Cruces del destino

Epílogo: "Cuando todos Volvemos"

Los pájaros piaban en aquella mañana asoleada, en medio de un extenso jardín muy bien cuidado, de pronto todo aquel armonioso canto es interrumpido por una repentina explosión y una columna de humo se alzó al cielo asustando a los pájaros que se echaron a volar precipitadamente.

-¡¿Qué pasó?! ¡Eriol! ¡Eriol!- gritaba una mujer mientras corría con preocupación hacia la zona de los hechos. Entre el espeso polvo y algunos escombros que habían volado hacia todas direcciones a causa de la explosión, oyó ruidos y lejanas toses.

-No pasó anda... Mei Ye- se detuvo a toser un poco- no te preocupes, solo... explotó algo por accidente- la mujer, guiada por aquella voz masculina se acercó al hombre por la espalda luego de divisar su alta silueta en medio del polvo y con sus brazos le rodeó la cintura mientras apoyaba con delicadeza su cabeza en la espalda de este.

-Ten un poco más de cuidado ¿De acuerdo?- suspiró la mujer y luego sonrió.

-No sabes cuanto te quiero- murmuró el mago de cabellos oscuros y mirada misteriosa como respuesta. Mei Ye sonrió ante aquellas palabras- será mejor que la busquemos...- murmuró cambiando de tema y agitó un poco los brazos de un lado a otro para apartar un poco el polvo- creo que ha perdido el conocimiento, nada grave- agregó las últimas dos palabras ante la mirada de preocupación que expresó repentinamente la mujer de cabellera rojiza. No muy lejos ambos oyeron una tos.

-Estoy bien ¡Aaay!- luego del grito oyeron algo caer pesadamente no muy lejos de la voz. Luego de unos instantes entre el humo vieron un par de ojos de color esmeraldas pestañear un par de veces. Ambos sonrieron.

Han pasado tres años desde el ataque de Escalena en este mundo, ese triste y cruel suceso que nos marcó a todos los que estuvimos involucrados en ella de alguna manera, muchos de nosotros volvimos a la vida normal y cotidiana de siempre, ahora mismo Mei Ye y Hiraguizawa viven en Londres.

-Continuaremos más tarde, habrá que limpiar esto- comentó Eriol limpiándose los anteojos con un pañuelo que extrajo del bolsillo de su pantalón, mientras observaba el desastre ya más visible, el polvo ya se había despejado. Una pequeña de cabellos castaños oscuros sujetados en una coleta reía nerviosa. El mago se colocó los anteojos acomodándolos bien e hizo aparecer su báculo mágico con un sol dorado en el extremo superior de este, con un pequeño brillo restauró todo lo que en instantes antes había quedado completamente destruido, por un mero accidente- El almuerzo ya está listo...

-¡Amo Eriol! La comida está lista- la forma falsa del guardián de la luna con alas de mariposas los saludaba en la entrada de la puerta posterior de la mansión que daba a la cocina junto a una pequeña criatura negra sobre su hombro izquierdo.

La pequeña miró con algo de perplejidad al mago, este solo le respondió con una sonrisa relajada.

-¿Aún no te acostumbras?- la mujer posó una de sus manos sobre el hombro de la pequeña y le sonrió, luego ambas entraron a la mansión siguiendo a Eriol que iba un poco más adelante, la pequeña aún no se acostumbraba a que Eriol pudiera saber de antemano ciertas cosas.

-Mañana llegará tu pasaje- Eriol probaba un fino vino tinto antes de probar la comida.

-¡¿Enserio?!- exclamó la pequeña levantándose precipitadamente de la mesa antes de acomodarse completamente en ella para servirse. Oyó a la mujer carraspear un poco con los ojos cerrados frente a ella- lo siento- y volvió a sentarse algo avergonzada por su comportamiento repentino. Pero en su interior le invadía una emoción que no sabía como controlar, los volvería a ver, lo volvería a ver después de todo este tiempo, para definitivamente quedarse. La reencarnación de Clow y Ting sonrieron.

*************

-¿Re... almente... me quieres?- preguntó con la mirada inundada de un brillo titilante e impregnado de emoción la joven siendo abrazada por un hombre alto, con anteojos y cabellos grises.

-Sí y él...- ella sabía a quién se refería- también te quiere- ella se sonrojó y se acercó más a él y él la rodeó con el brazo y le dio un sutil beso en al frente. El cielo estaba anaranjado, el clima cálido, pronto iba a anochecer- volvamos a casa- sugirió con calma.

-Yukito...- murmuró ella mirándolo a los ojos.

