Cruces del destino
Capítulo 14: "Recuerdos, Pasados, Preguntas y Confusión"
La casa amaneció alborotada como todas las mañanas de esos primeros tres días, las criadas iban de allá para acá limpiando y ordenando, ventilaban las habitaciones abriendo las ventanas y los ventanales, dándole la bienvenida a la hermosa mañana asoleada dejando pasar el canto de las aves que resonaban proveniente de los árboles y los tejados, o incluso en los postes de luz y en sus cables.
-Buenos días Meiling- saludó la dulce voz de Sakura.
-Buenos días ¿Cómo amaneciste?
-Bien, pero la niña anoche se despertaba a cada instante- dio un suspiro- hace tiempo que no atendía a un bebé... aunque confieso que esta vez ha sido un poco más fácil- sonrió y tomó asiento mientras le servían el desayuno.
-Claro, ya has tenido experiencia, gracias a Shaolong ¿No?- respondió Meiling sonriendo, eran las primeras en bajar, aun era bastante temprano.
-Gracias- le agradeció a la mujer que le había servido el desayuno y luego se dirigió a Meiling- Si, con Shaolong fue un enorme trabajo- rió- pero a la vez fue una experiencia hermosa.
-Come, Sakura, debes de estar agotada, necesitas alimentarte bien, porque además estás en el periodo de lactancia.
-Sí, si, ya lo sé Meiling, tú también sírvete.
Las dos empezaron a comer, cuando empezaron a escuchar llantos provenientes del piso superior, en donde estaban las habitaciones.
-¡Oh no!- exclamó Sakura y dejó escapar un suspiro, se limpió con una servilleta y se puso de pie- creo que se ha despertado, iré a ver, no quiero que despierte a toda la casa.
-Sí, aun es temprano- Sakura se disculpó y se dirigió hacia la escalera.
-¿Por qué ahora? Si hace poco acabo de acostarla- se susurró a sí misma y avanzó por el pasillo, buscando la puerta de su habitación, de pronto se detuvo, ya no se oían los llantos, algo la asustó y corrió hacia su puerta, temía que algo hubiera sucedido... en medio de la desesperación abrió bruscamente la puerta. Los llantos se volvieron a oír.
-¡Mamá! Para la próxima, sé más suave al abrir la puerta, asustaste a Saayu, por fin la había tranquilizado- reprochó un joven de cabellos castaños, que paseaba de un lado para otro meciendo a la niña. Sakura dejó escapar un suspiro, y se sentó sobre la cama.
-Lo siento- estiró sus brazos para que Shaolong le pasara a la pequeña, que aun seguía llorando- es que al dejar de oír los llantos de ella, me asusté temiendo que hubiera pasado algo...- Shaolong comprendió y se sintió un poco triste, Saayu dejó de llorar en el instante que fue posada sobre los brazos maternales de Sakura.
-Lo siento, mamá.
-No, no hijo, no fue tu culpa, además intentabas ayudar- Sakura sonrió- creo que Saayu es un excelente despertador para mi dragoncito dormilón- rió Sakura, sonrojando a Shaolong- ¡Aun es muy temprano! Apenas son las ocho de la mañana- el pequeño rió nervioso- como ya te has levantado, ve a ducharte y a cambiarte el pijama por ropa.
-Sí- obedeció y salió de la habitación cerrando suavemente la puerta.
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-Mmmmhh...- se agitaba sobre su cama- aahh...- abrió los ojos bruscamente, agitado, miró su alrededor, estaba en su habitación, soltó su mano derecha de las sábanas y la dirigió a la mesita de noche que tenía a su lado, tomó sus anteojos y se levantó, se los colocó y luego pasó una mano por su cabello negro revuelto- un llamado- se susurró- ¿De quién?- de pronto se percató que escuchaba llantos, rió, miró la hora, eran las 8 de la mañana, sería mejor levantarse ya. Se dirigió al baño.
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-Buenos días- saludó Shaolong, con el cabello aun húmedo.
-Buenos días- saludó Meiling quien leía el periódico aun en la mesa, tomando con tranquilidad su desayuno, ya estaba terminando.
-Mmmm...- sacó juguetona la lengua, mientras una sirvienta le servía el desayuno- el desayuno se ve exquisito, gracias, me muero de hambre- y empezó a servirse.
