NOTAS DE LA AUTORA:
Hola!!..Aquí les traigo un nuevo capítulo, ojalá que aún sigan leyendo mi fanfic ^^U…El capítulo tiene alguno que otro ataque, pero como no soy muy experta en eso de las técnicas a lo mejor encuentran uno que otro errorcito n_n…
Los personajes de Rurouni Kenshin son de Nobuhiro-sensei, no míos T_T…
Creo que como me he tardado bastante en actualizar lo más seguro es que no recuerden mucho la situación en que están los personajes, por eso aquí les pongo esto:
Misao fue raptada por unos antiguos enemigos de los oniwabanshuu. Aoshi para encontrarla le pidió su ayuda a todo el Kenshin-gumi quien inmediatamente se puso en camino a Kyoto. Misao por su parte despierta en un lugar enorme que no conoce, sin saber quien es pues ha perdido la memoria, los enemigos se aprovechan de eso y la hacen creer que los oniwabanshuu son sus enemigos. En el Aoiya el Kenshin-gumi llega y ese mismo día son atacados por los enemigos, y para gran sorpresa son encabezados por una chica que aparentemente es Misao, ella da la orden y se llevan a Kaoru consigo. Mientras todo esto sucede Misao se entere de que el jefe de este grupo es su padre, y que tiene una hermana y además gemela. En el Aoiya todos están muy preocupados y para calmar la situación Hajime Saito menciona que ya están en la búsqueda de ambas chicas, y para esto, Seta Soujiro se les unirá. En todo el asunto, Megumi sabe algo de todo ya que estando en Tokio atendió a unas mujeres de estos enemigos. Entre tanto otros problemas surgen y resulta ser que la esposa de Saito tiene ciertas amigas de una okiya que tiene información, tanto ella como Megumi van a investigar pero las pistas resultan muy confusas, y entre ellas hay una fotografía muy vieja, que al ser mostrada a Aoshi, revela que los enemigos fueron en un tiempo parte del oniwabanshuu. Se comete un asesinato y Kenshin y Aoshi encuentran a una niña, que les cuenta con descripción lo que escucho, ellos deciden cuidar de la pequeña. Seta es enviado a espiar a los enemigos, y además aparece una chica muy misteriosa de la cual se hacen cargo Tokio y Megumi. Aoshi descubre quienes son los enemigos, los mira y tiene una platica con una de ellos, tratando de hacerla reflexionar, después el entabla una batalla con Saito debido a que no esta de acuerdo en que el miburo este en todo el asunto. Los enemigos notan que los oniwabanshuu y sus amigos los han casi descubierto y deciden ponerle fin a la espera e iniciar la batalla…
Es sólo un pequeño resumen, espero que les sirva de guía ^^U…
Sin más los dejo con la lectura…
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CAPITULO 14
El sol salía dando el inicio del día, la brisa fresca se dejaba sentir con un leve viento, que entre sus aires anunciaba con sigilo la pelea que se avecinaba…
Misao se despertó más temprano de lo que debía, estaba nerviosa por este día tan especial, sería su primer ataque junto a los demás, aunque había notado que a su hermana no le hacía nada de gracia que ella participase en él. Se levantó de su cama y sacó las ropas que llevaría para la pelea, reviso sus armas y escogió las que mejor sabía usar. Luego salió de su cuarto dirigiéndose a donde yacía su doncella, abrió estrepitosamente la puerta y luego dio una orden…
-Necesito que me prepares un baño en este instante, y después me ayudarás a vestirme y arreglarme.
-Hae – Kaoru miro como la figura de su amiga se cernía sobre la puerta. Odiaba no poder hacer nada, pero debía confiar en Seta y en los demás – Se ha levantado más temprano de lo normal.
-Así es. Hoy tenemos algo importante que realizar – Misao irguió su cabeza y sonrio.
-Disculpe mi curiosidad pero, ¿de qué se trata?
-Pues haremos una emboscada – Sus ojos reflejaron gusto – Vamos a deshacernos de un montón de gentes que nos estorban.
-¿Na..nani? – Kaoru estaba temiendo que esa emboscada fuera para sus amigos, con suerte y se equivocaría.
-Pues digamos que tenemos cuentas que arreglar con algunas mujeres y tendremos que deshacernos de ellas. Estarán en una okiya y allí atacaremos.
-Disculpe mi indiscreción de nuevo pero, ¿Quiénes son esas mujeres para que con tanto odio diga eso?
