Típico: Algunos personajes pertenecen a J. K. Rowling, y el resto son míos.
Summary: Después de la caída de Voldemort, las familias de mortífagos se han convertido en mafias que se matan entre ellos para tener el poder absoluto. Este fic contendrá acción, romance, sexo, magia, fiestas…
yop: Jajaja la verdad es que Syla tuvo su fuerza para sacarse de encima a Remus, porque mmm, que bueno que está ese jaja. Yeah Ginny muy muy celosa, y eso puede tener consecuencias en los siguientes capítulos (silbando y mirando al cielo como si no hubiese dicho nada) Draco!!! Aisss, quien le pillase, caballeroso, bueno él dijo que lo hizo porque sino les pillarían per tdos sabemos que al fin y al cabo tiene su pequeña vena de nene bueno aunque luego lo niegue, y eso de cabroncete es cierto que da su morbo jeje. Que bien, ya te vas dando cuenta de mis intenciones con Harry, a ver, en este capítulo vas a leer cosas que hizo la Orde del Fénix y que ni la mayoría de los integrantes conoce, solo que Harry las descubrió por casualidad y al ver que estaban volviendo a actuar y además iban a utilizar a Syla, pues decide hablar con Ville. Espero que te guste este capítulo!!!! Besosss
Más cosas: Jajaja serás puta!!! Que morro!!! De Ámsterdam, yeei donde vives que me voy para allá?? Jaja. Tú también a pasártelo bien, de putísima madre. Aunque yo sin tequila, jeje soy una niña buena y no bebo, ya me he pillado las suficientes cogorcias para toda mi vida, jeje. De la otra historia ya seguiré escribiendo, jeje ya tengo a la mitad el capítulo. ¿De qué no te funcionarán esas neuronas?.... jajajaja.
Shumara: Jejeje bueno ahora me has dejado review y eso me gusta jeje, me anima a seguirlo. Yep tengo ya bastantes fics, jeje, aunque ahora me estoy dedicando a este más que nada, ya seguiré continuando los otros, y subiré uno nuevo que ya tengo la idea rondando por mi cabecita. Los personajes inventados que hago suelen ser parecidos a mí, jeje, aunque Syla es completamente idéntica a mí, tanto en aspecto físico como en personalidad. Con lo de si Harry sabía que Draco conocía a Syla, siento no haberlo dejado claro, no, Harry no lo sabía por eso preguntó "¿Él?". Espero que este capítulo te guste. Saludos!
Alici@ M@lfoy: Jejeje sí un corte bueno, y es verdad que se lo merecía. Jue ya tengo muchas continuaciones puestas en mente jaja, ya veré cuando empiezo. Aquí tienes la continuación, bien bien, veamos a nuestro Harry haciendo lo que realmente deseaba a ver hecho cuando se enteró sin querer de ciertas cosas que hacia la Orden del Fénix.
Mirlaure(): Jeje gracias. Bien aquí tienes el famoso encuentro jaja, yo creo que se va a quedar todo pillado el Ville jaja, no se pensaría que la niña leiba a traer a Harry en persona.
EL CÍRCULO DE LAS MAFIAS
9. El Dark
Ante ellos se abrió un cuarto muy espacioso, lleno de gente, con música, era una discoteca de magos y criaturas mágicas. La música les dio contra la cara a modo de saludo y fueron adentrándose entre la multitud, Harry miraba todo con asombro, había toda clase de personas.
Syla agarró a Harry disimuladamente, ya que era peligroso que Harry Potter entrase en ese lugar, Draco al ver el gesto de Syla se puso alerta mirando hacia los lados.
Después de abrirse paso entre la multitud de jóvenes que bailaban al ritmo de una música oscura, Syla atravesó una puerta y se encontró a su padre en un habitáculo con paredes de cristal opaco, lo que hacía que desde fuera no se pudiese ver el interior. El señor Sigor miró alternativamente a los jóvenes, volviendo su vista hacia Harry una y otra vez.
- Quiere hablar contigo –dijo Syla indicándole a Draco que se marchase y a Harry que se acercase a su padre.
Los dos hombres se saludaron con un fuerte apretón de manos, Harry se quedó asombrado ante la juventud de Ville y el aspecto sencillo pero a la vez muy astuto que portaba ese señor, siempre había oído cosas monstruosas sobre él.
Syla se giró y se encaminó hacia la puerta para dejarles hablar a solas.
- No te preocupes, no te vamos a hacer nada –dijo Ville sonriendo al ver la cara de Harry cuando Syla cerró la puerta tras ella- ¿Quieres sentarte? –Harry se puso cómodo en un sillón de color rojo sangre- ¿Algo de beber? –el chico negó con la cabeza y Ville pidió para él una copa de ron.