-Cuida tus modales- le advirtió Meiling.
-Sí, sí...
-Hola pequeña Saayu- saludó Meiling, al ver a Sakura acercarse con la bebé en brazos y tomar asiento en el lugar donde estaba- Sakura ¿Quieres que la tome, para que puedas desayunar tranquila?- le pasó el periódico a una de las sirvientas que estaba cerca y Sakura le pasó a Saayu.
-Gracias Meiling- la niña miró a Meiling, pestañeando un par de veces, sus enormes ojos negros aun, la miraba con curiosidad.
-Que linda se ve hoy señorita- Meiling jugaba con la pequeña.
Sakura tomó tranquila su desayuno, riendo ante los gestos graciosos que Meiling le hacía a Saayu y esta la miraba demasiada extrañada, sin saber, al parecer, si reír o llorar.
-Buenos días a todos- saludó amablemente Eriol al aparecer por el comedor- saldré hoy.
-¿No vas a desayunar?- preguntó Sakura.
-No, comeré algo afuera, gracias.
-¿Enserio? ¿Por qué no comes algo aquí y luego te vas?- preguntó Meiling poniéndose de pie mientras sostenía a Saayu- ¿Tienes mucha prisa?
-Gracias, pero si, creo que tengo algo deprisa- sonrió.
-¿A donde vas tío?- preguntó Shaolong.
-Algún... lugar...- susurró y se fue.
-Vaya, que extraño- murmuró Meiling y volvió a tomar asiento.
-Así siempre ha sido Hiraguizawa- dejó escapar un suspiro Sakura.
En ese momento bajó una niña y saludó alegremente, junto a sus padres. Tomaron asiento y les sirvieron el desayuno.
-¿Cómo amaneció mi querido primo?- Amanda le sonrió.
-Bi... bien...- rió nervioso.
-Aún no me cuentas que pasó en Londres ¿Cómo te fue? Supongo que tu inglés ha mejorado considerablemente ¿No? ¡Ahora podemos hablar ingles entre los dos! ¿Qué te parece?
-Me parece bien- sonrió Shaolong.
-De acuerdo, de ahora en adelante entre los dos solo hablaremos ingles ¿Ok?
-O...k...- los dos siguieron conversando, Shaolong intentaba evitar todo lo referente a lo pasado en Londres, no quería ver a una Amanda alterada.
-¿Cómo estas Sakura?- preguntó Tomoyo.
-Bien- sonrió esta, en ese momento Nakuru aparece y toma asiento, saludando a todos alegremente.
-¿No han visto a Eriol?- preguntó después de saludar- creí que estaba aquí, pues en su habitación no estaba.
-Hace unos instantes salió- comentó Sakura.
-¿Y a dónde?- preguntó algo extrañada.
-No lo sabemos, Nakuru, solo dijo que salía y llevaba, al parecer, algo de prisa- respondió Meiling- Por cierto Sakura, Shaoran ¿No te ha llamado por teléfono?
-Sí, me llamó esta mañana, temprano- respondió.
-¿Y cómo están los asuntos?- preguntó- ¿No ha pasado nada grave en la cocina?- rió.
-¿Qué pasó en la cocina?- preguntó Sakura algo extrañada.
-¡Ay Sakura! A pesar de los años sigues estando en la luna, me refiero que si Shaoran no ha dicho que Kero se ha devorado la cocina- todos rieron.
-No, no, Kero aun no ha hecho eso- rió- dice que todo está en orden, que las personas que había dejado a cargo de todo, lo habían hecho bien, pero...
-¿Pero qué? ¿Un problema muy grave?- preguntó preocupada, al ver el rostro de Sakura.
-No, no sé si calificarlo como muy grave- respondió Sakura pensativa- pero me dijo que Yue, había desaparecido de la mansión.
-¿Qué?- preguntó de repente Touya.
-Según Kero, como dijo Shaoran, que Yue desde hace unos meses que no se le ha visto, ni siquiera dejó alguna nota o un indicio de a donde iba o qué había pasado, no sucedió nada, simplemente había desaparecido, nadie lo vio, nadie sabe cuando desapareció, ni Kero se percató.
-Que extraño- susurró Tomoyo analizando la situación- ¿Kero tampoco sabe si pasó algo antes de que Yue desapareciera?
