Cruces del destino
Capítulo 16: "Mis esperanzas, mis miedos, mi verdad"
Sakura estaba en su habitación, dejó escapar un suspiro mientras arropaba a Saayu en su cuna, acababa de dormirse.
-Dime Kero- susurró a este que estaba a su lado- ¿Qué haces aquí? Deberías estar en Hong Kong
-Sakura, no sé si te habrás dado cuenta- contestó Kero de manera seria y susurrando también, mientras flotaba hacia ha puerta seguida por Sakura, no querían despertar con su conversación a la pequeña Saayu.
-Te refieres a... ¿Los Hijos Prohibidos?- preguntó Sakura insegura.
-Y tengo un asunto importante aquí en Japón- confesó Kero directamente.
-¿Un asunto importante? ¿Y de que trata?- preguntó Sakura, Kero estaba actuando muy raro.
-Por ahora no puedo decirte- Kero la miró a los ojos- pero Sakurita, te prometo que todo irá bien.
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Un ser alado estaba de pie sobre un edificio mirando hacia la Torre de Tokyo, mientras a su alrededor se podía escuchar el bullicio de la ciudad.
-Siento el aire denso...- susurró.
-Es verdad- le contestó una bestia que se aceraba desde atrás.
-¿Para qué viniste?- preguntó con voz fría- Keroberos
-Yue, vine a dar mis apoyos- le habló la bestia dorada, sentándose, Yue no contestó pero dirigió su vista a Keroberos, entonces la bestia continuó- van a necesitarlo todo, el tiempo se acaba, ya el poder empezó a desequilibrarse dentro de Aino- Yue miró más a la bestia y emprendió el vuelo.
-Hay que avisarlo- y se alejó volando.
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El lugar estaba inundado de una densa oscuridad, solo se divisaban a lo lejos una tenue luz plateada que daba a conocer dos figuras. Una risa se escuchaba.
-Por fin, por fin todo esta comenzando- rió nuevamente la niña, de sus manos empezó a dormir una luz dorada y desde aquella luz brotaron varias mariposas pequeñas y doradas- ¡Vallan y esparzan sus polvos!- los liberó y estas atravesaron el espejo- no quiero que nadie profane aquel lugar sagrado.
-Escalena ¿Realmente crees que esta vez resulte?- le preguntó su único compañero.
De pronto esta se voltea despacio mirando a Hirozu, sereno, sentado y apoyado en el otro espejo, con sus ojos cerrados y la cabeza agachada.
-¿Por qué de pronto me parece tan extraño?- pensó Escalena, aun observándolo- ¿Desde cuando está conmigo? ¿Siempre?- Hirozu levantó la cabeza y la miró, ella se sacudió la cabeza- ¿Por qué preguntas eso? Claro que funcionará, en esta época los elegidos son más poderosos.
-Corrección, uno de ellos es más poderoso- se colocó de pie- el que tienes en tus manos es débil.
-Tú no sabes lo que realmente pienso hacer ¿Verdad?- Escalena lo miró con desafío.
-No, ella no te lo permitiría.
-Entonces sabes, pero yo haré que lo permita, son tercos, lo sabes- Escalena se volteó y pensó- ¿Quién es? ¿Por qué de pronto estas dudas me invaden?- cerró los ojos e intentó evitar pensar en ello, no tenían sentido esas palabras, no lo tenían- y usaré aquello para mi beneficio.
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Yue bajó de su vuelo y escondió sus alas tras encontrarse con una joven, atrás venía una bestia dorada.
-Yue...- ella lo miró preocupado, los dos asintieron y el guardián volvió a tomar su forma falsa al igual que Keroberos.
-¿Qué sucede Akane?- preguntó mientras los dos corrían.
-Fue tan derrepende, todo estaba comenzando, además ¿Sientes el aire denso y demasiado tranquilo?- preguntó Akane, los dos respondieron asintiendo con la cabeza- hay que ubicar a Mei Ye.
Ambos llegaron hasta una calle y llamaron a un Taxi, Kero se hizo pasar por un muñeco en las manos de Akane.
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Estaban dentro de la Torre de Tokyo, veían la ciudad completa.
-¿Por qué querías que nos reuniéramos aquí?- preguntó Meiling de pronto dejando de sonreír.