-Dime, Akane- le sonrió con aquella amabilidad que siempre lo había caracterizado.

-Gracias por el paseo, ya estoy menos nerviosa- él sonrió- nunca pensé que hacer los preparativos para nuestra boda- al mencionar las últimas dos palabras el corazón le saltó de emoción- fuera tan estresante, Sakura quiere algo especial...- luego sonrió, él le siguió y ambos volvieron a reanudar el paso tomados de las manos hacia la mansión Li.

Ninguno de los dos hablaba en ese instante, pero no se sentían incómodos, en los tres años de relación aprendieron a entenderse mutuamente sin la necesidad de palabras, sabían cuando el otro necesitaba hablar, ambos se querían y habían decidido casarse meses antes. Los faroles de las calles empezaron a encenderse, la gente seguía paseando en las calles, como siempre, autos y bicicletas también, así era Hong Kong.

Lentamente llegaron a la mansión de los Li.

-Buenas noches joven Tsukishiro y jovencita Akane- ambos saludaron al portero y cruzaron el jardín delantero.

Llegaron a la puerta doble de la mansión, subiendo antes por una escalera y caminar luego a través del pórtico. Un mayordomo los recibió.

-Akane, Akane, Yukito, que bueno que ya llegaron acabo de recibir una llamada telefónica, dijeron que mañana a las once y media de la mañana podrías ir a ver y probarte tu vestido de novia, me enviaron una foto ¡Es precioso!- Sakura agarró la muñeca de Akane y se la llevó del vestíbulo de la mansión para que viera la foto, sin antes olvidar disculparse con Yukito por llevarse así a su futura esposa.

La mansión Li estaba ocupada haciendo los preparativos para la boda de Yukito y Akane, sólo quedaban 4 días más.

La mayoría de la gente estaba bastante emocionados, todos los que conocían la historia entre ellos dos apreciaban demasiado aquella relación y la admiraban, aquella pareja era demasiado especial, en tiempos antiguos siendo Akane la reencarnación de Ting odiaba y aborrecía profundamente a Yue por haberse atrevido a alejarla de Clow y Yue sentía total desconfianza hacia ella por tenerle, él mismo, un inmenso cariño hacia su amo. Ambos compartían el mismo cariño hacia una misma persona por lo tanto ambos se detestaban. Pero en esta nueva vida han comprendido que aquello quedó en el pasado y en el pasado debía de quedar. Se dieron cuenta de que podían quererse y llegar a enamorarse, por una parte era difícil que Yue y Yukito llegasen a querer a una misma persona pero de alguna manera Akane consiguió aquello, consiguió que ambos la aceptaran y que ambos se enamoraran de ella con personalidades totalmente diferentes, siendo en el fondo un solo ser, más que dos.

*************

Pasó un año después del ataque ocurrido en Japón, cuando todo se calmó casi por completo, Tomoyo convenció a Touya para que se amigara con su madre, que por lo menos tuvieran una pequeña tregua, pues ella ya había dejado aquel resentimiento que le tenía a su madre desde hacía muchísimo tiempo atrás, sabía que ambos nunca se llevaron demasiado bien, pero como había recordado, su madre, la última vez que se habían visto en aquel lujoso restaurante en Hong Kong, le pidió que alguna vez se comunicara con ella para conocer a su nieta, su única nieta.

Luego de que Tomoyo se comunicara con su madre y entre Touya y Sonomi hubiera un periodo de calma, Amanda conoció por primera vez a su abuela y esta a su nieta, ambas de alguna manera se llevaron bien en el primer instante en que se vieron, Sonomi como abuela no lo parecía demasiado, aun se veía en ella una mujer elegante y de una excelente apariencia física.

Amanda recibió muchos mimos de ella, a Sonomi le recordó a su pequeña Tomoyo cuando era más pequeña, su hija había madurado demasiado pronto, y aunque Amanda poseía la característica astucia de Tomoyo seguía siendo muy infantil. Recibió regalos y cariños por parte de su abuela.

Como la envidio por tener una familia así, pero ya no puedo sentirlo más, ese sentimiento de envidia que sentía por todos los de mí alrededor se desvaneció en cuanto conocí mi verdadera realidad.

-Gracias Tomoyo... por traerla- Sonomi se despidió de su hija con un fuerte abrazo, sentían que lo necesitaban. Ambas dejaron sus resistencias a un lado y derramaron pequeñas lágrimas silenciosas mientras Touya y Amanda las miraban desde lejos con una sonrisa.

-Mamá... mamá... la traeré todas las veces que quieras...

