Capítulo Cinco: Es Difícil Perdonar
Camus y Crystal llegaron arriba y él le ofreció entrar en la casa, ella aceptó, ya que lo que tenía que decirle era sólo para que él escuchara, rogaba que a su hermana no se le ocurriera hablar con Hyoga sobre cosas que no debía.
"Muy bien, de qué quieres hablar, deseo irme lo antes posible con mi hija y regresar al hotel" Dijo Crystal, cortante. Camus la miró con la misma frialdad que ella y se sentó, Crystal hizo lo mismo, sin bajarle la mirada.
"Veo que no has perdido el tiempo, lo que sólo confirma lo que me dijiste en tu carta" Dijo Camus, conteniendo una furia helada que podría congelar todo el ambiente.
"No sé de que me hablas, tú decidiste que yo no era suficiente incentivo para quedarte y te marchaste, no sé que demonios estás reclamándome a esta altura de mi vida" Le contestó ella, sin dar el brazo a torcer.
"Yo nunca escribí tal carta, pero sé que tu crees que tu padre es un ángel del señor..." Dijo Camus, levantando una mano para detener lo que Crystal de seguro iba a decir en defensa del viejo.
"Quiero que sepas, para que no guardes una impresión errónea de mí, como de seguro lo has hecho por todo este tiempo, tú querido padre me dijo que me largara y que no me acercara ni a ti ni a Kamily, o me mataría, cosa de la que yo me reí por días, al ver que yo no le hacía caso, planeó nuestra separación, aprovechando una discusión que habíamos tenido; me mandó una carta tuya en la que decía que ya no me querías y que preferías algo mejor, y que nunca querías volver a verme. Yo no creí esa patraña aunque la letra fuera parecida a la tuya, pero supongo que él te envió una carta de mi parte diciéndote lo que tú acabas de reprocharme... yo intenté ir a verte, Crystal, pero tú no querías salir y él no me dejaba entrar. Como veía que si yo lograba hablar contigo su plan se iría al demonio, amenazó con matar a Hyoga en cuanto yo me descuidara, no podía arriesgarme a que un niño inocente muriera por mi culpa, así que me fui de allí. Bien eso es todo lo que tenía que decirte, pero veo que al menos tu carta parecía verdadera, ya que sí encontraste a alguien mejor y tuviste una hija con él, aunque ya esté muerto, según Katy" Dijo Camus, esperando la reacción de Crystal, ella estaba shockeada con todo lo que había escuchado, no creía que su padre pudiera haberle hecho eso.
"No te creo... mi padre nunca me hubiera hecho eso, y yo nunca te mandé tal carta, piensa lo que quieras, pero me destrozaste el corazón cuando te fuiste, yo pensaba que así sería mejor, si te detenía, sólo prolongaría mi propio sufrimiento, y tienes razón, rehice mi vida y tú rehiciste la tuya, eso es todo lo que teníamos que decirnos… adiós, Camus" Dijo Crystal, levantándose y dirigiéndose hacia la puerta, Camus maldijo por lo bajo y la tomó de un brazo para detenerla.
"¡Por qué no quieres entender! ¡Abre los ojos, chérie! ¡No ves que no teníamos porque haber terminado así por culpa de tu resentido padre al que no le importó un demonio tus sentimientos!" Le gritó Camus. Crystal le pegó una cachetada por lo que acababa de decir de su padre, logrando que Camus la soltara.
"¡Te odio, Camus, no te vuelvas a acercar a mí ni a mí familia!" Le gritó ella, saliendo por la puerta, furiosa. Kamily y Hyoga la vieron salir, detrás de ella venía Camus, caminando tranquilamente. Crystal se acercó a Hyoga y le pidió que le diera a Katy, Hyoga miró a su maestro que negó con la cabeza, Crystal miró con odio a Camus y le volvió a enfrentar.
"¡Ya hablé contigo como querías, devuélveme a mi hija, o te acusaré de secuestro!" Gritó ella, Katy escuchando la conmoción, se despertó, encontrando a su mamá mirando furiosa a Camus. La niña pidió bajarse y Hyoga la complació, ella se puso en medio de ambos, mirándolos alternativamente.
"Katy, bebe, ven con mamá" Le dijo Crystal cariñosamente, la niña le sonrió y cuando iba a dar un paso hacia ella, Camus intervino.
