Típico: Algunos personajes pertenecen a J. K. Rowling, y el resto son míos.

Summary: Después de la caída de Voldemort, las familias de mortífagos se han convertido en mafias que se matan entre ellos para tener el poder absoluto. Este fic contendrá acción, romance, sexo, magia, fiestas…

Yop: Jejeje así que te he sorprendido, genial! Si, es que los vampiros son irresistibles. Jajaja ya ves el Draco al rescate jeje. Muy peque tu hermano :p Ala aquí tienes la continuación. Besos wapa.

Shumara: Yei! Me gusta daros sorpresitas de vez en cuando. Bueno nena, que estoy todo fumada y no sé cómo contestar más a tu review jaja pero eso si, muchas gracias por él, jejej. Sisis besos wapisima.

Alici@ M@lfoy: Buenas!! Jeje ya veo que no mucha gente se esperaba lo que ha pasado jeje, sisis ahí donde se ve parece que Harry no ha matado ni a una mosca jeje y mira por donde… giro total. Bueno aquí tienes el nuevo capítulo, espero que te guste.

Iraty Rowling: Si, jeje a mi también me llaman cosas así. Me alero de que te gustase el capítulo, jeje ayss para que veas que las apariencias engañan, el Harry es malvado jaja, bueno no, pero simplemente se decantó por seguir en la Orden. ¿Qué tal te llevas con la alemana que está en tu casa? Ok, aunque mejor que me agregues a: zuwah@hotmail.com, la otra no la utilizo para conectarme. Ah y mi nombre de verdad, aunque no te lo creas es Sunny, encantada, y el tuyo? Y estudia!! Jeje a mi también me han quedado 4. Besos!!

Mirlaure(): Uys que me pongo roja con tantos halagos hacia mi fic jeje. No asa nada, el caso es que ahora has dejado review jeje gracias. Seguiré continuando la historia claro, respecto a lo que no entiendes, el mal aquí está disfrazado también, la Orden del Fénix es tan malvada como los mismos miembros del Círculo, si la salva no habrá ganado el mal, ganaría Draco y Syla, y aún así la guerra no estaría finalizada, aún quedan muchas sorpresitas, pero creo que ya va quedando claro que en mi fic, nada es lo que parece, jeje que puede darse la vuelta a la tortilla miles de veces. Espero que te guste este capítulo. Saludos!!

EL CÍRCULO DE LAS MAFIAS

13. Plan-Suicidio

Syla oyó pasos y abrió lentamente los ojos, el ruido de la reja abrirse le hizo moverse para intentar taparse los oídos, pero su cuerpo estaba todo dolorido y no respondía a lo que ella pedía.

Sus ojos se acostumbraron a la penumbra y enfocaron dos círculos dorados, que se acercaban lentamente, seguidos de unos pasos, los círculos se pusieron a su altura, empezó a distinguir un rostro, unos labios entreabiertos, las cejas y la cara pintados con una mueca de preocupación.

- Syla… -la voz de Remus la hizo recordar dónde estaba y la tortura anterior, pero se enorgulleció de no haber hablado salvo para decir cosas hirientes hacia los que estaban con ella en el momento de que la maldición cruciatas, repetidamente, entró en su cuerpo.

Sintió una mano que tocaba su frente, era cálida, transmitía ternura, y el aliento de Remus sobre su cuello, el hombre estaba pasando por su cuello y frente un paño bañado en la poción que traía en un cuenco.

- Nunca hubiese imaginado que esto llegaría hasta este punto –Remus se contenía por no dejar ver lo enormemente decepcionado que estaba- nunca imaginé que te torturarían, y mucho menos… Harry –su voz se quebró, pero continuó hablando intentando mantenerse sereno- lo siento Syla, vi como lo hacían… oí tus gritos, que se colaban por mis oídos, que se enlazaban en mi mente, por todo mi cuerpo oí tu voz, y no hice nada… absolutamente nada… solo aparté la vista.

Syla escuchaba e intentaba procesar lo que se colaba por sus oídos, era difícil, se sentía tan cansada y tan extraña… le costaba entender a Remus y eso le aterraba. Se incorporó bruscamente, lo que hizo que Remus la agarrase con temor.