La envidia que solía sentir desapareció por completo de mi ser, me es difícil volver a sentirla con lo llena que ya me siento, un gran cariño, un gran amor me han entregado y nada podrá cambiármelo ahora, nada...

*************

-Pasajeros del vuelo 512 con destino a Hong Kong, favor de registrarse por la puerta número trece por favor- una voz femenina se escuchaba por todo el aeropuerto- pasajeros del vuelo 512 con destino a Hong Kong, favor de registrarse por la puerta número trece por favor.

-Adiós... Eriol, Mei Ye

-Cuando llegues, espera, ellos te irán a buscar- la mujer de cabellera rojiza se agachó para quedar a la altura de la niña y le apartó unos mechones de cabellos de su carita algo triste por tener que despedirse de ella, la pequeña se lanzó a los brazos de la mujer que había sido una grandiosa madre para ella, ahora tendrían que separarse para seguir una nueva etapa de su arduo entrenamiento.

-Te extrañaré mucho- cerró sus ojos esmeraldas mientras abrazaba con fuerza el cuello de la mujer y derramaba unas cuantas lágrimas, luego se separó de ella y la mujer le entregó un pañuelo para que se secara, luego de haberlo hecho se despidió de Eriol con una amable sonrisa, este le respondió igual, pero con un cierto aire de misterio, como siempre.

-Nos volveremos a ver- y el hombre de gafas tomó a la mujer de cabellera rojiza de la mano para despedirse de la pequeña que partiría a otro país- y sabremos cuanto has mejorado, será un momento grandioso, tú sabes que tienes un gran poder- la niña asintió- Adiós...

Me dirigía a Hong Kong, donde realmente pertenecía, donde al fin encontré un lugar para mí, el lugar al que siempre debí pertenecer, en donde encontré a mi verdadera familia después de tanto tiempo.

Ahora que lo pienso, nunca comprendí completamente por que aún estoy aquí, si hace tres años yo...

***Flashback***

-¡Ahhgr!- ya no podía aguantar- No puedo más... no... puedo...

-Resiste, no te dejes vencer... Aino, eres fuerte, vamos- pude notar que Shaolong sentía un gran dolor al igual que yo por su expresión. De pronto vi como cayó al piso, allí se agarró el pecho, a su lado poco segundos después caí yo, las cadenas se soltaban. Él se agarró del pecho y empezó a toser, de su boca escupió sangre, pero esta vez no lo parecía demasiado, era algo más bien negro.

-Lo siento Hermano...- era la primera vez que lo llamaba así- no... puedo más...- realmente no podía aguantar más este sufrimiento, no podía, no podía, dejé de hacer fuerzas, miré a Shaolong a los ojos, sentía mis ojos llenos de lágrimas que se derramaban incontrolablemente, no tenía otra manera de expresar mi dolor, mi angustia, mi sufrimientos, tenía el cabello revuelto en el rostro y sentí una extraña fuerza que me levantaba y me colocaba de pie, mis brazos dejaron de hacer fuerzas y estas cayeron sin esfuerzo a cada lado de mi cuerpo, cerré los ojos derramando más lágrimas, no soportaba el dolor, no supe más de mi alrededor, el sufrimiento me desorientaba, quería morirme pronto para dejar de sentirla, no sé porqué, quería terminar pronto todo esto...

-Aino... resiste- escuché el susurro de mi hermano ya muy lejos, en ese momento el dolor fue tan intenso que no aguanté más y grité con todas mis fuerzas y luego todo oscureció, momentos después un intenso dolor atravesó mi pecho.

-Señorita ¿Desea algo?- una Azafata pasaba con un carrito de bebidas por el pasillo, la niña negó con la cabeza y siguió sumida en sus pensamientos.

-¿Qué hacen aquí... niños? ¿Y sus padres?- pero no les contestamos, aquel guardia había entrado por la puerta después de que tuve mayor noción de donde estaba, un chico estaba a mi lado, sentía como su mano tomaba la mía, estaba frío... pero aún así sentía su calidez. No recuerdo más, solo que corrimos con todas nuestras fuerzas y nos subimos al ascensor. Luego recuerdo que nos refugiamos en un edificio en construcción, aún no amanecía, no había mucha gente en la calle.

El miedo me invadía, pero en los brazos de él me sentía protegida. No estaba segura de por que estaba aquí, de quienes éramos exactamente, solo sabía que él me protegería nada más, no sé si no podía o no quería recordar nuestros orígenes... le tenía un extraño terror a este mundo, no sabía quien era, qué me había pasado, me sentía completamente perdida en este gran vacío, quizás él estaba en las mismas circunstancias, pues su rostro también expresaba inseguridad, miraba constantemente cualquier pequeño movimiento de nuestro alrededor dando un pequeño salto, me abrazaba con fuerza, sentí como él temblaba, yo también lo hacía.