-Una es esposa de un policía, la otra una doctora. Pero te aseguro que para mañana no siguen vivas – Misao miro los ojos asustados de la chica – Ahora ve y prepara lo que te he dicho, que no cuento con tanto tiempo.
-Hae, por supuesto.
Kaoru salio enseguida de su habitación pretendiendo ir a donde prepararía el baño de Misao, pero en vez de eso se dirigió a toda prisa a donde Seta Soujiro se encontraba descansando, sabia bien a que mujeres se había referido Misao y era necesario que informaran de eso a los del Aoiya, para que pudieran prevenir al tragedia que se veía venir..
-Soujiro-san!
-¿Kamiya-san? – Soujiro miro como Kaoru entro aprisa y muy alterada - ¿sucede algo malo?
-Tiene que ir enseguida a decirle a Kenshin que les han puesto una trampa, a Megumi y a Tokio-san, están en peligro.
-Kamiya-san ¿esta segura?
-¡Claro que estoy segura! La misma Misao me lo acaba de decir. Y si no se da prisa ellos llegaran primero y quien sabe que barbarie se cometerá.
-Descuida, enseguida partiré a informarles.
-Arigato.
Kaoru camino rápidamente para preparar el baño de Misao, y Soujiro pensó la forma más rápida de llegar: a caballo…
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Tokio miraba como Megumi que venía frente a ella llevaba la cabeza baja y la vista fija al suelo, desde la noche anterior no había hablado nada y en sus ojos reinaba la tristeza. Habían salido de su casa hacía casi una hora pues Koyuri les había pedido que la acompañasen a una okiya cercana, para casualidad a la okiya Tetsuna. La chica no había dicho a que iba, sólo había pedido su compañía por supuesto Tokio dijo que sería buena idea ir, como la doctora había dormido en su casa la noche anterior pues aprovecho para llevarla también, quizás con esa salida se le levantarán los ánimos y por fin le contaría que le sucedía. Además tendría oportunidad de hablar con la señora Tetsuna y preguntarle que había averiguado hasta el momento, quizá y ya sabía algo que les ayudara con el paradero de Misao.
-Hemos llegado ya – Anuncio la joven que iba al frente a las otras dos.
-Será mejor que entremos – Indico la esposa del policía.
Las tres mujeres se encaminaron hacia dentro donde fueron recibidas por la dueña, que se llevo tamaña sorpresa al ver a Koyuri…
-Pasen a la estancia – Dijo la mujer mirando a la chica – Me da gusto que hayas venido.
-Bueno es que tenía que visitarte – La chica noto como la mujer del policía se ponía alerta, y entonces anuncio a la dueña - En un momento estoy con ustedes en la estancia, antes iré a revisar unas cosas.
-De acuerdo – Respondió la mujer, y luego, volviéndose hacia adentro de la habitación se dirigió a la esposa de Hajime Saito – Y dígame Tokio-san, ¿qué las trae por aquí?
-Venimos a acompañar a Yuri-san – Respondió la mujer – Además quise aprovechar para saber si tiene alguna información nueva que pueda sernos de ayuda.
-Información nueva no hay. Creo que tendremos que esperar un rato que mi nieta regrese, quizás ellas be algo.
-¿Nieta? – alcanzó a repetir Megumi.
-Así es.
-¿Habla de Koyuri-san? – Dijo la doctora, empezaba a tener un mal presentimiento.
-¿Koyuri?...Su nombre es Yuriko – Dijo la anciana provocando que Tokio se llevara las manos a la boca y que Megumi sintiera un escalofrío recorrerle por toda la espalda, sentía que algo no estaba bien en todo eso…
Mientras en dos carruajes se encaminaban ya listos los integrantes del grupo Tsuki listos para llevar a cabo su plan y comenzar así la venganza contra los oniwabanshuu…
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En el Aoiya reinaba un aire de preocupación inmenso, cada día el lugar perdía más y más la chispa que lo caracterizaba. Los oniwabanshuu no eran los mismos sin la pequeña Misao, ella era como un rayo de luz que iluminaba todo el lugar, sin ella todo se cernía en oscuridad, y más para la persona que se acostumbro a mantenerse de sus sonrisas, a vivir de su risa y a ver a diario a esa chica tan vivaz y llena de felicidad, Shinomori Aoshi no podía negar que se sentía vacío y con una inmensa melancolía al no poder encontrar a Misao.