Se mantuvieron en silencio un rato, mirándose evaluadoramente, hasta que el señor Sigor decidió comenzar con la conversación y averiguar qué hacia ese muchacho al que nunca habría imaginado de esa forma, en uno de sus locales. Ville se dio cuenta de que la "locura" que se le había atribuido a Harry era mentira, seguro que otro de esos juegos de la Orden del Fénix para "quitarse de encima" a Potter y a la vez que nadie le buscase.
- ¿Querías verme? –Harry asintió firmemente- ¿para qué?
- Para frustrar los planes de la Orden del Fénix –Ville tuvo que hacer un esfuerzo por no demostrar que casi se tira a abrazar a ese joven cuando le dijo aquello.
- ¿Eso significa que quieres unirte a mí? –Sigor mantenía una mirada penetrante y una voz convincente, sabía cómo tratar con cualquier persona y sabía cómo debía hablarles en todo momento.
- No del todo –Ville frunció el ceño- Verá, yo no quiero unirme a ningún bando, ya he estado obligado a pertenecer a uno durante demasiados años –Sigor asintió para que Harry se diese cuenta de que le comprendía- Lo que quiero es trabajar con usted en lo relativo a la Orden –Harry hizo una pausa- destruir a ese montón de farsantes –el señor Sigor sonrió ampliamente.
- Bienvenido Harry Potter –le volvió a estrechar la mano con fuerza a modo de despedida y futuro reencuentro.
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Syla caminó entre la multitud, saludando a todo el mundo que la saludaba por su nombre, o que se acercaban a presentarse, se encaminaba hacia la parte de los sillones, era la parte en la que solían encontrarse los vampiros y la gente que quería un rato a solas.
- Querida creo que deberías curarte esa herida antes de acercarte a nuestra zona –una voz de lo más sensual sonó en el oído de la joven, haciendo que se le pusiese la piel de gallina al sentir el aliento frío de aquella persona en su cuello. Se giró lentamente- Hoy vienes magnífica.
Ante ella estaba un joven al que uno le echaría unos 18 años, pero que en realidad tenía unos 200 años, lucía un pelo largo y liso del color de la noche más cerrada y oscura capaz de verse, su piel era pálida, casi transparente; sus ojos, de color verdeazulado, eran fríos, y era en ellos donde se podía ver reflejado el paso del tiempo, el de los años que aquella persona había vivido; su dulce y elegante cara finalizaba en una sonrisa perfecta, con unos labios rojos, apetecibles para cualquier clase de mujer.
Syla cogió el pañuelo de seda que le tendía su amigo vampiro, y se rodeó la herida con cuidado. Luego siguió al hombre hacia unos sillones rojo sangre, entre los que había mesitas bajas de color negro. El hombre se sentó elegantemente, como todos sus movimientos, cuidados y perfectos, Syla se dejó caer al lado de él, llevándose un chasquido de reproche de parte de su amigo.
- Estoy cansada Nod –le dijo como excusa.
- Ya veo –dijo con una mueca- hacia tiempo que no venías por aquí.
- He estado ocupada, mi padre me dio un trabajo –el vampiro asintió y miró hacia el frente.
- Ese ángel caído no deja de observarte –Syla levantó cansadamente la mirada y se encontró con la de Draco.
- Nunca habías empleado tan bien esa palabra.
- Veo que le conoces –dijo Nod sonriendo al observar como Syla temblaba disimuladamente al ver que Draco se acercaba hacia donde estaban.
Nod inclinó la cabeza a modo de saludo cuando Draco estuvo enfrente de ellos, lo que hizo que el rubio levantase una ceja pero acabase saludando de la misma forma. Draco se sentó en el sillón de enfrente de nosotros.
- Draco Malfoy –dijo el rubio mirando al vampiro, que abrió los ojos con sorpresa.
- El hijo de Narcisa Black –Draco frunció el ceño- yo soy Nod, era amigo de tu madre, siento que ya no esté entre nosotros.
- Y yo –murmuró Draco.
Mientras se presentaban y todo, Syla había estado preparando un porro, y ahora lo había encendido.
- ¿Por qué fumas Syla? –dijo Nod cariñosamente.
- Porque me relaja y me quita los nervios –dijo Syla de malos modos.
- ¿Estás nerviosa? –dijo sarcásticamente Draco- Yo sé una forma de tranquilizarte –la mirada de Draco en ese momento, hizo que Syla tuviese que cerrarse ella misma la boca, y se moviese incómoda en el sillón.
