Típico: Algunos personajes pertenecen a J. K. Rowling, y el resto son míos.

Summary: Después de la caída de Voldemort, las familias de mortífagos se han convertido en mafias que se matan entre ellos para tener el poder absoluto. Este fic contendrá acción, romance, sexo, magia, fiestas…

yop: Buenas, ey tampoco era tan corto, jaja me ocupó una hoja más que los demás :-p Yeah Harry es como las natillas, repetimos repetimos jaja. Y Draco con una vampiresa tiene peligro jaja. Mmm no sé si le habré hecho algo jaja, tu lee, yeah y pobrecita Syla, todo preocupada por Draco, ¿acabarán juntos? Ya verás, es que todavía esperan muchas sorpresitas. Bua Nod, mmm en serio, es que yo me imagino a ese vampiro y vamos, se me cae todo jaja, son amigos con derecho a algo más, ya se sabe que los vampiros son muy seductores jaja. Jajaja que tía, ten cuidado a ver si te nos matas un día de estos toda pedo jaja, yei yo este finde me voy a la keli de una amiga ke tiene por ahí perdida por las montañas jaja, a fumarla muyyy bien. Y el viernes me pille una cacho fumada… ais ais, jaja no sé ni como coño llegué a casa, y mi vieja a las 6 de la mañana ¿pero qué coño haces viniendo tan tarde? Y yo buff… déjame. El rapsusklei es de Zaragoza!!! Yei no sé si le conocerás, es un mc. Weno seguiré subiendo más capítulos de vida nueva. Tú pásalo muy bien guapa. Besazos.

Alici@ M@lfoy: Si si "se cambia de bando" porque el niño tiene las ideas muy claras y hará lo que crea conveniente jeje sin tener ningún jefe más. Yea me encanta dejaros con la intriga jeje a veces soy muy mala, no me hagáis nada yo seré buena con Malfoy, al fin y al cabo… buf Draco es Draco jaja. Me alegro de que te esté pareciendo genial. Besoss

Iraty Rowling(): Me estás dando miedo!!! Jajaja, que fuerte, no tenía ni idea, voy a tener que leer tus historias, madre mía que de coincidencias, eso debe ser que pillamos la musa inspiradora a la vez jaja. Ais ais, oye que yo en verano llego a tener un pei en la mano cada hora jaja, ya ya es una debilidad, vale, la haré que no fume tanto, jaja solo que aquí daba su toque para que Draco le dijese eso. Draco no puede estar mucho tiempo solo jaja, es Draco al fin y al cabo. Perdón por las faltas, soy de Madrid, aquí hablamos fatal, jaja hacemos muchos laísmos y leísmos, sorry jeje. Oye pues la carrera de coches no se me había ocurrido, jaja ¿qué tal carrera de coches voladores? Estilo el que tenían los Weasley jaja, no sé, me pensaré algo así, una persecución o carrera o algo así, jeje gracias por la idea.

EL CÍRCULO DE LAS MAFIAS

10. Dudas

Draco tenía cogida la mano de Katrina y se abrían paso hacia la salida, pero algo ocurrió y la gente empezó a avanzar en todas las direcciones, sacando las varitas y dando gritos. Draco vio por encima de algunas personas a los nuevos invitados que habían entrado en el local, todos ellos vestidos con túnicas de la Orden del Fénix.

- Mierda –exclamó sacando la varita y diciéndole a Katrina que avisase a Nod y a todo el mundo que se encontrase. La rubia salió corriendo en dirección hacia los sillones.

El chico empezó a abrirse paso entre la gente hacia la salida, a su paso había gente tirada en el suelo, otros luchaban con sus varitas en mano, el número de integrantes de la Orden era elevado y no paraba de entrar más gente por la puerta.

Draco se puso al lado de un hombre que parecía de seguridad y estaba luchando contra un joven de unos 25 años de pelo castaño y liso. Una luz roja pasó al lado del rubio y la evitó por los pelos, luego se giró dando un salto y se encontró mirando directamente a Severus.

- Vaya vaya, a quien tenemos aquí –Snape frunció los labios y apuntó la varita hacia Draco- el joven Malfoy, ¿aún sigues queriendo luchar con los malos después de lo que le hicieron a tu familia? –Draco respondió con un hechizo violento a la mención de su familia, a la alusión de su madre.