- No me voy a escapar estúpido –dijo con frialdad- ¿crees que estoy en condiciones de dar un solo paso? –escupió al suelo y la saliva se mezcló con sangre de su boca.

Remus y Syla siguieron el rastro rojizo y se miraron, Remus la soltó lentamente y volvió a coger el paño, lo pasó por su cuello, Syla cerró los ojos y dejó que la poción se introdujese por sus poros y le calmase levemente el dolor que sentía.

El vestido de gala con el que había llegado Syla, ahora estaba completamente sucio, un tirante se había roto, el bajo estaba manchado de sangre reseca y tierra de aquella mazmorra, el color morado brillante ahora estaba teñido de rojo sangre y suciedad, ya no brillaba, al igual que la expresión de Syla, que también estaba apagada.

Remus bajó el paño por el hombro desnudo de Syla, y lo masajeó curando las heridas. Con la otra mano cogió el tirante e intentó atarlo con el de atrás, pero estaba demasiado roto.

Syla le miró fijamente, observó su rostro sudoroso y preocupado, que trataba con tanto cuidado sus heridas, y supo por qué se había enamorado hace tantos años de él, por su ternura, delicadeza, y no pudo evitarlo, se acercó y le besó.

Remus cerró los ojos y respondió el beso, dejando a un lado el paño y apoyando sus manos sobre el cuello de Syla, deslizándolas lentamente hacia su pecho, pero un gemido de dolor le hizo parar, abrió los ojos y vio como Syla tenía una mueca de dolor.

- Sigue –dijo casi sin aire y rodeando con dificultad el cuello del licántropo.

Remus obedeció ciegamente, posó una mano en el muslo desnudo de Syla, el vestido se había roto por aquella parte, y lo acarició lentamente, mientras volvía a acercar sus labios a los de ella. Sus respiraciones comenzaron a hacerse entrecortadas, mientras ahondaban más en las caricias y en los besos.

- Vaya vaya, pero que tenemos aquí –Remus y Syla se separaron de golpe al oír la voz de Stacie- Remus, pensé que no eras tan idiota –la prima de Syla estaba apoyada en los barrotes- sal de ahí –ordenó enfadada- ¿qué crees que estás haciendo? Mi padre me dijo que echaba en falta una poción con propiedades curativas, ya veo quién la cogió.

Syla miró al licántropo y luego a Stacie. Remus se levantó y recogió el cuenco del suelo, Syla le tendió el paño, sus dedos se rozaron cuando se lo dio, un escalofrío recorrió el cuerpo de ambos.

- ¿Vienes a divertirte primita? –dijo Syla mirándola fijamente- ¿a acabar el trabajo de tu novio tal vez? –Stacie frunció el ceño y rió.

- Harry no es mi novio –su rostro demostró rabia- pocas mujeres han conseguido enamorar a Harry, y una de ellas has sido tú –se apoyó más sobre los barrotes- no sabes lo que me costó que siguiese con el plan, estúpido enamoradizo –miró hacia Remus- todos caen en tus garras, pero eso no te va a servir de mucho, te juro que aunque sea lo último que haga, te mataré.

Remus miró a Stacie asombrado, Syla por el contrario sonrió y la miró burlonamente.

- Tú lo has dicho querida, será lo último que hagas o mejor dicho, intentes hacer –comenzó a reírse haciendo que Stacie se enfadase y empezase a temblar de rabia.

El licántropo la miró por última vez, cruzó sus pupilas doradas con las de ella, y Syla vio su secreto, le asintió sin que Stacie se diese cuenta de ello. Remus salió de la celda y él y su prima se alejaron ruidosamente. Syla sonrió, Remus la iba a ayudar.

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

La luz de un día nuevo, tenue, aún difuminada entre las nubes madrugadoras, se colaba por la ventana de la habitación de un chico que había pasado la noche en vela, con su mente trabajando sin descanso, trazando un plan, el plan suicidio.

El pelo de Draco brilló levemente mientras se pasaba la mano nervioso por los mechones que la luz del sol lamía. Se levantó y se duchó rápidamente, al salir posó su vista en el espejo, un joven con unas profundas ojeras y los ojos llenos de tristeza le devolvían la mirada, se quedó confundido, ese no era él, nunca se había visto así.

