NOTAS DE LA AUTORA:
Hola lectores de Estigmas del pasado…. Por acá les traigo ya el capítulo 13, por fin se me hizo terminarlo y subirlo…Espero que sea de su agrado y que me dejen sus reviews, que para mí son muy importantes ^_^…
Lean bien y disfrútenlo…
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CAPITULO 13
Misao suspiro nuevamente, estaba realmente confundida desde que su hermana la atacó…por supuesto se había dado cuenta del motivo del ataque y de la furia de su par, con justa razón, pensaba, sólo no entendía por que desde que Minami le había nombrado a los oniwabanshuu su cabeza estaba llena de voces e imágenes de gente que no podía reconocer, eran risas de niñas, gritos de un hombre con una cinta en la cabeza "comadreja deja eso…¡Misao!", una mujer de cabello negro y labios rojos con un niño y un hombre pelirrojo, también su doncella estaba allí "Misao basta…Comadreja,¿ayúdame sí?...Misao-dono, Misao!!", y las imágenes que más se repetían en su cabeza eran la de un anciano rodeado de dos mujeres y dos hombres, la llamaban "Misao-chan no estés jugando con eso...Él volverá Misao-chan…¡Misao!", y cuando creía que todo terminaría vino a su mente la imagen de aquel hombre alto que aparecía en sus sueños constantemente "Aoshi-sama,¿quiere más té?...Aoshi-sama ¿dónde está?...Aishiteru"…Y es que eran tantas cosas, demasiadas…
-¿Misao-dono está bien?
La ninja sacudió su cabeza y miro al joven que le hablaba, no era muy alto, tenía el cabello castaño y unos bellos ojos, estaba bien vestido y sonreía, ella se sorprendió de que el supiera su nombre, ¿acaso habían olvidado presentarle a otra persona que ella hubiese olvidado?...
-Hae, sólo un poco aturdida. Disculpe la pregunta pero, ¿lo conozco?
-Así es, pero no creo que me recuerde. Seta Soujiro es mi nombre – Él hace una reverencia – Misao-dono usted estuvo presente cuando yo pelee en contra de Himura-san.
-¿Himura?, me suena pero no creo conocer a nadie con ese apellido.
-Lo conoce, sólo que no lo recuerda – Soujiro la miro, ¿realmente ella era la jovencita que había conocido en aquella aldea?, debía cumplir con su parte del plan – Misao-dono ha cambiado bastante.
-¿De qué habla? – Misao se sentía extraña, la cara de ese sujeto le era familiar, pero no lograba recordarlo.
-La última vez que la mire, su rostro reflejaba más alegría.
-Discúlpeme pero yo no me acuerdo de usted para nada.
-Eso es normal, después de todo perdió la memoria, o eso creo, ¿verdad?
-Así es – Misao lo miro, mas imágenes venían a su mente…" ¿Himura que haces?... ¿Acaso ellos…?...Tu espada esta rota…" era el colmo, y sin darse cuenta balbuceo algo – La espada se rompió.
-Así fue, creo que si lo recuerda – Soujiro le sonrió – Esa fue la primera vez que sostuve una pelea con Himura-san, y ahora estoy aquí por lo que aprendí de la segunda pelea con él.
-No se por que me dice todo eso.
-Intento que recobre su memoria, todos están muy preocupados por usted y por Kamiya-san, creo que se alegrarán de saber que ambas están bien.
-¿De qué esta hablando?
-Cuando recobré su memoria sabrá de que hablo, ojalá y sea pronto.
Soujiro se retiró y dejo Misao hundida en voces y demás cosas… ¿quiénes eran esas personas de las que él hablaba?... ¿acaso serían los…los oniwabanshuu?...