-No lo sé, cuando Shaoran puso a Kero al teléfono, este me dijo que no sabía nada, absolutamente nada. (n.a:: con lo despiestada que es Sakura, seguro para Kero fue fácil engañarla xD)
*************
Una mujer meditaba si había por casualidad olvidado comprar algo, parecía que no, estaba por llegar a su casa, cuando algo la detuvo.
-¿Akane?- susurró, mientras caminaba más despacio, acompañada de otra mujer, más joven, a su lado.
-Mei Ye, es tiempo de que descubras algo... tienes que prepararte, él ya sintió el llamado.
-¿Quién? ¿Qué llamado?- preguntó.
-Sigue tu instinto, lo siento tengo que marcharme, se me hace tarde.
-Akane...- pero ella se marchó corriendo. Mei Ye, subió rápidamente las escaleras del departamento, dejó las cosas, escribió una nota y se marchó.
"Ken:
Prepara tú el desayuno, por favor, está todo comprado, tengo que salir de emergencia, nos vemos en la noche.
Mei Ye."
*************
Eriol caminaba en el parque, se sentía extraño, esperaba algo, pero no sabía que es lo que esperaba. Se sentó en una banca, bajo la sombra de un enorme árbol.
-¿Me pregunto qué es esta sensación?- cerró los ojos y lentamente se dejó llevar por ella.
-Clow...- oyó una voz familiar- ¿E... eres... eres Clow?- abrió los ojos ¿No era parte de su imaginación? ¿Realmente alguien lo llamaba? Levantó la vista y se encontró con unos ojos profundamente azules y el cabello rojizo.
-Ting...- susurró inconscientemente, luego de medio segundo, se dio cuenta del nombre que había pronunciado- ¿Ting...?
-En esta vida soy Mei Ye- sonrió.
-Hiraguizawa, Eriol Hiraguizawa- dijo apenas dándose cuenta de lo que estaba pasando, de pronto la sintió cerca de él abrazándole.
-He esperado tanto para volver a verte... Clow... para volver a sentirte a mi lado... tu presencia, tu esencia...- le susurró al oído- lo siento, ahora eres Eriol Hiraguizawa- se separó de él.
-Ting, no esperaba verte...- parecía que sus vidas pasadas dominaban ahora el cuerpo de Eriol y de Mei Ye.
-Yo tampoco a ti, para impedir mi peor desgracia de volver a ser vidente, me separé en dos mi reencarnación, ya conoces la otra mitad- le explicó evitando sus ojos- tenemos mucho que hablar Clo... digo Eriol.
-Mucho- susurró este.
-Pero mi separación no fue completamente equivalente una mitad con la otra, una conserva solo cierta cantidad de poder y yo conservo, recuerdos, sensaciones y la mayor parte del poder de Ting.
-Ting, quiero pedirte disculpas por Clow, de no contarte que me marcharía para siempre de este mundo- pero ella negó con la cabeza, y miró a Eriol con una mirada distinta, una mirada más bien cubierta con rencor y furia.
-Tu no tienes porqué disculparte, a ti nunca te he culpado al que realmente culpo es a...- hizo una leve pausa y pronunció lo que más odiaba- Yue.
*************
-¿Ya desayunaste?- preguntó el joven amable con gafas, a una niña que caminaba a su lado.
-No, salí de mi casa cuando oí a mi madre salir a comprar las cosas para el desayuno.
-Entonces desayunemos juntos, aquí traigo unas cosas muy ricas- sonrió mostrando un paquete enorme, seguramente con comida para 3 personas más, que dejó a la pequeña con los ojos hecho unos puntos mientras una gota resbalaba por su cabeza, pero luego rió y Yukito le siguió con una suave sonrisa.
-Yukito ¿Por qué tú eres mi amigo?- preguntó de repente, mientras tomaba el pan que le pasaba él.
-Porque- meditó por unos segundos levantando la vista- mi corazón dice que debo serlo y porque tú lo necesitas y estás llamando a un amigo- miró el cielo despejado a través de las hojas del árbol, por la cual pasaban en aquel momento.
-Eres tan amable, pareces un ángel- lo miró y sonrió, dejando a Yukito medio asombrado, pero luego sonrió amablemente también.
-Aino... ¿Nunca te has preguntado acerca de tu familia?- preguntó Yukito mirando nuevamente al cielo.