-¿Dónde estamos?- me atreví a gemir- ¿Por qué siento terror con solo intentar pensar en mi origen? ¿En mi pasado... saber qué me pasó?- comencé a llorar.

-Te protegeré no temas yo... te protegeré siempre, no temas, no llores- me abrazó con más fuerza, sentí confianza y protección de él a pesar de que su voz temblaba más que la mía.

***Fin del Flashback***

************

La habitación estaba oscura, la mujer estaba inquieta, se movía de un lado a otro lado sobre la cama de dos plazas revolviendo las sábanas de ella, parecía tener pesadillas, horas antes había ocurrido aquello que destruyó a casi todos, la pérdida de dos vidas demasiadas inocentes, dos vidas que eran demasiadas preciadas para aquella familia.

-¡Aino!- abrió los ojos de golpe después del grito, respiraba agitada, se levantó deprisa de la cama, su cabellera rojiza permanecía revuelto, de pronto algo llamó su atención, dirigió su vista a su mesita de luz que estaba a un lado de aquella cama, pequeños rayos de luces empezaron a reunirse en un punto específico hasta que se formó una pequeña bola de luz rojiza y de ella brotó el pendiente que solía llevar, heredada de Ting, abrió los ojos de la sorpresa- se supone que... desaparecería después de eliminar a los Hijos Prohibidos...- de pronto se dio cuenta de algo, un rayo de luz atravesó su mente y sus ojos se abrieron más de lo normal, se levantó de la cama, tomó su bata- entonces Akane...- se colocó la bata y se dirigió a la puerta, al abrirla se encontró cara a cara con Akane que parecía un poco agitada y la miraba con emoción y los ojos algo hinchados y humedecidos, aún era de madrugada, había estado a punto de tocar la puerta.

-Aino y Shaolong... ellos... están...- ambas demostraron un brillo de esperanza en los ojos, ambas asintieron y fueron en dirección hacia la biblioteca.

Al abrir la puerta Kerberos se colocó frente a ellas impidiéndoles el paso, desconfiaba de Mei Ye.

-Kero...- lo llamó Akane- ¡Aún hay esperanzas!- el guardián del sol no comprendió del todo- ¡¿Sabes lo que esto significa?!- ambas mostraron sus collares, Kerberos aún no entendía.

-Akane y yo necesitamos confirmar algo con el libro de Ting, es el único lugar en el que podemos encontrar la respuesta- Mei Ye estaba impaciente.

-¡Kero!- exclamó Akane molestándose por la desconfianza que les tenía el guardián dorado de las cartas Sakura.

-Akane, Mei Ye, Kero- era la voz de Sakura que estaba detrás de las dos chicas que intentaban entrar y Kero no se los permitía- Kero, obedece, el libro- el guardián dejó escapar un bufido de desaprobación y a regañadientes fue a buscar el libro, no podía desobedecer una orden de su ama y también volvió a su forma falsa luego de que Sakura lo mirara bastante serio.

Las tres chicas se ubicaron en una mesa despejada, Mei Ye tomó el libro hojeando cada página y viendo con detalle cada tapa negra del libro.

-Debe de estar en algún lado- murmuraba la mujer de profundos ojos azules como el mar.

-¿Qué es exactamente lo que buscamos?- preguntó Sakura, tenía sus ojos rojos de tanto llorar e hinchados, además hasta ahora no había podido dormir a pesar de tener cansados los ojos.

-Una nota de Ting, su presencia se activó cuando todo terminó...- explicó vagamente Akane, pero no alcanzó a terminar la frase entera cuando Mei Ye la interrumpió.

-¡Ya la encontré!- exclamó, con el filo de su collar abrió el forro negro de la tapa posterior del libro y de su interior extrajo un sobre púrpura con dos tulipanes rosas en la parte posterior, superior, derecha del sobre- la última nota de Ting- murmuró Mei Ye observándola con detenimiento- está dirigida a sus reencarnaciones- miró a Akane después de abrir el sobre y extender la fina hoja conservada por varias generaciones.

-¡Léela! ¡¿Qué dice?!- el corazón de Sakura latía deprisa, una extraña esperanza y emoción la invadía, sus instintos de madre le decía que en esa carta estaba todo lo que hubiera dado por que sus hijos no estuvieran muertos. Mei Ye la abrió deprisa algo temblorosa:

Queridas Reencarnaciones:

Sé que ha sido extremadamente duro haber tenido que sacrificar la inocente vida de dos niños para salvar todo lo existente y recuperar aquel equilibrio de la vida, sé que también ha sido un golpe demasiado duro para la madre de estos- Sakura ahogó un gemido, pero Mei Ye continuó leyendo- sé que no fue fácil para todos ustedes, lo siento mucho, sinceramente...

