Compruébalo tú mismo- dijo la mujer. Shaolong posó su mano en el lugar y sí se sentía la leve energía que quedó en el lugar por los años en reposo que había estado del libro mágico allí.
-Mamá ¿Qué fue esa sensación? Parecía... fría... me dio la sensación de peligro...
-Eso mismo, es lo que "más o menos" se siente- intentó explicar Sakura- vamos, esto hay que comunicarlo.
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Aino terminó de desayunar.
-Gracias- se levantó y dejó los platos en la cocina- me voy- dijo al volver, se dirigió a la entrada y allí se puso una chaqueta.
-¿Adónde vas?- preguntó Mei Ye.
-Por allí- contestó y cerró la puerta.
-Cada ves se vuelve peor- opinó Mai Su, quien aun estaba comiendo. Mei Ye le desvió la mirada.
-Bueno, yo me voy a trabajar- dijo con pesadez Kao Lei.
-Ya estamos a 2 día de Navidad y tú ¿Aun trabajas?- exclamó con horror Mai Su.
-Claro, soy el único que mantiene económicamente a todos nosotros...- dijo- ya me voy, pero hoy es mi último día, no se preocupen.- y se marchó.
Kyu permanecía callado, tomando su café.
-¡¡Pero qué frío hace!!- reclamó Mai Su.
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Aino caminó sola por las calles pobladísimas de Hong Kong, nunca estaría vacía, siempre era igual, lleno de gentes, no importaba si era de día o de noche era igual, gentes caminando por allí y por acá, igual que las bicicletas.
Aino de pronto se detuvo en una tienda, no sabía porque pero eso le había llamado la atención. Entró y preguntó.
-¿Cuánto cuestan los materiales para hacer un osito de felpa?
La señorita que la atendía le contestó con amabilidad, no eran muy costosos así que los compró, le había interesado bastante el cómo hacerlos desde que Shaolong le había regalado uno hecho por él, que amable era ese chico para ser de una familia muy adinerada. Siempre había pensado lo peor hacia esa clase gente, pero Shaolong demostraba todo lo contrario.
Salió de la tienda con una bolsa, la Navidad para ella no significaba mucho, ya que nunca la celebró en su familia. Caminando absortan en sus pensamientos sin querer tropezó con la espalda de alguien.
-¡Oh! Lo siento mucho- se disculpó con vergüenza.
-¿Aino?- preguntó una voz femenina muy conocida para ella.
-¡Akane!- exclamó y sonrió la pequeña.
-¿Qué haces?- preguntó la mujer y se fijó en lo que traía en el bolso- ¿Piensas hacer un osito de felpa? ¿A quién se lo vas a dar?
-No lo sé, tal ves sea para mí.
-¿Sabías que si le regalas un osito de felpa a alguien que tú quieres y esa persona le pone el nombre de la persona que le regaló el osito, te será correspondido para siempre?- dijo de manera divertida.
-No lo sabía- se sonrojó Aino, había estado llamando a su osito por el nombre de Shaolong.
-Te invito algo caliente, hace frío ¿Qué te parece?- ofreció Akane.
-Gracias- dijo ella y las dos partieron en busca de un lugar cómodo.
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El asunto del libro en la biblioteca, fue comunicado a Shaoran que de inmediato encargó a personas especiales a investigar el asunto.
Todos habían terminado de desayunar, era hora de prepararse para Navidad.
Habían traído un gran árbol de Navidad que fue ubicado en la sala. Allí Sakura y Tomoyo, la experta, empezaron a adornar el árbol navideño.
-Tomoyo, quedará hermoso, que bueno que Shaoran permitió dejarnos usar magia hoy- dijo Sakura con una sonrisa.
-Sí, Sakura, quedará la mansión hermosa con mi ayuda- sonrió Tomoyo con estrellas en los ojos.
-Jejeje- Sakura rió algo nerviosa junto a una gota en la cabeza- Brillo, ayúdanos a iluminar el árbol- susurró Sakura, de sus bolsillos apareció una luz y de ella salió una carta rosada, brilló y de ella salió una pequeña criatura que utilizó su poder e iluminó con miles de pintitas brillante el árbol.
-Sakura ¿No crees que sería más rápido si pedimos que salgan todas las cartas y que ayuden como puedan en distintas cosas?