-Muchas veces.
-¿Y qué clase de preguntas te haces?
-¿Por qué es tan extraña? ¿Por qué es tan fría y misteriosa? ¿Seré una recogida? ¿Adoptada? ¿Ella verdaderamente es mi madre? ¿Dónde está mi padre?- rió irónica- no sé cómo haces que te diga estas cosas, no sé como puedo confiar tanto en ti para contarte todo esto.
-Creo que hay ciertos lazos que nos unen- susurró Yukito. De pronto Aino se arrodilla en el suelo, pone una mano sobre su pecho agarrándola fuertemente mientras respiraba agitada y la otra sobre su frente, entrelazando sus dedos en el cabello castaño oscuro que tenía, sus ojos estaban abiertos y parecía mirar algo que la confundía.
-Que... ¿Qué son...? ¿Qué son estas imágenes?- murmuraba, Yukito se agachó la agitó un poco pero no despertaba.
-¡Aino! ¡Aino! ¡Reacciona Aino!- no despertaba, lo único que atinó luego fue abrazarla fuertemente. La pequeña sollozó.
-Lo siento, lo siento... Yukito, no sé lo que me pasa, lo siento... yo...
-Ssshh...- indicó él- ya pasó, cuéntame lo que viste.
-¿Cómo sabes que vi algo?- preguntó algo extrañada separándose de él.
-Sé muchas cosas, por eso quiero que confíes en mí.
-¿Qué cosas?- preguntó algo desconfiada.
-Cosas que solo puedes confiarme a mí, nunca te haría daño, Aino, sé que tienes visiones, visiones que tú no comprendes por qué las tienes ni la relación que tienes con ellos- le explicó Yukito calmadamente.
-Vi...- cerró los ojos para recordar- vi una habitación oscura, delante de un enorme ventanal había 3 sujetos, uno de ellos con rostro amable sonreía a los otros dos, estaba sentado en un sillón, nevaba, uno era un joven de ojos plateados que parecía molesto y el otro era un enorme felino dorado, parecían molesto también... luego a una mujer de cabellos rojos que lloraba, simplemente lloraba, no sé en donde estaba ella... no lo sé, solo la ví a ella llorar, se parecía a mi madre...
-Aino ¿Puedo aconsejarte algo?- le susurró Yukito- cuando tengas visiones, anótalas con el mayor detalle posible sobre un cuaderno, los dos lo analizaremos ¿De acuerdo?- Aino asintió. -Lo que vio fue cuando Clow le comunicó a Yue y a Keroberos sobre su partida... en aquella tarde de invierno- pensó Yukito.
Los dos reanudaron su marcha, en medio del silencio. Caminaban en el parque, escuchando el piar de los pájaros, una leve brisa soplar y mover las hojas de los árboles. De pronto Yukito se detuvo, Aino levantó la vista y miró extrañado a Yukito que se había detenido de repente y miraba fijo hacia delante, ella misma giró la cabeza mirando con cautela el rostro de Yukito para luego cambiar y mirar hacia el frente también.
-¿Eriol?- susurró Yukito.
-¿Mamá?- susurró ella, pero ambos lo suficientemente algo como para ser oidos.
-Yukito ¿Qué haces en Japón? Deberías estar en...- se percató de Aino, y recordó cómo había llamado a Mei Ye, la miró, Mei Ye parecía asombrada.
Todos estaban confundidos, Eriol dudaba en preguntar por qué Aino la había llamado "mamá", Mei Ye en como reaccionar frente a Yukito, identidad falsa del ser que más odiaba, Aino de preguntar como su madre conocía a Eriol... y Yukito... perdía el conocimiento...
-Ting, que haces cerca de Clow- la presencia de Yue se hizo presente. Aino cayó al suelo sorprendida, y cerró los ojos mientras en su mente el recuerdo de todas las visiones que había tenido, aparecía el mismo sujeto que estaba frente a sus ojos.
-Aino ¿Estás bien?- preguntó Eriol acercándose a la pequeña.
-Él... a él yo lo he visto, en mis extrañas visiones- tenía un dolor de cabeza, estaba desorientada, las cosas pasaban demasiado rápido.
-¡Yue!- exclamó furiosa Ting- fuiste la desgracia que maldijo mi vida- exclamó, Aino no estaba segura si la que estaba escuchando era su madre o no... ¿Conocía a aquel sujeto? ¿Se llamaba Yue?- Me separaste de mi única felicidad, me alejaste hasta el último momento.