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Saito se encontraba en el Aoiya, era ya media tarde y había descubierto algo nuevo, tenía que informárselo a Shinomori cuanto antes, pero su mala suerte era enrome, el ninja no estaba y tendría que esperarlo, encendió un cigarro y comenzó a fumar. Un poco aburrido vio entrar a Megumi, ¿qué hacía ella allí?, tenía que estar cuidando de la chica, le preguntaría y aprovecharía para divertirse un rato…
-Vaya kitsune, ¿no se supone que estarías cuidando de la chiquilla?
-Ella esta bien – Megumi le quita el cigarro y lo tira – Debería dejar de una buena vez ese vicio, es muy dañino para la salud.
-Que seas una doctora no te da derecho de andar metiéndote en la vida de la gente.
-Tokio-san me agrada y no deseo que se quede viuda tan joven – Megumi alzó su ceja, que coraje le daba con Saito.
-Tu y tus paranoias – Saito sacó otro cigarro y lo encendió, inhalo el humo y luego exhalo, para el no había nada mas relajante que su tabaco.
-Usted jamás escucha a la demás gente, ¿no es así?
-Sólo cuando sé que tiene algo realmente importante que decir, no creo que tú lo tengas.
Megumi frunció el ceño, ¿Qué se creía Saito?, ya vería ese lobo malhumorado, por que a ciencia cierta ella tampoco estaba de buen humor…
-¿Y qué hace usted aquí antes que nada?, se supone que debería estar en su oficina.
-Kitsune yo trabajo en cualquier parte, vengo a unos asuntos con Shinomori, pero no está, así que debo esperarlo – Saito miro a la mujer nuevamente mientras hacía una bocanada de humo, realmente era fácil hacerla estallar – Aunque la experta en esperas eres tú, ¿ne?
-¿Qué quieres decir con eso?
-Pero si es obvio, ¿o acaso no eres tú la que se queda en Tokio esperando a los demás?
-Saito, soy una doctora no puedo dejar a mis pacientes solamente porque…
-Eso todos lo saben, ¿fue por eso que te encontraron sustituta en Shimabara no es así? – El hombre vio la reacción que tuvo sobre la mujer, el comentario había sido de total desagrado para ella – Pero no te sientas mal, digo, ahora tu estas aquí y ella no.
-No se de que me esta hablando, y le agradezco que no me haga perder más mi tiempo, permiso.
Megumi camino hacia la puerta mas cercana atravesándola y dejando atrás a Saito, el hombre sonrió por la actitud de la chica, era tan claro que el comentario la había enfurecido, y ahora sólo le quedaba esperar que Shinomori se apareciera por allí…Si no es que antes el cabeza de pollo llegaba y también lo molestaría…
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Había sido una larga mañana para Tokio, teniendo que atender a su huésped, de la cual no sabía absolutamente nada. Había intentado hablar con ella pero la chica evadía el tema con facilidad, según su punto de vista no estaba dispuesta a revelarles nada acerca de sí misma, por lo que tendría que averiguarlo por su parte.
Sigilosamente se introdujo en la habitación que la chica tenía asignada mientras ella tomaba un baño, hurgó en sus cosas mas no halló nada que le indicará quien podría ser esa muchacha. Casi rendida Tokio salio de la habitación, y justo al salir notó algo muy raro, en la puerta del cuarto no había ningún pedernal ni mucho menos un puñado de sal. ¡¡¡La chica era una mentirosa!!!, Lo había intuido y ahora tenía claras pruebas de eso, era su deber informarle a su marido de eso cuanto antes. Tomó su bolso y lo introdujo en la manga de su kimono, salio apresuradamente y dejo un recado a uno de los hombres que vigilaban su casa, antes de dar vuelta se detuvo sorprendida, la joven a la que ella hacía bañándose estaba caminando directamente a un carruaje junto a una mujer pelirroja, Tokio se giro y tomó el camino de sentido contrario, pretendiendo no haber visto nada, gran error cometió pues la mujer pelirroja se dio cuenta de su presencia y subió al carruaje…
En la guarida Tsuki Katsumi se encontraba con su hermano explicándole su encuentro con Aoshi en el cementerio, detallando todo y usando el mismo tono y ademanes para que el pudiera identificar mejor la situación. Estaba totalmente preocupada por lo que sucedería si alguien se daba cuenta de que planeaba ayudar a los oniwabanshuu, sería una deslealtad, ¿pero no había cometido ya una contra Makimachi Misato?, esta vez haría lo correcto se dijo para si. Minutos más tarde vio llegar el carruaje dónde Kyouko había salido, como lo presintió, Kyouko bajo casi corriendo y se dirigió a ella…
-Debes reunir a todos ahora mismo en la biblioteca, es urgente, pídele a tu hermano que te ayude.
