CAPITULO 7
En el Aoiya sólo había silencio desde que Aoshi y Kenshin habían regresado con la pequeña Sayuri, nadie había ido a informarle a Saito pues Aoshi dio la orden que no se hiciera eso, pensaba que Saito asustaría más a la pequeña. Megumi aún no regresaba por lo que imaginaban que ella debería de venir en camino, aunque según el tiempo ya debería estar allí, mas pudo haber un retraso.
Omasu y Okon se ocuparon de bañar y vestir a la niña, también de darle alimentos, y quién debía hablar con ella era Aoshi, pues al parecer, por un extraño motivo, era al único que le hablaba….
-Sayuri-chan, Omasu me ha dicho que no quisiste hablar con ella.
-Me da miedo.
-No te hará daño.
-Bueno, la próxima vez le hablaré.
-Ahora me dirás lo que te pregunte más tarde.
-Aoshi-sama, no recuerdo muy bien lo que escuche, tan sólo unas cuántas cosas.
-Bueno pues dime lo que recuerdes.
-Recuerdo que estaba jugando con mi one-san dentro de la casa cuando mi otusan salió y abrió la puerta, luego de eso mi nii-san me llevó al refugió, y okasan me dijo que permaneciera allí hasta que otusan me lo dijera- la niña miro al suelo un momento- después escuche una voz que nunca había escuchado, era una voz de mujer, y le dijo a mi okasan que iba a buscar lo que era de ella, que tenía a su bebita en nuestra casa, pero no es cierto eso, porque la única bebita allí pues soy yo, porque todos están muy grandotes ya, y después mi okasan gritó y empezó a gotear sangre por el techo del refugio, me asuste mucho, pero no salí, y luego ya no escuche nada, y después oí muchos hombres pero tampoco salí.
-Sayuri-san, ¿segura que no había otra niña en tu casa?
-Ie, yo soy la bebita, ya le dije Aoshi-sama, le parecerá que soy pequeña, pero sé como son las cosas a mí alrededor, y creo que esa señora se refería a mí.
-¿Y por qué a ti?
-Yo no me parezco en nada ni a otusan ni a okasan, ni a ningún nii-san de los 4 que solía tener, mucho menos a mis one-san. Así que creo que si me estaba buscando a mí, quise salir pero me dio mucho miedo que me fuera a llevar lejos de mi casa, y no salí.
-Bueno, pues nunca conocí a nadie de tu familia, pero creo que tienes razón, tú eres muy diferente a como me los describieron- Aoshi miró nuevamente a la niña, tenía unos cabellos extraños, negros pero con unos reflejos de una mezcla de azul y rojo, y sus ojos eran como el azul oscuro de los ojos de Misao, es más, podría jurar que algunos gestos de la niña coincidían con los de Misao, pero era su imaginación jugándole una broma- Por hoy sólo te queda descansar así que duerme.
-Buenas noches Aoshi-sama.
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Kaoru tomó un respiró de nuevo, era la quinta vez que la sumergían en el agua helada, no importaba cuan duro fuera el castigo nunca hablaría.
-¿Vas a hablar?
-No, ya le dije que no diré nada.
-¿Qué sucede aquí?
El hombre que estaba junto al que sumergía la cabeza de Kaoru corrió a la puerta del lugar, al parecer estaba muy asustado...
-Misao-dono, Hiroshida-sama nos ha prohibido que la dejemos pasar.
-Pues me dejarás pasar, así mi padre haya impuesto que no.
-Los siento, pero no puedo.
-Dije que me dejes pasar- Misao sólo le dio un puñetazo, y después entró y golpeó al otro hombre quedando así sola con Kaoru- ¿Cuál es tu nombre mujer?
-Misao…¡¡Misao eres tú!!, ¡qué alegría me da verte!
-Te hice una pregunta, ¿cuál es tu nombre?
-¿Cómo no me recuerdas?, pero si soy yo Kaoru.
-Disculpa pero yo no conozco a nadie con ese nombre.
-¿Qué dices?
-No te conozco, y será mejor que vengas conmigo, si no quieres que mi padre se enfade.
-¿Tu padre?
-¿Bueno que eres sorda?, sí mi padre.
-¿Y a dónde me llevas?
-Te llevó a que me ayudes a vestir, mi doncella salió de paseo y necesito que alguien me vista, no deseo que lo haga un hombre y las demás están ocupadas vistiéndose, así que camina tras de mí y no hables hasta que te lo indique.
-Pero Misao, sabes lo preocupados que están todos, empezando por Aoshi y…
-Calla, cuando quiera oírte te lo diré.
-Bien.
Misao camino con Kaoru detrás de ella…¿porqué le era tan familiar esa mujer?, ¿y porqué el nombre de Aoshi le aceleraba el corazón?, necesitaba hablar con Kyouko más tarde.