Un par de golpes en la puerta le hicieron salir del baño, abrió y se encontró con el señor Sigor, pese a que el hombre tenía cara de haber descansado, los ojos delataban la preocupación paterna.

- Henry está abajo esperando, Nod ya está rodeando con los demás vampiros la fortaleza –Draco asintió y se vistió rápidamente, cuando iba a salir, Ville le agarró del hombro, haciéndole girar para que se mirasen a los ojos- confío en ti, Draco.

Draco apretó la mano del hombre y salió por la puerta, caminó velozmente por el pasillo, sin darse cuenta de quién se cruzaba en su camino. Se había quedado algo asombrado con el comportamiento de Ville, nunca nadie le había dicho aquello antes, se sintió con más fuerza.

Henry esperaba en el vestíbulo con los brazos cruzados, cuando vio aparecer a Draco por la escalera se movió hacia la puerta y salió. Draco miró hacia atrás, observando la casa en la que tantas emociones y sentimientos nuevos había conocido, y se despidió, sin saber si volvería.

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

Los vampiros habían rodeado obedientemente toda la fortaleza, concentrándose sobre todo en la parte delantera, el primer ataque sería allí, gran cantidad de vampiros atacarían aún cuando en aquella zona el sol no había salido.

Nod dirigía los grupos y nadie dudaba de sus órdenes, él iría en el grupo que atacaría primero. El joven vampiro alzó su vista al cielo, los primeros rayos tímidos de luz solar le hicieron levantar el brazo izquierdo, era la primera señal. Contó hasta 10 en su mente, y bajó bruscamente el brazo.

La patrulla distracción estaba en marcha, un grito salió de cada una de las bocas de los vampiros que se acercaban por la parte delantera a la fortaleza, del interior se escuchó el ruido de una alarma, y empezó la acción.

Los aurores salieron apresuradamente a hacer frente a los intrusos, miles de hechizos volaban por el cielo, los vampiros hacían uso de su fuerza sobrehumana y de sus colmillos, además los impresionantes reflejos que tenían les salvaban de muchos hechizos, aunque no todos de ellos les hubiesen afectado.

Nod distinguió con su buena vista dos figuras furtivas que se colaban por una parte descubierta de aurores, levantó el brazo derecho esta vez y lo bajó, otro grupo de vampiros salió desde el la parte trasera de la fortaleza, los aurores se miraron atemorizados, pero se empezó a escuchar órdenes y más personal empezó a salir del interior del gran caserón.

Nod se lamió los colmillos antes de clavar su veneno en una mujercita castaña y de pelo rizado, con mucho volumen, la chica cayó inmediatamente desmayada entre sus brazos, Nod depositó a Hermione en el suelo delicadamente y se fue hasta su próxima víctima.

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

Henry y Draco entraron silenciosamente al interior, comprobaron que no había ningún auror por ahí y caminaron velozmente, pero siempre con un silencio sepulcral, por los largos pasillos. Se dirigían hacia el sur, buscando escaleras para bajar, estaban en gran desventaja, ni siquiera conocían la casa en la que se habían metido, confiaban en algo… como en un golpe de suerte.

Pero en ese momento una patrulla de aurores que corría apresuradamente por el pasillo para unirse al grupo de la parte derecha de la casa, en la que había atacado un nuevo grupo de vampiros, se cruzaron con ellos.

Las varitas en alto dejaron desprender finos hilos de colores que dieron alcance en el pecho y tumbaron a varias personas.

Un joven rubio miró a su alrededor y tendió la mano a un aturdido Henry, Draco le dio un par de palmadas en la cara y Henry abrió los ojos de golpe, se frotó la nuca con las manos y miró a Draco para que siguiesen en marcha.

Desde fuera de la fortaleza se oían gritos por todas partes, los muros de piedra no conseguían aplacar el sonido de gente aterrada pero luchando hasta los últimos momentos.

Draco y Henry seguían corriendo, una sombra furtiva se acercó a ellos con las manos en alto sin señal de portar ninguna varita. Draco y Henry, le apuntaron inmediatamente, mientras el hombre se acercaba.

- Sé dónde está –dijo fijando sus ojos dorados en los grises de Draco.

- Un movimiento en falso y estás muerto –susurró Draco simulando al silbido de una serpiente venenosa.