-Sí, ahora que soy definitivamente la dueña de las cartas y me he vuelto más poderosa, no sería ningún problema- respondió y sacó su mazo entero de cartas y empezó a nombrarlas todas, mientras Tomoyo le daba un encargo a cada una de ellas.
Al rato después la mansión era recorrida por las cartas de aquí para allá trabajando duramente, las sirvientas ayudaban también, para ellas ya era algo normal algo así, como Wei.
-Por cierto Sakura ¿Dónde está tu hijo?- preguntó Tomoyo.
-Salió junto con Nakuru, dijo que tenía que hacer algunas cosas.
-Ya veo, mi hija hizo lo mismo solo que con la compañía de su padre- rió divertida- Meiling está con Nakuru también ¿No?
-Sí.
-¿Y el resto?- preguntó Tomoyo.
-Yue se encarga de vigilar el jardín, Kero si no está en la cocina, está vigilando la biblioteca, ahora que la protección de magia se ha quitado necesitamos precaución, Spinel se ofreció para vigilar el ala de las habitaciones. Eriol está ayudando a Shaoran con el asunto de la biblioteca. Nosotras estamos aquí, las cartas rondan por la mansión entera así que si sucediera algo, unas defenderían mientras otra me avisa y vamos a ver que podemos hacer.
-Ya veo, no estamos tan desprotegidos tampoco- dijo Tomoyo.
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-Bueno ¿Todos tienen sus relojes a la misma hora?- preguntó Nakuru mirando el suyo.
-Sí- contestaron los otro dos, Meiling y Shaolong.
-Bien en una hora y media más, nos juntamos aquí mismo, son regalos de Navidad, no quisiera ver cual me comprarán ustedes- explicó Nakuru.
-Sí, sí, bien desde ahora... ¡¡Ya!!- los tres se fueron corriendo en distintas direcciones.
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Meiling paró un momento, empezó a mirar varias tiendas, no sabía que regalar, a su primo pensaba regalarle un sweter, a Sakura le vendría muy bien una cadenita de plata, a Shaolong... nunca le han interesado demasiado los juguetes, podría ser un despertador ¡Sí! Eso iba a ser, rió mientras una gota aparecía en su cabeza, a Yukito, sería fácil, a Kero, también es bastante fácil, a Tomoyo, le vendría bien también una cadenita de plata, a Touya, eso si es difícil ¿Qué tal una billetera? A Eriol, una mueca de fastidio se posó sobre su rostro, será un chocolate... a Amanda un peluche estaría bien, a Nakuru podría darle un CD de su grupo cantante favorito y a Spinel, un libro para que lea, le gustan bastante por lo que sé.
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Nakuru por otra parte, ya le había comprado regalos a Eriol, Spinel, Amanda, Shaolong, Yukito, Kero, Touya, necesitaba ahora para Sakura, Shaoran, Tomoyo, Meiling.
Nakuru entraba de tienda en tienda, no dejaba ninguno sin visitar, en una que quedó por más tiempo fue en una tienda de ropa muy bonita, estuvo probándose todo lo que le gustaba, pero se lamentaba de que no había podido traer el suficiente dinero como para comprarlas...
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Shaolong en cambio se lo estaba tomando todo en calma, no sabía que darle a los demás, analizó que en casa aun le quedaban materiales para un osito más, esta noche después de las 12 tendría que levantarse en secreto para hacerle los chocolates y galletas a Kero y a Yukito. El pequeño entró a una librería y allí vio un libro bastante interesante que podría interesarle a Spi, lo compró. Paró por varias tiendas más sin saber que hacer, a tía Meiling le compró una hermosa agenda, a tía Tomoyo y a su madre les compró un bonito broche, a Nakuru le compró un portarretratos, para tío Touya escogió un bolígrafo bastante elegante ¿Qué le podría dar a tío Eriol? Se quedó pensando, ya iría viendo de apoco, a su padre... ya vería que le daría... también.
Siguió caminando y viendo si había que le llamase la atención, cuando se devolvió y vio de nuevo lo que había visto...
-¿Aino?- susurró- está con alguien, la conozco, pero... ¿De dónde?- golpeó su mano izquierda con la derecha despacio recordando- ella es Akane.
Alzó la mano para saludarlas mientras avanzaba hacia ellas.
