Misao CG: Gaua, gran review ^_^, me alegro que te gusten mis ideas como de costumbre. Gracias por tu review!
Abby Lockhart: je, verdad? Pero bueno, Gracias por tu review!
Vulpix: Me parece que Camus tiene pasta para con los niños, sino mira como lo quiere Hyoga ^_^ Gracias por tu review!
Kasumi TSA: Ya verás más adelante. Gracias por tu review!
Dark Lady Iria: Gracias por tu review!
Hora-hora: Verdad que es linda, me encanta el personaje de Katy ^ _^ Gracias por tu review!
Declaimer: No me pertenecen los personajes de Saint Seiya, son propiedad de M. Kurumada y de Sueishia.
Capítulo Tres: Canje
Las hermanas estaban buscando por todos lados a Katy, nadie parecía recordar nada de lo sucedido con ella, Crystal juraba que no patinaría si su hija no aparecía, ella era todo lo que le quedaba de su amado, no la perdería. Kamily miraba a su hermana, la apoyaba ampliamente, pero sabía que no podían dejar de participar o serían gravemente penadas, ella no sabía dónde más buscar tampoco. El padre de ambas estaba moviendo todos sus contactos, su foto saldría en la primera plana, había una recompensa por quien la trajera sana y salva.
"Crys, cálmate, yo también estoy preocupada, pero si desesperamos, será peor" Le decía Kamily, que por ser la menor de las dos, tenía la cabeza más fría en este momento, algo que había heredado de su padre Ivan.
"Lo sé, pero si algo le pasa a mí bebe, yo me muero" Dijo Crystal, rompiendo a llorar, Kamily abrazó a su hermana y miró a su madre, que se acercó y la reemplazó.
"Iré a ver si consigo saber algo más, ustedes quédense aquí por si hay algún llamado" Dijo ella y se fue.
Kamily caminaba en línea recta, suponía que ambos, Boris y Katya debían estar juntos, llegó hasta la avenida en donde Camus la había rescatado y miró a ambos lados para cruzar, de repente, una anciana la detiene.
"Disculpa ¿Tú eres la madre de la pequeña Katya?" Preguntó.
"No, a decir verdad soy su tía ¿sabe algo de ella?" Preguntó Kamily ansiosa. La anciana asintió.
"Un auto casi la atropella ayer, pero un santo del Santuario la salvó, y al no encontrar a nadie, se la llevó con él, eran dos hombres, uno más joven de cabello rubio y el otro... Um, no recuerdo bien, mi vista me falla un poco, pero pregunta en el Santuario, quizás ellos la tengan" Dijo la anciana.
"Oh, muchas gracias, señora, será recompensada por mi familia, venga más tarde al Hotel Argos y pregunte por Kamily Navratilovska" Dijo Kamily, y salió disparada para el Santuario... claro primero tuvo que regresar y preguntarle a la anciana en DONDE estaba ese lugar.
Al llegar al Santuario, Kamily casi se desmaya ¡el lugar era enorme! ¿A quién rayos podía preguntarle? Decidió probar suerte con un guardia.
"Disculpe, um, quería saber si alguien trajo a una niña de unos cinco años, cabello negro y ojos azul cobalto, es mi sobrina, y la estamos buscando" Dijo amablemente Kamily, el guardia la miró de arriba abajo, la chica era bonita, tenía un corte de cabello carré, y muchos bucles, ojos celestes.
"No sabría decirte, linda, aquí hay muchos niños" Le contestó el guardia.
"Por favor, es importante que yo..." Kamily no terminó la frase, porque vio a la última persona que soñaría encontrarse jamás.
"Camus..." Susurró Kamily, corrió hacia donde estaba el caballero, él aún no la había visto.
"¡Espere, señorita, no puede entrar!" Le gritó el guardia, saliendo tras ella.
"¡Camus!" Gritó ella, Camus al sentir su nombre se dio vuelta y la sorpresa se reflejó a las claras en su rostro. Pero luego, sus facciones volvieron a estar completamente bacantes de ninguna emoción, es más, miraba con mucha frialdad a la muchacha que tenía delante de él.
"¿Qué es lo que desea, señorita?" Preguntó él, el guardia se quedó un paso atrás, ya que el santo dorado le había hecho una pregunta a la muchacha. Kamily lo miró y luego volvió su vista a Camus.
"¿No me reconoces, Camus? ¡Soy yo, Kamily!" Dijo ella, ansiosa. Camus arqueó una ceja y no dio signos de reconocimiento. El guardia al ver esto, tomó a Kamily del brazo y la empezó a sacar del lugar. Ella se soltó del brazo.