-Hae Kyouko-san.
Salió a toda prisa a llamar a todos. En menos de 10 minutos estaban ya juntos en la biblioteca esperando a Kyouko…
-¿Qué trama ahora esa endemoniada mujer?
-Hiroshi respeta a Kyouko-sama – Yukime protesto como acostumbraba.
-Bueno no he dicho nada malo, sólo quiero saber que pasa con ella.
-Tal vez se va – Minami miro a todos después de su comentario, al parecer era la única que profesaba su rencor hacia Kyouko abiertamente.
-Disculpen la tardanza – Kyouko entró al salón a prisa seguida por Yamatto – Ahora que estamos todos creo que puedo empezar.
-Bien dinos lo que tengas que decir – Takeru parecía molesto, sus grisáceos ojos estaban mirando fijamente a los azules de Kyouko.
-Tu y tus impaciencias. Los he citado aquí de urgencia porque ha ocurrido un improvisto.
-¿Ha sido muy grave? – Nabiki acariciaba sus brazaletes debido a la preocupación.
-Hae, la mujer del policía esta investigándonos junto a la doctora y a las mujeres del Tetsuna.
-Eso no puede ser posible…-Yukime se quedo boquiabierta y aferró sus manos al brazo de Kouji que estaba sentado junto a ella – Si mi onnesan ha estado…
-Eso fue el detonante.
-Yo no tuve mucho que ver – Yuriko alzó la vista al frente – Cuando me enviaron a espiarlos esas mujeres ya sospechaban.
-¿Y que ha pensado hacer? – Kaito comenzaba a alarmarse.
-Yuriko se encargará de conducir a la doctora y a la esposa de Saito a la okiya. Allí empezará la acción – Kyouko los miro a todos, Minami con sus aires de grandeza no la escuchaba, Katsumi y Kaito lucían nerviosos, y la pequeña Yukime estaba al borde de las lágrimas – Kaito, tú junto a Kouji se encargarán de que nadie salga o entre a la okiya después de que les de la señal. Hiroshi y Nabiki ustedes estarán a cargo de llenar el lugar de fuego. Minami y Yukime, ambas estarán alertas por si los oniwabanshuu llegaran al lugar y…
-¿Qué piensa hacerle a la okiya de mi abuela? – Yukime estaba temblando.
-Escucha, tu ya tienes algo que cumplir no te preocupes por lo demás.
-¡¿Qué le hará?! – Yukime se levantó, Kouji la sujeto y le susurró algo al oído, luego la sacó de la habitación.
-Kyouko haré un cambio a tu plan – Yamatto se levantó y todos se irguieron en sus lugares – Yukime se quedará aquí, y Kouji junto a la doncella de Misao la vigilarán. Katsumi tú tomarás el lugar de Kouji, y a pelear por Yukime entrarás tú Misao, creo que estás lista. Kyouko, tú y yo iremos a un negocio y Takeru, quedas al mando de esto. ¿Alguna objeción?
El lugar se llenó de silencio, y todos salieron de la reunión a seguir con lo que estaban haciendo, ahora tenían una misión que cumplir y nada podía arruinarla…
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Sanosuke entro en el Aoiya y se dirigió al patio, estaba cansado de encontrar pistas en falso que le hacían perder el tiempo, realmente estaba muy preocupado por Misao y Kaoru, era como si la tierra se las hubiera tragado. Cierto era que solía molestarlas, pero las quería mucho y no soportaba hacerse a la idea de perderlas.