-¿Li?- dijo en voz baja Aino.
-Hola Aino, hola ¿Akane?- no estaba seguro.
-Sí, Akane, hola Li- sonrió la mujer de unos 28 con simpatía.
-Ho... hola Li ¿Qué haces aquí?- preguntó Aino.
-Llámenme Shaolong, estoy comprando los regalos para mis amigos- mientras tomaba asiento y dejaba las cosas a un lado, miró su reloj aun le quedaban media hora.
-Ya veo, sí quedan 2 días- susurró Aino.
-¿Qué te ocurre? ¿No te gusta la Navidad?- preguntó el pequeño Li.
-No es que no me guste, es que yo... considero la Navidad como un día cualquiera, nunca la he celebrado.
-¡¿Enserio?! ¡Nosotros siempre la celebramos y es lo mejor! Recibes regalos, lo pasas bien con tu familia, hay comidas muy ricas...- Aino escuchaba todo mientras con sus manos apretaba con fuerza el asiento de la silla, Akane se estaba preocupando.
-¡¡¿Por qué?!! ¡¿Por qué no puedo tener una familia como la de Shaolong?! ¡Lo odio, lo odio, lo odio!- pensaba en su interior con rabia, no soportó más se levantó con brusquedad, tomó su bolso, su mochila y de dispuso a irse.
Akane no se inmutó, sabía que Aino sentía celos por la familia de Shaolong pero a la ves pena porque ella sabía que Aino perfectamente podía tener a esa familia, ella era una Li igual que Shaolong, si no hubiera sido raptada aquella ves, si ella, Akane, hubiera llegado a tiempo para impedirlo, para...
-¡Aino! ¿Qué ocurre?- preguntó Shaolong mientras la sujetaba en un brazo.
-Suéltame- dijo casi en un susurro. Shaolong no lo hizo- te digo que me sueltes- alzó un poco más la voz- ¡Me lastimas! ¡Suéltame!- Aino se soltó de él y empezó a correr.
-¡Espera Aino!- Shaolong corrió atrás de ella, en poco tiempo la volvió a alcanzar, allí la abrazó con fuerza.
Aino lloraba, soltó las cosas y se dejó abrazar.
-¡Tonto!- decía entre sollozos- ¡Te envidio por tener una familia así! ¡Tonto!- decía entre los llantos de dolor.
-Tranquila, lo siento mucho, no sabía ¿De verdad que envidias mi familia?- preguntó él alejándola un poco y ofreciéndole un pañuelo para que se limpiara.
-Sí, todos son tan amables, se respetan, se quieren mutuamente, son atentos, salen juntos, se divierten juntos, eso... eso... yo jamás lo tendría, mi destino no fue el de estar con una familia tan hermosa y es lo que más detesto, siempre lo peor me ha tocado a mí... siempre ¡¿Sabes lo que es eso?!- los ojos verdes de ella se posaron sobre los de él- siento rabia, furia, tristeza, dolor...
-No deberías sentirte así- Shaolong la volvió a abrazar y ella apoyó su cabeza sobre el hombro de él, mientras él hacía lo mismo, pero sobre la de ella- no deberías sentirte así ¿Sabes que significa tu nombre?
-No...- susurró.
-Jardín de amor- le contestó él con dulzura- no deberías estar sufriendo, deberías estar llena de amor y alegría- los dos se separaron y se miraron fijamente, Aino estaba sonrojada... los dos acercaron sus rostros lentamente... de pronto, Shaolong sonríe ampliamente, se agacha para recoger las cosas de él y de ella, luego él la toma de las manos y la jala corriendo.
-¡Cuidado! ¿Qué haces?- preguntó ella corriendo atrás de él.
-Hace unos momentos entré a una tienda a comprar unos hermosos broches...
-¿Y qué hay con eso?- preguntó la pequeña.
-¡Te quiero mostrar algo!- pronto dejaron de correr y Shaolong entró aun de las manos de Aino a la tienda.
Shaolong atrajo a Aino para que mirara el mostrador en donde había un hermoso set de pinches y cintas para amarrar el cabello.
-¿Cuál te gusta más?- preguntó él.
-Yo... yo... no puedo aceptar algo así.
-Vamos, no te apenes, tómalo como un regalo de Navidad adelantado- dijo él con una sonrisa.
