Unos quejidos hicieron eco en la cueva. Alguien se estaba despertando.

-Ginny... –susurro buscándola- ¿dónde estas?

Ginny despertó de repente, muy nerviosa, no había tenido un sueño muy lindo.

-¡Harry! –grito emocionada- ¿estas bien, no te duele nada?

-Sí –dijo intentando levantarse, pero un fuerte dolor le recorrió la columna vertebral completa- no, no estoy bien.

-Recuéstate –susurro Ginny poniéndose a su lado- el basilisco te dio un golpe fuerte en la pared –dijo acariciándole la frente, quitándole los mechones color azabache.

-¿Qué paso con él? –pregunto preocupado.

-No te preocupes, Ron me confirmo que si estaba muerto, lo enterró entre las rocas –sonrió nerviosa-. Me preocupaste mucho.

-Yo... no quería –dijo tomándole la mano a Ginny- no me moriría sin darte por lo menos un beso.

Ginny sonrió nerviosa y se sonrojo.

-¿Me darías el gusto, por favor? –pregunto tomándole la cara.

-Pero... yo no sé...

-Yo te enseño... –susurró Harry con una dulce sonrisa.

Ginny asintió nerviosa, se fue acercando lentamente a los labios de Harry y, vacilando un poco, toco los de Harry y miles de sensaciones se desbordaron cuando los de Harry le contestaron de una forma muy dulce y placentera. Había sido muy pero muy diferente el primer beso que le dio Ginny a él, porque Harry no había correspondido y además estaba inconsciente, pero ahora que lo hacia, ¡se sentía en las nubes!
Harry le acariciaba la cara con una delicadeza increíble, como si Ginny se fuese a romper con el contacto de sus manos con ella, le acomodaba el cabello detrás de la oreja y su suave lengua acariciaba la de ella.
El beso la estaba dejando sin aliento, pero de ninguna manera quería terminar eso, así que separándose un poco, tomando algo de aire, volvió a los labios del niño que vivió y deleitándose de tan exquisitos besos y caricias se dejo llevar en aquel juego de dar y recibir que solo se comunicaba bucalmente, aquel descubrimiento había hecho ya una adicta a Ginny que sentía que si dejaba los labios de Harry ¡no viviría más! En cambio, a Harry solo le interesaba amarla, porque llevaba ya años queriéndole y por fin se había cumplido su deseo.

-¿Pensaste en mi pregunta? –cuestionó Harry viendo como los ojos de Ginny se abrían lentamente.

-Sí... y la respuesta es que sí, si quiero ser tu novia, Harry Potter –sonrió la chica nerviosa.

-Siempre espere que este momento fuera un poco más romántico pero... sabía que algún día de estos te lo diría hacia que... au –dijo volviéndose a acostar.

-No te levantes, solo dime qué es y dónde esta –pregunto feliz.

-Esta en la bolsa izquierda –sonrió viendo a Ginny casi caerse por ir al bolsillo- ábrelo si quieres.

-¿Qué es? –pregunto sonriente al ver una cajita negra aterciopelada.

-Ábrelo...

-¡¡Que hermosos!! –exclamo Ginny tomando una argolla dorada- ¿me la pones?

-Con gusto –sonrió Harry tomando la mano de Ginny y pasándole la argolla cerca del dedo del medio, a la derecha (no me sé el nombre jejeje)- Virginia Molly Weasley, acépteme como su legitimo novio –dijo con voz muy masculina.

-Acepto –sonrió la chica feliz.

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-¿Tú no sabes por donde se encuentra, Malfoy? –pregunto Hermione algo cansada.

-Sí, papá me comentó que cerca del bosque prohibido, el Señor Tenebroso tenía su "guarida" por si quería atacar a Dumbledore. Sé perfectamente por donde.

-¿Y este es el atajo? –pregunto agotada.

-Sí, descansemos –dijo viendo a Hermione agotada- se nota que te estas muriendo –sonrió.

-No me estoy muriendo –puntualizo- solo... hace mucho que no caminaba tantas distancias.

-Te dije que usáramos la escoba, pero no me hiciste caso.

-¡Nos iban a ver!

-¿Qué no Potter tiene una capa invisible? –pregunto dejándose caer junto a Hermione.

-¿Cómo lo sabes? –pregunto horrorizada.

-Mi padre lo descubrió un día... solo eso me dijo –dijo mirando al cielo.

-¡Esos despistados! –pensó Hermione en voz alta.

Draco soltó una pequeña carcajada y se acostó entre las hojas.

-Aun me pregunto como es que te llegaste a enamorar de mí.

