CAPITULO TRES: El concilio en Imladris

Frodo entró a una bella estancia, ahí se encontraban sentados hermosos señores elfos, humanos y enanos. Galdalf también estaba ahí, Elrond hizo señas a Frodo para que se sentará cerca de donde él estaba. Frodo obedeció y tomo asiento, los demás hablaban entre sí, Frodo se dedico a observar a los presentes, se sorprendió al reconocer a trancos quien ahora vestía ropas elficas. Él estaba conversando con un bello elfo de cabellos rubios, las charlas se detuvieron cuando Elrond habló haciendo las presentaciones correspondientes, después continuó.

"bienvenidos sean todos, aquí se trataran asuntos que les conciernen a todas las razas de la Tierra media"- dijo Elrond solemnemente – "ahora cada uno de ustedes dirán las noticias que han traído"- finaliz

Cada uno de los presentes informó los últimos hechos ocurridos en sus reinos, cuando todos hubieron hablado se hizo silencio por unos minutos. Elrond se levanto majestuosamente de su asiento  y comenzó a relatarles lo ocurrido con Saurón muchos años atrás y los anillos del poder. Cuando finalizó su relato continuó – "Frodo, pon el anillo en el centro"

Frodo se levanto e hizo lo ordenado por el señor elfo, una vez mas el silencio reinó en el lugar. Unas voces se escucharon afuera del salón, los presentes se inquietaron y algunos tomaron sus armas. Fue cuando las grandes puertas se abrieron, tres mujeres entraron a la estancia todas vestían armaduras y caminaban arrogantemente. Frodo dio un gritó de alegría al reconocer a las elfas y corrió hacia ellas.

"Ohtarwen!!! Helkawen! Erunis!"- gritó gozoso. Trancos esbozó una ligera sonrisa al reconocer a Erunis, esas debían ser sus compañeras de las que había hablado.

"aiya Frodo"- saludó Ohtarwen revolviéndole el cabello al hobbit, pero la elfa se quedó callada cuando Helkawen hizo un movimiento con la mano imponiendo silencio.

"le pido disculpas por todos estos contratiempos, caballero Elrond"- dijo tranquila pero firmemente Helkawen –" hemos venido en representación de nuestra señora, la reina Hirassë a unirnos en sus esfuerzos contra Sauron"- continuo la elfa

"nunca había escuchado de su reina"- respondió Elrond

"eso es de esperarse, señor elfo...nuestro pueblo prefiere permanecer oculto, usted es demasiado joven como para recordarnos"- respondió Erunis altivamente.

"tal vez él lo sea pero yo si las recuerdo"- intervinó un elfo rubio. Todos los presentes voltearon hacia donde provenía la voz

"Glorfindel, quieres decirnos que sabes sobre las damas?"- inquirió Elrond

"por supuesto amigo mío pero antes que nada quisiera mandarles con ustedes mis mas sinceros afectos a la dama Hirassë, la última vez que la vi aún era princesa"- dijo Glorfindel con una gran sonrisa –" ellas son de la bella ciudad de Valhalla, he tenido el privilegio de conocerla y es verdaderamente una joya"- agregó el elfo

"eso es imposible, no se aceptan hombres en Valhalla"- intervino Helkawen

"tú lo has dicho...no se aceptan HOMBRES, pero yo soy un elfo"- respondió él tranquilamente

"Di lo que sabes Glorfindel"- ordenó Elrond

"Hace muchas centurias...en los tiempos de la primera alianza, reinaba Gondor el rey Elendil, él tuvo dos hijos"- Glorfindel pudo ver la sorpresa de los presentes, sobretodo de Trancos pero continuó –"tú no lo supiste Elrond puesto que el rey presentaba a Isildur como su primogénito y único hijo, mas esto no era verdad. La verdadera primogénita era la princesa Thiara, por ser mujer fue relegada a segundo plano y su derecho al trono fue tomado por el hijo varón, Isildur. Ella decidió irse y varias de sus súbditas se fueron con ella, muchas de ellas habían sufrido el mismo rechazo como primogénitas por su genero. Se establecieron en las montañas, muchos elfos de los bosques las ayudaron por su gran belleza, igual que muchos humanos.."- finalizó Glorfindel

"es un honor conocer a un elfo que haya conocido a mi abuela"- intervino Helkawen dedicándole una ligera reverencia a Glorfindel -"aunque no pueda decir lo mismo de ti , primo"- agregó Helkawen viendo hacia trancos. Erunis se sorprendió al ver al heredero de Isildur en el hombre con el que había peleado contra los Nazgul pero no dijo ni una palabra.

