Saria: Siento no haberte contestado en el otro cap. Tuve que ir a ver tu review en la , ya que a mi mail no llegó -_- Me encanta hacer meter la pata a Milo ¿se nota mucho ^_^?

Misao Kamiya: Lo mismo que Saria, tu review no ma había llegado, MM no me gusta, pero hay un fic que leí muy bueno en castellano donde una forense lo tiene de las narices ^_^ y Shura, ya veré.

Vulpix: Paciencia, ya van a saber que pasó más o menos. Gracias por tu review!

Misao CG: Interprétalo como quieras, yo no diré nada, puede que sí, puede que no. Gracias por tu review!

Hora-Hora: No te preocupes, tego el fic casi listo ^_^ Gracias por tu review!

Chibi Mela Black Sheep: Ja ja! No se me hubiera ocurrido ^_^ No tortures al pobre Camus.

Darket Aprendice: Sip, Gracias por tu review!

Kasumi TSA: Aquí tendrás el 'alguito más' ^_^ Gracias por tu review!

Capítulo Cuatro: Reencuentro

En el Hotel...

Si había algo que Crystal había aprendido bien, era a ocultar sus intenciones cuando era necesario, después de calmar s su padre, argumentó un dolor de cabeza y se fue a acostar, haciéndole creer a su padre que acataría la orden de ir recién mañana por Katy... que poco conocía a su hija mayor. Kamily que sí sabía como pensaba su hermana, mejor dicho como no pensaba cuando su hija estaba en el medio, la miró sospechosamente y, después de que sus padres se fueran a acostar, se quedó alerta para ver en que momento Crystal se escaparía.

No tuvo que esperar demasiado, Crystal se había vestido con prendas oscuras y se dirigía hacia la puerta sigilosamente, Kamily la siguió un momento después, no la detendría si no era necesario, quería rescatar a Katy sin que su padre interviniera en lo posible, pues eso iba a terminar en sangre, conociendo los temperamentos de Ivan y Camus... y lo peor era que era su padre el que llevaba las de perder. Camus no estaba sólo, el Santuario tenía todo un ejército y era una fortaleza en sí mismo.

Crystal logró pasar inadvertida por el Hall y salió a la calle, tomó un taxi y le indicó que la llevara a alguna calle cerca del Santuario. Kamily enseguida paró otro taxi y pidió que la llevaba al Santuario directamente.

Ambas llegaron casi al mismo tiempo, pero Crystal todavía no se había percatado de que su hermana la seguía. Unos guardias la vieron y se acercaron, Crystal esperó pacientemente.

"Señorita no puede pasar" Le dijo uno de ellos.

"Pues entonces díganle a Camus que me devuelva a mi hija, no me iré de aquí hasta que la vea" Dijo Crystal, determinada a llevarse a Katya. Ambos guardias se miraron sin saber que hacer.

"Espere un segundo aquí, iré a preguntarle al Sr. Aioria" Dijo el otro, y fue en busca de su jefe. Crystal parecía una muñeca de porcelana a la luz de la luna, se la veía casi etérea, el guardia la observó con interés, pero ella le lanzó una mirada tan helada como el hielo en el que tanto adoraba patinar. Kamily permanecía oculta, lista para defender a su hermana si fuera necesario... Camus había sido alguien importante para ellas alguna vez, pero las cosas no se dieron bien para ellos, y todo terminó muy mal, ambas hasta le habían creído muerto, pero en el fondo sabían que él no era una presa tan fácil.

Aioria se acercó a la chica que estaba parada, y la observó, era muy hermosa, pero el destello de frialdad en su mirada la hacía parecer alguien capaz de mucho por lo que venía a buscar.

"¿Señorita, realmente es la madre de Katya?" Preguntó Aioria, desconfiando, Camus no le había dicho nada acerca de sí sabía o no quienes eran sus padres.

"Sí, dile a ese imbécil de Camus que mi padre está dispuesto a verlo, pero querrá matarlo en cuanto lo haga, y sé que Camus querrá matarlo también, si eres juicioso y no deseas un derramamiento inútil de sangre, por favor, dame a Katya" Dijo Crystal, mirando de frente a Aioria, el santo de Leo dudó un segundo, pero luego aceptó.

"Está bien, sígueme" Le dijo él, cuando Crystal se disponía a seguirlo, Kamily salió de detrás de la roca en la que se escondía.

"¡No lo hagas, hermana! ¡Sabes bien que será para peor si te enfrentas con él ahora!" Dijo Kamily. Crystal se sorprendió de ver a su hermana allí, pero se sentía mejor con ella cerca.