- Draco, una mujer es una criatura perfecta y sensible –dijo Nod mirando fijamente a Draco- si las quieres seducir cuida tus palabras –dicho eso, Draco se quedó con cara de idiota y Nod cogió una rosa que había en un jarrón, la rosa era toda negra, se acercó a Syla y le puso los pétalos en los labios, luego miró a Draco y le dijo- es su flor preferida –luego cerró aún más las distancias que había entre él y Syla y cogió la rosa y con los pétalos fue acariciando las piernas descubiertas de Syla, que miraba atónita lo que Nod la estaba haciendo.
Nod subió la rosa hasta encontrarse con los muslos de la joven, y ahí delicadamente comenzó a acariciarlos con más ternura y más despacio, Syla tenía que controlarse por no demostrar que su corazón en esos momentos estaba apunto de escapársele por la boca. Draco miraba atento y divertido las reacciones de Syla, pero a la vez se movía algo incómodo en su sillón.
La rosa estaba ya tocando el borde del vestido corto de Syla, la chica agarró la mano del vampiro con fuerza y le miró a los ojos. Nod por otro lado acercó sus labios al cuello de ella, Syla cerró los ojos y la presión de su mano sobre la de Nod disminuyó, lo que le permitió al vampiro que siguiese acariciándola con la rosa, Draco miraba como ausente la escena, le daba la impresión de que ellos dos en ese momento no se enteraban ni de quien estaba mirándoles.
Cuando el rubio vio como Nod depositaba un beso tierno en el cuello de Syla, carraspeó sonoramente. Syla abrió los ojos y le miró confundida, luego miró a Nod con una sonrisa en sus labios.
- Nunca conseguirás resistirte a la seducción de un vampiro –le dijo a Draco aunque miraba fijamente a su amigo, que ahora también la sonreía.
- Syla –la joven se giró y vio a Harry. Se levantó y se acercó a él.
- ¿Qué tal ha ido?
- Bien –dijo Harry mirando hacia los sillones en donde estaban Nod y Draco. Syla siguió la vista del muchacho.
- Él es Nod –dijo señalando al vampiro. Harry asintió y respondió al saludo de Nod- ¿Quieres que nos vayamos? –Syla notaba que Harry estaba nervioso en ese lugar. Harry simplemente la miró, pero en su mirada se encontraba la respuesta, así que Syla se acercó a Nod, que se levantó elegantemente y la besó en los labios tiernamente, Syla abrió los ojos pero no negó aquel pico de su amigo.
Antes de que Syla se diese la vuelta para irse, Draco se acercó a ella y la dio un beso en la mejilla. Luego la chica cogió de la mano a Harry y se perdieron entre la gente.
- ¿Te gusta? –la voz de Nod hizo que Draco dejase de mirar el lugar por el cual habían desaparecido Harry y Syla.
- No –miró de manera furiosa al vampiro, que empezó a reír.
- Miéntete a ti mismo –un par de chicas rubias y vestidas de rojo se acercaron a Nod y se sentaron a su lado- te presento a Katrina –dijo señalando a la que parecía más joven, tenía unos grandes ojos verdes que estaban adornados con purpurina y unas largas pestañas, sonrió a Draco con la sonrisa de una chica traviesa, con unos labios rojo pasión.
La chica se acercó a Draco despacio y sensualmente, luego se sentó a su lado y empezó a susurrarle cosas al oído. Draco se levantó con la chica siguiéndole, cuando iba a irse Nod se acercó y le dijo al oído.
- Estar con una vampiresa llega a parecerse algo que cuando estás una noche con Syla.
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- Estás muy callado –Syla y Harry caminaban por las calles más dejadas de Londres.
- Sí –contestó secamente- ¿vienes hoy a casa? –suavizó el tono cuando hizo esa pregunta.
- Tengo que enseñarte tu nueva casa Harry, es hacia donde vamos –Harry asintió y continuaron el camino en silencio.
Empezó a llover y por consiguiente se empaparon, al no tener ningún abrigo ni nada, el traje de Syla se pegó aún más a su cuerpo, si eso era posible, la túnica de Harry estaba empapada, así que se la quitó y se quedó en pantalones de chándal muggles que siempre utilizaba y una camiseta blanca de tirantes.
Cuando estaban tiritando de frío y abrazados para darse calor, giraron por una esquina y se metieron en un portal. Syla se frotó los brazos y sacó una llave para la puerta, abrieron y entraron al interior dejando un charco de agua y barro bajo sus pies.