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Megumi llegó por fin al Aoiya, al parecer todos estaban dormidos ya , no los culpaba ya era tarde, se había retrasado en el camino pues hubo unos inconvenientes con el camino, pero ya estaba lista para dormir. Entró tratando de no hacer ruido, y así subió hasta el lugar donde hasta hace un poco más de un mes dormían ella y Kaoru, se preguntaba si la tanuki la estaría pasando mal dónde quiera que estuviera, tal vez así era, tal vez no, fuera como fuera ella quería dejar de preocuparse por eso así que sin más que hacer estaba a punto de recostarse en su futon cuando alguien tocó…
-Adelante.
-Megumi-san disculpe que la moleste.
-Okina-san, no es ninguna molestia, pase por favor.
-Quería saber si habían encontrado algo que nos pudiera ayudar.
-Hai-Megumi se paro y fue directo a un pequeño tocador-encontramos esta foto, pero esta demasiado borrosa y tiene muchas manchas de sangre.
-Déjeme verla bien- Okina tomó en sus manos la fotografía y se sorprendió, comenzó a soplar el polvo que tenía e intento remover un poco la sangre.
-Okina-san, ¿acaso sucede algo malo con la fotografía que he traído?
-Ie, es sólo que me pareció que este pequeño niño que se alcanza a distinguir es Aoshi, pero eso sería imposible.
-Déjeme ver eso Okina-san- Megumi tomo la fotografía y la observó con cuidado, sus ojos se agrandaron y comenzó a agitar la cabeza-Okina-san, ¿notó esta pequeña mano?, debe ser la mano de una jovencita porque se mira como frágil, y junto a ese niño que dice usted que es Aoshi hay otro, pero no se distingue para nada bien.
-Megumi-san, lo mejor será que vayamos a dormir, mañana podremos pensar con más claridad.
-Hai Okina-san, konbanwa.
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Yuriko bostezo nuevamente, odiaba tener que visitar a su abuela, solían tardar horas hasta que ella las dejara marcharse, y además de todo, a Yukime parecía encantarle estar allí en los tatami charlando y tomando el té, llevaban ya cerca de 4 horas allí, y su querida hermanita no había mencionado para nada la fotografía, así que como siempre sería ella la que tomara la responsabilidad…
-Abuela, disculpe que las interrumpa, pero se nos ha hecho muy tarde y debemos marcharnos.
-Pero Yuriko, pensé que se quedarían hoy a dormir aquí.
-No abuela, debemos volver con Kyouko-sama.
-One-san, yo quiero quedarme, me estoy divirtiendo.
-Se nota Yuki, te estas divirtiendo tanto que has olvidado a que vinimos.
-Gomen.
-Abuela, hoy por la mañana que vinimos, traíamos algunas cosas que en realidad son para nosotras un gran tesoro, y resulta que hemos perdido una de ellas, supuse que la habíamos dejado por aquí, ¿ninguna criada la ha encontrado?
-Iie-la Sra. Tetsuna trago saliva- aquí no han encontrado nada.
-¿Segura abuela?, porque eso es para nosotras muy valioso.
-Segura querida.
-Bien pues debemos irnos ya-Yuriko se puso de pie y camino hasta la puerta-¿Yukime qué estas esperando?
-Es que quiero quedarme a dormir aquí.
-Lo siento Yuki, pero debemos irnos, no le avisamos a Kyouko-sama y debe estar esperándonos.
-Niñas, antes de irse, quiero preguntarles algo.
-Claro abuelita-Yukime sonrío a su abuela, podía jurar que sería una pregunta banal, como siempre.
-¿Porqué las ropas que trajeron estaban bañadas en sangre y todas destrozadas?- la mujer miro la reacción asustada de su nieta menor y fijo la mirada en la mayor, que sólo se limito en seguir su camino hacia fuera- Yuki, ¿tú me responderás koishii?
-Pues abuela…-Yukime pensó un momento, debía tener cuidado con la respuesta, o su abuela sabría algo que no debía- tuvimos un pequeño accidente cerca de Osaka, y pues por eso, pero ya estamos bien, ahora si nos disculpas, nos marchamos, matta ne.
-Matta ne Yuki-chan, cuidense.
Yukime salió justo detrás de su hermana Yuriko, quien no tenía para nada una buena expresión en su rostro. Ambas subieron al carruaje y ninguna cruzo palabras con la otra, era cuestión rutinaria ya, aún siendo hermanas jamás habían sido grandes amigas, podría ser por el carácter frío y duro de Yuriko o tal vez porque Yukime jamás concordaba con su hermana, pero no podían negar que en estos momentos ambas estaban nerviosas y sentían miedo de lo que pudiera decirles y hacerles Kyouko cuando se enterara de que la foto no estaba en la okiya, y dedujera por tanto, que era necesario cambiar planes y atacar por sorpresa al enemigo…
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Notas de la autora:
Espero que el capítulo haya sido de su agrado, porque del mío si lo es…
Anteriormente se hacía una pequeña mención de que Yuriko y Yukime son hermanas, así que espero no se hayan confundido.
Por parte, eso de que Kaoru y Misao se encuentren esta muy bien, ¿no lo creen?, pues sera algo de lo que hara despertar en Misao dudas acerca de lo que sueña, sobre todo las voces que oye de vez en cuando….
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Matta ne minna….