"es cierto lo que has dicho, Glorfindel?"- preguntó Trancos

"lo es"- respondió el elfo

Trancos se levantó y se acercó a Helkawen hasta estar frente a ella – "lamento todo lo que Isildur le hizo a tu abuela....pero yo no soy Isildur y no puedo expresar con palabras lo que siento al conocerte"- Trancos se detuvo y le dio un abrazo a Helkawen, ella no pudo articular ni una palabra del asombro. Todos los presentes sonrieron por la escena complacidos, Helkawen en un súbito impulso abrazo a su primo por un momento y luego se soltó. Trancos sonrió al ver el rostro de vergüenza de su prima.

"que demonios están viendo?"- preguntó Helkawen molesta a los demás por lo que todos voltearon a otra parte- "partida de..."- refunfuñó la elfa.

"me parece que deberíamos tomar asiento con los demás, ya hemos interrumpido demasiado"- intervino Ohtarwen – "señor...?"- preguntó a trancos

"Aragorn, mi nombres es Aragorn"- dijo él con una sonrisa.

"vaya....tantos años Gondor estuvo sin rey y ahora resulta que tenemos dos...aunque no son necesarios, Gondor no necesita un rey"- intervino un humano con actitud arrogante. Ohtarwen lo miro por un momento y se acerco hasta estar frente a él.

"Será mejor que moderes tu tono cuando te refieras a tu rey y a la princesa de las Valkyrias, humano"- dijo de pronto ella con toda la arrogancia de su estirpe reflejada en su voz. El elfo rubio con el que Aragorn estuviera platicando al iniciar el concilio sonrió al ver como la elfa ponía en su lugar al imprudente hombre.

"su nombre es Boromir, hijo de Denethor II el senescal de Gondor"- intervino Elrond. Ohtarwen seguía mirando al hombre desafiante.

"se nota que no has conocido hombres o aprenderías a mantener tu boca cerrada, elfa"- contestó Boromir viéndola de la misma forma.

Ohtarwen sacó su espada y la puso al cuello de Boromir antes de que alguien pudiera hacer algo – "si vuelves a abrir esa desagradable boca tuya, humano... te cortaré la cabeza"- dijo ella furiosa. Boromir la miro sin inmutarse a pesar de que la espada estaba tan cerca que comenzaba a cortar superficialmente su piel – "mi intención no era ofenderte, elfa pero tu me ofendiste primero"- respondió él sin el mas mínimo rastro de temor en su voz, a pesar de que él sabía que ella era perfectamente capaz de decapitarlo sin remordimientos –"para ser un hombre eres muy valiente"- dijo Ohtarwen  con una sonrisa, volviendo a enfundar la espada.

Boromir también sonrió, la elfa le caía bien. Muchos de los presentes que habían contenido la respiración se relajaron, Erunis sonrió divertida por la escena, esa Ohtarwen nunca cambiaría.

El concilio termino sin contratiempos, la compañía del anillo fue elegida y las elfas se disculparon de no poder asistir debido a que tenían que preparar la llegada de la comunidad a su ciudad como escala a Mordor.  Elrond ofreció asilo a las elfas durante unas días pero estas se rehusaron con la excusa de que tenían que volver a su reino cuanto antes.

Helkawen, Ohtarwen y Erunis salieron del palacio de Elrond, afuera las esperaban los caballos en los que habían llegado. Ohtarwen desvió la mirada a un balcón sin saber porque, ahí estaba el elfo rubio que había acordado pertenecer a la comunidad. Legolas así había dicho llamarse, la miraba partir y al ver que ella lo miraba le dedico una sonrisa, sin saber porque Ohtarwen la devolvió.