Snape cayó en el suelo pesadamente y se frotó la cabeza por el golpe que había sido amortiguado por un guardia y dos hombres de la Orden.

- No menciones a mi madre con esa lengua sucia de traidor –Snape le miró con ojos desorbitados, estaba claro que Draco iba a acabar con una maldición imperdonable, iba a acabar con su vida.

Un brazo con una fuerza sobrehumana tiró de Draco y le sacó de la pelea. El rubio miró confundido hacia los lados y cuando su vista se centró en Nod le miró con una mueca de amargura.

- ¡Me iba a cargar a ese capullo! –exclamó enfadado.

- Por eso mismo –dijo serenamente el vampiro- sígueme.

Draco siguió a Nod a través de la gente, hacia los sillones, ahí la gente se amontonaba por una salida secreta, Nod se cercioró de que el joven le estaba siguiendo y le indicó que saliese cuando les llegó su turno.

El pasillo no era muy ancho, cabían dos hombres al lado, delante de ellos había una mujer con una túnica azul y un individuo con una capa con capucha que le cubría todo el cuerpo y la cara.

Draco perdió de vista a Nod y cuando salió de túnel hacia el exterior, el vampiro le empujó hacia la izquierda y le hizo dirigirse hacia un callejón sin salida, allí abrieron una alcantarilla y se deslizaron rápidamente, cerrándola sobre sus cabezas.

Bajaron la escalera y capotearon en el agua sucia, Draco siguió a Nod por los pasillos laberínticos que el vampiro tan bien parecía conocer, el hedor era insoportable, y a su paso Draco iba aniquilando ratas que intentaban saltar contra su pierna.

- No dejes que te muerdan –le dijo Nod cuando una estuvo apunto de morder el hombro del chico al saltar desde un tubo que había por encima de sus cabezas.

Después de varios minutos agotadores, Nod subió por una escalerilla y Draco le siguió, llegaron a una calle desierta. Nos se arregló el traje y se colocó bien la corbata, Draco se sorprendió de la elegancia del vampiro aún después de haber estado recorriendo la ciudad por las alcantarillas. El chico se miró y se vio todo andrajoso y sucio, suspiró y se apartó el pelo de la cara llena de sudor.

Caminaron en silencio hasta que llegaron a una puerta que se confundía con la pared. Nod abrió haciendo que chirriase la pesada puerta secreta y entró en su interior, cerrándola después de que Draco hubiese pasado.

La estancia estaba iluminada con velas de los colores más oscuros, predominaba el rojo, en las paredes y el negro en los muebles, una alfombra con motivos decorativos estaba bajo sus pis, aquella estancia parecía un viaje a los años pasados.

Nod se quitó la chaqueta y la colgó en un perchero con forma de dragón.

- Ponte cómodo –le dijo indicándole un sillón. Draco se sentó y después lo hizo Nod- bienvenido a mi humilde morada.

- Mi casa también tenía motivos decorativos de la Edad Media –dijo Draco aún observándolo todo.

- Lo sé, tu madre cogió el gusto por la decoración antigua gracias a mi influencia –Draco se le quedó mirando con los ojos entrecerrados.

El vampiro le sirvió una copa de whisky y estuvieron hablando hasta que vio que Draco estaba agotado y le enseñó una habitación donde podía dormir.

- Draco, si realmente sientes algo por ella, haz algo –dijo el vampiro antes de desaparecer hacia lo que parecía su habitación.

El cuarto era espacioso y tenía una cama de matrimonio con doseles de color granate, al igual que las mantas. Draco se desvistió y se dio una ducha antes de irse a dormir.

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

Syla se levantó de golpe, había sentido que Draco estaba en peligro, pero en ese momento algo le indicaba que se encontraba bien, aunque el susto no se le quitaba, Harry se incorporó al verla más pálida de lo normal y con un sudor frío sobre sus mejillas, cuello y frente.

- ¿Qué pasa? –dijo el chico frotándose los ojos.

- Nada, una pesadilla, voy a ducharme –Harry asintió y se volvió a echar en la cama mientras Syla salía de ella.

La chica encendió la ducha y se quitó la camiseta con la que había dormido, se metió en la ducha comprobando antes que el agua ya salía templada y cerró los ojos mientras se apoyaba contra la pared y dejaba que las gotas escurriesen por su cara elevada hacia el techo.