-Sólo quería que me acompañaras por última vez- le respondió el hombre que estaba a su lado.
-¿A qué te refieres con "por última vez"?¿ Quién eres?- preguntó Meiling de pronto.
-¿Ya te has dado cuenta verdad?- Kyu se acercó a ella mirándola a los ojos.
Meiling empezó a ponerse nerviosa, no sabía que clase de persona era Kyu, en esos momentos no sabía si lo conocía un poco o lo desconocía totalmente, su actitud había cambiado por completo, era como si fuera otra persona, se le estaba acercando de manera amenazante, no sabía cuales eran sus intensiones, se sentía como una pequeña liebre indefensa acechada por un lobo feroz.
-¿Qué quieres?- preguntó aparentando firmeza Meiling.
-Solo quiero libertad- se acercó más a ella. Meiling retrocedió un paso, pero él la agarró del brazo- Ayúdame... ayúdame...- él de pronto cerró sus ojos con fuerza- ayúdame...- susurró de nuevo.
-¿Qué... qué te sucede?- empezó a sentir el peso de él sobre ella.
-Ayúdame... ya no más, no más...- murmuró y se apoyó en Meiling que estaba sorprendida.
-Kyu... ¿Qué... que te sucede...?- preguntó.
-Solo espero que sepas perdonarme, realmente eres la única que ha tenido la amabilidad de sonreírme sinceramente- luego se marchó dejando a una Meiling totalmente confundida, entró al ascensor y presionó el botón para bajar, las puertas comenzaban a cerrarse, cuando alguien puso una mano sobre ellas y esta se volvió a abrir, el sujeto levantó su rostro para mirar de quien se trataba, pero no alcanzó a reaccionar cuando abrió los ojos y notó que una mujer lo estaba besando, cerró los ojos y correspondió el beso, los labios de ella eran cálidos, luego lentamente sintió como el beso terminaba y las puertas del ascensor se cerraban, cuando volvió a abrir sus ojos nadie estaba- Lo siento- murmuró.
Mientras que la joven estaba arrodillada y con la cabeza apoyada en las puertas del ascensor que se habían cerrado, no sabía por qué lloraba por un sujeto que apenas conoció hace muy poco, recordó los labios de él sobre los suyos estaban fríos, muy fríos ¿Por qué? ¿Por qué fríos? Lo único que sabía de él era que no era normal. Era lo único que conocía de él.
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Estaban conversando cuando fueron interrumpidos por el sonar de un teléfono móvil.
-Discúlpame Eriol- la joven de cabellos rojos recibió una sonrisa departe de él y contestó- ¿Aló? Mai Su... ¿Qué?- su tono de voz había cambiado drásticamente- No... espérame... voy para allá- y colgó.
-Malas noticias- murmuró Eriol.
-Aino fue llevada al hospital, está mal, según los doctores no saben qué tiene...
-Voy a la casa, tú ve con Aino- Eriol se despidió de Mei Ye y los dos partieron en direcciones distintas. Presintieron algo y aquello no era precisamente una señal buena.
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Con sus manos tocó suavemente la superficie del espejo, produciendo pequeñas olas en ella como si fuera líquida, allí se empezó a mostrar unas imágenes que fueron aclarándose poco a poco.
-Listo, está empezando- sus labios se curvaron y sus manos empezaron a hacer un pequeño movimiento- tan solo quiero que ocurra algo más y... esto comenzará.
Hirozu solo la miró de manera misteriosa.
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-¡Aahhhgg!- gritaba una joven que no dejaba de moverse en la cama, los doctores no podían sugetarla, el sedante que le habían aplicado no surtía efecto y no podían ponerle más o su vida correría peligro.
-Sugetenla con fuerza ¿Por qué los sedantes no la tranquilizan? ¡Cuidado!- de pronto la niña se levantó y empujó a dos enfermeras que cayeron al piso adolorida, ella misma se bajó de la cama y en el suelo empezó a agarrarse con fuerza el pecho.
-¡Basta! ¡Aaahhhgg! ¡Basta!- gritaba, todo el hospital estaba alborotado por el extraño caso, de pronto en el suelo empezaron a caer pequeñas manchas rojizas, la niña abrió sus ojos verdes y lo vio, empezó a asustarse y a desesperarse- ¡¡Nooo!!- se agarró la cabeza y los doctores nuevamente la sujetaron.