Un silencio tranquilizante fue interrumpido por la brisa del viento, algunas hojas más cayeron y la chica giro su cabeza con una sonrisa.

-Pensé que lo sabías...

Draco levantó ligeramente la cabeza viendo como la chica tenía una sonrisa misteriosa y su cabello chocaba con sus mejillas algo coloradas.

-No lo creo.

Se recostó poniendo sus brazos en la nuca y miro mejor el cielo.

-Creo que me enamore de ti desde la primera vez que me miraste... y tal vez nunca lo supe... o tal vez desde que me tocaste.

Cerro sus ojos recordando aquel momento, una muy sonora cachetada le golpeo la mejilla mientras veía como Hermione Granger respiraba con dificultad roja de ira.

-Cuando defendiste a tu querido Hagrid.

Hermione se sonrojo y sonrió.

-Lo tenías bien merecido.

-Si... debo admitirlo –abrió los ojos y vio que ella lo observaba-. Aunque me gustan más tus besos.

-Y a mí los tuyos...

Hermione le planto un beso muy dulce del que duraron unos cuantos minutos así. Y así la Gryffindor repuso más fuerzas de las que necesitaba y volvió a continuar a paso veloz hacia la guarida del Señor Tenebroso.

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-Con cuidado, Harry –Ron cuidaba de su amigo mientras bajaban de la pedrosa colina- Ginny cuida esto –le ordeno dándole su varita.

Ginny también cuidaba mucho de Harry y no por nada. Aquella mañana Ron los encontró muy entrados en un beso demasiado apasionado, aunque le daba algo de rabia saber que la boca de su hermana conocía ya miles de formas en las cuales comunicarse, estaba tranquilo que por lo menos su novio era maduro y sabía que podía confiar en él... aunque aun así le puso unas severas condiciones.

-¿Adónde iremos ahora? –pregunto Ginny algo cansada y dándose aire.

-Hay que salir de aquí –respondió Ron de inmediato.

-¡No me iré de aquí sin matar a Voldemort!

Los dos Weasley se estremecieron al oír el nombre.

-Estas lastimado... –murmuro Ginny asustada.

-Estoy bien, he recibido peores golpes.

-No quiero que te pase nada –murmuro de nuevo apretando con firmeza la varita de Ron, quería llorar.

-No quiero que te preocupes... mi único deseo desde hace años es vengar la muerte de mis padres de una vez por todas.

Ginny no pudo evitarlo, para que no se notara, agacho la cabeza y una lágrima bajo por su mejilla.

-No, por favor, no –imploro Harry poniéndose de pie y caminando lenta y dolorosamente hacia su novia-. No me gusta verte llorar.

-¡Cómo quieres que no llore! Te has escapado milagrosamente en cinco ocasiones, el año pasado me dolió mucho cómo saliste de ese duelo, no te quiero ver así... no quiero ¡no quiero!

-Si no lo busco yo, él lo hará y no quiero que averigüe que eres lo más valioso para mí y te use como carnada, ya lo ha hecho muchas veces y no quiero que... te pase algo.

Ginny lo abrazo repentinamente, muy fuerte, Harry le respondió suavemente. Ron veía con algo de melancolía esa escena "Así que de esa forma debe comportarse un novio... sacrificando todo por ella... pero yo... soy una mierda"

-Mejor hay que esperar a que... estés bien... –dijo Ginny separándose poco a poco de él, respirando agitadamente, quitándose las lagrimas y dándole una sonrisa nerviosa a Harry- ...a que te puedas mover mejor... así que hay que volver a Hogwarts.

-No.

Ginny lo miro nerviosa, las lagrimas volvieron a sus ojos y empezó a darle pequeños golpes en los hombros.

-¡No me puedes hacer esto... tú... tú te tienes que venir conmigo!... ¡NO ME IRE SIN TI!

-Si lo harás –dijo Harry tomándole la cara y besándole la frente la abrazo.

-¿Por qué eres tan injusto? –murmuro reprimiendo sollozos- Jamás serás feliz si sigues con esta vida... yo te amo... y apenas... apenas nos hicimos y tú... te alejas de mí.

-No me alejo de ti, te prometo volver... serás por quién luche en esta batalla... por ti llegare a Hogwarts, solo por ti.

-Ay Harry, no –Ginny lo abrazo con fuerza, llorando y sollozando desconsoladamente.

Se separo lentamente cubriéndole de besos toda la cara.

-Te esperare... –dijo besándolo- en la sala común... donde siempre platicábamos... cumple... no me falles.

-No lo haré.