"No, petit, ven acá, tu mamá está muy enojada y no va a dejar que me despida de ti" Le dijo él, Katy entonces viró hacia él y corrió a abrazarle. Crystal miraba incrédula la manera astuta en que Camus se había hecho con ella. Kamily y Hyoga atestiguaron el poder que ejercía el santo sobre Katy, ya que había desafiado a su mamá por ir con Camus.
"Katya, él no es bueno, debes venir a casa conmigo, no te puedes quedar ¿sabes lo preocupada que he estado?" Le dijo Crystal, con un nudo en la garganta. Katy miró a su mami y a Camus, no podía creer que su mamá le dijera que él no era bueno, ya que para ella Camus era su héroe. Pero había extrañado a su mami mucho, y quería ir a casa también. Miró a Camus y le dio un beso y un abrazo, él también le dio un beso en la mejilla y un fuerte abrazo antes de dejarla en el suelo. Katy enseguida corrió a los brazos de su madre, que empezó a llorar de alivio.
"¿Por qué lloras, mami?" Preguntó Katy, Crystal le dio muchos besos y la abrazó fuerte, había tenido tanto miedo de que él no se la regresara.
"Lloro porque estoy feliz de que estés bien, cielo" Dijo Crystal entre lágrimas. Luego tomó a su hija en brazos, echándole una última mirada fría a Camus.
"No te vuelvas a acercar ni a Katy ni a mí ¿oíste? O no tendré reparos en decirle a mi padre que se encargue de ti" Dijo Crystal, furiosa.
"¡No, mami, yo quiero volver a ver a Camus!" Dijo Katy, Crystal no le prestó atención.
"No podrás impedirme que me acerque a Katya, Crystal, sabes muy bien de lo que soy capaz al igual que tú" Le retrucó Camus, con la misma frialdad.
"Ya veremos..." Dijo Crystal y empezó a descender las escaleras para marcharse cuanto antes de allí.
En cuanto llegaron al hotel, Katy fue abrazada por sus abuelos, su abuelo estaba muy enojado con sus hijas, ya que le habían desobedecido.
"¡Cómo se te ocurre ir tú a buscarla, que estás loca o qué!" Le gritó Ivan a Crystal, que lo miró impasible.
"Ya tengo edad suficiente para decidir por mi misma, padre, así que no te atrevas a reprocharme nada" Le dijo ella, tomando a una sorprendida Katy en brazos y llevándola a dormir con ella. La niña miraba a su mamá atónita, su mami nunca se había comportado así. Pero se dejó vencer por el sueño cuando Crystal la puso en la cama y luego se metió ella misma.
Kamily tenía que hablar con Crystal seriamente, esto no había terminado aún.
Templo de Acuario
Hyoga las vio partir, y luego siguió a su maestro al templo otra vez, Kamily le había hecho jurar que mantendría la boca cerrada, era mejor que algunas cosas quedaran veladas. Hyoga aceptó, sabiendo que eso sólo haría que las cosas se pusieran peor.
Camus se sentó pesadamente en el sillón, no sabía como demonios iba a acercarse a ellas, tenía que haber algún modo de hacerle ver a Crystal que todo era un terrible error, ella nunca le creería lo de su padre aunque se lo dijera y demostrara mil veces. Sabía que ella se habría casado con otro poco tiempo después y tenido a Katy, pero él quería mucho a la niña, ella había conseguido robarle el corazón... al igual que su madre. Hyoga notando a su maestro tan alicaído, decidió dejarle solo por ahora.
De repente Boris hizo acto de presencia, subiendo al regazo de Camus, este le miró asombrado ¡ellas habían olvidado a su gato! Eso le daba una perfecta excusa para verlas otra vez. Camus sonrió al enorme felino, nunca había amado más a un animal como ahora.
Al otro día, Katy se desperezó, buscando a su felina mascota sin encontrarla, se despabiló enseguida y comenzó a sacudir a su mamá.
"¡Mami, mami, Boris no está, se quedó en el Santuario!" Decía Katy, contenta de hallar una excusa para volver. Crystal se desperezó y se frotó los ojos, aún medio dormida.
"¿Estás bromeando, no?" Le dijo ella, incrédula. La niña meneó la cabeza negativamente, pero le costaba ocultar su gran sonrisa. Crystal maldijo por lo bajo, maldita su suerte, tendría que ir por él.