-Tómenla, traigan una camisa de fuerza.
-¡No ella no está loca!- el grito de una mujer se hizo presente en la puerta.
-Señora no puede pasar aquí.
-Es mi niña, sé como tranquilizarla- la mujer de cabellos rojos intentaba hacerse paso entre dos enfermeras que se lo impedían.
-Mamá...- murmuró la niña.
-Aino estoy aquí- luego se dirigió a las enfermeras- déjenme- y de un empujón se liberó de las dos y apartó a los doctores de allí y abrazó a Aino, en lo bajo murmuró unas palabras y la niña empezó a perder el conocimiento.
-¿Cómo lo hizo?- murmuró una enfermera.
-Al menos ya se tranquilizó- habló un doctor y vio como la mujer acariciaba la cabeza de su hija.
Mei Ye antes de retirarse vio a Aino recostada sobre la cama y las enfermeras empezaron a conectar varias máquinas a su cuerpo, los doctores empezaron a interrogarla, Mai Su y Kao Lei estaban afuera esperando, presentían algo, el estado de Aino estaba cambiando las cosas, era señal de que todo estaba apunto de comenzar.
Luego de que Mei Ye se liberó de las preguntas de los doctores, se dirigió a sus compañeros.
-Será mejor que regresen ya saben qué es lo que deben hacer desde ahora en adelante- Mei Ye se marchó hacia la habitación de Aino.
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Shaolong estaba entrenando simplemente y de pronto tuvo que soltar la espada y se arrodilló en el piso sintiendo un agudo dolor en el pecho y en la cabeza, empezó a toser y se dio cuenta que escupió algo de sangre.
-¿Qué sucede?- de pronto pensó en su hermana Aino.
El dolor era muy intenso, ya no podía soportar más.
-¡Aahg!- se quejó, unas imágenes empezaron a pasar rápidamente por su mente.
La Torre de Tokyo, 5 siluetas, una de ellas era una niña, perfectamente pudo identificar a dos mujeres y a dos hombres.
-¿Qué sucede?- se preguntó.
-Esta pequeña me dará lo que siempre quise, mi libertad y mi diversión... jajajajaja- una voz infantil empezó a reírse estruendosamente.
-Ve a la Torre de Tokyo, ve hacia allá encontrarás todas las respuestas a tus preguntas...- le susurró otra voz extraña.
-Ve a la Torre de Tokyo- murmuró, sus ojos estaban perdidos entre las sombras, tomó la espada, volvió a transformar en un amuleto, luego se marchó en silencio.
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Todos se levantaron ante la presencia de Eriol que traía una cara de que no había buenas noticias.
-¿Qué sucede Eriol?- preguntó Shaoran.
-¿Dónde está Shaolong?- preguntaba apresurado.
-¿Qué sucedió Amo Eriol?- preguntó preocupada Nakuru que sintió la presencia de este al entrar en la casa y bajó a ver.
-No hay tiempo ¿Dónde está Shaolong?- preguntó Eriol nuevamente.
-Está entrenando en el jardín- Sakura apareció con Saayu en las manos seguida por Tomoyo. Apenas dicho eso Eriol se marchó seguido por todos.
Al llegar al lugar no encontraron a nadie.
-No está- habló la reencarnación de Clow.
-Ahora que lo dices... no siento la presencia de mi hijo cerca- murmuró Shaoran.
-¿Dónde estará Shaolong?- se preguntó Sakura preocupada.
-Maldición- exclamó Eriol, todos miraron como apretaba los puños con fuerza- Aino ya no puede controlar su poder- Sakura y Shaoran se preocuparon.
-¡Hay que encontrar a Shaolong!- Sakura exclamó- Tomoyo hazte cargo de Saayu- le entregó a la niña y con Shaoran y Eriol se marcharon, esta no comprendía nada.
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-Ve a la Torre de Tokyo- la niña se desconectó de todas las máquinas y salió de la habitación en medio de un trance.
Mei Ye al entrar en la habitación no encontró a Aino, las enfermeras estaban allí preguntándose a donde iría la niña en ese estado de alteración.
-¡¿Dónde está?!- preguntó la mujer, las enfermeras no sabían- ¡Oh no!- Mei Ye salió corriendo.