En igual manera se encontraba Himura Kenshin, que seguía sintiéndose culpable por no haber impedido que se llevaran a Kaoru, por no haberla protegido como debía, y por eso, ahora no tenía ni idea de donde diablos estaba, y si estaba bien o mal.
Un ruido estremeció el Aoiya en ese instante…El sonido de un caballo y el grito de un joven que entraba corriendo dirigiéndose a Shinomori que lo miraba con algo de desconfianza…
-¡Shinomori-san!
-¿Seta qué haces aquí?
-Una emboscada…han planeado…una emboscada – La voz de Soujiro se entrecortaba por su respiración agitada.
-¿Qué quieres decir con eso de emboscada Soujiro? – De atrás salió Himura que se acercaba con paso rápido al escuchar tal escándalo.
-Han preparado una emboscada – Soujiro recobro su respiración normal y continuo hablando – Van a tenderles una trampa en un lugar.
-¿Qué lugar? – Dijo Kenshin.
-¿A quien? – pregunto Aoshi.
-No se donde – Soujiro tomo aire – Pero se que a Tokio-san y a Megumi-dono intentaran matarlas. Kamiya-san lo escucho de los labios de la misma Misao-dono, y ellos ya salieron.
- Debemos irnos a informarle de esto a Saito inmediatamente – Dijo Aoshi parándose y tomando sus kodachis – Seta, Himura, vayan a decírselo mientras nosotros nos preparamos, creo que se donde será esa trampa.
-¿De qué hablan? – Dijo Sanosuke pareciéndose tras ellos, no lo habían visto desde la noche anterior y por el gesto de su rostro no había dormido bien.
-Será mejor que tú te quedes aquí Sanosuke – Dijo Kenshin – Prepara bien tus puños porque una pelea esta punto de empezar.
-¿Alguien va a decirme de que se trata esto?
-Megumi-dono y Tokio-san están en peligro, y si no nos apuramos, quizá las encontremos muertas.
Kenshin y Soujiro salieron inmediatamente con dirección hacia dónde Saito se encontraba, mientras que Sanosuke pedía una explicación clara a Aoshi, eso de que Megumi estaba en peligro le había puesto los sentidos en desesperación…
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Las horas pasaban rápido y de temprano en la mañana a Kaoru le daba ya casi la media tarde. Sus nervios más alterados de lo que normalmente estaban, impaciente de salir de ese lugar donde se encontraba, de saber que sucedía, si sus amigos estaban bien, de saber si pelearían, de saber si Kenshin pelearía…Eso para ella nunca era agradable, y es que jamás olvidaría la vez en que miro por primera vez el brillo color ámbar en los ojos del pelirrojo, los escalofríos que sintió…¿Y si volvía a suceder mientras ella estaba lejos? Su mente estaba fuera de control, tenía que calmarse mas no podía, eso era casi imposible. Luego recordó el semblante de Misao antes de marcharse, esa no era ya la dulce Misao que ella consideraba casi una hermana. Y para romper su silencio escucho como una voz melancólica y depresiva la llamaba…
-¿Hace cuanto que se han ido?
-¿Nani? – Kaoru giro su cabeza y miro la silueta de una chica delgada, en extremo blanca y con unos ojos inundados de lágrimas – Yukime-san debería irse a dormir.
-No deseo dormir – Yukime enserio su voz – acabo de hacerte una pregunta, ¿hace cuanto que partieron?
-No más de tres horas – Respondió Kaoru notando como la chica frente a ella lucía más vulnerable que de costumbre - ¿Yumi-san daijobu desu ka?
-Daijobu ka – Dijo la chica dirigiendo su mirada al suelo.
-No debería preocuparse tanto, todo estará bien – Dijo Kaoru posando su mano en el hombro de Yukime.
-Arigato, es sólo que…sé que esto es horrible, la venganza…antes me parecía buena pero ahora sólo deseo que se acabe…-La joven no pudo más y las lágrimas comenzaron a resbalar por su mejilla – Sumimasen, no deseaba contagiarla de mi tristeza.
-No me ha contagiado – Kaoru bajo su mirar también – Es sólo que mis amigos corren peligro y estoy preocupada.
-Creo que no es la única preocupada.
Las jóvenes voltearon al escuchar una masculina voz detrás de ellas, allí parado enfundando una katana estaba Orimoto Kouji, su cabello estaba recogido como solía usarlo en batalla y una sonrisa se pintaba en su rostro…
-Estuve reflexionando y odio quedarme en la base en un ataque tan importante, ¿tú no Yukime?