"Kamily, por favor, ven conmigo, él no podrá con las dos juntas, yo no deseo un enfrentamiento, me iré sin presentarme a los juegos si es necesario, pero no arriesgaré a Katy así" Dijo Crystal, esperando a que su hermana terminara de alcanzarle. Kamily vaciló, pero luego aceptó renuente. Crystal le sonrió, y ambas siguieron a Aioria hacia los templos.

Templo de Acuario 10:45 p.m.

Camus había querido acostar a Katy pero ella se negaba a dormirse sí él no venía también, así que Hyoga y la pequeña miraban a Camus buscar algunas cosas en una caja, la niña se le acercó por la espalda y se colgó de su cuello, ya que él estaba sentado en el suelo. Camus la trajo para adelante y la sentó en su regazo, Katy miraba con curiosidad las cosas que tenía la caja, la mayoría efectos personales, pero le llamó la atención especialmente una pañoleta de seda azul transparente con medias lunas bordadas en plateado. La tomó con cuidado y miró a Camus.

"Huele al perfume que le gusta usar a mi abuela, mami y tía ¿es tuya?" Le preguntó Katy, Camus suspiró.

"No, me la dio alguien a quien yo quería mucho hace tiempo ya, pero si te gusta, te la doy" Le dijo él. Katy lo miró extática ¡Camus le estaba regalando una linda pañoleta!

"¡Gracias!" Dijo la pequeña y saltó para darle un abrazo. Hyoga miraba con asombro lo que su maestro acababa de hacer, esa pañoleta significaba mucho para él, nunca pensó en que se desprendería de ella así tan fácilmente. Pero luego Hyoga se dio cuenta de que la actitud de Camus no era tan extraña, ya que esa pañoleta le había pertenecido a una de las hermanas de las que Katy era pariente.

"De nada, petit" Le dijo él suavemente, luego tomó la pañoleta de las manos de la niña y, peinándole los negros bucles con los dedos, se la ató con una media cola, dejando la mayor parte de sus negros rizos sueltos. Katy saltó de su regazo y fue a verse al espejo. Le quedaba bonita.

"¿Me queda bien Hyoga?" Dijo ella, Hyoga le sonrió y asintió, Katy dio un gritito de alegría y salió afuera a corretear por el templo.

Camus cerró la caja y la llevó a su habitación de nuevo. Hyoga había salido tras Katy, ya que parecía que todos se irían a dormir pronto, Katy miraba hacia fuera, viendo que alguien se acercaba, cuando vio que era Aioria, sonrió ampliamente, ese santo la consentía siempre que la tenía cerca, a Boris también le caía bien. La pequeña corrió hacia adentro otra vez, topándose con Camus que había sentido el ki de Aioria, tomó a Katy en brazos y salió a recibirle con Hyoga por detrás.

Más grande fue la sorpresa de los tres al ver que el santo de Leo no venía sólo. Katy al ver a su mamá y a su tía pidió que Camus la bajara, pero él no le hizo caso, sino que la abrazaba con más fuerza. Katy le miró extrañada, pero luego decidió que él la bajaría cuando supiera que esa era su mamá.

Crystal miró a su hija con alivio, y luego su mirada se posó en Camus, él tenía a Katy en brazos, y a ella no parecía incomodarle esa situación. Aioria se quedó a un costado, sin intervenir.

"Suéltala, Camus, o tendremos serios problemas" Dijo Kamily, viendo que Crystal estaba muy callada. Camus la miró un segundo pero luego su vista regresó hacia la otra hermana.

"Camus, es mi mami y mi tía, bájame ¿sí?" Le pidió la pequeña. Camus la miró, ablandando su mirada perceptiblemente.

"Te bajaré con la condición de que tu mamá hable conmigo primero" Dijo en voz alta, para que Crystal escuchara.

"Por favor, Katy no tiene nada que ver en esto, hablaré todo lo que quieras, pero dásela a Kamily, te lo ruego" Dijo Crystal, Hyoga la miraba asombrado, como podía ser que ambas hermanas fueran más hermosas aún de lo que las recordaba.

"La dejaré con Kamily, sólo si Hyoga también se queda con ella" Dijo Camus, no dando el brazo a torcer tan fácilmente. Crystal aceptó, y Camus caminó hacia Kamily y se la entregó en brazos, Hyoga estuvo a su lado enseguida.

"Cuida que no salgan de aquí" Dijo Camus a su discípulo, que asintió. Aioria, viendo que no era necesario que se quedara, saludó y se retiró.

"Sígueme" Dijo Camus, Crystal obedeció y caminó tras él hacia su templo. Kamily vio preocupada a su hermana, pero ella le sonrió para que se quedara tranquila, aunque estaba lejos de sentirse así.