En el último instante, con mis últimos esfuerzos efectué un complejo y antiguo hechizo, sellé un "instante" y el "tiempo", desterré a la "muerte" y llamé al "regreso", con estas palabras sello mi hechizo, pero requiere de un... sacrificio...- las tres chicas y Kero se miraron entre sí preocupadas ¿Qué clase de sacrificio era?- Todo a su tiempo...

Ting

-¿Qué clase de sacrificio? No comprendo todo lo que escribió ¡No dice nada!- Sakura le arrebató el sobre a Mei Ye de las manos y la volteó para ver si había más escritura por detrás, pero no había nada. La firma de Ting parecía haberse escrito con un gran esfuerzo, como si en aquel instante no pudiera más, como si su tiempo estuviera a punto de terminar.

De pronto de uno de los bolsillos de la ropa de Sakura escaparon dos luces rosadas que salieron disparadas hacia la puerta cerrada de la biblioteca y desaparecieron luego de atravesarla.

-¡Las cartas!- exclamó Sakura. Mei Ye tomó la carta que Sakura dejó en a mesa y junto a Akane volvieron a leerla, pero aún así no le encontraron más sentido del que Ting se disculpaba y se lamentaba de la pérdida y el misterioso hechizo que no entendían en qué consistía.

-Sakura, revisa la baraja de cartas, ve cual te falta- sugirió Kero flotando a su lado. Sakura obedeció, sacó la baraja de cartas rosadas y las revisó rápidamente.

-Tiempo y Regreso- levantó la vista de las cartas y miró la puerta por donde las cartas habían desaparecido, lentamente dio un paso y luego siguió otro paso.

-Sakura- susurró Akane.

-Buscaré a Shaoran- fue lo último que dijo antes de desaparecer tras la puerta de la biblioteca, Kero se quedó con ambas reencarnaciones de Ting, que no entendían.

************

Dos luces rosas llegaron a la Torre de Tokyo, aún no amanecía, tal como estaba horas antes, los cuerpos de los niños aun estaban tirados en el piso, cuando las armas de Ting atravesaron sus cuerpos estos se desvanecieron como los Cristales del Caos, pero como ya las armas volvieron a su estado normal, los cuerpos volvieron, ya no se encuentran sellados, solo en espera, detenidos en el tiempo.

Ambas luces tomaron formas y aparecieron dos cartas de color rosas estas empezaron a girar rápidamente y de ellas apareció la figura de dos seres mágicos, el primero estaba encapuchado, era de color dorado, bastante anciano, representando al Tiempo, en sus manos tenía un reloj de arena que misteriosamente estaba detenido, ningún grano de arena caía al otro lado, la segunda figura también era un ser encapuchado, similar al primero pero este era más joven, y en sus manos traía un reloj azul con punteros ondulados que misteriosamente empezó a andar hacia atrás.

Lentamente el reloj de arena del primer encapuchado empezó a fluir, después de unos instantes ambos volvieron a ser cartas y desaparecieron. Segundos después ambos niños empezaron a moverse... y cuando despertaron por completo, encontrándose totalmente desorientados, un guardia abrió la puerta encontrándose con ellos.

Nadie puede volver a la vida después de la muerte, nos explicó Eriol, ni la magia más poderosa del mundo puede, es parte del equilibrio natural, no se debe romper esa armonía.

Lo que probablemente hizo Ting, siendo una poderosa hechicera, fue impregnar alguna clase de magia muy poderosa que pudiera confundir hasta los Cristales del Caos, hasta tal punto de hacerlos creer que los Hijos Prohibidos estaban muertos... por ahora solo creemos que lo que pasó fue que al atravesarnos con el último recurso fue detenernos el tiempo, enviarnos a otro universo alterno, o a otro mundo, un mundo vacío sin espacio ni tiempo, una especie de olvido aparentando nuestra muerte. Lo que la carta Regreso hizo fue transportarse al pasado y Tiempo hacer fluir el tiempo para regresarnos, algo difícil de entender y explicar, pero que tiene lógica. Quizás esa hipótesis... incluso esté equivocada.

Sakura salió a buscarnos junto a Shaoran, nos hallaron gracias al tablero mágico. Nos sentíamos tan vacíos, tan perdidos, solo nos llenaba la incertidumbre y el temor, el miedo a recordar lo que nos pasó... de que no deberíamos estar en este mundo, del sufrimiento que sentimos, del dolor por el que pasamos de enterarnos que nadie hizo nada por ayudarnos, tan solo... observaron. Vimos a aquella gente acercarse a nosotros.