Salió del hospital y miró hacia los dos lado de la calle, en ese momento ve a una niña vestida de ropas del hospital al otro lado de la calle, la luz justo cambió a verde así que decidió atravesar la calle pero la multitud de la gente que venía en sentido contrario al suyo impidió que avanzara más rápido y perdió de vista a Aino.
-Disculpe ¿No ha visto una niña pequeña con ropas del hospital?- preguntó Mei Ye a los que pasaban por allí, pero negaron con la cabeza, por alguna extraña razón no sentía la presencia de la niña.
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El niño caminaba con destino hacia una sola dirección, en medio de un trance, cuando se detuvo, sus ojos se cerraron y al abrirse vio a alguien que conocía.
-¡Aino!- al llamarla esta perdió las sombras de sus ojos y se volvieron a abrir- Aino- él se acercó a ella corriendo y la abrazó.
-Shaolong...- pronunció despacio asombrándose- ¿Qué haces aquí? ¿Qué hago aquí?
-No lo sé- él se separó de ella, miró hacia arriba- la Torre de Tokyo.
-¿Qué está pasando...? ¿Cómo fue que llegué hasta aquí si recuerdo que estaba en el hospital- tomó su bata.
-¿En el hospital? ¿Qué hacías allí?- preguntó preocupado Shaolong.
-Me dio un extraño ataque, lo he tenido últimamente muy seguido...- murmuró.
-Un dolor en el pecho, y en al cabeza, muy agudo ¿No?- preguntó con voz apagada Shaolong.
-¿Cómo lo sabes?- preguntó sorprendida.
-Lo he sentido un par de veces...- confesó.
-¿Por qué tu también?- preguntó la niña extrañada.
-Yo... nosotros... estamos unido por un fuerte lazo- no sabía como explicarle a Aino lo que estaba sucediendo, de pronto miró hacia su izquierda y se lanzó encima de Aino y los dos rodaron por el suelo, detrás de ellos, donde estaban antes de caer al piso, ocurrió una gran explosión.
-¡Aaahh!- gritó ella, cuando se levantó y miró sobre los hombros de Shaolong vio como el polvo se había levantado del suelo. El niño se levantó y sacó su amuleto, allí se concentró y la espada apareció y se puso delante de Aino para protegerla.
-¡Muéstrate!- le gritó. Pero solo recibió silencio, luego en medio del polvo empezó a aparecer una sombra, la silueta de un hombre, cuando ya el polvo se disipó un poco más pudieron verlo.
-¡Tío Kyu!- gritó Aino, y vio como este en sus manos traía una bola de energía de color púrpura- Qué... que pasa...
-¡Aino vete! ¡Este sujeto piensa matarnos!- exclamó Shaolong poniéndose a la defensiva. Esta sin dudarlo se levantó y empezó a correr, pero Kyu al ver esto lazó su bola de energía hacia la niña- ¡No!- gritó y fue a detenerlo, pero era mas fuerte que él, mantuvo firme la espada pero aun así la energía lo empujó lejos.
-¡Shaolong! ¡Shaolong!- gritó Aino y fue hacia él y lo tomó entre sus brazos- ¿Te encuentras bien?
-¡Te dije que te fueras!- le gritó y se puso de pie, aun tenía suficientes fuerzas.
-Pero... ¿Por qué intentas protegerme?- preguntó mirándolo de pie.
-¡Vete! ¡No quiero que te lastimen más!
-¡¿Por qué me proteges?!- le gritó Aino.
-¡Niña terca! ¡Porque no puedo dejar que hagan sufrir a mi hermana más de lo que sufre!- gritó Shaolong perdiendo la paciencia, Aino quedó estática, no creía que había oído bien- Ahora vete por favor- Kyu estaba caminando ahora hacia ese lugar- ¡Vete!- pero Aino aun no se movía, en su interior las cosas se estaban mezclando, confusión, resentimiento, todo se estaba alborotando, sus ojos empezaron a empañarse.
-Así que ya sabes que ella es tu querida hermanita...- rió Kyu- y como hermanos gemelos que son, morirán juntos esta noche tal como nacieron juntos- Kyu con las dos manos empezó a formar una esfera transparente y la lanzó contra ellos.
