CAPITULO UNO: Un desconocido ayuda a los hobbits

Frodo corría lo mas rápidamente que podía, podía sentir la respiración del caballo negro que venia a pocos centímetros de él,  escuchaba los gritos de Merry, Pippin y Sam diciéndole que se diera prisa desde la balsa, fue entonces cuando tropezó y cayo pesadamente al suelo, el caballo se detuvo frente de el y el jinete negro que lo montaba bajo de él desenvainando su espada hacia Frodo, este se arrastro en el suelo intentado escapar del jinete pero este ya estaba prácticamente sobre él...Merry, Pippin y  Sam bajaron de la balsa dispuestos a ayudar a su amigo pero el ruido de un caballo relinchando los detuvo, a pocos metros se encontraba un gran caballo azabache adornado con una especie de armadura de color plateado y sobre el una figura encapuchada. El jinete negro se distrajo por un momento y Frodo aprovecho para reunirse con sus amigos a unos metros mas adelante, el recién llegado se abalanzo contra el jinete negro y lo obligo a retroceder. Los hobbits aprovecharon el momento y subieron a la balsa alejándose un poco de la orilla, el encapuchado lo noto, corrió hacia la orilla y salto hacia la balsa cayendo de rodillas en ella.

 El jinete negro montó de nuevo su caballo y se dirigió hacia el puente mas cercano y pocos minutos después pasaron otros 4 jinetes en la misma dirección; Sam levanto el remo amenazante hacia el desconocido...fue entonces que una risa de mujer lo detuvo, el desconocido se quito el manto que lo cubría revelando su identidad, era una mujer....una mujer elfa según parecía. Los hobbits la admiraron unos momentos, era una hermosa elfa, alta, de cabellos castaños, vestía una especie de armadura que brillaba con la luz de la luna, el metal cubría el pecho siguiendo las formas del cuerpo de la elfa, debajo de la cintura a media cadera, salía una especie de falda de cota de malla. Sus brazos estaban cubiertos hasta arriba del codo  y las botas subían hasta medio muslo, el atuendo era completado por una gran capa de color blanco. Lo que mas le llamó la atención a Frodo fue el yelmo que usaba la elfa, parecía una especie de corona del mismo metal que el resto de la armadura, adornada con dos alas.

La doncella le dedicó una media sonrisa a Frodo al notar que él la miraba embelesado, este se sonrojo ligeramente pero fue interrumpido por Sam que no podía creer lo que sus ojos le mostraban.

"no tienen nada que temer, pequeños hobbits. He venido a llevarlos sanos y salvos hasta Bree"- la elfa rompió el silencio hablando pausadamente, mientras los hobbits se miraban unos a otros extrañados.

"¿quien eres?"- se atrevió a preguntar Frodo

"mi nombres es Ohtarwen"- respondió la elfa haciendo una ligera reverencia – "he sido enviada por mi señora para procurarles un viaje seguro, cerca de Bree estarán esperándonos otras dos compañeras. Ahí tendrán respuestas todas sus interrogantes"- agregó Ohtarwen

"¿cómo sabemos que no intentas matarnos y robarte el anillo?"- preguntó Sam, recibiendo un codazo de parte de Frodo por divulgar el asunto referente al anillo, esto no paso desapercibido para Ohtarwen quien sonrío.

"si deseara hacerles daño o quitarles algo, ya estarían muertos"- respondió ella con la sinceridad reflejada en su voz.

"una elfa tan linda no puede ser mala"- intervino Pippin secundado por Merry.

"debemos darnos prisa, los jinetes no dejarán de seguirnos y aún hemos de recorrer un par de kilómetros antes de llegar a Bree"- anunció Ohtarwen al tocar la balsa tierra firme.

"¿y tu caballo?"- preguntó Sam a quien le encantaban todos los animales y le preocupaba la suerte que había corrido el animal.

"no tienes que preocuparte, Sam. Él sabe cuidarse solo, nos alcanzará en unas horas"- respondió Ohtarwen intentando tranquilizar a Sam pero complacida de la preocupación de este.

"¿de que región vienes?"- preguntó Frodo rompiendo el silencio que se había impuesto en los últimos minutos.