La ducha la había relajado y tranquilizado, aunque aún seguía teniendo algo dentro de ella que revoloteaba. Apagó la llave del grifo y salió cubriéndose con una toalla blanca y mojando el suelo bajo sus pies.

Se secó sin prisas y luego salió a la habitación, Harry se había levantado y estaba fuera, en el balcón, mirando el sol que había salido esa mañana. Syla se acercó a él por la espalda, y él se giró al sentirla a pocos pasos, Harry la sonrió y entró en la habitación.

- ¿Y ahora cómo te vistes? –dijo el chico cogiendo el vestido de la noche pasada que había traído del salón, Syla le miró dándose cuenta de que era verdad, pero empezó a reírse y se fue hacia el armario de Harry, cogió los primeros pantalones negros que pilló y una camiseta también negra y se puso las prendas.

- Listo.

- Pareces un chico –dijo Harry haciéndola de rabiar.

- Pues te acuestas con un hombre entonces, vaya vaya, el famoso Harry Potter es gay –Harry se quedó parado y luego comenzó a reír.

Se acercó a ella y la atrajo con un abrazo, luego inclinó su cabeza levemente y besó con suavidad los labios rojos de la chica.

- Tengo que ir a hablar con mi padre Harry, luego te veo –dijo dándole un pico y saliendo por la puerta de la habitación y encaminándose hacia la salida.

Syla salió a la calle sin saber a donde ir, realmente no tenía que hablar con su padre, quería saber dónde estaba Draco, le molestaba haber mentido a Harry, pero no quería que nadie se diese cuenta de que estaba preocupada por Draco. Finalmente decidió ir a ver a Nod para preguntarle por el rubio.

Caminó por las calles, esquivando a la gente, que se amontonaba en masas y tapándose la cara para evitar que el sol le diese directamente en los ojos, ya que se le irritaban mucho. Al final atravesó la calle principal y giró a la derecha, se encontró frente la puerta de Nod. Dio dos golpes con el pomo de esos antiguos, de color negro y con forma de la cabeza de una gota de sangre.

La respuesta no se hizo esperar y Nod apareció por la puerta.

- Hola querida –frunció el ceño al verla vestida de esa forma- pasa.

- ¿Qué pasó ayer Nod? ¿Te hicieron algo?

- No, tranquila –hizo una pausa y miró sonriendo a su joven amiga- ¿quieres saber dónde está, no?

- ¿Quién? –dijo Syla haciéndose la loca.

- A mí no me engañas –antes de darle la espalda a Syla le indicó con la mano pálida una puerta al fondo de la estancia y luego se fue hacia la cocina.

Syla se encaminó despacio hacia la puerta y llamó con golpes suaves, no hubo respuesta, así que abrió con cuidado de no hacer ruido al girar el viejo manillar.

Cuando abrió todo estaba oscuro, entró en silencio y cerró la puerta tras ella, se apoyó en la madera mientras se acostumbraba a la oscuridad y poco a poco fue pudiendo distinguir los contornos de los muebles, el único sonido era una respiración pausada y suave. Syla avanzó hacia el lugar de donde salía y que parecía ser la cama.

Se topó con las cortinas y corrió con cuidado una, luego pudo ver más o menos la figura de Draco confundida entre las sombras de la habitación, el pelo del joven brillaba y era inconfundible aún cuando no hubiese luz.

Syla se subió a la cama y se acercó a Draco, el chico no se había movido lo más mínimo y aún seguía respirando tranquilamente.

- Draco –susurró bajando su cabeza a la altura de la oreja del chico, que se movió sobresaltado.

- ¿Quién…? ¿Qué…? –dijo confuso. Syla se tapó la boca para no reírse pero aún así se escapó algún sonido- ¿Syla? –preguntó mirando hacia donde ella se encontraba, Syla sintió como la cosa que revoloteaba en su interior mientras se duchaba volvía a insistir al escuchar su nombre de los labios de Draco.

- ¿Qué tal te encuentras? –dijo Syla intentando quitar de su cabeza todas las tonterías que pasaban en ese momento.

- Mm bien –dijo incorporándose y dejando al descubierto su torso desnudo mientras se acercaba a Syla- ¿y tú? –susurró esa pregunta en el cuello de la joven, antes de que la chica contestase Draco la puso un dedo en los labios- antes de que mi orgullo me lo impida quiero pedirte algo –Syla asintió aún notando el dedo tibio del joven sobre sus labios, y la cara y el aliento de Draco rozándola- ¿te han hecho alguna vez el amor? No me refiero a sexo sólo –la chica se quedó muda aunque el dedo de Draco ya no estaba en sus labios.