-Pues…-La jovencita de 18 años se limpió las lágrimas y miro al apuesto joven - ¿Qué pretendes al decirme eso?
-Bueno sólo han enviado a asesinos linda Yukime, necesitarán tu toque dulce, y hoy más que nunca es necesaria tu presencia. Y yo he aprendido de ti que está vez están extralimitándose y saliéndose del plan.
-Insinúas que…
-Si nos apuramos llegaremos a tiempo, y creo que usted señorita debería acompañarnos, nosotros no conocemos bien el camino.
Después de que Kouji dijera eso, los tres tomaron caballos cada uno y partieron en dirección del lugar donde se realizaría la pelea…Kaoru pensando en ver a Kenshin nuevamente y Yukime en poder salvar a SU familia…
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Yuriko estaba perdiendo la paciencia, nadie había llegado aún y ella no podía mantener tanto tiempo allí a esas mujeres. Repentinamente miro como un carruaje se aproximaba, era conducido por Kaito y a su lado venía Katsumi, por fin era hora de la diversión…
Al ocultar el carruaje Nabiki y Hiroshi corrieron literalmente con un líquido en contenedores, Hiroshi se quedo al principio del lugar mientras que Nabiki rociaba el químico con cuidado por todo el lugar.
Minami y Misao permanecieron ocultas sobre un árbol, ambas tenían su armamento y mientras Minami pensaba en como matar a esas molestias Misao pensaba por que todos esos lugares le eran tan familiares.
Finalmente Kaito y Katsumi tomaron sus posiciones y Yuriko entro nuevamente a la okiya, y con un paso tranquilo y despreocupado se dirigió a la estancia donde tres mujeres la esperaban para interrogarla pues mientras estuvo ausente descubrieron su secreto.
Mientras en la comandancia de Kyoto Kenshin y Soujiro entraban apresurados hasta la oficina donde Saito Hajime revisaba unos papeles…
-¿Por qué diablos entran así a mi oficina? – Dijo el miburo levantándose y apagando el cigarrillo que tenía.
-Saito-san algo terrible esta por suceder - Dijo Kenshin cerrando la puerta tras él.
-¿De qué hablas?
-Han preparado una emboscada Saito-san – Dijo Soujiro acercándose a un mapa de Kyoto que colgaba en la pared de la oficina – No tenemos idea de donde pero es contra su esposa y Megumi-dono.
-¡¿Nani?! – Dijo Saito abriendo sus ojos - ¡¿De dónde sacan eso?!
-Eso no importa, debemos encontrar donde están en este momento, o podríamos llegar bastante tarde – Dijo Kenshin mirando junto a Soujiro el mapa.
-Creo que Tokio me comentó que saldrían, pero no recuerdo a dónde… - Saito sujeto un poco su cabeza, si tan sólo le pusiera más atención a Tokio ya estaría en camino a buscarla.
-¿Dijo con quien saldría?
-Pues dijo que con la Kitsune, y creo que con esa chica rara que se ha quedado en mi casa – Saito miro el mapa y luego se dio media vuelta – Será mejor que vengan conmigo.
-¿A dónde vamos? – pregunto Soujiro.
-sólo síganme.
El jefe de la policía salió y dirigiéndose a dos de sus hombres además de Cho dio una orden…
-Todos deben en este instante buscar por todo Kyoto algún indicio de batalla – El okami miro el gesto de disgusto de ambos hombres y luego continuo – Y será mejor que se den prisa porque su trabajo depende de ello. Yo iré con un grupo de policías a las afueras. ¡Muévanse!
Los hombres comenzaron a agruparse, Saito salió con Kenshin y Soujiro detrás de él y reunió a un grupo de policías, luego todos salieron, debían encontrar ese lugar antes de que algo más malo pudiera suceder.
Aoshi intentaba saber el lugar donde sería la dichosa emboscada, pero aún no se le ocurría donde, Okon y Omasu habían ido juntas a investigar donde sería ese ataque, él y los demás decidieron quedarse, pero empezaba a creer que había sido una mala idea, el estaba perdiendo la paciencia, y Sanosuke que estaba junto a él decía todas las maldiciones que sabía, desde que él mismo le explicara la situación el luchador estaba en un estado de angustia total, parecía como si lo único que tuviera en la mente fuera pesimismo y se culpara de lo que sucedía según él. Para su suerte, Omasu interrumpió abruptamente en el lugar, dirigiéndose a Aoshi inicio con la palabra…
- Megumi y Tokio-san están en la okiya Tetsuna
-¿Estás segura de eso? – Dijo Aoshi mirándola.