"eso lo sabrás a su tiempo, pequeño hobbit"- respondió Ohtarwen con una sonrisa - "estamos cerca....mis compañeras están esperándonos en aquel claro"- agregó mientras señalaba un claro en el bosque a unos 50 metros mas adelante.

Minutos mas tarde, los hobbits y Ohtarwen llegaron al claro, ahí se encontraban dos encapuchados esperando. Cuando vieron a los recién llegados uno de ellos se adelanto descubriéndose. Era una elfa de cabellos plateados y ojos grises.

"aiya hobbits, mi nombre es Helkawen y ella es Erunís"- dijo señalando a una elfa de cabellos claros y ojos café oscuro, los hobbits se extrañaron ya que según habían escuchado los elfos tenían los ojos claros.

"aiya...dama Helkawen y dama Erunis"- contestó tímidamente Frodo lo que provoco una sonrisa en Erunís. Pippin permanecía callado admirando a las dos doncellas que tenía enfrente. Lucían el mismo tipo de armadura que Ohtarwen salvo que la de Helkawen era completamente negra y la de Erunís era plateada pero con una capa de color verde tenue.

"debemos darnos prisa, es peligroso que estemos a la intemperie, los llevaremos a Bree y ahí podrán encontrarse con su compañero"- anunció Helkawen y de inmediato se pusieron en marcha. Helkawen iba al frente con Merry, Erunís en medio con Pippin y por último Sam y Frodo con Ohtarwen, este último se había prendado de la elfa, las otras le parecieron hermosas pero esta tenía algo que lo obligaba a estar a su lado.

Un par de horas mas tarde, se encontraban a las puertas de Bree, unos pasos mas y saldrían al camino, demorarse mucho ahí era peligroso. Los hobbits iban a continuar caminando pero Ohtarwen los detuvo.

"mis queridos Hobbits, no nos es posible acompañarlos de aquí en adelante...mas los procuraremos por el resto de su viaje"- agregó con una sonrisa.

"pero....por que no pueden seguir con nosotros?"- preguntó Merry triste.

"no debemos ser vistas"- respondió seriamente Helkawen

"aún no nos han explicado quienes son ustedes, Ohtarwen dijo que nos lo dirían cuando estuviéramos reunidos"- comentó Sam

"oh...es cierto"- dijo Erunis- "bueno nosotras somos Valkyrias, venimos de una ciudad al norte llamada Valhalla. Ya no viven hombres ni hay elfos que hayan escuchado de nosotras y aún caminen por estas tierras"- prosiguió Ohtarwen – "nuestra reina nos envío a valorar la situación y hemos decidido que están a nuestro cuidado"

"Vaya...parecen cuentos de hadas"- comentó en voz baja Pippin

"no deben preocuparse, nosotras estaremos cerca aunque no nos vean, posiblemente nos volvamos a reunir en Imladris. Ahora entren deprisa a la ciudad, es peligroso que estemos mas tiempo aquí"- dijo apresurada Helkawen

"espero nuestros caminos se encuentren pronto de nuevo, dama Ohtarwen"- dijo con un ligero rastro de tristeza Frodo

"Así será. Namarië Frodo Bolsón"- se despidió Ohtarwen

"Namarië pequeños hobbits"- secundó Erunís revolviendo ligeramente el cabello de Pippin quien le dedico una sonrisa

"Namarië"- dijo fríamente Helkawen

"adios damas"- dijo Sam con una ligera reverencia. Los hobbits se acercaron a las puertas y tocaron.

"quien vive?"- preguntó un hombre

"somos hobbits, deseamos posada...abranos"

"¿qué desean?"- volvió a preguntar el hombre

"nuestros asuntos, son solo nuestros"- dijo fríamente Frodo

"esta bien señores, no es para que se molesten. Es mi trabajo preguntar a los forasteros después del atardecer. Se rumora de hombres extraños en estos tiempos"- continuaba hablando el hombre mientras abría las puertas, pero ninguno de los hobbits le prestaba atención, buscaban en el camino donde las elfas habían estado paradas. Ya no había nadie ahí....