Remus asintió y les guió hasta unas escaleras, miró a ambos lados mientras abría con a llave una pesada puerta y luego se giró para estar frente a frente con Draco.

- Sacarla de aquí –luego giró sobre sus talones y corrió en dirección opuesta mientras sacaba su varita.

Henry y Draco bajaron las escaleras corriendo, la prisión olía a una mezcla de humedad, suciedad y sangre reseca. Caminaron mirando al interior de las celdas, hasta llegar a una de las últimas, un bulto estaba encogido en un rincón de la pequeña celda.

- ¿Draco? ¿Henry? –Syla intentó levantarse, pero sólo consiguió ponerse de rodillas, aún le dolía todo el cuerpo.

- No te muevas –dijo el rubio de forma autoritaria.

Henry comenzó a lanzar hechizos para poder abrir las rejas, pero ninguno surtió efecto.

- Alejaos –ordenó Draco mientras se acercaba al cerrojo.

El joven cerró los ojos y se concentró, un hilo de color negro salió de su varita y se coló en el interior de la cerradura, rodeándola hasta que se fundió. Un suave sonido "clic" señaló que la puerta ya se podía abrir.

Henry y Draco retiraron la pesada reja y el rubio se acercó a Syla, que estaba apoyada en la pared más alejada. Sin poderlo evitar se arrodilló junto a ella y la abrazó, con fuerza, con deseo, besando una y otra vez sus labios, mientras su saliva se mezclaba con las lágrimas amargas que manaban de los ojos de la chica.

- Tenemos que salir de aquí –la voz de Henry les sobresaltó- oigo ruidos.

Draco ayudó a Syla a levantarse, y luego la agarró para guiarla fuera de la celda, donde Henry miraba nervioso hacia la puerta. Unos sonidos de pasos apresurados bajando las escaleras les devolvió a la realidad, no estaban solos.

Se escondieron en un rincón oscuro cerca de la salida y vieron dos siluetas familiares. Harry y Stacie acababan de bajar todas las escaleras y miraban por todos lados con los ojos entrecerrados.

- ¿Nadie está vigilando los calabozos? –preguntó Harry enfadado, aunque no era una pregunta, ya que el silencio de aquel lugar y la reja caída de la puerta de una de las últimas celdas le confirmaban lo que sospechaba. Se giró hacia Stacie y la indicó que se acercase hacia la celda y mirase.

Harry rodó sus ojos por la estancia, y se movió con la varita en alto y los oídos atentos a cualquier mínimo movimiento.

- ¿Y ahora qué hacemos? –susurró Henry.

- Lo único que nos queda –Draco apoyó a Syla e la pared y la miró a los ojos, la chica asintió aunque no quería que él se separase de su cuerpo.

Henry agarró con fuerza su varita y siguió a Draco hasta que la luz les desveló.

- Harry Potter –dijo el rubio con sorna. Harry se giró hacia él con una expresión amenazadora en la cara, Stacie volvió de las celdas y levantó su varita apuntando a Henry y a Draco.

- Malfoy –susurró el moreno.

- Creo que nos divertiremos –Draco sonrió irónicamente a Harry y le lanzó un hechizo que el joven esquivó con agilidad.

Draco y Harry se enzarzaron en una encarnizada lucha, lanzando hechizos que erraban por escasos milímetros. Henry y Stacie miraban por el rabillo del ojo la pelea mientras se movían en círculos esperando el primer ataque del contrincante.

Syla seguía apoyada en la pared observando como Draco esquivaba en ese momento un hechizo de desmayar que casi le había alcanzado. La chica miró a su alrededor y vio una bolsa cerca de ella, tanteó en la oscuridad y metió la mano en el interior, se llevó una sorpresa al descubrir que estaba lleno de varitas, sus dedos tocaron un palo y una sensación de calidez la recorrió el cuerpo, esa era su varita.

Henry había lanzado el primer hechizo, que Stacie desvió con un ligero movimiento de varita. El hechizo que lanzó la chica hizo que Henry cayese de bruces al suelo y su varita resbalase a una distancia que él no podía alcanzar.

Syla vio como su prima se acercaba a su amigo con una expresión de triunfo en la cara, así que agarró la varita con fuera y se concentró para intentar remitir el dolor de todas las articulaciones de su maltrecho cuerpo.