- E-e bueno ss-mm no, no, nunca me han hecho el amor –dijo poniéndose colorada aunque en la oscuridad no se notase- ¿y tú que me dices? –dijo susurrando.

- No, yo tampoco lo he hecho nunca –se hizo un silencio incómodo hasta que Draco se acercó aún más a ella y la susurró en el oído- déjame hacerte el amor Syla.

La chica sintió como todo en su interior se derrumbaba, esas palabras habían roto todos los muros que contenían sus sentimientos, y ahora la azotaban enseñándola que se había enamorado de Draco.

Ninguno de ellos habló, simplemente se besaron, no como los besos violentos que se habían dado las veces anteriores, sino que esta vez eran tiernos, llenos de deseo pero algo más pausados.

La lengua de Draco empezó a acariciar con delicadeza la de Syla, sus labios estaban completamente pegados, y Syla rodeó el cuello de Draco mientras éste la agarraba delicadamente de la cintura y la atraía hacia él. Se tumbaron mientras comenzaban a acariciarse, Draco metió lentamente las manos por dentro de la camiseta holgada de la joven y fue acariciando con ternura y cuidado toda la piel que tocaban sus yemas.

Syla deslizó sus manos por la ancha espalda del rubio y fue bajando y bajando hasta chocar contra la sábana, la retiró y se dio cuenta de que Draco estaba completamente desnudo, en ese momento un gemido salió de la boca de la chica al sentir los labios de Draco pegados a su cuello y deslizándose por aquella superficie.

Dejó que Draco la desnudase lentamente, quitándola prenda por prenda, a la vez que la besaba en las manos, los labios, los párpados, el cuello, la tripa, los pechos, Syla estaba experimentando un placer que nunca antes había conocido, en ese momento dejaba que Draco la hiciese todo lo que quisiese, todo lo que el rubio hacía le agradaba.

Syla acarició los abdominales de Draco y le empujó suavemente para que quedase de espaldas al colchón, luego se subió delicadamente sobre él y comenzó a besarle el lóbulo de la oreja y el cuello, mientras las manos de Draco subían y bajaban por su cuerpo.

Sus labios volvieron a encontrarse y se entretuvieron mordiéndoselos suavemente para luego chuparlos y absorberlos. Las manos de Syla estaban bajando peligrosamente por el cuerpo bien formado de Draco, llegando hasta la zona que hizo que Draco se separase de Syla para gemir levemente cuando ésta la tocó.

Draco volvió a ronronear mientras Syla acariciaba la zona sensible del chico y para aumentar el placer fue besando todos los rincones del torso del muchacho, concentrándose en los laterales, haciendo círculos con la lengua alrededor del ombligo y mordiendo con suavidad las zonas laterales encima de las caderas de Draco.

El rubio se movía bajo ella como un gatito cuando le acarician y gemía con cada mordisquito de Syla, a la vez le excitaba ver el pelo rizado de la joven, cayendo sobre los lugares que había besado antes y le hacía cosquillas a medida que su cabeza se movía.

Draco sentía que no se podía controlar más, agarró a Syla de los brazos y con un giro la puso bajo él, Syla emitió un gritito de sorpresa pero luego se empezó a reír, risas que acabaron en un gemido cuando Draco estaba recorriendo sus pechos con los labios, y a la vez los acariciaba con ternura y deseo.

Draco fue deslizándose por el vientre plano de Syla y cuando llegó a las piernas de la joven las abrió con delicadeza y empezó a besar los muslos de la chica, rodeándolos con besos como si tratase de formar un anillo alrededor de las piernas de la joven. Syla entrelazó los dedos en el pelo platino y brillante de Draco cuando éste comenzó a besar con más ímpetu la cara interna del muslo, acercándose a la zona prohibida de Syla y tan deseada por Draco.

Syla le tocó los hombros y le indicó que subiese, recibiéndole con un beso lleno de pasión, con un beso que indicaba que el control había desaparecido en esa habitación.