Harry cerró la puerta tras él se sacudió el pelo, mojando todo lo que estaba a su lado, Syla por otra parte seguía frotándose los brazos para entrar en calor, el moreno se acercó a ella y la besó, se separó de ella para volver a moverse el pelo, Syla le miraba con los labios mojados de las gotas que caían de su pelo, el pelo de esa forma despeinado le hacía tremendamente atractivo, Harry volvió a besarla, esta vez atrayéndola hacia él y bajando los tres escalones de la entrada mientras la besaba y agarraba por la cintura.
Cuando bajaron hacia el saloncito, las luces y la chimenea se encendieron solas, mientras ellos seguían besándose y acariciándose con más intensidad, las caricias que se daban quemaban como el mismo fuego que crepitaba en la chimenea, mientras sus bocas se juntaban una y otra vez, dejando pequeños espacios para coger el poco aire que necesitaban para seguir besándose.
Harry le sacó el vestido empapado y pegado al cuerpo de Syla por la cabeza, de un tirón rápido y violento, dejándola únicamente con un tanga color azul. Syla por su parte le quitó con rapidez la camiseta y bajó los pantalones holgados del joven.
Harry sacó los pies de los pantalones y agarró a Syla subiéndola en brazos mientras la besaba por el cuello y por la cara. Syla enlazó sus brazos alrededor del cuello de Harry y dejó que éste le guiase hacia la única puerta cerrada de la casa, hacia el dormitorio.
Entraron con dificultad porque ninguno de ellos atinaba a girar el manillar a la vez que se besaban, nada más entrar se encendió una luz de intensidad muy baja y amortiguada por una tela que hacía que iluminase una cama de matrimonio con mantas color beige. La luz del salón se apagó sola justo cuando Harry puso a Syla sobre la cama y se subió él después.
Syla dejó que Harry se colocase sobre ella y le comenzó a acariciar los abdominales, mientras le daba pequeños mordisquitos por el cuello, las orejas, los labios, mientras Harry, deslizaba sus anchas manos por el cuerpo suave de Syla, acariciando todo lo que había a su paso con gran ternura.
Harry agarró las tiras del tanga y lo bajó de golpe, para después deshacerse él mismo de su calzoncillo. Los dos mantenían sus cuerpos fuertemente apretados, y se acariciaban y deseaban bajo la luz de la luna que entraba por el balcón del dormitorio.
Syla dejó escapar un gemido cuando Harry la besó el cuello y comenzó a penetrarla, se fue introduciendo en su interior de forma lenta, hasta que finalmente dio una sacudida mayor para entrar del todo, luego se quedaron mirando y volvieron a besarse mientras Harry comenzaba a moverse con movimientos rítmicos y rápidos.
Harry cerró los ojos en el momento en que comenzó a moverse más rápido, y luchó por no empezar a gemir como Syla lo estaba haciendo, la chica apenas podía respirar y apretaba a Harry con fuerza contra ella, entrelazándose en un abrazo posesivo.
Syla besaba a Harry con fuerza, besaba cualquier trozo de piel de él que se encontrase en su camino, concentrándose en la oreja del chico y haciendo que este lanzase un débil gemido y buscase los labios de Syla como el antídoto busca al veneno para aplacarlo, para suavizarlo, besándola con una mezcla desatada de pasión, deseo y a la vez algo de ternura.
Cuando ambos estaban a punto de llegar al clímax, sonó un teléfono, Harry se quedó medio parado pero Syla le pellizcó el brazo para que siguiese y no se detuviese.
- ¿Dónde está el teléfono? –dijo Harry susurrando y con la voz entrecortada por la respiración agitada.
- No sé, da igual –dijo Syla entre jadeos y volvió a besar a Harry mientras el teléfono seguía insistiendo.
- ¿No deberíamos cogerlo?
- ¡Qué le jodan al teléfono! –exclamó Syla sintiendo como se iba a venir.
Harry se dio cuenta de que Syla estaba llegando al orgasmo y la agarró con más fuerza para meterse aún más en su interior, la chica arqueó la espalda en el momento en que un escalofrío y un placer gratificante inundaron su cuerpo. Harry por su parte enterró la cabeza el la almohada sobre la que estaba la cabeza de Syla y se dejó ir justo después de Syla.
El teléfono seguía insistiendo, y Harry y Syla abrazados encima de la cama, aún unidos intentaban tranquilizar su respiración. Syla miró hacia la mesita de noche, y tocó el brazo de Harry para que alcanzase el teléfono.
- ¿Sí? –dijo la voz agotada de Harry cuando cogió el insistente teléfono.