-Bien, a ver, me gusta...
-¡¡Monstrico!!- un grito hizo que los pelos de Shaolong se pusieran de puntas, volteó tiesamente y vio atrás de él.
-¡Primo!- exclamó la voz que él tan bien conocía.
-¿Tío Touya? ¿Amanda?- los vio entrar.
-¡Primito!- lo iba a abrazar cuando se percata de algo- ¡¡¿Quién rayos eres y por qué estás tomada de la mano de MI primo?!!- Touya al escuchar "MI primo" tomó a su hija por el cuello de la bruza y la jaló hacia atrás antes de que se abalanzara sobre la chica.
-¡¡Papá!! ¡Déjame! ¡Déjame aclarar este asunto!- Amanda estaba histérica de celos, ya que eso demostraba, humeaba y estaba roja de furia.
Shaolong y Aino al percatarse de eso se soltaron enseguida, Aino miraba tímidamente a un lado y Shaolong miraba con una gota a Touya quien no estaba ¿Enojado? Al rato después Amanda se tranquilizo y fue a regalonear donde su primo como una tierna gatita regalona mientras Shaolong se mantenía quieto con una gota resbalándole y una sonrisa nerviosa.
-Dime ¿Cómo te llamas?- dijo con tranquilidad Touya.
-Yo, Aino- dijo casi en un susurro, aun estaba avergonzada de lo anterior.
-Que lindo nombre- sonrió. Shaolong no podía creer el comportamiento de su tío.- Esta chica tiene un gran parecido con Sakura, insisto- pensó y luego dijo- Eres la de la otra ves en el parque de diversiones ¿Verdad?
-S- sí...- dijo y lo miró a los ojos.
-Bien ¿Qué hacían los dos?- preguntó Touya a Shaolong.
-Yo... estaba por comprarle el set de pinches y cintas para el cabello, cuando ustedes llegaron- contestó.
-Ya veo ¿Por qué entonces no lo haces?- preguntó.
-Este...- miró de reojo a Amanda que aun seguía colgada del brazo de Shaolong. Aino dejó escapar una pequeña sonrisa, Shaolong se percató de eso y rió también.
Touya volvió a coger a su hija del cuello de su blusa y lo separó de Shaolong que se fue a comprar el regalo.
-Feliz Navidad adelantado- dijo él dándole el set de pinches envuelto en papel de regalo.
-Gracias- Aino los recibió con gusto.
Luego de un rato se despidieron. Shaolong vio su reloj y...
-¡¡Aaaaahhhh!! ¡No!- gritó el pequeño de ojos verdes.
-¿Qué te pasa?- preguntó Amanda.
-¡Se me hizo tarde!- y desapareció de la vista en unos instantes.
-Vaya que si corre rápido- comentó la pequeña.
-Ejem... ¿Continuamos?- sugirió el mayor de los Kinomoto.
-Sí papá- obedeció esta con una gran sonrisa.
*************
-3... 2... 1...- y una ráfaga de aire elevó sus cabellos y el polvo los hizo toser...- ¡Cof, cof!
-¿Llegué a tiempo?- preguntó un chico de cabellos castaños oscuros jadeante.
-Sí...- mientras Nakuru y Meiling estaban todas chasconas.
-Qué alivio- suspiró ya casi completamente recuperado.
-¿Qué te demoró?- preguntó Meiling.
-Bueno, me encontré con Tío Touya y Amanda.
-Sí yo también los vi- dijo Meiling.
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Akane se había retirado del lugar pagando la cuenta. Empezó a caminar por las calles.
-Será mejor hacerle una visita por la noche- se dijo a sí misma.
Se dirigía a su casa. Suspiró.