Mientras seguían acariciándose y besándose, Draco se colocó entre las piernas de la joven y fue empujando despacio, introduciéndose en su interior, y haciendo lo que con tanta fuerza había deseado durante todo ese tiempo. Tuvo que besarla con fuerza para no gemir en el momento en que estuvo completamente en su interior, Syla le mordió el labio inferior.

La chica sintió como Draco comenzaba a moverse dentro de ella, con un movimiento rápido y rítmico, de manera constante, haciendo que ella se tuviese que agarrar a sus hombros o a la manta de la colcha para reprimir los gemidos que provocaban ese placer que inundaba su cuerpo y que luchaban por ser escuchados.

Aún seguían acariciándose con deleite, estremeciéndose con el tacto del otro sobre su piel, como flotando en un mar lleno de placer, sin que nada ni nadie osase a interrumpir ese instante, ese secreto, ese pequeño pecado.

Perdieron la noción del tiempo, para ellos el reloj había dejado de correr bajo esas sábanas, mientras Draco se movía con más velocidad sobre Syla, y ella se agarraba fuertemente de su espalda. Sudando, jadeando y entre gemidos ambos sintieron como un placer mayor aún recorría sus cuerpos, fue seguido de un escalofrío hasta que finalmente explotó en el mayor orgasmo que ninguno de los dos había tenido.

Se pararon y Draco cayó sobre la cama, aún entrelazado en el cuerpo de Syla, respiraron entrecortadamente, mientras se miraban y se acariciaban el rostro con sonrisas en los labios rojizos.

Draco se acercó al rostro de Syla y la besó en los labios, para luego darle un beso en el hombro desnudo antes de que ambos se levantasen.

Los dos se dirigieron al baño mientras se empujaban para ver quien entraba primero. Por supuesto que gano Syla cuando le dio un mordisco a Draco en la oreja, el rubio entró tras ella, y el agua ya estaba cayendo.

En la luz del baño se observaron minuciosamente, y se acercaron para acariciarse los cuerpos ahora que veían por donde andaban sus manos. Los dos tenían los mofletes colorados del esfuerzo y el calor, el flequillo de Draco estaba pegado a su frente y desprendía un aroma dulzón.

Entraron los dos en la ducha y dejaron que el agua cayese sobre ellos mientras se besaban y enjabonaban mutuamente. La ducha duro bastante más de lo que es normal. Salieron y Draco agarró a Syla y la comenzó a secar con la toalla en la que él mismo estaba envuelto.

- ¿Y yo que me pongo ahora? –dijo Draco mirando la túnica embarrada y rota de ayer.

- A mí me ha pasado eso mismo esta mañana –se calló de pronto y miró para otro lado, Draco simplemente se acercó y la abrazó.

- No voy a decir nada Syla, haz lo que creas conveniente –la chica afirmó.

- Bueno voy a ver si Nod te puede dejar algo.

Draco corrió las cortinas para que entrase la luz y ésta iluminó una cama completamente revuelta. Syla salió del cuarto y se encaminó hacia el sofá del salón, en el que estaba Nod tomando una copa de un líquido rojo oscuro.

- Hola preciosa –dijo el vampiro sin levantar la vista del pesado y antiguo libro que leía- ¿lo pasasteis bien?

- Mm ¿a qué te refieres? –dijo la chica sonrojándose. El vampiro levantó la cabeza.

- No hace falta más que verte la cara –dijo sonriéndola- además, pensé que ya no ibais a salir de ahí nunca –Syla sonrió también pero en su mirada Mod notó algo- tranquila querida, lo que tu hagas en mi casa queda entre estas paredes, ya sabes que es una de mis reglas –Syla asintió y le dio un beso a su amigo.

- ¿Tienes algo de ropa para Draco?

- Cierto, se me había olvidado –fue hacia su cuarto con pasos elegantes y volvió con ropa pulcramente doblada- iba a dársela antes, pero bueno… decidí esperarme a que salieseis.

La chica cogió la ropa y se fue hacia el cuarto donde estaba Draco, el muchacho estaba sentado en la cama, la luz le daba de lleno en los ojos grises, que en ese momento no parecían tan fríos como siempre.

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Bueno, aquí está el capítulo.

Aisss es que no aguantaba más teniéndoles tan separaditos jaja. Aunque… esto no se puede saber, porque Syla "está" con Harry.

En fin, gracias por leer.

Y dejarme reviews plisssss que me hace mucha ilusión jeje