Entró en el patio y la primera figura que vio lo dejo sorprendido, Megumi sentada a orilla del pequeño estanque llorando a rienda suelta con sus manos frente a su cara, probablemente para cubrir las lágrimas que caían sin control por sus mejillas. El instinto lo obligo a acercarse a ella, se puso a su nivel doblando sus rodillas y poso sus manos en los hombros de ella, no sabía que decirle, no tenía idea de porque estaba ella llorando, ¿y si decía algo que no debía?, intentaría ser amable…
-¿Megumi te sientes bien? – La miró y sintió algo en su pecho, "Tranquila aquí estoy contigo"
-Hae, estoy bien – la doctora limpió sus lágrimas con sus manos y se paro quitándose las manos de Sanosuke de los hombros - ¿Hace cuánto tiempo qué estas allí parado?
-Lo suficiente para darme cuenta de que mientes. Dime que te sucede.
-Te he dicho que nada – Megumi lo miro e irguió su cabeza - ¿Y desde cuando te importa lo qué me suceda?
-Kitsune me ofendes – Sanosuke se paro también y clavó sus ojos en la mujer – Dime por que estabas llorando Megumi y no eludas el tema.
-Nada importante en realidad – Miró hacia el cielo y suspiro, las lágrimas amenazaban con resbalar de nuevo - ¿Y has encontrado algo acerca de Misao y Kaoru?
-Nada aún, fue una falsa alarma nuevamente – miro los ojos de ella al decir eso, estaba preocupada y quizá por eso lloraba – Megumi tengo un mal presentimiento, las cosas podrían ponerse muy peligrosas por aquí y estas indefensa, será mejor que si empiezan los problemas vayas a la casa del lobo y no salgas hasta que terminen.
-¿Nani? – La mirada vaga de Megumi cambió en un segundo a chispas y fuego, era tal y como Saito se lo había dicho, era increíble - ¡Cómo te atreves a decirme eso!
-Megumi no te alteres, lo que intentó decir es que…-Sano no pudo continuar su frase pues Megumi le atestó una bofetada, haciendo que el luchador posara su mano en la mejilla, ocultando así el color rojo que había adquirido por el impacto.
-Será mejor que no me dirijas la palabra Sagara.
-¡¿Y a ti qué te sucede?! – Sano gritó y sujetó a Megumi de ambos brazos
-Suéltame animal que me lastimas – La doctora no pudo contenerse más y por sus mejillas resbalaron nuevas lágrimas - ¡Si crees que yo soy como Kaoru estás muy equivocado! ¡Yo nunca te voy a perdonar Sanosuke! ¡Jamás!
Sanosuke la soltó, no creía lo que sus ojos le mostraban, Megumi lloraba sin control y no podía mantenerse en pie siquiera…
-Eh Kitsune, escucha…No…No llores…trata de permanecer calmada…sólo no llores…
-¿Quién crees que soy? ¿Misao? – Megumi estaba gritando otra vez, las palabras de Saito le habían removido el corazón – Nunca me verás así, yo nunca sería tan idiota.
-¿Se puede saber de qué hablas?
-¡¿Cómo de qué hablo?! – La doctora estaba sumamente alterada, sus emociones estaban hechas un caos.
-Megumi necesitas tranquilizarte.
-¡Déjame tranquila! ¡Es tu culpa!
-¿Mi culpa? – Sanosuke intentaba acercarse a ella, en su vida se hubiera imaginado a la linda mujer en esas condiciones.
-¡Si no te hubieras largado esto nunca hubiera sucedido! – Megumi limpió sus lágrimas aunque más seguían cayendo – Pero como se me ocurrió que podrías ser un hombre de palabra…
-¿De qué estás hablando?