-Quédate aquí Aino, no te muevas, le dijo Eriol.
-S... sí...- asintió.
-¡Ting, Yue! ¡Basta!- gritó Eriol- Ting, no fue culpa de Yue, todo ha sido culpa mía.
-No lo defiendas Clow, no lo hagas- Mei Ye tomó el pendiente que colgaba de su cuello y lo apretó, de ella salió una luz que fue tomando forma de apoco mientras Mei Ye hacía como que sacaba algo de ella, una espada hermosa. La agitó una vez dejando su filo hacia abajo a un lado de ella.
-Ting, necesitas escuchar primero, necesitas muchas explicaciones, necesitas comprender, si no comprendes ¡Cometerás más errores en tu vida!- le gritó Eriol, por primera vez en su vida se alteraba tanto. Asustó a todos los presentes, parecía que esto era serio.
-Clow...
-No, ya no soy Clow, Mei Ye, y tu ya no eres Ting, eres una persona completamente nueva, otra persona y Ting murió, con su rencor, no supo comprender ni escuchar en su vida pasada, pues que aprenda en esta vida a escucharlos y a comprender, no puedes tropezar con la misma piedra dos veces.
Ting se tranquilizó.
-Si Yue te alejó de mí fue porque yo se lo pedí- explicó Eriol.
-¿Tú? ¿Pero por qué?
-Por que no quería que sufrieras y te enamoraras de alguien que no te correspondiera, que te enamoraras de alguien tan necio como yo, que dedicaras tu vida a alguien que pronto se iba a marchar... que pronto su vida llegaría a su fin ¿Me entiendes? No quería que sufrieras, que fuéramos amigos, pero no más que eso... amigos.
La espada de Mei Ye se desvaneció, en su rostro se dibujó una sonrisa, pero sus ojos expresaban tristeza, durante tantos años, siglos... estaba en un error, y tantos errores cometió solo por no saber escuchar con paciencia, su destino parecía ser el de equivocarse una y otra vez sin aprender de ellas, como Ting era torpe, se equivocaba siempre, en las más mínimas cosas como en las más serias, incluso ahora sus reencarnaciones aun seguían trayendo algo de la antigua Ting, impaciente, solo convencida con sus propias reglas, sin escuchar las razones de los demás, siempre tan egoísta, egoísta hasta consigo misma, acababa de darse cuenta después de tanto tiempo su defecto más grande, rió de manera irónica.
-¿Comprendes?- le preguntó Eriol.
-Intenté explicarte, pero tú jamás me escuchabas...- susurró Yue, volvió a ser Yukito.
Eriol tomó a Mei Ye y la ayudó a levantarse. Yukito fue a donde Aino, la miró de manera amable.
-No entiendo- fue lo que llegó a susurrar la pequeña.
-Te explicaremos- le dijo Yukito.
-Lo siento- una voz familiar para todos se hizo presente- lo siento Yue... por lo que pasó la otra vez, aunque yo no tengo tanta esencia de Ting en mi interior como Mei Ye- Akane apareció desde las sombras de atrás de un árbol.
-¿Akane?- preguntó Aino, Yukito le sonrió a ella amablemente, Akane se sentía avergonzada.
-Hola Aino, hace tiempo que no nos vemos- saludó la recién llegada amablemente
-Tenemos que explicarle a Aino todo, de principio a fin- meditó Eriol en un susurro- me pregunto si es el momento adecuado.
-Por favor, quiero saber qué pasa- miró a Yukito- quiero saberlo- Aino tenía el corazón palpitándole muy rápido, tenía la sensación de que pronto descubriría algo muy importante.
*************
Silencioso y solitario el lugar como siempre lo había sido, oscuro y tenebroso, en medio de aquella oscuridad, yacía una tenue luz que emanaba de aquellos dos espejos ovalados, y altos... con un precioso marco en sus bordes, apenas intentando sobrevivir aquella luz en esa eterna oscuridad.
Los dos estaban en silencio, el de cabellos cortos respiraba pausadamente, la niña rubia acariciaba suavemente su cabello. Sentados en lo que parecía ser un suelo palpable, ya que no se distinguían aquellos límites de separación entre el suelo y el cielo.