-Aun tengo mucho que hacer: Contactar con la otra mitad de su reencarnación, hablar con la Card Master, prepararme para lo que sucederá en el futuro cercano, Japón, Tokyo, te volveré a ver, después de tanto tiempo, cuanto... ¿20 años?- una sonrisa sarcástica se asomó en su rostro- parecen muchos años pero para mí fueron tan pocos, en 20 años... me enteré de lo que era, después de ese incidente, del cambio de ciudad, cosas extrañas empezaron a sucederme:
***Flashback***
-Hace 4 años desde que nos hemos cambiado a esta nueva ciudad, extraño a No, cómo me hubiera gustado conservarlo, era tan lindo, además sabía volar, pero estoy segura que estará bien con Sakura ¿Por qué nadie aun es mi amigo? Desde que pasan esas cosas extrañas, pero no creo que sean extrañas, No, sabía volar, no lo creí extraño, yo volé una ves... pero fue hace... tiempo, 4 años, no es mucho ¿O si? Pero fue a causa de la carta Flote, que hasta ahora me he dado cuenta por sus recuerdos, eso ocasionó que mi secreto despertaran- suspiró, miró su mano y esta brilló levemente- esto es ¿Magia?- ella estaba sentada en un parque solitario- Ting, en estos 4 años he descubierto mi secreto, mis recuerdos vinieron, mis recuerdos pasados, pero algo me falta, algo falta, su otra mitad, sí eso era, su otra mitad, la mitad del verdadero poder para completar el poder de la verdadera predicción. Soy su reencarnación...
***Fin del flashback***
-Soy la reencarnación de Ting, la vidente más famosa de todos los tiempo.
*************
Las cartas volvieron a su normalidad, como cartas, Sakura las guardó en su bolsillo.
-¡Ha quedado todo perfecto!- exclamó Tomoyo.
-¡Sí!- sonrió Sakura, acababan de terminar el recorrido por toda la mansión, incluyendo jardín.
-¡Qué gran trabajo!- Tomoyo y Sakura caminaban hacia la biblioteca para avisarle a Shaoran que reanudara el hechizo de bloqueo de magia.
Sakura y Tomoyo llegaron, se disponían a abrir la puesta cuando una enorme presencia mágica sintieron.
*************
El lugar cubierto por la oscuridad estaba en un silencio absoluto, casi hasta el punto de volverte loco, pero fue roto por una pequeña risa.
-Estoy aburrida, me divertiré un poco para asustarlos, total mi liberación se acerca.
-...- su compañero no respondió, permanecía serio y su aura brillaba.
-Bien, no me importa si no me contestas, sigue reuniendo tu tonta energía, yo la utilizaré para entretenerme un momento- rió.
Escalena tocó la superficie líquida del espejo y allí apareció la imagen de una mujer de aspecto mitad humano y mitad gata, tenía unos afilados colmillos que sobresalían de sus labios suaves y carnosos, el cabello rojo, el resto de su pelaje era negro, sus ojos ámbares y brillantes, sus manos estaban cubiertas por un guante de pata de gato atigrado al igual que sus pies, en su espalda sobresalían un par de alas de murciélagos.
-Te tengo una misión, Felina de las mil maldiciones, dales un susto a los Li
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Todos corrieron al jardín, allí se podía sentir la mayor cantidad de energía.
-¡Rayos! Nos atacan- digo enojado Shaoran.
-¡¿Qué es eso?!- exclamó Keroberos.
-¡Cuidado ama!- Yue apartó a Sakura y la dejó en un lugar más seguro, mientras que en donde Sakura estaba se había hecho añicos...
-Protejan a la Señora Li- ordenó uno de los tantos hechiceros. Kero y Yue se quedaron con Sakura, junto a unos cuantos hechiceros que habían venido a investigar lo del libro.
-Felina de las mil maldiciones- susurraron Eriol y Shaoran a la ves.
-Nunca había visto una, sólo en imágenes algo desfiguradas en los libros- dijo Shaoran.
-Pero en la realidad se ve más interesante ¿No te parece?- opinó Eriol con una sonrisa divertida.
-No, eso no fue gracioso- mientras los dos se alejaban para evitar la misma bola negra que estuvo a punto de lastimar a Sakura.
-Amo ¿Está usted bien?- preguntó Spinel Sun y lanzó un rayo de su boca a la Felina de las mil maldiciones, que fácilmente lo evitó.
-Sí, Spinel Sun, ese ataque no fue nada- respondió la reencarnación del mago Clow.
-¡Sakura!- gritó Shaoran, esta lo miró y asintió.
-¡Escudo!- llamó ella. El escudo protegió a cada uno de los que estaban allí.
-¡Eriol, destruyámosla!- ordenó Shaoran.
-¡Claro! Descendiente mío- rió y los dos al mismo tiempo murmuraron el hechizo para destruir a la Felina de las mil maldiciones.