"¡Vamos, Camus, yo nunca te hice nada! ¡Tanto nos odias! ¡Estoy buscando a mi sobrina, por favor, necesito saber si viste a una niña de cinco años y cabello negro entrar ayer aquí!" Explicó Kamily, Camus le sostuvo la mirada helada, pero no tenía porque ayudarla.
"¿Qué sucedería si yo supiera algo de ella? ¿Tú querido padre vendría a intentar terminar el trabajo que hace años no pudo acabar?" Le contestó Camus.
"No sé de que hablas..." Dijo Kamily.
"Pues yo tampoco sé de quien me estás hablando, Kamily..." Dijo Camus, mirando hacia otro lado, y alejándose de ella.
"¡Tú la tienes, verdad! ¡Camus! ¡Devuélvela, te lo suplico, Crystal está muy angustiada!" Le gritó Kamily. Camus se detuvo para contestarle otra vez.
"Me importa muy poco lo que tu hermana y tu familia sienta, si él la quiere devuelta, que venga por ella..." Le dijo Camus y se fue, Kamily se llevó ambas manos al rostro, y calló en sus rodillas, esto no podría haberse puesto peor, maldito el día en que Camus se les había cruzado en el camino. Él aún quería vengarse de su padre, sin saber que estaba lastimando a alguien más por eso, alguien mucho más cercano a él de lo que se imaginaba...
Recinto de las Amazonas
"Dime, Katy ¿a ti también te gusta patinar?" Le preguntó Kalani, Katy asintió, las chicas también eran muy buenas y lindas.
"¿Ya conoces el recinto principal?" Le preguntó Vera.
"No, Camus me dijo que me llevaría más tarde" Contestó la pequeña. Ling Shu la observó tomar su vaso de jugo, era una niña preciosa y muy dulce, Camus se las había dejado a su cuidado por un rato. Lei Li y Marin también estaban encantadas con ella. Él único al que no le caía bien era a Kiki, la niñita consentida le estaba quitando su lugar, es más, le estaba quitando a Lei Li, y eso molestaba al niño sobremanera.
"¿Cuándo vas a regresar con tu papá y tu mamá?" Preguntó Kiki, viendo cuanto tiempo la tendría que soportar. Katy le miró y se encogió de hombros.
"No sé, me gusta aquí, y mi mami no me dejaría quedarme si se enterara" Respondió la pequeña. Bingo. Kiki sonrió de oreja a oreja, sólo era cuestión de encontrar a sus papás.
"¿No tienes padre?" Preguntó Ling Shu, curiosa del porque nunca le nombraba.
"No, nunca conocí a mi papi, él murió" Dijo Katy, la verdad era que le hubiera encantado conocerlo, además su mamá sería más feliz si él estuviera con ellas, tampoco había esperanzas de que su mamá se volviera a casar, ya que según su tía, ella aún amaba a su papá.
"Oh, lo siento mucho, yo tampoco conocí a mi papá ¿sabes? Y mi madre murió cuando yo tenía trece años, mi abuela me crió a partir de entonces" Le dijo Ling Shu.
"Yo también tengo abuelos, mi abuelito de llama Ivan y mi abuelita Klara, están aquí con mi mami y mi tía" Dijo la pequeña. Las cinco chicas sonrieron, se notaba que era muy amada por su familia, tenía mucha suerte.
Camus llegó al rato y Katy corrió hacia él de inmediato, el caballero se agachó sobre una rodilla y la abrazó.
"¿Me extrañaste, chérie?" Le preguntó Camus.
"Mucho, mucho" Le contestó Katy, aún pegada a su cuello, Camus le sonrió y la levantó en brazos.
"¿Ya te la llevas?" Preguntó Marin. Camus asintió, Kiki estaba feliz de que se saliera de su lugar por ahora, mejor si Camus la devolvía pronto.
"Kiki ¿podrías llevar a Katy un segundo afuera?" Le pidió Camus, bajando a la niña.
"¿Te vas a ir otra vez?" Le preguntó Katy, agarrada de la capa del santo. Camus le sonrió y le dijo que le esperara afuera con Kiki un minuto, que luego él iría. Katy asintió y siguió a Kiki.
Después de que ambos niños salieron, Camus se puso serio.
"Escuchen tengo un gran favor que pedirles, espero que entiendan mi posición... Seguramente van a venir preguntando por Katy, quiero que ustedes finjan no saber nada al respecto, necesito hablar con su abuelo personalmente" Dijo Camus.