Se adelantó con valor en el momento en que Stacie apuntaba al pecho de Henry.

- "Expeliarmus" –la varita de Stacie salió volando y la chica cayó al suelo por la potencia del hechizo. Un grito de sorpresa inundó la estancia, acallado cuando Stacie se golpeó la cabeza con la pared y se desmayó.

Draco y Harry se detuvieron unos instantes antes de volver a su ataque. Syla aprovechó el momento para acercarse con dificultad a la varita de Henry y dársela. Su amigo ya se había levantado.

- Henry, Syla, marchaos –ordenó Draco mientras esquivaba otro hechizo y atacaba con uno a Harry.

Syla negó con la cabeza y esquivando a Henry que la iba a agarrar, empujó a Draco para ponerse frente a Harry.

- Esta es mi venganza –cualquiera que hubiese escuchado el tono de su voz hubiese salido de las mazmorras sin dudarlo una vez. Draco la miró con los ojos como platos, mientras Harry se recomponía y la miraba a los ojos- bueno cariño, enséñame si sabes luchar tan bien como haces otras cosas –dijo con picardía.

Harry la apuntó con la varita y lanzó un hechizo sin mucha fuerza, que fue desviado con un simple movimiento. Syla se acercó a Harry, intentando cerrar las distancias, el chico volvió a lanzar otro hechizo, esta vez con más fuerza, pero sin demostrar todo su poder, ya que no quería hacer más daño a la chica.

Syla lo apartó con otro movimiento de varita y siguió acercándose, Harry retrocedió un paso y volvió a blandir la varita, atacando esta vez con más fuerza, Syla vio la potencia del hechizo y supo que esta vez no sería tan fácil desviarlo, así que fue ella la que lo esquivó, dando un salto que la puso aún más cerca de Harry.

Estaban a escasos centímetros, con la varita en alto, Harry no sabía qué era lo que estaba intentando hacer Syla, por lo que estaba realmente confuso, y eso era precisamente lo que la chica quería. Cuando Harry volvió a lanzar otro hechizo directo hacia el pecho de la chica, Syla se agachó con esfuerzo y cerró completamente las distancias que la separaban de Harry.

El chico abrió la boca para lanzar otro hechizo, pero Syla fue más rápida y le dio un rodillazo en la entrepierna. Harry soltó un grito de dolor y se echó hacia atrás agarrando la varita que casi se le cae, pero Syla utilizó ese momento para desarmar a Harry.

- Siempre me ha gustado más la lucha de los muggles –dijo sonriendo y jugueteando con la varita de Harry.

- Eso ha sido un golpe bajo, querida –la voz de Draco sonó en el cuello de Syla, se había acercado hasta ella y agarró la varita de Harry, rozando intencionadamente su mano con la de ella.

- Y que lo digas –corroboró sonriendo Henry mientras se alejaba por las escaleras para ver si venía más gente- Vía libre –anunció Henry desde arriba.

- Átale –le dijo Syla a Draco.

- ¿Qué le ate? –preguntó confuso- a este me lo cargo –Harry tragó saliva con dificultad pero no demostró que tenía algo de miedo.

- No –dijo secamente la chica sin dejar de mirar a Harry- no le vas a matar porque te lo estoy pidiendo –los ojos grises de Draco se encontraron con los de Syla.

El rubio asintió molesto y se acercó a Harry mientras Syla iba a atar a Stacie, que estaba recobrando el conocimiento.

Draco hizo que de su varita saliesen unas fuertes cadenas, que se enrollaron alrededor de Harry, inmovilizándole.

- Por esta vez te has librado Potter –dijo con furia.

- Sabes –sonrió el moreno- nunca pensé que fuese a acatar órdenes de alguien, y menos de una mujer –empezó a reírse.

Syla se acercó apresuradamente y separó al furioso Draco que se acababa de abalanzar sobre Harry, y su varita se había posado sobre el cuello del moreno de ojos esmeraldas, que ahora le miraba muy serio.

- Basta –sentenció- nos vamos.

* * * * * * *

Buenas! Pues nada, este capítulo ya está acabado.

Que tal está? Os gusta como está quedando?

Bueno que nada, que gracias por leer.

Dejar reviews!