-¡De Shimabara! ¡Hablo de que te largaste, tuviste tu aventura estúpida esa mientras yo estaba esperando tu… - Megumi enmudeció al darse cuenta de lo que había dicho, ahora su respiración era rápida, y Sanosuke la observaba con asombro, intento decirle algo mas ella no escucho, lo único que hizo fue salir corriendo a las calles de Kyoto mientras las lágrimas seguían rodando por sus mejillas y un montón de cosas rondaban su mente, sobre todo, el motivo por el cuál tenía tanto rencor a Sanosuke…"Llegaran hoy ya verán niñas…¿Qué les sucedió qué?...Sola nuevamente, pero que gran tonta eres mujer, creer que podrías llegar a algo…"…
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Aoshi miro como dos niños corrían de un lado a otro por una de las estrechas calles de Kyoto, reían mientras jugaban y eso le hizo recordar a Misao de pequeña, juguetona y siempre feliz, como extrañaba la voz de ella por todo el Aoiya, extrañaba mirarla a la hora del té, todo estaba vacío sin ella.
Al mirar al frente nuevamente se encontró con los ojos ámbar de Saito Hajime, molesto al parecer" ¿Qué este hombre no se cansa?", el policía se acercó a él y con cierta pose autoritaria le habló…
-Estuve esperándole en el Aoiya pero no llegó, ¿Dónde rayos estaba?
-Eso es algo que no le incumbe – El ninja dio unos cuantos pasos – Le dije que sacara a todos y cada uno de sus hombres de esto, y que no se metiera.
-Shinomori deja las paranoias, gracias a eso hemos descubierto algo más.
-No necesitamos que descubran algo, sabemos que es lo que sucede y sabemos quién las tiene, y como le dije antes es un asunto de los oniwabanshuu.
-Es un asunto policial, recuerda la matanza y el incendio – Saito se adelanto a Aoshi y sujeto el mango de su espada – No puedes obstruir nuestra investigación, seas quien seas.
-Ya le dije que no se entrometa – Aoshi sujeto el mango de sus kodachis, tendría que usar las batallas para frenar la necedad del miburo – Este asunto es de sumo peligro para quien no conozca contra lo que pelea.
-Déjate de tonterías Shinomori – Saito adoptó la posición del gatotsu ishiki – Tú y tus oniwabanshuu no podrán solos.
-Podremos mejor solos – Aoshi se posiciono para realizar su onmyo así – No saben a lo que nos enfrentamos.
-Prepárate Shinomori, pues no pretendo dejar la investigación.
Saito lanzó su ataque al mismo tiempo que Aoshi, ninguno recibió una herida fuerte, ambos lograron esquivar el ataque del oponente. El ninja tomó ventaja al realizar su Ryuusui no ugoki, desconcertando al lobo de Mibu por las múltiples imágenes de Aoshi, que claro contrarresto con su Gatotsu Ishiki nuevamente. Esta ves Shinomori salió herido, Saito no tenía ni el mínimo rasguño y decidió continuar sus ataques, Aoshi se levantó lo más rápido que pudo y esquivó el ataque, se apresuró y logró usar su técnica goko juji, haciéndole un ligero rasguño en la cara al policía molesto.
-Shinomori será mejor que te rindas.
-No lo haré – Aoshi recobró el aliento y continuo hablando – Quien debe rendirse es usted.
-No cuentes con eso.
Saito lanzó nuevamente su primer gatotsu, que Aoshi contrarresto con unos movimientos de kempo, su agilidad seguía siendo impresionante. Atacó nuevamente Saito y esta vez Aoshi no pudo esquivar con tanta facilidad, recibiendo un golpe en el brazo derecho…" No sonrías aún pues no has ganado viejo lobo odioso"…Aoshi colocó sus fuerzas en el kempo, usando también sus kodachis como tijeras, Saito estaba esquivando fácilmente esos ataques, pero fue alcanzado por dos ya que Aoshi volvió a usar la proyección de imágenes, el ninja era muy hábil. Los ataques parecían no estar dando efecto en ninguno, eran demasiado buenos para lastimarse demasiado…
-No seas obstinado – El lobo tomó su primer respiro – Nunca encontrarás a la comadreja si continuas con esa actitud.