"¿En que andas metido tú?" Le preguntó Vera, suspicaz, Camus maldijo la maldita curiosidad de esta chica.
"Mira, Vera, mis problemas son de mi incumbencia, pero no te alarmes, no secuestré a Katy ni nada, de verdad que nuestro encuentro fue casual, pero deseo poder llegar a hablar con su abuelo, nada más ¿podrías por favor ayudarme?" Le dijo Camus. Vera le miró suspicaz, algo no olía bien aquí, pero era mejor hacerle creer que sí le ayudaría.
"Muy bien, Camus, me haré la tonta, pero ay de ti si me entero que lo que estás haciendo no es muy correcto que digamos" Dijo Vera, y se levantó, dejando la habitación. Las demás chicas asintieron y Marin siguió a Vera afuera.
Camus fue en busca de Katy y enfiló para su templo. Vera le observó irse junto con Marin.
"Camus trama algo, es demasiado astuto para que lo descubramos por ahora, pero de mí no se va a escapar" Dijo Vera.
"¿Tú que dices que hagamos?" Preguntó Marin.
"Iremos buscando a la persona que de seguro preguntó por Katya, y veremos que información podemos sacarle" Dijo Vera, a Marin le pareció buena idea, y ambas se dirigieron a los límites del Santuario.
Hotel Argos
Kamily había tomado un taxi para llegar más rápido al hotel, tenía información muy valiosa, al menos sabía que Camus tenía a Katy... y eso era muy malo. En cuanto llegó, le pagó al taxi y subió corriendo las escaleras, ya que el ascensor parecía estar retardado.
"¡Crystal, papá, mamá, encontré a Katy!" Dijo Kamily, llegando casi sin aliento. Su padre se levantó y la ayudó a sentarse, Crystal estuvo a su lado, preguntándole ansiosa en donde estaba su hija. Kamily la tomó de las manos, lo que iba a decirle no le iba a caer nada bien.
"Crys... escucha, quiero que me prometas que no harás nada apresurado" Le dijo Kamily.
"¡Por favor, hermana dime dónde está!" Le suplicó Crystal.
"Está en el Santuario, una anciana me dijo que a Katy casi la atropellan" Dijo la chica.
"¡Oh, por Dios, mi bebe!" Dijo Crystal al borde del llanto otra vez. Kamily le palmeó la mano.
"Crys, cálmate, ella está sana y salva... un caballero la salvó y al no encontrar a nadie, la llevó con él" Dijo Kamily, esperando la reacción de su padre.
"¡Maldición! ¡Por qué tenía que ser uno de esos bastardos!" Gritó Ivan, saltando de su asiento.
"Cálmate, cariño, no te exaltes, no creo que todos sean como él" Le dijo su esposa. Kamily se mordió el labio, nerviosa, esto era una bomba de tiempo. Crystal notó la vacilación de su hermana y la instó a que continuara.
"¿Por qué no la trajiste contigo?" Le preguntó más calmada Crystal, su hermana agradecía la tranquilidad de Crystal, porque en cuanto dijera con quien estaba su hija, de seguro que le daría un colapso.
"Bien... bueno, es que…" Balbuceó Kamily.
"¡Habla de una vez, Kamily!" Gritó su padre.
"El caballero que la rescato es... Camus" Dijo la chica, esperando que el techo se le cayera encima... nada, silencio sepulcral, Crystal estaba pálida, su madre también... su padre...
"Lo mataré..." Dijo Ivan y llamó por su celular a uno de sus guardaespaldas. Crystal se lo quitó antes de que pudiera decir siquiera hola.
"Crystal, tú no te metas" le ordenó su padre.
"¡Es mí hija de la que estamos hablando, padre, yo la iré a buscar!" Le gritó Crystal.
"¡Sobre mi cadáver verás a ese maldito!" Le contestó su padre, furioso. Crystal lo miró con frialdad.
"No-te-metas" Le dijo ella, mirando luego a su hermana.
"Kamily, nos vamos para allá ahora mismo" Le dijo Crystal.
"No, Crys, no podemos" Le contestó.
"¡Cómo que no podemos!" Le dijo ella, nerviosa por demás.
"Él quiere hablar con papá, Crys, no nos la dará si no" Dijo Kamily. Su padre estaba furioso, pero con una furia fría que sólo le habían visto hace mucho, la causa... Camus.
"Bien, iré por mi nieta mañana por la mañana, y ya verá de lo que soy capaz ese desgraciado" Dijo Ivan, dejando a sus hijas y esposa totalmente atónitas, Crystal rompió a llorar.
"Porque, Camus, porque..." Decía Crystal por lo bajo.