Shaolong empujó a Aino y la bola impactó contra su cuerpo, cuando abrió los ojos se encontró en el interior de la bola y en un acto reflejo blandió su espada, pero esta no le hizo daño, sus gritos tampoco se oían y se volteó para mirar a Kyu que se había detenido y vio como las manos de él hizo un movimiento y dentro de la bola transparente una descarga eléctrica lastimó a Shaolong.
Aino vio como este gritaba pero el sonido no se oía. Se levantó y tocó la bola transparente y la descarga se transmitió hacia ella también.
-¡Ahg!- dio un quejido, de pronto de sus manos empezaron a emerger un aura oscura que destruyó la bola y cayó al piso rendida.
-¡Cómo te atreves a usar el poder de caos encerrado en tu interior!- le grito Kyu, Shaolong estaba inconsciente en el piso, Aino estaba a un par de metros rendida, era demasiado difícil controlarlo y la explosión la había lastimado, sus ojos miraban al cielo que empezaba a atardecer... aun no tenía nada claro, tenía muchas sensaciones reunidas en su interior, cuando empezó a cerrar los ojos, sintió como alguien la tomó.
-Akane- susurró antes de perder el conocimiento.
-Todo estará bien pequeña- y ella se marchó corriendo.
Keroberos subió a su lomo el inconsciente Li y tomó con sus dientes la espada en el piso, Yue lanzaba sus cristales contra Kyu.
-¡Vámonos!- gritó la bestia y corrió hacia Akane, esta al verla a su lado subió también a Aino, Keroberos alzó su vuelo.
-¡Nos vemos después!- le gritó esta, e invocó su arma:
¡Oh pendiente! Heredada de las manos de la Vidente Ting
¡Concédeme tu justicia!
¡Muéstrate!
Tomó el arco y lanzó una flecha dorada, pero Kyu la esquivó.
-No será tan fácil- en ese momento una flecha plateada también se dirigía a él, al hacer el intento de esquivarla perdió de vista a sus oponentes que intentaron escapar- Rayos, esto no termina así.
-¡Kyu!- un grito conocido para él- ¿Qué sucedió? ¿Estás bien?- le preguntó la pelirroja. Este la miró con furia y le dio una bofetada dejándola sorprendida.
-¿Estas del lado de ellos o del lado nuestro?- preguntó con una voz fría y los ojos clavados en los de ella- ¡Responde! Reencarnación de Ting- Mei Ye abrió los ojos de sorpresa, no podía creer que Kyu lo supiera- ¿Crees que no lo sabía? ¡Te vi con la otra mujer esa que acaba de escapar! Cuando estaban en aquella cafetería.
-Ja... y tu ¿Te la creíste?- Kyu la miró con más seriedad, en eso Mei Ye cambió su mirada a la de una fría y cruel- Para engañar el enemigo también tienes que engañar tu amigo, o si no, no sirve...- sus labios se curvaron en una sonrisa- en esta vida... no se puede confiar en nadie.
Continuará...
Notas de la Autora: ¡Voy tarde! T.T Me demoré... ¡El capitulo se llenó de pequeñas escenas! .... los tenía a todos demasiados separados... sorry ¡¡Guatié demasiado en este capítulo!! Y está cortísima... T.T... tampoco dice muchas cosas... (Hibari pide muchas disculpas) Prometo que el otro será mejor xD... Esto pronto, pronto esta llegando a su fin... pero les tengo noticias, cuando esto acabe publicaré otro fic (Ya lo ha leido Moni, Naiko y Pam, me dijieron que estaba buena) xD... ya he empezado a escribirla... voy a ser un poco cruel con respecto a Shaoran ^^Û... comentarios, un review, o a mi mail: kawai_hibari@lanota.com Si quieren enterarse de más noticias acerca de mis fics... denle un click a mi nick y vean mi Bio... Definitivamente este capítulo NO me convence xD... (Ya sé me contenarán a muerte... T.T...)
Avances: "Mi sangre, Hijos Prohibidos"
Ya prácticamente todo se ha revelado, Keroberos en su vuelo con los niños sobre él, divisa a Sakura, Shaoran y Eriol, bajan se reúnen y no esperaban que en aquel instante los atacarían y se llevan nuevamente a Shaolong y a Aino aun inconscientes, la oscuridad empieza a cubrir el cielo y todo empezará a manifestarse... Mai Su descubre junto a Kyu lo que realmente son...