Ron se había alejado de ahí hace ya un buen tiempo, cuidando de que nadie viera o los espiará. Aunque en realidad, no quería ver eso, aquella escena jamás la había tenido él, en el que una chica le rogaba que no se fuera, que le rogara con sinceridad que se mantuviera con ella, que solo con él estaba a salvo... nadie. ¿Entonces por qué vivir? Ron arrugó su ropa con ira mientras unas lágrimas bajaban por sus pecosas mejillas.

-Ron...

-¿Qué sucede? –pregunto limpiándose rápidamente las lágrimas.

-Quiero que vigiles por aquí mientras busco a unos threals para que lleven a Ginny al castillo.

Harry también había llorado, sus ojos verdes temblaban de las lágrimas que tenía.

-Claro, amigo.

Harry le dio una palmada en la espalda y camino junto a Ginny.

Ron se sentó en las piedras aun pensado.

"Hermione jamás me amo, tal vez me quiso pero no era eso lo que yo quería. Siempre le robaba los besos... jamás me los dio voluntarios y si lo hizo, tal vez fue para encelar a Malfoy o demostrar que ya no lo amaba pero en sus labios sentía su fría lengua raspando la mía, sus labios me lastimaban y sus manos me aruñaban... ella jamás me dio un beso cariñoso, solo se los daba a él, a ese infeliz Malfoy que siempre tiene todo lo que yo quiero, siempre dejándome en vergüenza, a mí y a mi familia. Y... ahora que me doy cuenta, tal vez ya no la amo... más bien, la odio, por usarme... por lastimarme... por hacerme creer el dueño de ella, por amarla... por sí, aun lo sigo haciendo, aunque me duela, aunque me resista, aunque intente no pensar en ella, ahí esta ella, en el rincón más blanco y aun así el más negro de mi corazón"

-¿Ron? ¿Eres tú?

-¿Hermione?

"Genial, ya estas hasta alucinándola"

-¡Ron! Aquí.

Ron giro la cabeza, ahí estaba Hermione con el cabello más alborotado que nunca y la ropa muy sucia, y junto a ella "¡Maldito!"

-¿Cómo llegaron aquí? –pregunto Ron algo impresionado.

-Es una larga historia –sonrió Hermione- ¿dónde esta Harry?

-Fue a llevar a Ginny a Hogwarts –desvió la mirada.

-¡Hasta Hogwarts! –grito Hermione sorprendida.

-No, fue a buscar threals, ya sabes.

-Ah, bien. Y ¿qué a pasado?

Ron les empezó a contar lo que había pasado viendo con gran odio como Draco abrazaba a Hermione y a la vez como Hermione sonreía o con solo hacer algún gesto.

-¡¡QUE HARRY QUE!!

-Shhh... –la calló Ron- él esta bien, no te preocupes. Solo que ahora no se quiere ir sin matar a Vol... tú sabes quién –dijo nervioso.

-Y sigue de terco.

-Él no esta aquí –informó Draco- sigue en Polonia.

-¿Cómo lo sabes? –pregunto Ron enojado.

-Porque escuche a Snape la otra vez, imbécil –se levanto enojado.

-Draco... Ron... –se levanto Hermione- aquí no, por favor.

-¡Repítelo, Malfoy!

-¡Imbécil, pobretón, marioneta de trapo!

-¡Me las vas a pagar!

Ron se lanzó encima de Malfoy, dándole unos golpes terribles que Hermione se tuvo que tapar los ojos.

-¡Deténganse!

Malfoy también empezó a golpearlo con fuerza, parecía una lucha de profesionales, puesto que de verdad se estaban lastimando seriamente.

-¡Deténganse, por favor, Draco, Ron!

Hermione empezó a llorar, busco con desesperación su varita.

-¡¡PETRIFICUS TOTALUS!!

Grito sollozando.

Los dos dejaron de moverse, sus piernas se juntaron al igual que sus brazos y cayeron al suelo.

-¡¿Qué paso aquí?! –pregunto una voz a lo lejos.

-¡Harry, ayúdame! –grito Hermione asustada.

Harry llego corriendo viendo a Hermione llorando y a Ron y a Draco sangrando y petrificados.

NOTAS DE LA AUTORA: Hoa! Ya voy a terminar este como lo he hecho ya con tres fanfics, es que quiero hacer uno de CCS y de D/Hr por eso quiero despejar un poco todo esto, no les prometo un final wow con este ¿eh?... Bueno en realidad jamás hago finales Wow, aunque eso es lo que esperan muchos ( Pero gracias de todas formas por sus reviews y sigan leyendo.

AiOs!