-Sé que quieres divertirte- habló el niño- sé que aquí te aburres, has estado por siglos encerrada aquí... quién no se aburriría, pero Escalena, si pudiste tener toda aquella paciencia, un poco más no te hará daño, la paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces... un proverbio persa.
-No me animan tus consuelos, si es eso lo que intentas hacer- dijo sarcástica, hizo aparecer un cepillo y empezó a cepillarse la cascada rubia que tenía como cabello.
Hirozu no respondió, se puso de pie y caminó en aquel suelo imaginable hasta quedar mirando su espejo, aunque estuviera delante de él y este estuviera iluminado tenuemente por su marco, dando a ver claramente la superficie de aquel espejo misterioso, pero en él no se reflejaba el cuerpo de Hirozu, si no que era una superficie aparentemente sólida y liza de color celeste agrisado y unos reflejos.
-Infinito...- susurró muy bajo, levantó su dedo índice suavemente, y lo posó sobre la superficie del espejo que al contacto con el dedo dio unas pequeñas olas, de aparentemente sólido se trasformó en una superficie líquida, en él dibujó un ocho recostado, símbolo del infinito, luego de haberlo terminado, este brilló y de sumergió en el espejo. Recién se vio su reflejo, un chico de cabellos negros, tanto como aquella oscuridad, de piel pálida, ojos violetas, susurró lo que ha estado diciendo muchas veces- "Los hilos que el destino teje, se cruzarán y formarán nuevos destinos y todo cambiará"
-Pronto, todo, todo será libertad y diversión, jugaré, jugaré mucho- Escalena sonreía, luego soltó su risa juguetona, tan inocente que a veces inspiraba inquietud, una inquietud de no saber que tan inocente podía llegar a ser ella.
-Pronto todo cambiará- calmadamente y sin tono alguno en la frase, Escalena miró la espalda de Hirozu algo extrañada, pero luego sonrió ampliamente.
-Todo cambiará, que bueno que al fin lo aceptes, todo se inundará de caos, el poder será mío y haré lo que siempre quise hacer, tomar el fino hilo del destino manejarlo a mi antojo disfrutando ver como el camino de cada uno termina con un fin decepcionante y vengarme de quién me privó de luz y libertad.
-Todo cambiará Escalena, todo cambiará- repitió Hirozu esta vez volteándose y mirándola inexpresivamente.
-¿Por qué el aura misteriosa? ¿Por qué aquella inexpresividad en los ojos? ¿Por qué aquel tono de voz? ¿Quién es Hirozu?- se le vino de pronto aquellas preguntas a la mente de Escalena. Vio como él volvió a sentarse, apoyado en el espejo, como si nada hubiera pasado, sin notarlo aquellas preguntas se perdieron en la oscuridad como tantas otras de manera misteriosa.
*************
Las estrellas brillaban en medio del oscuro firmamento, las calles estaban silenciosas, un par de autos pasaban de vez en cuando en aquel lugar, fuera de la bulliciosa ciudad. Una luna creciente acompañaba a los pequeños punto de luz. La silueta de dos personas caminaban en esas calles, una mujer con su larga cabellera suelta y un hombre más alto que ella, caminaron hasta llegar debajo de un farol. Allí estaba Eriol y Mei Ye, se detuvieron y el silencio aun los acompañaba. Se oía el canto de una cigarra.
-¿Por qué dormiste a Aino?- la mujer de ojos azules quebró el silencio- ¿Por qué decidiste borrarle la memoria?
-Es temporal, aun no es el momento de que descubra la verdad- explicó él acomodándose los anteojos- ¿Crees que si supiera... no intentaría volver con su verdadera familia? ¿Crees que no le provocarías confusión y un desequilibro mental? Si ella se perturba bruscamente, el poder que guarda en su interior se podría manifestar bruscamente causando un gran desequilibrio ocasionando una liberación precoz y demasiado poderoso... además de peligroso para la vida de Aino, ella no lo podría soportar, aun no analizamos la manera en que podemos de alguna manera, ya sabes... si es posible, evitar que el poder se manifieste negativamente, porque lo que en su interior se esconde es algo negativo, poderoso, destructor ¿Lo sabes no? Y ella sería incapaz de controlarlo.
-Lo sé, lo he estudiado- susurró.