- (¿Harry? Soy Sigor, ¿está Syla ahí? –la voz de Ville sonaba nerviosa y alterada, lo que hizo que Harry se incorporase un poco en la cama, haciendo que la sábana se deslizase por su espalda)
- Sí, ¿hay algún problema? –Syla vio que Harry se había puesto alerta.
- (No –demostró que dudaba- bueno, la Orden del Fénix ha entrado en el Dark, el local donde estuvisteis hoy –Harry se sobresaltó y prestó aún más atención- sólo quería saber si Syla estaba bien –Harry sonrió, al fin y al cabo era su padre, miró a Syla que tenía los ojos muy abiertos esperando respuestas y la acarició el pelo mientras Sigor le pedía que le pasase con ella)
- Dime –la chica se movió un poco para ponerse más cómoda debajo del cuerpo de Harry.
- (¿Sabes dónde está Draco? –Sigor parecía algo preocupado.)
- Le dejé en el Dark con Nod.
- (Ese es el problema –Sigor le explicó que habían entrado liquidando a todo el que estaba a su paso- pero si le dejaste con Nod, ¿no le habrá presentado a alguna amiga vampiresa?)
- Supongo –dijo Syla frunciendo el ceño.
Syla se despidió de su padre y al girar la cabeza se encontró con la mirada fija de Harry.
- ¿Qué te pasa? –Syla apartó la vista e intentó salir de debajo de Harry.
- Nada –Harry se apartó con recelo para que Syla se pudiese levantar.
La chica abrió el armario y se encontró con toda la ropa de Harry que tenía en la otra casa, cogió una camiseta grande y se la puso sobre el cuerpo desnudo. Harry se levantó detrás de ella y se puso unos pantalones dejándose el torso al descubierto. Siguió a Syla hacia la cocina, donde la chica abrió la nevera y sacó una tarta de queso con fresas, Harry rechazó el plato que le tendió Syla, pero se sentó a su lado mientras la chica degustaba la porción que había cortado.
- ¿Es por Malfoy? –Syla dejó el tenedor a medio camino de su boca y se giró hacia Harry.
- Ya te he dicho que no es nada –Harry no protestó porque vio que Syla estaba enfadada.
Cuando Syla acabó de comer, se quedó mirando fijamente el plato y finalmente giró la silla alta hacia donde estaba Harry sentado, luego arrimó su silla a la de él y se le quedó mirando sin decir nada, hasta que se levantó un poco, haciendo que la camiseta subiese muy arriba de los muslos, y le besó. Harry la agarró suavemente por el cuello y la acarició el cabello. Cuando se separaron, Harry habló serio.
- Syla ¿qué sientes por mi? –Syla se quedó muda, nunca antes la habían preguntado eso, nunca antes había estado preparada para contestar a una pregunta como esa, y nunca había podido exteriorizar sus sentimientos, nunca… y ahora Harry le pedía algo que ella no sabía responder.
- No… no lo sé –dijo negando con la cabeza, estaba confusa. Levantó la cabeza y se enfrentó con la mirada dolida de Harry.
- Vamos a dormir –la dijo Harry sin mirarla siquiera.
Syla siguió los pasos de Harry con la cabeza gacha, en su interior una mezcla de sentimientos luchaban por ser escuchados, por saber cual de ellos era el verdadero, y por demostrarla qué sentía por Harry, pero ella no sabía como interpretar esas emociones.
Se echó al lado de Harry sin tocarle y se quedó mirando el perfil del joven cuando vio que éste había cerrado los ojos, Syla se acercó más al cuerpo de Harry y le acarició el pelo revuelto, el joven fijó su mirada esmeralda en la de ella.
Syla besó los labios de Harry tiernamente, saboreándolos lentamente y sin utilizar la lengua, únicamente, absorbiendo los labios de Harry con los suyos de forma delicada, dando pequeños besitos por las comisuras de su boca.
Harry se giró hacia ella y la atrajo hacia su cuerpo, luego la abrazó mientras metía su lengua en la boca de ella, que le dejaba acceso. El chico tenía una mano en la cintura de Syla y la otra acariciaba la mejilla de Syla, apartándola mechones de pelo que caían rebeldes.
Syla acurrucó su cabeza en el hombro de Harry para dormirse, mientras que el chico la rodeaba con sus brazos y se dormía respirando sobre ella.
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Bueno, aquí está ya el capítulo 9.
Jajaja me fascinan los vampiros, ¿se ve? Jeje
En fin… no ha pasado mucho en este pero es una introducción, la "guerra" está comenzando jaja.
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Gracias por leer.