"Hyoga, realmente has crecido mucho desde la última vez que te vi" Dijo Kamily, Katy miraba a su mamá y a Camus extrañada de que ya se conocieran, pero permaneció callada y empezó a dormitar sobre el hombro de su tía.

"Tenía nueve años cuando entrenábamos cerca del pueblo en donde vivían ustedes, recuerdo que siempre las íbamos a ver patinar, eran las mejores... y aún lo son, espero que saquen alguna medalla en los juegos" Dijo Hyoga, era como si los años no hubieran pasado y pudiera hablar con Kamily como antaño.

"Bueno, ahora ya no sé si competiremos, verás, Crystal quiere volver a Rusia con Katy cuanto antes... tú sabes porqué" Le dijo ella, Hyoga asintió, viendo que Katy se había dormido.

"Ojalá no lo hagan, Rusia ganaría de seguro una medalla si ustedes compiten... me gustaría que mi maestro solucionara los problemas con Crystal y tu familia" Dijo Hyoga, Kamily asintió.

"Dime, Kamily, me gustaría preguntarte algo, aunque sé que quizás no sea el momento apropiado" le dijo Hyoga.

"Pregúntame lo que quieres, nunca tuviste ese problema de niño, no creas que Katy no es igual, todo quiere saber y tocar, si supieras la fascinación que tenía por los santos de Atena, quería conocer a uno a toda costa" Le contestó ella, acomodando mejor a Katy.

"Y conoció muchos... Katy me dijo que su padre murió, sé que a mí maestro saber que ella es la hija de Crystal no le calló muy bien tampoco ¿quién era su padre?" Preguntó Hyoga, intrigado. Kamily vaciló un poco en decirle, no quería más pelea de la que ya se iba a armar entre Camus y Crystal. Kamily miró a su pequeña sobrina significativamente, ella era el retrato de su padre, lo único que había sacado de su familia era el cabello rizado en bucles. Hyoga, viendo que no respondía y miraba a Katy, decidió preguntar de nuevo.

"¿Y bien? ¿Lo conocí al menos?" Dijo él, tentativamente. Kamily asintió.

"¿No vas a decirme nada más?" Dijo Hyoga, exasperándose. Kamily suspiró.

"Dime, Hyoga ¿acaso Katy no te recuerda a alguien?" Preguntó Kamily, Hyoga negó lentamente con la cabeza, ella se acomodó en la otra pierna, ya que Katy pesaba después de un rato.

"Bucles negros con reflejos azulados... ojos azul cobalto ¿¡quién diablos tiene ese color de ojos en mi familia!" Dijo exaltada la chica, Hyoga sí que era duro de entendederas.

"¿¡A quién conoces cercano a ti con esas descripciones, Hyoga!" Le gritó ella, cansada de insinuárselo. Hyoga tenía la mirada en blanco, hasta que algo pareció hacerle contacto en el cerebro, definitivamente se le estaba pegando lo tonto de Seiya.

"¡Estás diciendo que él es su padre!" Gritó Hyoga, total y completamente asombrado por el descubrimiento.

Kamily lanzó su mano libre al cielo, Katy que se había despertado con el primer grito de su tía, había escuchado lo suficiente para querer preguntar.

"Tía ¿mi papi esta vivo entonces?" Preguntó la pequeña, restregándose los ojos. Ambos se habían quedado helados ¿qué rayos le iban a responder ahora?

"Errr, bueno..." Balbuceó Kamily, no sabiendo que decirle y sin querer mentirle.

"¿Y quien te gustaría que fuera tu papá?" Preguntó Hyoga, salvando a Kamily que lo miró agradecida. Katy no lo pensó mucho.

"¡Camus! ¡Quisiera que él fuera mi papi!" Dijo la pequeña, a su tía casi le da un soponcio, y Hyoga se rascó la nuca mostrando una risa nerviosa. Kamily le dio un codazo como diciéndole ¡gran idea, Einstein!

"¿Por qué lo preguntas?" Dijo Katy, viendo la extraña reacción de ambos.

"Sólo curiosidad" Dijo Hyoga.

"Duérmete, cariño, mañana no podrás descansar mucho si no" Dijo su tía y Katy volvió a acostarse sobre su hombro.

"¿Quieres que la cargue yo por un rato?" Ofreció Hyoga, viendo que Kamily ya estaba cansada. Ella asintió, agradecida y le dio a Katy.

"Quiero ir con mi mami y Camus" Dijo Katy, soñolienta, Kamily suspiró, esto iba a ser más difícil de lo que esperaba.