-Shaolong... Aino...- Sakura no podía creer que ante sus ojos estaban sus hijos y vivos.

Sentí terror de que pudieran hacernos algo malo, me aferré al joven que estaba a mi lado, él me abrazaba más que nunca, prometiendo protegerme, se colocó delante de mí, pero cuando sentí los brazos de aquella mujer sobre nosotros, experimenté una reconfortante sensación, no más miedo, solo una cálida protección, no mas frío, no más vacío, no más incertidumbre, a pesar de los llantos de aquella mujer, poco a poco empecé a recordarlo todo, la confianza y la ternura que irradiaba aquella mujer... era... era mi verdadera madre, el niño que siempre me protegió era mi hermano... ¿Qué me estaba pasando? ¿Acaso esto no era lo que siempre quise tener? Sentí también a mi... padre... a nuestro lado, sonreía, sonreía... y una inmensa tranquilidad me inundó, ya no recuerdo nada, creo que el cansancio me venció.

*************

Una joven impaciente esperaba en medio de la multitud de gente con su equipaje en las manos, la gente paseaba de un lado a otro, varios llevaban niños y otros gran cantidad de equipajes y otros muy poco, había gente vestida muy formalmente con una maleta negra de cuero entre sus manos.

Alrededor se podía observar también pequeñas cafeterías donde incluso podías tomarte una rica malteada mientras lees algo o escuchas música, también se observaba a las azafatas caminar en pequeños grupos de un lado a otro haciendo cambios de turnos o simplemente para quedarse en el lugar por un periodo de tiempo y así descansar de sus agotadores viajes.

Con sus ojos esmeraldas vio el enorme reloj que había en el aeropuerto, apenas las 6.30 de la mañana, bostezó. No muy lejos de pronto divisó entre la gente a un conocido, cabellos castaños y sus ojos negros buscaban a alguien, la vista de aquella persona pasó varias veces sobre ella, pero al parecer este no la había reconocido.

-¡Kao Lei! ¡Hey! ¡Aquí!- le gritó al caballero, este se volteó ante su llamada. La chica agitó sus manos para que la viera y él fue hacia ella.

Kao Lei perdió la memoria después de haber sido lanzado contra aquella viga en la Torre de Tokyo hace tres años en medio de la pelea, los doctores no saben cuando recuperará la memoria, pero al parecer en estos tres años no ha hecho el mínimo esfuerzo por hacerlo, se sentía demasiado a gusto con su vida actual, el Clan Li lo contrató luego de enterarse de aquello, como una especie de guarda espaldas precisamente para la joven Li, ya que poseía grandes poderes mágicos que no se debían dejar de lado.

-Señorita Li- exclamó contento- casi no la reconozco, ha crecido mucho, se ha puesto más bonita- la pequeña se sonrojó- vamos, su padre me ha dicho que la lleve directo a su nueva escuela.

-¡¿Qué?! ¡¿Ahora?!- el hombre asintió como respuesta. No podía desobedecer a su padre, así que no tuvo más remedio que acatar las órdenes sin entender muy bien las razones, de todos modos no era bueno rebelarse contra el jefe de un importantísimo Clan, siendo a la vez su padre ¡Vaya si que a veces estaba en gran desventaja sólo por ser de sangre Li!

En el espacioso auto se cambió el uniforme de su nueva escuela. Consistía en una falda negra, una blusa y una corbata negra con la insignia de la escuela, estaba muy consciente de que su chino estaba algo atrasado, después de estar dos años fuera del país era normal, aunque ahora su inglés era prácticamente perfecto.

-¡Ah! No sé como me vaya en la escuela...- se sintió algo nerviosa. Luego de unos minutos el auto se detuvo.

-Señorita Li, aquí está su mochila, tiene todo lo necesario para que no le haga falta nada en su primer día- Kao Lei se volteó y le pasó el bolso- y no se preocupe señorita Li, ya verá que le irá muy bien, usted es muy inteligente y aprenderá rápido.

-Gracias- se bajó del auto, se habían estacionado a una calle de la escuela y la chica se marchó caminando- ¡Adiós!

-¡Vendré a buscarla en la tarde junto a su hermano!- le gritó Kao Lei. El corazón se le estrujó de pronto al escuchar la palabra hermano, hacía mucho que no lo veía, no se comunicaban tampoco, ya que ambos estaban en entrenamiento especial ¿Cómo estará? O... ¿Cuánto habrá cambiado?