-Hai, nos lo ha comunicado una de las mismas geishas de esa Okiya – Omasu repentinamente poso su mano sobre el hombro de Sanosuke y le dijo – Recobra la calma, es hora de irnos por que creo que ya se nos han adelantado.
-¿Eso es lo único que saben? – Pregunto Aoshi tomando sus kodachis y enfundándolas.
-Pues nos dijo también que iban acompañadas de la nieta de la dueña, una tal Yuriko, pero a la descripción que nos dio…bueno a mí me sonó como a Yuri-san.
-¡Lo sabía! – Grito Sanosuke como volviendo a la normalidad – Esa mujer no me daba espina, debimos escuchar lo que Megumi dijo.
-Bien entonces es hora de partir – Agregó Aoshi – Dile a Shiro que vaya y de esa información a Saito. Nosotros nos adelantaremos.
-¿Crees que eso sea conveniente Aoshi-san?
-Es la forma más rápida de detenerlos.
Omasu salió directo a darle las indicaciones a Shiro, mientras Aoshi y Sanosuke salían seguidos por Kuro, Okon y el mismo Yahiko, su paso era apresurado y es que esta vez debían ir lo más aprisa posible…
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La okiya Tetsuna emanaba un ambiente de tensión, la gente en su interior no tenía ni la menor idea del caos que estaba a punto de dar inicio.
En al estancia tres mujeres esperaban a otra, los problemas empezarían y un interrogatorio ya estaba formulado. Para cuando Yuriko entro en la estancia, Megumi, Tokio y su abuela estaban con caras serias y la miraban como reprochándole algo, la muchacha enseguida entendió el mensaje y se preparo para lo que venía, además, sólo tenía 10 minutos para salir del lugar…
-¿Sucede algo malo? – Dijo la hermosa joven de ojos ámbar.
-Querida será mejor que tomes asiento – Dijo la mujer de mayor edad en la sala.
-Realmente me sería de agrado tomar asiento, pero no puedo. – Yuiko noto como la doctora la miraba con desprecio y luego agregó – Si me disculpan debo retirarme.
-Tu de aquí no sales sin antes respondernos – Dijo Megumi parándose poniendose frente a la puerta.
-Doctora será mejor que me deje pasar.
-Le he dicho que no saldrá si no responde.
-¿Responder qué? No me han preguntado nada.
-¿Quién eres en verdad? – Dijo Tokio uniéndose a Megumi frente a la puerta.
-¿Nani?
-Nos ha mentido en este corto tiempo señorita – Tokio estaba ahora usando su política.
-No las entiendo y si me disculpan están obstruyendo mi paso.
-Yuriko será mejor que le contestes a estas mujeres – Ahora la abuela de la joven se unía a las otras dos.
-Bien, no me dejan otra opción – Yuriko sacó de la manga de su kimono unos pequeños dardos – Gomen nasai abuela, es hora ya de que todo sea como debe ser.
Yuriko lanzó los dardos acertando a las tres mujeres, quienes en cuanto la punta del dardo alcanzó su piel quedaron inmóviles, los dardos contenían un veneno para inmovilizar los sentidos durante un rato, para Yuriko sería suficiente tiempo así que salió y se dedico a cerrar la puerta por fuera, debía asegurarse que esas mujeres no sobrevivieran.
Por otra parte, Nabiki termino por fin de rociar todo el quimico dentro de la okiya, ahora faltaba solamente el exterior, hizo una señal a Hiroshi y este comenzó su parte del trabajo rociando la entrada principal y las partes de pequeños senderos que estaban anexos, al terminar se acerco a Nabiki y le anunció que estaba todo listo, luego ambos dejaron los recipientes y se acercaron a Kaito y Katsumi para dar la señal y que todo empezara por fin….