-¿Lo haz estudiado? Tienes mucho que revelarme...
-Todo fue hace... años... todo ocurrió hace años...- explico vagamente.
-Volviendo a un tema un poco alejado de esto, pero que te involucra y me involucra a mí- Eriol mencionó relajadamente.
-Dime, te escucho- Mei Ye prestó atención, Eriol posó una mano en la mejilla de ella haciéndola sonrojar levemente, se acercó a ella y le susurró al oído...
-Ting para Clow era alguien sumamente importante, cerca de su muerte, se dio cuenta de cuanto la apreciaba, hasta el punto de dar la vida por ella, él... de dio cuenta, lamentablemente demasiado tarde, que la amaba- el corazón de Mei Ye se aceleró- que a pesar de todo, se enamoró de Ting, Clow se enamoró de Ting... y su amor aun, aun perdura...- se separó de ella, pero solo para mirarla a los ojos, con la otra mano libre, tomó la cintura de ella y bajó la que sostenía la mejilla hasta la cintura también y la acercó a él. La tomaron por sorpresa, pero Ting amaba demasiado a Clow y se dejó llevar por esa sensación.
Eriol se acercó lentamente a ella, Mei Ye cerró sus ojos azules y sintiendo el calor y el aroma de él, los dos se unieron en un beso, el cual sus vidas pasadas no pudieron experimentar.
Continuará...
Nota de la autora: ¡Viva! ¡Hurra por Hibari! Por fin se pone a trabajar... la floja no se quería poner a escribir... mírala... allí ocupada solo en sus estudios... ténganle algo de compasión a la pobre, pasa por una etapa medio difícil... su vida ha dado un giro de ¡¡180°!! Enserio, es atroz... cambió mucho, está agitadísimo... por eso ha escrito poco... Hibari pide una GRAN disculpa, bueno... aparte que se debe también a que se desanima un poco porque no le llegan comentarios... a pesar de todo el esfuerzo y cariño, no llegan comentarios, como desearía que me llegaran más para actualizar. Y agradece muchisimo a Dark Angel que le dio un hermoso review que Hibari leyó con lágrimas en los ojos de emoción por aquel pequeño pero muy valioso review que la animó a escribir, Dark Angel, ya verás... como reaccionará Aino cuando se entere que es una Li... paciencia ^^ (como dijo Hirozu) y lo que ella sentía por Shaolong es algo especial, ella quería mucho al chico, se sentía de alguna manera unida a él, ella en el fondo está percibiendo el lazo de hermanos que tienen, pero como no sabe aquel detalle y creo que si no se lo dicen... jamás se le ocurriría pasarlo por la mente, de manera que ella confunde ese sentimiento con otro, como ya se percibe claramente en el fic ^^ espero que te haya aclarado la duda. Gracias a Moni por darme una empujadita a escribir otro capítulo de Cruces del Destino je... a esa chica ^^ le debo ¡¡Mucho!! Entre eso... un fic... (je... sin comentarios... =.=" ya voy Moni, ya voy con eso... corriendo... ¿Vale?) y un GRAN TE QUIERO MUCHO amiga mía. Saludos a Naiko tb que igual la quiero, espero que pronto tenga internet... U.U... la voy a extrañar, escuchabas mis preocupaciones, siempre aparecía en el mejor momento, gracias Naiko, al Ukyo un gran amigo y manito de Moni ^^... que ojalá te SUPER y a mi quieridísimo amor, beshos, te extraño... (tú sabes que te extraño a cada instante... en cada segundo...). Dudas, comentarios, flores... martillazos... ¡¡Tiempo!! Lo que más necesito, a mi mail: kawai_hibari@lanota.com o un review si ta en ff.net. Gracias... (¬¬Û... estoy casi segura que NADIE lee esto...). Nacesito llamar a VTR, mi internet en este preciso momento no quiere conectarse... grrrr... rueguen porque se arregle... aunque si llegan a leer esto, seguro que ya lo arreglaron jeje... (escrito el: 24.09.2003)... Vaya que salió esto largo, sorry ^^...
Avances: "Sentimientos"
Eriol y Mei Ye entablan una relación en secreto, Aino no recuerda nada, Akane pasa por un periodo de reflexión, mientras la familia Li recibe nuevamente la presencia de Shaoran, sin saber este que no vino a Japón solo...