-Hermano...- murmuró antes de que oyera la campana de la escuela y decidió apurar el paso.

*************

Un chico de cabellos castaños oscuros caminaba lentamente la subida, varios alumnos de la misma escuela caminaban por esa misma calle también, ese día había decidido irse a pie.

-Papá mencionó algo sobre Aino... pero no dijo cuándo- caminaba mirando al piso pensativamente- ya prácticamente debe de haber terminado sus entrenamientos ¿Cómo estará? ¿Cuánto habrá crecido?

Seguía caminando con la mirada agachada, oyó la campana de la escuela pero no le importó, seguía perdido en sus pensamientos mientras dejaba escapar unos cuantos suspiros.

-Hermano...- le pareció oír una voz conocida, aunque tan solo fue un murmullo, lo había oído, su corazón dio un repentino salto.

-Esa voz...- lentamente levantó la vista y al frente suyo, a unos pocos metros estaba una joven de pie, cabellos castaños, ojos verdes esmeraldas, con el cabello un poco más corto que la última vez que la vio hace dos años, allí estaba ella mirándolo a él también. Una oleada de sensaciones se le vino encima, hacía dos años que no la veía, que no la escuchaba, que no le hablaba, no sabía si su corazón en cualquier momento reventaría de tanto salto, una enorme emoción lo embriagaba y la felicidad que sentía se estaba desbordando, su hermana estaba delante de él a tan solo unos pocos metros, no supo como moverse, si debía decirle un "Hola" o darle enseguida un abrazo...

-Hermano...- escuchó nuevamente aquella palabra de los labios de ella, parecía tembloroso, tenía los ojos abiertos y empezaban lentamente a brillarle más de lo normal.

-¡Aino! ¡Eres tú Aino!- gritó el chico sin importarle que lo oyera el mundo entero y corrió hacia ella. La abrazó y antes de que ella pudiera reaccionar ya estaba llorando de emoción, su hermano estaba más alto que ella, pero aun se notaba perfectamente que eran gemelos- Eres tú... eres tú Aino...

-Hermano- Aino sonrió- te extrañé mucho, mucho.- era inevitable no sonreír, no sabía como expresar de otra manera su alegría de volverlo a ver, escucharlo y abrazarlo, sentir su protección.

-Yo también- Shaolong siempre había sido más expresivo que Aino- ¡Demasiado!- exclamó, ambos se separaron y se sonrieron más, varios alumnos los miraban algo confusos- Ignóralos.

-Oh...- solo alcanzó a contestar, pero luego sonrió.

-Papá mencionó algo, pero nunca me dijo que sería hoy, creo que quería darme una sorpresa- Aino solo respondió con una sonrisa nuevamente, tampoco sabía por que su padre había hecho aquello- Puedo sentir tu nivel de magia...- le susurró Shaolong. Aino asintió- ¡Eso es bueno!

-Será mejor que entremos, hace unos minutos que ya tocaron la campana...

-Sí, es verdad, vamos- los dos no podían creer que desde ese día volverían a estar juntos como siempre debió de ser.

Ahora vivo con mi verdadera familia, me siento enormemente dichosa, mi hermana pequeña Saayu es una adoración, es muy bonita y tierna, tiene la misma mirada marrón de mi padre cuando se enoja, mi madre es muy cariñosa conmigo.

La primera vez que la reconocí como mi madre y la llamé "mamá" jamás lo olvidaré, fue después de que me recuperara por completo, tanto física como emocionalmente, no estaba segura de merecer tantas atenciones de ella, me trató con una calidez que jamás olvidaré, con una ternura y un cariño, que nunca había recibido antes, llegué a sentir lo que realmente era una madre que se preocupa por un hijo de verdad, una que nunca llegué a tener plenamente, nunca me sentí desconocida en aquel lugar en comparación a lo que durante 10 años fue mi casa y mi único hogar, y eso que solo apenas había estado tan solo durante unos meses en la mansión de los Li, me sentía segura y protegida y lo más importante querida. Sakura lloró sobre mi hombro cuando la llamé "mamá" por primera vez, una palabra que ya tenía realmente un significado para mí, una palabra que no era una mera palabra, sino algo más allá que eso, algo demasiado importante y llena de sentimientos.

Con el tiempo de un año conocí a todos los miembros más importantes de la familia, me impresionó la seriedad de la señora Yelan, madre de mi padre, pero después de que se acercó más a mí sentí su calidez, era una mujer demasiado elegante y respetable, de grandes poderes mágicos. Luego me enviaron a Inglaterra, pues Eriol se había ofrecido a entrenarme hasta el nivel en el que debía de estar, en el menor tiempo posible.