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El Aoiya se había quedado sin sus guerreros, ahora sólo estaba Okina junto a la pequeña Sayuri, esperando tener noticias de lo que sucedía. La pequeña niña estaba dormida, y Okina sentado viendo hacia el patio cuando pudo escuchar como unos pasos resonaban en el Aoiya dirigiéndose hacia donde se encontraban. Se levanto pensando que era alguno de los oniwabanshuu pero avanzar por el corredor pudo notar que las personas que estaban viéndole atentamente no era nadie de los habitantes del Aoiya, eran dos siluetas que sólo le traían malos recuerdos…
Sanosuke finalmente vio como la okiya empezaba a aparecer a su vista, corrió más aprisa seguido de Aoshi y los demás, repentinamente, empezaron a ser atacados por flechas que venían de unos árboles. Omasu y Okon corrieron justo al pie de los árboles cada una, pero antes de que pudieran subir varios hombres vestidos de negro las atacaron, Kuro les ayudo y justo cuando Aoshi se les iba a unir unas kunais le rozaron el hombro izquierdo, giro su vista pero no pudo ver a su atacante, nuevamente unas kunais pasaron cerca de él, pero esta vez por su pierna, y un segundo después sintió como algo atravesaba su hombro derecho…
-Jamás debes confiarte de nada.
Aoshi se giro al escuchar esa voz y lo que miro lo hizo sorprenderse, era la misma joven que había atacado el Aoiya hacía tiempo, la gemela de Misao, así que eso significaba que Misao debía estar ahí también, pero ¿Dónde?...
-Es una cobardía atacar por la espalda comadreja.
-¿Nani?
Aoshi vio como Sanosuke derribaba a la chica, y como esta se levantaba furiosa sacando una especie de espada de su rara vestimenta de color rojo y dirigía un ataque hacia el luchador, que con suerte esquivo el ataque y le ayudo a levantarse, su hombro estaba mal herido pero eso no le impediría luchar…
-¿Eso es todo lo que puedes dar? – Dijo Sanosuke a la muchacha en tono burlesco.
-Eso es el comienzo – Respondió ella empuñando nuevamente la espada y tomando una posición recta con el filo hacia arriba, luego bajo el filo y antes de que iniciará el ataque murmur
-Es lindo el olor a fuego,¿no lo creen?
Sanosuke se giro un poco y miro como las llamas avanzaban hacia la okiya, y como un impulso corrió hacia allá, pero antes de acercarse demasiado alguien se poso frente a él, una silueta muy conocida por él, y lanzó un ataque de kunais en su contra…
-De aquí no pasarás.
-Kami….¿Qué te paso comadreja?
-¿Nani?
-¡Shinomori! – grito Sanosuke antes de seguir corriendo hacia donde las llamas se habrían paso.
Aoshi volteo al escuchar el grito de Sanosuke y lo que miro lo dejo totalmente sorprendido, Misao estaba de pie desenfundando una espada y se dirigía hacia el a una rápida velocidad. Él sacó una de sus kodachis y pudo detener a la chica. Estaba sorprendido de ver nuevamente a Misao…
-Misao…-susurró Aoshi deteniendo nuevamente otro ataque de la joven.
-¡Aoshi-san cuidado!
Aoshi apenas y tuvo tiempo de moverse para no recibir el impacto que venía directo hacia él por parte de Minami, cuando estuvo de nuevo en pie viendo hacia el frente distinguió que quien había gritado había sido ni más ni menos que Kaoru, que se acercaba corriendo junto a una chica de cabellos largos y azulados. Aoshi empezó a sentir que algo se clavaba nuevamente en su brazo, notó que era una kunai y vio a Misao preparándose para proseguir atacando, estaba en un dilema, no deseaba atacar a Misao pero tampoco deseaba morir aún, así que desenfundo sus kodachis y optó por la opción que le pareció más lógica…Pelear y poder regresar vivo al Aoiya junto con Misao…
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NOTAS DE LA AUTORA:
Espero que hayan
entendido este capítulo y que haya sido de su agrado, no lo hice más largo pues
porque se me estaban agotando las ideas, incluso aún no estoy muy convencida de
lo que escribí pero espero que a ustedes si les haya gustado…
En la parte que puse que unos hombres vestidos de negro atacaban Omasu y Okon debo aclarar que son como…¿empleados?¿esclavos?...no se que palabra usar, pero lo que intento decir es que trabajan para Minami y compañía….
El próximo capítulo es la segunda parte de este, donde sabrán que dónde están Megumi y Tokio, sabrán quienes eran las personas que llegaron con Okina, Kenshin y Saito llegarán, y verán que resulta de la pelea de Misao y Aoshi….
Sugerencias, comentarios, quejas??...Dejen un review…
Matta ne minna…
