El Reloj Cucú

Capítulo 2: Después...

Habían pasado ya 10 años desde aquella trágica noche, la vida de cada una de las personas involucradas en ese accidente era muy diferente...

Lily, ella tardó un par de años en asimilar la muerte de James y otros más para aceptarlo, quedó realmente devastada, sólo sus hijos la mantenían de pie y ahora, una nueva esperanza se veía para ella, un hombre bueno y sincero ya se encargaba de curar su corazón, ¿quién?, Sirius Black, sí, el mejor amigo de su difunto esposo se había convertido en su pareja, ¿cómo?, había sido imposible que, después de tantas veces que fue consolada por él, no naciera un sentimiento más grande que el de amistad, aunque no podía negar que a veces se sentía culpable por lo que pensaría James de ella, donde quiera que estuviera.

Amber, ya era toda una adolescente, "rebeldía" podría ser su segundo nombre, toda su vida estuvo a lado de su madre, apoyándola y teniendo ante ella una, un poco distorsionada, imagen de "niña buena", pero desde que Lily anunció que empezaba a salir con Sirius cambió totalmente, ahora discutía con ella cada vez que le era posible y le reprochaba el que manchara, como ella decía, la imagen de James. Otra cosa era la relación con sus hermanos, juraba odiar a Harvey y con Harry llevaba una relación, no perfecta, pero buena. Iba a tercer curso en Hogwarts, muy distinto a las expectativas fue a Ravenclaw. Sus amigas eran Ginny Weasley, a pesar de ser varios años menor que ella, y Cho Chang. Una última cosa, ella odiaba el Quidditch.

Harvey era un chico al que no le gustaba llamar mucho la atención, pero tampoco era tan serio y muy al contrario que Amber, él sí estaba de acuerdo con que su madre quisiera rehacer su vida amorosa, pues con Sirius se llevaba bien. La relación con sus hermanos era buena, Amber decía odiarlo por su forma de ser y por apoyar la relación de su mamá con Sirius, fuera de eso no tenía más argumentos, él, en cambio, trataba de ayudarla en lo que pudiera, pero ella tenía algo que venía de familia: orgullo. Harry era algo así como su cómplice, cuando estaba con él se sentía bien y trataba de protegerlo de algunas personas que, curiosas, se acercaban a él y, sin intención, terminaban asustándolo. En Hogwarts asistiría ese año al tercer curso, Gryffindor, no formaba parte del equipo, le gustaba el Quidditch, pero sólo observarlo, no jugarlo. Sus amigos eran los gemelos Weasley, aunque diferentes, su relación con ellos era muy buena, y también llevaba una buena relación con Lee Jordan.

Harry, el menor. Él era muy sobreprotegido por su mamá y sus hermanos, no sólo por ser el menor, si no por aquél tan conocido encuentro que tuvo con Lord Voldemort cuando apenas podía hablar, encuentro que le había dejado esa cicatriz en forma de rayo por la cual era tan famoso. Se llevaba muy bien con Sirius, le parecía divertido y le para él sería fantástico si se convirtiera en su padre, no era que no le importara su verdadero padre, al contrario, le hubiera encantado conocerlo mejor, por esa razón Voldemort era el único que ocupaba, hasta el momento, su lista de enemigos. Ese año entraría en Hogwarts, deseaba con ansias poder sentarse en aquél banquillo del que tanto le había contado Harvey y, que al ponerse el famoso Sombrero Seleccionador, este gritará "¡¡GRYFFINDOR!!". Una de sus aficiones era el Quidditch, no importaba el puesto, lo importante era jugar. Hasta el momento no llevaba una enorme lista de amigos, como todos esperaban, pero tenía los suficientes. Su mejor amigo: Ron Weasley, el pelirrojo lo seguía a todas sus aventuras sin dudarlo un segundo, con gran temor, pero lo acompañaba. También tenía amistad con los hermanos de Ron, George y Fred, a Charly a Bill los había visto una o dos veces, pero eran muy agradables y Ginny... no entendía la razón por la que ella huía cada vez que lo veía. Conocía a muy pocos muggles, casi no salían del mundo mágico, sólo algunas veces que habían intentado visitar a sus tíos, los Dursley, pero cada vez que él y su familia iban a la casa Dursley, Vernon aparecía abriendo la puerta y cerrándola de inmediato con gran pavor.

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Hasta aquí les dejo este segundo capítulo, que más que capítulo sería una introducción, dejen sus opiniones os sugerencias, sé que tarde demasiado, pero más vale tarde que nunca y aquí está, lo siento en serio.

La Heredera ( herm_mal@hotmail.com )