Meiling es alguien con quien me siento demasiada cómoda, hace poco creo que encontró nuevamente al amor de su vida, nada más ni nada menos que un paciente del hospital en el que trabaja, creo que era alguien que estuvo en coma por mucho tiempo, según mi hermano ese sujeto tiene un aire a Kyu, la misma mirada. No lo sé, jamás lo he visto.

Pronto se celebrará la boda entre Yukito, un joven extremadamente amable, y Akane, una grandiosa amiga, por eso la familia ha estado muy ocupada, pero a pesar de todo el ajetreo que hay en ella, aquella calidez que siempre he sentido nunca se ha perdido y nunca se perderá.

Aino cerró su diario de vida, estaba cansada de tanto escribir, era uno nuevo y había decidido escribirle un pequeño resumen de estos últimos tres años, ya que no había tenido la oportunidad de comenzar un diario de vida nuevo, para su nueva vida, en ese periodo de tiempo por la cantidad de entrenamiento mágico y físico, aquello le ocupaba todo su tiempo. Tomó el nuevo diario, y lo guardó en el cajón de su escritorio, luego encendió su lámpara y apagó la luz de su habitación, después se metió en su cómoda cama, estaba a punto de apagar la luz de su lámpara de noche cuando alguien tocó la puerta de su habitación.

-Pase...- contestó.

-Aino... ¿Ya estabas dormida?- preguntó una dulce voz desde el umbral de la puerta, Sakura entró despacio.

-Estaba por hacerlo mamá- Sakura sonrió con ternura.

-Acabo de darle las buenas noches a tu hermano- Sakura besó la frente de su hija- Buenas noches, que duermas bien.

-Buenas noches mamá- Sakura se retiró en silencio y cerró la puerta, luego Aino solo apagó la luz.

Fin.

Notas de la Autora: ¡Dos meses de atraso! ¡Lo sé! ¡Lo sé! ¡Mucho tiempo! Perdón... pero lo importante es que ya está el epílogo... me pregunto si les gustó... mmhh, espero haber explicado todo lo necesario y que les haya agradado la sorpresa ¡Sí! ¡Shaolong y Aino están VIVOS! ¿Sabes? Escribí el epílogo en mi cuadernito de apuntes y notillas para mis fics... ¡Y me ocupó 15 planas! ¬¬Û... para luego pasarlo al Word... pero solo me tomó 2 días en escribirlo a mano y como 6 horas sentada frente al PC xD... sin considerar el tiempo que he ocupado el de volver a leerlo y corregirle ortografía... jejeje (¬¬ Me duele la espalda).

El otro día vi la Primera Película de Sakura, cuando ella viaja a Hong Kong ¡Conocí la mansión Li! A la madre de Shaoran y el objeto que usa para manifestar sus hechizos ¡Heeh! ^^ de esta manera podré ambientar mejor a los personajes, de ahora en adelante ^^Û

Por cierto... ¡Se me ocurrió hacerle segunda parte! (Creo que es un pecado enorme con el solo hecho de pensar en una segunda parte considerando que soy la escritora de fics más atrasada de todas para cada publicación de capítulos xD jajajaja) de todos modos ¿Qué les parece la idea? Dejen un Review. Por el momento kawai_hibari@lanota.com está fuera de servicio T_T... no pregunten por qué, ni yo sé... algo raro le pasó... si quieren comunicarse conmigo, favor de ver mi "Bio".

Un poco sobre la segunda parte: Tratará del "sacrificio" que mencionó Ting en aquella misteriosa carta ^^ ¿Les interesa? ¡¡Reviews!! También mucho romance habrá, celos y peleas xD... ¡Nuestros niños ya son adolescentes!

Muchisimas GRACIAS a todos los que han, están o leerán mi fic ^^ ¡Gracias! Gracias también por los que me han dejado Reviews... (U.U Me hubiera gustado que fueran más... ¿Pido mucho?) muchas gracias, gracias a Iori_Jestez por ayudarme con algunos puntos de este epílogo, darme su apoyo y por alentarme a una segunda parte para el fic (si alguno no quiere segunda parte, mátenlo a él, a él se le ocurrió alentarme y darme la idea de hacer uno, broma Iori xD, no le hagan daño a mi amiguitu ¿Sí?) Y los personajes de CCS no son míos, tiene su respectivo autor: las Clamp... excepto a los que yo inventé... jejeje.

En fin, si hago segunda parte... ¿Los pjs no estarán demasiados viejos ya para actuar? ¡Broma! xD...

Hibari Zhang