"Poderes otorgados de la pureza,
manda las mil maldiciones al abismo,
manda a esta rebelde a su destino,
¡¡Destrucción!!"
-¡¡Miiaaaaaooooo!!- exclamó la Felina de las mil maldiciones mientras intentaba cubrirse con sus brazos.
Dos rayos plateados se unieron en uno para crear uno mucho más grande, avanzó directamente a la Felina de las mil maldiciones, allí se produjo una gran explosión tirando ramas, polvos, adornos y algo de nieve, junto con una ráfaga de aire.
Cuando todo pasó, todos miraron al cielo para ver si aun seguía allí, pero lo más probable era que no estaría, ya que ese hechizo era exclusivo para destruir a las Felinas de las mil maldiciones, que en estos tiempos ya no quedaban muchos. En tiempos antiguos ellas se habían rebelado y empezaron a destruir la Tierra pero fueron vencidas y destruidas, hasta el punto de casi quedar nada, aunque siempre se han dicho que algunas se escaparon y se escondieron, borraron todo acontecimiento en la historia, pero se registraron escritos secretos que ahora se encuentran sólo en la biblioteca del clan Li.
-¡¡¿Qué?!! Rayos, algo o alguien la protegió- exclamó Shaoran.
-¡Jajajaja!- se escuchó eco una sonrisa- no la destruirán hasta que me aburra- una voz infantil y divertida se escuchó en el jardín.
-¡¿Quién eres?! ¡Muéstrate!- gritó Shaoran.
-¡Papá!- una voz se escuchó.
-Shaolong- contestó él.
-Shaoran ¿Está todo bien?- preguntó Meiling que seguía a Shaolong.
-Amo- Nakuru se transformó en Ruby Moon.
-¡Mamá! ¿Estás bien?- preguntó el pequeño.
-Sí- contestó ella mirando a su hijo con una sonrisa.
-¡Que bien! ¡Un Hijo Prohibido!- exclamó la extraña voz, mientras la Felina de las mil maldiciones los observaba desde lo alto.
-¿Hijo Prohibido? ¿Qué es eso? Mamá- preguntó Shaolong.
De pronto Sakura se desmaya...
-¡Mamá! ¡Mamá!
-¡Sakura!- gritaron todos, al percatarse de lo ocurrido.
-¡¡¡JAJAJAJAJAJA!!!- rió más la voz.
Continuará...
Notas de la autora: (Con cara de misteriosa, mientras me froto las manos) Jejeje, estoy tramando algo con Sakura... no, no, no se apuren, ya lo sabrán ^^ ¡Por fin el capítulo 8! ¿Genial no? Jejeje... Bueno ya he desarmado algunos de los nuditos que puse, sorry, no pondré a Akane hablar en este capítulo con la persona que quiere hablar, lo dejaré para el otro. ¿Ya saben quien es ella? Me imagino que si, no sé que edad tenía en la serie de CCS pero supuse que tendría 8 así que lo he dejado en 8 años ¿Vale? No me reclamen después de que no concuerda. Me puse nerviosísima cuando escribí que Aino y Shaolong acercaban sus rostros poco a poco... ¬¬ ¿Pensaba que los iba hacer besarse? @o@ tendría que estar bastante mal de la cabeza para eso (xDD aunque ya lo estoy un poco xDD). ¿Qué se le habrá pasado por la mente de Touya que se comportó así con Aino? ¬¬ OJO: Él sospecha "algo". ¬¬ Vaya, después de haber adornado tan bonita la mansión... viene esta Felina de las mil maldiciones y la embarra todo... Con cariño, dedico esto a mi equipo: Monika, Naiko, Ukyo (¬¬ oigan, él es hombre y no mujer xDD) y a Noelia. Cualquier comentario y demás a mi mail: kawai_hibari@lanota.com OJO: no necesito, virus o bombas, tampoco atentados... etc. ^^ disfruten su día...
Avances: "¡La sorpresa!"
Logran derrotar a la Felina de las mil maldiciones, en parte porque Hirozu estuvo involucrado. Se acerca más la Navidad, a Shaolong aun le queda hacer los regalos de Amanda, Kero y Yue. Sakura les dará una sorpresa, una GRAN sorpresa... Akane, se encontrará a Mei Ye y conversarán sobre sus propias vidas...