"Katy, hija, mami no quiere ver a tu amigo otra vez, así que iremos por él cuando pueda, ahora tenemos que ir a practicar con tu tía, y quiero que me prometas que NO saldrás bajo ninguna excusa de la habitación" Le dijo Crystal.
"Pero mami, echo de menos a Camus, quiero verlo" Dijo Katy, haciendo su irresistible puchero. Su madre la miró como acusándola de traidora.
"¡Dios, Katya, no han pasado 24 horas y ya quieres ir otra vez para allá! ¿No crees que exageras?" Le Dijo Crystal. Katy saltó de la cama y se fue a la cocina, aparentemente enojada por no salirse con la suya.
Kamily entró a la habitación de su hermana y le dio los buenos días.
"Crystal... él se ganó el afecto de Katy, y sabes muy bien que él tiene derechos también" Dijo Kamily.
"¡Él no tiene derecho a nada, Katy es MI hija y así se quedarán las cosas!" Dijo Crystal, fastidiada.
"No, no es así, hermana, la sangre llama a la sangre, tú lo viste anoche, a Katy le costó decidir entre los dos, no la obligues a elegir, además ¿qué le vas a decir cuando crezca, qué fotografía de su padre vas a mostrarle? Katya no es tonta, ya está haciendo muchas preguntas sobre su papá, Crystal, ella necesita a su padre ¿vas a negarle eso? Camus la quiere, pude verlo con mis propios ojos, él insistirá en verla y tarde o temprano hará las cuentas y los números van a cerrarle, y es mejor que lo sepa por ti que por alguien más" Dijo Kamily, sacándose ese gran peso del pecho que había llevado por tanto tiempo. Crystal empezó a llorar, no quería negarle nada a su hijita, pero ella pedía lo único que no podía darle.
"Él me la quitará si le digo, Kami, sé que lo hará, y yo me muero sin Katy" Dijo Crystal entre sollozos. Kamily la abrazó, tratando de consolarla.
"Shhh, todo está bien, Camus no es así, tú lo sabes bien, tú lo amabas más que a nada en el mundo y él a ti, Camus nunca te la quitaría, a lo sumo exigiría poder verla, eso es todo, Crys, Katy lo quiere mucho y sólo estuvo con él un par de días. ¿Sabes lo que me dijo cuando le preguntamos quien le gustaría como papá?" Dijo Kamily. Crystal negó con la cabeza, pero ya se imaginaba.
"Eligió a Camus, y no vaciló en absoluto en responder, vamos Crys, dale una oportunidad, sé que sería un estupendo padre" Le decía Kamily.
"Primero quiero ver como actúa alrededor de ella, si me parece que está bien... entonces le diré la verdad, pero sino..." Dijo Crystal, más calmada. A Kamily le pareció bien, pero ella también evaluaría junto con su hermana, no quería que los sentimientos de Crystal interfirieran en su juicio final.
Katy regresó a la habitación, aún enfurruñada, Crystal suspiró, vaya que era igual que su padre, cuando quería algo o lo conseguía o lo conseguía.
"Iremos por Boris, ya no estés enojada" Le dijo Crystal, a Katy se le iluminó el rostro con una sonrisa.
"¿En serio, mami y podré ver a Camus?" Dijo ella.
"No lo sé, cariño" Dijo su mamá, Kamily le dio un codazo y Crystal la miró de mala gana.
"Sigh, podrás ver a Camus si YO voy contigo, sino no, no hay trato" Dijo Crystal, Katy saltó de alegría en la cama. Kamily la vio y comenzó a reírse, quizás después de todo, venir a Grecia no había sido tan malo.
Santuario, Templo de Leo.
Vera y Marin habían estado siguiendo a Camus por todos lados, hasta la noche anterior estaban alertas, cuando esa joven había dicho ser la madre de Katy, ambas se percataron de que la chica conocía a Camus de algún lado, al ver que Aioria la acompañaba, junto con otra chica, decidieron preguntarle a él por la mañana.
"Aioria, cielo ¿Katy ya se fue con su madre?" Preguntó Vera como por casualidad.
"Anoche vino a buscarla, aunque era tarde, parece conocer a Camus de algún lado, y parece que Camus nos oculta más de lo que parece, creo que tiene algo pendiente con el padre de la chica" Dijo Aioria. Vera sopesó esa información, había algo que no le cuadraba, algo más en este cuento que faltaba. Pero al menos ya era algo, Camus estaba metido hasta el cuello con esa familia, y pronto averiguarían porque.