-No la llames comadreja, su nombre es Misao. Y la encontraré antes de lo que crees si no te entrometes en esto.
Aoshi estaba enfadado, quería terminar con esto lo más rápido posible pero sus ataques eran esquivados con facilidad por Saito, así que se colocó en la posición de la danza de las espadas giratorias, su kaiten kenbu rokuren, Saito por su parte estaba dispuesto a terminar de una vez por todas el duelo, y asumió su posición de gatostu zeroshiki…Los dos lanzaron sus ataques pero un falló n la concentración de Aoshi lo hizo perder uno de los giros con su brazo derecho y cayó finalmente en las garras del lobo, quien aprovecho este error de su oponente para tenerlo en su poder, lanzó de nuevo su gatotsu y antes de que su nihontou tocase a Aoshi, unos abanicos se enterraron tanto en su brazo como en su espalda haciéndole caer, Aoshi alzó su mirada y se sorprendió de lo que miró…Katsumi estaba parada con sus armas en la mano y junto a ella Kaito con un caballo…No había sonreído desde que Misao desapareciera, pero de nuevo lo hizo, y con mucha sinceridad…
En el Aoiya una pequeña niña jugaba con un niño mayor que ella, al parecer se estaba divirtiendo, y entonces vio entrara a un hombre pelirrojo hacia el cual corrió sonriéndole…
-Ken-chan has regresado.
-Hae Sayuri, ¿Yahiko te ha cuidado bien?
-Hae – La niña corrió hacia su acompañante de juegos nuevamente – Yahiko-chan voy por las grullas adentro para mostrárselas a Ken-chan.
-Buena idea – El jovencito vio como la niña corrió hacia adentro de la casa y se paro para dirigirse al pelirrojo – Kenshin tengo un mal presentimiento acerca de esa niña.
-¿Oro Yahiko?
-Es decir, se parece bastante a Misao…pero siento que esa niña es más valiosa en esto de lo que creen.
-Yahiko sé que estás muy preocupado por Misao-dono y por Kaoru, pero descuida, sé que ambas están bien. Son valientes.
-Lo sé, no es eso…
-Si lo es – Kenshin sonrió – Sayuri es sólo una niñita que ha quedado huérfana, lo mejor que podemos hacer es acogerla y no mostrar prejuicios Yahiko.
-No son prejuicios.
-Todo estará bien, y verás que pronto tendremos a nuestras queridas mujeres de regreso.
-Eso espero Kenshin, que tengas razón…
Yahiko observó adentro de nuevo, estaba seguro de que esa niña encerraba mucho más, junto con los oniwabanshuu, todo eran secretos y más secretos, y él estaba dispuesto a descubrirlos para recuperar a su maestra de kendo…
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NOTAS DE LA AUTORA:
No me maten porfa ^_^, porque después de tanto esperar por fin les traje el capítulo 13… Espero que les haya gustado mucho, pues aunque no me crean es el que mas trabajo me ha costado escribir. Quizá estaba corta de inspiración o pues simplemente no sabía como acomodar todo…
Lo de Soujiro fue casi improvisado todo, no sabía como iba a quedar mejor, pero así con más suspenso. Y pues ya ven que nuestra doctora tiene un corazón enorme ^^U, lástima que Sanosuke no sepa que hacer T_T es como los demás hombres….Por lo de la pelea de Aoshi y Saito, a lo mejor no ha todos les gusta y espero que me hagan saber todas sus opiniones de este capítulo tan fuera de onda, porque sé que no esperaban que Katsumi y taito llegaran de último minuto a ayudarle a Aoshi…
Muchas gracias a todos los que leen mi fanfic y que lo esperan…Espero recibir sus reviews pronto para continuar con el siguiente capítulo, donde se llevaran muchísimas sorpresas…
Sugerencias, comentarios, quejas??...Dejen un review…
Matta ne minna…
